"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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SABIDURÍA

INFORMACIÓN, CONOCIMIENTO, SABIDURÍA

Entrevista relacionada con este artículo

1 - La cuestión epistemológica

¿Qué hay en común entre la información, el conocimiento y la sabiduría? Del mismo modo, pero en sentido opuesto, ¿qué diferencias hay entre la información, el conocimiento y la sabiduría? La repuesta a estas preguntas marcan un diferencial de aprehensión cognitiva de cada uno de nosotros en función de nuestro propio sistema de creencias cultural, social y familiar, todo lo cual va a conformar la manifestación de lo que pensamos, decimos y hacemos.

De un modo análogo, el agua puede tener diferentes formas de manifestación (sólida en forma de hielo, líquida y gaseosa al evaporarse); del mismo modo, la aprehensión cognitiva (nuestra manera de entender el mundo y la vida) también se difumina a través de la información, el conocimiento y la sabiduría. Siguiendo la analogía del agua, la aprehensión cognitiva de la “realidad” por conocer, se manifiesta en diferentes grados: la percepción sensitiva (dura y “evidente” como el hielo), el discurso racional (maleable como el agua) y la especulación metafísica (tan volátil como el agua evaporada). En función de ello y, como está demostrado mediante la física cuántica, cada persona tiene su propia percepción de la “realidad” por conocer, cada persona tiene su propia perspectiva de la vida, cada persona tiene su propio sistema de creencias.

Así planteada la cuestión epistemológica (teoría del conocimiento), podríamos aseverar que, entre la información, el conocimiento y la sabiduría, existen diferentes grados de “verdad” aprehendida por la conciencia individual de cada uno de “nosotros”; y que, cuando esas “verdades” son asimiladas como conciencia colectiva, se constituyen en una teoría de la cultura a través de la historia de la humanidad. Por tanto, el núcleo duro de la ciencia aún por resolver, estriba en argumentar y justificar una ciencia de la conciencia que dé respuestas a nuestra manera de percibir el mundo sensitivamente, de interpretar ese mundo racionalmente y de dar satisfacción a nuestras inquietudes metafísicas o espirituales, todo ello de manera individual pero también colectivamente. En términos científicos, se trataría de delimitar certeramente los criterios de demarcación entre la ciencia y la religión.

Consecuentemente, la cuestión epistemológica en nada está resuelta a la vista del actual caos existente en la humanidad mediante una falsa pandemia en la que, parece ser, nadie comprende lo que está pasando en el mundo. Y, si en una cosa deberíamos estar de acuerdo la comunidad filosófica, científica y educativa, es que la ciencia por antonomasia es la ciencia de la conciencia, y que hay que contemplar diferentes mapas evolutivos de la conciencia para dar respuestas a nuestras más profundas inquietudes acerca de lo que sea el sentido de la vida.

2 - Dualismo epistemológico

Teniendo en cuenta que vivimos en mundo de dualidades, también existe un dualismo epistemológico que, ya Platón, nos anticipó: el mundo inteligible de las ideas (eterno y necesario) y el mundo sensible de la materia (temporal y corruptible), quedando el alma encerrada en un cuerpo. Esta concepción que admite que el hombre está compuesto de dos elementos radicalmente distintos (alma y cuerpo) conduce a un dualismo antropológico tradicional claramente definido en la filosofía de Platón y, posteriormente, en la tradición aristotélica-tomista, así como en casi todas las filosofías hasta el empirismo.

El dualismo antropológico de Platón, el cual afirma la existencia del cuerpo y el alma, se asienta sobre un dualismo ontológico al afirmar que hay dos mundos: un mundo que vemos, pero no comprendemos, y otro mundo que no vemos pero que podemos captar con la inteligencia. Si el dualismo ontológico significa que hay dos mundos, el dualismo epistemológico significa que hay dos formas de conocimiento, dependiendo si dirigimos la inteligencia hacia el mundo de abajo o el de arriba. En el mundo de abajo, los sentidos nos proporcionan sensaciones particulares a modo de información a partir de las cuales formamos opiniones, aunque todo ello sea una fábrica de ilusiones. A este conocimiento basado en los sentidos, Platón lo llama Doxa (opinión). Pero si queremos un conocimiento de verdad y no una simple opinión, debemos enfocar nuestra inteligencia hacia el mundo de arriba en el que están las Ideas, los modelos eternos de las cosas. Esta forma de conocimiento basada en la razón y no en los sentidos, en entender y no en ver, la llama Platón “episteme” o ciencia como opinión verdadera.

Tenemos así, pues, de la mano de Platón, una división epistemológica:

- La opinión de cada persona que es sustentada en los sentidos, los cuales nos proporcionan información acerca de lo que creemos que sea la “realidad”. Cuando dicha información procedente de los sentidos es tomada como una verdadera “realidad”, sin darnos cuenta, caemos en la separación y la ilusión, hasta el punto que nuestra conciencia es fragmentada, pues estamos sometidos a la esclavitud de las sombras tal lo describiera el propio Platón en su Mito de la Caverna. Ello, traducido en términos de la psicología transpersonal, equivale a decir que nuestra personalidad se sustenta en un “ego” (yo) separado de los demás y disociado de todos “nosotros”. Y, en esa fragmentación de la conciencia individual y su disociación de la conciencia colectiva, radica el principal fracaso epistemológico de toda la filosofía occidental. Ahora bien, ¿Quién maneja esas sombras para mantener a la conciencia individual y colectiva en la obscuridad? Desde un punto de vista de la antropología filosófica y el condicionamiento social a través de una historia manipulada, es evidente que existe una conspiración contra la humanidad por un enemigo invisible que realiza ingeniería social y mental mediante la manipulación económica, social y política. Esa ignorancia inducida psicológica y socialmente también es adoctrinada mediante la educación como un instrumento de poder. Nos vemos así envueltos en una sociedad de la ignorancia con importantes repercusiones epistemológicas, pues, la pregunta pertinente sería: ¿Cómo sabemos que lo que sabemos es cierto? Ruego a aquellos interesados en la profundización de esas cuestiones visualizar mi ponencia en la Universidad de ITECCE (México).

-Por otro lado, tenemos el Mundo de las Ideas que, como ya argumenté, está en la cuarta dimensión (4D), una cuestión metafísica por descubrir mediante la meditación. En efecto, a través de la meditación se puede acceder al conocimiento de sí mismo: el “conócete a ti mismo” grabado en piedra en el Oráculo de Delfos griego; porque ahí radica el secreto de la sabiduría y la felicidad gracias al conocimiento propio, o tal vez, a reconocer todo lo que no somos: ese es el proyecto filosófico y pedagógico que defiendo a través de mis publicaciones mediante la Filosofía Transpersonal y la Educación Transracional. En suma, la trascendencia metafísica mediante la meditación es el inicio de un camino ascendente hacia la sabiduría. Además, la sanación transcendental de la humanidad es posible mediante la meditación. Es más, la meditación aplicada debidamente en los centros escolares, evidencia que es la puerta de acceso a la realidad superior. Dicho de otro modo, algo considerado espiritual, nos transforma físicamente y puede mejorar nuestro bienestar y nuestra salud. Dicho proceso cognitivo de aprehender la realidad desde el “sí mismo” vislumbra una psicología compleja con explicitaciones epistemológicas como el “despertar de conciencia”, “inteligencia espiritual”, todo lo cual nos lleva a considerar a la evolución del amor como la única fuerza que puede vencer a la competencia autodestructiva mediante el compromiso de equipo y la creatividad participativa.

El dualismo epistemológico así planteado es de una aparente y extrema dificultad, pues conlleva cambios de paradigmas imperceptibles para la mayoría de mis coetáneos: en filosofía, en educación, en psicología, en ciencia, en sociología y en espiritualidad. La resolución dialéctica de esos seis cambios de paradigmas está argumentada en uno de mis artículos científico: El mándala epistemológico y los nuevos paradigmas de la humanidad.

3 - Cambios de paradigmas

Dicho dualismo epistemológico, desde una perspectiva de la historia de la filosofía, ha sido magnífica y eruditamente solucionado por mi mentor intelectual Ken Wilber mediante su teoría de los “cuatro cuadrantes”: señala certeramente el camino ascendente y el camino descendente, así como la correspondiente gran inversión histórica desde lo inconmensurable a lo conmensurable. No en vano, es considerado como el “Einstein de la conciencia”, y su mapa evolutivo de la conciencia hacia lo no-dualidad debería ser un referente a estudiar en cualquier universidad, aunque es un pensamiento divergente aún por explorar por científicos, filósofos, profesores y educadores.

Vemos, pues, de la mano de Platón y de Wilber, que el materialismo científico debe ser trascendido por la espiritualidad como asignatura pendiente para la humanidad, una cuestión contemplada por Marely Figueroa en su Tesis de Maestría con un enfoque de la “visión transpersonal” aplicada a la educación. No en vano, es la pionera en haber impartido una asignatura de Filosofía Transpersonal en el grado universitario de educación (México).

A nivel psicológico, cabe recordar la Tesis Doctoral de Noemí Siverio, quien considera la psicología compleja del ser humano como punto de partida para una psicología transracional que aborde y contemple científicamente las cuestiones metafísicas. Me consta que se están realizando otras Tesis Doctorales bajo tales presupuestos, pero aún no puedo hacerlas públicas hasta que sean “oficialmente” aprobadas por el sistema educativo, recordemos, como instrumento de poder. La ironía de la vida es que, para cambiar un sistema de pensamiento dominante que esclaviza a la humanidad, sea preciso someter las ideas “anti-sistema” a la aprobación de sus señorías académicas que ni saben interpretar genuinamente a Platón, ni conocen al “Einstein de la conciencia”. De un modo análogo, es así como las ideas de los “negacionistas” son azuzadas por unos “covidianos” , los cuales comulgan con ruedas de molino todas las falsas creencias que la Matrix les ha inculcado a través del subconsciente.

La degeneración de la humanidad a la que estamos llegando conlleva una posibilidad de autodestrucción mediante una falsa pandemia y cuyo objetivo es una fusión del cuerpo biológico con una Inteligencia Artificial, lo que se conoce más popularmente como transhumanismo. Ello está deviniendo en un caos social, y es preciso poner orden en nuestras ideas, cada cual las suyas. ¿Pero cómo vamos a poner orden en las ideas colectivas? Afortunadamente, el movimiento transpersonal, con los ejemplos antes citados de Marely Figueroa y Noemí Siverio, nos invita a contemplar una alternativa espiritual para superar esta Gran tribulación de la humanidad, y ello será posible mediante un despertar colectivo masivo en los términos epistemológicos y metafísicos hasta aquí argumentados.

4 - El camino ascendente hacia la sabiduría

Pienso que el dualismo epistemológico entre la información procedente de los sentidos (3D) y el conocimiento racional acerca del Mundo de las Ideas (4D), ha quedado suficientemente argumentado como criterio de demarcación científica desde la antropología filosófica. De dicha investigación, se desprende que el camino ascendente hacia la sabiduría se convierte en un trabajo espiritual de carácter personal, intransferible e ineludible para poder transcender la Matrix (3D, material, corporal, sensitiva, ilusoria), hacia el Mundo de las Ideas (4D, mental, atemporal, inconsciente colectivo), y desde esa 4D dar el salto cuántico hacia la 5D donde el amor es la ley suprema. La dimensión espiritual del amor es una frecuencia de sabiduría interna en la que se experimenta la conciencia grupal como un solo Ser, es una frecuencia energética y no física en la que se percibe el tiempo como un continuo donde solo existe el eterno ahora. En la 5D es donde se viven los sueños dotándolos de realidad espacio/temporal, donde se experimenta los sueños lúcidos y la magia blanca. Como es una dimensión de Luz, se perciben las formas lumínicas y muchas veces geométricas. La 5D es también conocida como la conciencia de Cristo y de Buda.

Según lo anteriormente argumentado, la sabiduría como ciencia para la sanación espiritual, se convierte en un Ideal de sabiduría que requiere una filosofía de la mente para la transformación interior mediante el empoderamiento, el despertar espiritual, la trascendencia del ego y la conciencia de unidad. Así, dicha ascensión espiritual desde la 3D a la 5D, presupone la trascendencia de los velos de la percepción que impiden nuestra evolución espiritual. La trascendencia espiritual individual de cada uno de nosotros es lo que va a permitir, de un modo colectivo, el nacimiento de una nueva conciencia, lo que algunos llaman Era de Acuario, o segunda venida de Cristo, o Flash solar, o Era Dorada…

En cualquier caso, es indudable que la humanidad se halla al borde de la racionalidad, pues existe un fracaso epistemológico de la filosofía occidental: se vislumbra una transracionalidad gracias a “evolucionarios” donde, el término “evolución”, debe ser interpretado como un metaconcepto que trasciende categorías intelectuales e integra disciplinas separadas: no solo la evolución científica, sino también la evolución de la tecnología, la evolución de la cooperación, la evolución de la consciencia, la evolución de las visiones del mundo, la evolución de la información, la evolución de los valores, la evolución de la espiritualidad y la evolución de la religión.

Alcanzar de un modo colectivo la sabiduría de las visiones anteriormente argüidas, requiere previamente el trabajo individual de cada uno de nosotros, en el mismo sentido que nos anticipó el inconmensurable Sócrates: “Aquel que quiera cambiar el mundo, deberá comenzar por cambiarse a sí mismo”. Ese es el tan aludido camino ascendente hacia la sabiduría donde se adquiere la conciencia que, el saber sin amor, es puro egoísmo y la causa de tanto sufrimiento en este mundo.

Feliz sabiduría 2022
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PENSAMIENTO

NUEVAS REGLAS DEL PENSAMIENTO

Este artículo es una reproducción del capítulo 4-5 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

La resolución de los conflictos que plantea el sistema capitalista pasa por la creciente conciencia colectiva que debería alcanzar la suficiente masa crítica hasta la consolidación del paradigma conocido como altermundismo (otro mundo es posible), en contraposición al neoliberalismo como última metamorfosis del capitalismo. Y ello puede ser posible, precisamente, tomando consciencia de la tesis siguiente: el egoísmo subyacente a la lucha de clases debería ser superado paradigmáticamente por la compasión propugnada por la filosofía transpersonal. En suma, se trata de un cambio de paradigma en la psicología humana -una evolución holística desde la conciencia personal a la conciencia transpersonal- que, a su vez, requiere también de una renovada pedagogía histórica, filosófica y educativa, como pretende epistemológicamente La educación cuántica.

En mi constructo filosófico, la lucha de clases propugnadas por el pensamiento marxista ha devenido en la actualidad en la lucha de contrarios entre el neoliberalismo y el altermundismo, dos paradigmas holísticamente superiores a las tradicionales divergencias entre derechas e izquierdas, respectivamente. En mi obra Capitalismo y conciencia, he realizado una contextualización social, psicológica e histórica de todo ello a modo de reinterpretación de la historia del pensamiento en su actual estado evolutivo, en suma, intentar dar respuestas a las preguntas: ¿Qué significa humanidad? ¿Qué es ser humano? ¿Hacia dónde va esta civilización? Como no podía ser de otra manera, son las mismas preguntas que desde hace décadas intentan responder los pensadores “transpersonales” que postulan la trascendencia de la conciencia, en contraposición al materialismo científico.

La historia, hasta ahora, ha sido escrita desde la miopía del materialismo científico, pero, el genial Ken Wilber mediante los postulados de la filosofía transpersonal, ha sacado del mundo de las sombras a muchos esclavos, entre ellos yo mismo. La filosofía cuántica propugna un nuevo paradigma de conocimiento que interrelaciona a la conciencia con el campo cuántico, de ahí la amplia literatura sobre tal asunto. Sin embargo, las reglas por las cuales se rigen los pensamientos en ese nuevo horizonte cognitivo, son todavía desconocidas para la gran mayoría de neófitos en materia esotérica. Paradojas de la vida, es la propia física cuántica quien nos indica el camino a seguir: buscar la trascendencia pensativa y espiritual, un camino ya iniciado por el movimiento “transpersonal” , creo que mal interpretado como “misticismo cuántico” o “new age” como combato con ahínco, y me reprochan algunos (1) .

El “misticismo cuántico” debe ser reinterpretado como filosofía transpersonal pues sienta las bases epistemológicas de un nuevo paradigma de conocimiento al trascender la racionalidad pragmática del pensamiento occidental hacia la espiritualidad de la filosofía oriental, todo ello bajo los presupuestos de la filosofía perenne. La humanidad se halla ante nuevas reglas del pensamiento, desconocidas por los científicos materialistas, pero accesibles para los estudiosos del conocimiento esotérico mediante la filosofía perenne. Nos hallamos ante un momento crucial de la historia: el materialismo científico, mediante el agotamiento de su discurso en la física cuántica, está haciendo un paseíllo triunfal a la filosofía y psicología transpersonales, todo un giro copernicano en la comprensión de nuestro mundo, y que requiere de una renovada pedagogía histórica, filosófica, psicológica y cognitiva, tal como pretende La educación cuántica. La filosofía transpersonal se presenta como un fundamento epistemológico y permite aseverar que la humanidad se halla ante un nuevo paradigma de conocimiento, lo cual invita a investigar las reglas que rigen a la conciencia en su interrelación con el campo cuántico.

Consecuentemente, la humanidad se halla ante un cambio de paradigma en el modo de pensar donde, la razón surgida de la racional-modernidad, debe reconciliarse con el espíritu, del mismo modo que la filosofía tradicional con la filosofía perenne, y el hombre moderno con el sabio que lleva en su interior. Tantos cambios en las reglas del pensamiento suponen un desafío para una reconstrucción epistemológica. Vuelvo a repetir, ¿qué culpa tenemos los pensadores transpersonales si es la propia ciencia quien, mediante la mecánica cuántica, permite vislumbrar un nuevo paradigma de conocimiento que contemple la interrelación entre la conciencia y espiritualidad? Por tal motivo, es imperativa una reconstrucción epistemológica.


NOTA (1): Me refiero con ello a unos agrios debates mantenidos con escépticos materialistas mediante un intercambio de artículos en el diario digital La Columnata (ya desaparecido). Uno de dichos escépticos es Fernando Frías, socio fundador del Círculo Escéptico. En honor a la verdad, dicha contienda intelectual ha sido el revulsivo para la investigación científico-filosófica que, a la postre, ha culminado con La educación cuántica. Por tanto, más que sentirme contrariado por el debate de ideas mantenido con los escépticos, debo ser justo e imparcial al reconocer que ha sido de valiosa ayuda al poner a prueba mi afán de superación intelectual en busca de la verdad como pretendo en este ensayo, mi verdad, claro está, creo que no compartida por los escépticos defensores del materialismo científico.
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LIBERTAD

LIBERTAD Y SABER

Este artículo es una reproducción del capítulo 4-3 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Y una verdad indiscutible, al menos para mí, es que la libertad y el saber son dos caras de la misma moneda. Sin embargo, el conocimiento es objeto de control por el “gran hermano”, es decir, manipulado por los poderes fácticos mediante la inoculación del virus de la desinformación a los incautos ciudadanos. El aforismo aristotélico “El saber es poder”, nunca como ahora está siendo más evidente en la oligarquía burguesa y financiera que ha dominado el pensamiento occidental y, convirtiéndose así, en Los amos del mundo. Cada vez son más las personas que tienen consciencia de que el conocimiento es la piedra angular para dejar de ser esclavo de un perverso sistema explotador del ser humano, incluso, surgen denuncias en forma de arrepentimiento, como la de John Perkins quien acredita haber sido un gánster económico al servicio del imperialismo estadounidense. Asimismo, la libertad es un derecho de todo hombre, quien debe estar presto a defenderse a sí mismo y preservar a los suyos contra el empuje cada vez más poderoso de los movimientos sociales exterminadores de la libertad.

El imperialismo económico ha impuesto la ley del dinero por encima de los valores humanos, allende de la libertad de los pueblos a decidir su futuro, más allá de los límites de la biosfera, socavando el derecho universal al conocimiento y secuestrando la natural libertad de los individuos. A las personas y a los pueblos le han sido arrebatados tales derechos mediante unas pretendidas libertades civiles reguladas por leyes que, también, están siendo controladas por los poderes fácticos: una cárcel en toda regla, un secuestro de la conciencia colectiva mediante el eufemístico pensamiento único neoliberal. ¿Cómo se ha llegado a dicha situación?

En el último siglo ha habido más cambios sociales, científicos y tecnológicos como nunca en dos mil años atrás. No es mucho exagerar si digo que la mayoría de nosotros tenemos la sensación de vivir en un mundo tan acelerado (1) , que no nos detenemos a pensar ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, o ¿cuál es el sentido de la vida? Es tal la degeneración pensativa ocurrida durante la postmodernidad, que se ha perdido la conciencia de clase. No son pocas las personas que niegan que haya lucha de clases. Sin embargo, la realidad se obstina en mostrar que estamos inmersos en una, de incalculables consecuencias, precisamente porque una de las clases, la de abajo, parece haber renunciado a la lucha, quizá porque se ha perdido la conciencia de pertenencia a esas clases en un intento de formar parte de las “clases medias”. Sin embargo, Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del planeta, vuelve a poner sobre el tapete la cruda realidad al declarar: “La lucha de clases sigue existiendo, pero la mía va ganando” (2) .


NOTAS:

(1): A mediados de la década de los años cincuenta, el Dr. Schumann quien prestaba servicios en la UTN de Múnich, Alemania, descubrió un efecto de resonancia en el sistema Tierra-Aire-Ionosfera, que mostraba la particularidad de polarizarse e imponer posibles direcciones perpendiculares de vibraciones. En Física, a este efecto se le denomina “Onda transversal-magnética” y el descubrimiento del Dr. Schumann es hoy conocido con el término de “Resonancia Schumann”.

Por miles de años la Tierra ha tenido esta frecuencia de pulsaciones y la vida se ha desarrollado en un relativo equilibrio ecológico. Sin embargo, en 2008, el autor estadounidense de literatura new age Gregg Braden afirmó que desde 1980 las resonancias Schumann habían aumentado desde 7,8 Hz a 12,0 Hz. Sobre la base de dicha elevación de la frecuencia, defiende que el día que vivimos como de 24 horas, en realidad, tiene 16 horas y por eso los tiempos de hoy se ven tan acelerados.

Este tema es objeto de controversia entre los defensores de postulados esotéricos y la ciencia ortodoxa. En este ensayo ni se aprueba ni se desaprueba tal teoría, pero ahí queda la “Resonancia Schumann” como un punto más de fricción entre los materialistas científicos y los defensores de las ciencias alternativas. Que cada cual saque sus propias conclusiones.

(2): Declaración efectuada en The New York Times, el 14 de agosto del 2011
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conciencia

EL NACIMIENTO DE UNA NUEVA CONCIENCIA

Este articulo es una reproducción del capítulo 7-2 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Dicha aprehensión cognitiva y espiritual es susceptible de ser enseñada mediante La educación cuántica, la cual debe ser encuadrada en un sistema de pensamiento que beba de una fuente de sabiduría como la filosofía perenne. La filosofía perenne es un modo de conocimiento también conocido como esotérico, ahora sacado a flote y reformulado epistemológicamente como filosofía transpersonal al trascender la filosofía académica tradicional (racionalista) hacia el misticismo contemplativo (espíritu). La magia de la filosofía perenne es que alude siempre a los principios superiores del amor, la solidaridad, la empatía, el bien, el saber, la libertad, la justicia y la paz, en contraposición a lo que nos ofrece este decadente sistema capitalista. Es decir, es el correcto pensamiento a decir de Garnier, quien puede construir un futuro mejor para todos, y no solo de un modo egoísta e individualista como propugna el economicismo neoliberal. Así, La educación cuántica avalada por la filosofía transpersonal, debería ser una garantía pedagógica con poder para afirmar que estamos ante un segundo renacimiento humanístico: la evolución holística de la noosfera hacia una renovada conciencia colectiva, como postula el arqueólogo, antropólogo y paleontólogo Eudald Carbonell (2007) en su obra El nacimiento de una nueva conciencia.

En dicha obra, Carbonell nos da una visión revolucionaria sobre la condición humana en la que la selección técnica se ha ido imponiendo como mecanismo de evolución del comportamiento humano. Es necesario un pensamiento social crítico que nos conducirá hacia una nueva especie más humana: “De la nueva especie lo más importante será la socialización del conocimiento que hará posible una vida mejor para todos; en segundo lugar, la solidaridad, como valor de cara a conseguir una fuerte conciencia crítica de especie”. Como se puede apreciar, saber y amor, son dos sabios consejos de Carbonell, como si fueran los providenciales bálsamos que pudieran sanar al ego fragmentado y disociado de la humanidad. La nueva conciencia propugnada por Carbonell, de llevarse a la praxis, constituiría todo un segundo renacimiento humanístico. En el primer renacimiento surgió la conciencia individual histórica a partir del cogito cartesiano. En el segundo renacimiento es el espíritu colectivo quien abre las posibilidades hacia un nuevo mundo. El viejo mundo sustentado en el ego está agonizando, y el nuevo mundo del espíritu colectivo está todavía en pañales. Para que sea efectiva la trascendencia del primero al segundo, es imperativa una renovada pedagogía filosófica.
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sociedad ignorancia

LA SOCIEDAD DE LA IGNORANCIA Y LAS REPERCUSIONES EPISTEMOLÓGICAS

1 - La sociedad de la ignorancia

El texto siguiente es una reproducción de la nota número 19 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.)

En este ensayo, el lector podrá apreciar que, en reiteradas ocasiones, aludiré a La sociedad de la ignorancia. No debe interpretarse dicha alusión en un sentido peyorativo hacia mis coetáneos, o como una postura de soberbia de quien escribe esto, sino más bien, como un pensamiento crítico, tomando prestada la expresión de los autores intelectuales (Mayos, Brey, Campàs, Innerarity, Ruiz y Subirats) de la obra con el mismo título: La sociedad de la ignorancia.

En el prólogo de dicha obra, se justifica ya plenamente el por qué dicho título: por paradójico que resulte, la potente y exitosa sociedad del conocimiento que están construyendo las avanzadas sociedades postindustriales conlleva un riesgo creciente de incultura. En términos cuantitativos, ningún individuo puede competir con el ritmo hiperbólico actual en la producción de información, pues esa producción crece exponencialmente gracias a que -como nunca antes- es una labor colectiva potenciada porque estamos continuamente entrelazados mediante Internet, lo cual excede a la capacidad de los individuos para procesar dicha información.

Así, cada vez más individuos tienden a percibir tras la sociedad del conocimiento la sombra amenazante de una “sociedad de la incultura” que les condena a una inevitable obsolescencia cognitiva. Cualquier solución o enmienda, dicen los autores, que nos planteemos pasa por entender a fondo el vínculo radical que existe entre la sociedad del conocimiento y los “nuevos analfabetos”, es decir, los nuevos tipos de ignorantes, incultos y marginados. Por desgracia, ni en Internet ni en la sociedad del conocimiento se asegura la visibilidad a quien tenga algo que decir o un conocimiento valiosos que aportar. ¿Quién es hoy el genio o el sabio que no necesita especializarse con todo el saber colectivo que generamos o, simplemente, dispone de una amplia y suficiente “cultura general”?

Como respuesta, se dice, de un modo un tanto irónico, que los “filósofos”. ¿Está aumentando de manera inevitable y acelerada la distancia entre lo que los individuos -cada uno de nosotros- puede conocer o controlar con un mínimo de solvencia crítica y el conocimiento que produce la humanidad en su conjunto? Por todo ello, orientarse con criterio y sentido personal dentro de la cultura o conocimiento colectivos resulta cada vez más difícil, costoso y problemático (tal es el objetivo pretendido por este ensayo: ofrecer un mapa epistemológico con una finalidad pedagógica, como está reproducido esquemáticamente en el prólogo).

Los autores de La sociedad de la ignorancia sostienen que la obsolescencia cognitiva que el crecimiento exponencial del conocimiento disponible ha producido en los individuos no amenaza tanto su campo profesional y especializado, sino sobre todo las coordenadas generales que estos precisan para decidir de manera democrática y con conocimiento de causa sobre los procesos crecientemente complejos que configuran la vida humana actual. Por eso, la otra cara de la sociedad del conocimiento es, sobre todo, la “sociedad de la incultura” y “de la ignorancia” (de ahí la imperiosa necesidad de reivindicar a la filosofía como baluarte para dar un sentido a la vida, y a La educación cuántica como su pedagógica función).

Concluyen estos autores de que el poder y el dominio también acechan, ocultas tras Internet y la “sociedad del conocimiento” (prueba de ello son las escuchas ilegales a escala mundial realizadas por la NSA estadounidense). Para minimizar esos riesgos y poder “empoderarnos” democráticamente en esas nuevas posibilidades, todos tenemos que estar vigilantes, atentos y decididos a ejercer nuestros derechos ciudadanos (como se verá en este ensayo, la filosofía de la mente propuesta aboga por el empoderamiento “consciente” de la consciencia, un “ despertar de la conciencia” que ya Platón anticipó en su Mito de la Caverna).

2 - Las repercusiones epistemológicas de La sociedad de la ignorancia

El texto siguiente es una reproducción del capítulo 5-3 de la primera parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.)

Las consecuencias de La sociedad de la ignorancia son visibles en este decadente sistema capitalista de producción: predomina un egoísmo propulsor del infinito crecimiento en un planeta finito, lo cual invita al decrecimiento (Latouche, 2011) ya que plantea graves consecuencias humanas en la globalización en la que se halla inmersa este mundo (Bauman, 2003); también la libertad de los mercados está por encima de la de las personas; sin olvidar el acopio del conocimiento científico para el belicismo y la manipulación de la humanidad por una minoría de peligrosos psicópatas que gobiernan en la sombra (Estulin, 2007) (1) . Vuelvo a insistir, nos hallamos antes un caos civilizatorio en toda regla, principalmente, porque todavía no se ha logrado la integración de esos tres mundos diferenciados por Kant: ciencia, ego y moralidad.

La ciencia es usada servil y criminalmente por los poderes fácticos; el ego está sodomizado por el sistema capitalista; y la moralidad social está supeditada a los dogmas religiosos y a la oligarquía plutocrática. Kant (2007) fue consciente de los riesgos de la diferenciación entre la ciencia, el ego y la moralidad, y así lo expresó en su ensayo ¿Qué es la ilustración? La integración de esos tres mundos -ciencia, ego y moralidad-, sin lugar a dudas, se vislumbra como posible gracias al movimiento “transpersonal” surgido como “cuarta fuerza” de la psicología: tiene como objetivo integrar la racionalidad con la espiritualidad. Este racionalismo espiritual ha sido conceptuado en un magistral sistema de pensamiento por Ken Wilber (2005) mediante su obra cumbre Sexo, Ecología, Espiritualidad, erguido así este pensador como el representante más emblemático de la filosofía transpersonal y psicología transpersonal.

Siguiendo la estela de Wilber, mi obra Pensar en ser libre, de la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal es una humilde revisión de la historia del pensamiento al propugnar que el “movimiento transpersonal” debe ser rehabilitado históricamente más allá del misticismo cuántico, término acuñado peyorativamente por los caducos materialistas científicos. Evidencio en dicha obra que el pasado pertenece a la razón individualista, pero el futuro pertenece al espíritu colectivo. Así, esa razón egocéntrica, muy a su pesar, se está retorciendo de dolor (Jara, 2007), un daño causado por el hombre al hombre, todo un contra sentido holístico de la naturaleza. Así, el giro natural, nunca mejor dicho, es que el genuino cogito cartesiano se auxilie con el espíritu kantiano mediante su imperativo categórico, lo que perennemente se ha conocido como amor. Lo que viene a decir la historia es que no se puede vivir sin amor (Hüther, 2015), porque es la más alta motivación que nos alienta a vivir, una cuestión ahora reconocida y evidenciada desde la neurobiología y la sociobiología (2) . ¿Acaso no hacemos lo que hacemos por amor a nuestros seres queridos? Pero ese amor ha sido también desahuciado del corazón de las personas por el perverso sistema capitalista que pone todo en venta, hasta nuestras emociones y nuestros sentimientos, anulando incluso nuestra voluntad sobre nuestros actos y pensamientos, convirtiéndonos entonces en autómatas productores de bienes de consumo para la exclusiva satisfacción del ego, descuidando así plenamente al espíritu. Desolador pensamiento occidental.


NOTAS:

(1) Los señores de las sombras (Estulin, 2007) es una investigación que pone al descubierto los vínculos entre los gobiernos, Servicios de Inteligencia, traficantes de drogas, terroristas internacionales y grandes empresas petroleras. Descubre toda la verdad sobre: El asesinato con polonio del ex espía ruso Alexander Litvinenko. El beneficio que, protegidos por la CIA, obtienen del negocio mundial de la droga las grandes corporaciones y los bancos occidentales. Cómo Roman Abramovich, actual propietario del Chelsea F. C., y Boris Berezovsky, el mayor oligarca de Rusia, robaron más de 2.800 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional. Cómo las ONG están expoliando Darfur (Sudán) con la ayuda de las grandes multinacionales, que quieren hacerse con los yacimientos petrolíferos de todo el país. La estrecha relación de Victor Bout, el mayor traficante de armas del mundo, y el gobierno de George W. Bush. Cómo el fundamentalismo cristiano estadounidense está relacionado con Al Qaeda y el tráfico de drogas en Afganistán. La relación de la Hermandad Musulmana -que mantiene fuertes vínculos con la Casa Blanca- con los atentados del 11 de marzo en Madrid.


(2) El darwinismo y la teoría de la evolución y la selección natural se han convertido en pilares de la biología moderna. Gracias a ellos entendemos un poco mejor cómo se ha desarrollado la vida en sus múltiples manifestaciones. Sin embargo, cuando hablamos de animales superiores, como el ser humano, no todo parece justificarse a través de un naturalismo simple. Gerald Hüther (2015), neurobiólogo y autor de La evolución del amor, afirma que hay que tener en cuenta también otro ingrediente crucial, que afecta a hacia dónde se dirige nuestra especie y por dónde ha transcurrido hasta la fecha. Ese ingrediente, para este prestigioso científico, es el amor.

Hüther considera que el amor, como manifestación biológica, resulta crucial para explicar la historia de la evolución humana reciente, como elemento de cohesión personal, de garantía de la unión en una pareja o de cooperación en un grupo social. Sin el amor, un fenómeno creado por la propia evolución, la intrincada red de enlaces familiares que se han venido sucediendo a lo largo de la historia sería muy diferente, y distintos también, con seguridad, los rumbos seguidos por nuestra especie. Gracia a él, no solo tienen valor los genes egoístas, o la supervivencia del más fuerte, sino también la capacidad de elección de pareja por motivos distintos a la simple atracción física o el instinto reproductor.

En esta obra, el también catedrático de ciencias naturales y doctor en medicina reflexiona sobre el concepto del amor y sus raíces biológicas, así como las consecuencias de su existencia. Puede decirse que nuestra comprensión del amor ha evolucionado con los tiempos, pero que a pesar del surgimiento de la razón y del pensamiento crítico, este sentimiento sigue siendo importante por su influencia en el futuro de la especie.

Hüther nos cuenta como, con el auge del naturalismo y la ilustración, Darwin y otros científicos tuvieron que convivir con los nuevos descubrimientos y con conceptos ya caducos, como las explicaciones de la religión sobre el origen del hombre. Pero a pesar de la llegada de la razón en este campo, aún costaba explicar el papel que tenía en todo ello el amor. Así, del darwinismo más descarnado, se pasó al darwinismo social, y posteriormente al determinismo del comportamiento. Finalmente, la sociobiología se apoderó de la escena.

Para Hüther, el amor también es la fuente de nuestra creatividad, no solo en el caso de músicos y artistas; también lo es para muchos grandes políticos y científicos. Es la base de nuestra existencia y nuestros logros culturales. Por el contrario, el estrés, la presión y la ansiedad no resultan del amor, sino de la competencia, que es la fuerza motora de la especialización, no de la creatividad. Según Hüther, todos somos “hijos del amor”, aunque a veces lo olvidamos porque la competencia y la guerra han impulsado grandes invenciones. Sin embargo, lo que nos une y lo que nos mantiene unidos a la naturaleza y a los demás es el amor, pese a la competencia.

Así, el amor es nuestra única perspectiva de supervivencia en este planeta. Estamos a punto de agotar nuestros propios recursos naturales, al explotarlos y contaminarlos, porque competimos entre nosotros, como individuos y como naciones. La única fuerza que puede vencer esta competencia autodestructiva es el amor, o si prefieres un término más cognitivo, el compromiso de equipo y la creatividad participativa. El amor es la fuente de logros evolutivos fundamentales. La selección sexual, es decir, la elección de pareja basada en un sentimiento que llamamos amor, provocó el moldeado de nuestros cuerpos en función de las preferencias y gustos de la pareja. Además, el amor paternal permitió fomentar las capacidades de nuestros hijos. Sin el cariño no seríamos capaces de dedicarnos a los demás y comprometernos. Tampoco podríamos alentarnos e inspirarnos los unos a los otros.

Para Hüther, es evidente de que para sacar provecho de nuestro potencial tenemos que encontrarnos los unos con los otros como sujetos en lugar de tratarnos como objetos. Solo la gente “amorosa” es capaz de tratar a los demás como sujetos. Pero, en la actualidad, nuestra cultura favorece a aquellos que usan y manipulan a los demás para lograr sus propósitos. A menos que este tipo de relaciones interpersonales y culturales desarrolladas a lo largo de la historia se supere, no seremos capaces de resolver ninguno de los problemas a los que nos enfrentamos ahora. La lucha por el poder y la dominación es la verdadera causa de todos nuestros problemas.

Ya es posible pues afirmar que el papel del amor es tan importante en el devenir de nuestra especie como puedan serlo otros factores biológicos. En este libro encontraremos los argumentos que lo confirman.


BIBLIOGRAFÍA:

Bauman, Zygmunt. La globalización: consecuencias humanas. México: Fondo de Cultura Económica de España, 2003.

Estulin, Daniel. Los señores de las sombras. Madrid: Del Bronce, 2007.

Hüther, Gerald. La evolución del amor. Barcelona: Plataforma, 2015.

Jara, Miguel. Conspiraciones tóxicas. Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales. Barcelona: Martinez Roca, 2007.

Kant, Inmanuel. ¿Qué es la ilustración? Madrid: Alianza, 2007.

Latouche, Serge. La hora del decrecimiento. Barcelona: Octaedro, 2011.

Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005.
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La educación cuántica

EL ESTUDIO DE LA CONCIENCIA

Este artículo es una reproducción del capítulo 6-1 de la primera parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

¿Qué grandes cambios están pasando desapercibidos por el materialismo científico que reniega de la filosofía transpersonal como nuevo paradigma de conocimiento al aunar la filosofía tradicional con la filosofía perenne? El más importante de dichos cambios es un giro copernicano en la mirada: el racionalismo pragmático (dualidad sujeto-objeto) está evolucionando holísticamente hacia el racionalismo espiritual (no dualidad entre sujeto-objeto). La diferencia central entre la ciencia positivista y la fenomenología radica en que, en la ciencia, el camino a la verdad se podría sintetizar en la frase “ver para creer” refiriéndose, evidentemente, a la comprobación indispensable del método científico. Mientras que, en la fenomenología, podríamos representarla en el enunciado inverso: “creer para ver”, en el otro modo de saber, el místico, en el sentido como ya lo definiera Platón: “La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma, entorno al Ser”. Una cuestión esta del saber que ha sido demostrada científicamente por el físico Garnier mediante su teoría del desdoblamiento del tiempo, y filosóficamente por Ken Wilber en su obra El espectro de la conciencia.

Con este tipo de aproximaciones, el hombre regresa a lo que la ciencia positivista abandonó: el estudio de la conciencia como instrumento de conocer. Y partiendo de la premisa de que modificando la conciencia se modifica también el resultado de la observación, invita ello a un aperturismo hacia el sendero del conocimiento, no solo del objeto sino, eminentemente, del sujeto en su potencial capacidad para la correcta aprehensión de los fenómenos a modo de ideas. En definitiva, lo que Platón nos alumbró magistralmente mediante el Mito de la caverna, salir del mundo de las sombras para abrazar el Mundo de las Ideas, una cuestión del genuino saber que ha sido tergiversado por la civilización occidental al obviar el conocimiento esotérico de la filosofía perenne, así como la introspección de la filosofía oriental. Es así como el ego occidental ha quedado fragmentado y disociado de la colectividad. Su auxilio ha llegado desde la filosofía oriental y sus verdades perennes.
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LA CRISIS DE CONCIENCIA

Este artículo es una reproducción del capítulo 3-5 de la primera parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Porque la historia del pensamiento, tan complicada como nos la han enseñado, es mucho más fácil de interpretar si lo hacemos desde una correcta hermenéutica que debe fusionar el pensamiento tradicional con la filosofía perenne. Son dos modos de saber, vuelvo a recordar en boca de Wilber, que deberían ser complementarios. Sin embargo, la historia de Occidente es la historia de la pérdida de identidad, es la historia del ego que ha perdido toda referencia del espíritu, una dictadura de la razón pragmática sobre el espíritu. Pero en su afán destructor, la razón no puede destruirse a sí misma, porque es una parte holística de la vida. Cierto es que nos podemos auto aniquilar, sin embargo, la razón siempre buscará, mediante una profunda reflexión, la salida al actual callejón al que ha llegado esta civilización. Pienso, humildemente, que el auxilio solo puede venir por parte del espíritu, donde se supone que está el amor, donde se supone que hay un Dios, o una conexión cuántica, en todo caso, es el eterno problema metafísico todavía por descubrir. Sin embargo, la física cuántica ha abierto la puerta del espíritu, y al entrar se ha dado de bruces con un cartel que ponía: “Conócete a ti mismo”. Así, hay que estudiar filosofía perenne. Explicar ello me produce una intensa emoción mística, inefable, que solo pueden compartir aquellos lectores capaces de desgranar mis pensamientos hasta aquí.

Sin lugar a dudas, la humanidad está experimentando una paradigmática evolución del “yo” fragmentado y disociado de la colectividad hacia la concienciación colectiva o “nosotros” , y en esa labor, el materialismo científico o “ello”, ha quedado obsoleto de contenidos para tal fin desde que se atascó cognitiva y hermenéuticamente con la física cuántica. Desde un punto de vista historicista, Kant mediante sus Tres críticas, diferenció magistralmente esos tres mundos - “ello”, “yo” y “nosotros”-, pero la postmodernidad no ha sabido o podido integrarlos. Así, ni el materialismo científico ni los pensadores postmodernos, han podido dar una honrosa salida en el modo de repensar este decrépito mundo, una cuestión que requiere de una honda reflexión filosófica.

Efectivamente, con Kant se produce una diferenciación del “ello”, del “yo” y del “nosotros” mediante sus Tres críticas: ya no tengo que seguir automáticamente las reglas y normas sociales, es decir, puedo normalizar las normas; lo que la Iglesia y el Estado dicen no es necesariamente lo bueno ni lo verdadero. A partir de estas tres diferenciaciones de Kant, se produce un problema central en la postmodernidad: ahora que la ciencia, la moralidad y el arte han sido diferenciados irreversiblemente, ¿cómo los integramos? Le siguió una época emergente que hizo temblar al mundo y, también, contribuyó a su construcción. Kant era consciente de ello, en especial, en su ensayo ¿Qué es la ilustración? El peligro de la diferenciación era que podían desmembrarse completamente las tres esferas. Entonces surgieron los “doctores de la modernidad”: Schelling, Hegel, Marx, Schiller, Freud, Weber o Heidegger. Todos ellos intentaron desesperadamente, de diversas formas, recoger los fragmentos que comenzaban a caer a partir de la diferenciación de las tres esferas. Ahora había que tratar “terapéuticamente” con las tres diferenciaciones, convirtiéndose en una amenazadora disociación entre biosfera y noosfera (Wilber, 2005).

Con la diferenciación de la ciencia (ello), la moral (nosotros) y el arte (yo), cada uno pudo seguir su propio camino y establecer sus propias verdades sin ser dominados por los otros. La racionalidad produjo la diferenciación y, a la postmodernidad, le toca el papel de la integración. Así fue como Habermas (1987), con su obra la Teoría de la acción comunicativa, intentó la integración de las tres esferas. El “Ser-en-el-mundo” de Heidegger fue también otro intento. Foucault también trabajó en la misma línea de integración. Pensemos lo que pensemos de estos intelectuales, la cuestión es que todos han propuesto soluciones para la integración del “ello” (ciencia), el “yo” (el arte) y el “nosotros” (la moral). La postracionalidad tiene la misión de ser una visión integradora, lo cual dista todavía de concretarse, aunque Wilber apunta hacia ello con su concepto de Visión-lógica: “La naturaleza dialéctica de la visión-lógica, es decir, la unidad de opuestos concebida mentalmente (como “interpenetración mutua”) es una de las señales de la estructura integral, es intrínseca a la conciencia aperspectival emergente” (Wilber, 2005).


BIBLIOGRAFÍA:

Habermas, Jürgen. Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Taurus, 1987.

Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005.
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¿QUÉ ES LA CONCIENCIA?

1 - El problema cultural de la conciencia

El término "conciencia", según la RAE, tiene las siguientes acepciones:

1. f. Conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar moralmente la realidad y los actos, especialmente los propios.

2. f. Sentido moral o ético propios de una persona.

3. f. Conocimiento espontáneo y más o menos vago de una realidad.

4. f. Conocimiento claro y reflexivo de la realidad.

5. f. Capacidad del ser humano de reconocer la realidad circundante y de relacionarse con ella.

6. f. Fil. Actividad mental del propio sujeto que permite sentirse presente en el mundo y en la realidad.

Según dichas definiciones, la primera y la segunda definición aluden a la moralidad; la tercera, cuarta y quinta aluden al conocimiento; y la sexta a la autoconciencia. Así, pues, tenemos tres conceptos claves a dilucidar de un modo filosófico y científico: la moralidad, el conocimiento y la autoconciencia de cada persona. ¿Acaso la RAE nos explica algo nuevo? En absoluto, pues si retomamos las Tres críticas de Kant, vemos inherentemente una correlación de la Crítica de la razón pura con el “conocimiento” (ciencia o “ello”), la Crítica de la razón práctica con la “moralidad” (“nosotros”), y la Crítica del juicio con la percepción estética del sujeto (“yo”). Nada nuevo bajo el cielo, sin embargo, las definiciones de la RAE correlacionadas con las obras del inconmensurable Kant, dejan en evidencia un problema científico y filosófico por resolver:

¿Cómo se relacionan el conocimiento, la moralidad y la conciencia percibida por cada sujeto?

Ahí estriba el gran problema cultural, y también el fracaso epistemológico del pensamiento occidental, pues, sea lo que sea la vida y su sentido, es evidente que esos tres campos de la conciencia (conocimiento, moralidad y “yo”) son los enigmas por resolver todavía de un modo consensuado por la humanidad, de lo contrario, ¿cómo explicar la actual situación de colapso mundial generado por una falsa pandemia?, ¿cómo entender que la moralidad sea ajada económica, social y políticamente?, ¿cómo vivir sin un consenso cognitivo acerca del “auténtico” conocimiento entre ciencia y espiritualidad? Preguntas todas ellas a las que se han enfrentado los más sesudos pensadores de la historia.

2 - La conciencia evoluciona

Si una cosa hemos aprendido de la historia, e incluso de la educación, es que existe una “evolución” del conocimiento, una “evolución” de la moralidad, así como una “evolución” de la conciencia percibida por cada uno de nosotros y, por ende, por ello es que se pueden realizar mapas evolutivos de la conciencia. Quizá, bajo mi humilde opinión, La evolución de la conciencia según Ken Wilber, así como Los 8 velos de la percepción según Don Harkins son dos mapas mentales que nos ubican contextualmente a cada uno de nosotros: el mapa de Wilber en nuestra profundidad psicológica y espiritual, y el mapa de Harkins a nivel social y antropológico. Sin embargo, ambos tienen en común que concluyen en la experiencia mística, en la postulación de un Dios del cual formamos parte, una cuestión también acreditada por la filosofía cuántica para intentar dar respuestas desde la ciencia a nuestras más profundas inquietudes espirituales.

3 - Los tres fundamentos de la conciencia

Así planteada la cuestión que nos ocupa, a saber, ¿qué es la conciencia?, es imperativo para cada uno de nosotros enfrentarnos al desvelamiento de los tres fundamentos de la conciencia:

-Respecto del conocimiento: ¿qué puedo saber?, ¿qué estoy dispuesto a aprender?, ¿para qué sirve el conocimiento?, ¿se puede lograr un conocimiento absoluto o más bien relativo?, ¿qué tipo de pensador soy respecto a la adquisición de conocimiento?

-Respecto de la moralidad: ¿qué es la moralidad para mí?, ¿actúo moralmente según mis convicciones?, ¿puedo actuar sin moralidad y, en tal caso, puede tener consecuencias para mí?, ¿cuál es mi relación y obligación moral hacia los demás?

-Respecto a la propia autoconciencia: ¿quién soy?, ¿qué quiero ser?, ¿qué deseo expresar de mí?, ¿me conozco a mí mismo?, ¿es importante el autoconocimiento?

Es evidente que, si una persona pudiera responderse todas esas preguntas, estaría en el camino ascendente hacia la sabiduría (es decir, del conocimiento), y llegaría a la conclusión de que, en esa cúspide cognitiva, hallaría el amor como ley suprema (es decir la relación moral por excelencia) y, consiguientemente, estaría en un estado de éxtasis, en una conciencia de unidad en la que ya no participa del mundo de un modo dividido y separado (dualidad) sino desde la no-dualidad. Ese estado de trascendencia ha sido definido como autorrealización en la Pirámide de Maslow, o iluminación en diferentes corrientes espirituales, en cualquier caso, es una auténtica intuición espiritual que, implícitamente, conlleva el despertar espiritual.

4 - La conciencia como proyecto filosófico y pedagógico

Correlativamente, la inteligencia espiritual es el proceso mediante el cual la razón (conocimiento) se espiritualiza (amor) en una experiencia interior que puede ser vivida y experimentada mediante la meditación sobre todas las preguntas anteriormente planteadas. Todo un reto que llevó a Noemí Siverio (Venezuela) a formular su Tesis Doctoral “Psicología del homo complexus para una educación desde la comprensión

Por tanto, tal como he tratado de demostrar en mi obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD, es posible la sanación trascendental de la humanidad mediante la meditación. Y que esa actitud mayéutica de autoconocimiento (una sabia lección del inconmensurable Sócrates a través de Platón), nos hace concluir en boca de Sócrates: “Aquel que quiera cambiar el mundo, deberá comenzar por cambiarse a sí mismo”. Tal sería el mayor proyecto filosófico y pedagógico que debería ser educado para intentar resolver la pregunta planteada en este artículo: ¿qué es la conciencia?

Todo un reto para los actuales científicos, filósofos, profesores y educadores, pues tienen ante sí el gran desafío de contemplar la FILOSOFÍA TRANSPERSONAL Y LA EDUCACIÓN TRANSRACIONAL como fundamentos epistemológico y pedagógico para dar respuesta a cualquier joven que les pregunte: ¿qué es la conciencia? Una cuestión que ha sido incursionada pedagógicamente por la profesora Marely Figueroa, no solo mediante su Tesis de Maestría, sino prácticamente mediante una experiencia pionera en México al impartir la asignatura de filosofía transpersonal en el grado universitario de educación.

Los cimientos están puestos y, quizá entre todos, algún día en el transcurso de la evolución humana, seremos capaces de responder a la eterna pregunta: ¿qué es la conciencia?
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LA MENTE Y EL CAMPO CUÁNTICO

Este artículo es una reproducción del capítulo 1-3 de la primera parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

A la vista de todo lo anterior (aquí y aquí), se puede afirmar que ciencia y espiritualidad, más que abrirse una brecha entre ambas, están aproximándose la una a la otra gracias a las investigaciones de los propios científicos, Amit Goswami, Pim van Lommel, Alexander Eben, José Miguel Gaona, entre otros muchos como se verá, y que vislumbra un nuevo paradigma de conocimiento todavía por descubrir, y cuyas reglas habrá que escribir.

El objetivo de esta introducción es argumentar que la mente y el campo cuántico (Mctaggart, 2006) están cada vez más cerca de una percepción cognitiva como jamás ha habido en la historia de la humanidad, salvo quizá, en algunas de las antiguas civilizaciones desparecidas que dejaron suficientes legados arqueológicos y sapienciales de un conocimiento superior al actual estadio civilizatorio (1) . Tal vez siempre, la mente y el campo cuántico hayan estado conectados, pero pocos han podido acceder a él. El conocimiento esotérico tiene ahora una reformulación científica gracias a la física cuántica: el racionalismo pragmático está conectando con su contrario, el racionalismo espiritual. Hasta los científicos más ateos están experimentado el racionalismo espiritual. En este sentido, conviene recordar Cuestiones cuánticas de Ken Wilber (2013), una recopilación de escritos místicos de los físicos más famosos del mundo. Son unos escritos místicos de los científicos más eminentes de nuestra era, los padres fundadores de la relatividad y de la física cuántica. Todos ellos, con un lenguaje asequible y ajeno a la terminología técnica, expresan su convicción de que la física y la mística, de alguna manera, son complementarias. Son cada vez más los científicos que escapan de la exclusiva mirada del materialismo científico y abrazan a la espiritualidad.

Para el lector deseoso de seguir investigando sobre la mente y su relación con el campo cuántico, recomiendo la lectura de Deja de ser tú. La mente crea la realidad, una obra del bioquímico Joe Dispenza (2012) quien, a través de la física cuántica, la neurociencia, la biología o la genética, pretende enseñar cómo dar el salto cuántico que requiere romper con los límites de la realidad objetiva. Quizá ha llegado el momento de explorar un mundo que la ciencia está empezando a descubrir. Quizá ha llegado el momento de explorar la mente infinita. Quizá ha llegado el momento de trascender en nuestra mente cuántica (Torán, 2011). En esa dirección, la psicología transpersonal es una excelente herramienta de trascendencia para dar un salto en un nuevo campo de la conciencia, hacia una evolución holística desde el ego al “nosotros” kantiano, un cambio de paradigma del neoliberalismo al altermundismo, en suma, se trata de una mirada hacia el interior del individuo, una recuperación de los valores humanos violados por un corrupto sistema capitalista donde siempre pierden los de abajo al quedar el ego de las personas fragmentado y disociado de la colectividad.

Una última observación en esta introducción. Soy consciente de la dificultad cognitiva de este ensayo: es un pensamiento complejo (Morin, 1994), en el específico sentido acuñado por el filósofo francés Edgar Morin. El objetivo pedagógico pretendido con La educación cuántica, es hacer verdad lo dicho por este pensador contemporáneo: “Educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad”. Esa perspectiva pedagógica propuesta por Morin está incursionando en la educación, véase en este sentido la obra del físico y maestro Carlos González (2011) titulada Veintitrés maestros, de corazón: un salto cuántico en la enseñanza. Una interesante sinopsis de dicha obra:

"Un maestro decide crear un ambiente mágico en su clase para empoderar a sus alumnos. Les ayuda a descubrir los enormes potenciales que habitan en su interior. Les revela un mundo más allá de la mente programada y de las creencias. Para llevar a cabo su proyecto el profesor emplea curiosos trucos. Poco a poco, cada alumno se convierte en su propio maestro, en una fuente de conocimiento para él y sus compañeros. La vida se torna mágica: pueden vivirla desde su corazón. Se plantea un modelo de enseñanza que se basa en descubrir la fuerza interior. Hoy puede ser ciencia ficción. Tal vez una semilla, pero si la nutrimos puede generar una forma totalmente nueva de enseñar, en la que el ser humano deja de sentirse víctima, para sentirse el creador de su propia vida."

Sin lugar a dudas, La educación cuántica es un proceso imparable, como trataré de evidenciar a lo largo de este ensayo.


NOTA (1): Tome Martinez Rodríguez (2014) en su obra Civilizaciones perdidas, nos ofrece una apasionante panorámica de una ancestral sabiduría anclada en tiempos pasados, resumen:

Ciudades milenarias, lugares de poder, objetos imposibles, tumbas, momias, reliquias sagradas, civilizaciones perdidas... Descubra los hallazgos arqueológicos que afianzan nuestra convicción de que el pasado de la humanidad esconde asombrosos secretos. Un viaje por el conocimiento hermético de la antigüedad, desde el génesis de nuestra especie, pasando por las primeras ciudades-estado, los constructores de megalitos, las pirámides egipcias, los observatorios astronómicos precolombinos o los santuarios rupestres del Sahara Argelino hasta los indicios evidentes de civilizaciones desaparecidas. Las cuevas de Altamira, el Valle de los gigantes, Stonehenge, Machu Picchu, Piri Reis, las ruinas de la ciudad sumeria de Ur, las Líneas de Nazca, Angkor,... son algunos de los lugares que recorre esta obra, los yacimientos arqueológicos más insólitos del planeta. Tomé Martínez Rodríguez se basa en estudios paleontológicos, antropológicos e incluso genetistas para ofrecer una imagen veraz de la evolución de la vida y de nuestra especie. Una obra clave que nos permitirá entender los factores que han provocado el declive de las civilizaciones.
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MÁS ALLÁ DE LA MENTE

MÁS ALLÁ DE LA MENTE

Este artículo es una reproducción del capítulo 1-2 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

En el año 2005, David W. Moore, investigador de la Universidad de Princeton, publicaba un estudio titulado Tres de cada cuatro americanos creen en lo paranormal (1), con las siguientes estadísticas: un 41% de personas creían en la percepción extrasensorial, un 37% estaban convencidos de que las casas pueden quedar encantadas con espíritus de personas fallecidas o un 31% de estadounidenses que creen en la telepatía. Anteriormente, en el año 2001, otro estudio similar arrojaba los siguientes datos: el 54% de los estadounidenses cree en la sanación de enfermedades mediante poderes mentales (2), el 33% está convencido de que los extraterrestres (3) nos han visitado en algún momento de nuestra historia o el 32% que cree que la mente humana puede ver el pasado y predecir el futuro mediante la clarividencia.

Está de más decir que dichos datos son todo un jarro de agua fría para todos aquellos sesudos artículos escritos desde el escepticismo. Con ánimo de evitar críticas desde dicho movimiento pensativo, insisto nuevamente: no se trata de abandonar el pensamiento crítico para volcarse en el pensamiento mágico, sino que es menester manejar dichos contrarios con equilibrio y mediante una mente abierta a nuevas realidades que los propios científicos están investigando.

La ciencia ignora o niega cuanto no puede explicar, pero eso no quiere decir que no exista. Renombrados científicos, como se verá a lo largo de este trabajo, están dando un paso al frente de las creencias hasta ahora consideradas como pseudociencias. Tal es el ejemplo del cardiólogo Pim van Lommel, quien investiga experiencias después de la muerte y la conciencia. Una síntesis de su investigación fue publicada en el 2001 en la revista médica The Lancet. En 2007 publicó su obra Consciencia más allá de la vida. La ciencia de la experiencia cercana a la muerte, donde ofrece pruebas científicas de que las experiencias cercanas a la muerte (ECM) no son un fenómeno atribuible a la imaginación, la psicosis o la falta de oxígeno.

Según Pim van Lommel, los hechos evidencian que la conciencia es algo mucho más vasta y compleja que el cerebro y que sigue existiendo pese a la ausencia de toda función cerebral. Pim van Lommel introduce estas experiencias en un amplio contexto cultural que va desde las diferentes visiones religiosas del pasado hasta los nuevos presupuestos de la física cuántica, en donde estos fenómenos tienen un lugar coherente dentro de sus modelos teóricos. Para este cardiólogo, “nuestra conciencia no es más que un retransmisor para esta dimensión de nuestro ser en varias. Es como una radio que, mientras vivimos aquí, sintoniza con este universo. Nuestra muerte solo es un cambio de conciencia, una transición. Solo morimos en una dimensión para pasar a otras”. Y según él, no se trata de una convicción religiosa sino una cuestión de física cuántica: la meditación y el misticismo son técnicas de paso entre esas dimensiones.

Si Pim van Lommel tiene razón, ¿se abre una contingencia a creer, una vez más, en la reencarnación, una creencia consistente en que la esencia individual de las personas (ya sea mente, alma, conciencia o energía) adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias según va muriendo? Todo un mundo de posibilidades cuánticas que abriría la puerta para la remisión de los pecados a través de la ley del karma… (4)

Pero el ejemplo viviente exento de toda suspicacia es el neurocirujano de la Universidad de Harvard, Alexander Eben, quien relata en primera persona su experiencia de la vida después de la muerte, tras estar sumido en un profundo coma durante una semana, en el que dice, viajó a otra dimensión del universo que nunca antes pudo llegar a soñar que existiese. Explica dicha experiencia en su obra La prueba del cielo: el viaje de un neurocirujano a la vida después de la muerte . No es de extrañar que dicho tema adquiera mayor notoriedad entre la comunidad científica después de que la prestigiosa fundación John Templeton donase cinco millones de dólares al profesor de filosofía de la Universidad John Martin Fischer para que estudiase en profundidad las experiencias cercanas a la muerte (ECM), lo que se ha dado en llamar “Proyecto inmortalidad”.

En España también tenemos un científico que ha publicado acerca de las experiencias cercanas a la muerte (ECM). Se trata del psiquiatra José Miguel Gaona Cartolano quien ha publicado un ensayo científico titulado: ¿Son las experiencias cercanas a la muerte (ECM) la base empírica que demuestra la existencia del alma? , también publicado en la revista Journal of Transpersonal Research. Asimismo, en su libro Al otro lado del túnel , esta eminencia científica nos viene a decir que los investigadores de todo el mundo comienzan a descubrir que las profundas experiencias espirituales de los moribundos resultan difíciles de explicar. En los últimos años ha trabajado en el campo de la neuroteología, ciencia que estudia los fenómenos místicos y espirituales desde una perspectiva neurológica. En esta línea, dirige el Proyecto Túnel, un sitio de encuentro para personas que han sufrido experiencias cercanas a la muerte (ECM) y que desean compartir dichas experiencias o abordarlas desde un punto de vista terapéutico. En la actualidad es uno de los directores de IANDS España (International Association of Near-Death Studies) y participa en trabajos en el campo de las ECM junto con el Dr. Bruce Greyson de la Unidad de Estudios Perceptuales de la Universidad de Virginia Occidental y la Dra. Holden de la North Texas University.


NOTAS:

(1) El debate entre capacidades extraordinarias, experiencias paranormales y actividades fraudulentas siempre ha estado abierto. No obstante, esto no se queda meramente en habladurías. Estos temas han sido investigados por importantes universidades de todo el mundo desde hace más de un siglo, y algunas, incluso, continúan realizando averiguaciones en la materia a día de hoy.

1-Universidad de Stanford: La psicoquinesia es la hipotética capacidad de la mente para ejercer una fuerza física sobre la materia sin que intervenga una causa mecánica aparente. La Universidad de Stanford, ya en 1911, fue la primera en iniciar experimentos sobre fenómenos paranormales a través de su Stanford Research Institute. Las investigaciones se centraron en las capacidades extraordinarias de Uri Geller, el famoso doblador de cucharas.

2-Universidad de Arizona: Comenzó hace pocos años con el proyecto VERITAS, que investigaba si la personalidad permanecía después de la muerte y sobre la veracidad de las capacidades de los médiums. Años más tarde ampliaron el estudio al proyecto SOPHIA, enfocado a fenómenos de comunicación tras la muerte o, comunión con entidades no carnales como ángeles, demonios o guías espirituales.

3-Universidad de California-Los Ángeles (UCLA): El Instituto Neuropsiquiátrico de esta institución investigaba sobre clarividencia, telepatía y casas encantadas, pero la atención mediática que atrajo y la tensión política que suscitaban sus descubrimientos hicieron que se cerrase el proyecto. A día de hoy, los altos responsables de la UCLA niegan que existieran esos proyectos en el pasado.

4-Universidad de Cornell: Esta institución norteamericana destacó por sus investigaciones en premonición, llegando a demostrar efectos positivos de la percepción extrasensorial de manera retroactiva, además de comprobar que reafirmaban con sus hallazgos la Física Cuántica.

5-Universidad de Virginia: A pesar de que comenzó en 1967, el proyecto de parapsicología conducido a través de la División de Estudios de la Percepción es el único que tiene su continuación en la actualidad en territorio norteamericano. La práctica consiste en el estudio de los fenómenos y las aptitudes mentales paranormales que no parecen tener una explicación científica ni se ajustan al marco de las leyes científicas actualmente en vigor. En este proyecto se han estudiado fenómenos como la reencarnación, experiencias y comunicaciones cercanas a la muerte, apariciones, o estados alterados de conciencia, entre otros.

6-Universidad de Edimburgo: En Escocia siguieron la misma línea de investigación de universidades como la de Virginia para estudiar la parapsicología, percepción extrasensorial y psicoquinesia; sin embargo, los científicos del centro utilizaron Twitter para poder llevar a cabo sus estudios, y abogan por continuar con la práctica en el futuro.

7-Universidad de Londres-Goldsmiths: Para los investigadores de Goldsmiths no existen las casualidades comunicativas. ¿Alguna vez has pensado en una persona y “casualmente” te ha llamado? Para ellos esto es una señal telepática y extraordinaria, y sus estudios se centran en descifrar sus instrucciones.

8-Universidad de Adelaida: En la Unidad de Investigación de Psicología Anómala de este centro australiano tienen la hipótesis de que las personas incapacitadas visualmente podrían tener habilidades superiores a las de los individuos con una visión normal y que las ocultan.

(Fuente: elmundo.es, 31-10-2015: Halloween: ocho universidades que han estudiado fenómenos paranormales)

Sin embargo, las capacidades paranormales no solo han sido objeto de estudio puramente científico, sino que han sido utilizadas con fines militares por potencia como los Estados Unidos y Rusia, convirtiéndose entonces como medios para una guerra psíquica. Esas dos grandes potencias han intentado dominar ciencias y artes tan esotéricas como la percepción extrasensorial, la telepatía y la psicoquinesis, en nombre de la defensa nacional.

Tres nuevos informes indican que el Pentágono se ha gastado millones de dólares en una serie de proyectos secretos para investigar los fenómenos extrasensoriales y comprobar si la pura fuerza de la mente humana puede controlarse para ejecutar diversos actos de espionaje y guerra, como, por ejemplo, leer archivos secretos a distancia, localizar submarinos o hacer estallar misiles en pleno vuelo. Uno de los informes añade, además, que la preocupación por la inferioridad en armamento psíquico ha llegado, en un caso, hasta la mismísima Casa Blanca. En 1977, según este informe, el presidente Carter ordenó a la CIA llevar a cabo un estudio a alto nivel sobre las investigaciones psíquicas al otro lado del telón de acero, en un intento de evaluar una posible amenaza soviética.

El Pentágono niega que esté gastando dinero en la investigación de los poderes psíquicos, pero afirmaciones en sentido contrario aparecen en tres nuevos libros, y en una serie de entrevistas en las que antiguos oficiales del Pentágono y científicos que han estudiado los fenómenos paranormales hablan sobre la búsqueda de los poderes psíquicos, que, según ellos, los militares están intentando desde hace décadas. De todo ello surge la imagen de las dos superpotencias intentando dominar ciencias o artes tan esotéricas como la percepción extrasensorial, la telepatía, la clarividencia y la psicoquinesis, todo esto en nombre de la defensa nacional.

Durante más de un siglo, los científicos han estado enfrentándose entre sí por lo que actualmente se denomina parapsicología. Unos la aclaman como un estudio legítimo y otros la rechazan como una pseudociencia. La afirmación de que el Pentágono, que tiene el sagrado deber de mantener la seguridad del país, es uno de los principales impulsores de las investigaciones psíquicas en Estados Unidos ha puesto la polémica al rojo vivo.

Defensores como el congresista Charlie Rose, miembro del Comité de Inteligencia, afirman que la posibilidad de la guerra psíquica es algo altamente probable, y podría exigir, un día, un programa rápido semejante al proyecto Manhattan, que sirvió para fabricar la primera bomba atómica. El Pentágono niega las investigaciones.

Pero los escépticos dicen que hay demasiada trampa en eso de los poderes psíquicos, y que ha sido imposible obtener verificación científica. “No se puede obtener en un laboratorio abierto”, dijo el doctor Paul Kurtz, filósofo de la Universidad del Estado de Nueva York, en Buffalo, presidente del Comité de Investigaciones Científicas de Fenómenos Paranormales. “¿Qué les hace pensar a los militares que van a conseguirlo a puerta cerrada?”.

Un portavoz del Pentágono llegó a negar que el Departamento de Defensa se “esté gastando un céntimo” actualmente en las investigaciones de fenómenos psíquicos, aunque también sugirió que no podía hablar de la existencia de proyectos altamente secretos.

El estudio más detallado de una serie completa de experimentos psíquicos es La carrera de la mente, del doctor Russell Trag y Keith Harary, que será publicado esta primavera por Villard Books, una compañía de Random House.

Targ, físico con conocimientos prácticos del uso del láser, la óptica y microondas, estuvo trabajando durante una década en el SRI International, en lo que denomina un programa de miles de millones de dólares de investigación de fenómenos psíquicos financiado por el Departamento de Defensa y agencias de inteligencia.

Los experimentos fundamentales eran sobre lo que Targ denomina “visión remota”: personas especialmente dotadas afirmaban poder describir instalaciones, acontecimientos y objetos lejanos. En 1976, por ejemplo, un vidente de California intentó captar sensaciones que Targ estaba sintiendo a miles de kilómetros de distancia, en Nueva York. El emplazamiento fue elegido unos minutos antes de la prueba.

En un ordenador conectado a la red de la agencia de proyectos de investigación de defensa avanzada, el vidente de California iba anotando sus impresiones. “La primera imagen que capté fue de una cavidad de cemento, como si fuera una fuente seca, con un poste de cemento en el centro o en su interior. Parecía que había palomas a la derecha volando sobre la cavidad”. Efectivamente, dice Targ, el emplazamiento de la prueba, la fuente central del parque de Washington Square, estaba seca, y tenía un poste en el centro que antes echaba agua, y estaba rodeada de palomas.

En La guerra de las mentes, Ronald M. McRae afirma que las investigaciones de los fenómenos psíquicos se emplearon para evaluar la fórmula del juego de las bombas de los misiles MX, un programa de emplazamiento que costó unos 40.000 millones de dólares, por el cual cada misil MX se desplazaría en secreto por un laberinto de bunkers de cemento, de tal manera que los soviéticos no pudieran saber nunca a qué emplazamiento deberían disparar. Citando como fuente a un antiguo asesor de la Casa Blanca, McRae afirma que el Pentágono preparó experimentos en los que individuos con poderes psíquicos adivinaban la situación de los blancos, y que los resultados fueron lo suficientemente favorables como para sugerir una gran vulnerabilidad de los MX. La antigua asesora Barbara Honegger, licenciada en Parapsicología, abandonó la Administración Reagan el otoño pasado. Ella confirmó en una conversación telefónica la realización de los experimentos. Pero dijo que no sabía si los descubrimientos realizados tuvieron algo que ver con la decisión tomada por el Gobierno de Reagan de paralizar la fórmula de movilidad de emplazamientos.

“Existen pruebas sugerentes”

Tales episodios, según McRae, forman parte de un “historial de 30 años de investigación de los fenómenos psíquicos por parte de la CIA, el ejército, la marina, las fuerzas aéreas, los marines, la NASA y la Agencia de Inteligencia de Defensa”. McRae, que trabajó con anterioridad como reportero para el famoso columnista Jack Anderson, dice que sus investigaciones demuestran que el Pentágono se ha gastado más de seis millones de dólares al año en investigación de fenómenos psíquicos en los últimos años, incluyendo estudios sobre la capacidad de la mente humana para emitir y captar ondas de radio de frecuencia extremadamente baja.

Daniel O. Graham, teniente general retirado del ejército de tierra, antiguo director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, dijo en una entrevista que la cifra de seis millones de dólares le parecía muy elevada, pero reconoció que los militares se habían gastado cantidades considerables en investigación de fenómenos psíquicos. “Existe a nuestro alrededor suficiente número de pruebas sugerentes como para querer estar con los ojos abiertos” dijo.

Cualquiera que haya sido la cantidad, McRae afirma que es difícil averiguarlo, por el secreto con que lleva todo el Gobierno. La CIA aporta algo de dinero para las investigaciones a través de instituciones privadas, según McRae, que cita un memorándum de la agencia, advirtiendo que los “fondos no deberían llevar identificación alguna ni dar lugar a ningún tipo de preguntas”. En los informes del Pentágono se evitan las palabras poderes psíquicos y se utilizan eufemismos como nuevos sistemas biológicos de transmisión de información, según MacRae.

Quienes afirman que los militares están llevando a cabo investigaciones sobre los poderes psíquicos resaltan que se debe principalmente al temor de que los hallazgos de los soviéticos en este campo podrían suponer para las fuerzas armadas norteamericanas su eliminación de una forma suave. Se dice que especialistas de la CIA han visitado hace poco a uno de los mejores parapsicólogos del país para obtener información sobre la posibilidad de interferir un ordenador por medio de poderes psíquicos.

La amenaza soviética

A Jimmy Carter le preocupaba la amenaza soviética en 1976, antes de llegar a la presidencia, según McRae, y mantuvo un encuentro privado con Uri Geller. El mentalista israelí le dijo que la Unión Soviética examinaba a todos los niños para ver si tenían poderes paranormales. En 1977, dice MacRae, Carter ordenó un estudio a alto nivel de las investigaciones de los soviéticos en fenómenos psíquicos. El informe secreto, acabado en 1978, no encontró ninguna prueba de un proyecto a gran escala de guerra psíquica, del que había advertido Uri Geller, pero sí descubrió un gran interés de los soviéticos por el tema. Funcionarios de la Casa Blanca durante la Administración de Carter dicen que, o bien no tuvieron conocimiento alguno de la preocupación del presidente por este tema, o bien que no pueden ni afirmar ni negar que existiera.

El lado ruso de la cuestión es resaltado en Guerra psíquica, de Martin Ebon, publicado el otoño pasado por McGraw-Hill. Ebon dice que la Unión Soviética se vio impulsada a actuar en 1960 por una serie de informes falsos de que la marina de Estados Unidos estaba efectuando experimentos de telepatía para intentar mantenerse en contacto con el Nautilus, el primer submarino del mundo impulsado por energía atómica, durante su travesía bajo los hielos del Ártico.

Estos informes dieron lugar a un gran número de proyectos soviéticos, según Ebon. Señala un análisis hecho por la Agencia de Inteligencia de la Defensa en 1972, que indica que “el principal impulso tras el deseo soviético de controlar las posibles capacidades de la comunicación telepática, la telequinesia y la biónica parece provenir de los militares soviéticos y del KGB”.

¿Se encuentran, efectivamente, las superpotencias al borde de una carrera de armas psíquicas? Investigadores de toda confianza se muestran dudosos. Además, algunos escépticos dicen que un Gobierno puede tener la tentación de falsificar los resultados de los experimentos para engañar a sus enemigos. “Hay algunos cínicos que piensan que la participación del Gobierno de Estados Unidos en la investigación de los fenómenos psíquicos no es más que un ejercicio de desinformación, propaganda para hacer que los soviéticos gasten recursos en proyectos semejantes”, dijo Truzzi, del Centro de Investigaciones de Anomalías Científicas.

Pero no todo el interés del Gobierno reside en la desinformación, si tomamos como indicación un reciente encuentro privado financiado por Kaman Tempo, una organización de investigación industrial de Alexandria, en el Estado de Virginia. El pasado mes de diciembre, la compañía invitó a decenas de funcionarios del Gobierno a una conferencia privada con el poco definido título de La aplicación de los fenómenos anómalos. Entre los 11 ponentes de la conferencia, que duró dos días, se encontraban algunos de los mejores investigadores de fenómenos psíquicos de Estados Unidos.

(Fuente: elpais.com, 15-01-1984: La guerra psíquica)

Y aunque la anterior referencia pudiera parecer obsoleta con el paso del tiempo, conviene insistir en que es posible que las docenas de diplomáticos estadounidenses que fueron tomados como rehenes por los estudiantes revolucionarios que ocuparon la Embajada de Estados Unidos en Irán en 1979 hayan tenido cierta compañía secreta durante los 15 meses de su cautiverio: las agencias de agencias de inteligencia de EEUU tenían un escuadrón de “psíquicos” con entrenamiento militar que estaban usando la percepción extrasensorial para observarlos, de acuerdo con documentos desclasificados en una base de datos de la CIA ahora disponible. (Fuente: elnuevoherald.com, 16-02-2017: EEUU empleó psíquicos para espiar a Irán, dice informe de la CIA)

Por último, cabe señalar que en la obra Espías psíquicos, Jim Marrs (2008) expone que ex militares revelan cómo usaron sus poderes paranormales en el servicio de inteligencia secreta más poderoso del mundo.

Como conclusión, está amplia nota tiene como objetivo dejar constancia que los poderes paranormales no son una creencia más como podrían aludir los escépticos materialistas científicos sino que, en el marco de este capítulo Más allá de la mente, hay realidades que, casi con toda seguridad, están más allá de nuestros actuales sentidos y que, es posible, que algunos seres desarrollados (de este u otro mundo) tengan acceso a esos potenciales poderes paranormales, tal como han sido objeto de estudio por diferentes universidades así como centro de atención por potencias miliares para fines bélicos.

(2) Ya sea que esté luchando contra una enfermedad potencialmente mortal, que tenga una condición de salud “crónica” que la medicina occidental no ha sido capaz de curar, o que esté luchando contra los síntomas molestos que disminuyen su calidad de vida, o simplemente esperando para optimizar su energía, vitalidad y longevidad, hay pruebas científicas de que puede curarse a sí mismo.

Las cargas de los datos demuestran que la mente puede creer en sí misma también. En los ensayos clínicos, lo llamamos “el efecto placebo”. Los pacientes tratados con placebos no solo se sienten mejor, sino que ellos realmente saben que están mejor. Verrugas que desaparecen, se dilatan los bronquios, desaparecen inflamaciones, el crecimiento del cabello en las cabezas de los hombres calvos, úlceras que sanan, y otros fenómenos fisiológicos medibles.

También sabemos que puede ocurrir todo lo contrario, y la mente puede pensar en sí mismo como un enfermo, lo que los investigadores laman “el efecto nocebo”. Cuando los pacientes reciben inyecciones con solución salina y les dijeron que era quimioterapia, vomitaban y perdían su cabello.

¿Cómo suceden tales cosas? En su libro Mind Over: La prueba científica. Usted puede curarse, Lissa Rankin explica la ciencia que hay detrás de cómo un pensamiento o una emoción positiva o negativa en la mente se traducen en la reparación espontánea en el cuerpo.

Como resultado, el cuerpo se ha construido los mecanismos de auto-reparación que fijan proteínas dañadas, la reparación del ADN, los desequilibrios hormonales correctos, y engullen las células del cáncer, agentes infecciosos, y cuerpos extraños a los que nuestros cuerpos están expuestos a diario. Estos mecanismos explican las remisiones espontáneas que se reportan en la literatura médica de, aparentemente, enfermedades “incurables” como la etapa 4 del cáncer, el VIH, el hipotiroidismo, la diabetes, e incluso una herida de arma de fuego. Sin embargo, los pacientes a menudo se sienten impotentes para aprovechar estos mecanismos de auto-reparación naturales.

En ese libro, la Doctora Rankin enseña un proceso de seis pasos fundamentales científicamente que pueden seguir para optimizar la capacidad del cuerpo para dar la vuelta sus mecanismos de auto-reparación natural cuando el cuerpo se enferma. También enseña las herramientas para poner en práctica el poder de la mente, como la medicina preventiva, para aumentar la probabilidad de que un día morirá a “edad avanzada”, en lugar de morir demasiado joven como resultado de la desactivación de la capacidad del cuerpo para repararse a sí mismo.

¿Lo que desactiva los mecanismos de auto-reparación naturales del cuerpo? Todos sabemos que el estrés es malo para el cuerpo. Pero, ¿entiendes cómo funciona eso? Los datos demuestran que el estrés se presenta en diferentes formas –el estrés de sentirse solo, el estrés laboral, estrés financiero, el estrés marital, estrés familiar, el estrés de sentimiento creativamente bloqueado o espiritualmente desconectado.

Independientemente de lo que desencadena qué tipo de estrés, esto desencadena una serie de pasos fisiológicos asociados con el hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y la respuesta de “lucha o huida” del sistema nervioso simpático. En otras palabras, si usted está estresado por el dinero, su matrimonio, o su trabajo, su cuerpo no puede saber la diferencia entre una amenaza percibida, tales como la quiebra inminente, y una quiebra real como ser perseguido por un león.

Pero aquí viene lo bueno. El cuerpo solo puede repararse a sí mismo cuando está en un estado de reposo fisiológico. Cada vez que el cuerpo piensa que es hora de “huir del león” (o cualquier amenaza percibida), se cierra la auto-reparación. Después de todo, ¿quién se preocupa por el mantenimiento a largo plazo como matar a las células cancerosas no deseadas si estás a punto de ser comido por un león?

EnMind Over: La prueba científica. Usted puede curarse, la Doctora Rankin nos describe acciones, ejemplos, no solo la prueba científica de que se puede curarse a sí mismo, sino también consejos para usar el poder de la mente para optimizar los mecanismos de auto-reparación naturales del cuerpo, para que la prevención de enfermedades y remisiones espontáneas no sean solo algo que ocurre al azar, sino algo que podríamos ser capaces de experimentar por nosotros mismos.

(Fuente: consejosdelconejo.com: La prueba científica de que podemos curarnos a nosotros mismos)

(3) Hasta ahora era una leyenda urbana, material con el que los guionistas de Hollywood llenaban infinidad de guiones, pero finalmente el Gobierno de Estados Unidos ha desclasificado informes sobre el avistamiento de ovnis desde 1940. Los documentos, recogidos en el “proyecto libro azul” proporcionan multitud de información de lo que ocurrió en el espacio aéreo del país. Hay 129.000 páginas en más de 12.000 tomos. De todos ellos, 701 no tienen explicación. A pesar de que se haya publicado la información, sigue sin responderse a la pregunta de si hay vida en otros planetas. (Fuente: lasexta.com: EEUU desclasifica sus documentos sobre ovnis desde 1940 )

En España, en 1991 se inició un proceso de desclasificación de documentos relativos a los Avistamientos de fenómenos extraños, también conocidos como Expedientes ovni, dado que el Ministerio de Defensa decidió analizarlos y, en su caso, rebajar su nivel de clasificación para ponerlos a disposición de un público que demandaba poder consultar estos documentos. Para hacer esto posible, en 1992 fue depositada una copia física en la Biblioteca Central del Ejército del Aire, en el Cuartel General de este ejército en Madrid. Gracias a su digitalización se pueden consultar a través de internet en la Biblioteca Virtual de Defensa.

Se trata de un total de 80 expedientes, 1.900 páginas de avistamientos de fenómenos extraños dentro del espacio aéreo español, en los que interviene, de algún modo u otro, personal o material del Ejército del Aire. Pese a su desclasificación, se omiten los datos de las personas declarantes y de los oficiales informadores.

Dichos documentos abarcan fenómenos ocurridos a lo largo de todo el espacio aéreo español desde el primero observado en 1962 en San Javier (Murcia) hasta el último fechado en 1995 en Morón (Sevilla). Algunos son avistamientos en un solo lugar, mientras que otros abarcan varios puntos de la geografía española, dado que son vistos desde un avión o coinciden en la fecha y descripción en distintas ubicaciones.

Cada expediente consta de unas páginas de resumen donde figura el lugar del avistamiento, la fecha, el resumen de los hechos, las consideraciones, las conclusiones y la propuesta de clasificación o desclasificación del expediente. A continuación, se encuentran los informes o entrevistas a los testigos, los partes de novedades en su caso, informes meteorológicos de la noche en cuestión... cada expediente es diferente y mientras algunos constan tan sólo de dos páginas otros pueden tener decenas de ellas. (Fuente: bibliotecavirtualdefensa.es)

El fenómeno OVNI ha sido catalogado históricamente como el gran enigma del siglo XX. ¿Por qué los medios de comunicación oficiales continúan sin darle importancia? ¿En qué medida alteraría la confirmación de vida en otros planetas la existencia humana? La desclasificación de archivos por parte de algunos países y la cantidad de sucesos ocurridos alrededor del mundo que corroboran la presencia de vida, materia y tecnología no terrestre reflejan la magnitud misma del fenómeno. A estas cuestiones intenta responder la obra Documento OVNI: la historia de una evolución de Jorge Sánchez (2015).

La Exopolítica es el estudio de la presencia de extraterrestres en la Tierra y las implicaciones sociológicas y políticas que tiene en la humanidad. La verdad sobre este fenómeno, conocido por el aparato político y militar, ya no puede ser silenciada. El libro Exopolítica (Harris, 2013) es una contribución a su divulgación. Con entrevistas, fotografías y escritos de los investigadores más importantes del mundo acerca de diversas conclusiones sobre el fenómeno ovni, este libro brinda al lector el conocimiento de las extraordinarias posibilidades que se abrirán a la humanidad si esta se ocupa a nivel colectivo de las incursiones en nuestro planeta de vida extraterrestre. El término objeto volador no identificado, más conocido como ovni, se refiere a la observación de un objeto volante, real o aparente, que no puede ser identificado por el observador y cuyo origen sigue siendo desconocido después de una investigación. El acrónimo fue creado para reemplazar al de “platillo volante” y ha llegado a trascender más allá de las simples observaciones aéreas.

(4) Para comprender de un modo psicológico y filosófico el concepto de “karma”, es conveniente aludir a la trascendencia de los dualismos, una cuestión subyacente reiterada en este ensayo, y que se convierte en un eje de responsabilidad a afrontar por cada persona a lo largo de su vida. En su obra El espectro de la conciencia, Ken Wilber diferencia explícitamente cuatro dualismos que, inexorablemente, debería trascender e integrar toda persona:

El dualismo cuaternario: persona contra sombra. El individuo se oculta a sí mismo (inconscientemente) aquellos rasgos de su personalidad con los que no se encuentra nada contento; traza una frontera entre lo que le gusta de sí mismo (persona) y lo que no le gusta (sombra). Hasta que el individuo no acepte su sombra estará incompleto y siempre en lucha consigo mismo (el enemigo está en el mismo). Si el individuo se acepta e integra su sombra alcanza el siguiente nivel.

El dualismo terciario: psique contra soma, o mente contra cuerpo. La frontera se traza entre el ego (persona + sombra) y su cuerpo. En este nivel el individuo es inconsciente de su cuerpo, piensa en sí mismo sin tener en cuenta su cuerpo o lo considera como un objeto. Si el individuo consigue eliminar esta frontera será más consciente de lo que él es en realidad y alcanzará el nivel del centauro (el centauro es un ser mitológico mitad humano mitad animal).

El dualismo segundario: la vida contra la muerte, el ser contra el no ser. La frontera se traza entre el centauro (ego + cuerpo) y el resto del universo, la frontera ahora es nuestra propia piel. El individuo es ahora más consciente que nunca de su finitud (en el espacio y en el tiempo). La lucha no acabará hasta que desaparezca la última frontera y se acceda al último nivel.

El dualismo primario: organismo contra medio ambiente, o yo contra otro. Se accede al Espíritu. La frontera ha desaparecido, se acabó la lucha inconsciente. El individuo ha vuelto al lugar de donde salió, o mejor, al lugar donde siempre estuvo. Es el concienciamiento de que sujeto y objeto son lo mismo, es la no-dualidad. La corriente externa e interna no son dos, sino una sola realidad que se reduce al misticismo contemplativo.

Según Wilber (cito textualmente de la página 428), con la curación del dualismo primario, aceptamos la responsabilidad de todo lo que nos ocurre, porque ahora lo que nos sucede es obra nuestra. Esto se debe a que mis actos son los actos del universo y viceversa, de modo que cuando yo y el universo hemos dejado de estar separados, lo que “ello” me hace a “mí” y lo que “yo” le hago a “ello” han pasado a ser un mismo acto. Si cae una piedra sobre mi cabeza, ha sido obra mía. Si alguien me dispara por la espalda, ha sido obra mía. De modo que en cada nivel parece que las cosas y los acontecimientos me suceden contra mi voluntad, cuando en realidad soy yo quien se lo hace a sí mismo, aunque pretendiendo con toda sinceridad que son “ajenos” a mí. Finalmente, en el nivel de la Mente, no hay nada ajeno a mí, de modo que la última palabra es que hay una sola voluntad: mía y de Dios. Este es el significado profundo del karma, que lo que te ocurre es tu propia obra, tu propio karma.
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