"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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LA EDUCACIÓN PROACTIVA

Un artículo de Celia Rodríguez Ruiz, Psicóloga y Pedagoga.

¿Qué es la proactividad?

La proactividad es un término que es empleado por primera vez por el psiquiatra Víctor Frankl, que sobrevivió a los campos de concentración nazis y expuso después sus teorías en diversos libros y publicaciones. Víctor Frankl utiliza el termino proactividad para hacer referencia a una actitud que toman las personas cuando deciden controlar su conducta de forma activa, cuando deciden tomar las riendas y ser los responsables.

Por lo tanto la proactividad es una actitud necesaria para desarrollarnos como personas, implica organizar y controlar la conducta hacía donde nosotros queramos.

Cuando hablamos de educación proactiva, nos referimos a ese tipo de educación en la que el educando se convierte en el protagonista activo de su propio proceso de desarrollo y de aprendizaje. La educación proactiva, viene a ser aquella que potencia y favorece el aprendizaje significativo.

¿Por qué la educación proactiva?

La educación, la verdadera educación ha de ser proactiva, ya que el fin último de todo acto educativo ha de ser el desarrollo de la persona para que alcance sus máximas potencialidades. Solo dejándole ser, haciéndole responsable del proceso se alcanza ese objetivo último y verdadero de la educación.

Si no dejamos que sea el niño o la niña, el propio responsable, el verdadero agente activo del proceso, estaremos haciendo por él o ella no solo la tarea, sino que además estaremos ocupando un lugar que no nos corresponde, un lugar que les pertenece, el de protagonista de su propio proceso.

Ventajas de la educación proactiva

* A través de la educación proactiva se hace responsable al niño o la niña de su proceso.

* Mediante esta toma de responsabilidad en la educación proactiva, el niño o la niña comete sus propios errores y puede aprender de ellos.

* La educación proactiva aboga por el papel activo y por lo tanto contribuye al desarrollo de la autonomía del niño o de la niña y evita la dependencia.

* La educación proactiva contribuye también al desarrollo de la responsabilidad.

* Ayudamos con la educación proactiva al desarrollo de la autoestima, si permitimos que nuestros niños y niñas sean los responsables, sean los que hacen las cosas, poco a poco se demostrarán a sí mismos que son capaces de hacerlo y con ello desarrollaran la confianza en sus capacidades y una sana

* Con la educación proactiva conseguimos que los niños y las niñas aprendan a tomar decisiones y no teman en el proceso. Si yo lo hago, yo aprendo a decidir.

* Gracias a este proceso proactivo conseguiremos un sano y pleno desarrollo en las diferentes facetas del ser humano.

Trucos para una educación proactiva

* Deja que el niño o niña sea el protagonista de sus procesos. Para ello deja que haga las cosas por sí solo, el papel del adulto es del guía que supervisa desde la distancia. Ten en cuenta que si haces las cosas por él o ella, conseguirás hacerlo mejor, pero no dejarás que aprenda, que se desarrolle, que gane seguridad.

* Ayúdale a implicarse en sus procesos, reflexiona con él o ella, hazle preguntas, motívale.

* Enséñale a gestionar y planificar su conducta para llevar a cabo sus procesos.

* Ayúdale a gestionar sus emociones, el protagonista ha de ser él o ella, y por lo tanto es importante que aprenda a controlar sus emociones y no dejar que éstas le controlen a él o ella.

* Edúcale con tu ejemplo, muéstrate proactivo.

* Premia su responsabilidad y autonomía. No importa que el resultado no sea perfecto, lo importante es su actitud.
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Profundidad de la conciencia

ALBERTO SOLER: “LA AUTORIDAD NUNCA DEBE SER EL OBJETIVO DE LA EDUCACIÓN”

Una entrevista de Elena Couceiro a Alberto Soler.

Alberto Soler es psicólogo y padre de dos hijos. Cuenta con más de 10 años de experiencia y 8000 horas de psicoterapia y asesoramiento a padres sobre cuestiones relacionadas con la crianza. Además, es autor de numerosos artículos sobre crianza, educación y psicología que han tenido mucho eco en las redes sociales, publicados en su blog o en prensa, como El País Semanal , en los que reivindica una educación respetuosa y sensible. Colabora además en espacios de televisión y radio. Podéis también escucharle en su videoblog Píldoras de Psicología . Tenemos el honor de contar con su colaboración como experto en el proyecto Gestionando Hijos .

Tienes varios artículos virales. “La crianza como batalla” es uno de ellos, y en ella se vieron reflejadas muchas personas que quieren educar lejos del ordeno y mando, y teniendo en cuenta los derecho de los niños. Lo publicaste en respuesta al artículo de una nanny, “5 razones por las que la crianza moderna está en crisis” . ¿Por qué crees que se ha hecho viral?

Creo que el hecho de que se haya hecho viral tiene mucho que ver con que a día de hoy siguen existiendo visiones muy contrapuestas respecto a cómo proceder en la crianza de los hijos. Es un tema que suscita mucho debate y creo que mucha gente que leyó mi artículo pensó algo así como: “mira, éste dice lo mismo que yo pensé cuando lo leí”.

En estos dos artículos parecen contraponerse una forma arcaica y caducada de entender la educación de los hijos (en los que ellos no tienen voz) y una forma nueva, en la que los derechos de los niños deben defenderse y respetarse. ¿Crees que es más difícil educar que antes, que es un reto mayor para padres y madres?

Por un lado puede parecer más sencillo porque hay más libros, más talleres, cursos, accesorios y objetos en las tiendas, etc. pero en el fondo es más complicado. Ahora las familias crían y educan a sus hijos desde la soledad, antes se hacía de un modo conjunto con la familia, los amigos, el barrio o el pueblo. Ahora vivimos mucho más aislados. Nunca una madre sola debería estar todo el día a cargo de su hijo sin ayuda, y lamentablemente es algo muy frecuente. Además, pese a que cada vez hay más información, lo cual es bueno, también el exceso de la misma acaba produciendo desinformación: el médico dice una cosa, luego la enfermera otra, lees por internet alguien que dice lo contrario, y al final no sabes qué hacer.

Habrá gente, como la nanny del artículo, que dirá que teniendo en cuenta a los niños no les enseñamos a respetar límites y normas. ¿Cómo podemos compaginar la defensa de los derechos de nuestros hijos, la amabilidad y el que sean tenidos en cuenta con la enseñanza y el respeto de normas?

Hay que perderle el miedo a los hijos. Muchos padres creen que el principal objetivo de sus hijos es retarles, desafiarles y ningunear su autoridad; tienen miedo a que sus hijos “se les suban a la chepa”. Así, convierten la autoridad en el principal objetivo de la educación, pero ahí confunden el fin y los medios. La autoridad nunca debe ser un objetivo, sino una consecuencia de acciones educativas honestas, respetuosas. El respeto se gana, no se impone.

Las normas existen y han existido en todas las sociedades, y como padres tenemos el deber de transmitirlas a nuestros hijos, pero no es necesario hacerlo desde el autoritarismo. Si nuestros hijos siguen las normas sólo por miedo a las consecuencias, en el momento en el que nos giremos, dejarán de seguirlas.

Desde tu punto de vista, ¿cuál es el reto mayor al que se enfrentan padres y madres a la hora de educar a nuestros hijos e hijas ahora?

Como he comentado antes, por un lado está el aislamiento. La familia cada vez está más sola en su labor educativa. Y ello tiene que ver con el momento histórico en el que nos ha tocado vivir. Conciliar la vida familiar con las necesidades económicas y laborales es cada vez más complicado. Los padres cada vez disfrutan de menos tiempo con sus hijos; nos conformamos con el argumento de las “horas de calidad” que pasamos con ellos, pero es un falso consuelo. Nuestros hijos necesitan ambas cosas: muchas horas, y de mucha calidad. Y la configuración social en estos momentos no lo permite. Existe mucho presentismo en la cultura empresarial, muy poca flexibilidad en los horarios, y al final acaba siendo normalmente la mujer quien carga con la mayor parte de consecuencias negativas de la “conciliación”. Además, los horarios escolares y las vacaciones hacen que compaginarlo con los trabajos de los padres sea una misión casi imposible.

Eres psicólogo. ¿Qué problemas sueles encontrar en consulta relacionados con la educación de los hijos e hijas?

Muchos derivados de lo que comentaba en la pregunta anterior. Muchos padres preocupados porque sus hijos “no son normales” sólo porque se alejan de aquello que consideramos que debería ser normal. La sociedad actual ha restringido mucho el concepto de normalidad, ya no cabe prácticamente ningún niño dentro: el activo es hiperactivo, el despistado es inatento, el perezoso tiene fracaso escolar. No es que no existan estas u otras patologías, lo que sucede es que su verdadera incidencia está muy por debajo de la percepción social (y de los diagnósticos).

¿Qué te animó a crear los breves vídeos para el videoblog con mensajes como “Tú eres su modelo”?

Buscaba una forma más directa de poder comunicar mis ideas y experiencia, un recurso que fuera más accesible y rápido que la lectura de un artículo. Y las píldoras en vídeo son el formato ideal para ello: una única idea, truco o consejo, transmitida de forma directa en un par de minutos. Muchos de los contenidos que aparecen ahí son sacados directamente de las sesiones de psicoterapia, de los asuntos que hablo con mis pacientes y que he creído que serían interesantes para un público más general.

¿Qué mensaje fundamental quieres transmitir a padres y madres con todos tus textos y vídeos?

Mi principal objetivo es incrementar la conciencia sobre los efectos que tiene nuestra manera de criar a nuestros hijos. No vale todo. Que algo sea efectivo no significa que sea bueno (un buen vaso de vodka es muy efectivo para dormir, pero no por ello es bueno). Muchas veces hay que elegir un camino un poco más difícil, un poco más sacrificado, para poder tener los resultados deseados.

¿Qué visión de paternidad y maternidad subyace en todo ello?

Mi visión de la crianza se enmarca dentro de lo que se ha venido a llamar crianza con apego , es una corriente educativa basada en las ideas sobre el desarrollo infantil de John Bowlby y, en muchos aspectos, es contrapuesta a una visión conductista de la educación basada en los castigos y recompensas.

¿Qué comentarios te llegan de lectores o seguidores de tu blog?

Tanto de forma pública como privada, la mayoría son de agradecimiento. Son personas (madres la mayoría, todo hay que decirlo) que se sienten muy identificadas y se alegran de leer a alguien que expresa lo que ellas venían pensando y sintiendo durante mucho tiempo. También hay ataques por parte de personas que tienen otra visión de la educación, pero son muy poco frecuentes. Y me siguen llegando algunos insultos por no ayudar a mi mujer con los niños ni con las tareas de casa, es algo que me divierte bastante, la verdad…

¿Por qué te has animado a colaborar con Gestionando Hijos?

Recibir la llamada de Gestionando Hijos ha sido un honor para mí. Me considero muy pequeñito en comparación con un proyecto tan interesante en el que participan profesionales enormes a los que admiro muchísimo. Estoy encantado de poder volcar aquí mi experiencia e ideas para construir algo tan interesante.

¿Qué te parece el proyecto?

Es un proyecto que me parece apasionante, creo que es muy necesaria la divulgación educativa, acercar el debate a las familias y darles recursos e ideas para llevar a cabo el trabajo más importante de sus vidas del modo más consciente y constructivo posible.
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Los cuatro cuadrantes

“ESCUELAS POR INVENTAR. DIFERENTES ENTRE SÍ, PERO FIELES A SÍ MISMAS”

Entrevista a Mari Carmen Díez Navarro, psicopedagoga y maestra especialista en Educación infantil. Hasta el pasado julio, cuando se jubiló, ejercía de maestra y coordinadora pedagógica en la Escuela Infantil Aire Libre de Alicante. Es autora de varios libros sobre Educación Infantil, entre los que podemos destacar La oreja verde de la escuela, Proyectando otra escuela, El piso de abajo de la escuela y 10 ideas clave. La educación infantil.

Mari Carmen es una de esas Maestras con mayúsculas que llegan tanto a niños como a adultos, una de esas maestras que todos deberíamos tener. En su web podréis conocerla un poco más.

Durante tus 46 años de experiencia profesional la sociedad española ha sufrido un gran cambio, ¿cómo crees que ha cambiado la educación escolar durante ese tiempo?

Por un lado ha cambiado para bien, al dejar a un lado las posturas autoritarias, al dar paso a la exploración y libre expresión de los niños, al proponer que la escuela se abra a la sociedad… También se están incorporando presencias nuevas y eficaces, como son las nuevas tecnologías y el inglés, pero hay demasiada sobreestimulación, prisas y presiones, búsqueda de excelencias y rendimientos, olvido de las necesidades reales de los niños, como moverse, jugar, hablar, relacionarse, inventar…

En conjunto se está perdiendo en humanidad, en escucha y en respeto a la cultura del niño. La educación está sufriendo un retroceso. De la Escuela Nueva aquí, por poner un ejemplo concreto, hemos ido de lo vital, a lo rutinario, de la investigación a la repetición, de lo colaborativo y creativo a lo individual y estandarizado. Hay peligro de anquilosamiento. Es urgente un cambio.

El niño en sus más tempranas edades aprende mirando, tocando, oliendo, escuchando, probando, imitando, repitiendo, recreando. Moviéndose, corriendo, actuando. Observando, haciendo hipótesis, comprobándolas una y mil veces. Acercándose a la Naturaleza. Buscando sentido y significado a las cosas. Interesándose por su cuerpo, su sexo, su nombre, su origen… Y el de los otros. Expresándose desde adentro con imaginación y libertad. Buscando placer en los juegos, las historias, los inventos. Probando a hacer las cosas por sí mismo. Acercándose a los demás. Aprendiendo a entender y dar nombre a lo que siente. Acercándose al mundo de las palabras, desde los cuentos, poemas y teatros, hasta el aprendizaje de la lectura y la escritura.

En la escuela infantil, pues, habremos de elaborar propuestas didácticas que se adecúen a los niños, de tal modo que no se les presione a un aprendizaje veloz y sin sentido, sino que se les ofrezca ir aprehendiendo de la realidad las cosas que vayan despertando su curiosidad natural y a las que pueda otorgar significado, engarzándolas en otros aprendizajes. Por lo tanto tenemos que pensar en estas formas de aprendizaje que son propias al niño y desde ahí organizar el día a día en la escuela, porque, según cómo se conciban y articulen estas estrategias didácticas, saldrá uno u otro tejido, una u otra manera de vivir la tarea educativa.

A mí últimamente me preocupan las adicciones excesivas a las pantallas, el dejar a un lado el juego, la dificultad de los adultos en poner normas claras a los niños, y las prisas locas de hoy. En este tiempo uniformemente acelerado en el que estamos inmersos, padres, niños, maestros y tantos más, nos sentimos a veces con demasiadas tareas por delante, sin momentos para reflexionar, con poca calma y bastantes soledades. Y nos vemos atrapados, casi sin darnos cuenta, en este remolino del “no-tiempo”, mientras los niños se van haciendo mayores ante nuestros ojos excesivamente cortos de vista.

Nuestra compañera Eva Bailén lidera la campaña de Change.org “por la racionalización de los deberes en el Sistema Educativo Español, ¿cuál es tu opinión respecto a los deberes escolares?

Creo que los niños han de tener tiempo para jugar, para dibujar, para ver un rato la televisión o para no hacer nada, después de todo un día de horarios fijados, encuentros con otros, clases normales y clases extraescolares. Tienen tantos frentes abiertos que no les queda tiempo para estar consigo mismos, para gustar de la tranquilidad, para soñar…

Para mi serían deberes suficientes el leer o escribir alguna cosa. Recuerdo un documental de un maestro japonés, Toshiro Kanamori, (que recomiendo fervientemente), en el que los alumnos escribían diariamente una carta dirigida a la clase contando algo. Ahí narraban aventuras, expresaban sentimientos, se daban a conocer a los demás… Una de las cartas se leía en voz alta cada día.

Recuerdo que en una ocasión mis alumnos de 5 años me pidieron “deberes” para hacerlos como hacían sus hermanos, y les propuse que eligieran entre estas tareas: dibujar lo que veían por su ventana, pintar los sueños que tenían, escribir palabras de su gusto, inventar un cuento, contar cuántos tenedores, cucharas y cuchillos había en su casa.

Deberes caseritos, hermosos, útiles. Deberes que respondían a su deseo de ser mayores. Deberes que no angustian, que divierten, que no se viven como algo indispensable.

¿Cómo crees que es la formación de los maestros en nuestro país? ¿En qué aspectos se podría mejorar?

La formación actual es demasiado tecnicista. Se aprende a programar y a organizar, por ejemplo, pero no a escuchar los intereses y deseos de los niños. Se aprende a multiplicar y dividir, pero no a trabajar en grupo. Se aprende educación vial, pero no arte… En la formación de un maestro de hoy debería incluirse la educación emocional, la profundización en los temas de manejo grupal, una capacitación sobre la enseñanza de la lectura y la escritura, sobre literatura infantil, arte, poesía, música, teatro…, unas herramientas básicas de observación y análisis, una aproximación dinámica a los niños y sus familias, un baño culturizador, una profundización en el tema de la creatividad y un suficiente hábito de autoanálisis.

Sería interesante trabajar sobre nosotros mismos y nuestro deseo de enseñar. Hemos de partir de nuestro propio piso de abajo, es decir, de nuestro mundo afectivo, de nuestra historia, de nuestras características, de nuestra particular manera de relacionarnos, de nuestras experiencias y nuestras dificultades. Hemos de conocernos, saber nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles, hemos de estar sensibilizados a nuestras defensas y a nuestras proyecciones, a nuestras identificaciones y a nuestras limitaciones. Y hemos de hacerlo por nosotros mismos y para poder escuchar lo que nos traen otros.

De eso no se habla en la formación inicial. Ni tampoco de la innovación, de la cultura, de la creatividad, de la formación permanente, de lo que significa un grupo y su dinámica… Un maestro tendría que ser flexible y estar dispuesto a los cambios y a la mejora de la práctica buscando alternativas creativamente. Además habría que trabajar estas cuestiones con otros profesionales para poder entender y para poder profundizar en los acontecimientos y para llegar al borde de las vidas de los niños y sus familias sin invadirlas, con respeto y cuidado.

Creo que harían falta toda una serie de cambios en la formación inicial tendentes a una profundización en el perfil del docente como persona, a una mayor presencia del futuro maestro en la realidad cotidiana de las escuelas: más prácticas, trabajos de colaboración continuada en los centros, grupos de análisis de docentes y estudiantes, una mejor capacitación para la investigación, más formación específica que atendiera los aspectos emocionales, de relación y de detección de las dificultades en los niños… También sería conveniente que se ampliaran las fuentes de aprendizaje y formación personal en el sentido cultural y no sólo académico: viajes, intercambios, lenguas, manifestaciones artísticas…, lo cual redundaría en una mayor madurez y amplitud de miras. Y sobre todo habría que incidir en la capacidad de reflexión, análisis, cooperación, creatividad y humanización para permitir que cada maestro pudiera ser autónomo, riguroso y cercano en el despliegue de su tarea con los niños.

La primera vez que me puse en contacto contigo me dijiste que volvías de Bogotá donde estaban revisando su currículo infantil y te habían invitado para hacer tus aportaciones. Si recibieras una invitación similar en España, ¿cuáles serían las principales aportaciones que harías para esta etapa en nuestro sistema educativo?

Los cuatro pilares que plantea el currículum en Bogotá serían muy extrapolables para nosotros: el juego, la exploración del medio, la literatura y el arte. Todos ellos son caminos a recorrer para aprender, imaginar y crear desde las primeras edades. Esas son cosas que invitan a que la vida y la belleza entre en las aulas.

Yo sugeriría profundizar en la formación permanente, promover los proyectos de centro, el trabajo en equipo de los claustros, y, en fin, el invento de escuelas con características especiales. Según el grupo de maestros, según los niños, según las familias, según la cultura, el lugar. Escuelas diferentes entre sí, pero fieles a si mismas. Escuelas sin fichas, sin Disney, sin lo de siempre… Escuelas por inventar.

Sería tan bonito que cada maestra y cada grupo de maestras se sintiera libre para plantearse cómo trabajar con sus alumnos, que no estuvieran sujetas a unos materiales ya definidos, que dejaran a sus niños jugar, que abrieran las puertas de la escuela a las familias, que la música, los cuentos, el teatro, la poesía y el arte llenaran nuestras aulas, que el cuerpo y el movimiento tuvieran su espacio en las escuelas infantiles, que se pudiera investigar en grupo haciendo proyectos de trabajo, que se aprendiera a leer partiendo de las ganas, sin repeticiones absurdas, y con placer…

Sería tan saludable que los niños crecieran en un ambiente amable, teniendo en cuenta los quehaceres sentimentales y los avatares de la socialización, que avanzaran en el conocimiento de si mismos y de los demás, que se sintieran a gusto y bien predispuestos a aprender, a hacer, a decir y a ser.

Hay un tema que aparece en todos tus libros al que tu llamas “el piso de abajo” (las emociones). La educación emocional es un tema de gran actualidad, ¿crees que en las escuelas se suelen tener realmente en cuenta las emociones de los niños?

No suficientemente. Y si se hace, es o bien de modo intuitivo, o bien de modo festivo (El día de la paz, El día de la solidaridad…), o bien de modo “curricular”, ya que los materiales que se adquieren, vienen con “educación emocional” incluída. Yo pienso que habría que formarse en estas lides emocionales para poder acompañar mejor el proceso de los niños y para poder ayudarlos a avanzar alfabetizándolos sentimentalmente y sin hacer recaer sobre ellos nuestras propias reacciones.

Entre el piso de arriba (intelectual) y el de abajo (afectivo) hay complementariedades, ya que ambos pisos están en el mismo edificio: “la persona”. Mi propuesta y mi metáfora, vienen a decir que en la escuela no se puede funcionar sólo con el piso de arriba, ignorando el de abajo, porque el mundo afectivo es el que nos mueve, nos hace sentir, nos da seguridad y conforma nuestra personalidad. Una escuela que excluye el mundo interior de los que la habitan es una escuela vacia, despersonalizada, superficial. Creo que lo bueno para tener una escuela más integrada, equilibrada y humana será, como dije una vez, intentar que sea una escuela: “que una con un mismo hilo lo del pensar y lo del sentir”. Porque en cada suceso, tarea o proceso educativo hay un transfondo emocional que conviene mirar para poder comprender e intervenir adecuadamente.
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1º Premio - Manuscrito número 9: “Con este mapa que se abre ante los ojos”

ESTUDIO CONFIRMA QUE NIÑOS A LOS QUE SE LES ENGAÑA SON MÁS PROPENSOS A MENTIR Y HACER TRAMPA

Un estudio de la “Universidad de California”: confirmó lo que mucho sospechábamos por sentido común, los niños a los que se les miente son más propensos a mentir y hacer trampa.

La afirmación se basa en un experimento por la estudiante de pregrado Chelsea Hays y la profesora Leslie Carver que involucró a 186 niños entre las edades de 3 a 7.

Entre los menores participantes, un grupo fue objeto de una mentira por parte de la persona que dirigía el experimento. Este les dijo que había un tazón lleno de dulces en el cuarto, aunque pronto confesó que era una artimaña para que los niños participaran en el ‘juego’. Otro grupo aceptó jugar sin mención de caramelos.

Como parte de los experimentos, los niños tenían que identificar una serie de juguetes solo por el sonido que emitían, como por ejemplo el Tickle Me Elmo. El último de los objetos emitía la canción de Beethoven Fur Elise, intencionalmente difícil para que los participantes no pudieran identificarla ya que no está asociado a ningún personaje, destacó Science Daily.

Durante esta pregunta la persona que controlaba el experimento hacía el ademán de que tenía que salir para contestar una llamada, por lo que se ausentaba por unos 90 segundos, lo suficiente para que los menores puedan ver detrás de la mampara que objeto es el que hacía el sonido.

Los resultados no pudieron ser más claros. Entre los participantes de entre 5 a 7 años, 60% de los que no fueron mentidos cedió a la tentación y miró a hurtadillas el último objeto. Luego, cuando fue preguntado si hizo trampa, otro 60% mintió.

Sin embargo, las cifras incrementaron notablemente al grupo que fue mentido: cerca de 80% hizo trampa y casi el 90% mintió después.

Los investigadores suponen que puede haber varios motivos para esta falta de honestidad por parte de los niños que fueron mentidos. Puede ser que imitan el comportamiento de la figura adulta o supusieron que la veracidad no era un valor muy importante para la persona. También puede ser que no sintieron la necesidad de honrar un acuerdo con alguien que percibieron como deshonesto.

Este fenómeno no se tradujo entre los participantes de entre 3 y 4 años, quienes mintieron e hicieron trampa en el mismo porcentaje sin importar si el científico fue veraz respecto a los caramelos.

Los investigadores notaron que su estudio no estuvo diseñado para encontrar las razones del incremento del número de mentiras por parte de los que son mentidos, sino para señalar que el fenómeno existe. Sin embargo, hicieron un pedido para que las personas sean honestas con sus hijos ya que esto puede tener un gran impacto en cómo crecen en el futuro.
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Indignación por la corrupción

“TÚ PAGANDO IMPUESTOS Y TUS HIJOS SIN MAESTROS”

“La educación infantil es la base de toda la educación y si recortan ahí, esos niños lo van a ir notando desde entonces”. Lo explica Celia Tallero, coordinadora de la Plataforma Andaluza en Defensa de la Educación Infantil en la provincia de Cádiz. Ella y algunos compañeros se han concentrado hoy ante las puertas de la Delegación de Educación en Cádiz para visibilizar su problemática, con directas consecuencias para los más pequeños.

Pancartas, pitos, globos y panfletos para denunciar que “queremos trabajar y a tus hijos educar”. Los maestros de Infantil denuncian que desde la promulgación del Real Decreto 14/2012, su situación es “insostenible”. En especial, en Andalucía: “Desde la Consejería nos dicen que los recortes vienen del Gobierno central pero si precisamente está el PSOE en Andalucía es para parar esas políticas”, reflexiona Celia.

Pero, “al contrario”, aseguran que la Junta “lo hace peor y comete irregularidades”. Especialmente, en el tema de las bajas y sustituciones, puesto que “los niños pueden llegar a estar veinte días sin su profesor”, de forma que, “o están una hora con el profesor de religión, otra con el de religión o, directamente, meten a los profesores de apoyo como sustitutos”.

Las consecuencias: para los niños, la pérdida de la calidad de la enseñanza; para los aspirantes e interinos, que nunca acceden a esas sustituciones. Así, “hay interinos que llevamos cuatro años sin trabajar o compañeros que han aprobado las oposiciones con un 10 y saben que nunca van a poder ejercer su profesión en la educación pública. Entonces, ¿para qué convocan oposiciones?.

Después de la movilización de hoy, “no vamos a parar”, asegura Celia de forma tajante. Preparan más acciones, están llamando a centros para recabar información de la situación de los compañeros y, sobre todo, “queremos informar a los padres y madres de la situación en la que están sus hijos“. Por eso, uno de sus gritos de guerra apelaba directamente a las conciencias de los padres: “Tú pagando impuestos y tus hijos sin maestros”.

“Vamos a continuar luchando por una educación de calidad para los niños de 3 a 6 años, para que las bajas de los maestros se cubran cuando se produzcan, para que los colegios no tengan un límite de horas para sustituir y puedan cubrir todas las bajas, para que el docente de apoyo realice sus funciones y no sea usado para sustituir a un tutor, para que las ratios de los niños por clase sean menores, para que no se supriman más líneas de Infantil y para que conserven las notas de las oposiciones“.
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