Pobreza y desigualdad
¿SABES POR QUÉ EN EL MUNDO HAY 75 MILLONES DE NIÑOS Y JÓVENES QUE NO VAN AL COLEGIO?
En el mundo hay 75 millones de niños y adolescentes sin escolarización, según un informe de Overseas Development Institute (ODI) que solicitó Unicef, los gobiernos de Gran Bretaña, Estados Unidos y Noruega. Estos millones de niños, niñas y jóvenes en edad escolar no van al colegio por las guerras, desastres o crisis que están viviendo algunos países como Siria, donde hay 6.000 escuelas cerradas.
El informe llamado “Education Cannot Wait: proposing a fund for education in emergencies” (La educación no puede esperar: propuesta de un fondo para la educación en emergencias), dice que en Nigeria y Camerún hay 1.800 establecimientos de educación cerrados y un cuarto de sus colegios no entregan educación.
Además, revela que los 75 millones de niños y jóvenes entre 3 y 18 años que no están yendo al colegio tienen actualmente una necesidad desesperada de educación. A pesar de que les ha sido negada dadas las circunstancias que viven en sus países, hoy se está reconociendo cada vez más como un tema importante. Así lo señala el Foro Global Humanitario, que se celebrará en Estambul entre el 23 y el 24 de mayo de 2016, donde se ha hecho un llamado directo al problema de la escolarización.
El objetivo del foro es crear un fondo para financiar programas educativos en países en crisis, y está apoyado por Unicef, Gordon Brown, enviado especial para la educación de la ONU, y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esperan recaudar US$4.000 millones para dar escolaridad, por los próximos cinco años, a 13,6 millones de niños que están en zonas afectadas. El objetivo final es beneficiar a 75 millones de menores antes de 2030.
El informe, construido en base a una extensa consulta y diálogo con los grupos de interés, busca transformar la educación global, incluyendo respuestas humanitarias y de desarrollo al mismo tiempo. El foro que se desarrollará en Turquía pretende ser una plataforma para entregar más colaboración y una respuesta ágil y rápida a la educación en emergencias, al mismo tiempo que defender el derecho a la educación de los niños y jóvenes en crisis. Además, busca restaurar la esperanza de millones de menores y demostrar que los gobernadores que firmaron el “2030 Sustainable Developmetn Goal” (Objetivo de Desarrollo Sostenible para 2030) mantienen su promesa con la educación del mundo.
La escolarización es un tema sumamente importante, sobre todo cuando se trata de niños y jóvenes que están en situación de crisis, porque el hecho de ir al colegio —que podría representar una situación muy cotidiana y normal para otros menores— les entrega esperanzas y una oportunidad real de desarrollo y solución, aunque sea en parte, al problema en el que están insertos.
¿Qué opinas sobre esta realidad que viven millones de niños y jóvenes en el mundo? Comenta con nosotros.
Ver más
El informe llamado “Education Cannot Wait: proposing a fund for education in emergencies” (La educación no puede esperar: propuesta de un fondo para la educación en emergencias), dice que en Nigeria y Camerún hay 1.800 establecimientos de educación cerrados y un cuarto de sus colegios no entregan educación.
Además, revela que los 75 millones de niños y jóvenes entre 3 y 18 años que no están yendo al colegio tienen actualmente una necesidad desesperada de educación. A pesar de que les ha sido negada dadas las circunstancias que viven en sus países, hoy se está reconociendo cada vez más como un tema importante. Así lo señala el Foro Global Humanitario, que se celebrará en Estambul entre el 23 y el 24 de mayo de 2016, donde se ha hecho un llamado directo al problema de la escolarización.
El objetivo del foro es crear un fondo para financiar programas educativos en países en crisis, y está apoyado por Unicef, Gordon Brown, enviado especial para la educación de la ONU, y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esperan recaudar US$4.000 millones para dar escolaridad, por los próximos cinco años, a 13,6 millones de niños que están en zonas afectadas. El objetivo final es beneficiar a 75 millones de menores antes de 2030.
El informe, construido en base a una extensa consulta y diálogo con los grupos de interés, busca transformar la educación global, incluyendo respuestas humanitarias y de desarrollo al mismo tiempo. El foro que se desarrollará en Turquía pretende ser una plataforma para entregar más colaboración y una respuesta ágil y rápida a la educación en emergencias, al mismo tiempo que defender el derecho a la educación de los niños y jóvenes en crisis. Además, busca restaurar la esperanza de millones de menores y demostrar que los gobernadores que firmaron el “2030 Sustainable Developmetn Goal” (Objetivo de Desarrollo Sostenible para 2030) mantienen su promesa con la educación del mundo.
La escolarización es un tema sumamente importante, sobre todo cuando se trata de niños y jóvenes que están en situación de crisis, porque el hecho de ir al colegio —que podría representar una situación muy cotidiana y normal para otros menores— les entrega esperanzas y una oportunidad real de desarrollo y solución, aunque sea en parte, al problema en el que están insertos.
¿Qué opinas sobre esta realidad que viven millones de niños y jóvenes en el mundo? Comenta con nosotros.
Pobreza y desigualdad
"DIFÍCIL ESTUDIAR CUANDO SE TIENE HAMBRE", PERO TIENE UN 9 EN CARRERA DE INGENIERÍA
La comunidad de Axoxohuilco, pertenece a Mixtla de Altamirano, el municipio más pobre de Veracruz; allí los niños son enseñados a curtir su cuerpo en los campos de caña, las niñas contraen matrimonio a temprana edad, todo porque sus padres aseguran que la escuela “sirve para una chingada”.
Con base en información municipal, en Axoxohuilco radican 476 personas, y el 35 por ciento de sus adultos son analfabetas. No obstante, en la punta de un cerro cubierto de árboles de ocote, allá vive Marcela Temoxtle Temoxtle, la única universitaria de quien se tiene registro en la comunidad.
Hija de campesinos y la mayor de cinco hermanos, sus gastos escolares ascienden a unos 50 pesos diarios; su padre gana 60, de vez en cuando. Marcela intenta cubrir esa suma sacrificando almuerzos, erradicando salidas con amigos y limitándose a cuatro cambios de ropa. La joven no sabe cómo es que ha aguantado su familia, sólo espera que las carencias no le arrebaten sus sueños.
Aunado a lo anterior, en el pueblo no es bien vista: las señoras y los chismes de lavadero, aseguran que es una chamaca que sólo va a buscar hombres a Tehuipango. “La verdad, ni en la familia ven con buenos ojos lo que estoy haciendo. Siento feo, pero trato de ignorarlo”, comparte la joven de 18 años.
Marcela no rebasa el metro con 55 centímetros; dueña de una sonrisa blanca e inocente, con ojeras en su rostro, es estudiante de la carrera de Ingeniería de Gestión Empresarial, en el Instituto Superior de Zongolica, campus Tehuipango. Tiene un promedio superior a 9.
Una señorita menuda que come dos veces al día y recorre de lunes a viernes 10 kilómetros, hasta la parada donde toma el transporte colectivo. De cuna humilde, al igual que el subagente municipal y el mismo Rosendo Mayahua Flores, el campesino de 40 años que fue incluido en el libro Los 12 mexicanos más pobres, de la editorial Planeta; la miseria en esos rumbos no es celosa y agarra parejo.
Un buen día, Marcela recopiló cada uno de los consejos de sus maestros, se agarró de los llantos de su madre, afligida por su condición económica y pensó: “No quiero sufrir igual que ella. Sabrá Dios cómo, pero voy a terminar mi carrera y ayudaré a mis hermanitos a superarse”. Y así lo hizo, al día de hoy, está por terminar su segundo semestre; el camino es largo y las carencias duras, pero no se dará por vencida, asegura.
“AQUÍ LA GENTE NO CREE EN LA ESCUELA”
El caso de Marcela es admirable, calificativo que los maestros de la primaria Guadalupe Victoria atribuyen a la niña que vieron crecer en sus aulas. La escuela de muros de madera y techos de lámina es la primera parada en Axoxohuilco. Ahí, tres docentes intentan animar a una treintena de chamacos enteleridos los invitan a bailar y a cantar a olvidarse que no han desayunado.
“Es el problema que tenemos a diario. No culpamos a los padres de familia porque tampoco tienen dinero, pero la mayoría de los alumnos están anémicos. El apoyo que les dan en Prospera, programa federal de asistencia social, no les alcanza. Un niño recibe 250 pesos cada dos meses, eso se les va bien rápido”, comenta la directora del plantel.
En Axoxohuilco, se oferta hasta la secundaria, sin embargo, los números a la hora de las inscripciones son deprimentes. Tan sólo en el presente ciclo se inscribieron 25 niños a sexto grado, de los cuales dos se hartaron y decidieron acompañar a sus padres al campo. Del resto, tres repetirán año. “Así se van desintegrado las generaciones. A lo mucho terminarán diez la secundaria y al bachillerato a lo mucho de cuatro se inscribirán”.
Posterior al panorama oscuro que proporcionan los catedráticos indican el camino para entrevistar a Marcela Temoxtle: “Seguro la va a encontrar; siempre está en su casa o en la escuela”. Luego dan la orden a sus pequeños de ingresar al salón; a quienes se les ve arrastrar los guaraches hasta el aula, sin una pizca de entusiasmo, tallando sus barrigas lombricientas.
LA CASA DE MARCELA
Para llegar a la casa de la universitaria es necesario escalar 3 kilómetros boscosos; caminos enlodados donde se dan los árboles de ocote y las ardillas se pasean sobre sus troncos. En la punta del sendero se aprecia la choza de tablones y techo de cartón. Dos perros anuncian la llegada de gente extraña y es como Marcela se asoma; lleva enredada una toalla en el cabello y otra adherida a su cuerpo. Silencia los ladridos y luego se presenta de manera respetuosa.
“Perdone las fachas, pero me estoy arreglando para ir a la escuela”, posteriormente se entera de la intención de la visita y efusiva acepta publicar su historia. La única condición es que la grabación sea en movimiento, pues debe terminar de alistarse y no se lleva con la impuntualidad.
Ya vestida, con un pantalón de mezclilla azul oscuro, camiseta color morada y tenis imitación de la marca Converse, invita a pasar al forastero, mientras ella ordena sus libros conforme al horario y se arregla su cabello lacio que le cuelga hasta debajo de los hombros.
El lugar donde vive no supera los 20 metros cuadrados; como seña particular, los huecos entre las tablas están cubiertos por trabajos escolares y reconocimientos al mérito académico de Marcela y sus hermanos. La joven conserva cada uno de sus libros de texto que ha contestado a lo largo de su carrera y los apila sobre una repisa.
Al fondo del cuarto se aprecian tarimas que cumplen la labor de una cama, ahí descansan abrazados los siete integrantes. De un lado están las herramientas de trabajo de don Adolfo Temoxtle, el papá; unas botas de hule, el azadón y la pala. En el otro rincón está la máquina para moler café y el fogón que ocupa doña Dolores Temoxtle, la mamá para echar las tortillas.
De los cuatro hermanos sólo se aprecian huaraches de plástico regados sobre el piso, así como ropa colgada en un tendedero que guinda doña Dolores a lo ancho de la habitación. Marcela comparte que su meta es que todos sigan sus pasos. Está convencida que el camino de la supervivencia no es multiplicando el apellido con hijos ni ocupando la fuerza de indígena en campos moribundos, donde apenas el dinero da para que la historia de carencias se repita.
“UN DÍA DECIDÍ QUE LAS COSAS TENÍAN QUE CAMBIAR”
Luego de haber ordenado sus útiles escolares, la joven comienza a relatar cómo venció el paradigma al que está sujeto su pueblo. Al igual que Galileo Galilei, dejó de preocuparse por las cosas que señalaban como prohibidas y se adentró en lo desconocido. Hoy, asegura que la educación es una puerta fiable para salir de la pobreza.
Una tarde, después de regresar de la secundaria, se animó a compartir con su madre la idea que ya tenía sembrada: “Le dije: quiero seguir estudiando, apóyeme. Y no me refiero a la preparatoria, pienso hacer una ingeniería”. Doña Dolores Temoxtle se tambaleó sorprendida, pero luego recordó los diplomas de fin de cursos, desde la primaria y aceptó.
Y no fue para más la reacción de la jefa de familia, pues los ingresos en el hogar llegan gracias al oficio de don Adolfo Temoxtle Chipahua, un labrador de tierra; que si a veces siembra maíz, a veces gana 60 pesos. Mientras que Dolores se dedica a las labores del hogar y a ingeniárselas para darle de comer a sus cinco retoños.
La familia es una de las 160 beneficiadas por el apoyo federal Prospera, perciben 850 pesos bimestrales; 425 pesos al mes. Es decir, cuando don Adolfo Temoxtle labora, libran el día con 10 pesos para cada integrante.
Marcela comenzó a ahorrar para una computadora portátil. Tuvo que esperar 6 años y pedir apoyo a uno de sus familiares para poder adquirir el único equipo de cómputo en todo Axoxohuilco; su tesoro más preciado, asegura.
Fue en el año 2015 cuando la jovencita recibió la noticia de que había sido aceptada en el Instituto Superior de Zongolica. No niega que brincó de felicidad y enseguida abrazó a su madre, quien bañada en llantos le confesó que le echara ganas y acabara de una buena vez con la maldición de la familia y del pueblo.
“ES DIFÍCIL ESTUDIAR CUANDO SE TIENE HAMBRE”
La jornada de estudio para Marcela inicia a las 6 de la mañana, si da tiempo y hay leña, calienta su agua junto al fogón de las tortillas, si no, termina de despertar con el líquido que nace de los cerros, litros que acarrean sus hermanos en galones.
Antes de que su madre la despida con un beso en la mejilla le entrega los 50 pesos del día; cantidad que algunas veces significa el 85 por ciento de los ingresos familiares. Posteriormente, camina hasta Tlalacía a tomar su taxi comunitario, una camioneta de batea, donde se atiborran hasta 18 personas. Ahí se le van los primeros 12 pesos del día.
Las clases inician a las 8 de la mañana y terminan a las 3 de la tarde. Si hay tarea, Marcela se queda a ocupar el internet, pues ni en su casa ni en su pueblo cuenta con los servicios. Si le da sed, se compra un jugo de 10 pesos y si no desayunó, paga otros 5 por una pieza de pan. Lo que para entonces ya da un total de 33 pesos, restándole 25 para lo que queda en el día.
“A veces sí me da hambre y quisiera comprarme algo para el desayuno o la comida, pero también salen gastos para entregar trabajos y pues eso es primero”, contesta sin titubear Marcela Temoxtle.
Es consciente de la situación y ya entregó los documentos en su escuela para obtener una beca y, de no ser aceptada, conseguirá un empleo de medio tiempo. Sabe que en su casa otras seis personas se amarran la tripa para pagar sus estudios.
Al caer la tarde-noche regresa a casa. Ahí su madre ya la espera con sopa aguada y sus tortillas, luego vienen los desvelos para completar sus tareas. “Me duermo a la 1 de la mañana, a mi papá le molesta que escriba a esas horas, me dice que apague la luz, pero yo le contesto que es mi trabajo, que él se duerma, que no necesita mis ojos”.
Las aspiraciones de Marcela Temoxtle son conseguir un empleo en Orizaba o bien formar parte de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, (CDI). “Quiero salir a otros lugares y aprender muchas cosas para después regresar a mi comunidad y ayudarla”.
Una señorita visionaria e incansable con un compromiso que pactó ante su familia. “Lo primero que haré saliendo de mi carrera será sacar adelante a mis hermanitos. Mi padre cada vez se cansa más en el campo y mi madre envejece, quisiera regresarles un poco de todo lo que están haciendo por mí”, asegura.
Y así da por culminada la entrevista, no obstante, antes de salir corriendo a tomar su camioneta, Marcela comenta: “Este logro, cuando lo consiga, estará dedicado para toda mi familia. Quisiera que mi pueblo abriera los ojos y saliera adelante, pero también que el Gobierno se acordara de nosotros, que nos ayuden a cumplir nuestros sueños”.
Ver más
Con base en información municipal, en Axoxohuilco radican 476 personas, y el 35 por ciento de sus adultos son analfabetas. No obstante, en la punta de un cerro cubierto de árboles de ocote, allá vive Marcela Temoxtle Temoxtle, la única universitaria de quien se tiene registro en la comunidad.
Hija de campesinos y la mayor de cinco hermanos, sus gastos escolares ascienden a unos 50 pesos diarios; su padre gana 60, de vez en cuando. Marcela intenta cubrir esa suma sacrificando almuerzos, erradicando salidas con amigos y limitándose a cuatro cambios de ropa. La joven no sabe cómo es que ha aguantado su familia, sólo espera que las carencias no le arrebaten sus sueños.
Aunado a lo anterior, en el pueblo no es bien vista: las señoras y los chismes de lavadero, aseguran que es una chamaca que sólo va a buscar hombres a Tehuipango. “La verdad, ni en la familia ven con buenos ojos lo que estoy haciendo. Siento feo, pero trato de ignorarlo”, comparte la joven de 18 años.
Marcela no rebasa el metro con 55 centímetros; dueña de una sonrisa blanca e inocente, con ojeras en su rostro, es estudiante de la carrera de Ingeniería de Gestión Empresarial, en el Instituto Superior de Zongolica, campus Tehuipango. Tiene un promedio superior a 9.
Una señorita menuda que come dos veces al día y recorre de lunes a viernes 10 kilómetros, hasta la parada donde toma el transporte colectivo. De cuna humilde, al igual que el subagente municipal y el mismo Rosendo Mayahua Flores, el campesino de 40 años que fue incluido en el libro Los 12 mexicanos más pobres, de la editorial Planeta; la miseria en esos rumbos no es celosa y agarra parejo.
Un buen día, Marcela recopiló cada uno de los consejos de sus maestros, se agarró de los llantos de su madre, afligida por su condición económica y pensó: “No quiero sufrir igual que ella. Sabrá Dios cómo, pero voy a terminar mi carrera y ayudaré a mis hermanitos a superarse”. Y así lo hizo, al día de hoy, está por terminar su segundo semestre; el camino es largo y las carencias duras, pero no se dará por vencida, asegura.
“AQUÍ LA GENTE NO CREE EN LA ESCUELA”
El caso de Marcela es admirable, calificativo que los maestros de la primaria Guadalupe Victoria atribuyen a la niña que vieron crecer en sus aulas. La escuela de muros de madera y techos de lámina es la primera parada en Axoxohuilco. Ahí, tres docentes intentan animar a una treintena de chamacos enteleridos los invitan a bailar y a cantar a olvidarse que no han desayunado.
“Es el problema que tenemos a diario. No culpamos a los padres de familia porque tampoco tienen dinero, pero la mayoría de los alumnos están anémicos. El apoyo que les dan en Prospera, programa federal de asistencia social, no les alcanza. Un niño recibe 250 pesos cada dos meses, eso se les va bien rápido”, comenta la directora del plantel.
En Axoxohuilco, se oferta hasta la secundaria, sin embargo, los números a la hora de las inscripciones son deprimentes. Tan sólo en el presente ciclo se inscribieron 25 niños a sexto grado, de los cuales dos se hartaron y decidieron acompañar a sus padres al campo. Del resto, tres repetirán año. “Así se van desintegrado las generaciones. A lo mucho terminarán diez la secundaria y al bachillerato a lo mucho de cuatro se inscribirán”.
Posterior al panorama oscuro que proporcionan los catedráticos indican el camino para entrevistar a Marcela Temoxtle: “Seguro la va a encontrar; siempre está en su casa o en la escuela”. Luego dan la orden a sus pequeños de ingresar al salón; a quienes se les ve arrastrar los guaraches hasta el aula, sin una pizca de entusiasmo, tallando sus barrigas lombricientas.
LA CASA DE MARCELA
Para llegar a la casa de la universitaria es necesario escalar 3 kilómetros boscosos; caminos enlodados donde se dan los árboles de ocote y las ardillas se pasean sobre sus troncos. En la punta del sendero se aprecia la choza de tablones y techo de cartón. Dos perros anuncian la llegada de gente extraña y es como Marcela se asoma; lleva enredada una toalla en el cabello y otra adherida a su cuerpo. Silencia los ladridos y luego se presenta de manera respetuosa.
“Perdone las fachas, pero me estoy arreglando para ir a la escuela”, posteriormente se entera de la intención de la visita y efusiva acepta publicar su historia. La única condición es que la grabación sea en movimiento, pues debe terminar de alistarse y no se lleva con la impuntualidad.
Ya vestida, con un pantalón de mezclilla azul oscuro, camiseta color morada y tenis imitación de la marca Converse, invita a pasar al forastero, mientras ella ordena sus libros conforme al horario y se arregla su cabello lacio que le cuelga hasta debajo de los hombros.
El lugar donde vive no supera los 20 metros cuadrados; como seña particular, los huecos entre las tablas están cubiertos por trabajos escolares y reconocimientos al mérito académico de Marcela y sus hermanos. La joven conserva cada uno de sus libros de texto que ha contestado a lo largo de su carrera y los apila sobre una repisa.
Al fondo del cuarto se aprecian tarimas que cumplen la labor de una cama, ahí descansan abrazados los siete integrantes. De un lado están las herramientas de trabajo de don Adolfo Temoxtle, el papá; unas botas de hule, el azadón y la pala. En el otro rincón está la máquina para moler café y el fogón que ocupa doña Dolores Temoxtle, la mamá para echar las tortillas.
De los cuatro hermanos sólo se aprecian huaraches de plástico regados sobre el piso, así como ropa colgada en un tendedero que guinda doña Dolores a lo ancho de la habitación. Marcela comparte que su meta es que todos sigan sus pasos. Está convencida que el camino de la supervivencia no es multiplicando el apellido con hijos ni ocupando la fuerza de indígena en campos moribundos, donde apenas el dinero da para que la historia de carencias se repita.
“UN DÍA DECIDÍ QUE LAS COSAS TENÍAN QUE CAMBIAR”
Luego de haber ordenado sus útiles escolares, la joven comienza a relatar cómo venció el paradigma al que está sujeto su pueblo. Al igual que Galileo Galilei, dejó de preocuparse por las cosas que señalaban como prohibidas y se adentró en lo desconocido. Hoy, asegura que la educación es una puerta fiable para salir de la pobreza.
Una tarde, después de regresar de la secundaria, se animó a compartir con su madre la idea que ya tenía sembrada: “Le dije: quiero seguir estudiando, apóyeme. Y no me refiero a la preparatoria, pienso hacer una ingeniería”. Doña Dolores Temoxtle se tambaleó sorprendida, pero luego recordó los diplomas de fin de cursos, desde la primaria y aceptó.
Y no fue para más la reacción de la jefa de familia, pues los ingresos en el hogar llegan gracias al oficio de don Adolfo Temoxtle Chipahua, un labrador de tierra; que si a veces siembra maíz, a veces gana 60 pesos. Mientras que Dolores se dedica a las labores del hogar y a ingeniárselas para darle de comer a sus cinco retoños.
La familia es una de las 160 beneficiadas por el apoyo federal Prospera, perciben 850 pesos bimestrales; 425 pesos al mes. Es decir, cuando don Adolfo Temoxtle labora, libran el día con 10 pesos para cada integrante.
Marcela comenzó a ahorrar para una computadora portátil. Tuvo que esperar 6 años y pedir apoyo a uno de sus familiares para poder adquirir el único equipo de cómputo en todo Axoxohuilco; su tesoro más preciado, asegura.
Fue en el año 2015 cuando la jovencita recibió la noticia de que había sido aceptada en el Instituto Superior de Zongolica. No niega que brincó de felicidad y enseguida abrazó a su madre, quien bañada en llantos le confesó que le echara ganas y acabara de una buena vez con la maldición de la familia y del pueblo.
“ES DIFÍCIL ESTUDIAR CUANDO SE TIENE HAMBRE”
La jornada de estudio para Marcela inicia a las 6 de la mañana, si da tiempo y hay leña, calienta su agua junto al fogón de las tortillas, si no, termina de despertar con el líquido que nace de los cerros, litros que acarrean sus hermanos en galones.
Antes de que su madre la despida con un beso en la mejilla le entrega los 50 pesos del día; cantidad que algunas veces significa el 85 por ciento de los ingresos familiares. Posteriormente, camina hasta Tlalacía a tomar su taxi comunitario, una camioneta de batea, donde se atiborran hasta 18 personas. Ahí se le van los primeros 12 pesos del día.
Las clases inician a las 8 de la mañana y terminan a las 3 de la tarde. Si hay tarea, Marcela se queda a ocupar el internet, pues ni en su casa ni en su pueblo cuenta con los servicios. Si le da sed, se compra un jugo de 10 pesos y si no desayunó, paga otros 5 por una pieza de pan. Lo que para entonces ya da un total de 33 pesos, restándole 25 para lo que queda en el día.
“A veces sí me da hambre y quisiera comprarme algo para el desayuno o la comida, pero también salen gastos para entregar trabajos y pues eso es primero”, contesta sin titubear Marcela Temoxtle.
Es consciente de la situación y ya entregó los documentos en su escuela para obtener una beca y, de no ser aceptada, conseguirá un empleo de medio tiempo. Sabe que en su casa otras seis personas se amarran la tripa para pagar sus estudios.
Al caer la tarde-noche regresa a casa. Ahí su madre ya la espera con sopa aguada y sus tortillas, luego vienen los desvelos para completar sus tareas. “Me duermo a la 1 de la mañana, a mi papá le molesta que escriba a esas horas, me dice que apague la luz, pero yo le contesto que es mi trabajo, que él se duerma, que no necesita mis ojos”.
Las aspiraciones de Marcela Temoxtle son conseguir un empleo en Orizaba o bien formar parte de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, (CDI). “Quiero salir a otros lugares y aprender muchas cosas para después regresar a mi comunidad y ayudarla”.
Una señorita visionaria e incansable con un compromiso que pactó ante su familia. “Lo primero que haré saliendo de mi carrera será sacar adelante a mis hermanitos. Mi padre cada vez se cansa más en el campo y mi madre envejece, quisiera regresarles un poco de todo lo que están haciendo por mí”, asegura.
Y así da por culminada la entrevista, no obstante, antes de salir corriendo a tomar su camioneta, Marcela comenta: “Este logro, cuando lo consiga, estará dedicado para toda mi familia. Quisiera que mi pueblo abriera los ojos y saliera adelante, pero también que el Gobierno se acordara de nosotros, que nos ayuden a cumplir nuestros sueños”.
Centros escolares
HIZO DE UN VAGÓN UNA ESCUELA DE EXCELENCIA, GANÓ PREMIO DE 5 MIL... Y SE LO QUEDA LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN
Un reportaje de Juan Luis García Hernández.
Un maestro destacado de la única “primaria vagón” del país, aún espera la entrega de un galardón que ganó hace dos años por parte de la Secretaría de Educación Pública del Estado de México. Su premio fue de 5 mil pesos y cuando llegó a recogerlo le dijeron que pasara a la ventanilla de enfrente… luego a otra y a otra. Hasta hoy no ha visto ese dinero.
México – El director de la última primaria vagón del país ha sorprendido en diversos concursos por las altas calificaciones de sus estudiantes. Después de 23 años de docencia en una góndola de un tren que estancó sus ruedas en el poblado de Santa Bartolo, Naucalpan, los resultados de las pruebas de Evaluación Nacional del logro Académico en Centros Escolares (Enlace) han puesto a la escuela Art. 123 Lic. Adolfo López Mateos por encima de más de medio centenar de primarias en el Estado de México.
Sin embargo, eso no ha sido suficiente para que el maestro Mayolo Contreras Parra reciba el premio que ganó en la última edición de esta competencia: 5 mil pesos que desaparecieron en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Toluca, capital del Edomex.
“Se nos estaba dando un recurso como una gratificación por los maestros que salíamos bien. Pues a mí el último me lo quedaron a deber y nunca me lo han dado. Lo solicité. Me lo gané a buena fe. A mi trabajo, y es algo que tengo pendiente, pero probablemente es algo a lo que ya no llego”, dijo Contreras Parra.
La última participación de la escuela en la prueba, en 2013, colocó al centro educativo como el segundo de mayor calidad educativa de la entidad. La Prueba Enlace calificó los resultados del alumnado de tercer grado con la categoría de “bueno”, que según el sitio oficial es: “Una muestra de un nivel de dominio adecuado de los conocimientos y posee las habilidades de la asignatura evaluada”.
Pero, a la hora de recibir el premio éste nunca llegó, aun cuando el profesor Contreras acudió a las oficinas de la SEP en Toluca para pedirlo.
“Son recursos federales. Parece que del Programa Escuelas de Calidad. Van a decir que no salió pero sí, lo checamos por Internet, primero, y después fuimos a la oficina. Me quedaron debiendo 5 mil pesos”, dijo a SinEmbargo.
Hasta hace un año el único profesor de la escuela primaria empezó a contar con la ayuda de una segunda maestra con quien imparte clases a 31 niños que provienen de los hogares ubicados en los alrededores.
En una mañana sin sol, los niños uniformados con suéteres azules y pantalones grises, reciben clases dentro de un vagón que, contrario a lo que se podría pensar, conserva una temperatura agradable. De aspecto cuidado en su interior, por fuera concuerda con la vista hacia un vecindario plagado también de vagones, donde los hogares se apelmazan de forma contigua a lo largo de las vías del tren.
“La mayoría de niños vive en estos vagones. Son niños de la comunidad. Estamos en un contacto directo con ellos. Yo aquí pongo mucho esfuerzo, pero hay algunos padres que en casa no tienen esa misma respuesta”, dijo Samantha Ramírez, quien enseña a niños de primero y segundo de primaria, en un salón anexo al vagón.
Ver más
Un maestro destacado de la única “primaria vagón” del país, aún espera la entrega de un galardón que ganó hace dos años por parte de la Secretaría de Educación Pública del Estado de México. Su premio fue de 5 mil pesos y cuando llegó a recogerlo le dijeron que pasara a la ventanilla de enfrente… luego a otra y a otra. Hasta hoy no ha visto ese dinero.
México – El director de la última primaria vagón del país ha sorprendido en diversos concursos por las altas calificaciones de sus estudiantes. Después de 23 años de docencia en una góndola de un tren que estancó sus ruedas en el poblado de Santa Bartolo, Naucalpan, los resultados de las pruebas de Evaluación Nacional del logro Académico en Centros Escolares (Enlace) han puesto a la escuela Art. 123 Lic. Adolfo López Mateos por encima de más de medio centenar de primarias en el Estado de México.
Sin embargo, eso no ha sido suficiente para que el maestro Mayolo Contreras Parra reciba el premio que ganó en la última edición de esta competencia: 5 mil pesos que desaparecieron en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Toluca, capital del Edomex.
“Se nos estaba dando un recurso como una gratificación por los maestros que salíamos bien. Pues a mí el último me lo quedaron a deber y nunca me lo han dado. Lo solicité. Me lo gané a buena fe. A mi trabajo, y es algo que tengo pendiente, pero probablemente es algo a lo que ya no llego”, dijo Contreras Parra.
La última participación de la escuela en la prueba, en 2013, colocó al centro educativo como el segundo de mayor calidad educativa de la entidad. La Prueba Enlace calificó los resultados del alumnado de tercer grado con la categoría de “bueno”, que según el sitio oficial es: “Una muestra de un nivel de dominio adecuado de los conocimientos y posee las habilidades de la asignatura evaluada”.
Pero, a la hora de recibir el premio éste nunca llegó, aun cuando el profesor Contreras acudió a las oficinas de la SEP en Toluca para pedirlo.
“Son recursos federales. Parece que del Programa Escuelas de Calidad. Van a decir que no salió pero sí, lo checamos por Internet, primero, y después fuimos a la oficina. Me quedaron debiendo 5 mil pesos”, dijo a SinEmbargo.
Hasta hace un año el único profesor de la escuela primaria empezó a contar con la ayuda de una segunda maestra con quien imparte clases a 31 niños que provienen de los hogares ubicados en los alrededores.
En una mañana sin sol, los niños uniformados con suéteres azules y pantalones grises, reciben clases dentro de un vagón que, contrario a lo que se podría pensar, conserva una temperatura agradable. De aspecto cuidado en su interior, por fuera concuerda con la vista hacia un vecindario plagado también de vagones, donde los hogares se apelmazan de forma contigua a lo largo de las vías del tren.
“La mayoría de niños vive en estos vagones. Son niños de la comunidad. Estamos en un contacto directo con ellos. Yo aquí pongo mucho esfuerzo, pero hay algunos padres que en casa no tienen esa misma respuesta”, dijo Samantha Ramírez, quien enseña a niños de primero y segundo de primaria, en un salón anexo al vagón.
El exministro de Educación, Ángel Gabilondo, critica la mercantilización de la educación, donde se está imponiendo la terminología económica y se fomenta la “competitividad y rentabilidad”. “La educación tiene que fomentar el derecho a la diferencia, pero sin diferencia de derechos”.
El exministro de Educación y portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, no acepta que España necesita un gran cambio en la educación "porque no es un desastre". Pero alerta de la progresiva mercantilización de la educación, donde se está imponiendo de manera “peligrosa” términos como competitividad y rentabilidad. “Claro que estoy a favor de la excelencia, pero desde la igualdad de oportunidades. La educación tiene que fomentar el derecho a la diferencia, pero sin diferencia de derechos”.
Gabilondo ha lanzado estos mensajes durante su conferencia Humanizar la vida, con la que ha cerrado en Bilbao una serie de mesas redondas organizadas por la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Euskadi bajo el lema ¿Qué sociedad, qué educación, qué sindicato? El exministro ha comentado sobre la situación de la educación en España: "El desafío que tenemos, ya que se ha logrado la universalización, es hacerla compatible con la calidad, mejorando el proceso educativo pero sin perder lo que tanto ha costado lograr, un sistema educativo inclusivo, diversificado, universal, una gran conquista social". Sobre la situación de la educación en España, Gabilondo lleva mal las comparaciones que de manera recurrente se hacen, por ejemplo, con Finlandia. "En 1900, en Finlandia no había analfabetos. En España, hace 40 años un 30% de la población no sabía leer ni escribir. Hay que tener en cuenta el esfuerzo que han hecho tantos maestros y maestras, a los que a veces se desanima diciendo que esto es un desastre. Hay mucho que mejorar, el sistema de formación del profesorado, sus incentivos, pero yo no acepto la tesis de que España necesita un gran cambio en la educación porque esto es un desastre".
"No es un desastre. Se puede hacer mejor pero no es un desastre. No desanimemos con encuestas de organismos que dicen cosas que a veces no son solamente educativas. PISA es una evaluación que se hace desde la OCDE, que es una organización económica que tiene una visión determinada de la educación, que yo respeto pero yo tengo una distinta. La educación no es hacer dóciles empleados, sino ciudadanos activos y libres", ha recalcado.
Huir del resentimiento
Gabilondo ha apostado por un futuro pacto educativo, que es "indispensable; es una demanda social extraordinaria, hay más de un 90% de los ciudadanos que quiere un pacto social y político sobre educación. Primero el social, con las comunidades educativas, familias, profesores, estudiantes, agentes sociales... el pacto ocurrirá, que no sea como la LOMCE".
El exministro también abogó para que la educación sirva para huir del resentimiento y de la venganza. “Sobre el resentimiento no se puede construir nada, jamás. Nunca hay que olvidar, siempre hay que preservar la memoria, pero nunca desde el resentimiento”.
Ver más
El exministro de Educación y portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, no acepta que España necesita un gran cambio en la educación "porque no es un desastre". Pero alerta de la progresiva mercantilización de la educación, donde se está imponiendo de manera “peligrosa” términos como competitividad y rentabilidad. “Claro que estoy a favor de la excelencia, pero desde la igualdad de oportunidades. La educación tiene que fomentar el derecho a la diferencia, pero sin diferencia de derechos”.
Gabilondo ha lanzado estos mensajes durante su conferencia Humanizar la vida, con la que ha cerrado en Bilbao una serie de mesas redondas organizadas por la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Euskadi bajo el lema ¿Qué sociedad, qué educación, qué sindicato? El exministro ha comentado sobre la situación de la educación en España: "El desafío que tenemos, ya que se ha logrado la universalización, es hacerla compatible con la calidad, mejorando el proceso educativo pero sin perder lo que tanto ha costado lograr, un sistema educativo inclusivo, diversificado, universal, una gran conquista social". Sobre la situación de la educación en España, Gabilondo lleva mal las comparaciones que de manera recurrente se hacen, por ejemplo, con Finlandia. "En 1900, en Finlandia no había analfabetos. En España, hace 40 años un 30% de la población no sabía leer ni escribir. Hay que tener en cuenta el esfuerzo que han hecho tantos maestros y maestras, a los que a veces se desanima diciendo que esto es un desastre. Hay mucho que mejorar, el sistema de formación del profesorado, sus incentivos, pero yo no acepto la tesis de que España necesita un gran cambio en la educación porque esto es un desastre".
"No es un desastre. Se puede hacer mejor pero no es un desastre. No desanimemos con encuestas de organismos que dicen cosas que a veces no son solamente educativas. PISA es una evaluación que se hace desde la OCDE, que es una organización económica que tiene una visión determinada de la educación, que yo respeto pero yo tengo una distinta. La educación no es hacer dóciles empleados, sino ciudadanos activos y libres", ha recalcado.
Huir del resentimiento
Gabilondo ha apostado por un futuro pacto educativo, que es "indispensable; es una demanda social extraordinaria, hay más de un 90% de los ciudadanos que quiere un pacto social y político sobre educación. Primero el social, con las comunidades educativas, familias, profesores, estudiantes, agentes sociales... el pacto ocurrirá, que no sea como la LOMCE".
El exministro también abogó para que la educación sirva para huir del resentimiento y de la venganza. “Sobre el resentimiento no se puede construir nada, jamás. Nunca hay que olvidar, siempre hay que preservar la memoria, pero nunca desde el resentimiento”.
Un artículo traducido del inglés, por Rosa María Torres del Castillo, pedagoga, lingüista, periodista educativa, activista social. Investigadora y asesora internacional en temas de educación, cultura escrita, innovación educativa, y aprendizaje a lo largo de la vida. Ex-Ministra de Educación y Culturas. Coordinadora del Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos.
¿Educar para adaptar?
"Somos seres de transformación, no de adaptación" (Paulo Freire)
"El deber de un ciudadano es no creer en ninguna profecía del futuro, sino actuar para realizar el mejor futuro posible" (Richard Stallman)
"Piensa diferente" (Steve Jobs)
"Ojalá estemos celebrando todos el sagrado derecho a la indignación, que es la prueba de que estamos de veras vivos y de que somos dignos" (Eduardo Galeano)
"Frente a los peligros que afrontan nuestras sociedades interdependientes es tiempo de acción, de participación, de no resignarse" (Stéphane Hessel)
"Convoquemos una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no propongan como horizonte para nuestra juventud otras cosas que no sean el consumo en masa, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición excesiva de todos contra todos" (Stéphane Hessel, Indignáos)
La "sociedad de la información", el "mundo de cambios acelerados", la "era de la incertidumbre" que nos ha tocado vivir están ampliando las fronteras de la información, la comunicación, el conocimiento, la ciencia y la tecnología, pero también exacerbando el consumismo, el despilfarro, el desempleo, el individualismo, el narcisimo, la pérdida de empatía y de altruismo, la competencia, la desconfianza hacia los demás, las migraciones, la destrucción del planeta, los riesgos para la vida humana, las guerras, la crisis alimentaria, la escasez del agua, las brechas entre ricos y pobres, entre el Norte y el Sur, entre los obsesos y los que padecen hambre, entre los "incluidos" y los "excluidos", entre los "conectados" y los "desconectados", entre los con conexión rápida y los sin banda ancha...
No obstante, "adaptarse al cambio" es hoy considerada por muchos una "cualidad del futuro", parte de los listados de "competencias del siglo 21" propuestos desde el Norte, junto con cuestiones tales como el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad para resolver problemas, el espíritu emprendedor o el trabajo en equipo. Hay quienes incluso ... plantean la "adaptabilidad" como un posible indicador de la calidad de la educación (BID-Banco InterAmericano de Desarrollo).
Hoy más que nunca, la educación necesita negar el pensamiento único, generar pensamiento crítico y alternativo, debate de ideas, conciencia social y conciencia planetaria, cultura ciudadana, acción contestataria, transformación social y política, antes que la mera repetición, la resiliencia, la adaptación o la inclusión a secas.
Hoy más que nunca la educación debe renunciar a la trampa de la competencia, los puntajes y los ránkings, en nombre de la ansiada "excelencia". Necesitamos educación en y para la equidad, en y para la colaboración, en y para la democracia. Educación para la emancipación, no para mejorar ránkings.
En el contexto actual, "educación para adaptarse a un mundo cambiante" y "educación para la inclusión" - consignas de la época - equivalen a hacerle el juego al sometimiento y a la resignación.
Ver más
¿Educar para adaptar?
"Somos seres de transformación, no de adaptación" (Paulo Freire)
"El deber de un ciudadano es no creer en ninguna profecía del futuro, sino actuar para realizar el mejor futuro posible" (Richard Stallman)
"Piensa diferente" (Steve Jobs)
"Ojalá estemos celebrando todos el sagrado derecho a la indignación, que es la prueba de que estamos de veras vivos y de que somos dignos" (Eduardo Galeano)
"Frente a los peligros que afrontan nuestras sociedades interdependientes es tiempo de acción, de participación, de no resignarse" (Stéphane Hessel)
"Convoquemos una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no propongan como horizonte para nuestra juventud otras cosas que no sean el consumo en masa, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición excesiva de todos contra todos" (Stéphane Hessel, Indignáos)
La "sociedad de la información", el "mundo de cambios acelerados", la "era de la incertidumbre" que nos ha tocado vivir están ampliando las fronteras de la información, la comunicación, el conocimiento, la ciencia y la tecnología, pero también exacerbando el consumismo, el despilfarro, el desempleo, el individualismo, el narcisimo, la pérdida de empatía y de altruismo, la competencia, la desconfianza hacia los demás, las migraciones, la destrucción del planeta, los riesgos para la vida humana, las guerras, la crisis alimentaria, la escasez del agua, las brechas entre ricos y pobres, entre el Norte y el Sur, entre los obsesos y los que padecen hambre, entre los "incluidos" y los "excluidos", entre los "conectados" y los "desconectados", entre los con conexión rápida y los sin banda ancha...
No obstante, "adaptarse al cambio" es hoy considerada por muchos una "cualidad del futuro", parte de los listados de "competencias del siglo 21" propuestos desde el Norte, junto con cuestiones tales como el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad para resolver problemas, el espíritu emprendedor o el trabajo en equipo. Hay quienes incluso ... plantean la "adaptabilidad" como un posible indicador de la calidad de la educación (BID-Banco InterAmericano de Desarrollo).
Hoy más que nunca, la educación necesita negar el pensamiento único, generar pensamiento crítico y alternativo, debate de ideas, conciencia social y conciencia planetaria, cultura ciudadana, acción contestataria, transformación social y política, antes que la mera repetición, la resiliencia, la adaptación o la inclusión a secas.
Hoy más que nunca la educación debe renunciar a la trampa de la competencia, los puntajes y los ránkings, en nombre de la ansiada "excelencia". Necesitamos educación en y para la equidad, en y para la colaboración, en y para la democracia. Educación para la emancipación, no para mejorar ránkings.
En el contexto actual, "educación para adaptarse a un mundo cambiante" y "educación para la inclusión" - consignas de la época - equivalen a hacerle el juego al sometimiento y a la resignación.
La ministra de Educación, Marta Lafuente, presentó su renuncia al cargo este jueves tras la fuerte presión de los estudiantes secundarios. Los alumnos realizaron la toma de varias instituciones educativas como medida de fuerza en rechazo a su gestión.
Los jóvenes secundarios lograron su objetivo de hacer renunciar a la ministra de Educación, Marta Lafuente, resistida desde hace tiempo por los gremios estudiantiles y docentes. Su gestión era criticada por diversos sectores.
Alumnos de varias instituciones se movilizaron desde el pasado martes a la espera de este final; la renuncia de la secretaria de Estado, que se oficializa este jueves desde Mburuvicha Róga.
Lafuente trató de resistir a la rebelión estudiantil dejando en claro que no pensaba renunciar al cargo, pero la presión de los jóvenes se fortaleció con el trascurrir los días con la toma de instituciones educativas como medida de fuerza.
Su decisión de abandonar el cargo fue luego de reunirse por varias horas con el presidente de la República, Horacio Cartes y el jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Juan Carlos López Moreira.
El escenario político tampoco era el propicio para su continuidad, teniendo en cuenta la pérdida de confianza que sufrió la ministra en la Cámara de Senadores y en un sector de la Cámara de Diputados.
De hecho, los senadores realizaron fuertes críticas a la titular de la cartera de Educación por su ausencia en el día en que se le debía interpelar y responder a los cuestionamientos de los parlamentarios.
Tras la toma del Colegio Nacional República Argentina, donde los estudiantes de la Organización Nacional Estudiantil (ONE) exigían la renuncia de la ministra de Educación, otros secundarios replicaron la iniciativa en Central e interior del país, sumando más de 100 los colegios en movilización.
Centenares de secundarios se concentraron en el punto neurálgico de la protesta, el Colegio República Argentina. Y no solo participaron estudiantes de centros públicos, también secundarios del Salesianito, La Providencia y del Cristo Rey marcharon, demostrando así su apoyo al reclamo de sus pares.
Ver más
Los jóvenes secundarios lograron su objetivo de hacer renunciar a la ministra de Educación, Marta Lafuente, resistida desde hace tiempo por los gremios estudiantiles y docentes. Su gestión era criticada por diversos sectores.
Alumnos de varias instituciones se movilizaron desde el pasado martes a la espera de este final; la renuncia de la secretaria de Estado, que se oficializa este jueves desde Mburuvicha Róga.
Lafuente trató de resistir a la rebelión estudiantil dejando en claro que no pensaba renunciar al cargo, pero la presión de los jóvenes se fortaleció con el trascurrir los días con la toma de instituciones educativas como medida de fuerza.
Su decisión de abandonar el cargo fue luego de reunirse por varias horas con el presidente de la República, Horacio Cartes y el jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Juan Carlos López Moreira.
El escenario político tampoco era el propicio para su continuidad, teniendo en cuenta la pérdida de confianza que sufrió la ministra en la Cámara de Senadores y en un sector de la Cámara de Diputados.
De hecho, los senadores realizaron fuertes críticas a la titular de la cartera de Educación por su ausencia en el día en que se le debía interpelar y responder a los cuestionamientos de los parlamentarios.
Tras la toma del Colegio Nacional República Argentina, donde los estudiantes de la Organización Nacional Estudiantil (ONE) exigían la renuncia de la ministra de Educación, otros secundarios replicaron la iniciativa en Central e interior del país, sumando más de 100 los colegios en movilización.
Centenares de secundarios se concentraron en el punto neurálgico de la protesta, el Colegio República Argentina. Y no solo participaron estudiantes de centros públicos, también secundarios del Salesianito, La Providencia y del Cristo Rey marcharon, demostrando así su apoyo al reclamo de sus pares.
El porcentaje se ha reducido un 1,9% en un año y casi duplica la media comunitaria, que se sitúa en el 11%. Estamos muy lejos de reducir el abandono escolar al 15% de aquí 2020 fijado por la Unión.
España es líder, una vez más, de la Unión Europea en fracaso escolar. El 20% de los jóvenes entre 18 y 24 ha abandonado prematuramente el sistema educativo sin haber terminado sus estudios de secundaria. Son más los hombres (24%) los que dejan las aulas frente a las mujeres, ya que solo el 15,8% pusieron fin a su formación en 2015.
El porcentaje de abandono se ha reducido un 1,9% en un año y casi duplica la media comunitaria, que se sitúa en el 11% según el informe publicado este miércoles por la oficina estadística de la UE, Eurostat. De esta manera, nuestro país está muy lejos de reducir el abandono escolar al 15% de aquí a 2020 fijado por la Unión Europea aunque ha logrado en los últimos años un avance significativo reduciendo diez puntos en un década tras pasar desde el 30,3% que se registraba en 2006 hasta el actual 20%.
Junto con España, los países de la UE con mayor tasa de fracaso escolar son Malta (19,8%) y Rumanía (19,1%). En el lado contrario se sitúan Croacia (2,8%), Eslovenia (5%), Chipre (5,3%) y Polonia (5,3%). Además 13 países de la Unión Europea ya han cumplido con el objetivo de 2020 y tienen un porcentaje de abandono por debajo del 15%, entre ellos Dinamarca, Grecia, Italia o Francia.
Mejores resultados en la univerisidad
Mejores resultados logra España en educación universitaria -que incluye grados, másteres y doctorados-. El 42% de los jóvenes entre 30 y 34 años ha completo con éxito sus estudios situándose muy cerca del objetivo del 44% marcado para 2020 y colocándose en el puesto 16 de 28 Estados Miembros. En esta cuestión las mujeres destacan ya que el 47% de ellas tiene un tienen una carrera u otra formaciín superior frente al 34% de los hombres.
En los primeros puestos de éxito universitario están Lituania (57,6%), Chipre (54,6%), Irlanda (52,3%) y Luxemburgo (52,3%) mientras que en la cola se encuentran Italia (25,3%) y Eslovenia (28,4%).
Doce países, entre los que no está España, han conseguido alcanzar ya su objetivo nacional de estudios superiores comprometido con la agenda 2020 de la UE, según concluye Eurostat
Ver más
España es líder, una vez más, de la Unión Europea en fracaso escolar. El 20% de los jóvenes entre 18 y 24 ha abandonado prematuramente el sistema educativo sin haber terminado sus estudios de secundaria. Son más los hombres (24%) los que dejan las aulas frente a las mujeres, ya que solo el 15,8% pusieron fin a su formación en 2015.
El porcentaje de abandono se ha reducido un 1,9% en un año y casi duplica la media comunitaria, que se sitúa en el 11% según el informe publicado este miércoles por la oficina estadística de la UE, Eurostat. De esta manera, nuestro país está muy lejos de reducir el abandono escolar al 15% de aquí a 2020 fijado por la Unión Europea aunque ha logrado en los últimos años un avance significativo reduciendo diez puntos en un década tras pasar desde el 30,3% que se registraba en 2006 hasta el actual 20%.
Junto con España, los países de la UE con mayor tasa de fracaso escolar son Malta (19,8%) y Rumanía (19,1%). En el lado contrario se sitúan Croacia (2,8%), Eslovenia (5%), Chipre (5,3%) y Polonia (5,3%). Además 13 países de la Unión Europea ya han cumplido con el objetivo de 2020 y tienen un porcentaje de abandono por debajo del 15%, entre ellos Dinamarca, Grecia, Italia o Francia.
Mejores resultados en la univerisidad
Mejores resultados logra España en educación universitaria -que incluye grados, másteres y doctorados-. El 42% de los jóvenes entre 30 y 34 años ha completo con éxito sus estudios situándose muy cerca del objetivo del 44% marcado para 2020 y colocándose en el puesto 16 de 28 Estados Miembros. En esta cuestión las mujeres destacan ya que el 47% de ellas tiene un tienen una carrera u otra formaciín superior frente al 34% de los hombres.
En los primeros puestos de éxito universitario están Lituania (57,6%), Chipre (54,6%), Irlanda (52,3%) y Luxemburgo (52,3%) mientras que en la cola se encuentran Italia (25,3%) y Eslovenia (28,4%).
Doce países, entre los que no está España, han conseguido alcanzar ya su objetivo nacional de estudios superiores comprometido con la agenda 2020 de la UE, según concluye Eurostat
Acoso escolar
ALUMNOS PROPONEN EXPULSAR A LOS ACOSADORES DE LAS REDES SOCIALES PARA LUCHAR CONTRA EL 'CIBERBULLYING'
Estudiantes proponen expulsar a los acosadores de las redes sociales para luchar contra el 'ciberbullying' --acoso escolar a través de Internet--, bloquear y denunciar al usuario que hostiga a otro compañero, guardar todas las pruebas, tener mucho cuidado con lo que se publica y contar a los padres lo que sucede, según una estudio de la Fundación Legálitas basado en los testimonios de un centenar de alumnos de 1º de la ESO (entre 12 y 13 años de edad).
Además de participar en la encuesta, varios de estos adolescentes dan consejos a los compañeros que son víctimas de este 'ciberacoso', que cada vez es más frecuente y dañino porque Internet posibilita que la persecución continúe fuera del centro educativo hasta el dormitorio de la víctima.
"El ciberacoso puede ser incluso más dañino psicológicamente que el acoso físico, ya que la difusión de un contenido humillante o malicioso puede llegar a una gran audiencia y además no conoce horarios, por lo que los testigos son muchos más que si la agresión se produce en el patio del colegio y además puede continuar las 24 horas los siete días de la semana", indican desde la Fundación Legálitas.
Asimismo, los autores de este trabajo apuntan que las nuevas tecnologías pueden además proporcionar una "falsa sensación de anonimato", de manera que quienes no se atreven a meterse con sus compañeros en persona, se convierten en acosadores o alentadores del acoso en la redes.
Entre estas propuestas de los estudiantes, la que más se repite es la de "contarlo a un adulto", sobre todo a los padres y profesores, tanto la víctima como la persona que es testigo del acoso; apoyar al compañero que sufre el hostigamiento de otro para que no sienta que está solo; o "no reenviar las fotos" que les llegan de otras personas para "ridiculizarlas".
También plantean, aunque de forma más aislada, cambiar al alumno acosado de colegio para que "cambie de ambiente" o "empiece de cero" e ignorar las provocaciones; o reunir pruebas. "A palabras necias, oídos sordos. Es una frase que aunque nos pueda parecer una tontería, puede ayudarnos. Porque yo pienso: ¿qué más da lo que piensen los demás de mí?", indica una de las alumnas que participan en este estudio.
Respecto al alumno violento o que protagoniza el acoso, los alumnos encuestados consideran que la familia "tiene que controlar a sus hijos" para que no hagan daño a sus compañeros; que las camapañas de concienciación se dirijan también a los acosadores; o trabajar la empatía para que se pongan en el lugar de las víctimas.
En cuanto a las consecuencias, los estudiantes alertan de que existe el riesgo de depresión, ansiedad e incluso el intento de suicidio por parte de la víctima del acoso. Además, califican la actitud de los acosadores de "cobarde".
La Fundación Legálitas indica que los mayores de 14 años son responsables penalmente y se les puede denunciar ante la Policía Nacional, Guardia Civil o directamente ante el Juzgado de Instrucción del lugar donde ocurren los hechos o Fiscalía de Menores. Respecto a los menores de 14, esta entidad indica que tan solo cabría reclamar una indemnización por daños y perjuicios a los padres por los actos ilícitos cometidos por sus hijos.
Ver más
Además de participar en la encuesta, varios de estos adolescentes dan consejos a los compañeros que son víctimas de este 'ciberacoso', que cada vez es más frecuente y dañino porque Internet posibilita que la persecución continúe fuera del centro educativo hasta el dormitorio de la víctima.
"El ciberacoso puede ser incluso más dañino psicológicamente que el acoso físico, ya que la difusión de un contenido humillante o malicioso puede llegar a una gran audiencia y además no conoce horarios, por lo que los testigos son muchos más que si la agresión se produce en el patio del colegio y además puede continuar las 24 horas los siete días de la semana", indican desde la Fundación Legálitas.
Asimismo, los autores de este trabajo apuntan que las nuevas tecnologías pueden además proporcionar una "falsa sensación de anonimato", de manera que quienes no se atreven a meterse con sus compañeros en persona, se convierten en acosadores o alentadores del acoso en la redes.
Entre estas propuestas de los estudiantes, la que más se repite es la de "contarlo a un adulto", sobre todo a los padres y profesores, tanto la víctima como la persona que es testigo del acoso; apoyar al compañero que sufre el hostigamiento de otro para que no sienta que está solo; o "no reenviar las fotos" que les llegan de otras personas para "ridiculizarlas".
También plantean, aunque de forma más aislada, cambiar al alumno acosado de colegio para que "cambie de ambiente" o "empiece de cero" e ignorar las provocaciones; o reunir pruebas. "A palabras necias, oídos sordos. Es una frase que aunque nos pueda parecer una tontería, puede ayudarnos. Porque yo pienso: ¿qué más da lo que piensen los demás de mí?", indica una de las alumnas que participan en este estudio.
Respecto al alumno violento o que protagoniza el acoso, los alumnos encuestados consideran que la familia "tiene que controlar a sus hijos" para que no hagan daño a sus compañeros; que las camapañas de concienciación se dirijan también a los acosadores; o trabajar la empatía para que se pongan en el lugar de las víctimas.
En cuanto a las consecuencias, los estudiantes alertan de que existe el riesgo de depresión, ansiedad e incluso el intento de suicidio por parte de la víctima del acoso. Además, califican la actitud de los acosadores de "cobarde".
La Fundación Legálitas indica que los mayores de 14 años son responsables penalmente y se les puede denunciar ante la Policía Nacional, Guardia Civil o directamente ante el Juzgado de Instrucción del lugar donde ocurren los hechos o Fiscalía de Menores. Respecto a los menores de 14, esta entidad indica que tan solo cabría reclamar una indemnización por daños y perjuicios a los padres por los actos ilícitos cometidos por sus hijos.
Este joven de Mexicali nos da un auténtico ejemplo de vida.
Con el fin de apoyar a su madre, quién se encuentra hospitalizada y a sus hermanos, un joven de apenas 19 años de edad se dedica todos los días a vender tacos y champurrado en la ciudad de Mexicali, Baja California.
Todos los días, el mayor de cuatro hermanos se levanta temprano para llegar a las 6 de la mañana a la esquina de Río Elota y Aviación, junto a la preparatoria CBTiS 21, en donde permanece hasta las 9 de la mañana o hasta que se acaba el producto.
Mientras espera a los clientes, el estudiante hace sus tareas y al terminar con su jornada de trabajo regresa a su casa, ya que estudia la preparatoria por las tardes.
Con las ganancias de la venta puede sustentar a sus hermanos menores. Una vez a la semana, por lo menos, visita a su madre quién se encuentra hospitalizada.
Por este motivo, residentes de la localidad piden apoyo para que las personas que pasen por la zona compren los productos, los cuales aseguran están muy bien preparados.
Ver más
Con el fin de apoyar a su madre, quién se encuentra hospitalizada y a sus hermanos, un joven de apenas 19 años de edad se dedica todos los días a vender tacos y champurrado en la ciudad de Mexicali, Baja California.
Todos los días, el mayor de cuatro hermanos se levanta temprano para llegar a las 6 de la mañana a la esquina de Río Elota y Aviación, junto a la preparatoria CBTiS 21, en donde permanece hasta las 9 de la mañana o hasta que se acaba el producto.
Mientras espera a los clientes, el estudiante hace sus tareas y al terminar con su jornada de trabajo regresa a su casa, ya que estudia la preparatoria por las tardes.
Con las ganancias de la venta puede sustentar a sus hermanos menores. Una vez a la semana, por lo menos, visita a su madre quién se encuentra hospitalizada.
Por este motivo, residentes de la localidad piden apoyo para que las personas que pasen por la zona compren los productos, los cuales aseguran están muy bien preparados.
Un libro de Pilar Carrera Santafé y Eduardo Luque Guerrero.
Aunque no todo el mundo es consciente de ello, las líneas principales de cualquier política educativa están directamente conectadas con una determinada visión del mundo, y forman parte de un proyecto global que pretende modelar la sociedad del futuro. Este libro pretende examina la verdadera naturaleza del actual sistema educativo, subrayar sus intenciones y denunciar sus carencias. Pilar Carrera y Eduardo Luque proponen aquí un regreso a valores que jamás deberían haber desaparecido de la educación.
Hoy se ha impuesto en la mayor parte del planeta, y muy específicamente en lo que llamamos Occidente, una educación en la que el conocimiento ha quedado relegado ante lo que ha venido a denominarse “competencias”. Se trata de un modelo educativo pensado para satisfacer necesidades empresariales, en el que, en palabras de Jacques Delors, el “saber hacer” ha de sustituir al “saber”.
Impulsada por el Banco Mundial, apoyada por el FMI y la OMC, esta política pretende la creación de una Sociedad del conocimiento… sin conocimiento –como muy bien señalan Pilar Carrera y Eduardo Luque–, y sometida al mercado, que es quien en el fondo establece tanto los contenidos como las herramientas a utilizar en el aprendizaje.
Los autores:
Pilar Carrera Santafé es Licenciada en Historia y ejerce la enseñanza como profesora de catalán. Ha colaborado en proyectos de renovación pedagógica en Latinoamérica, y en los últimos años se ha especializado en la docencia en Aulas de acogida.
Eduardo Luque es Licenciado en Pedagogía y Psicopedagogía. Perteneció a los Movimientos de renovación pedagógica del Vallès Occidental y ha publicado trabajos sobre didáctica de las Matemáticas y didáctica de la Historia. Participó asesorando al grupo de IU en el parlamento y al sindicato de CCOO en los debates sobre la aplicación de la LOGSE, y colabora asiduamente con El Viejo Topo, así como con otras revistas de carácter profesional.
Ver más
Aunque no todo el mundo es consciente de ello, las líneas principales de cualquier política educativa están directamente conectadas con una determinada visión del mundo, y forman parte de un proyecto global que pretende modelar la sociedad del futuro. Este libro pretende examina la verdadera naturaleza del actual sistema educativo, subrayar sus intenciones y denunciar sus carencias. Pilar Carrera y Eduardo Luque proponen aquí un regreso a valores que jamás deberían haber desaparecido de la educación.
Hoy se ha impuesto en la mayor parte del planeta, y muy específicamente en lo que llamamos Occidente, una educación en la que el conocimiento ha quedado relegado ante lo que ha venido a denominarse “competencias”. Se trata de un modelo educativo pensado para satisfacer necesidades empresariales, en el que, en palabras de Jacques Delors, el “saber hacer” ha de sustituir al “saber”.
Impulsada por el Banco Mundial, apoyada por el FMI y la OMC, esta política pretende la creación de una Sociedad del conocimiento… sin conocimiento –como muy bien señalan Pilar Carrera y Eduardo Luque–, y sometida al mercado, que es quien en el fondo establece tanto los contenidos como las herramientas a utilizar en el aprendizaje.
Los autores:
Pilar Carrera Santafé es Licenciada en Historia y ejerce la enseñanza como profesora de catalán. Ha colaborado en proyectos de renovación pedagógica en Latinoamérica, y en los últimos años se ha especializado en la docencia en Aulas de acogida.
Eduardo Luque es Licenciado en Pedagogía y Psicopedagogía. Perteneció a los Movimientos de renovación pedagógica del Vallès Occidental y ha publicado trabajos sobre didáctica de las Matemáticas y didáctica de la Historia. Participó asesorando al grupo de IU en el parlamento y al sindicato de CCOO en los debates sobre la aplicación de la LOGSE, y colabora asiduamente con El Viejo Topo, así como con otras revistas de carácter profesional.
Un artículo de Germán Arango Muñoz.
Me senté a escribir esta mi columna semanal para el portal Al Poniente en el bello edificio del nuevo Hospital Universitario Nacional de Colombia, de la Universidad Nacional de Colombia, que impulsó con gran entusiasmo y decisión el rector Ignacio Mantilla Prada, saldando una deuda histórica del Alma Mater de los colombianos con la nación. Un funcionario de la institución, que estaba curioseando el hospital, me abordó con una inquietud: uno de los profesores del colegio donde estudia su hijo lo llamó a ponerle “la queja” de que el niño es muy inquieto y lo invitó a buscar una solución a “este problema” para el grupo y para la institución.
Lo que le quiso decir su profesor es que su hijo tiene “ Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad” (TDAH) que en el lenguaje popular se conoce como “hiperactividad” y que sería bueno medicarlo para tranquilidad de profesores y directivos del colegio. Pareciera que en algunos colegios es más importante la tranquilidad de los profesores y administradores que la de los alumnos.
Desde que me gradué como psicólogo en los albores del siglo XXI, en la muy querida Universidad de Antioquia, he tenido una sensación de desconcierto con el tratamiento de los denominados trastornos emocionales a través de la medicación.
Se me quedó grabada para siempre una clase en la cual uno de mis profesores de psicoanálisis hacía un llamado de atención sobre el incremento de los diagnósticos de hiperactividad, que se estaba convirtiendo en una moda en diferentes colegios colombianos. Decía el profesor, en su cátedra, que un niño inquieto que sea capaz de concentrarse media hora en una actividad, incluso en un juego electrónico, no es hiperactivo: es simplemente un niño lleno de energía y con ganas de descubrir el mundo. Y bienvenidos los niños creativos y con las baterías cargadas a los cuales debemos acompañar en el desarrollo de sus inteligencias.
Es tan dramática la situación que algunos profesores tienen la osadía de recomendarles a los padres que lleven a sus hijos al psiquiatra para que les receten ritalin. En lugar de estimular a los niños inquietos a que desarrollen su creatividad, al medicarlos buscan que éstos lleguen al colegio drogados y caminando como zombies que entonces son premiados con un “diez” en conducta. Así nació la “Generación Ritalín” a cuyos miembros se prohíbe desplegar su energía y se le premia cuando están calmados y permanecen quietos como muñecos de plomo.
Y los padres quedan felices porque sus hijos están “calmados” y como consecuencia estos pequeños ya pueden ser clasificados como niños “normales” por sus profesores. Tenemos entonces un mundo artificial con padres y profesores sin sobresaltos y con niños que se comportan como quieren los adultos.
Papas y maestros eluden el maravilloso reto de comprender las preguntas y los esfuerzos que hace un niño para integrarse a un mundo adulto, y entonces toman el camino fácil de medicarlo. Es como si lo metieran en un refrigerador para que pierda el calor de ser un humano y se convierta en un autómata.
Y lo más grave, según mi punto de vista, es que los niños quedan marcados ante profesores, familiares y aún compañeros, con la etiqueta de “niños raros” que deben ser tratados para que se vuelvan “normales”
El portal Ekintza (1) plantea en su artículo “El Ritalín, ¿una droga de control social?” que la enfermedad tal vez sea un invento de los adultos, que el ritalin es un remedio que sirve a los familiares pero no a los pacientes y que lo que se ha generado con su medicación es una ola de drogodependencia legalizada en nuestra sociedad. El artículo propone que el niño pasa de ser sujeto a objeto y por lo tanto pierde el control de su vida.
El doctor Fred Baughman, neurólogo, pediatra y autor de “The ADHD Fraud” (2) dice que el mayor fraude en el cuidado de salud de la historia americana es la falsedad de la existencia del déficit de atención y desorden de hiperactividad como una enfermedad real y la drogadicción de millones de niños completamente sanos.
La doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Abuso de la Droga (NIDA) en los Estados Unidos plantea (3) que el ritalín o Metilfendinato MFD, clasificado en el grupo de los psicoanalépticos (drogas estimulantes), tiene una estructura molecular similar a la anfetamina y actúa en el cerebro de la misma forma como lo hace la cocaína.
Una investigación (4 y 5) realizada durante catorce años por las universidades de Princeton, Toronto y Cornell y dirigida por la economista Janet Currie, con una población de quince mil niños canadienses, encontró que el consumo de Ritalín se asocia con una disminución significativa del rendimiento escolar y una propensión a la pérdida de los años escolares. Además el estudio identificó un aumento significativo en dificultades de convivencia con sus padres y en sentimientos de infelicidad de los infantes.
Entonces, me declaro crítico del uso indiscriminado del Ritalín e invito a padres y profesores a buscar estrategias para ayudar a sus hijos y alumnos a canalizar sus energías. Por mi parte me permito plantear algunos “remedios” para “tratar” a niños necios e inquietos llenos de energía:
Remedios para niños necios e inquietos:
* Un balón y unos guayos.
* Un par de tenis para trotar.
* Una bicicleta.
* Un bate y un guante.
* Un par de raquetas y una bola.
* Un par de patines.
* Una tabla y un paquete grande de barras de plastilina.
* Un carné para entrar todos los días a una piscina.
* Un kit de basquetbol: canasta y balón.
* Una inscripción a un club de caminantes.
* Un disco de frisbee para llevar al parque.
* Una cometa para las temporadas de vientos.
* Una bañera llena de agua caliente con una barra de jabón que haga mucha espuma, varias veces a la semana.
* Muchas tardes con los abuelos.
* Continuos fines de semana cocinando en familia e inventando recetas.
* Bastantes momentos llenos de besos y abrazos. A veces acompañadas de “guerras” de almohadas.
Y, evidentemente, una amplia disposición de los padres a permitir un cierto grado de desorden en el apartamento (o casa),
tomándose la licencia de convertir la sala en una cancha deportiva.
Esta fue una columna libre e independiente de Diego Germán Arango Muñoz, Ingeniero, psicólogo y Administrador Turístico, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y consultor en Mercadeo Gerencial.
Bibliografía:
(1). Ritalín. ¿Una droga de control social?
(2). Las mentiras y peligros del Ritalin y el diagnóstico de hiperactividad. Vídeo del Dr. Thomas Szasz
(3). Niños drogados; sobre el negocio del Ritalín, la escuela y el control social
(4). Estudio muestra que Ritalín no mejora el rendimiento académico
(5). Un estudio muestra los efectos negativos del Ritalín en niños
Ver más
Me senté a escribir esta mi columna semanal para el portal Al Poniente en el bello edificio del nuevo Hospital Universitario Nacional de Colombia, de la Universidad Nacional de Colombia, que impulsó con gran entusiasmo y decisión el rector Ignacio Mantilla Prada, saldando una deuda histórica del Alma Mater de los colombianos con la nación. Un funcionario de la institución, que estaba curioseando el hospital, me abordó con una inquietud: uno de los profesores del colegio donde estudia su hijo lo llamó a ponerle “la queja” de que el niño es muy inquieto y lo invitó a buscar una solución a “este problema” para el grupo y para la institución.
Lo que le quiso decir su profesor es que su hijo tiene “ Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad” (TDAH) que en el lenguaje popular se conoce como “hiperactividad” y que sería bueno medicarlo para tranquilidad de profesores y directivos del colegio. Pareciera que en algunos colegios es más importante la tranquilidad de los profesores y administradores que la de los alumnos.
Desde que me gradué como psicólogo en los albores del siglo XXI, en la muy querida Universidad de Antioquia, he tenido una sensación de desconcierto con el tratamiento de los denominados trastornos emocionales a través de la medicación.
Se me quedó grabada para siempre una clase en la cual uno de mis profesores de psicoanálisis hacía un llamado de atención sobre el incremento de los diagnósticos de hiperactividad, que se estaba convirtiendo en una moda en diferentes colegios colombianos. Decía el profesor, en su cátedra, que un niño inquieto que sea capaz de concentrarse media hora en una actividad, incluso en un juego electrónico, no es hiperactivo: es simplemente un niño lleno de energía y con ganas de descubrir el mundo. Y bienvenidos los niños creativos y con las baterías cargadas a los cuales debemos acompañar en el desarrollo de sus inteligencias.
Es tan dramática la situación que algunos profesores tienen la osadía de recomendarles a los padres que lleven a sus hijos al psiquiatra para que les receten ritalin. En lugar de estimular a los niños inquietos a que desarrollen su creatividad, al medicarlos buscan que éstos lleguen al colegio drogados y caminando como zombies que entonces son premiados con un “diez” en conducta. Así nació la “Generación Ritalín” a cuyos miembros se prohíbe desplegar su energía y se le premia cuando están calmados y permanecen quietos como muñecos de plomo.
Y los padres quedan felices porque sus hijos están “calmados” y como consecuencia estos pequeños ya pueden ser clasificados como niños “normales” por sus profesores. Tenemos entonces un mundo artificial con padres y profesores sin sobresaltos y con niños que se comportan como quieren los adultos.
Papas y maestros eluden el maravilloso reto de comprender las preguntas y los esfuerzos que hace un niño para integrarse a un mundo adulto, y entonces toman el camino fácil de medicarlo. Es como si lo metieran en un refrigerador para que pierda el calor de ser un humano y se convierta en un autómata.
Y lo más grave, según mi punto de vista, es que los niños quedan marcados ante profesores, familiares y aún compañeros, con la etiqueta de “niños raros” que deben ser tratados para que se vuelvan “normales”
El portal Ekintza (1) plantea en su artículo “El Ritalín, ¿una droga de control social?” que la enfermedad tal vez sea un invento de los adultos, que el ritalin es un remedio que sirve a los familiares pero no a los pacientes y que lo que se ha generado con su medicación es una ola de drogodependencia legalizada en nuestra sociedad. El artículo propone que el niño pasa de ser sujeto a objeto y por lo tanto pierde el control de su vida.
El doctor Fred Baughman, neurólogo, pediatra y autor de “The ADHD Fraud” (2) dice que el mayor fraude en el cuidado de salud de la historia americana es la falsedad de la existencia del déficit de atención y desorden de hiperactividad como una enfermedad real y la drogadicción de millones de niños completamente sanos.
La doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Abuso de la Droga (NIDA) en los Estados Unidos plantea (3) que el ritalín o Metilfendinato MFD, clasificado en el grupo de los psicoanalépticos (drogas estimulantes), tiene una estructura molecular similar a la anfetamina y actúa en el cerebro de la misma forma como lo hace la cocaína.
Una investigación (4 y 5) realizada durante catorce años por las universidades de Princeton, Toronto y Cornell y dirigida por la economista Janet Currie, con una población de quince mil niños canadienses, encontró que el consumo de Ritalín se asocia con una disminución significativa del rendimiento escolar y una propensión a la pérdida de los años escolares. Además el estudio identificó un aumento significativo en dificultades de convivencia con sus padres y en sentimientos de infelicidad de los infantes.
Entonces, me declaro crítico del uso indiscriminado del Ritalín e invito a padres y profesores a buscar estrategias para ayudar a sus hijos y alumnos a canalizar sus energías. Por mi parte me permito plantear algunos “remedios” para “tratar” a niños necios e inquietos llenos de energía:
Remedios para niños necios e inquietos:
* Un balón y unos guayos.
* Un par de tenis para trotar.
* Una bicicleta.
* Un bate y un guante.
* Un par de raquetas y una bola.
* Un par de patines.
* Una tabla y un paquete grande de barras de plastilina.
* Un carné para entrar todos los días a una piscina.
* Un kit de basquetbol: canasta y balón.
* Una inscripción a un club de caminantes.
* Un disco de frisbee para llevar al parque.
* Una cometa para las temporadas de vientos.
* Una bañera llena de agua caliente con una barra de jabón que haga mucha espuma, varias veces a la semana.
* Muchas tardes con los abuelos.
* Continuos fines de semana cocinando en familia e inventando recetas.
* Bastantes momentos llenos de besos y abrazos. A veces acompañadas de “guerras” de almohadas.
Y, evidentemente, una amplia disposición de los padres a permitir un cierto grado de desorden en el apartamento (o casa),
tomándose la licencia de convertir la sala en una cancha deportiva.
Esta fue una columna libre e independiente de Diego Germán Arango Muñoz, Ingeniero, psicólogo y Administrador Turístico, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y consultor en Mercadeo Gerencial.
Bibliografía:
(1). Ritalín. ¿Una droga de control social?
(2). Las mentiras y peligros del Ritalin y el diagnóstico de hiperactividad. Vídeo del Dr. Thomas Szasz
(3). Niños drogados; sobre el negocio del Ritalín, la escuela y el control social
(4). Estudio muestra que Ritalín no mejora el rendimiento académico
(5). Un estudio muestra los efectos negativos del Ritalín en niños
Hace unos días se cumplía un año del asesinato por un alumno de Abel Martínez, profesor de Historia, en un instituto de Barcelona cuando intentaba mediar en un incidente escolar. Días después, otro profesor escribía esta carta abierta como homenaje a la víctima.
“Se llamaba Abel Martínez, pero eso a casi nadie le interesa. Era, según dicen, de Lérida y tenía 35 años. Trabajaba como profesor de Historia en un instituto de Barcelona, y murió en acto de servicio. Cayó abatido a la puerta de su aula, cuando acudía a poner orden en un incidente escolar.
Fue muerto (¿podré decir asesinado?) por un estudiante incontrolado del que lo sabemos casi todo y por el que todo el mundo, desde jueces a periodistas, pasando por psicólogos y políticos, está muy preocupado. Nadie sabe nada (ni importa, al parecer) de Abel y su familia, de su novia o tal vez de sus hijos.
Era un profesor. Si hubiera sido un militar caído en lejanas tierras, habría ido a buscar su cadáver el ministro del ramo, se le habrían hecho honores de Estado y seguramente le habrían condecorado con distintivo rojo o amarillo, vaya usted a saber.
Pero Abel era simplemente un profesor. Un profesor interino para más inri. El primer docente muerto en las aulas de nuestro país no se merece el oprobioso silencio, el incomprensible ninguneo que le han dedicado los medios de comunicación.
Así que solicito desde aquí que el próximo instituto que se inaugure en España lleve el nombre de Abel Martínez, y que se conceda al profesor leridano, a título póstumo, la Cruz de Alfonso X el Sabio”.
Luis Azcárate Iriarte, profesor de instituto
Ver más
“Se llamaba Abel Martínez, pero eso a casi nadie le interesa. Era, según dicen, de Lérida y tenía 35 años. Trabajaba como profesor de Historia en un instituto de Barcelona, y murió en acto de servicio. Cayó abatido a la puerta de su aula, cuando acudía a poner orden en un incidente escolar.
Fue muerto (¿podré decir asesinado?) por un estudiante incontrolado del que lo sabemos casi todo y por el que todo el mundo, desde jueces a periodistas, pasando por psicólogos y políticos, está muy preocupado. Nadie sabe nada (ni importa, al parecer) de Abel y su familia, de su novia o tal vez de sus hijos.
Era un profesor. Si hubiera sido un militar caído en lejanas tierras, habría ido a buscar su cadáver el ministro del ramo, se le habrían hecho honores de Estado y seguramente le habrían condecorado con distintivo rojo o amarillo, vaya usted a saber.
Pero Abel era simplemente un profesor. Un profesor interino para más inri. El primer docente muerto en las aulas de nuestro país no se merece el oprobioso silencio, el incomprensible ninguneo que le han dedicado los medios de comunicación.
Así que solicito desde aquí que el próximo instituto que se inaugure en España lleve el nombre de Abel Martínez, y que se conceda al profesor leridano, a título póstumo, la Cruz de Alfonso X el Sabio”.
Luis Azcárate Iriarte, profesor de instituto
El hermano más pequeño de la víctima también fue uno de los testigos del ataque a su hermano, quien comentó que las niñas le pegaron con el puño en el pecho y en la espalda.
Morelia, Michoacán.- El pasado martes 27 de abril, varias niñas de primaria, además de un niño, golpearon reiteradamente a un pequeño de 11 años, que cursaba el sexto grado en la Escuela Primaria Felipe Tzintzun, ubicada en el pueblo de Opopeo, en el municipio de Salvador Escalante, Michoacán.
Lamentablemente, el menor, identificado como Miguel Ángel, murió a causa de los golpes antes de llegar al Hospital Civil de Pátzcuaro, para recibir atención médica.
De acuerdo con reportes de medios locales, la tarde del martes los padres de familia tenían una reunión en el plantel cuando se registró la tragedia, Miguel Ángel A. Regresó a su salón después del recreo, y , sin saber porque, algunas compañeras y otro compañero lo golpearon hasta dejarlo inconsciente.
“Le andaban pegando las chiquillas, lo aventaron a la pared, lo andaban apachurrando, se desmayó y un niño grandote que le dicen el ‘Gemelo? Lo levantó del pescuezo; saltaban sobre él y le daban de patadas”, narraron algunos compañeros del menor.
El niño fue auxiliado por el director de la escuela, quien a bordo de su vehículo lo trasladó con un médico particular, quien aconsejó ingresarlo al Hospital Civil de Pátzcuaro, pero en ese trayecto Miguel Ángel perdió la vida.
El abuelo del menor José de Jesús, comentó que su nieto era tranquilo y callado, y nunca comentó que sufriera de algún tipo de violencia escolar de parte de sus compañeras, “no sabemos por qué lo golpearon”, dijo.
El hermano más pequeño de la víctima también fue uno de los testigos del ataque a su hermano, quien comentó que las niñas le pegaron con el puño en el pecho y en la espalda.
Ver más
Morelia, Michoacán.- El pasado martes 27 de abril, varias niñas de primaria, además de un niño, golpearon reiteradamente a un pequeño de 11 años, que cursaba el sexto grado en la Escuela Primaria Felipe Tzintzun, ubicada en el pueblo de Opopeo, en el municipio de Salvador Escalante, Michoacán.
Lamentablemente, el menor, identificado como Miguel Ángel, murió a causa de los golpes antes de llegar al Hospital Civil de Pátzcuaro, para recibir atención médica.
De acuerdo con reportes de medios locales, la tarde del martes los padres de familia tenían una reunión en el plantel cuando se registró la tragedia, Miguel Ángel A. Regresó a su salón después del recreo, y , sin saber porque, algunas compañeras y otro compañero lo golpearon hasta dejarlo inconsciente.
“Le andaban pegando las chiquillas, lo aventaron a la pared, lo andaban apachurrando, se desmayó y un niño grandote que le dicen el ‘Gemelo? Lo levantó del pescuezo; saltaban sobre él y le daban de patadas”, narraron algunos compañeros del menor.
El niño fue auxiliado por el director de la escuela, quien a bordo de su vehículo lo trasladó con un médico particular, quien aconsejó ingresarlo al Hospital Civil de Pátzcuaro, pero en ese trayecto Miguel Ángel perdió la vida.
El abuelo del menor José de Jesús, comentó que su nieto era tranquilo y callado, y nunca comentó que sufriera de algún tipo de violencia escolar de parte de sus compañeras, “no sabemos por qué lo golpearon”, dijo.
El hermano más pequeño de la víctima también fue uno de los testigos del ataque a su hermano, quien comentó que las niñas le pegaron con el puño en el pecho y en la espalda.
Pablo Poó Gallardo ha perdido la cuenta de los kilómetros recorridos en estos últimos cinco años para tratar de compaginar su vida laboral y personal. En este tiempo ha trabajado en trece institutos diferentes como profesor interino. Tampoco recuerda si han sido 11 o 12 los pisos en los que ha vivido de alquiler… En uno de ellos, un día decidió parar aquel trajín para organizar ideas.
De todo aquel compendio surgió La Mala Educación, un libro en el que, tirando de ironía y cierto sarcasmo, repasa lo vivido en las aulas de secundaria de los institutos públicos andaluces en los que ha trabajado para trata de detectar y analizar algunos de los errores del sistema educativo. Aunque el prólogo advierte de que el libro «no debe ser tomado como una generalización de los males que aquejan a la Enseñanza. Cada instituto, cada centro es un mundo. En estas páginas he pretendido señalar las deficiencias de un Sistema Educativo público que necesita una revisión profunda».
De lo que concierne al currículo educativo en sí, Poó señala a la «dichosa memoria» como causa de muchos de los males de la enseñanza en España. «Albert Einstein decía que la memoria era la inteligencia de los tontos, y que tampoco convenía guardar en la memoria aquello que cupiese en un bolsillo».
Aunque aún queda mucho por hacer en este sentido, por suerte, en los últimos años se ha venido corrigiendo el problema al otorgar más peso a los contenidos actitudinales y procedimentales. «Es decir, muy bien, sé que te sabes el tema 4 de memoria, genial, pero, aparte, ¿qué más sabes hacer? ¿Sabes analizar una oración o comentar un texto (procedimientos puros)? ¿Muestras interés en clase…?».
Los proyectos de fomento de la lectura son otros de los grandes olvidados en muchos centros educativos. «El mayor obstáculo con el que se encuentran para su implantación es la circunscripción de la lectura al área de Lengua y Literatura». Educar a futuros lectores pasa, entre otros requisitos, por la involucración total del claustro de profesores, «aunque quizás antes de la educación del alumnado sea necesaria la de los profesores».
Con la enseñanza de idiomas pasa algo similar. «Las lenguas extranjeras en los centros educativos (perdón por la generalización) carecen totalmente de su dimensión de idioma y se reducen a ser tratadas como asignaturas que el alumnado debe superar a toda costa». Aunque Poó, al igual que el profesor Xavier Melgarejo, considera que el hecho de que a los españoles, en general, se nos dé tan mal eso de los idiomas transciende al ámbito puramente académico: «Tenemos el mejor equipo de profesionales de doblaje de todo el mundo. Esto debería ser motivo de orgullo, lógicamente, aunque también de vergüenza (…) la población entra en un estado de pereza y reticencia absoluta al esfuerzo de exponerse a un idioma extranjero que no entiende a la hora de disfrutar de una obra audiovisual».
Enseñanza de idiomas, lectura… Planes que se echan en falta en un sistema “parcheado” en el que los problemas no se tratan de raíz. La adaptación de las Competencias Educativas Europeas en el marco de la LOGSE es solo un ejemplo más. «Suponen una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz (…) Desde el punto de vista escolar, no hay duda de que se trata de una propuesta innovadora que se sitúa al margen del tradicional y vigente sistema de calificación según conceptos, procedimientos y actitudes».
El programa nació en 2004 pero ni los libros de texto, ni los sistemas de calificación, ni las programaciones se han modificado para adaptarse a este nuevo modelo. Conclusión: «No es más que un parche colocado sobre nuestra estructura educativa por recomendación de Europa con la excusa de que en los países del norte funciona pero que no ha llevado consigo una readaptación del sistema a las nuevas características curriculares».
¿Y qué pasa con los profes?
Es quizás, a la hora de analizar a los de “su especie” donde Pablo Poó recurre más a la ironía. Desde «el Entregado (u Hommo Vocationalis)» al «Quemao (Chamuscatus Máximus)» existe una variada tipología de docentes que contrasta con la percepción casi única que la sociedad parece tener del colectivo. «Claro que hay garbanzos negros, pero suelen ser casos aislados (en el sentido literal, no en su uso político) que enturbian la percepción que, de nuestra labor, tiene la sociedad».
Tópicos como el de las largas vacaciones de las que disfrutan quienes se dedican a la enseñanza siguen resultando recurrentes cuando se quiere criticar su labor. Poó siempre responde que de buen grado rechazaría parte de sus vacaciones por un aumento de sueldo y añade: «La docencia hoy día es un trabajo agotador, sobre todo mentalmente. A diferencia de la mayoría de trabajos, el profesor tiene que lidiar, de manera simultánea, con treinta alumnos diferentes, cada uno de ellos con su propia personalidad, problemas, inquietudes, habilidades, defectos, aspiraciones, etc.»
Poó es consciente de que no todo el que se dedica a la enseñanza lo hace por vocación («aunque, ojo, que la vocación también se pierde») pero es la formación del profesorado lo que realmente le resulta preocupante: «No existen, en los planes de estudio universitarios, asignaturas de didáctica específica de las especialidades cursadas. Ni siquiera con carácter optativo».
Las oposiciones es otro de los grandes males para el profesor. «El sistema de acceso del profesorado de la educación pública es completamente injusto. Es necesario buscar otro que supla las carencias del actual y asegure el acceso al sistema de aquellos que estén integralmente mejor preparados». La figura del interino también ha sido vilipendiada, en su opinión, injustificadamente. «Existe un desconocimiento total por parte de la sociedad que nos ve como cara duras que queremos que nos regalen la plaza, sin saber que hemos aprobado varias oposiciones, incluso, con más nota que algunos funcionarios que obtuvieron plaza ese año».
La lucha por sus derechos ha degenerado es un conflicto que en nada beneficia ni al gremio ni al propio sistema educativo. «A los políticos les viene bien separarnos. Si creas una diferencia entre funcionarios de carrera e interinos, de facto estás creando una suerte de distopía en la que existen profesores de primera y de segunda: y eso crea conflicto».
La mayoría de los docentes de la pública, asegura, coinciden en el diagnóstico de los males que aquejan nuestro trabajo diario, aunque, en ocasiones, disientan en las soluciones. «El diálogo es la base de todo. Pero últimamente se están acrecentando las discrepancias entre los que algunos han dado en llamar los “pedagogistas” y los “antipedagogistas”». Tanto uno como otro bando contendiente sostienen «posturas maniqueas» que imitan la retórica y las formas de la política con debates constreñidos del tipo «¿deberes sí, deberes no?», «¿exámenes sí, exámenes no?», algo que para Poó «puede resultar muy dañino para la enseñanza».
Nadie se salva
En los trece institutos en distintos puntos de Andalucía en los que ha trabajado Poó se ha topado con alumnos de toda condición. También con familias de toda índole: «Es un asunto que hay que tratar con cautela porque a nadie le gusta recibir críticas sobre cómo educa a sus hijos. Falta mucha educación que ha de ser traída de casa; y no me refiero sólo a mal comportamiento, sino a la escasa valoración que se le da, hoy día, a tener una formación adecuada».
Profesores, alumnos, padres, gobiernos… Poó no cree que “la culpa” recaiga únicamente en los agentes implicados directamente con la enseñanza. «La progresiva degeneración de los planes educativos, la cultura del pelotazo difundida a través de programas de TV de pésima calidad… Si no fuera porque desde un primer momento se descarta la conspiración judeo-masónica, diría que parece un plan orquestado para reducir el nivel formativo del personal y obtener así ciudadanos más vulnerables a las arengas y falacias que, desde el establishment, nos hacen llegar cada día».
Lo que tiene claro es que muchos de los problemas tienen solución. Aunque no sea sencilla. Que del tema de la educación se encarguen expertos en la materia sería el primer paso, pero ¿serán los políticos capaces de delegar las decisiones en gente que realmente entiendan del asunto? El profesor interino lo ve difícil.
Una mayor inversion que evitase recortes como los acometidos en los últimos años y que han resultado letales en muchos centros también sería de ayuda. Siempre y cuando los presupuestos se empleen en recursos realmente necesarios y no en medidas populistas y electoralistas.
Es lo que ocurrió, en su opinión, con programas como el de Escuela TIC 2.0. en Andalucía. «Es un golpe de efecto: “¡Ey, mirad, nos preocupamos por la educación, vamos a regalar mini ordenadores y tablets! ¡Y vamos a poner pizarras digitales!”» Ordenadores que no contaban ni con el sistema operativo ni el mantenimiento adecuados, profesores que no estaban preparados para usarlos en clase, aulas sin los enchufes necesarios para recargar las baterías, alumnos sin nociones de mecanografía que tardaban horas en teclear un párrafo… «Luego dejaron de darlos y te encontrabas, en una misma clase, a repetidores con mini portátiles y al resto de la clase sin ellos… Un caos. Un reflejo de que sólo es una medida electoralista. Si la ingente inversión económica de los mini portátiles hubiera redundado en equipo y mantenimiento para el centro, la situación sería distinta».
Un programa del uso de las TIC a nivel nacional sería sólo una de las medidas que, en opinion de Poó, deberían confluir en una revisión total del Sistema Educativo «que reformule el currículo tal como lo conocemos y adapte contenidos, metodología docente y criterios de evaluación a las nuevas necesidades educativas del siglo XXI».
Ver más
De todo aquel compendio surgió La Mala Educación, un libro en el que, tirando de ironía y cierto sarcasmo, repasa lo vivido en las aulas de secundaria de los institutos públicos andaluces en los que ha trabajado para trata de detectar y analizar algunos de los errores del sistema educativo. Aunque el prólogo advierte de que el libro «no debe ser tomado como una generalización de los males que aquejan a la Enseñanza. Cada instituto, cada centro es un mundo. En estas páginas he pretendido señalar las deficiencias de un Sistema Educativo público que necesita una revisión profunda».
De lo que concierne al currículo educativo en sí, Poó señala a la «dichosa memoria» como causa de muchos de los males de la enseñanza en España. «Albert Einstein decía que la memoria era la inteligencia de los tontos, y que tampoco convenía guardar en la memoria aquello que cupiese en un bolsillo».
Aunque aún queda mucho por hacer en este sentido, por suerte, en los últimos años se ha venido corrigiendo el problema al otorgar más peso a los contenidos actitudinales y procedimentales. «Es decir, muy bien, sé que te sabes el tema 4 de memoria, genial, pero, aparte, ¿qué más sabes hacer? ¿Sabes analizar una oración o comentar un texto (procedimientos puros)? ¿Muestras interés en clase…?».
Los proyectos de fomento de la lectura son otros de los grandes olvidados en muchos centros educativos. «El mayor obstáculo con el que se encuentran para su implantación es la circunscripción de la lectura al área de Lengua y Literatura». Educar a futuros lectores pasa, entre otros requisitos, por la involucración total del claustro de profesores, «aunque quizás antes de la educación del alumnado sea necesaria la de los profesores».
Con la enseñanza de idiomas pasa algo similar. «Las lenguas extranjeras en los centros educativos (perdón por la generalización) carecen totalmente de su dimensión de idioma y se reducen a ser tratadas como asignaturas que el alumnado debe superar a toda costa». Aunque Poó, al igual que el profesor Xavier Melgarejo, considera que el hecho de que a los españoles, en general, se nos dé tan mal eso de los idiomas transciende al ámbito puramente académico: «Tenemos el mejor equipo de profesionales de doblaje de todo el mundo. Esto debería ser motivo de orgullo, lógicamente, aunque también de vergüenza (…) la población entra en un estado de pereza y reticencia absoluta al esfuerzo de exponerse a un idioma extranjero que no entiende a la hora de disfrutar de una obra audiovisual».
Enseñanza de idiomas, lectura… Planes que se echan en falta en un sistema “parcheado” en el que los problemas no se tratan de raíz. La adaptación de las Competencias Educativas Europeas en el marco de la LOGSE es solo un ejemplo más. «Suponen una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz (…) Desde el punto de vista escolar, no hay duda de que se trata de una propuesta innovadora que se sitúa al margen del tradicional y vigente sistema de calificación según conceptos, procedimientos y actitudes».
El programa nació en 2004 pero ni los libros de texto, ni los sistemas de calificación, ni las programaciones se han modificado para adaptarse a este nuevo modelo. Conclusión: «No es más que un parche colocado sobre nuestra estructura educativa por recomendación de Europa con la excusa de que en los países del norte funciona pero que no ha llevado consigo una readaptación del sistema a las nuevas características curriculares».
¿Y qué pasa con los profes?
Es quizás, a la hora de analizar a los de “su especie” donde Pablo Poó recurre más a la ironía. Desde «el Entregado (u Hommo Vocationalis)» al «Quemao (Chamuscatus Máximus)» existe una variada tipología de docentes que contrasta con la percepción casi única que la sociedad parece tener del colectivo. «Claro que hay garbanzos negros, pero suelen ser casos aislados (en el sentido literal, no en su uso político) que enturbian la percepción que, de nuestra labor, tiene la sociedad».
Tópicos como el de las largas vacaciones de las que disfrutan quienes se dedican a la enseñanza siguen resultando recurrentes cuando se quiere criticar su labor. Poó siempre responde que de buen grado rechazaría parte de sus vacaciones por un aumento de sueldo y añade: «La docencia hoy día es un trabajo agotador, sobre todo mentalmente. A diferencia de la mayoría de trabajos, el profesor tiene que lidiar, de manera simultánea, con treinta alumnos diferentes, cada uno de ellos con su propia personalidad, problemas, inquietudes, habilidades, defectos, aspiraciones, etc.»
Poó es consciente de que no todo el que se dedica a la enseñanza lo hace por vocación («aunque, ojo, que la vocación también se pierde») pero es la formación del profesorado lo que realmente le resulta preocupante: «No existen, en los planes de estudio universitarios, asignaturas de didáctica específica de las especialidades cursadas. Ni siquiera con carácter optativo».
Las oposiciones es otro de los grandes males para el profesor. «El sistema de acceso del profesorado de la educación pública es completamente injusto. Es necesario buscar otro que supla las carencias del actual y asegure el acceso al sistema de aquellos que estén integralmente mejor preparados». La figura del interino también ha sido vilipendiada, en su opinión, injustificadamente. «Existe un desconocimiento total por parte de la sociedad que nos ve como cara duras que queremos que nos regalen la plaza, sin saber que hemos aprobado varias oposiciones, incluso, con más nota que algunos funcionarios que obtuvieron plaza ese año».
La lucha por sus derechos ha degenerado es un conflicto que en nada beneficia ni al gremio ni al propio sistema educativo. «A los políticos les viene bien separarnos. Si creas una diferencia entre funcionarios de carrera e interinos, de facto estás creando una suerte de distopía en la que existen profesores de primera y de segunda: y eso crea conflicto».
La mayoría de los docentes de la pública, asegura, coinciden en el diagnóstico de los males que aquejan nuestro trabajo diario, aunque, en ocasiones, disientan en las soluciones. «El diálogo es la base de todo. Pero últimamente se están acrecentando las discrepancias entre los que algunos han dado en llamar los “pedagogistas” y los “antipedagogistas”». Tanto uno como otro bando contendiente sostienen «posturas maniqueas» que imitan la retórica y las formas de la política con debates constreñidos del tipo «¿deberes sí, deberes no?», «¿exámenes sí, exámenes no?», algo que para Poó «puede resultar muy dañino para la enseñanza».
Nadie se salva
En los trece institutos en distintos puntos de Andalucía en los que ha trabajado Poó se ha topado con alumnos de toda condición. También con familias de toda índole: «Es un asunto que hay que tratar con cautela porque a nadie le gusta recibir críticas sobre cómo educa a sus hijos. Falta mucha educación que ha de ser traída de casa; y no me refiero sólo a mal comportamiento, sino a la escasa valoración que se le da, hoy día, a tener una formación adecuada».
Profesores, alumnos, padres, gobiernos… Poó no cree que “la culpa” recaiga únicamente en los agentes implicados directamente con la enseñanza. «La progresiva degeneración de los planes educativos, la cultura del pelotazo difundida a través de programas de TV de pésima calidad… Si no fuera porque desde un primer momento se descarta la conspiración judeo-masónica, diría que parece un plan orquestado para reducir el nivel formativo del personal y obtener así ciudadanos más vulnerables a las arengas y falacias que, desde el establishment, nos hacen llegar cada día».
Lo que tiene claro es que muchos de los problemas tienen solución. Aunque no sea sencilla. Que del tema de la educación se encarguen expertos en la materia sería el primer paso, pero ¿serán los políticos capaces de delegar las decisiones en gente que realmente entiendan del asunto? El profesor interino lo ve difícil.
Una mayor inversion que evitase recortes como los acometidos en los últimos años y que han resultado letales en muchos centros también sería de ayuda. Siempre y cuando los presupuestos se empleen en recursos realmente necesarios y no en medidas populistas y electoralistas.
Es lo que ocurrió, en su opinión, con programas como el de Escuela TIC 2.0. en Andalucía. «Es un golpe de efecto: “¡Ey, mirad, nos preocupamos por la educación, vamos a regalar mini ordenadores y tablets! ¡Y vamos a poner pizarras digitales!”» Ordenadores que no contaban ni con el sistema operativo ni el mantenimiento adecuados, profesores que no estaban preparados para usarlos en clase, aulas sin los enchufes necesarios para recargar las baterías, alumnos sin nociones de mecanografía que tardaban horas en teclear un párrafo… «Luego dejaron de darlos y te encontrabas, en una misma clase, a repetidores con mini portátiles y al resto de la clase sin ellos… Un caos. Un reflejo de que sólo es una medida electoralista. Si la ingente inversión económica de los mini portátiles hubiera redundado en equipo y mantenimiento para el centro, la situación sería distinta».
Un programa del uso de las TIC a nivel nacional sería sólo una de las medidas que, en opinion de Poó, deberían confluir en una revisión total del Sistema Educativo «que reformule el currículo tal como lo conocemos y adapte contenidos, metodología docente y criterios de evaluación a las nuevas necesidades educativas del siglo XXI».
Ante el clamor que exige la derogación de la LOMCE y una nueva ley de educación que sea fruto de un acuerdo social y político, la plataforma La educación que nos une lanza la campaña “ Diálogo por la educación” con el deseo de impulsar una Ley de Educación:
* Democrática: elaborada con la participación de la comunidad educativa y la ciudadanía.
* Estable: centrada en las necesidades de las personas y no en los intereses de los partidos.
* Comprometida con un mundo más justo.
Concluye una legislatura del Partido Popular marcada por la imposición de una ley educativa elaborada sin consenso y de espaldas a la comunidad educativa y al conjunto de la sociedad. La práctica totalidad de los partidos políticos se comprometieron a derogar la LOMCE apenas cambiara el juego de mayorías parlamentarias. Confiamos en que esta sea una de las primeras medidas adoptadas en la próxima legislatura. La segunda promesa con que abrió el Ministro Wert su trabajo al frente del Ministerio de Educación fue la elaboración del Libro Blanco de la Función Docente, encargado por su heredero, el señor Méndez de Vigo, a José Antonio Marina a tres meses de las elecciones. Un nuevo pilar del sistema educativo construido sin diálogo y sin consenso. No son estas las formas que esperamos de la nueva legislatura.
Por todo ello, reclamamos un proceso de diálogo abierto a la ciudadanía y a la comunidad educativa que permita el alumbramiento de una nueva ley de educación fruto de un acuerdo social y político que le augure, al fin, una estabilidad más allá de los vaivenes electorales. No aceptamos un Pacto de Estado entre partidos políticos y organismos económicos que excluyan a la comunidad educativa y la sociedad civil.
Ver más
* Democrática: elaborada con la participación de la comunidad educativa y la ciudadanía.
* Estable: centrada en las necesidades de las personas y no en los intereses de los partidos.
* Comprometida con un mundo más justo.
Concluye una legislatura del Partido Popular marcada por la imposición de una ley educativa elaborada sin consenso y de espaldas a la comunidad educativa y al conjunto de la sociedad. La práctica totalidad de los partidos políticos se comprometieron a derogar la LOMCE apenas cambiara el juego de mayorías parlamentarias. Confiamos en que esta sea una de las primeras medidas adoptadas en la próxima legislatura. La segunda promesa con que abrió el Ministro Wert su trabajo al frente del Ministerio de Educación fue la elaboración del Libro Blanco de la Función Docente, encargado por su heredero, el señor Méndez de Vigo, a José Antonio Marina a tres meses de las elecciones. Un nuevo pilar del sistema educativo construido sin diálogo y sin consenso. No son estas las formas que esperamos de la nueva legislatura.
Por todo ello, reclamamos un proceso de diálogo abierto a la ciudadanía y a la comunidad educativa que permita el alumbramiento de una nueva ley de educación fruto de un acuerdo social y político que le augure, al fin, una estabilidad más allá de los vaivenes electorales. No aceptamos un Pacto de Estado entre partidos políticos y organismos económicos que excluyan a la comunidad educativa y la sociedad civil.
Un video que refiere a un debate histórico entre Escuela Hegemónica y Educación. No creemos en la Escuela Tradicional, pero si en la educación libre y las escuelas vivas.
.
Ver más
.
Según la CME, se necesitan 4 millones de docentes para lograr su escolarización.
Hoy lunes 25 de abril empieza la Semana de Acción Mundial por la Educación, cinco días para reivindicar el derecho de todos los niños/as a una educación inclusiva, equitativa y de calidad. La Campaña Mundial por la Educación (CME), bajo el lema “La educación nos protege, protejamos su financiación”, pide a los gobiernos que cumplan sus compromisos internacionales y que destinen los recursos necesarios para financiar la educación. Según esta asociación, 124 millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo no van a la escuela. De estos, el 52% son niñas.
La CME asegura que se necesitan cuatro millones de docentes para lograr la escolarización de todos los niños y niñas en edad de cursar Primaria. Además, 63 millones de adolescentes siguen sin escolarizar, y casi 781 millones de personas adultas tienen competencias deficientes en lectura y escritura. En concreto, en nuestro país, la asociación indica que tenemos por delante muchos retos, ya que los recortes han afectado, sobre todo, a muchas de las prestaciones económicas o ayudas a familias en materia educativa, como la ayuda para libros o las becas comedor.
A lo largo de esta semana, más de 120 países de todo el mundo se movilizarán por la educación y se realizarán cientos de actividades. En España, 29 ciudades participan en esta campaña y miles de niños y niñas saldrán a las calles para reivindicar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
En 2015, 196 Estados firmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se comprometieron a garantizar que todos los niños y niñas tengan en 2030 una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y un aprendizaje a lo largo de toda la vida. La CME, coalición internacional presente en más de 200 países, nace precisamente para asegurar que se cumpla ese acuerdo entre Estados.
Ver más
Hoy lunes 25 de abril empieza la Semana de Acción Mundial por la Educación, cinco días para reivindicar el derecho de todos los niños/as a una educación inclusiva, equitativa y de calidad. La Campaña Mundial por la Educación (CME), bajo el lema “La educación nos protege, protejamos su financiación”, pide a los gobiernos que cumplan sus compromisos internacionales y que destinen los recursos necesarios para financiar la educación. Según esta asociación, 124 millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo no van a la escuela. De estos, el 52% son niñas.
La CME asegura que se necesitan cuatro millones de docentes para lograr la escolarización de todos los niños y niñas en edad de cursar Primaria. Además, 63 millones de adolescentes siguen sin escolarizar, y casi 781 millones de personas adultas tienen competencias deficientes en lectura y escritura. En concreto, en nuestro país, la asociación indica que tenemos por delante muchos retos, ya que los recortes han afectado, sobre todo, a muchas de las prestaciones económicas o ayudas a familias en materia educativa, como la ayuda para libros o las becas comedor.
A lo largo de esta semana, más de 120 países de todo el mundo se movilizarán por la educación y se realizarán cientos de actividades. En España, 29 ciudades participan en esta campaña y miles de niños y niñas saldrán a las calles para reivindicar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
En 2015, 196 Estados firmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se comprometieron a garantizar que todos los niños y niñas tengan en 2030 una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y un aprendizaje a lo largo de toda la vida. La CME, coalición internacional presente en más de 200 países, nace precisamente para asegurar que se cumpla ese acuerdo entre Estados.
Un artículo de Jordi Llovet, catedrático de Literatura Comparada de la Universidad de Barcelona.
La sociedad debería convertir el pensamiento y la literatura en grandes aliados del progreso.
La crisis por la que atraviesan los estudios de humanidades no solo en España, sino en el mundo entero, era perfectamente previsible desde los albores de la revolución industrial. Lo que se fundó en la Grecia clásica —el amor por el saber— y se mantuvo en Roma —la alabanza del ocio y el menosprecio del negocio—; aquello que las órdenes monásticas conservaron durante la Edad Media; aquello que resurgió con una insólita pujanza durante el Renacimiento europeo, luego durante la Ilustración y en buena medida en las universidades del siglo XIX siguiendo el ejemplo de la reforma universitaria de Humboldt en Berlín, todo eso empezó a librar ya a mediados de ese mismo siglo una batalla muy dura contra un enemigo de potencia no solo no prevista, sino también incalculable. El hombre de estudio, la mujer de artes o letras, vieron, a lo largo del gran siglo de la burguesía y de todo el siglo XX cómo la legitimidad de su quehacer quedaba mermada y amenazada a causa del desarrollo de la ciencia, la industria, el comercio y la técnica.
En 1872, Flaubert lamentaba el desequilibrio que un nuevo plan de estudios para el bachillerato en Francia exhibía entre algo tan elemental como el deporte —que ya no tenía en Europa el destino agónico que había tenido en Grecia o Roma— y la enseñanza de la literatura, de la que apenas se hablaba. Con mayor énfasis, escribió lo siguiente sobre el mismo asunto: "Estoy asustado, aterrorizado, escandalizado por las gilipolleces cardinales que gobiernan a los seres humanos. Eso es algo nuevo; por lo menos en el grado en que se produce. Las ganas de alcanzar el éxito, la necesidad de triunfar a toda costa —debido al provecho económico que se obtiene— le ha minado a la literatura la moral hasta tal punto que la gente se está volviendo idiota".
Él, como tantos otros autores que empezaron entonces a reflexionar sobre el descrédito progresivo de las humanidades, no poseía distancia suficiente respecto a las causas de tal descalabro. Hoy sí la tenemos. Al auge del comercio, las ciencias, la industria y la técnica, hay que sumarle, en los últimos 30 años por lo menos, un nuevo factor, imprevisible hace un siglo y medio: el auge de las nuevas tecnologías. Los filósofos que heredaron la preocupación por este asunto a la sombra de Heidegger o de Jaspers no parecieron alarmarse cuando el fenómeno de esas brillantes tecnologías y los ingenios digitales irrumpieron progresivamente en la vida cotidiana de todo el orbe. La inocencia con la que se recibió ese alarde del progreso técnico-científico se ha transformado, ya en nuestros días, en una preocupación —solo para algunos, este es el problema—, sin que se atisbe la posibilidad de alcanzar alguna solución. Estamos ya, propiamente, en lo que ha venido en denominarse la era poshumana, en el bien entendido que nos hallamos en la era en la que el ente, el ser, no es más que un flatus vocis: una nadería nostálgica, un recuerdo de tiempos pasados en los que filosofía, religión, moral y estética otorgaban a esa palabra un valor casi tan alto como el que se otorgaba a Dios o a la muerte.
Esto nos lleva a analizar otros factores, no menudos, del descrédito de las humanidades en las universidades de España y de casi todo el mundo: la religión ha perdido adeptos en todas partes, y con ella han desaparecido los referentes trascendentales que actuaban, con sordina pero con eficacia, en todas las sociedades y sus cultos; los nuevos estilos musicales, de los que los jóvenes no pueden prescindir en sus momentos de ocio, han venido a suplantar el carácter órfico —y por ello, sagrado— de la mal denominada música clásica; el uso universal de los teléfonos llamados inteligentes rebajan sin pausa la inteligencia de aquellos que podrían dedicar su ocio a cualquier otro tipo de actividad y destierran la conversación, además de haber provocado la desaparición de las áreas de privacidad que tanto convienen al ser que piensa y actúa mediatamente; el subsiguiente descrédito de la lectura anula la posibilidad de que exista algo así como un imaginario subjetivo, en beneficio del llamado imaginario colectivo, que viene a ser lo mismo que la aceptación sumisa de la opinión común —todo lo contrario de la operación de discurrir en primera persona—, asumida esta sin el menor atisbo de crítica; el mercado laboral lo es de profesiones consideradas productivas y necesarias, y apenas de las profesiones en las que el saber humanístico podría multiplicarse y difundirse, como es el caso de la educación —hoy vencida y desarmada en España — a todos sus niveles.
Los planes de estudio de las facultades irán a peor en favor de las banalidades generadas por lo ‘políticamente correcto’
No podemos tener la certeza de que tal estado de cosas vaya a cambiar en favor de un lugar honroso para las humanidades. Seguirá habiendo filólogos, artistas, historiadores y filósofos; seguirá habiendo escritores y lectores; algunos centros urbanos de difusión cultural seguirán abiertos y más o menos activos, pero todo lo que se relacione con el ser y sus problemas fundamentales parecerá superfluo, en estado de letargia y, en el mejor de los casos, será escenario de heroísmo para renitentes.
A esta cuestión queríamos llegar. Los planes de estudio de las facultades universitarias de humanidades irán a peor, en favor de las banalidades que ha generado la era de lo llamado políticamente correcto: una alquimia en la que se funden los feminismos y homosexualismos más insolventes con los estudios coloniales más improductivos y las ridiculeces más espantosas como métodos de análisis y crítica del saber humanístico heredado. Pero toda persona vinculada a la enseñanza de las humanidades puede, si no modificar esas tendencias disolventes de las litterae humaniores, sí otorgar a sus actividades un trasfondo y un alcance que minen hasta los cimientos esos falsos edificios del saber. A nuestro juicio, no hay más solución para las facultades humanísticas que implicarlas en la vida cotidiana de la polis, o sea, convertir las humanidades en la punta de lanza de una restauración de la política —que es como actuar en beneficio de la ciudadanía en aquello en lo que ni las ciencias ni las técnicas pueden hacer mucho—; transformar todas las escenas del saber humanístico en el gran aliado del progreso espiritual de una nación y de sus ciudadanos. Por ejemplo, enviar a los estudiantes de los últimos cursos a comentar las grandes o menos grandes obras de la literatura universal en las bibliotecas públicas; no obligar a los profesores a hacer gestión académica, algo que los convierte en burócratas, sino agitación cultural más allá de sus muros; convertir a profesores y alumnos avanzados en asesores de centros de creación y difusión de la cultura; mandar a todos ellos a los diarios del país para favorecer un periodismo de mayor alcance cultural; invitar a cualquier empresario del mundo de la técnica, la informática, los negocios, y lo que sea, a contratar antes a un graduado que, siéndolo en la profesión adecuada y pertinente, lo sea también en cualquier rama de las humanidades, como ya sucede en Estados Unidos, para satisfacción incluso del rendimiento de sus empresas. Porque no es factible suponer que unos buenos estudios de humanidades (como todavía pueden cursarse en escasos centros universitarios del mundo entero, pues casi todos han quedado arruinados por el efecto de metodologías "seculares") resulten suficientes para obtener legitimidad en las sociedades actuales si no salen de las cuatro paredes de los centros universitarios.
Su papel tendrá que ser, en el futuro, el de una rigurosa resistencia, el de un profundo conocimiento del pasado, el de la transmisión eficaz de ese saber antiguo en provecho del futuro antes de que todo el mundo caiga en la "amnesia institucionalizada" de que ha hablado George Steiner. Pero, sobre todo, si los profesionales de las humanidades quieren por una vez actuar con sentido común y eficacia, su papel habrá de ser el de garantes de la permeabilidad entre las instituciones sabias a las que pertenecen y el progreso de la sabiduría, la democracia y la dignidad del ser entre los ciudadanos de un país entero.
Ver más
La sociedad debería convertir el pensamiento y la literatura en grandes aliados del progreso.
La crisis por la que atraviesan los estudios de humanidades no solo en España, sino en el mundo entero, era perfectamente previsible desde los albores de la revolución industrial. Lo que se fundó en la Grecia clásica —el amor por el saber— y se mantuvo en Roma —la alabanza del ocio y el menosprecio del negocio—; aquello que las órdenes monásticas conservaron durante la Edad Media; aquello que resurgió con una insólita pujanza durante el Renacimiento europeo, luego durante la Ilustración y en buena medida en las universidades del siglo XIX siguiendo el ejemplo de la reforma universitaria de Humboldt en Berlín, todo eso empezó a librar ya a mediados de ese mismo siglo una batalla muy dura contra un enemigo de potencia no solo no prevista, sino también incalculable. El hombre de estudio, la mujer de artes o letras, vieron, a lo largo del gran siglo de la burguesía y de todo el siglo XX cómo la legitimidad de su quehacer quedaba mermada y amenazada a causa del desarrollo de la ciencia, la industria, el comercio y la técnica.
En 1872, Flaubert lamentaba el desequilibrio que un nuevo plan de estudios para el bachillerato en Francia exhibía entre algo tan elemental como el deporte —que ya no tenía en Europa el destino agónico que había tenido en Grecia o Roma— y la enseñanza de la literatura, de la que apenas se hablaba. Con mayor énfasis, escribió lo siguiente sobre el mismo asunto: "Estoy asustado, aterrorizado, escandalizado por las gilipolleces cardinales que gobiernan a los seres humanos. Eso es algo nuevo; por lo menos en el grado en que se produce. Las ganas de alcanzar el éxito, la necesidad de triunfar a toda costa —debido al provecho económico que se obtiene— le ha minado a la literatura la moral hasta tal punto que la gente se está volviendo idiota".
Él, como tantos otros autores que empezaron entonces a reflexionar sobre el descrédito progresivo de las humanidades, no poseía distancia suficiente respecto a las causas de tal descalabro. Hoy sí la tenemos. Al auge del comercio, las ciencias, la industria y la técnica, hay que sumarle, en los últimos 30 años por lo menos, un nuevo factor, imprevisible hace un siglo y medio: el auge de las nuevas tecnologías. Los filósofos que heredaron la preocupación por este asunto a la sombra de Heidegger o de Jaspers no parecieron alarmarse cuando el fenómeno de esas brillantes tecnologías y los ingenios digitales irrumpieron progresivamente en la vida cotidiana de todo el orbe. La inocencia con la que se recibió ese alarde del progreso técnico-científico se ha transformado, ya en nuestros días, en una preocupación —solo para algunos, este es el problema—, sin que se atisbe la posibilidad de alcanzar alguna solución. Estamos ya, propiamente, en lo que ha venido en denominarse la era poshumana, en el bien entendido que nos hallamos en la era en la que el ente, el ser, no es más que un flatus vocis: una nadería nostálgica, un recuerdo de tiempos pasados en los que filosofía, religión, moral y estética otorgaban a esa palabra un valor casi tan alto como el que se otorgaba a Dios o a la muerte.
Esto nos lleva a analizar otros factores, no menudos, del descrédito de las humanidades en las universidades de España y de casi todo el mundo: la religión ha perdido adeptos en todas partes, y con ella han desaparecido los referentes trascendentales que actuaban, con sordina pero con eficacia, en todas las sociedades y sus cultos; los nuevos estilos musicales, de los que los jóvenes no pueden prescindir en sus momentos de ocio, han venido a suplantar el carácter órfico —y por ello, sagrado— de la mal denominada música clásica; el uso universal de los teléfonos llamados inteligentes rebajan sin pausa la inteligencia de aquellos que podrían dedicar su ocio a cualquier otro tipo de actividad y destierran la conversación, además de haber provocado la desaparición de las áreas de privacidad que tanto convienen al ser que piensa y actúa mediatamente; el subsiguiente descrédito de la lectura anula la posibilidad de que exista algo así como un imaginario subjetivo, en beneficio del llamado imaginario colectivo, que viene a ser lo mismo que la aceptación sumisa de la opinión común —todo lo contrario de la operación de discurrir en primera persona—, asumida esta sin el menor atisbo de crítica; el mercado laboral lo es de profesiones consideradas productivas y necesarias, y apenas de las profesiones en las que el saber humanístico podría multiplicarse y difundirse, como es el caso de la educación —hoy vencida y desarmada en España — a todos sus niveles.
Los planes de estudio de las facultades irán a peor en favor de las banalidades generadas por lo ‘políticamente correcto’
No podemos tener la certeza de que tal estado de cosas vaya a cambiar en favor de un lugar honroso para las humanidades. Seguirá habiendo filólogos, artistas, historiadores y filósofos; seguirá habiendo escritores y lectores; algunos centros urbanos de difusión cultural seguirán abiertos y más o menos activos, pero todo lo que se relacione con el ser y sus problemas fundamentales parecerá superfluo, en estado de letargia y, en el mejor de los casos, será escenario de heroísmo para renitentes.
A esta cuestión queríamos llegar. Los planes de estudio de las facultades universitarias de humanidades irán a peor, en favor de las banalidades que ha generado la era de lo llamado políticamente correcto: una alquimia en la que se funden los feminismos y homosexualismos más insolventes con los estudios coloniales más improductivos y las ridiculeces más espantosas como métodos de análisis y crítica del saber humanístico heredado. Pero toda persona vinculada a la enseñanza de las humanidades puede, si no modificar esas tendencias disolventes de las litterae humaniores, sí otorgar a sus actividades un trasfondo y un alcance que minen hasta los cimientos esos falsos edificios del saber. A nuestro juicio, no hay más solución para las facultades humanísticas que implicarlas en la vida cotidiana de la polis, o sea, convertir las humanidades en la punta de lanza de una restauración de la política —que es como actuar en beneficio de la ciudadanía en aquello en lo que ni las ciencias ni las técnicas pueden hacer mucho—; transformar todas las escenas del saber humanístico en el gran aliado del progreso espiritual de una nación y de sus ciudadanos. Por ejemplo, enviar a los estudiantes de los últimos cursos a comentar las grandes o menos grandes obras de la literatura universal en las bibliotecas públicas; no obligar a los profesores a hacer gestión académica, algo que los convierte en burócratas, sino agitación cultural más allá de sus muros; convertir a profesores y alumnos avanzados en asesores de centros de creación y difusión de la cultura; mandar a todos ellos a los diarios del país para favorecer un periodismo de mayor alcance cultural; invitar a cualquier empresario del mundo de la técnica, la informática, los negocios, y lo que sea, a contratar antes a un graduado que, siéndolo en la profesión adecuada y pertinente, lo sea también en cualquier rama de las humanidades, como ya sucede en Estados Unidos, para satisfacción incluso del rendimiento de sus empresas. Porque no es factible suponer que unos buenos estudios de humanidades (como todavía pueden cursarse en escasos centros universitarios del mundo entero, pues casi todos han quedado arruinados por el efecto de metodologías "seculares") resulten suficientes para obtener legitimidad en las sociedades actuales si no salen de las cuatro paredes de los centros universitarios.
Su papel tendrá que ser, en el futuro, el de una rigurosa resistencia, el de un profundo conocimiento del pasado, el de la transmisión eficaz de ese saber antiguo en provecho del futuro antes de que todo el mundo caiga en la "amnesia institucionalizada" de que ha hablado George Steiner. Pero, sobre todo, si los profesionales de las humanidades quieren por una vez actuar con sentido común y eficacia, su papel habrá de ser el de garantes de la permeabilidad entre las instituciones sabias a las que pertenecen y el progreso de la sabiduría, la democracia y la dignidad del ser entre los ciudadanos de un país entero.
Los casos de intoxicaciones en escuelas femeninas son bastante frecuentes en el país. Los talibanes se han opuesto tradicionalmente a la educación de las niñas y adolescentes y la prohibieron durante su régimen fundamentalista islámico.
Al menos 125 alumnas ha sido hospitalizadas esta sábado, después de ser envenenadas supuestamente con un gas en la provincia de Farah, en el oeste de Afganistán, informaron a Efe fuentes oficiales.
El suceso ocurrió a primera hora de la mañana mientras las estudiantes, todas ellas adolescentes, se encontraban en un colegio en Farah, capital de la provincia homónima, afirmó el portavoz del Ministerio de Salud afgano, Ismail Kawasi.
Según el portavoz, las jóvenes fueron hospitalizadas después de que "comenzaran a sentirse mal tras ser supuestamente envenenadas con gas" y actualmente "su estado de salud es bueno".
El portavoz del Gobernador de Farah, Mohammad Naser Mehri, confirmó lo sucedido y añadió que se ha abierto una investigación "para determinar cómo las estudiantes pudieron ser envenenadas".
Los casos de intoxicaciones en escuelas femeninas son bastante frecuentes en Afganistán y suelen estar rodeados de cierto misterio.
El pasado mes de septiembre al menos 348 alumnas y varias profesoras fueron envenenadas en cuatro incidentes distintos en la provincia de Herat, limítrofe con Farah, lo que obligó a las autoridades locales a convocar una reunión de emergencia.
Muchos analistas responsabilizan de las intoxicaciones a los talibanes, pues se han opuesto tradicionalmente a la educación de las niñas y adolescentes y la prohibieron, de hecho, durante su régimen fundamentalista islámico en el país (1996-2001).
Sin embargo, portavoces de los rebeldes han negado su implicación en esos sucesos y han asegurado incluso que un nuevo Gobierno en Afganistán liderado por ellos permitiría la educación femenina.
Desde la caída de los talibanes a raíz de la invasión estadounidense en 2001, la comunidad internacional ha puesto mucho énfasis en impulsar la educación femenina en Afganistán.
Ver más
Al menos 125 alumnas ha sido hospitalizadas esta sábado, después de ser envenenadas supuestamente con un gas en la provincia de Farah, en el oeste de Afganistán, informaron a Efe fuentes oficiales.
El suceso ocurrió a primera hora de la mañana mientras las estudiantes, todas ellas adolescentes, se encontraban en un colegio en Farah, capital de la provincia homónima, afirmó el portavoz del Ministerio de Salud afgano, Ismail Kawasi.
Según el portavoz, las jóvenes fueron hospitalizadas después de que "comenzaran a sentirse mal tras ser supuestamente envenenadas con gas" y actualmente "su estado de salud es bueno".
El portavoz del Gobernador de Farah, Mohammad Naser Mehri, confirmó lo sucedido y añadió que se ha abierto una investigación "para determinar cómo las estudiantes pudieron ser envenenadas".
Los casos de intoxicaciones en escuelas femeninas son bastante frecuentes en Afganistán y suelen estar rodeados de cierto misterio.
El pasado mes de septiembre al menos 348 alumnas y varias profesoras fueron envenenadas en cuatro incidentes distintos en la provincia de Herat, limítrofe con Farah, lo que obligó a las autoridades locales a convocar una reunión de emergencia.
Muchos analistas responsabilizan de las intoxicaciones a los talibanes, pues se han opuesto tradicionalmente a la educación de las niñas y adolescentes y la prohibieron, de hecho, durante su régimen fundamentalista islámico en el país (1996-2001).
Sin embargo, portavoces de los rebeldes han negado su implicación en esos sucesos y han asegurado incluso que un nuevo Gobierno en Afganistán liderado por ellos permitiría la educación femenina.
Desde la caída de los talibanes a raíz de la invasión estadounidense en 2001, la comunidad internacional ha puesto mucho énfasis en impulsar la educación femenina en Afganistán.
Un informe de FE-CC.OO advierte de que el sistema '3+2' supone el encarecimiento de un 15 por ciento de los estudios.
España es uno de los países de la Unión Europea y del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) --países que han implantado el Plan Bolonia--, con el precio medio de la matrícula universitaria, tanto en grado o en máster, más elevado. Así, mientras un alumno español paga 1.110 euros por matricularse en un grado, los alemanes pagan 50 euros y los noruegos y finlandeses cero. Lo mismo ocurre con la matrícula en el máster, pues en España cuesta 2.020 euros y en Alemania 50.
Esta es una de las principales conclusiones del informe de la Federación de Enseñanza de CC.OO (FE-CC.OO) 'Los precios de las matrículas universitarias, becas, ayudas y beneficios fiscales en Europa', presentado este viernes 15 de abril, y en el que se analiza también la evolución de los precios públicos del sistema universitario español entre 2011 y 2016.
Este documento, con datos procedentes de las estadísticas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y del último informe EURYDICE 2015, pone de manifiesto que de los 37 países analizados, España se sitúa sólo por debajo de Holanda, Irlanda, Italia, Liechtenstein, Letonia, Lituania, Reino Unido excepto Escocia y Suiza, que son a priori más caros en cuanto al precio de los grados.
Además, el informe advierte de que si se tienen en cuenta las comunidades autónomas de Madrid y Cataluña, que son de las más caras y donde está matriculado más de un tercio de los universitarios españoles, se situarían en la quinta posición de la comparativa internacional, sólo por debajo de Letonia, Lituania y Reino Unido.
"España es de los países analizados con las tasas más caras y con un sistema de becas y ayudas débil, lo que supone una combinación mortal", ha afirmado el secretario general de FE-CC.OO, Francisco García, durante la presentación de este documento junto con el responsable de Universidad de este sindicato, Julio Serrano.
También España se encuentra en el rango superior de los países (decimotercero en grado y decimoséptimo en máster) en cuanto al número de estudiantes que debe pagar el importe total de la matrícula, es decir, que no cuenta con ninguna ayuda de la administración.
El informe advierte de que si se tiene en cuenta los criterios de importe medio de matrícula y porcentaje de alunos que pagan, tanto para la modalidad de tres cursos de grado y dos de máster (3+2) y cuatro cursos de grados y uno de máster (4+1), España se coloca en el noveno puesto.
Además, los autores alertan del encarecimiento de un 15% de media el coste que supone para un alumno el sistema 4+1 (6.460 euros) y el 3+2 (7.730 euros), algo que "no es irrelevante", según ha subrayado García, "sobre todo, teniendo en cuenta que las tasas han sufrido un incremento muy duro durante la crisis".
En cuanto al importe medio de las becas, el informe apunta que España se sitúa en el puesto 22 de los 37 analizados, pero asciende al puesto 14 si se considera el número de estudiantes que cumple los requisitos económicos y académicos para acceder a una beca.
"Esta situación junto con los datos hechos públicos por el Ministerio de Educación pone de manifiesto el dramático impacto negativo de la crisis y cómo está creciendo la desigualdad social", pues aumenta el número de personas que cumplen los requisitos para acceder a una beca, pero la cuantía se ha reducido desde que se modificaron los criterios en el curso 2011-2012.
CC.OO en su informe también analiza los beneficios fiscales por cada hijo universitario y préstamos, con a los que este sindicato se opone, además de ayudas a familias. Cuatro de los 37 países estudiados no cuentan con ninguno de estos sistemas: España, Bosnia, Croacia y Rumanía.
"Los datos son demoledores en términos de cohesión social y ponen de manifiesto la fragilidad de nuestro sistema universitario", ha subrayado García, para añadir que el coste de la educación universitaria supone un "importante sacrificio" para las familias.
AUMENTO DESIGUAL DE LAS TASAS EN LAS CC.AA
El informe revela el encarecimiento de las tasas universitarias en España desde la aprobación del real decreto de recortes educativos en abril de 2012, que permitió a las comunidades autónomas aumentar hasta un 25 por ciento las tasas de las primeras matrículas en los grados.
Así, CC.OO apunta que el aumento del precio medio de los grados entre el curso 2011-2012 y 2015-2016 ha aumentado un 32 por ciento, en lugar del 20,6% que sostiene el Ministerio de Educación (de 920 euros en 2011 a 1.099,7 euros en 2015); y en los másteres este incremento para CC.OO es del 75 por ciento frente al dato del 21,5 por ciento del ministerio de 1.555 euros a 2.347 euros).
En este sentido, los autores del estudio señalan que para realizar la estimación de los precios de cada curso se ha calculado el precio medio del crédito en España teniendo en cuenta el número de alumnos matriculados en cada comunidad autónoma.
Cataluña este curso es la comunidad autónoma con la matrícula de grado más cara (2.011 euros) frente a Galicia (713 euros). A Cataluña le sigue la Comunidad Madrid (1.638 euros) y Castilla y León (1.400 euros) o la Comunidad Valenciana (1.223 euros).
Sin embargo, la evolución de los precios desde el decreto de 2012 es distinta según la comunidad autónoma, pues Cataluña casi ha duplicado el precio medio de los grados, ya que en 2011-2012 éste era de 1.206 euros; en Madrid los universitarios han pasado de pagar 1.095 euros en 2011-2012 a 1.638 euros en el curso actual; y en Castilla y León de 774 a 1.400 euros.
Ver más
España es uno de los países de la Unión Europea y del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) --países que han implantado el Plan Bolonia--, con el precio medio de la matrícula universitaria, tanto en grado o en máster, más elevado. Así, mientras un alumno español paga 1.110 euros por matricularse en un grado, los alemanes pagan 50 euros y los noruegos y finlandeses cero. Lo mismo ocurre con la matrícula en el máster, pues en España cuesta 2.020 euros y en Alemania 50.
Esta es una de las principales conclusiones del informe de la Federación de Enseñanza de CC.OO (FE-CC.OO) 'Los precios de las matrículas universitarias, becas, ayudas y beneficios fiscales en Europa', presentado este viernes 15 de abril, y en el que se analiza también la evolución de los precios públicos del sistema universitario español entre 2011 y 2016.
Este documento, con datos procedentes de las estadísticas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y del último informe EURYDICE 2015, pone de manifiesto que de los 37 países analizados, España se sitúa sólo por debajo de Holanda, Irlanda, Italia, Liechtenstein, Letonia, Lituania, Reino Unido excepto Escocia y Suiza, que son a priori más caros en cuanto al precio de los grados.
Además, el informe advierte de que si se tienen en cuenta las comunidades autónomas de Madrid y Cataluña, que son de las más caras y donde está matriculado más de un tercio de los universitarios españoles, se situarían en la quinta posición de la comparativa internacional, sólo por debajo de Letonia, Lituania y Reino Unido.
"España es de los países analizados con las tasas más caras y con un sistema de becas y ayudas débil, lo que supone una combinación mortal", ha afirmado el secretario general de FE-CC.OO, Francisco García, durante la presentación de este documento junto con el responsable de Universidad de este sindicato, Julio Serrano.
También España se encuentra en el rango superior de los países (decimotercero en grado y decimoséptimo en máster) en cuanto al número de estudiantes que debe pagar el importe total de la matrícula, es decir, que no cuenta con ninguna ayuda de la administración.
El informe advierte de que si se tiene en cuenta los criterios de importe medio de matrícula y porcentaje de alunos que pagan, tanto para la modalidad de tres cursos de grado y dos de máster (3+2) y cuatro cursos de grados y uno de máster (4+1), España se coloca en el noveno puesto.
Además, los autores alertan del encarecimiento de un 15% de media el coste que supone para un alumno el sistema 4+1 (6.460 euros) y el 3+2 (7.730 euros), algo que "no es irrelevante", según ha subrayado García, "sobre todo, teniendo en cuenta que las tasas han sufrido un incremento muy duro durante la crisis".
En cuanto al importe medio de las becas, el informe apunta que España se sitúa en el puesto 22 de los 37 analizados, pero asciende al puesto 14 si se considera el número de estudiantes que cumple los requisitos económicos y académicos para acceder a una beca.
"Esta situación junto con los datos hechos públicos por el Ministerio de Educación pone de manifiesto el dramático impacto negativo de la crisis y cómo está creciendo la desigualdad social", pues aumenta el número de personas que cumplen los requisitos para acceder a una beca, pero la cuantía se ha reducido desde que se modificaron los criterios en el curso 2011-2012.
CC.OO en su informe también analiza los beneficios fiscales por cada hijo universitario y préstamos, con a los que este sindicato se opone, además de ayudas a familias. Cuatro de los 37 países estudiados no cuentan con ninguno de estos sistemas: España, Bosnia, Croacia y Rumanía.
"Los datos son demoledores en términos de cohesión social y ponen de manifiesto la fragilidad de nuestro sistema universitario", ha subrayado García, para añadir que el coste de la educación universitaria supone un "importante sacrificio" para las familias.
AUMENTO DESIGUAL DE LAS TASAS EN LAS CC.AA
El informe revela el encarecimiento de las tasas universitarias en España desde la aprobación del real decreto de recortes educativos en abril de 2012, que permitió a las comunidades autónomas aumentar hasta un 25 por ciento las tasas de las primeras matrículas en los grados.
Así, CC.OO apunta que el aumento del precio medio de los grados entre el curso 2011-2012 y 2015-2016 ha aumentado un 32 por ciento, en lugar del 20,6% que sostiene el Ministerio de Educación (de 920 euros en 2011 a 1.099,7 euros en 2015); y en los másteres este incremento para CC.OO es del 75 por ciento frente al dato del 21,5 por ciento del ministerio de 1.555 euros a 2.347 euros).
En este sentido, los autores del estudio señalan que para realizar la estimación de los precios de cada curso se ha calculado el precio medio del crédito en España teniendo en cuenta el número de alumnos matriculados en cada comunidad autónoma.
Cataluña este curso es la comunidad autónoma con la matrícula de grado más cara (2.011 euros) frente a Galicia (713 euros). A Cataluña le sigue la Comunidad Madrid (1.638 euros) y Castilla y León (1.400 euros) o la Comunidad Valenciana (1.223 euros).
Sin embargo, la evolución de los precios desde el decreto de 2012 es distinta según la comunidad autónoma, pues Cataluña casi ha duplicado el precio medio de los grados, ya que en 2011-2012 éste era de 1.206 euros; en Madrid los universitarios han pasado de pagar 1.095 euros en 2011-2012 a 1.638 euros en el curso actual; y en Castilla y León de 774 a 1.400 euros.