"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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CONCIENCIA DE SÍ PARA ALCANZAR LA FELICIDAD

Este artículo es una reproducción de los capítulos 5-5 y 5-6 de la segunda parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Conciencia de sí

Consecuentemente, lo que conviene hacer es ser muy consciente de nuestro doble como propone Garnier, o del Logos que, según Heráclito, nos habla y no sabemos escucharlo. Principalmente, porque no somos conscientes (recordemos los experimentos de Benjamín Libet) de que, desde nuestro subconsciente, surgen todas las órdenes en función de las creencias de cada cual para constituirse así en actos derivados de nuestros pensamientos con una directa repercusión en nuestra propia vida. Bien es conocido por la medicina la influencia de los pensamientos positivos o efecto placebo (amor, altruismo, solidaridad, empatía, etcétera) y negativos o efecto nocebo (odio, egoísmo, individualidad, rencor, etcétera) en la respuesta corporal y emocional (1). Entonces, ¿no va siendo hora de superar la visión materialista de la ciencia, limitada exclusivamente al ente corporal? ¿No es hora de que la ciencia, como propone Garnier, atienda a los aspectos mentales y sus reglas de funcionamiento?

En función de todo lo anterior, es necesario ser consciente que el pensamiento está sometido a la ley de la causa y el efecto (karma) y que, por lo tanto, cada persona es responsable de su libertad de pensamiento y acción en el devenir vital. La vida viene a ser como un libro abierto que hay que saber leer, pero que pocos consiguen. La conciencia, en esa labor existencial y cognitiva, siguiendo la ley de la polaridad, se manifiesta mediante la conciencia personal (egocéntrica) y la conciencia transpersonal (compasiva), neologismos que pertenecen propiamente a la filosofía transpersonal y la psicología transpersonal. Pero, para saber leer el libro de la vida, son necesarios dos mapas, a saber, el mapa sociológico y el mapa psicológico, el de ese mundo de ahí fuera y el de ese mundo de ahí dentro, el del viejo mundo moribundo y ese nuevo mundo por descubrir, el del racionalismo pragmático y el racionalismo espiritual. Dos mundos a nuestro alcance para que cada cual decida dónde y cómo vivir, pensar y amar. Dos visiones hermenéuticas presentadas como dinámica espiral en el capítulo El nuevo mundo. Saber ello es el camino hacia la felicidad, pues como sentencia Sócrates: “El saber es la parte principal de la felicidad”.

La felicidad

En la medida de que cada persona se empodere conscientemente de sí mismo en orden a dirigir libremente sus pensamientos y actos en beneficio de la humanidad, estará en el camino de la experimentación conocida como “experiencia cumbre” en la Pirámide de Maslow. Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano que se halla en la cima de las jerarquías de las necesidades humanas, y es a través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. En suma, alcanzar la felicidad. Porque, como aseverara Platón, “buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro”. Entonces, inexorablemente, nuestra felicidad, según Platón, pero también Buda, Jesucristo, Garnier y Maslow, está condicionada a la de nuestros semejantes, es decir, a la humanidad como especie, y denominada como felicidad transpersonal en el constructo de La educación cuántica.

Consecuentemente, siguiendo a Heráclito y el principio de la polaridad, la felicidad se presente bajo dos nuevos contrarios: la felicidad personal (egocéntrica) y la felicidad transpersonal (compasiva). Así, la particularidad del pensamiento cuántico es que se hace consciente en toda persona con conciencia transpersonal y que supedita su felicidad personal a la de la humanidad. De ahí que los grandes avatares, filósofos, científicos, santos y mártires hayan puesto la cuestión del saber y del amor por encima de sí mismos. El pensador cuántico lee el pasado para poder comprender el presente y crear un futuro mejor. La historia de la cultura humana es la historia de hombres que se han atrevido a pensar más allá de su época, que han propuesto soluciones visionarias, que han luchado por la libertad y por el saber. Porque solo el saber puede hacer a los hombres seres verdaderamente libres. Como dijera el filósofo alemán Hegel: “La historia es el progreso de la conciencia de la libertad”. Hoy, más que nunca, esta decadente civilización está necesitada de una educación cuántica que libere al hombre de su esclavitud al racionalismo pragmático. Son tiempos de un racionalismo espiritual, de filosofía transpersonal, de un pensamiento cuántico en los términos explicados aquí porque, vuelvo a recordar en boca del filósofo griego Sócrates, “el saber es la parte principal de la felicidad”.


NOTA (1): Ya sea que esté luchando contra una enfermedad potencialmente mortal, que tenga una condición de salud “crónica” que la medicina occidental no ha sido capaz de curar, o que esté luchando contra los síntomas molestos que disminuyen su calidad de vida, o simplemente esperando para optimizar su energía, vitalidad y longevidad, hay pruebas científicas de que puede curarse a sí mismo.

Las cargas de los datos demuestran que la mente puede creer en sí misma también. En los ensayos clínicos, lo llamamos “el efecto placebo”. Los pacientes tratados con placebos no solo se sienten mejor, sino que ellos realmente saben que están mejor. Verrugas que desaparecen, se dilatan los bronquios, desaparecen inflamaciones, el crecimiento del cabello en las cabezas de los hombres calvos, úlceras que sanan, y otros fenómenos fisiológicos medibles.

También sabemos que puede ocurrir todo lo contrario, y la mente puede pensar en sí mismo como un enfermo, lo que los investigadores laman “el efecto nocebo”. Cuando los pacientes reciben inyecciones con solución salina y les dijeron que era quimioterapia, vomitaban y perdían su cabello.

¿Cómo suceden tales cosas? En su libro Mind Over: La prueba científica. Usted puede curarse, Lissa Rankin explica la ciencia que hay detrás de cómo un pensamiento o una emoción positiva o negativa en la mente se traducen en la reparación espontánea en el cuerpo.

Como resultado, el cuerpo se ha construido los mecanismos de auto-reparación que fijan proteínas dañadas, la reparación del ADN, los desequilibrios hormonales correctos, y engullen las células del cáncer, agentes infecciosos, y cuerpos extraños a los que nuestros cuerpos están expuestos a diario. Estos mecanismos explican las remisiones espontáneas que se reportan en la literatura médica de, aparentemente, enfermedades “incurables” como la etapa 4 del cáncer, el VIH, el hipotiroidismo, la diabetes, e incluso una herida de arma de fuego. Sin embargo, los pacientes a menudo se sienten impotentes para aprovechar estos mecanismos de auto-reparación naturales.

En ese libro, la Doctora Rankin enseña un proceso de seis pasos fundamentales científicamente que pueden seguir para optimizar la capacidad del cuerpo para dar la vuelta sus mecanismos de auto-reparación natural cuando el cuerpo se enferma. También enseña las herramientas para poner en práctica el poder de la mente, como la medicina preventiva, para aumentar la probabilidad de que un día morirá a “edad avanzada”, en lugar de morir demasiado joven como resultado de la desactivación de la capacidad del cuerpo para repararse a sí mismo.

¿Lo que desactiva los mecanismos de auto-reparación naturales del cuerpo? Todos sabemos que el estrés es malo para el cuerpo. Pero, ¿entiendes cómo funciona eso? Los datos demuestran que el estrés se presenta en diferentes formas –el estrés de sentirse solo, el estrés laboral, estrés financiero, el estrés marital, estrés familiar, el estrés de sentimiento creativamente bloqueado o espiritualmente desconectado.

Independientemente de lo que desencadena qué tipo de estrés, esto desencadena una serie de pasos fisiológicos asociados con el hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y la respuesta de “lucha o huida” del sistema nervioso simpático. En otras palabras, si usted está estresado por el dinero, su matrimonio, o su trabajo, su cuerpo no puede saber la diferencia entre una amenaza percibida, tales como la quiebra inminente, y una quiebra real como ser perseguido por un león.

Pero aquí viene lo bueno. El cuerpo solo puede repararse a sí mismo cuando está en un estado de reposo fisiológico. Cada vez que el cuerpo piensa que es hora de “huir del león” (o cualquier amenaza percibida), se cierra la auto-reparación. Después de todo, ¿quién se preocupa por el mantenimiento a largo plazo como matar a las células cancerosas no deseadas si estás a punto de ser comido por un león?

EnMind Over: La prueba científica. Usted puede curarse, la Doctora Rankin nos describe acciones, ejemplos, no solo la prueba científica de que se puede curarse a sí mismo, sino también consejos para usar el poder de la mente para optimizar los mecanismos de auto-reparación naturales del cuerpo, para que la prevención de enfermedades y remisiones espontáneas no sean solo algo que ocurre al azar, sino algo que podríamos ser capaces de experimentar por nosotros mismos.

(Fuente: consejosdelconejo.com: La prueba científica de que podemos curarnos a nosotros mismos)
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IMAGINACIÓN

LA IMAGINACIÓN

Este artículo es una reproducción del capítulo 5-4 de la segunda parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Dicha importancia de la imaginación es contemplada en la Crítica de la razón pura de Kant, pues ocupa un lugar fundamental como condición de posibilidad del conocimiento. A primera vista, llama la atención que Kant no haya presentado en forma sistemática una doctrina explícita sobre la imaginación a pesar de adjudicar a esta facultad una función tan original en el conocimiento humano. La originalidad de la concepción kantiana de la imaginación reside básicamente en su función transcendental que debe realizarse según reglas universales y necesarias para cumplir una función válida en el conocimiento objetivo. Esto no solo significa que la imaginación deja de producir imágenes de manera caprichosa, sino que además se somete a reglas que no derivan de la experiencia. Por estar sometida a este tipo de reglas, la imaginación pertenece a la espontaneidad, que Kant considera como un elemento fundamental para el conocimiento de objetos. Ahora, esta imaginación, mediante La educación cuántica, debe dirigirse hacia el sujeto, a sí mismo, a la propia conciencia y sus inherentes reglas universales y necesarias, a decir de Kant. Y una de esas reglas es la causa y el efecto o karma, presente en la filosofía perenne, y demostrada por Garnier mediante la física cuántica gracias a su teoría del desdoblamiento del tiempo.
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PENSAMIENTO

EL PENSAMIENTO METAFÍSICO

Este artículo es una reproducción del capítulo 5-3 de la segunda parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Cada pensamiento es una energía que se presenta bajo dos polos: positivo o negativo. Toda persona está atrapada existencialmente entre el bien y el mal, es decir, puede libremente ser buena o mala persona y decidir el sentido de su vida en función de dicha primogénita elección moral en orden a satisfacer las necesidades humanas descritas en La pirámide de Maslow. En la base de dicha pirámide está la satisfacción de las necesidades básicas y de seguridad en el orden material. Sin embargo, el excesivo racionalismo pragmático está en el origen del actual declive civilizatorio que ha colapsado, no solo materialmente como lo demuestra este caduco capitalismo, sino también intelectual y espiritualmente desde el surgimiento de la física cuántica. La consecuencia de ello es que la educación tradicional del viejo mundo ha quedado obsoleta, pues solo contempla un modo de saber (método científico) en vez de integrar al otro modo de saber (el no-dual contemplado por el misticismo contemplativo) como integrador del hombre consigo mismo, la naturaleza y la especie humana. Consecuencia de ello, la educación academicista tradicional también está moribunda, como he argumentado en la primera parte de esta obra.

Como pretende La educación cuántica, el nuevo mundo debe contemplar una actualizada filosofía de la mente que tenga en cuenta el racionalismo espiritual como nuevo paradigma de conocimiento. La educación cuántica postula una pedagogía orientada al empoderamiento consciente de las personas, en línea con las escuelas activas, donde el ser humano no se vea fragmentado por la intoxicación del moribundo viejo mundo, y tampoco disociado de la colectividad. Para tal fin, cabe recordar nuevamente que la vida se nos presenta bajo los eternos contrarios: somos sujeto y objeto, y el correcto camino consiste en la trascendencia de esa dualidad, como bien ha aleccionado Wilber en el anterior capítulo. El viejo mundo ha fragmentado al individuo y ha disociado a la colectividad, pero también ha desintegrado los cimientos de la ciencia tradicional. Quizá en el nuevo mundo podamos integrar a la ciencia, la profundidad intelectual de las personas y la moralidad, como bien diferenció Kant mediante sus Tres críticas. Tal es el objetivo filosófico por excelencia perseguido por La educación cuántica. Quizá es hora de rescatar a la sabiduría griega en su aplicación pedagógica bajo un esotérico entendimiento, como han realizado Garnier y Wilber con Platón. Quizá haya que abandonar el pensamiento único neoliberal y su submarino intelectual el materialismo científico y, en su lugar, hablar de un pensamiento cuántico impelido hacia una trascendencia metafísica.

Así, como dice Garnier, hay que cuidar la pureza de los pensamientos, pues condicionan nuestro futuro, lo mismo que dijo Jesucristo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. En cuanto a la búsqueda de la verdad también dijo Jesucristo: “Así que yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá”. En consecuencia, cada cual debe ser consciente de su propio camino ascendente hacia la sabiduría, un camino difícil y tortuoso en el devenir de la historia humana que, Platón nuevamente, explicó metafórica y magistralmente mediante el Mito de la caverna.

Para progresar por ese angosto camino, se hace imprescindible conocer cómo actúa la ley subyacente al pensamiento. Se dice popularmente que el hombre aprende de sus errores y, ciertamente, así ha evolucionado la ciencia y la cultura humana. ¿Acaso ha llegado la actual civilización al súmmum de su evolución? Los hechos dicen que no. Todo lo contrario, la humanidad está necesitada de una educación cuántica que permita a las personas el empoderamiento de su propia conciencia para poder actuar en libertad y con conocimiento de causa, nunca mejor dicho. Solo así podrá la humanidad librarse de los actuales tiranos que esclavizan al planeta y sus habitantes. Por tanto, más que nunca, se hace necesario saber cómo opera el pensamiento cuántico.

Si cada pensamiento puede ser positivo o negativo, por la ley de la causa y el efecto también recogida por los siete principios del hermetismo y más popularmente conocido como karma, entonces debe producirse una consecuencia positiva o negativa, respectivamente, en la propia conciencia que genera dicho acto. En efecto, si nos atenemos a la ley del desdoblamiento del tiempo propuesta por Garnier, la causa y el efecto, la pregunta y la respuesta, se producen en tiempos diferentes. Y es nuestra imaginación la que posibilita los futuros deseados por cada cual. Cada uno da el mejor de los sentidos a su vida en función de sus propias creencias, acertadas o no. Cada cual imagina su mejor futuro posible. “Cada cual recoge lo que siembra”.
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conciencia

CONCIENCIA Y SER

Este artículo es una reproducción del capítulo 5-2 de la segunda parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Así, inherentemente, todo ser evoluciona en su conciencia satisfaciendo inquietudes a preguntas de carácter filosófico. A la postre, hacer filosofía es buscar respuestas al sentido de la vida y su función en el universo. Es en este contexto indagador donde tiene razón de ser La educación cuántica en su desciframiento de la evolución consciente mediante la libertad hacia un destino por descubrir. Ese recorrido a través de la libertad fue expuesto teoréticamente en mi obra Pensar en ser libre, de la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal. Ahora, es cuestión de estudiar ese pensamiento cuántico, cada cual introspectivamente, al modo como lo describe Platón en el Mito de la caverna. También en Garnier está presente el pensamiento de Platón: el descubrimiento científico relacionado con el desdoblamiento del tiempo tan solo saca del olvido una ley muy antigua y universal, a saber, el Alfa y el Omega. Garnier bebió en la filosofía griega para la elaboración de su teoría del desdoblamiento del tiempo. Este físico descubrió que las letras griegas también servían para contar, una numeración que le permitió demostrar que se hallaba ante la sencilla cuantificación del movimiento del desdoblamiento del tiempo. Dice Garnier que, los que habían creado el idioma griego, sabían a ciencia cierta que existía un desdoblamiento de los tiempos debido a aceleraciones sucesivas de su transcurrir y que, para vivir, había que utilizar un pasado, un presente y un futuro “al mismo tiempo”. Esta noción fue ilustrada por Platón, cinco siglos antes de Jesucristo, en su Timeo: “Se trata de divisiones del tiempo. Ciertamente decimos que él “era”, “es” y “será”, pero, a decir verdad, solo la expresión él “es” se aplica al Ser que es eterno”.

¿No prueba ello de que la ciencia vuelve a su terreno natural, la filosofía, tan denostada en esta civilización occidental? Decididamente, la filosofía debe recuperar la preponderancia obviada por el pensamiento único neoliberal. En efecto, como he argumentado profusamente, ya no son tiempos para la filosofía academicista tradicional sino para la filosofía transpersonal argumentada en La educación cuántica. Así, ruego al lector me permita que sigua discurriendo con mis pensamientos cuánticos.

Los pensamientos y las ideas se producen de un modo fenomenológico en la conciencia del sujeto cognoscente y, por tanto, son experiencias que deben ser analizadas introspectivamente en la correlación temporal de nuestro pasado, presente y futuro, según Garnier. Cuando esos patrones fenomenológicos son reproducibles y reconocibles en la conciencia de las personas en particular, y en la conciencia colectiva en general, se puede entonces inferir y hablar de una ley subyacente que rige los pensamientos, vuelvo a recordar, al modo como fue formulado por Buda: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”, y también, “ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”. También Garnier dice que hay que actuar con un pensamiento positivo para crear el mejor de los futuros posibles. ¿Y cuál es la ley que rige el funcionamiento de los pensamientos? Debe ser una ley justa e imparcial, también atemporal y universal. Hagamos una incursión especulativa en este campo metafísico.
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El universo holográfico

DIOS JUEGA A LOS DADOS CON EL UNIVERSO

Este artículo es una reproducción del apartado 3-1 del capítulo “La naturaleza cuántica” de la tercera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Desde el surgimiento de la física cuántica, los científicos se han enfrentado a un quebradero de cabeza: la teoría cuántica cuestiona la naturaleza de la realidad. El Principio de Determinismo de la Física no es aplicable a los sistemas descritos a través de la Teoría Cuántica. Cuánticamente, el proceso de la medida afecta al estado sobre el que se mide, haciéndolo además de manera impredecible. Ese problema de interpretación es uno de los problemas más serios que plantea la física cuántica. Un experimento llevado a cabo por Aspect, Dalibard y Roger en 1982 supuso, después de cuarenta y siete años, la materialización práctica del "experimento “mental" expuesto en el argumento EPR en 1935. La paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen, denominada “Paradoja EPR”, consiste en un experimento mental propuesto por Albert Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen en 1935. Es relevante históricamente, puesto que pone de manifiesto un problema aparente de la mecánica cuántica, y en las décadas siguientes se dedicaron múltiples esfuerzos a desarrollarla y resolverla.

El argumento EPR no pretendía mostrar que la Teoría Cuántica fuese incorrecta, sino “incompleta”, y que, por lo tanto, debía completarse introduciendo una serie de elementos de realidad (denominados “variables ocultas”) que, debidamente acomodados dentro del formalismo de la teoría, permitiesen elaborar predicciones deterministas, no probabilistas, ya que Einstein pensaba que las probabilidades cuánticas tenían un origen subjetivo como consecuencia de carecer de una información completa relativa a las propiedades de los sistemas estudiados.

La conclusión del experimento “mental” es clara: la descripción física del mundo basada en la idea de una realidad separable ¡falla! Es decir, el primer modo de conocimiento, el dualismo sujeto-objeto en el que está enfrascado el materialismo científico, remite inexorablemente al segundo modo de saber, la no dualidad, la aprehensión mental de la realidad (misticismo), una cuestión que los escépticos reniegan ya sea por ignorancia o por orgullo. La mecánica cuántica ha cambiado radicalmente la noción que tenemos de la realidad, lo cual, también, implica una nueva noción del concepto de causalidad que es posible que tenga profundas implicaciones, incluso de naturaleza filosófica. La ciencia clásica se construyó con el método cartesiano de analizar el mundo descomponiéndolo en partes, y uniendo después esas partes de acuerdo a leyes causales: el reduccionismo. La figura determinista del universo que así resulta estaba íntimamente relacionada con la imagen de la naturaleza funcionando como un reloj preciso, idea muy querida por Einstein. Sin embargo, en física cuántica esa figura mecánica y determinista ya no es posible. En palabras de Hawking: “Dios juega a los dados con el universo. Toda la evidencia lo señala como un jugador empedernido, que tira los dados siempre que tiene ocasión”. Podríamos añadir que, además, y como jugador honrado, no juega con ventaja y hasta él mismo desconoce el resultado que se obtendrá, como postula Garnier en su teoría del desdoblamiento del tiempo.

Nota: Para aquellos lectores interesados en profundizar en las implicaciones filosóficas derivadas de la física cuántica, recomiendo la lectura de dos libros: El universo holográfico de Michael Talbot y El paradigma holográfico de Ken Wilber.
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MISTICISMO

LA REALIDAD ES UNA ILUSIÓN

Este artículo es una reproducción del capítulo 5-1 de la primera parte del libro LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Según Jean-Pierre Garnier Malet, un doctor en física francés, la teoría del desdoblamiento del tiempo afirma que nuestro cuerpo es una energía con capacidad para proyectarse hacia el futuro, extrayendo información de una realidad paralela y traerla a nuestra existencia. Según este científico, cada instante que vivimos es una información mental que recibimos inconscientemente sobre nuestro futuro, procedente de nuestro “otro yo”, formado de energía cuántica. Según la teoría de Garnier, sería imprescindible cuidar la pureza de nuestros pensamientos pues son los malos pensamientos quienes ponen barreras a la realización de nuestro hipotético mejor futuro. Dicha información subliminal pasaría inadvertida para toda persona sin la preceptiva educación cuántica. ¿Se entiende ahora la importancia de esta?

En este sentido, dice Garnier que hay que tener un pensamiento positivo en la resolución de los conflictos (y añado yo entre los eternos contrarios), ya que el “yo” de la “otra dimensión” nos dará la información correcta mediante una resolución satisfactoria de los problemas. Quien desee profundizar en la propuesta de este científico, puede consultar su obra Cambia tu futuro por las aperturas temporales (Garnier, 2012). Dicho postulado científico es toda una invitación a volver a pensar sobre el pensamiento, una actividad por antonomasia perteneciente a la filosofía.

Quizá tenemos ahí la primera regla del pensamiento cuántico: aprender a pensar. La filosofía y posteriormente las ciencias, en un bucle temporal hegeliano (1), han desembocado en la física cuántica, cuya principal resonancia es evidenciar el fracaso del dualismo que ha imperado en el pensamiento occidental y, subsiguientemente, ha dado luz verde a los místicos cuánticos y la posibilidad por tanto de hacer “filosofía cuántica”. Ya no se puede hacer filosofía sin aludir al campo cuántico. Si bien la “filosofía cuántica” es conceptualmente acorde al actual estadio cognitivo de la humanidad, posibilita también la confirmación de las tesis defendidas por los pensadores que dieron origen al movimiento transpersonal: Abraham Maslow, Carl G. Jung, Stanislav Grof, y Ken Wilber, por citar solo algunos de los más destacados. Ese bucle pensativo de la historia consiste en el abandono del dogmático materialismo científico cual espejismo de la ciencia (Sheldrake, 2013), para abrazar un emergente paradigma pensativo que aúna la razón con el espíritu en el más puro estilo de la filosofía perenne. Así, en la historia del pensamiento se está produciendo una agitada confluencia como jamás vista en la historia: la filosofía tradicional con la filosofía perenne. Lo viejo -materialismo científico- debe ser transcendido, pero, lo nuevo -filosofía transpersonal-, acaba de nacer y necesita consolidarse como ciencia de la conciencia. En dicho vacío cognitivo tiene razón de ser La educación cuántica al abanderar una reconstrucción epistemológica donde el “misticismo cuántico” debe ser reconsiderado como filosofía transpersonal.

El “misticismo cuántico” denostado escépticamente por el materialismo científico, debe imperiosamente ser reinterpretado como filosofía transpersonal. En efecto, la física cuántica ha demostrado la relatividad del tiempo y la inexistencia de la materia y, por lo tanto, lo relativo que es nuestra comprensión del ser humano, pero también de la realidad en su conjunto. Con esto, ha colapsado el paradigma de la ciencia experimental positivista. Entonces, Occidente miró a Oriente (2) y encontró en las antiguas cosmovisiones enormes coincidencias con lo que comenzaba a descubrirse mediante la nueva ciencia cuántica. Ello vino a comprobar científicamente lo que las antiguas tradiciones ya sabían: los límites temporales y espaciales del ser humano son ilusorios y, por lo tanto, la existencia necesariamente también va más allá de estas dimensiones.

NOTAS:

(1) La filosofía de la historia de Hegel está marcada por los conceptos de las “astucias de la razón” y la “burla de la historia”: la historia conduce a los hombres que creen conducirse a sí mismos, como individuos y como sociedades, y castiga sus pretensiones de modo que la historia-mundo se burla de ellos produciendo resultados exactamente contrarios, paradójicos, a los pretendidos por sus autores, aunque finalmente la historia se reordena y, en un bucle fantástico, retrocede sobre sí misma y con su burla y paradoja sarcástica, convertida en mecanismo de cifrado, crea también ella misma, sin quererlo, realidades y símbolos ocultos al mundo y accesibles solo a los cognoscentes, es decir, a aquellos que quieren conocer.

(2) Filosofía oriental y ciencias cognitivas: una introducción. Iker Puente. Universidad Autónoma de Barcelona, Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Enrahonar. Quaderns de Filosofia, 2011, Vol.47 Pág. 15 a 37. Resumen:

“Este ensayo se propone reflexionar sobre la introducción e influencia de la filosofía oriental en el pensamiento occidental, y en particular su relación con las ciencias cognitivas. Se inicia la discusión con un repaso histórico de la introducción de la filosofía oriental en el pensamiento occidental. Después se repasa el progresivo aumento de interés que se produjo a lo largo del siglo XX, propiciado por el interés mostrado por filósofos, lingüistas, psicólogos y físicos occidentales, entre otros. Tras repasar brevemente las principales investigaciones realizadas sobre las diferentes prácticas de meditación, se concluye revisando dos de las principales fuentes de interés hacia la filosofía oriental que aparecieron en la segunda mitad del siglo XX: la psicología transpersonal y las ciencias cognitivas. A partir de este repaso histórico, se concluye que la filosofía oriental puede ser una fuente de inspiración para la psicología y las ciencias cognitivas, y pueden servir de modelo para nuevas formas creativas de entender la relación entre los seres humanos, la mente y la naturaleza.”

Nota: Para aquellos lectores interesados en profundizar en las implicaciones filosóficas derivadas de la física cuántica, recomiendo la lectura de dos libros: El universo holográfico de Michael Talbot y El paradigma holográfico de Ken Wilber.
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Mente cuántica

MENTE CUÁNTICA: EL VIAJE DE LA TRANSFORMACIÓN INTERIOR

Este artículo es una reproducción del capítulo con el mismo nombre de la página 297 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.

Mente cuántica (1) es el título de una obra del doctor en ingeniería Félix Torán, quien tiene la mención de Doctor Europeo y numerosos reconocimientos internacionales. A través de esta obra, Félix Torán aborda los conceptos más asombrosos que se derivan de la física cuántica de forma clara y, lo más importante, cómo se puede aplicar a nuestro crecimiento personal. Este no es un libro de física cuántica en el más puro sentido, pues no hay fórmulas, matemáticas, etcétera. Sin embargo, se propone divulgar los principales conceptos de la física cuántica y su aplicación al crecimiento personal y profesional, a modo de viaje de transformación interior. “La felicidad no se puede medir directamente”, escribe Félix Torán. “Indirectamente, podemos medir los efectos de la felicidad, pero no la felicidad propiamente dicha. Esta tan solo se puede experimentar. Es por ello que quienes la han experimentado no pueden definirla perfectamente con palabras, puesto que eso vuelve a ser una observación, una aproximación hasta donde el lenguaje nos permite llegar. Quienes experimentan la felicidad coinciden en que se encuentra en nuestro interior y no es nada que tengamos que alcanzar ahí fuera. También coinciden en que se encuentra en el único momento que existe realmente: ahora. Y también están de acuerdo en que lo mejor que se puede hacer con nuestra felicidad es compartirla, pues al hacerlo la felicidad se multiplica”.

Mente cuántica es un libro muy didáctico, claro y útil, que nos ayuda en este cambio de era del viejo mundo moribundo hacia un nuevo mundo por descubrir gracias al empoderamiento consciente de nuestro propio destino. Desde el surgimiento de la física cuántica, han sido innumerables los intentos por buscar un acercamiento y un entendimiento del viaje de la transformación interior, una cuestión que Platón dejó explicada metafóricamente mediante el Mito de la caverna. Así, la mente cuántica , sería un estado propio del místico moderno que, por un lado, hace acopio de las derivaciones cognitivas y prácticas surgidas de la física cuántica y, por otro lado, integra dichos conocimientos científicos con las enseñanzas de la filosofía perenne. Por dicho motivo, son cada vez más numerosos los investigadores y escritores que intentan, desde la racionalidad, hacer comprensible el mundo espiritual. En esta tercera parte del libro, haremos sucesivas referencias a las aportaciones de esos pensadores y cuáles son las posibilidades cuánticas que se pudieran derivar en diversos aspectos como el mental, la naturaleza, la medicina y la educación. En efecto, desde el surgimiento de la física cuántica, todas las estructuras pensativas que describen la realidad tal como la conocemos, han dado un giro copernicano en nuestra percepción y cognición de una nueva realidad por descubrir mediante la mente cuántica.

La mente cuántica es un nuevo paradigma pensativo sustentado en un racionalismo espiritual que, inherentemente, requiere una reinterpretación en el modo de conocer, pensar y actuar. La mente cuántica invita a un revisionismo de la psicología cognitiva mediante el empoderamiento consciente de los pensamientos por parte del sujeto cognoscente. Tales son las derivaciones que se desprenden de los postulados expuestos por los científicos Jean-Pierre Garnier Malet (2) y Joe Dispenza (3) en sus obras Cambia tu futuro por las aperturas temporales y Deja de ser tú, la mente crea la realidad, respectivamente. Así, con estas dos visiones científicas sustentadas en los aportes de la física cuántica, ha cambiado la cosmovisión de nuestra realidad, invitando ambos modelos de cognición al abandono del viejo mundo tal como lo conocemos y abrazar el nuevo mundo por descubrir en el interior de cada uno de nosotros.

REFERENCIAS:

(1) Torán, Félix. Mente cuántica. Málaga: Corona Borealis , 2011.

(2) Garnier, Jean-Pierre. Cambia tu futuro por las aperturas temporales. España: Reconocerse, 2012.

(3) Dispenza, Joe. Deja de ser tú, la mente crea la realidad. . Barcelona: Urano, 2012.

Nota: Para aquellos lectores interesados en profundizar en las implicaciones filosóficas derivadas de la física cuántica, recomiendo la lectura de dos libros: El universo holográfico de Michael Talbot y El paradigma holográfico de Ken Wilber.
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METAFISICA

EL DOBLE: INTUICIONES, PREMONICIONES E HYPERINCURSIÓN

Este artículo es una reproducción de los capítulos “El doble”, “Intuiciones y premoniciones” e “Hyperincursión", respectivamente de las páginas 255, 300 y 301 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.

1 – El doble

La teoría del desdoblamiento del tiempo del doctor en física francés Jean-Pierre Garnier Malet, afirma que nuestro cuerpo es una energía con capacidad para proyectarse hacia el futuro, extrayendo información de una realidad paralela y traerla a nuestra existencia. Según este científico, cada instante que vivimos es una información mental que recibimos inconscientemente sobre nuestro futuro, procedente de nuestro “otro yo”, formado de energía cuántica. Según la teoría de Garnier, sería imprescindible cuidar la pureza de nuestros pensamientos pues son los malos pensamientos quienes ponen barreras a la realización de nuestro hipotético mejor futuro. Dicha información subliminal pasaría inadvertida para toda persona sin la preceptiva educación cuántica. ¿Se entiende ahora la importancia de esta?

En este sentido, dice Garnier que hay que tener un pensamiento positivo en la resolución de los conflictos (y añado yo entre los eternos contrarios), ya que el “yo” de la “otra dimensión” nos dará la información correcta mediante una resolución satisfactoria de los problemas. Quien desee profundizar en la propuesta de este científico, puede consultar su obra Cambia tu futuro por las aperturas temporales (1) . Dicho postulado científico es toda una invitación a volver a pensar sobre el pensamiento, una actividad por antonomasia perteneciente a la filosofía.

Quizá tenemos ahí la primera regla del pensamiento cuántico: aprender a pensar. Según Garnier, es nuestra manera de vivir y pensar la que desencadena nuestro desequilibrio y, tan solo nuestra manera de vivir y pensar, puede volver a poner orden en nuestros desórdenes. Así, modificando los pensamientos y sus proyectos, se puede crear y actualizar posibilidades futuras. Desde la física cuántica, Garnier viene a confirmar lo ya dicho por Buda: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”, y también, “ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”. Así, es cuestión de hacer una especulación metafísica sobre el pensamiento y deducir las reglas por las cuales se rige.

Según Garnier, nuestro “doble” es verdaderamente “otro yo”. El cuerpo visible explora el espacio en nuestro tiempo, el otro, totalmente imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro desdoblamiento. De manera esquemática, podemos decir que un cuerpo energético informa nuestro cuerpo físico. En efecto, nuestro organismo posee una característica común a todo el universo: toda partícula emite y recibe ondas. Así pues, los físicos hablan del carácter ondulatorio y corpuscular de la materia. Todo organismo emite y recibe informaciones para vivir y sobrevivir. Hecho de partículas materiales, llamadas corpusculares, nuestro cuerpo se beneficia de continuo de intercambios de informaciones por su lado ondulatorio. Podemos pues afirmar que tenemos un organismo corpuscular observable en nuestro mundo y un cuerpo ondulatorio encargado de emitir y de captar informaciones vitales, en otro.

Según Garnier, los intercambios de información solo pueden ir del pasado al presente o del presente al futuro, pero nunca del pasado al futuro. Es preciso entender que el pasado, el presente y el futuro son tres realidades simultáneas que evolucionan a velocidades diferentes. El objetivo del desdoblamiento de los tiempos es que el Creador obtenga respuestas a sus preguntas antes de que sus Criatura hayan tenido tiempo de responder a ellas. Cada una de estas respuestas vive en función de las preguntas que forman su conciencia del momento. Las instrucciones que cada célula del organismo recibe a cada momento dan al cuerpo sus instintos de supervivencia. En cuanto a su mente, recibe las sugerencias del Creador en forma de intuiciones y de premoniciones, las cuales desencadenan sus propias interrogaciones. Estas generan respuestas inmediatas en el futuro que no es sino el presente de los dobles. La teoría del desdoblamiento del tiempo así propuesta por el físico Garnier, sin lugar a dudas, augura que son tiempos para el pensamiento cuántico.

2 – Intuiciones y premoniciones

Según Garnier, nuestro presente es una actualización permanente de futuros potenciales que no necesitan ninguna reflexión: no necesitamos reflexionar ni para andar, comer, digerir, ver, oír, sentir, sudar o respirar, ni para pensar, desear o querer un porvenir de acuerdo con nuestros deseos del momento. Debido a la diferenciación de los tiempos, el inconsciente es en realidad un consciente memorizable, pero en instantes tan rápidos que siempre parece fuera de nuestra conciencia (recordemos en este sentido los experimentos neurocientíficos de Benjamín Libet, donde el inconsciente ha tomado las decisiones hasta en seis segundos antes de que lo hagamos de forma consciente). Esas informaciones provenientes de esas “aperturas temporales” llegan bajo forma de intuiciones, sugerencias y premoniciones. El cuerpo se ve obligado a seguir esas informaciones por puro instinto de supervivencia permanente. Al ignorar dichas informaciones, se produce un estrés cuya inevitable secuela son las preocupaciones y las angustias que causan desordenes físicos o psíquicos. El equilibrio de la mente solo es posible junto con el cuerpo, y eso es posible si sabemos volver a poner nuestros pensamientos bajo el control consciente de nuestras intuiciones y de nuestros instintos.

Los planteamientos de Garnier tienen unas connotaciones que trastocan los supuestos cognitivos del materialismo científico. Según Garnier, los sueños nocturnos, aplicando correctamente el modo de empleo para dormirse bien, nos permiten volver a poner en orden cualquier desorden en nuestra vida, como la salud, por ejemplo. Ello parecería un planteamiento pseudocientífico, si no fuera porque sale de la boca de un físico con el suficiente prestigio científico. Al ignorar el funcionamiento de la teoría del desdoblamiento, nos pasamos el tiempo en la ignorancia, en vez de conociéndonos. Así, también Garnier apunta hacia el empoderamiento consciente para salir de la ignorancia mediante el despertar de la conciencia.

3 – Hyperincursión

Garnier necesitó nueve años de trabajo intensivo, de noches en vela, para obtener la recompensa tan esperada: el Tiempo iba a ser coronado por una teoría universal pudiendo ir más allá de lo imaginable, explicando paradojas, barriendo postulados, dando por fin sólidas certezas científicas a confusas aproximaciones esotéricas o a creencias ancestrales, empíricas, metafísicas o religiosas. En 1998, los experimentos de Saul Perlmutter y Brian Schmidt, por fin le dieron la razón: una energía desconocida fue descubierta en el universo y la observación de la misma permitía decir que representaba el 66,6 % de la energía total. El teorema de Garnier (gravitación 33,3%, antigravitación 66,6 %, equilibrio 0,1%) relacionado con las tres energías de desdoblamiento, fue por fin aceptada. Ciertamente, no fue sencillo que ello fuera aceptado todo de golpe, sobre todo, el hecho de que la información se desplaza más rápido que la velocidad de la luz. Desde Einstein, este era un postulado intocable. En el año 2003, nuevos experimentos científicos, probaban la exactitud de su demostración: la información entre elementos desdoblados, o la energía necesaria para desplazarla, iba mucho más rápida que la luz. Con esta famosa propiedad del tiempo, rigurosamente puesta en evidencia (2), la memorización de futuros potenciales se volvió científicamente posible, lo cual confirmaba la “hyperincursión”-noción todavía demasiado reciente para ser difundida en el amplio público-, del que hablaban los científicos a la cúspide de la investigación en cibernética e informática. La hyperincursión permite anticipar y memorizar un futuro sin vivirlo en el presente.

Entonces, ¿por qué no se serviría el hombre de esa facultad de anticipación? La utilizamos de continuo sin saberlo, pero tan mal que cansamos nuestro organismo y enfermamos. Este principio universal que nos hace vivir en el futuro antes de tomar acción en el presente es verdaderamente imprescindible y fundamental. Es innato en todos los seres vivos: un animal no reflexiona para sobrevivir, sus instintos naturales le mantienen con vida. La ley del desdoblamiento del tiempo, nos dice Garnier, era ya conocida al principio de nuestra era, puesto que San Juan, en el Apocalipsis, hablaba de ello sin ningún misterio: “Yo soy el Alfa y el Omega, dice el señor Dios, Él es, Él era, y Él vendrá”. Bien conocida antiguamente, esta idea del pasado, presente y futuro sigue siendo una definición perfecta del desdoblamiento de los tiempos. También Platón, como los egipcios, enseñaban la división de un Creador Único por desdoblamiento de los tiempos: “Yo soy el Ayer y yo conozco el Mañana”. “El ayer me dio la luz, he aquí que yo creo los Mañanas”. Algunos pueblos africanos también hablan de su “doble”, como los chamanes de América del Norte, o los “bushmen” de Namibia, y los aborígenes australianos utilizan su “imagen” para viajar en los sueños.


REFERENCIAS:

(1) Garnier, Jean-Pierre. Cambia tu futuro por las aperturas temporales. España: Reconocerse, 2012.

(2) La teoría del desdoblamiento de Jean-Pierre Garnier Malet ha sido publicada en cuatro artículos científicos sucesivos bajo arbitraje científico internacional:

1 - J.P. Garnier-Malet, 1998, Modelling and Computing of Anticipatory System: Application to the Solar System, International Journal of Computing Anticipatory Systems. Vol 2. 132-156, Ed. by D.M. Dubois, Publ. By CHAOS, Liège-Belgium.
2 - J.P. Garnier-Malet, 1999, Geometrical Model of Anticipatory Embedded Systems, International Journal of Computing Anticipatory Systems. Vol 3. 143-159, Ed. by D.M. Dubois, Publ. By CHAOS, Liège-Belgium.
3 - J.P. Garnier-Malet, 2000, The Doubling Theory, International Journal of Computing Anticipatory Systems Vol 5. 39-62, Ed. by D.M. Dubois, Publ. By CHAOS, Liège-Belgium.
4 - J.P. Garnier-Malet, 2001, The Three Time Flows of Any Quantum or Cosmic Particle, International Journal of Computing Anticipatory Systems Vol 10. 311-321, Ed. by D.M. Dubois, Publ. By CHAOS, Liège-Belgium

Le siguieron tres publicaciones científicas sobre las aplicaciones de la teoría del desdoblamiento:

5 - J.P. Garnier Malet and al., 2002, The Doubling Theory Can Explain Homeopathy, International Journal of Computing Anticipatory Systems, Ed. By D.M.Dubois, Publ. By CHAOS, Liège-Belgium.
6 - J.P. Garnier Malet and al., 2003, The Relativistic Correction According to the Doubling Theory, Physical Interpretation of Relativity Theory (PIRT VIII) Ed. Michael C. Duffy, University of Sunderland, London.
7 - J.P. Garnier Malet and al., 2003 The Explanation of the E.P.R. Oaradox and the Big Bang, According to the Doubling Theory, Physical Interpretation of Relativity Theory (PIRT IX) Ed. Michael C. Duffy, University of Sunderland, London.7.

En el 2006, escribe un artículo detallado sobre cómo su teoría explica los nuevos planetas (o planetoides) descubiertos recientemente en nuestro sistema solar, más allá de Plutón:

8 - J.P. Garnier Malet, 2007, The Doubling Theory Corrects The Titius Bode Law and Compute the Fine Structure Constant in The Solar System, American Institute of Physics, Melville, New York.

Un resumen en francés de las cuatro primeras publicaciones puede consultarse en la página www.garnier-malet.com

Nota: Para aquellos lectores interesados en profundizar en las implicaciones filosóficas derivadas de la física cuántica, recomiendo la lectura de dos libros: El universo holográfico de Michael Talbot y El paradigma holográfico de Ken Wilber.
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ENTRELAZAMIENTO

¿QUÉ ES EL ENTRELAZAMIENTO CUÁNTICO?

Este artículo es una reproducción de la nota 115 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Existe un curioso experimento mental que fue formulado por los científicos Albert Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen, acerca de un fenómeno cuántico realmente asombroso: el entrelazamiento cuántico.

En palabras sencillas, se trata de que podemos crear pares de partículas en un estado que llamamos “entrelazados”. Hecho esto, podemos situar las partículas a la distancia que deseemos, por elevadísima que sea, y al modificar el estado de una partícula, este se transmite de manera instantánea a la otra partícula. Y esto ocurriría a cualquier distancia, incluso años luz. Se trata de una interconexión por algún medio que se desconoce. Es como si una partícula supiera inmediatamente lo que le ocurre a la otra. Tomamos una medida en una partícula, y lo que le ocurre a esta partícula como resultado, le ocurre inmediatamente a la otra.

A Einstein le resultaba muy difícil aceptar que se pueda actuar sobre una partícula de forma inmediata. Se negó a aceptarlo y lo tacho de paranormal, algo que dejaría lugar a explicar fenómenos como la telepatía, etcétera. Estaba seguro de que había errores en la mecánica cuántica, y eso no podía ser cierto.

Einstein había formulado la teoría de la relatividad especial, y por tanto, asumía que nada puede viajar a mayor velocidad que la luz. Por tanto, para que dos eventos estén unidos por una relación de causa y efecto, es absolutamente necesario que una señal haya podido viajar a la velocidad de la luz entre la ocurrencia del primer evento, y la ocurrencia del segundo. Si no es así, entonces, la relación entre dichos eventos es acausal. A esto se le llama localidad en física. Sugiere que un cuerpo solo es afectado por sus inmediaciones de forma inmediata, y solo ocurre si intercambia información con otro cuerpo.

A Einstein no podía gustarle el entrelazamiento cuántico, porque sugería la no-localidad. En general, no le gustaba lo que planteaba la mecánica cuántica. Pensaba que si la mecánica cuántica no era capaz de hacer predicciones precisas, y solo podía trabajar con probabilidades, era porque estaba olvidando algunas variables ocultas que resolverían el problema.

Para ello, planteó un experimento mental, que más bien tenía el objetivo de criticar a la mecánica cuántica. En él, se planteaba que si tomamos dos partículas entrelazadas, y las colocamos a distancia, si mido la posición y la velocidad de una partícula, estaré entonces midiendo la posición y la velocidad de la otra, lo cual carece de sentido. Salvo que el espacio y el tiempo carezcan de importancia para las partículas, y la información pueda viajar a mayor velocidad que la de la luz… Este experimento mental parecía quitarle la razón al entrelazamiento cuántico.

Pero, más tarde, el físico John S. Bell demostró que esa paradoja se podía comprobar de forma científica. Planteó que entre dos partículas entre las que no existe ninguna relación causa-efecto (en otras palabras, que guardan relación acausal), y que pueden estar separadas a cualquier distancia en el universo, existe una conexión. Esa conexión viene dada por un oscuro mecanismo no-local. Viene a decir que, en el mundo cuántico, el espacio y el tiempo tal como lo concebimos, son irreales. Es como si no existieran. Einstein había apuntado a que debían existir algunas variables locales desconocidas que lograban que apareciera ese efecto falsamente. Pero Bell proponía que no es así. Proponía que existe cierta energía que no conocemos, y que logra transmitir la información de una partícula a la otra. Así una partícula sabe inmediatamente lo que le está ocurriendo a la otra.

Sin embargo, en las últimas décadas, se han realizado diferentes experimentos muy serios y rigurosos, que han demostrado científicamente que Bell tenía razón, y por tanto han dado la victoria a la física cuántica frente a lo que defendía Einstein. Desde luego, si algo se puede afirmar es que la teoría cuántica es muy robusta, y se encuentra sostenida por infinidad de rigurosas demostraciones experimentales, que demuestran su validez, y su elevado grado de precisión.

Obviamente, uno de los principales problemas que veía Einstein era que el entrelazamiento cuántico parece violar la teoría de la relatividad. Si se puede transmitir a años luz una información entre partículas, de forma inmediata, entonces la velocidad máxima ya no es la luz… ¿Es eso cierto? Bueno, es necesaria alguna explicación. Si hablamos de ondas, es decir, de energía, entonces es así. Pero de lo que habla Bell no es de energía, sino de información. La energía se transmite en el vacío a la velocidad de la luz, pero la información parece poderlo hacer de forma instantánea. Por ello, no está violando necesariamente la teoría de la relatividad.

Es importante resaltar que el entrelazamiento cuántico es aplicable a los sistemas cuánticos. Por tanto, en los sistemas macroscópicos, por decoherencia, se pierden los efectos cuánticos, y el entrelazamiento no es posible. En otras palabras, dos personas no pueden estar cuánticamente entrelazadas, por la sencilla razón de que no son sistemas cuánticos, y por lo tanto, la física cuántica no es aplicable.

Sin embargo, lo que todo esto ha revelado acerca de la no-localidad da mucho que pensar fuera del contexto de la física cuántica, y abre las puertas al mundo espiritual. Al parecer, al observar el mundo cuántico, nos damos cuenta de que existe la posibilidad de que estemos interconectados, tal como se viene diciendo en el mundo espiritual desde hace milenios. El propio Einstein reconoció que no tenemos derecho a negar la posibilidad de que cosas como la telepatía sean ciertas. Ni siquiera desde un punto de vista científico, puesto que al observar el mundo de las partículas, aparecen argumentos a favor…

En este texto no hablo de telepatía, ni de ningún fenómeno paranormal en particular. Pero sí que estoy convencido de que todos estamos interconectados, y que somos uno. Intercambiamos información de forma que desconocemos, a través del tiempo y el espacio, y de forma acausal. Esto es lo que hace posible que existan las sincronicidades, esas conexiones o aparentes casualidades que ocurren de forma acausal.

Una sincronicidad ocurre cuando diversos sucesos, que no guardan ninguna relación de causa y efecto, establecen una relación a través de su significado. Detrás de dichos sucesos, como tejido de fondo y nexo de unión, hay uno o más pensamientos. Desde luego, ser consciente de las sincronicidades que ocurren cada día en nuestra vida es una gran ventaja para nuestro crecimiento personal. Las sincronicidades, por tanto, responden a nuestros pensamientos.

Para que la sincronicidad tenga sentido y todo encaje, es necesario asumir que todo está conectado. Que el universo es un todo del cual somos parte íntegra. Que todos somos uno. Todo está intercomunicado de forma instantánea. En el mundo macroscópico funcionamos de forma natural creando separaciones, así que nos cuesta aceptar algo así.

Sin embargo, al observar lo más pequeño, la física cuántica nos confirma que en un sistema cuántico, esa unión trasciende todas las barreras del espacio y el tiempo. Algo debe haber que lo une todo, eso es obvio. Nosotros no somos sistemas cuánticos… Pero, desde luego, si hay algo que une las partículas y que es capaz de intercomunicarlas de forma instantánea, tiene sentido pensar que ese algo existe en todo el universo, y por tanto nos une a nosotros también con todo el universo. Esto ya no es física cuántica, pero lo que observamos en el mundo cuántico le otorga sentido. Es un importante cambio de paradigma, pues no estamos acostumbrados a ver las cosas así. (Cita extraída de Mente cuántica, capítulo VIII: Entrelazamiento cuántico y la paradoja EPR, una obra de Félix Torán, editorial Corona Borealis).

Nota: Para aquellos lectores interesados en profundizar en las implicaciones filosóficas derivadas de la física cuántica, recomiendo la lectura de dos libros: El universo holográfico de Michael Talbot y El paradigma holográfico de Ken Wilber.
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El misterio de la vida

EL MISTERIO DE LA VIDA

Este artículo está reproducido en el capítulo 2-4 de la tercera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

La paradoja de nuestro tiempo es que la física cuántica remite al sujeto cognoscente como centro del universo por conocer, remitiendo a su profundidad intelectual y espiritual. Así fue como en los años setenta del siglo pasado, el doctor en física teórica Fritjof Capra (2000) con su obra El Tao de la física, explora los paralelismos entre la física cuántica y los principios del aprendizaje místico oriental.

Fritjof Capra considera que en el intento por comprender el misterio de la vida, el ser humano ha seguido diferentes caminos, entre ellos el del científico y el del místico, una cuestión vista en los dos modos de saber de la mano de Ken Wilber (2005). La tesis que plantea Capra es: los conceptos de la física moderna llevan a una visión del mundo muy similar a la de los místicos de todas las épocas y tradiciones. La finalidad del ensayo es explorar la relación entre tales conceptos, motivado por la creencia de que los temas básicos que utiliza para comparar la física con el misticismo serán confirmados, más que invalidados por futuras investigaciones. Capra aclara la naturaleza del conocimiento que se va a comparar y el lenguaje en el cual ha sido expresado dicho conocimiento. Compara el conocimiento racional con el intuitivo: en la física se utiliza el método científico y como técnica la experimentación; en el misticismo el método es el yoga o la devoción y la técnica, la meditación. Una magistral lección de Capra.

Así, son cada vez más los científicos que se alinean con dicha visión que aúna la ciencia con la espiritualidad, como es el caso de Amit Goswami, uno de los pensadores pioneros en ciencia y espiritualidad. Lleva enseñando física cuántica desde hace más de treinta años. Fue profesor de Ciencia Teórica en la Universidad de Oregón, y actualmente es investigador residente en el mundialmente reconocido Instituto de Ciencias Noéticas. Goswami es autor de numerosos libros, entre los que se encuentra La física del alma (Goswami, 2008a), una obra donde la ciencia y el alma se dan la mano. El doctor Amit Goswami utiliza el lenguaje y los conceptos de la física cuántica para estudiar y demostrar científicamente las teorías metafísicas de la reencarnación y la inmortalidad. En su otra obra La ventana del visionario: física cuántica para la iluminación espiritual (Goswami, 2008b), nos ayuda a comprender el modelo de realidad de la física cuántica y las profundas creencias de las milenarias tradiciones espirituales y religiosas del mundo, demostrando que se apoyan esencialmente las unas a las otras. El resultado es una visión cosmogónica amplia, excitante y rica que integra por primera vez en un sistema coherente mente, espíritu y ciencia. En Ciencia y espiritualidad: una integración cuántica, Goswami (2011) muestra no solo que las paradojas de la física cuántica pueden resolverse tomando como base un universo espiritual, sino también las paradojas de la vida, la mente y la salud. Con una igualmente competente exposición de teoría científica y datos experimentales, y prácticas y cosmologías espirituales, nos conduce a una exploración científica de la espiritualidad realmente impresionante. Se abordan incluso ideas relativas a la supervivencia después de la muerte, la reencarnación y la inmortalidad. Las monumentales tradiciones de la India, el Vedanta, el Yoga y el Tantra se tornan vivas en su conexión con esta nueva ciencia en el seno de la conciencia. En la obra Dios no ha muerto, Goswami (2010) demuestra que la existencia de Dios se puede descubrir a través de los indicios que nos ofrece la física cuántica, ayudando a superar el condicionamiento materialista basado en el paradigma newtoniano, y a liberarse de él mediante la comprensión y la experiencia cuántica. En dicha obra, aboga por un activismo cuántico que nos lleve a una vida equilibrada y a una visión integral y a experimentar la naturaleza de la realidad, la existencia del alma, el poder de los sueños, la universalidad del amor, la posibilidad de la percepción extrasensorial y la propia mente de Dios.

Desde luego, hay una revolución en marcha en la ciencia, un genuino cambio de paradigma. Mientras que la ciencia tradicional se mantiene en su visión materialista, cada vez crece un mayor número de científicos que apoyan y desarrollan un nuevo paradigma basado en la supremacía de la conciencia. Estamos en los albores de dejar de ver a la mente humana como puramente biológica (Lipton, 2007) sino abierta a otras interpretaciones con connotaciones cuánticas (Garnier, 2012), es decir con conexión al universo entero.

Imperceptiblemente todavía para muchos, hay un subyacente cambio de paradigma pensativo: la contraposición entre la racionalidad y la espiritualidad, de un modo psicológico e histórico, ha consistido en el sometimiento de la razón a la fe religiosa durante más de veinte siglos. Sin embargo, la supremacía espiritual en manos de las religiones está puesta en cuestión por los propios científicos, como Fritjof Capra, Amit Goswami, Rupert Sheldrake, Joe Dispenza, Jean-Pierre Garnier Malet, por citar solo algunos pensadores que nos proporcionan una renovada racionalidad envuelta en una espiritualidad cuántica. Sin olvidar en ese viaje espiritual, a la psicología transpersonal (Jung, Maslow, Grof, etcétera), ni a Ken Wilber como propulsor de la filosofía transpersonal.

En ese viaje espiritual, los científicos peyorativamente denominados como “místicos cuánticos” desde el materialismo científico, están despejando el horizonte del conocimiento y la espiritualidad mediante un activismo cuántico que proporciona una renovada visión de la naturaleza, del ser humano y del universo.


BIBLIOGRAFÍA:

Capra, Fritjof. El tao de la física. Malaga: Sirio, 2000.

Garnier, Jean-Pierre. Cambia tu futuro por las aperturas temporales. España: Reconocerse, 2012.

Goswami, Amit. La física del alma. Barcelona: Obelisco, 2008a.

Goswami, Amit. La ventana del visionario: física cuántica para la iluminación espiritual. Madrid: Palmyra, 2008b.

Goswami, Amit. Dios no ha muerto. Barcelona: Obelisco, 2010.

Goswami, Amit. Ciencia y espiritualidad: una integración cuántica. Barcelona: Kairós, 2011.

Lipton, Bruce. La biología de la creencia. Madrid: Palmyra, 2007.

Wilber, Ken. (2005). “Dos modos de saber”. En: Wilber, El espectro de la conciencia (pp.35-59). Barcelona: Kairós.

Nota: Para aquellos lectores interesados en profundizar en las implicaciones filosóficas derivadas de la física cuántica, recomiendo la lectura de dos libros: El universo holográfico de Michael Talbot y El paradigma holográfico de Ken Wilber.
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