"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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CINCO CONSEJOS PARA MAESTROS PRINCIPIANTES

Si has finalizado tu formación docente, y estás listo para iniciar a dar clases, hay ciertos tips útiles que conviene que recuerdes.Toma nota de estos cinco consejos que te ayudarán a superar los nervios iniciales:

1 - Utiliza un tono de voz normal y natural


La mayoría de los docentes recuerdan esto, ya que si esfuerzas demasiado tu voz, la perderás rápidamente. Además, no es la mejor manera de comenzar a vincularte con tus estudiantes, y el estrés y el entorno negativo que genera la voz elevada nunca es bueno.

Es importante que diferencies tu tono. Si estás pidiendo a los alumnos que guarden sus cuadernos y formen grupos, asegúrate de utilizar un tono declarativo y asertivo. Pero si estás realizando una pregunta acerca de un personaje en un libro que leen, utiliza un tono conversacional y agradable.

2 - Habla solamente cuando los alumnos estén en silencio y tranquilos

Combate la tentación de hablar mientras la clase esté agitada. Lentamente pero de forma segura, los estudiantes comenzarán a pedir silencio entre ellos. Verás que tu paciencia y silencio valen la pena.

3 - Utiliza gestos y comunicación no verbal

Levantar una mano, o mantener el contacto visual con un estudiante, es una gran manera de conservar la clase en silencio y la atención enfocada. Toma un tiempo de adaptación a esta rutina, pero es verdaderamente útil. Incluso puedes pedirles que levanten sus manos en conjunto con la tuya, y cuando todos lo hayan hecho, entonces bajas la tuya y hablas.

4 - Aborda los problemas de conducta de manera rápida e inteligente

Asegúrate de abordar cualquier problema que puedas tener con un estudiante, o que dos estudiantes tengan entre sí, lo más rápido posible. Los sentimientos negativos entre las partes pueden agravarse en muy poco tiempo.

Para lidiar con estos problemas de forma inteligente, es importante alejarse de los demás estudiantes, tal vez incluso en la entrada al aula. Pregunta algo inocente, como “¿En qué puedo ayudarlos?”; cuando se trate de mala conducta en el aula, opta por un abordaje positivo. Di algo como “Parece que tienes una duda”, en lugar de “¿por qué hablas y no trabajas?”.

Cuando detectes conflictos entre los estudiantes, pídeles que se reúnan contigo a la hora del almuerzo, utiliza un lenguaje neutro y sé la mediadora, ayudando a resolver el problema de forma pacífica. Recuerda que es importante no acusar a nadie de nada. Actúa como si no fuese algo importante, la sensación opuesta a la que seguramente tengas. Así los estudiantes quedarán sorprendidos, ya que estarán esperando una actitud de enojo y confrontación.

5 - Intenta siempre tener una lección atractiva y bien planeada

Este es seguramente el consejo más importante. Siempre conviene planear de más, es mejor que sobre el tiempo de lección y no que falte. Los estudiantes aburridos en general significan problemas. Si no armas una buena lección, esto llevará a demasiada conversación. Consigue su atención y mantenla con clases dinámicas.
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10 CONSEJOS PARA ESTUDIAR MEJOR Y DE MANERA EFICIENTE

Algunos trucos psicológicos que pueden ayudarte a sacar buenas notas.Un artículo de Arturo Torres, Psicólogo.

El hábito de estudiar a partir de imágenes y textos, más allá de ser una manera de crecer intelectualmente, tiene aspectos negativos evidentes. El más claro de estos es que en numerosas ocasiones se hace por obligación, lo cual significa que además del trabajo que supone aprenderse un contenido hay que gestionar el tiempo y la ansiedad que produce esta carga psicológica. También hay otros inconvenientes, como el riesgo de ver cómo la propia salud se deteriora por pasar demasiado tiempo sentados o forzar demasiado la vista, e incluso tener dificultades para dormir.


PARA ESTUDIAR BIEN, MEJOR CONOCER ALGUNOS TRUCOS PSICOLÓGICOS

La conclusión de esto es que estudiar está bien, sí, pero es mejor hacerlo de forma eficiente. Ahorrándonos esfuerzos evitables y prescindiendo de costumbres y estrategias de estudio que sólo llevan al cansancio y la frustración. Además, el hábito de estudiar puede llegar a ocupar muchas horas a la semana, al mes o incluso a lo largo de la vida, y es por eso que merece la pena preguntarnos... ¿estoy estudiando del mejor modo posible?

Justamente para ayudarte a valorar tus métodos de estudio, aquí puedes leer una serie de consejos para estudiar de forma eficiente para optimizar el tiempo y el esfuerzo que le dedicas a tu aprendizaje.

Eso sí: a la hora de seguir estos consejos para estudiar debes asumir el principio de que estudiar mejor no es hacerlo durante más tiempo. Es por eso que algunas de estas claves no van dirigidas tanto al hecho de estudiar en sí como a la manera de distribuir mejor el tiempo.

CONSEJOS PARA ESTUDIAR MEJOR EN TU DÍA A DÍA

1 - Corta el tiempo de estudio en trocitos

Investigaciones sobre los procesos atencionales y el rendimiento de estudio muestran que es mejor controlar los ratos que le dedicamos al estudio poniendo un límite de tiempo más bien bajo para cada sesión. Lo ideal es hacer que los ratos de estudio no superen los 30 minutos, ya que mostramos bastante más facilidad para asimilar información que nos llega en ráfagas cortas y repetidas que en una sola que sea larga y tediosa.

De lo que se trata es de mantener el cerebro al 100% en cada momento (por cierto, mantener el sueño a raya es sagrado, y para eso nada como dormir bien).

2 - Crea una rutina de estudio

Proponerse un horario de estudio y seguirlo no sirve sólo para ofrecer una imagen de madurez y pulcritud, ya que tiene efectos notables sobre el rendimiento de estudio. Abordar el aprendizaje de manera desorganizada es una manera de terminar estudiando a altas horas de la noche, cuando el sueño y el cansancio hacen mella en nuestra capacidad de concentrarnos. Además, acostumbrarnos a un horario hará más fácil que no nos saltemos los ratos de estudio y nos permitirá dedicarles el tiempo que se merecen.

En ese sentido, el mismo que funciona para los ejercicios de gimnasio funciona también para memorizar y asimilar información. ¡No lo dejes todo para mañana!

3 - Crea notas-resumen en hojas individuales

No confíes demasiado en la técnica de subrayar textos. El hecho de subrayar no ayuda a memorizar el texto si no se repasa varias veces, y de todos modos ceñirse a la memorización de las frases que tienen una línea debajo nos mantiene anclados a la manera en la que la información queda distribuida en el texto original.

En cambio, hacer esquemas y pequeños resúmenes en trozos de papel nos obliga a reformular la información que hemos leído y, además, hace más fácil crear combinaciones de notas que son distintas a las del texto pero que nos ayudan a entender mejor lo que leemos, ya que podemos juntar o separar los trozos de papel del modo que queramos para asimilar la información en el orden deseado.

4 - Mantén alejadas las distracciones

Puede parecer evidente, pero nunca está de más recordarlo porque estas distracciones pueden adoptar las formas más insospechadas y es bueno identificarlas. En tu lista negra deben estar Facebook, el teléfono móvil y la televisión, pero puedes incluir otros elementos propios de tu día a día y hacer lo posible por aislarte de todos ellos durante los ratos de estudio (recuerda que son cortos, así que... ¡no es mucho pedir!).

Hacer esto antes de ponerte a estudiar te ayudará a no caer en la tentación una vez hayas empezado.

5 - Prepara tu material de estudio antes que nada

Tener preparado todo lo que necesitas hará que no te levantes para ir a buscar cosas y, por lo tanto te distraigas. Además, asociar este conjunto de objetos al estudio hará que, cada vez que lo veas, entres en la dinámica de estudiar con facilidad... ¡aunque no sabrás explicar exactamente por qué te ocurre!

Por tanto, préstale atención a la organización de los libros y herramientas que necesites antes de sentarte a hincar los codos.

6 - Proponte (al menos) una unidad de estudio para cada sesión

Fija un tema a estudiar y estúdialo. Organizar información relacionada entre sí por el hecho de permanecer a un tema o categoría de cualquier clase es mucho más fácil que estudiar piezas de información dispersas y desordenadas. Para eso es bueno que leas la lección una vez para crear un mapa mental de la localización de los temas en el texto y luego te focalices en cada uno de ellos.

7 - Huye de la memorización literal

Haz tuya la información que contienen los textos. Relaciónala con episodios de tu vida, reformúlala con tus propias palabras y usa ejemplos que conoces. De esa forma lograrás alcanzar el aprendizaje significativo que necesitas, bastante más resistente al paso del tiempo que el que se basa en la memorización de datos a los que no se les encuentra demasiado sentido.

8 - Huye de la memorización lineal

Piensa, sobre todo, en similitudes y diferencias entre conceptos, piezas de información que en los textos que te has estudiado no aparecen muy conectados pero que podrían estarlo en ciertas preguntas de examen, por ejemplo.

9 - Practica constantemente

Si tienes la posibilidad, evalúate con exámenes o cuestionarios acerca del tema que estudias. Esto puede parecer una pérdida de tiempo si crees que el tiempo bien invertido sólo puede ser dedicado a "empaparse" de la información a estudiar, pero no lo es en absoluto, ya que te ayudará a detectar fallos y además te servirá para medir tu progreso y, por lo tanto, a mantener alta la motivación, lo cual también repercutirá positivamente en tu rendimiento.

10 - Explícale la lección a otra persona

Esto es literal. El hecho de explicar en tus propias palabras lo que has aprendido es posiblemente el consejo para estudiar más valioso, ya que te aportará dos grandes beneficios. Por un lado, reformular la lección es una manera de repasar mentalmente lo que has estudiado, por lo que el tiempo que le dediques a esto servirá para asimilar mejor lo que habías estudiado antes.

Por otro lado, te servirá para autoevaluarte, detectar puntos que creías aprendidos pero que en momentos clave te dan problemas, y te ofrecen una imagen bastante fiel de tus progresos.
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Saber y amor

ESTUDIAR PARA LOS EXÁMENES EN EL ÚLTIMO MOMENTO PODRÍA SER LA MEJOR MANERA DE APRENDER

La de años que nos hemos tirado escuchando la misma cantinela (¡no lo dejes para el último momento!) y la de veces que hemos comprobado por nosotros mismos que eso de estudiar deprisa, corriendo y con tensión, también puede ser efectivo.

Ahora científicos de la Universidad de Bristol (U.K) han descubierto que las hormonas que se producen cuando estamos estresados ​​causan cambios en las células de nuestro cerebro, permitiendo a los recuerdos guardarse más eficazmente.

Lo asegura el profesor Hans Reul, neurocientífico de la Universidad de Bristol, que ha estado dirigiendo una completa investigación que demuestra que las hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, cambian los genes dentro de las neuronas y aumentan su capacidad de aprendizaje.

La acción se produce gracias a un mecanismo que se conoce como “modificación epigenética”, que consiste en una alteración del genoma de las células para “reprogramar” el ADN en el cerebro y así aumentar o disminuir la expresión de ciertos genes, en este caso los genes que juegan un papel importante en la memoria.

Los científicos utilizan para explicar su trabajo el ejemplo de que el hombre suele recordar con mayor fuerza los malos recuerdos que los buenos. Esto es debido al papel que juega el estrés, un actor claramente importante desde el punto de vista biológico para recordar algo que duele o nos amenaza y que uno no se puede sacar de la cabeza.

Esta mejora del aprendizaje mediante la consolidación de los recuerdos se fortalece en el hipocampo, la parte del cerebro involucrada en la memoria y el aprendizaje. Se cree que la reprogramación de los genes en el cerebro gracias al estrés hace que las células nerviosas crezcan más y desarrollen más redes de comunicación entre ellas. Los hallazgos sugieren que el aprendizaje de los estudiantes realmente se puede mejorar cuando se siente la presión de una fecha límite.

En momentos de estrés, el cortisol y la adrenalina se liberan en el torrente sanguíneo para producir una variedad de respuestas, incluida el aumento de la cantidad de azúcar en la sangre, lo que ayuda al metabolismo. El cortisol y la adrenalina son componentes esenciales de los mecanismos de lucha o huída de los seres humanos, una respuesta neuro-biológica a situaciones de estrés que ha evolucionado durante millones de años.

En la historia evolutiva esto habría ayudado al ser humano a escapar de situaciones peligrosas y la acción de estas hormonas en el cerebro habría ayudado a formar recuerdos fuertes que nos permiten evitar las situaciones similares en el futuro.

Pero el Dr. Reul también advierte que, si bien un poco de estrés puede ser bueno para la formación de la memoria, un estrés excesivo puede tener el efecto contrario. “Cuando estamos muy estresados” subraya en la edición de la revista Experimental Neurology donde ha publicado su estudio, “no es posible recoger toda la información nueva en buenas condiciones”, afirma.

El cerebro entra en un modo que lo único que hace es reemplazar información por otra información, ya que la memoria no es eficiente. Por eso el estrés a largo plazo tampoco es bueno para el ser humano”.
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LOS 13 PAÍSES QUE MEJOR PAGAN A SUS DOCENTES

La UNESCO publica todos los años un informe en donde se analizan los avances que se dan alrededor de todo el mundo en materia de educación. Una de las tantas variables que se analizan es el sueldo que reciben los docentes. Y para que sea una comparación justa, también tienen en cuenta el poder adquisitivo, el nivel de vida y el valor de las monedas en los respectivos países. Para elaborar esta lista también tuvimos en cuenta los datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Al recorrer los datos, uno se puede llevar varias sorpresas (yo por lo menos me sorprendí), pero también sale a la luz el hecho de que aquellos países que cuidan a sus docentes tienen los mejores niveles educativos del mundo. Los datos son promedios anuales y están medidos en miles de dólares.

13 - Reino Unido. Salario anual promedio (en miles de dólares): $40,91

12 - Estados Unidos. Salario anual promedio (en miles de dólares): $41,46

11 - España. Salario anual promedio (en miles de dólares): $41,52

10 - Dinamarca. Salario anual promedio (en miles de dólares): $41,71

9 - Finlandia. Salario anual promedio (en miles de dólares): $42,81

8 - Australia. Salario anual promedio (en miles de dólares): $44

7 - Japón. Salario anual promedio (en miles de dólares): $45,93

6 - Irlanda. Salario anual promedio (en miles de dólares): $47,3

5 - Corea del Sur. Salario anual promedio (en miles de dólares): $47.34

4 - Bélgica. Salario anual promedio (en miles de dólares): $51,47

3 - Alemania. Salario anual promedio (en miles de dólares): $53,73

2 - Países Bajos. Salario anual promedio (en miles de dólares): $57,87

1 - Suiza. Salario anual promedio (en miles de dólares): $68,82
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EL PROFESOR COLOMBIANO QUE ARRASA EN YOUTUBE

Unos de los videos más vistos en Youtube Colombia son de Julio Alberto Ríos, un docente de matemáticas que le enseña al mundo a resolver ecuaciones desde un pequeño cuarto en Cali.

Los profesores de matemáticas suelen ser el terror de los alumnos. Los atormentan con ejercicios incomprensibles, detestan las calculadoras, son huraños y los más estrictos al momento de calificar. Al menos, ese ha sido el estigma, pero Julio Alberto Ríos no podría ser más diferente.

Desde que este caleño tiene memoria, tiene facilidad para dos cosas: los números y la docencia. Su orden, agilidad mental y la lógica con la que desarrolla cada operación lo convirtieron en el mejor de su clase y aunque algunos compañeros del salón le decían “sapo”, él se ganó su buena voluntad como mejor sabe hacerlo. Se convirtió en su tutor personal de algebra.

En vez de ser egoísta con sus conocimientos, se dedicó a compartirlos. Se reunía con ellos los fines de semana para explicarles y, como por arte de magia, todos comprendían lo que les parecía incomprensible en el tablero del profesor.

Así comenzó una carrera de más de 22 años en la docencia que hace apenas tres, pasó de los salones de clase a la Internet. Hoy, sin exagerar, podría decirse que Julio Alberto Ríos es el profesor de matemáticas más querido del mundo. Y es que su canal en Youtube, Julioprofe, es el segundo con más suscriptores en Colombia (55.423), después del de Shakira.

Los usuarios del canal son en su mayoría colombianos, pero los comentarios que recibe también vienen de lugares remotos. Españoles, rusos, japoneses, italianos, árabes, angoleses, brasileros y hasta coreanos le han escrito para agradecerle por sus explicaciones sencillas a problemas de matemáticas, álgebra, física, trigonometría, cálculo y geometría.

Este profe ha demostrado que las matemáticas pueden unir a personas de todas las culturas. "Al igual que el fútbol, la matemática tiene un lenguaje universal, solo es poner a rodar la pelota en el campo de juego y todos saben exactamente que hacer y comparten la emoción del gol. Lo mismo ocurre con los números", le dijo a Semana.com.

El comentario más frecuente que recibe Ríos en sus videos es “logré entender en 5 minutos con usted lo que llevaba semanas tratando de captarle a mi maestro”.

Ríos no solo es un éxito en Youtube y también tiene toda una comunidad de 3.400 seguidores en Twitter y más de 13.000 miembros en Facebook y su popularidad sigue creciendo.

“Hay cientos de tutoriales en la red, pero los estudiantes me buscan porque yo les enseño que no hay que temerle a los números y las operaciones. Las matemáticas son una caja de herramientas para la vida y están en cada compra, en cada negocio, su aplicación va más allá de lo que escribimos en un cuaderno. Lo más hermoso de esta materia es que todo tiene un porqué y a mi me encanta explicárselo a mis alumnos”, cuenta Ríos.

“El Profe”, como le dicen sus alumnos virtuales, le ha ayudado a niños, adolescentes y adultos a avanzar en sus estudios y a no abandonar sus carreras universitarias.

Ríos, que curiosamente se graduó de ingeniero civil y no de pedagogo ni tampoco de matemático, ha sido invitado especial para dar charlas sobre su experiencia educativa en España, Perú y Bolivia.

Incluso el portal http://www.yoestudio.cl, creado por el Ministerio de Educación de Chile, usa sus videos como material de apoyo para los estudiantes de ese país.

Actualmente, cuando no está en la red enseñándole matemáticas al mundo desde la misma habitación donde empezó su canal en YouTube, Ríos dicta clases de matemáticas y física en la facultad de Medicina de la Universidad San Martín de Cali.

Por su trabajo en las aulas de clase, de forma online y presencial, Ríos, de 39 años, está nominado al Premio Mejores Líderes de Colombia.

¿Cómo comenzó?

Todo empezó hace tres años. En 2009 Ríos trabajaba como docente de matemáticas y física en el Colegio Hebreo Jorge Isaacs (en el día) y en la Corporación Universitaria Minuto de Dios (en la noche).

En un intentó por explicar la simplificación de fracciones algebraicas a sus alumnos, se le ocurrió la idea de grabar algunos ejercicios. Filmó un video de dos minutos y 36 segundos con una vieja cámara de cuatro megapíxeles en un cuarto de su casa, pero recibió una sorpresa.

Solo unos pocos estudiantes se animaron a ver su video en YouTube, pero, en cambio, encontró respuestas de México, Argentina, Perú y hasta de África felicitándolo por sus explicaciones y pidiéndole explicaciones sobre otros temas. Desde entonces con un tablero y un marcador, este caleño trasladó a Youtube su clase.

Así nació el canal “Julioprofe” y cinco meses más tarde creó un blog donde clasificó los videos e incluyó algunos documentos en PDF como resúmenes y fórmulas.

Desde entonces ha producido 331 videos que han sido vistos en los cinco continentes y totalizan más de 26 millones de reproducciones.

Su metodología ha cambiado. “Antes me limitaba a enfocar el tablero y era muy tímido. Al comienzo grababa los videos en una sola toma y si en algún momento cometía un error, o vocalizaba mal, entonces tenía que grabarlo nuevamente desde el principio”, cuenta el profesor.

Hoy graba sus videos por escenas, es más seguro ante la cámara y les arregla el sonido y la imagen con un programa de edición de videos que aprendió a manejar.

Acontinuación la explicación de integral definida, el video que encabeza el top de los más vistos en el canal del porfesor con un total de 539.663 reproducciones.

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EL SECRETO DE LA EDUCACIÓN EN FINLANDIA (Humor)

Por Andrés Faro.
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16 COSAS QUE LAS PERSONAS COMUNES SUPONEN ERRÓNEAMENTE SOBRE LOS DOCENTES

Un artículo de Delfina González.

Después de haber redactado “LAS 27 VERDADES QUE SOLAMENTE ENTIENDEN LOS DOCENTES“, empecé a recibir varios mensajes de mis lectores contándome que la nota les gustó mucho. Y también aprovechaban para comentarme algunas de sus experiencias. Es a partir de esto que surge la idea de redactar una nota sobre los docentes, pero desde el punto de vista de las personas que no trabajan en educación.


16 - Los docentes son unos privilegiados porque tienen tres meses de vacaciones en el verano: La realidad es que gracias a las reuniones departamentales, las planificaciones del próximo semestre, los cursos de actualización, los exámenes, los recuperatorios, y las clases de consultas, las “vacaciones” de verano terminan siendo una de las épocas en donde más se trabaja.

15 - Los docentes se quejan solo porque les gusta quejarse: A veces dan ganas de gritar cuando se escucha que ciertos políticos usan frases como estas. Al no tener argumentos en contra de los docentes, se busca atacarlos.

14 - Los docentes trabajan solamente unas pocas horas por día: Pocas declaraciones podrían estas más lejos de la verdad como esta última.
La mayoría de las personas piensa que los docentes trabajan solamente cuando están en el aula, ignorando la cantidad de horas que se pasa trabajando cuando termina la clase: corrigiendo trabajos, revisando el material, asistiendo a las reuniones, y preparando las próximas clases. No siempre hay tiempo libre para ver una de estas.

13 - Los docentes solamente saben sobre sus materias, y nada más: Los no-docentes se verían sorprendidos sobre la preparación que tienen los docentes en temas que no están relacionados con esa materia específica, pero que son necesarios para el aprendizaje. Areas tales como lingüística, inteligencia emocional, sociología, antropología y teorías sobre la enseñanza formal e informal.

12 - A pesar de todo lo que se les da, siempre quieren más: Segunda frase más escuchada por parte de ciertos políticos. Uno duda seriamente si los que piensan así, nacieron con esa mentalidad o practican todos los días.

11 - Se les paga demasiado a los docentes: Imposible que esta clase de comentarios no nos genere una sonrisa. Causa mucha gracia, ya que al menos que se viva en uno de estos países, la realidad es que a la gran mayoría de los docentes se les paga apenas lo suficiente para vivir.

10 - Lo único que hacen los docentes que trabajan con niños pequeños es jugar todo el día: Los docentes que trabajan con niños pequeños están acostumbrados a escuchar frases tales como “estar coloreando libros todo el día debe ser muy divertido”, o también “¿hacés algo además de jugar con plastilina todo el día?”.

9 - … y por eso mismo que piensan que los docentes son básicamente “niñeras”: Estas acusaciones son muy comunes, a pesar de que los docentes que trabajan con niños pequeños los están preparando emocional e intelectualmente para poder desenvolverse en la vida.

8 - Y si enseñas a adolescentes piensan que lo único que haces es repetir información de los libros: Enseñar a adolescentes debe ser una de las tareas más complicadas, ya que además de enseñar también tenés que hacer de psicólogo, amigo, padre, mediador, motivador, humorista, filósofo, asesor y consejero.

7 - Todos los que trabajan como docentes, lo hacen porque no les dio la capacidad para trabajar de otra cosa: Mucha gente piensa que las personas que trabajan enseñando, lo hacen porque los despidieron de otros trabajos, o porque sus curriculums no eran suficientes para conseguir trabajos mejores, entonces no tuvieron otra opción y se conformaron con ser docentes…. pero las personas que hacen estas acusaciones no soportarían un día trabajando como docente.

6 - "Pudiendo haber hecho mucho más con tu vida, por qué elegiste ser docente?”: Y cuando las personas preguntan esto, lo hacen creyendo que la docencia no es una carrera digna, o que lo hacen únicamente las personas que fracasan en otras carreras.

5 - … Y como te consideran un profesional fracasado, siempre se creen que tienen autoridad para explicarte cómo hacer tu trabajo: Es una relación inversamente proporcional: la persona que menos experiencia tiene en educación es la que más consejos te va a dar sobre cómo hacer tu trabajo (ya sean padres o legisladores).

4 - Los docentes le “dan” las notas a sus alumnos: Otro error típico, y particularmente cometido por los padres de aquellos alumnos a los que no les va muy bien. No entienden que los docentes nunca jamas “dan” las notas, sino que son los alumnos los que se la ganan.

3 - Los docentes no tienen vida fuera de las aulas: Es casi una contradicción, ya que además de pensar que el trabajo docente es poco exigente y ligero, al mismo tiempo mucha gente cree que los docentes no hacen nada más aparte de dar clases. Si un padre o alumno te cruza en la plaza, en un bar o en el cine, se queda muy sorprendido. Pero los docentes trabajan… y también se divierten.

2 - Los docentes deberían saber absolutamente todo lo relacionado a la materia que enseñan: Definitivamente no. A pesar de poner a prueba constantemente los límites de la capacidad humana… los docentes no dejan de ser humanos.

1 - Enseñar es una tarea fácil y cualquiera podría hacerlo: Si por fácil se entiende a trabajar doce horas por día, vivir constantemente situaciones de estrés, dormir poco, tener un sueldo bajo, trabajar durante los feriados y fines de semana, y hacer todo esto mientras se es menospreciado por la sociedad… la docencia es un trabajo fácil. Esta es una frase que todos los docentes van a escuchar (y en varias oportunidades) a lo largo de sus carreras.

Simplemente Gracias

Para concluir esta nota, simplemente quiero decir gracias a todos los docentes del mundo. Héroes anónimos con los que tenemos una deuda que nunca vamos a poder pagar. La sociedad no siempre reconoce la magnífica labor que hacen, pero si los docentes no trabajaran de la forma en que trabajan, la sociedad estaría perdida. Al ser alguien que vivió y creció conociendo sobre este mundo, sé lo que es la vida del docente.

Así que nuevamente, gracias !!
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HACER LOS DEBERES: CÓMO LOGRAR QUE NO SEA UN MARTIRIO

Hacer los deberes

Ir al colegio puede ser algo que a la mayoría de los niños les guste, pues comparten con más niños de su edad y resulta incluso divertido, sin embargo hacer la tarea resulta más complicado pues una vez que llegan a casa no quieren cumplir con los deberes.

Aprender cómo hacer las cosas bien y lograr que hagan la tarea sin renegar puede ser muy útil para todos, así que preste atención a lo siguiente.

¡Hacer los deberes puede ser divertido!

Primero que todo para que Hacer los deberes sea una actividad divertida se debe hacer en el ambiente adecuado, así que es importante que los pequeños cuenten con un espacio adecuado para ello, debe ser bien iluminado y ambientado para que el niño se sienta cómodo en él.

Es aconsejable que la tarea se convierta en una rutina, así que debe hacerse siempre a la misma hora, y en caso de que no tenga tarea del colegio algún día, el padre puede implementar alguna actividad relacionada a los estudios con el fin de no perder la rutina.

Para el niño no será divertido que lo regañen por cometer errores a hacer la tarea, así que es importante que la persona encargada de ayudarlo con sus deberes debe ser paciente y debe estar dispuesto a ayudarlo con una buena actitud, de esta manera el niño se sentirá cómodo.

Finalmente es importante que los niños sean conscientes de que estudiar tiene buenas recompensas así que después de que realice su deber correctamente puede premiarlo así sea con cosas sencillas como un paseo al parque o dejarlo ver su programa favorito de tv.
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10 RECOMENDACIONES PARA EVITAR LAS MALAS CONTESTACIONES

Un artículo de Celia Rodríguez Ruiz, Psicóloga y Pedagoga.

¿Qué hacer ante las malas contestaciones en los niños y niñas?


Cuando los pequeños toman como hábito responder a lo que les adultos les dicen, entramos en una dinámica de conflicto. Los adultos se desesperan, no comprenden porque los pequeños responden y no saben cómo llevar esa situación. En determinados momentos los niños y niñas se vuelven contestones. Cuando les reñimos responden. No aceptan lo que se les dice y quieren dar su opinión, eso es normal y no es malo, pero lo hacen de malos modos, y aquí es donde está el problema. Es bueno que el pequeño de su opinión y que evalué críticamente lo que se le dice, pero debemos prestar atención al modo y la situación en la que lo hacen. Ante una riña pueden explicar su punto de vista pero no deben contestar y entrar en una lucha con nosotros.

Porque contestan los niños y niñas

Los niños a lo largo de su crecimiento van desarrollando su personalidad, es importante que aprendan a establecer su propio criterio y que cuestionen lo que se les dice. Pero deben saber hacerlo con educación y desde el respeto. Debemos enseñarles que se puede dar la propia opinión, que de hecho es importante que lo hagan, pero con buenos modos. En estos momentos de desarrollo de la personalidad y formación de la propia identidad, es normal que los niños y niñas respondan y quieran tener opinión. A nivel emocional los pequeños necesitan desvincularse afectivamente de la figura de los padres como camino necesario para reafirmar su propia personalidad.

10 RECOMENDACIONES PARA EVITAR Y MANEJAR LAS MALAS CONTESTACIONES

1 - Ten en cuenta que no es nada personal contra nosotros. No lo tomes como un ataque personal, entiéndelo como parte normal del crecimiento y desarrollo del niño/a.

2 - Evita entrar en una lucha directa. No respondas con malos modos, no entres en un conflicto con ellos.

3 - Ante una mala contestación trata de averiguar lo que hay detrás de la misma. Si es porque está cansado, molesto por algo, que es lo que le desagrada para contestar así; o si simplemente es un hábito aprendido. Para ello pregúntale que es lo que le pasa, obsérvale cuando contesta.

4 - No debes dar demasiada importancia a la mala contestación. Cuando damos importancia a algo lo podemos estar reforzando o entrando en una dinámica que queremos erradicar. En lugar de eso, cuando te conteste mal, ignórale hasta que lo haga adecuadamente y con educación.

5 - Explícale, sin alterarte y sin entrar en discusión, que si no te dice las cosas de manera adecuada no le vas a escuchar. Le puedes decir lo siguiente: “me parece bien que me expliques lo que no te gusta, pero no puedes decirlo gritando o contestando mal, si lo haces así no te voy a escuchar. Estaré encantado de dialogar contigo y que me expliques tu opinión, pero cuando me hables con educación.” Después de explicarle esto no le des más vueltas al tema, no hables mas de ello, en todo caso repites lo que le has dicho de nuevo.

6 - Déjale claro que no vas a pasar las malas contestaciones, para ello no prestes atención a las mismas y haz que lo sepan: “ entiendo que no te guste esta norma o esta situación, pero no vamos a consentir que respondas mal”.

7 - Emplea algún tipo de castigo que le haga reflexionar cuando tenga una mala contestación, como llevarle al rincón de pensar, etc.

8 - Modelado. Haz de ejemplo, no le respondas con una mala contestación y tampoco las emplees con otros miembros de la familia o personas.

9 - Cuando el pequeño nos dé su opinión, ya sea en contra de algo que le decimos, pero lo haga de una manera adecuada, con respeto, le atenderemos y le reforzaremos esa conducta.

10 - No critiques nunca a la persona, critica la contestación, pero no al niño o niña.
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27 VERDADES QUE SOLO LOS DOCENTES ENTIENDEN

Un artículo de Delfina González.

Este artículo está dedicado a mis amigos docentes y espero que se lo tomen con humor. También espero aportar pensamientos que hagan ver de una nueva manera a aquellas personas que no están familiarizadas con lo que viven todos los docentes día a día.


27- Siempre vas a conocer personas con trabajos mucho menos exigentes que el tuyo, pero que ganan mucha más plata que vos.

26 - “Estoy muy emocionado por los nuevos contenidos que se agregan al programa” es una frase que nunca vas a decir.

25 - A veces no vas a saber si reir o llorar.

24 - Vas a tener pesadillas con el alumno más terrible… de tu clase de hace dos años.

23 - Te vas a dar cuenta de que nunca apreciaste verdaderamente los fines de semana hasta que te convertiste en docente.

22 - A la hora de tener que corregir trabajos, los vas a ordenar según qué tan deprimente parecen.

21- Sentís como la ira cubre cada célula de tu cuerpo cuando alguien te dice que “la docencia es un trabajo muy fácil”.

20 - Lo segundo que más te molesta en el mundo es cuando personas que nunca trabajaron en educación te señalan lo que estás haciendo mal en tu trabajo y te dicen cómo deberías hacerlo.

19 - Estás tan acostumbrado en acomodar pupitres en las aulas, que sin darte cuenta también acomodas las sillas en los restaurantes.

18 - Siempre que un alumno te pregunta algo que no sabes cómo responder, simplemente le contestas que a ese tema se lo ve en otra materia.

17- Por pasarte tantas madrugadas corrigiendo trabajos prácticos, te volverás inmune al café.

16 - Aceptas el hecho de que nunca llegarás a ser millonario.

15 - Si sos un maestro muy exigente tus alumnos te van a odiar, y si sos un maestro muy tolerante tus alumnos te van a ignorar por completo.

14 - Siempre vas a tener un alumno que piensa que sabe mucho más que vos porque leyó UN artículo en Wikipedia.

13 - Como tu salario es muy bajo, muchas veces te vas a plantear otras alternativas para ganar dinero.

12 - Aprendes que cuando un país tiene una crisis económica, los docentes son los primeros a los que se le recorta el sueldo.

11 - Aprenderás que muchas veces los trabajos prácticos sirven para demostrar qué tan responsables e inteligentes son los padres de tus alumnos.

10 - Los sábados, domingos y feriados no podéis evitar despertarte a las siete de la mañana.

9 - “Le puedo dedicar mucho tiempo a mis hobbies porque tengo muy pocas cosas que hacer en mi trabajo” es otra frase que nunca jamás vas a decir.

8 - Gracias a las reuniones departamentales, las planificaciones del próximo semestre, los cursos de actualización, los exámenes, los recuperatorios, y las clases de consultas….. en realidad nunca tenéis vacaciones.

7 - Vas a fantasear en secreto con seguir otras carreras.

6 - Si a tus alumnos les va mal, los padres dicen que es por culpa tuya.

5 - Si a tus alumnos les va bien, los padres dicen que es porque ellos estudian mucho.

4 - Te provoca gran felicidad ver cuando tus alumnos aprenden.

3 - Tienes por lo menos un alumno que nunca sabe las respuestas pero que siempre quiere responder.

2 - Te desespera cuando tus alumnos prestan más atención a sus smartphones que a vos.

1 - A pesar de todo te darás cuenta de que ser educador es lo que te llena el alma y no lo cambiarías por nada en el mundo.
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La locura aperspectivista

10 TRUCOS PARA ENAMORAR A TUS ALUMNOS

Un artículo de Santiago Moll.

El artículo de hoy es uno de esos artículos que se basan más en la experiencia personal que en la teoría. Son pequeñas actuaciones que voy llevando a cabo durante estos últimos años y quiero pensar que con cierto éxito. Los trucos de los que os quiero hablar hoy se caracterizan principalmente por su sencillez, ya que todos somos capaces de llevarlos a cabo en nuestras sesiones lectivas.



En la actualidad, hay un término inglés que se ha popularizado enormemente en distintos campos y disciplinas, también en la Educación. Se trata de la palabra engagement. Un término, por otra parte, de no muy fácil definición pero que viene a definir un tipo de relación personal basado en la fidelización, en el compromiso y en la motivación. En mi caso prefiero un término que creo que nos es mucho más cercano a todos. Este término no es otro que enamorar.

¿Qué trucos podemos utilizar para enamorar a nuestros alumnos?

Vaya por delante que la intención de este artículo no es hacer que nuestros alumnos acaben rendidos a nuestros encantos. Nada más lejos de eso. A lo que me refiero con la palabra enamorar, es conseguir conectar con los alumnos, que se alegren de vernos, que esperen con ilusión la clase que les vamos a impartir, que sean capaces de ver en nosotros a un modelo, a alguien cercano. Esto para mí es lo que entiendo por enamorar a los alumnos y estos son algunos de los trucos que creo te pueden funcionar:



1 - Entra sonriendo. No digo nada nuevo al afirmar la importancia del lenguaje no verbal a la hora de comunicarse. Personalmente, la entrada en el aula es un momento al que le concedo muchísima importancia, porque en cierta manera puedes adivinar cómo se desarrollará la sesión lectiva. En mi caso siempre intento entrar con una sonrisa. Y entro con una sonrisa porque sé que es contagiosa, porque siempre habrá algún alumno que te devolverá en algún momento esta sonrisa. Con este alumno habrás conseguido conectar muy probablemente hasta el final de la clase. No entiendo el empeño de muchos docentes en entrar con el semblante serio o proyectando cierto enfado. No tengo muy claro que el semblante serio implique mayor control del aula y mayor disciplina. En mi caso, al menos, prefiero enseñar desde la sonrisa. Tiempo habrá si acaso de ponerse serios durante la sesión lectiva.

2 - Cuenta una anécdota. No hay mejor forma de conectar con un alumno que contando una anécdota. Una anécdota que puede ser nuestra o de otra persona. Las anécdotas, como las historias, tienen un enorme poder de seducción para los alumnos. Debemos ser capaces de poder usar estas anécdotas de una forma inteligente, ir dosificándolas a lo largo de una clase. Son una excelente forma de captar la atención, de disminuir conductas disruptivas, de encandilar a tus alumnos. Se puede y se debe enseñar contando historias, contando anécdotas. Y tan importante es contarlas como que nuestros alumnos también puedan hacerlo.

3 - Finaliza la clase con un vídeo. Este truco no falla nunca. Ya me he referido en otros artículos a la importancia de diversificar los distintos materiales de que disponemos. Aquellos que contamos en clases con equipos de audio y pantallas digitales o proyectores, conexión a internet, debemos aprovecharnos al máximo de estos recursos. Poniendo un vídeo al final de la sesión es una excelente forma de decirles a tus alumnos que han hecho un buen trabajo durante la sesión, que estás satisfecho y agradecido por ello, y que quieres recompensar este esfuerzo con un tipo de material que permite la distensión y la relajación. Es un momento para disfrutar con ellos. Yo os recomiendo que sean vídeos que no superen los cinco minutos y que, en la medida de lo posible, guarden relación con el currículo de la Unidad Didáctica que estés impartiendo. También hay que tener muy en cuenta un canal como el de Youtube, muy popular entre los alumnos.

4 - Aprende de tus alumnos. No hay mejor manera de enamorar que hacerles ver a tus alumnos que ese día ellos te han enseñado algo. Se trata de un truco muy sencillo, ya que puedes aprovechar las asignaturas que hayan tenido ese mismo día. La propia pizarra tradicional te dará un montón de pistas. Hazte el curioso, y deja que ellos te enseñen algo que saben, algo que para ellos tiene cierto valor y escúchales con atención, de forma activa, asintiendo con la cabeza. Hazles sentir importantes, hazles sentir que ellos también tienen algo que decirte.

5 - Da o presta algo que sea tuyo. En el maletín de un docente hay algunas cosas que nunca pueden faltar. Los pañuelos de papel son una de esas cosas. A los alumnos les encanta que les demos o prestemos algo. La acción de coger el maletín y sacar algo de dentro y dárselo al alumno es visto por muchos de ellos como algo muy a valorar. He hablado de pañuelos de papel, pero también puede ser material escolar. En este caso hazles ver que se lo prestas indicándoles que para ti es algo importante, que deben responsabilizarse de este material prestado. En ese momento estarás creando un vínculo entre tú y el alumno, y podrás aprovechar para hablar con él cuando te lo devuelva.

6 - Di o haz algo inusual. No, no te estoy pidiendo que hagas el payaso en clase. Para nada. De lo que se trata es de llevar a cabo algunas actuaciones que se salen de lo normal en una clase lectiva. Puede ser un gesto, un movimiento, cantar una canción, recitar un poema, cambiar el tono de voz, andar de puntillas hacia un alumno que está medio dormido…. Estas extravagancias tienen un poder tremendamente efectivo, porque descolocan al alumno y al mismo tiempo consigues arrancarle una sonrisa de complicidad. Haz de la sorpresa una de tus mejores armas para enamorar a tus alumnos.

7 - Intercambia los papeles. Muchos de vosotros sabéis el poder de atracción que tiene la silla del profesor en el aula. Cuántas veces habremos entrado en el aula y nos habremos encontrado con que hay un alumno sentado en la silla del profesor. Pues bien, a lo largo de la sesión lectiva puede ser un excelente recurso para enamorar a tus alumnos el intercambiarse los papeles. En mi caso me gusta hacerlo cuando estamos repasando algunos conceptos de una Unidad Didáctica. Lo que hago es sentarme en la silla de alumno y el alumno en la mía. Lo cierto es que se produce una situación que a los alumnos siempre les choca y os aseguro que, bien gestionada, hace que se produzca un momento de distensión en el aula.

8 - Convierte a un alumno en protagonista. No hay nada que nos guste más que sentirnos especiales. Pensad si no en vuestros aniversarios. Creo que no existe mejor manera de conectar con las personas que haciéndoles ver lo importantes que son para ti. Pues bien, os recomiendo que proyectéis esta idea en vuestros alumnos, que hagáis sentirlos especiales, que potenciéis sus cualidades y sus virtudes. Si así lo hacéis, lograréis establecer un vínculo que os beneficiará enormemente, porque la respuesta que tendrá ese alumno será de gratitud. Y la gratitud es una muy buena compañera para enseñar y para aprender.

9 - Crea expectativas. Tenemos que ser capaces de vender nuestro producto. Y hacerlo de la mejor manera posible. En el mundo del marketing el mejor producto es aquel que mejor se vende, independientemente de si es mejor o peor. Así que nosotros debemos vender aquello que enseñamos mediante la creación de expectativas. La creación de expectativas son muy útiles al inicio de una sesión lectiva. Una vez entréis en el aula, lo primero que debéis hacer es dar a conocer vuestro producto, lo que enseñaréis. Y hacerles ver que será algo único, especial, diferente, maravilloso, increíble. Estas expectativas serán recogidas por vuestros alumnos y os aseguro que la predisposición para su aprendizaje será mucho mayor.

10 - Bromea. En otros artículo he afirmado que se puede y se debe aprender jugando. Pues bien, en este artículo también quiero pensar que se puede y se debe aprender bromeando. Porque cuando bromeamos estamos enseñando a nuestros alumnos que nos podemos reír con la gente y no de la gente. Una broma dicha a tiempo es un arma tremendamente poderosa para establecer un vínculo emocional con tus alumnos. Favorece el lenguaje figurado, rebaja la tensión, crea distensión, sirve para establecer transiciones entre las diversas actuaciones en el aula.

Como podéis ver, estos trucos o consejos tienen una muy fácil realización dentro de un aula y son aplicables a todas las edades. En muchas ocasiones no somos conscientes de que las grandes clases se nutren de estas pequeñas actuaciones. Debemos reflexionar sobre cuál es nuestro papel en el aula y qué hacemos para capar la atención, para enseñar a nuestros alumnos, para seducirles con nuestras palabras y nuestros gestos, para, en definitiva, enamorarles. Esforcémonos entonces en ganarnos a nuestros alumnos, para que este enamoramiento les propicie una mejor predisposición en sus procesos de enseñanza-aprendizaje.

Ya que el artículo trata de cómo enamorar, me permitiréis que acabe la entrada con una célebre cita de Gesualdo Bufalino que reza sí:

"Enamorarse es un lujo, quien no puede permitírselo, finge"
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Locura

TIMIDEZ INFANTIL: 4 ESTRATEGIAS QUE DEBERÍAS CONOCER

Un artículo de Irene Seguranyes.

Hay niños y niñas que por su personalidad son introvertidos, es decir, que disfrutan jugando solos o con pocos niños y que prefieren actividades tranquilas. Ahora bien, cuando un niño muestra ansiedad o miedo al estar con muchas personas o hablar en clase, por ejemplo, entonces se trata de otro tema: timidez.


Cuando ese niño está con alguien a quien no le tiene confianza o está delante de un grupo piensa que lo hará mal, que no es tan bueno como los demás. Cree que hará el ridículo o que lo que tiene que decir no es lo bastante importante. Pues bien, todos esos pensamientos aparecen cuando los niños tienen una autoestima baja.

Por ello, lo primero que deberíamos hacer para ayudar a un niño o una niña a vencer su timidez es fomentar una autoestima sana, ayudándole a valorarse más y a tener seguridad.

Los papás podéis hacer muchísimo en este sentido con estas cuatro estrategias:

* Resaltar aquello que hace bien de forma más concreta: muchas veces decimos a los niños “muy bien”, “bravo”, “bien hecho”, pero sin explicar concretamente qué es lo que han hecho bien. En cambio, decir algo más detallado les ayuda a construir una imagen de sí mismos más positiva, porque tienen más datos para creer en ello. Por ejemplo: “has hecho una letra muy bonita”, “has bailado con mucho ritmo”, “has descubierto la solución, qué inteligente”.

* Preguntarle su opinión acerca de cosas sencillas -aunque también de otras más importantes- y escucharla atentamente. Eso no significa que al final se vaya a llevar a cabo su propuesta, pero sí que será tenida en cuenta. Así los niños sienten que su opinión merece la pena, que será escuchada y valorada. Poco a poco a tu peque le será más fácil hablar con seguridad ante otras personas.

* Practicar con títeres o muñecos esas situaciones en que suele mostrar más timidez. Por ejemplo, cuando su maestra le pregunta delante de toda la clase, cuando está en el parque y quiere pedirle a un niño subir al tobogán, cuando tiene que preguntar algo en una tienda… Primero mamá o papá pueden representar esa escena hablando por los dos personajes; y luego podéis jugar los dos haciendo cada uno un papel distinto. Como a los niños les gusta tanto repetir (cuentos, películas), podéis jugar a menudo hasta que el niño o niña se familiarice con esas situaciones, tenga más recursos para afrontarlas y les vaya perdiendo el miedo.

* No presionar al peque para hacer cosas que aún le bloquean, sino ir acercándolo poco a poco a la situación. Por ejemplo, si a tu hija le da mucha vergüenza preguntarle a la camarera dónde está el baño podéis empezar primero con que la niña simplemente levante la mano y busque a la camarera con la mirada, pero luego hacer tú la pregunta. Otro día, cuando eso ya no le cueste, podéis animarla a preguntarlo ella misma y si aún no se siente confiada, aceptar su emoción sin preocuparse.

La timidez irá desapareciendo a medida que tu peque gane seguridad y autoconfianza. Con el apoyo de mamá y papá terminará pensando “puedo hacerlo”, “soy capaz”, “lo haré bien”.
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La locura aperspectivista

LA EDUCACIÓN QUE NUESTROS NIÑOS Y JÓVENES NOS ESTÁN PIDIENDO

Un artículo de Francisco Riquelme Mellado. Profesor de Secundaria y Bachillerato. Catedrático de Dibujo.

Reinventarnos como docentes para transformar la educación y permitir que los niños cambien el mundo y creen el futuro de todos. Recordemos nuestros años de alumnos y, de entre tantos días anodinos, rescatemos alguna vivencia en la que nos sentimos emocionados, motivados a aprender, en la que alguien encendió ese fuego interno que nos impulsa a investigar, descubrir y maravillarnos con lo aprendido.


¿Estaba conectada esa vivencia con alguno de nuestros intereses vitales?

¿Por qué fue tan significativa?

¿Nos aportó algún hallazgo relevante sobre la realidad que vivimos y sobre nosotros mismos?

¿Fue la manera de comunicar y expresar con pasión una idea lo que nos resonó profundamente?

¿Tuvo que ver con la manera de ser del docente?

¿Cómo habitaba ese docente el aula?

¿Le apasionaba su trabajo o lo que explicaba?

HAMBRIENTOS DE SENTIDO

Reflexionemos en cómo vivimos todo eso y consideremos cómo es ahora la sociedad de nuestros niños y jóvenes:

- Instruccional y básicamente intelectual, dirigida a la adquisición de conocimientos.

- Desde ese enfoque teórico trata de llevar valores y cierto sentido utilitario de la vida (“ser una persona de provecho”, “ganar dinero”).

- Por último, busca la adaptación social (empleabilidad, capacitación…).

Así pasan unas 6 horas, absorbiendo contenidos

¿Cómo están y se sienten nuestros alumnos en ella? Nos quejamos de que nuestros alumnos no están atentos en clase. A las mías (secundaria y bachillerato) llegan conforme avanzan las horas más saturados, cansados, sobre exigidos, desmotivados. Y así pasan unas 6 horas absorbiendo contenidos que en su mayoría no les interesan ni tienen sentido para ellos (no los sienten contextualizados).

Les decimos que necesitan aprender el currículo para tener una buena vida y, sin embargo, están hambrientos de sentido, de experimentar la vida sintiéndola profundamente. Y, en su lugar, la educación les aporta instrucción y promesas de futuro que ya no se garantizan.

No es de extrañar que en su mayoría nuestros alumnos no sientan pasión por aprender. Al ser reglada y obligatoria la educación oficial ha perdido naturalidad, inocencia y, sobre todo, capacidad para emocionar. Se ha desconectado de los alumnos, sus necesidades y aspiraciones, contribuyendo a generar una sociedad en la que los individuos se desconectan de sí mismos para adaptarse a las exigencias impuestas.

Porque los niños aprenden fundamentalmente jugando, y los adolescentes a través de experiencias grupales en las que se confrontan con el mundo y descubren algo de sí mismos a través de ellas.

UNA EDUCACIÓN CON SENTIDO

La educación está lejos de aportar ese sentido profundo a la vida de nuestros alumnos que, sin embargo, ahora necesitan tanto para atravesar los numerosos espejismos interesados (ideologías, consumismo, nihilismo, adicciones…).

Hoy día es ya más importante hacer buenas preguntas que contestar a preguntas aburridas. ¿Y qué seguimos haciendo en clase los profes y maestros mayoritariamente? Que los alumnos aprendan respuestas a preguntas acostumbradas.

Los niños aprenden fundamentalmente jugando

Lo que más daño hace es que en nuestro sistema producimos que los niños y jóvenes dejen de creer en ellos mismos, porque sus expectativas más profundas chocan con la visión que tienen los padres y docentes de “lo que debe ser”. Las solemos tachar de idealistas, vanales o utópicas. Dejamos de escucharlas y ellos las terminan reprimiendo.

Luego nos quejamos de esas explosiones de rebeldía llenas de frustración y resentimiento contra el sistema, la familia o la educación, síntomas de esas orfandades emocionales que tanto se dan en esta sociedad.

Nunca ha hecho más falta personas que crean en una utopía realizable. Nunca hemos necesitado tanto personas que miren más allá, al horizonte lejano, se propongan llegar allí y nos inspiren a todos el camino.

Hay que soñar con una educación que se reinventa para asumir los sueños latentes de nuestra juventud y apoyarlos incondicionalmente para que los hagan realidad.

Cada niño viene con una promesa sagrada al mundo, una promesa de futuro para la humanidad. ¿La respetamos, la tenemos en cuenta? La relegamos porque lo importante es aprender lo ya establecido, “cómo son las cosas”. Nos adocenamos y los adocenamos; nos adaptamos al sistema y lo mismo hacemos con ellos.

…esas orfandades emocionales que tanto se dan en nuestra sociedad

En educación estamos repitiendo esquemas inconscientemente, adoctrinando para que se repitan estructuras que, a día de hoy, tienen dudosa vigencia dada la enorme crisis de civilización que estamos atravesando.

Los niños no tienen que cambiar, los que hemos de cambiar somos nosotros, los adultos, padres, políticos, economistas… Todos los que estamos deformados por una educación, unos valores, sistemas y creencias que fueron válidos en su momento, pero que cada vez nos sirven de menos.

Muchos padres nos quejamos de cómo son nuestros hijos y nos olvidamos que somos nosotros los responsables de que sean así: Nuestros alumnos son “hijos” temporales que pasan por “nuestras manos”.

Hay que desaprender mucho y aprender algunas ideas esenciales y sencillas para reinventarnos y cambiar la educación.

Los alumnos necesitan que la educación pase de ser instructiva a tener un sentido más profundo. Hay que reinventar la educación para que sea transformadora y basada en experiencias profundas que toquen el alma de nuestros niños y jóvenes.

…una educación que se reinventa para asumir los sueños

No es tan importante impartir conocimientos como dar sentido al conocimiento, conectarlo con lo que al alumno le interesa (sus pasiones y talentos) y necesita de verdad, para luego acompañar ese impulso hacia un propósito superior inspirador y transformador.

La Educación es la oportunidad dorada para guiar y acompañar a niños y jóvenes a ser:

…Quienes realmente son en esencia

…La mejor versión de sí mismos

…Creadores de su propia vida, una vida con sentido y compromiso

En la educación hay una asignatura pendiente: ¿cómo conectamos aprendizaje-cognición y vida para que realmente importe lo que sucede en el aula? ¿Cómo pasar del simulacro educativo a una educación transformadora?

Y, ¿el docente?

No se trata de qué enseño en el aula, ni siquiera de cómo lo enseño; lo fundamental es quién soy en el aula, la Presencia.

Y eso implica un trabajo sobre uno mismo, mejorar nuestra metacognición y hacernos cargo de todo ese contenido personal (creencias e ideas, emociones) que interfieren en el aula y, sobre todo, en la relación con nuestros alumnos.

Ya no vale con impartir una materia, hay que ser inspiradores de vidas con sentido.

Porque lo que realmente enseña no es lo que explicamos, sino lo que vivimos íntimamente, lo que irradiamos, lo que mostramos con el ejemplo de vida.

Sólo podemos dar aquello que somos.

Lo fundamental es quién soy en el aula, la Presencia

¿Qué estoy dando en el aula? Un buen punto de partida pueden ser los conflictos que vivo en ella.

Y revisar quienes somos como personas los docentes, los padres y educadores es esencial para un nuevo paradigma educativo ** en el que se implique toda la sociedad, con un trabajo de revisión y crecimiento personal profundo y constante, para ser la mejor versión de nosotros mismos en el aula y en el hogar.

Sólo así seremos creíbles, sólo así convenceremos y nos seguirán. Porque al encender la llama en el corazón de nuestros alumnos descubrirán que nosotros la tenemos encendida, y sentirán su calor para seguirnos en ese viaje interior de descubrimiento de los grandes tesoros que hay dentro de ellos, porque nosotros descubrimos primero los propios.

La docencia cumplirá así con un doble propósito: mostrar conocimiento útil que aprender (de afuera a adentro) y desarrollar valores internos que irradiar (de adentro a afuera).

Así el conocimiento dejará de estar fragmentado, parcelado. Tendrá un propósito y un sentido, será útil y clave para reinventar el mundo.

Todo empieza dentro de uno mismo. Los conflictos del mundo son nuestros conflictos internos no resueltos. Cuando somos capaces de consensuar, integrar y poner paz dentro se da afuera, en el mundo, de manera natural.

¿Nos atrevemos, como docentes, a recoger el reto de reinventarnos?

“Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”. (Mahatma Ghandi)


** El enlace no es del autor del artículo sino puesto por el Administrador de esta plataforma.
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La locura aperspectival

¿QUIERES SABER QUE LE SUCEDE A UN NIÑO CUANDO LE GRITAS?

Un artículo de Izaskun Valencia. Quince años trabajando en el ámbito de la infancia.

“Papa, quizás tú no te des cuenta, pero cuando me gritas, se me mueven tanto los cimientos por dentro que siento que algo se rompe dentro de mí. El dolor de tripa y las ganas de vomitar que me entran son tan grandes que no soy capaz de mantenerme de pie, pero el miedo me paraliza y no me atrevo a moverme. Empiezo a temblar y a sudar, pero tú estás tan ocupado riñéndome que quizás no te das cuenta del daño que me haces, pero me caigo por dentro porque para mi, eres lo más importante, aunque ahora no te lo parezca. Cada palabra tuya me importa, y cada vez que me gritas, dejas una cicatriz profunda en mi. Tu no la ves, pero yo la siento cada día. Por favor, te pido que pares. Busca otra manera. Eres mi padre, sé que puedes hacerlo. No me agredas, no me dañes. No me hagas ir al cole pensando que no valgo nada o que soy un desastre. No lo hagas. No me dejes meterme en la cama pensando que soy el peor niño del mundo y que mi padre no me quiere. No lo hagas. No pretendo molestarte cuando hago ruido, cuando se me olvidan los deberes, o cuando no te obedezco. No quiero hacerlo mal, pero soy un niño y aún tengo mucho que aprender. Por favor, enséñame, ayúdame a hacerlo mejor. Necesito que me abraces, que me digas que me quieres y que sabes que lo puedo hacer mejor. Esas palabras papá, son las que necesito, las que me van a dar la fuerza y la seguridad para hacerlo bien, aunque ahora… quizás no te des cuenta. No tardes mucho papá, porque estoy creciendo, y voy muy rápido. Antes de gritarme o de echarme algo en cara, por favor, para, y piensa que cada día importa. A mí me importa. Me importa ahora y me importará toda la vida.”

Pegar no es una opción, y gritar tampoco debería serlo, pues no deja de ser una forma de agredir que mina la autoestima del niño, y le hace sentirse vulnerable y situarse en un estado de alerta en su propia casa.

Gritar a nuestros hijos, obedece a una falta de recursos personales en los que una situación nos sobrepasa, como puede ser llamar a nuestro hijo para que se siente a la mesa durante varias veces sin éxito, derivando en un grito: “¡He dicho que a cenar!”.

Es necesario que reflexionemos sobre la falta de estrategias que propician y motivan el grito, pues habitualmente son situaciones cotidianas y repetitivas que pueden tener otras alternativas. Ser conscientes de que los gritos agreden el bienestar emocional de nuestros hijos, posibilita un cambio en nosotros, de modo que podamos canalizar la frustración que sentimos en este momento a un objeto o señal.

Establecer con nuestros hijos un canal de comunicación abierto en el que hayamos consensuado como sustituto al grito mostrar un cojín de forma simbólica, o hacer un gesto inocente y simple como entrelazar el dedo meñique de padre e hijo, no deja de tener una simbología que sustituye al grito, en la que el niño sabe que ha llegado al límite que no debe sobrepasar.

¿Qué se quiere decir con esto? Que no hay que gritarles porque daña, y que hay otras opciones, como por ejemplo; pactar con el niño que, para que sea consciente de que ha rebasado la barrera, y que tiene que reconducir su actuación, en vez de gritar se le va a hacer una caricia en la palma de la mano o en la mejilla mirándole directamente a los ojos. Es una forma de mostrarle estrategias alternativas, que si interioriza y aprende siendo niño, podrá aplicar en su vida, para que pueda prescindir de los gritos en sus relaciones futuras. Porque esta alternativa es un “creo en ti, sé que puedes hacerlo mejor”.

Mostrar en la primera infancia el “camino” de los gritos, tiene el riesgo de desencadenar una escalada de poder en la adolescencia en la que los gritos, sean el “vehículo conductor” de nuestro día a día. Enseñar a nuestros hijos que hay alternativas a la agresividad, y que la irá y la frustración pueden canalizarse y no derivar en un grito, siempre es una opción acertada y saludable para su bienestar emocional.

¿Os animáis a cambiar esos gritos?
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El pensamiento complejo

ERRORES DE PADRES Y DOCENTES EN SU AFÁN POR QUE SUS HIJOS/ALUMNOS LEAN

«Haced lo que queráis, porque de todas maneras lo haréis mal», decía Sigmund Freud a las madres. Quizá fuera demasiado extremo, pero lo cierto es que con toda la buena voluntad del mundo, a veces los padres se equivocan. Todos querrían ver a sus hijos devorando libros y disfrutando al leer mientras aprenden sobre mil y un asuntos, pero en su empeño por fomentar la lectura, el tiro les sale por la culata. ¿Qué falla?

No «hay que leer». Ya lo decía el escritor francés y profesor de literatura Daniel Pennac en el ensayo «Como una novela» con el que lleva abriendo la mente a muchos padres y educadores desde hace 20 años: el verbo leer, como el amar o el soñar, «no soporta el imperativo». Leer es un derecho, no un deber. Es inútil obligar a leer y además resulta contraproducente porque no se transmite una afición por la fuerza.

No se contagia un «virus» que no se tiene. Si los padres no leen o sus hijos no les ven leer, difícilmente podrán convencerles de que se lo van a pasar bien leyendo. Las personas a las que les gusta leer normalmente han tenido algún familiar que les ha transmitido la pasión por los libros. La falta de tiempo no es excusa porque cuando algo realmente se quiere, se busca el tiempo, insiste Pennac.

La lectura, no siempre en soledad. Leer a un niño «es una práctica fundamental, tal vez la más importante y eficaz sobre todo con los niños que tienen dificultades para leer y les cuesta un gran esfuerzo», señala el maestro, licenciado en Historia y logopeda Pablo Pascual Sorribas. Al escuchar a sus padres, comprenden mejor el mensaje y disfrutan con la historia.

¿...y por qué en silencio? «¡Extraña desaparición la de la lectura en voz alta. ¿Qué habría pensado de esto Dostoievski? ¿Y Flaubert? ¿Ya no tenemos derecho a meternos las palabras en la boca antes de clavárnoslas en la cabeza? ¿Ya no hay oído? ¿Ya no hay música? ¿Ya no hay saliva? ¿Las palabras ya no tienen sabor? ¡Y qué más! ¿Acaso Flaubert no se gritó su Bovary hasta reventarse los tímpanos? ¿Acaso no es el más indicado para saber que la comprensión del texto pasa por el sonido de las palabras de donde sacan todo su sentido?», escribía Pennac.

No al constante «¿qué has leído?». Examinar a los niños de cada capítulo o cada libro convierte un placer en un examen, con la ansiedad que de ello se deriva. Conversar sobre un libro que se ha leído fomenta la lectura, siempre que el niño no se siente como en un banquillo. Es el «derecho a callarse» de todo lector, porque ¿a quién no le molesta que le pregunten qué ha entendido?

No a los clásicos por obligación. La escritora Ángeles Caso describía en el artículo «Lectores del siglo XXI» cómo se enamoró de la literatura: «No recuerdo que me padre me negase nunca un libro. Ni por bueno ni por malo, ni por demasiado sencillo ni por demasiado complicado, ni por moral ni por inmoral. En mi casa leíamos con la misma fruición los «Cuentos del conde Lucanor» y las historietas de Tintín, el «Poema del Cid» y las trastadas de Guillermo Brown...». Y añadía: «Si alguna vez le devolví un libro sin terminarlo, lo recogió con la misma sonrisa con que me lo había entregado, sin hacerme sentir culpable o tonta por mi desinterés». Los padres pueden alentar y estimular, pero los lectores tienen derecho a elegir.

No al «hasta que no lo acabes, no hay televisión». La televisión se convierte así en un premio y la lectura en un trabajo, en el peaje necesario hasta la tele, una contradicción. Y puede ser la tele, o la consola...
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11 COSAS EN LAS QUE NUESTROS HIJOS SERÁN PEORES SI NO ESTUDIAN FILOSOFÍA

Un artículo de Sergio C. Fanjul.

Tras la última reforma educativa, Aristóteles y compañía se quedan fuera del currículo de Bachillerato. ¿Cómo afectará esta decisión a los españoles del futuro?


Parece que eso del pensamiento no está muy de moda hoy en día, así que la asignatura de Historia de Filosofía ha sido relegada a la categoría de optativa en los estudios de 2º de Bachillerato. Los profesores de Filosofía, obviamente, están a la gresca. “Vivimos en un mundo neoliberal donde parece que la economía y la tecnología son lo único importante y que no hay más riqueza que sirva que la que se genera de inmediato”, se queja Luis María Cifuentes, presidente de la Sociedad Española de Profesores de Filosofía (SEPFI). Consideran, con razón, que es importante conocer la tradición de los grandes pensadores occidentales, que de alguna manera han prefigurado el mundo en el que hemos nacido, y que no hacerlo supone un déficit importante de cultura.

Por otro lado, también están preocupados por la posible falta de músculo en el pensamiento y el diálogo cuestionador en el alumnado: estas habilidades se trabajaban justamente a través de la asignatura de Filosofía. “Esto puede provocar que los ciudadanos del futuro se encuentren con menos herramientas y menos conocimientos para vivir democráticamente y para transformar de manera crítica y constructiva su realidad”, comenta Ana García, consultora filosófica y formadora en Práctica Filosófica. “De Platón a Wittgenstein y llegando a los autores actuales, la filosofía es fundamental para no caer en los engaños del poder”.

Mas allá de los libros de texto y las aulas, la filosofía tiene importancia en la vida cotidiana. “No solo es lo que se da en clase, no se reduce a lo académico, la filosofía ayuda a pensar y a repensar, incluso ya han aparecido iniciativas de consultoría filosófica”, dice Manuel Sanlés, miembro de la Red Española de Filosofía (REF) y vicepresidente de la SEPFI. Así que, ¿para qué sirve la filosofía? La pregunta precisamente suena muy filosófica, pero apuntamos algunas carencias que tendrán en su vida aquellos alumnos que no elijan el camino del, etimológicamente, amor al conocimiento.

1 - Tomarán peores decisiones. La filosofía es una asignatura dedicada al pensamiento puro y duro, así que puede ser de gran utilidad en la vida cotidiana. “A través de ella aprendemos a ejercer el pensamiento crítico-creativo, porque no es posible valorar un hecho si no creamos los criterios para ello, al igual que tampoco podemos generar nuevos planteamientos verdaderamente eficaces para un mismo problema si no hemos sido capaces de llegar a la raíz misma, para entender sus debilidades y sus fortalezas”, dice García. “Es útil a la hora de tomar decisiones cotidianas con criterio, para relacionarnos de manera más sana con los demás y también a la hora de investigar cuestiones por nuestra cuenta”.

El matemático y filósofo inglés Alfred North Whitehead dijo que toda la filosofía occidental es una nota a pie de página a la obra de Platón. “Es importante conocer a Platón porque ya con él descubrimos el poder del cuestionamiento, tanto de uno mismo como de los otros, y del diálogo. También el pensamiento de Aristóteles, que es quien empieza a valorar la experiencia en el modo de conocer las cosas y el papel decisivo de la lógica a la hora de pensar mejor”, explica García.

“Para ser buenos ciudadanos es importante que los alumnos conozcan las bases filosóficas en las que se basó la Revolución Francesa” (Manuel Sanlés, miembro de la Red Española de Filosofía)

2 - Definirán, con más torpeza, su ideología adulta. “Es precisamente a las edades de Bachillerato cuando los jóvenes comienzan a tener inquietudes: si creen en Dios o no, por qué las cosas son de una manera y no de otra”, comenta Sanlés. “De esos planteamientos salen los sistemas filosóficos, éticos, políticos, etc.”.

3 - Serán más manipulables por charlatanes y políticos. Marx quería desenmascarar la ideología burguesa, Nietzsche superar el resentimiento y el victimismo y Freud hacer la luz sobre el inconsciente y los deseos reprimidos. “Los llamados filósofos de la sospecha Marx y Nietzsche (entre los que se suele incluir a Freud, aunque no era filósofo) ayudan a los alumnos a ver las estructuras que determinan en muchos casos nuestros comportamientos, que van mucho más allá de los individuos, y gracias a ello a no digerir los discursos tal y como se les plantean, sospechando siempre qué ideología puede estar sustentándolos”, dice García.

4 - No sabrán cómo crear empresas alternativas. La lógica del beneficio a cualquier precio y el éxito personal parece ser la tónica general en el capitalismo actual. Pero no es el único camino a seguir. “La filosofía no puede estar al servicio de esos valores, sino a los de la independencia y el crecimiento de las personas”, dice Cifuentes. Aunque ahora prosperen asignaturas como Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial, optativa del primer ciclo de la ESO, impartida por filósofos.

"La filosofía tiene que estar al servicio de la independencia y el crecimiento de las personas”(Luis María Cifuentes, presidente de la Sociedad Española de Profesores de Filosofía -Sepfi-)

5 - Se alejarán del efecto positivo de la duda. El escepticismo es una práctica recomendable en una sociedad en la que muchos quieren dar gato por liebre: políticos, economistas, comerciales, publicistas, seudocientífico… René Descartes, quien hizo de la duda un método de trabajo, lo practicó hasta las últimas consecuencias, dudó de todo, hasta de su propia existencia. Pero se dio cuenta de algo: “Pienso, luego existo”. Y a partir de ahí volvió a empezar.

6 - Sabrán manejar el iPhone, pero no entenderán su valor. Aunque vivimos una sociedad eminentemente científico-tecnológica y conocemos a fondo algunos de sus resultados, desde las últimas terapias médicas hasta la exploración espacial, pasando por las tabletas y los smartphones, no conocemos tanto sobre el origen y funcionamiento de la ciencia moderna. En el currículo de Historia de la Filosofía se da un repaso a la Revolución Científica en torno al siglo XVII. De cómo Galileo, Copérnico, Kepler o Newton explicaron y cambiaron el mundo.

7 - Serán peores ciudadanos. Entender la democracia implica conocer la modalidad ateniense hasta la actualidad, pasando por varios hitos del pensamiento político, como El Contrato Social de Rousseau o la división de los tres poderes de Montesquieu. “Para ser buenos ciudadanos es importante que los alumnos conozcan las bases filosóficas en las que se basó la Revolución Francesa, el origen de las democracias liberales”, dice Sanlés.

8 - Se portarán peor. Desde el punto de vista de la ética, claro. Un tema estudiado, entre otros, por Kant. En la asignatura de Historia de la Filosofía se dedica un buen espacio al imperativo categórico kantiano. Un modelo de conducta que no deriva de ninguna religión ni ideología. Algo así como “obra solo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal”. Es decir, haz aquello que deseases que todo el mundo hiciera puesto en tu lugar.

9 - Permanecerán impasibles ante la desigualdad. Dicen algunos que Marx está sobrepasado, pero la desigualdad ha crecido en los últimos años y el mundo sigue siendo un lugar injusto. “Muchos de sus análisis, aunque hechos en el siglo XIX, siguen estando completamente vigentes”, explica Cifuentes. “Hay que saber abordar la actualidad con los filósofos de cada época”.

10 - Sacarán peores notas en otras asignaturas, como Historia. El siglo XX ha estado marcado por la convivencia y lucha de varios ismos. “Los liberalismos, socialismos o economicismos que hemos visto en el siglo XX tienen todos orígenes filosóficos”, dice Sanlés. “Autores como Marx o John Stuart Mill son imprescindibles”.

11 - No podrán seducir a un chico o chica contándole una bella parábola. Las parábolas han servido siempre para explicar de forma sencilla la filosofía, y muchas han pasado al imaginario popular. Por ejemplo, el mito de la caverna de Platón, que nos muestra que vivimos en un mundo de apariencias alejado del mundo de las ideas, del que solo vemos una sombra, o la navaja de Ockham, que explica cómo no complicarnos la vida: entre dos explicaciones a un fenómeno, es conveniente elegir la más sencilla.

"Aparta, que me tapas el sol"

Muchas historias maravillosas relacionadas con la filosofía son las que perduran en la mente de los antiguos alumnos, incluso cuando ya han abandonado la práctica del buen pensar.

Tal vez la de más éxito sea la de la puntualidad de Kant. Era tan rígido en sus horarios que los habitantes de Königsberg, la hoy rusa Kaliningrado, ponían en hora sus relojes cuando lo veían pasar.

El arrebatado Nietzsche abrazó a un caballo el 3 de enero de 1889 en Turín después de ver cómo su cochero lo azotaba con el látigo, además de ser un caminante empedernido que necesitaba los paseos para pensar mejor, lo que nos muestra la vinculación entre la mente y el cuerpo.

Y cuando el poderoso Alejandro Magno se presentó ante Diógenes, este le dijo algo así como: “Aparta, que me tapas el sol”.
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PORTADA Y CONTRAPORTADA

EL MAESTRO QUE ESCUCHA

Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, Licenciado en Ciencias de la Educación y autor del blog de reflexión educativa El Blog de Salvaroj. Especialista en temas de innovación educativa, actualmente es formador y asesor pedagógico en el ámbito editorial.

“La evaluación del maestro como profesional de la enseñanza la hace uno mismo y la hacen sus alumnos, aunque no te des cuenta. Si no vienen a clase o no hacen los deberes, o si no les gustas, o no se comportan bien, te están poniendo nota.”

Estas palabras de Rosa Salavert, recogidas en el libro de Carles Capdevila Educar millor, me llevan a pensar que una de las destrezas más importantes para los docentes es saber escuchar.

Un maestro debe ser capaz de escuchar a sus alumnos, a sus compañeros de claustro, a la sociedad en su conjunto… y, lo que es más relevante aún, debe ser capaz de escucharse a sí mismo. Solo así podrá evaluar su actividad como enseñante, como educador, y podrá cumplir con su labor de manera eficaz.

Una de las destrezas más importantes para los docentes es saber escuchar

Pero esto que parece obvio, no es nada sencillo. Primero, porque la escuela tradicional no fue pensada, ni diseñada, ni organizada para que el docente tuviera la capacidad de escuchar; sino todo lo contrario, fue creada para que el maestro fuera escuchado. Y este es un lastre muy pesado que todavía arrastramos en nuestras escuelas.

Segundo, porque enseñar es un acto de generosidad y, en parte, un acto de fe. Enseñar, a veces, obliga a lanzarse de cabeza a una piscina sin saber si hay agua… lo presupones y te lanzas con una cierta vulnerabilidad. No hay nada peor para un docente que intentar enseñar a sus alumnos y que estos no aprendan; y que, además, parezca que no tengan interés alguno por hacerlo. Esto puede provocar que el maestro prefiera no escuchar a sus alumnos para no tener que enfrentarse a ellos en todo momento.

Tercero, porque un docente se enfrenta cada día a los sueños y esperanzas de sus alumnos. Desgraciadamente, suelen dejarse de lado, suelen ser despreciados, ya que no son útiles en la escuela del aprobado y el suspenso. Por este motivo, muchos docentes prefieren no escucharles.

A pesar de las dificultades, para la labor docente es más útil escuchar que hablar. Escuchar conduce a la empatía y posibilita el diálogo, permite la resolución de conflictos. Escucha significa saber “leer” la clase, la actitud de los alumnos: lo que se ve, lo que se supone, lo que tiene que interpretarse (gestos, miradas, actitudes…).

El maestro que escucha es un maestro que aprende; y eso es fundamental para convertirse en un maestro que enseña. Como nos dice Nuccio Ordine:

“A menudo se olvida que un buen profesor es ante todo un infatigable estudiante.” Un docente no puede dejar nunca de ser un aprendiz.

El maestro que escucha es capaz de repensar su actividad docente. De ver o imaginar nuevas perspectivas, de cambiar su mirada educativa. Por tanto, es capaz de crear, de innovar y de colaborar. En definitiva, es capaz de adaptarse a situaciones cambiantes; habilidad que es muy importante en el mundo líquido en el que vivimos.

Por todo ello, debemos dejar de hacer preguntas que llevan implícitas las respuestas. Los alumnos necesitan ser retados, provocados, incentivados, motivados…, por eso, las preguntas deben ser abiertas, deben llevar a otras preguntas, a la búsqueda activa y crítica de respuestas. ¡Deben permitir escuchar la verdadera voz de los alumnos! El conformismo, el inmovilismo, el miedo al cambio, la renuncia, la rendición son los mayores enemigos de los docentes que no escuchan.

El maestro que escucha es capaz de cambiar su mirada educativa

Hace un tiempo escribí un artículo en el afirmaba que “Los docentes deben explicar menos para que los alumnos aprendan más.” Los maestros deben hablar menos y escuchar más para que sus alumnos aprendan de manera más significativa, autónoma y comprensiva.

Los docentes deben hablar menos para que los alumnos aprendan más.
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Filosofía transpersonal y educación transracional

RAFAEL GUARDIOLA: «LOS FILÓSOFOS SOMOS UN GREMIO INCÓMODO EN CUALQUIER SISTEMA EDUCATIVO»

Este veterano profesor de instituto está desde 2013 al frente de la plataforma en defensa de su asignatura, la Filosofía, tan maltratada en la Lomce.

En su devocionario conviven sin fricciones Marx y Nietzsche con Schubert, Ravel o Prokofiev. Es lo que tiene ser el hijo único de dos maestros de música («estudié la carrera con mi madre dando clases de piano y mi padre de violín») y de haber descubierto, de la mano de sus profesores de la infancia y la adolescencia, el potencial de la filosofía para deducir teoremas y superar esas matemáticas que se le atragantaban. Quizá por eso, Rafael Guardiola (Madrid, 1962) defiende a capa y espada la Filosofía, asignatura arrinconada como materia no troncal a las esquinas del horario escolar por las últimas reformas educativas, especialmente la ‘Ley Wert’. Profesor del instituto Jacaranda de Churriana desde 1994, hace dos años se puso al frente de la Plataforma Malagueña en Defensa de la Filosofía.


Me da la sensación de que a los políticos les incomoda que los ciudadanos nos pongamos a pensar.

Yo creo que sí. De hecho, es el argumento de nuestra plataforma. El hecho de que una persona sea capaz de pensar de manera autónoma y creativa normalmente suscita sospechas.

Es la esencia de la Filosofía...

Pues sí, porque no hay verdades absolutas. Wittgenstein o Nietchze son pensadores que no se contentan de partida con lo que hay. Y la filosofía de la ciencia o la lógica matemática son propias para la sospecha.

¿Parece que se ha reactivado el debate sobre su asignatura?

Sí, porque ha entrado en la campaña electoral.

Pero siempre estuvo ahí, en la diana de las reformas.

Siempre, especialmente desde que el PP, a través de la Ley Wert, propuso que dejara de ser una materia troncal. Mire, desde la Red Española de Filosofía siempre hemos tenido claro que los filósofos somos un gremio incómodo en cualquier sistema educativo.

Permítame que sea yo el que haga uso ahora del pensamiento crítico. ¿La enseñanza tradicional de la Filosofía no ha tenido algo que ver en todo eso?

Totalmente de acuerdo. Parte del descrédito se ha debido a la didáctica, porque el alumno no ha llegado a pensar que aquello que se le estaba contando era una buena herramienta, por lo que muchas veces se asociaba filosofía a ‘rollo de letras’.

¿Demasiada ‘memorieta’?

Ese es el problema. Cuando a mis alumnos les hago determinado tipo de examen, me suelen replicar: «Eso no está en los apuntes». Lamentablemente, eso es lo habitual. Y eso es lo que hace que la enseñanza actual sea propia del siglo XIX.

Pues no será por herramientas modernas.

Sí, es verdad. Yo doy la clase con una pizarra digital detrás, pero el contenido es del siglo XIX. Por eso yo prefiero mi pizarra y les hago pensar a partir de una palabra, de una reflexión o de lo que sea.

Hacerles pensar. ¿Ese es el secreto?

Voy a parafrasear a Wittgenstein: la filosofía consiste en enseñar a la mosca a salir del mosquitero. Es decir, la Filosofía radica en darle al individuo herramientas para que aprendan a pensar de forma crítica.

Interesante, pero estará conmigo en que no es lo mismo Heideger o Wittgenstein, ya que usted lo cita, que JoséAntonio Marina, mucho más ‘digerible’.

Pues estoy de acuerdo con usted. Algunos de mis colegas piensan que no hablar de la Filosofía en sentido académico equivale a traicionar a la propia disciplina. Yo no lo creo. Es más, hace unos años pertenecí a un grupo de trabajo en el que elaboramos una propuesta bautizada como ‘Adiós a los textos’.

Explíqueme eso.

Pues mire, durante muchos años, las pruebas de acceso a la universidad en Filosofía se han hecho con textos de autores clásicos. Se produce una paradoja similar a la que ocurriría si a los alumnos de Física, en vez de con problemas, lo examináramos de Selectividad con textos de Newton.

No le entiendo.

¿Usted ha leído a Newton?

La verdad es que no.

Pues yo sí, y le aseguro que no es nada fácil. Por eso se les pone problemas y de ponerles textos, probablemente recurrirían a textos más divulgativos, no clásicos.

La verdad es que pienso en un examen de selectividad con Kant y, uf, es duro.

Pues por eso propusimos textos alternativos. Mire, la ‘Crítica de la Razón Pura’ de Kant es el resultado de sus reflexiones en la vejez. ¿Tiene sentido que a alumnos de Bachillerato se le pongan fragmentos de una obra tan compleja?

¿Y ustedes qué propusieron?

En aquel tiempo ‘El Mundo de Sofía’, de Jostein Gaarder, que es un texto riguroso pero en un tono novelesco. Y da explicaciones sencillas que se pueden encontrar en un manual.

Hablando de Kant, el episodio de Rivera e Iglesias en la campaña del 20-D le habrá provocado urticaria.

(Risas). Lo que quedó de manifiesto es que lo conocían y saben que es importante en la historia de la cultura y del pensamiento, pero no habían leído nada.

Lo cual no es poco.

El hecho de leer a un autor supone un enriquecimiento, porque la lectura de los manuales de Filosofía es acrítica.

Lo que toda la vida ha sido tener conocimiento de causa.

Efectivamente; saber por qué están diciendo algo.
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El mito de la caverna

¿DEBEN LOS COLEGIOS EDUCAR O SOLO ENSEÑAR?

Un artículo de David Perelló Marugán, Psicopedagogo en Orientación y Asesoramiento y Maestro especialista en Educación Primaria. Técnico de Formación. Formador de procesos de enseñanza-aprendizaje E-learning.

EDUCAR VS ENSEÑAR (o la lista de los Reyes Godos)

Cada vez se me hacen más largas las esperas hasta la llegada del metro. En una de estas interminables estancias en el andén escuché: “Algo pasa en las escuelas, no son lo que eran. Mi hijo no sabe ni la lista de los reyes godos”. El comentario proveniente de la señora de al lado, a otra mujer, me hizo reflexionar sobre los nuevos modelos pedagógicos. El aprendizaje memorístico de los treinta y tres reyes visigodos ordenados cronológicamente, se ha utilizado como ejemplo de la pedagogía más tradicional, basada en contenidos. Hoy en día la pedagogía tiende hacía otros caminos más acordes con las competencias. Aunque parezca contradictorio con los actuales modelos pedagógicos la opinión de la señora es cada vez más frecuente. Esta reflexión se hace eco de las dificultades que afronta el Sistema Educativo Español. El dilema está planteado: ¿Las escuelas deben enseñar o educar?, y listo para el debate.

EDUCAR FRENTE A ENSEÑAR ¿CUÁL ES EL PAPEL DE LOS COLEGIOS?

La utilización indiscriminada de estas palabras hace difícil distinguir su sentido pleno.

Educar

Procede del latín “educare”. Significa conducir, dirigir, encaminar, guiar, orientar, etc. Emparentado con “ducere”, conducir y “educere”, extraer fuera. Consiste en desarrollar las habilidades y capacidades del alumno, atendiendo a todos sus aspectos (físicos, intelectuales, sociales y éticos). La educación parte de una metodología basada en los ejercicios prácticos, la experimentación o la reflexión. El alumno es el protagonista de su aprendizaje y el maestro un guía que perfecciona las herramientas encaminadas para que pueda a ejercer una correcta ciudadanía activa.

Enseñar

Procede del latín “insignare”, señalar. Significa instruir, doctrinar, amaestrar con reglas o preceptos, mostrar o exponer algo para que sea visto y apreciado.

El papel de los colegios: Enseñar

La escuela puede instruir a sus alumnos pero no puede educarlos, porque no tiene medios ni es su finalidad. (José Saramago)

Varios especialistas están de acuerdo con la idea de Saramago. Según los expertos, los nuevos sistemas pretenden hacer demasiadas cosas, aún cuando no son capaces, abocándose al final a no hacer ninguna, ni siquiera la fundamental, la enseñanza. Estas opiniones se asientan en un sistema criticado por el exceso de burocracia, las clases lectivas de cuarenta y cinco minutos, la masificación de las aulas, la escasez de apoyos para atender la diversidad, la implantación inadecuada del bilingüismo o las evaluaciones centradas en contenidos. Esto hace, para ciertos miembros de la comunidad educativa, que el objetivo planteado, educar, se convierta en una quimera para la mayoría de escuelas y maestros. La educación solicita tiempo, esfuerzo, dedicación y recursos; y cuando estos escasean, como reconoce J. Luetich (2002), “la educación se convierte en instrucción”.

El papel de los colegios: Educar

El premio Nobel José Saramago dijo en un ciclo de conferencias: “Yo fui educado por unos padres que eran analfabetos”.

Sin duda la familia es uno de los ejes o pilares fundamentales en la educación de los hijos, al ser el primer agente socializador del alumno, y aquel que le acompañará en casi todas las vicisitudes a lo largo de su vida. Diferentes autores afirman, sin negar el papel relevante de la familia, que es primordial que la escuela adquiera una responsabilidad mayor en la educación de los alumnos. Se basan en las limitaciones de las familias al ser estructuras muy particulares en las que es difícil mostrar la globalidad existente. Estas limitaciones se contraponen con una sociedad cambiante que tiende a la universalidad y a la asociación. Es la escuela donde el sistema es capaz de proveer experiencias que favorezcan el conjunto de las facultades necesarias para vivir de forma activa en sociedad.

EDUCAR VS ENSEÑAR: CONCLUSIÓN

No puede existir educación sin instrucción, y la escuela debe afrontar las demandas actuales que requiere la sociedad, contando con el apoyo y el esfuerzo de las familias. Pero para ello ha de ser coherente con sus propias limitaciones, conociéndolas y buscando mecanismos que le permita hacerlas frente. Debe marcarse una dirección, centrada en la formación e instrucción del alumno, y ser constante, sin ir dar saltos abruptos cada cuatro u ocho años.

Otra cosa son los tiempos de espera entre metro y metro.
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Conciencia de más allá de este tiempo

«NO SÉ LO QUE ES DECIRLE A UN NIÑO 'ABRE EL LIBRO POR LA PÁGINA 62'»

Basilio Granados, director del colegio Luisa de Marillac (Granada). Con vocación de arquitecto, la vida le llevó a la enseñanza y a su pasión por trabajar en colegios de zonas con riesgo de exclusión.

Basilio Granados (Melilla, 1961) repite una y otra vez que su verdadera vocación es la arquitectura y que llegó a la educación casi de rebote, pero la realidad es muy tozuda y su historial deja poco lugar a la duda: es un maestro de los pies a la cabeza, uno de esos profesionales a los que se adjetiva como 'de raza' para subrayar el estrecho vínculo entre la persona y el oficio.

Basilio es el director del colegio Luisa de Marillac, un centro educativo enclavado en la calle Molino Nuevo, una zona con elevado riesgo de exclusión social -por no emplear términos menos políticamente correctos- donde el colegio representa para el barrio mucho más que el lugar donde los niños pasan sin más cada mañana.

El Luisa de Marillac enseña a leer a sus alumnos, pelea porque tengan una alimentación sana y procura la integración de las familias, muchas veces desestructuradas. En otras palabras, su labor va mucho más allá de la que nominalmente se espera de un colegio. Y al frente, Basilio, un hombre afable, de modales exquisitos, sonrisa permanente y frase apasionada.

«Por entonces no se podía estudiar Arquitectura en Granada y mi familia no tenía medios para mandarme a Sevilla, así que me matriculé en Aparejadores. Duré un año. No me gustó, así que empecé a estudiar Magisterio porque lo veía fácil y me pillaba cerca, aunque tampoco me aportó nada. Fue como un COU largo», explica Basilio, que recibe al periodista en su despacho, una habitación austera pero acogedora situada a la entrada del colegio.

Basilio descubrió que más allá de los métodos de enseñanza tradicionales existía otra manera de educar, «moderna y abierta». «Había un camino científico que quería explorar y me di cuenta de que, más allá de la vocación, había que formarse mucho y avanzar en ese camino», añade.

Probó dos veces con las oposiciones pero no las aprobó. Lo llamaron para una sustitución en un colegio concertado de la Chana y por ahí metió la cabeza al mundo de la enseñanza. Su siguiente destino lo marcó. Pasó un año en un colegio de Motril, en el barrio de San Antonio, uno de los más deprimidos de la capital costera. Allí conoció nuevas realidades -«en Ceuta, donde me crié, no había gitanos»- y se consolidó su pasión por la educación como un concepto global que va mucho más allá de los manuales. «No sé lo que es decirle a un niño 'abre el libro por la página 62'», advierte.

La experiencia de Motril resultó, a la postre, determinante. «Me marcó y me gustó mucho trabajar con una población difícil con la que había mucho que hacer», detalla. Y no olvida aquel primer día de clase en Motril. «Había unos 15 niños de entre 7 y 10 años. No estaba nervioso porque me sentía preparado y confiaba en mi forma de ver la vida. Apartamos las sillas, formamos un círculo y hablamos, nos contamos cosas unos a otros, como en una asamblea», rememora Basilio, que mantiene esa costumbre de dedicar los primeros minutos de cada día en el aula a charlar de un modo distendido con sus alumnos. «Creo que los impresionados fueron ellos», añade.

«Hay días muy difíciles»

El director del Luisa de Marillac asume que en su colegio hay días «muy difíciles», en los que los problemas del entorno «entran en las clases». A veces, los niños «saben más que tú», admite, y en más de una ocasión «se me iban de las manos», algo que el oficio y la experiencia hacen que ocurra cada vez menos.

Basilio nunca se ha arrepentido de trabajar en un colegio así y ya lleva 27 años en este centro. «Te aporta mucho, te forja, forma parte de ti, se genera una simbiosis con los niños, sus familias y el entorno que te cuesta mucho pensar en ir a otro colegio», reflexiona, un punto de vista que seguramente comparten los trece docentes que comparten las tareas formativas con el director. El director del Luisa de Marillac toca el bajo y canta en un grupo, además de matar el gusanillo de la arquitectura dibujando planos a escala. Insiste en que no tiene vocación de maestros, pero como cantaba Rubén Blades: «Si naciste pa martillo, del cielo te caen los clavos».

Aquel rumano que aprendió a leer

Cuando Basilio ha de citar un chaval de su colegio del que se siente orgulloso, no relata el típico caso de alumno que llega a la Universidad. Su ejemplo es más sencillo: «Un niño rumano, que llegó con 10 años y aprendió a leer en año y medio sin cartilla ni manuales. Hoy está en 2º de ESO, aunque apenas puede ir a clase porque ayuda a su padre con la chatarra».
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