La curiosidad es el gran motor del aprendizaje y los niños la tienen a raudales. No hay peque que no sea curioso. Desde el inicio de la vida, todos avanzamos porque experimentamos con las cosas y ello nos trae el aprendizaje.
Cuando un peque mira, escucha, huele, prueba y toca diferentes cosas, está, sin saberlo, experimentando con ellas, aprendiendo por el proceso ensayo-error qué puede hacer y qué no. Ese es el inicio del aprendizaje, ya que queremos descubrir qué pasa cuando hacemos algo y vamos aprendiendo en el camino. ¡Y eso es ciencia! No como el estereotipo nos ha hecho creer que es la ciencia, con el típico señor o señora de bata blanca trabajando entre probetas y microscopios y que puede resultar aburrida, sino la ciencia con mayúsculas, la que hace que avancemos y aprendamos.
Y esto es lo que tenemos que potenciar en nuestros peques: esa ciencia cotidiana, la que podemos llevar a cabo cada día para descubrir cosas nuevas de manera divertida. Es muy importante que proporcionemos a nuestros hijos actividades que potencien su curiosidad natural, su capacidad de observación, su destreza manipulativa… De esta manera estaremos estimulando a los bebés y realizando un trabajo de estimulación precoz con ellos que redundará muy positivamente en su posterior desarrollo cognitivo.
Muchos os preguntaréis cómo hacer para presentar actividades científicas a vuestros peques y, más aún, cómo hacer que estas sean divertidas. Y es mucho más sencillo de lo que parece. Tenemos todo un mundo a nuestro alcance para hacer de él un gran laboratorio.
Un sencillo experimento como plantar semillas y verlas crecer, cuidar animales, observar objetos, mezclar sustancias y ver cómo reaccionan a nuestras acciones, dejarles que se ensucien las manos con barro y experimenten las sensaciones que provocan, etc., son maneras sencillas de promover la curiosidad científica y las habilidades de investigación de los peques.
Y para que tengáis un gran repertorio de actividades divertidas para que los peques se conviertan mientras juegan en unos experimentados científicos, os recomendamos esta estupenda publicación, Principia Kids, que hemos encontrado y que nos ha encantado, totalmente dedicada a la ciencia para niños.
En Principia Kids nos dan consejos, actividades y muchas ideas para hacer experimentos muy divertidos, a través de bonitas historias en las que la curiosidad, la observación, el error, la determinación, la diversión y la imaginación son los personajes principales. Superhéroes que no llevan capa y que con sus experimentos logran hacer de nuestro planeta un lugar mejor, experimentos muy molones para hacer en casa con cosas que tenemos siempre a mano, pegatinas divertidas para conocer a personajes importantes del mundo de la ciencia, y hasta un museo donde se reivindica (y muy bien hecho) el papel de las mujeres en la ciencia. Porque, os recuerdo… ¡¡No todas las niñas quieren ser princesas!!
Y no olvidemos su fantástico lema: “Sé curioso, no temas equivocarte, mira los problemas como un reto y recuerda… Tu imaginación es un arma muy poderosa”.Desde luego, a nosotros nos sirve de inspiración. Esperamos que a vosotros también.
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Cuando un peque mira, escucha, huele, prueba y toca diferentes cosas, está, sin saberlo, experimentando con ellas, aprendiendo por el proceso ensayo-error qué puede hacer y qué no. Ese es el inicio del aprendizaje, ya que queremos descubrir qué pasa cuando hacemos algo y vamos aprendiendo en el camino. ¡Y eso es ciencia! No como el estereotipo nos ha hecho creer que es la ciencia, con el típico señor o señora de bata blanca trabajando entre probetas y microscopios y que puede resultar aburrida, sino la ciencia con mayúsculas, la que hace que avancemos y aprendamos.
Y esto es lo que tenemos que potenciar en nuestros peques: esa ciencia cotidiana, la que podemos llevar a cabo cada día para descubrir cosas nuevas de manera divertida. Es muy importante que proporcionemos a nuestros hijos actividades que potencien su curiosidad natural, su capacidad de observación, su destreza manipulativa… De esta manera estaremos estimulando a los bebés y realizando un trabajo de estimulación precoz con ellos que redundará muy positivamente en su posterior desarrollo cognitivo.
Muchos os preguntaréis cómo hacer para presentar actividades científicas a vuestros peques y, más aún, cómo hacer que estas sean divertidas. Y es mucho más sencillo de lo que parece. Tenemos todo un mundo a nuestro alcance para hacer de él un gran laboratorio.
Un sencillo experimento como plantar semillas y verlas crecer, cuidar animales, observar objetos, mezclar sustancias y ver cómo reaccionan a nuestras acciones, dejarles que se ensucien las manos con barro y experimenten las sensaciones que provocan, etc., son maneras sencillas de promover la curiosidad científica y las habilidades de investigación de los peques.
Y para que tengáis un gran repertorio de actividades divertidas para que los peques se conviertan mientras juegan en unos experimentados científicos, os recomendamos esta estupenda publicación, Principia Kids, que hemos encontrado y que nos ha encantado, totalmente dedicada a la ciencia para niños.
En Principia Kids nos dan consejos, actividades y muchas ideas para hacer experimentos muy divertidos, a través de bonitas historias en las que la curiosidad, la observación, el error, la determinación, la diversión y la imaginación son los personajes principales. Superhéroes que no llevan capa y que con sus experimentos logran hacer de nuestro planeta un lugar mejor, experimentos muy molones para hacer en casa con cosas que tenemos siempre a mano, pegatinas divertidas para conocer a personajes importantes del mundo de la ciencia, y hasta un museo donde se reivindica (y muy bien hecho) el papel de las mujeres en la ciencia. Porque, os recuerdo… ¡¡No todas las niñas quieren ser princesas!!
Y no olvidemos su fantástico lema: “Sé curioso, no temas equivocarte, mira los problemas como un reto y recuerda… Tu imaginación es un arma muy poderosa”.Desde luego, a nosotros nos sirve de inspiración. Esperamos que a vosotros también.
Ocurre que muchas veces la ciencia la vemos como un campo lejano. A nuestros alumnos es un mundo que aunque les guste no lo sienten a su alcance, así que vamos a echarles una mano intentando acercárselo con estas 5 charlas TED sobre ciencia y sobre el mundo científico. En anteriores ocasiones hemos hablado de charlas que todo docente debería ver, de otras para entender cómo funciona el mundo o también de aquellas que revolucionarán la forma de pensar de tus alumnos; hoy es el turno para hablar sobre ciencia y todo aquello que la rodea.
Cinco breves ponencias de unos pocos minutos de duración cada una que tratan desde el proceso científico hasta la creencia en la ciencia, pasando por el cambio climático o las innovaciones sobre laboratorios virtuales. Y hemos añadido un vídeo a modo de bonus para profesores que seguro interesará a más de uno. Sigue leyendo para encontrar nuestras cinco propuestas de charlas TED sobre ciencia y sobre el mundo científico que nos enseñan cómo esta materia ayuda continuamente a la sociedad.
Nota: la mayoría de las charlas son en inglés, aunque afortunadamente tanto los vídeos colgados en la web oficial de TED como las copias de Youtube suelen disponer de subtítulos en decenas de idiomas, entre ellos el español. Si deseas activarlos, te recomendamos que acudas a la web oficial de TED haciendo clic en el enlace del título de cada una de las charlas, activando allí los subtítulos en el reproductor integrado.
CÓMO LAS IDEAS MÁS SIMPLES LLEVAN A DESCUBRIMIENTOS CIENTÍFICOS
Adam Savage, uno de los Cazadores de Mitos, nos hace un pequeño recorrido por cómo las ideas más simples pueden dar lugar a descubrimientos importantísimos para la sociedad. En este caso, sobre el cálculo de la longitud de la circunferencia de la Tierra por Eratóstenes allá por el año 200 a.C., adelantándose a los cálculos más modernos.
LA CIENCIA DETRÁS DE LOS TITULARES DEL CAMBIO CLIMÁTICO
El cambio climático está en todas las portadas de los medios de comunicación, casi día tras día. En esta breve charla, Rachel Pike nos muestra el importante esfuerzo que científicos de todo el mundo están haciendo en esta materia, demostrando —con pelos y señales— cómo la ciencia se está volcando por esta problemática que, dicen, es una de las más importantes del siglo XXI.
ESTE LABORATORIO VIRTUAL VA A REVOLUCIONAR LA CLASE DE CIENCIAS
Que la realidad virtual está teniendo un fuerte impacto en el mundo educativo es algo que sabemos más que de sobra. ¿Cómo aplicar eso al aula? Michael Bodekaer tiene una idea para revolucionar el laboratorio de la clase de ciencias, y la explica en esta charla. Su objetivo, hacer una educación más accesible y completa que además es aplicable a todo tipo de entidades educativas y materias.
CÓMO ESTOY DESCUBRIENDO LOS SECRETOS DE LOS TEXTOS ANTIGUOS
Podríamos pensar que la historia poco tiene que ver con la ciencia, y estaríamos completamente equivocados. Gregory Heyworth trabaja descifrando manuscritos antiquísimos que existen desde hace miles de años, y para él el método científico es un aliado imprescindible en su labor profesional. El cómo y el para qué es algo que explica en este vídeo.
POR QUÉ DEBEMOS CREER EN LOS CIENTÍFICOS
La eterna lucha sobre el valor de la ciencia ha hecho que Naomi Oreskes de esta breve charla con el objetivo de remarcar la creencia en la ciencia, un campo aliado a la humanidad y que nos permite mejorar a la sociedad como un conjunto de seres particulares e individuales. ¿Por qué debemos creer en los científicos que, día tras día, se esfuerzan por hacer un mundo mejor?
BONUS PARA PROFESORES: ¡HEY, PROFESORES DE CIENCIAS! HACEDLO DIVERTIDO
Y terminamos con un pequeño bonus que está orientado a formadores de todo el mundo, tanto de ciencias como de otras materias. Tyler DeWitt es profesor de ciencias y en esta charla nos habla sobre cómo convertir el aburrimiento de un libro de texto en unas clases amenas y divertidas, de las que extraer hasta la última gota de conocimiento. Todo profesor debería ver este vídeo, de poco más de diez minutos, al menos una vez en su vida.
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Cinco breves ponencias de unos pocos minutos de duración cada una que tratan desde el proceso científico hasta la creencia en la ciencia, pasando por el cambio climático o las innovaciones sobre laboratorios virtuales. Y hemos añadido un vídeo a modo de bonus para profesores que seguro interesará a más de uno. Sigue leyendo para encontrar nuestras cinco propuestas de charlas TED sobre ciencia y sobre el mundo científico que nos enseñan cómo esta materia ayuda continuamente a la sociedad.
Nota: la mayoría de las charlas son en inglés, aunque afortunadamente tanto los vídeos colgados en la web oficial de TED como las copias de Youtube suelen disponer de subtítulos en decenas de idiomas, entre ellos el español. Si deseas activarlos, te recomendamos que acudas a la web oficial de TED haciendo clic en el enlace del título de cada una de las charlas, activando allí los subtítulos en el reproductor integrado.
CÓMO LAS IDEAS MÁS SIMPLES LLEVAN A DESCUBRIMIENTOS CIENTÍFICOS
Adam Savage, uno de los Cazadores de Mitos, nos hace un pequeño recorrido por cómo las ideas más simples pueden dar lugar a descubrimientos importantísimos para la sociedad. En este caso, sobre el cálculo de la longitud de la circunferencia de la Tierra por Eratóstenes allá por el año 200 a.C., adelantándose a los cálculos más modernos.
LA CIENCIA DETRÁS DE LOS TITULARES DEL CAMBIO CLIMÁTICO
El cambio climático está en todas las portadas de los medios de comunicación, casi día tras día. En esta breve charla, Rachel Pike nos muestra el importante esfuerzo que científicos de todo el mundo están haciendo en esta materia, demostrando —con pelos y señales— cómo la ciencia se está volcando por esta problemática que, dicen, es una de las más importantes del siglo XXI.
ESTE LABORATORIO VIRTUAL VA A REVOLUCIONAR LA CLASE DE CIENCIAS
Que la realidad virtual está teniendo un fuerte impacto en el mundo educativo es algo que sabemos más que de sobra. ¿Cómo aplicar eso al aula? Michael Bodekaer tiene una idea para revolucionar el laboratorio de la clase de ciencias, y la explica en esta charla. Su objetivo, hacer una educación más accesible y completa que además es aplicable a todo tipo de entidades educativas y materias.
CÓMO ESTOY DESCUBRIENDO LOS SECRETOS DE LOS TEXTOS ANTIGUOS
Podríamos pensar que la historia poco tiene que ver con la ciencia, y estaríamos completamente equivocados. Gregory Heyworth trabaja descifrando manuscritos antiquísimos que existen desde hace miles de años, y para él el método científico es un aliado imprescindible en su labor profesional. El cómo y el para qué es algo que explica en este vídeo.
POR QUÉ DEBEMOS CREER EN LOS CIENTÍFICOS
La eterna lucha sobre el valor de la ciencia ha hecho que Naomi Oreskes de esta breve charla con el objetivo de remarcar la creencia en la ciencia, un campo aliado a la humanidad y que nos permite mejorar a la sociedad como un conjunto de seres particulares e individuales. ¿Por qué debemos creer en los científicos que, día tras día, se esfuerzan por hacer un mundo mejor?
BONUS PARA PROFESORES: ¡HEY, PROFESORES DE CIENCIAS! HACEDLO DIVERTIDO
Y terminamos con un pequeño bonus que está orientado a formadores de todo el mundo, tanto de ciencias como de otras materias. Tyler DeWitt es profesor de ciencias y en esta charla nos habla sobre cómo convertir el aburrimiento de un libro de texto en unas clases amenas y divertidas, de las que extraer hasta la última gota de conocimiento. Todo profesor debería ver este vídeo, de poco más de diez minutos, al menos una vez en su vida.
En ocasiones el alumnado diagnosticado de TDAH presenta conductas altamente disruptivas y que desafían a la autoridad (recordemos las altas tasas de comorbilidad con el Trastorno Negativista Desafiante y el Trastorno Disocial). A continuación enumeramos una serie de consejos para afrontar estas situaciones.
Partimos de la asunción del profesorado como la figura de autoridad y, a su vez, como persona experta y profesional de la educación. Por ello, las relaciones serán asimétricas; esperamos cierta capacidad para controlar la conducta del alumno o alumna por parte del profesorado a la vez que es necesaria una buena gestión del proceder propio como docente.
Trate de que estas conductas no tengan lugar: hemos de reconocer los momentos en los que el o la alumna está a punto de saltar. Seamos más cuidadosos. También deberemos ser justos, coherentes y sistemáticos en nuestra gestión del aula. Los y las adolescentes son muy sensibles a la injusticia. Si finalmente se produce una falta grave, hemos fracasado. Con ello no gana nadie, ni la clase ni quien la comete. Por supuesto, tampoco el o la docente que se encuentra ante una situación difícil y desagradable.
Si finalmente nos encontramos ante una conducta de falta de respeto y que reta a la autoridad:
*No entre en su juego ni en argumentaciones: usted es la figura de autoridad, eso no es discutible, no debe tratar de quedar por encima, ni humillar, ni enzarzarse en discusiones.
*Si es posible, retire la atención: retiremos el estímulo que supone nuestra atención y la del grupo. Hemos de marcar que la conducta es indeseable, pero lo podemos hacer privadamente o al finalizar la clase para romper el esquema que mantiene la conducta. Otra opción es el tiempo fuera (Time out).
*No emplee comunicación agresiva: maneje su tono de voz, su posición, sus movimientos, etc. Especialmente en estos momentos de crisis. Trate de hablar suave, no demasiado cerca y nunca reteniendo o agarrando. Si usted no sube el tono, es más difícil que la otra persona lo haga. Puede ser contundente sin sonar agresivo/a.
*No ofrezca confrontación o presione: estamos en el momento de desactivar, no de echar más leña al fuego. Controlemos nuestra conducta, por difícil que esto parezca, para evitar la escalada de confrontación.
*Entienda la importancia de la activación momentánea: tanto para usted como para la o el alumno. Enfriarnos es fundamental para actuar con mesura. Si conseguimos controlar la conducta de quien desafía, hemos de guardar un tiempo de prudencia. Aún mantiene un arousal (nivel de alerta) alto, puede volver a saltar en cualquier momento. A su vez, tras un altercado, nosotros estamos también altamente activados y mostramos mayor probabilidad de emitir respuestas negativas. Tengamos esto en mente y cuidemos nuestra conducta con terceras personas.
*No castigue en el momento: como decimos, es momento de conciliar. El castigo vendrá después.
*Seleccione un castigo que sea parte de la solución y no agrave más el problema: no trate de humillar. Por definición un castigo es aquello que disminuye la probabilidad de repetir la conducta penada. Así pues, diseñe un castigo que no incluya refuerzos ocultos (recuerde la atención social), que no genere odio o aversión hacia nadie (podría facilitar que la conducta reapareciera) y que incluya resarcimiento a las víctimas si las hubiere, entendiendo que en ocasiones, la persona castigada es, a su vez, víctima.
*Deje siempre una puerta abierta: no acorrale al emisor de la conducta. Dejemos siempre una oportunidad para solucionar las cosas, para resarcir el daño, para pedir perdón, en definitiva, para mejorar y no empeorar la situación.
Sabemos que estas situaciones son muy complicadas de gestionar. La única solución es la práctica diaria sumada a la reflexión profunda sobre nuestra acción. Cuando nos enfrentemos a una de estas situaciones, tratemos de hacerlo lo mejor posible y aprendamos de ellas, repitamos lo que funcionó y analicemos lo que no lo hizo.
Para más información sobre la conducta disruptiva en el aula recomendamos el libro Prevención e intervención ante problemas de conducta. Estrategias para centros educativos y familias de Manuel Armas.
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Partimos de la asunción del profesorado como la figura de autoridad y, a su vez, como persona experta y profesional de la educación. Por ello, las relaciones serán asimétricas; esperamos cierta capacidad para controlar la conducta del alumno o alumna por parte del profesorado a la vez que es necesaria una buena gestión del proceder propio como docente.
Trate de que estas conductas no tengan lugar: hemos de reconocer los momentos en los que el o la alumna está a punto de saltar. Seamos más cuidadosos. También deberemos ser justos, coherentes y sistemáticos en nuestra gestión del aula. Los y las adolescentes son muy sensibles a la injusticia. Si finalmente se produce una falta grave, hemos fracasado. Con ello no gana nadie, ni la clase ni quien la comete. Por supuesto, tampoco el o la docente que se encuentra ante una situación difícil y desagradable.
Si finalmente nos encontramos ante una conducta de falta de respeto y que reta a la autoridad:
*No entre en su juego ni en argumentaciones: usted es la figura de autoridad, eso no es discutible, no debe tratar de quedar por encima, ni humillar, ni enzarzarse en discusiones.
*Si es posible, retire la atención: retiremos el estímulo que supone nuestra atención y la del grupo. Hemos de marcar que la conducta es indeseable, pero lo podemos hacer privadamente o al finalizar la clase para romper el esquema que mantiene la conducta. Otra opción es el tiempo fuera (Time out).
*No emplee comunicación agresiva: maneje su tono de voz, su posición, sus movimientos, etc. Especialmente en estos momentos de crisis. Trate de hablar suave, no demasiado cerca y nunca reteniendo o agarrando. Si usted no sube el tono, es más difícil que la otra persona lo haga. Puede ser contundente sin sonar agresivo/a.
*No ofrezca confrontación o presione: estamos en el momento de desactivar, no de echar más leña al fuego. Controlemos nuestra conducta, por difícil que esto parezca, para evitar la escalada de confrontación.
*Entienda la importancia de la activación momentánea: tanto para usted como para la o el alumno. Enfriarnos es fundamental para actuar con mesura. Si conseguimos controlar la conducta de quien desafía, hemos de guardar un tiempo de prudencia. Aún mantiene un arousal (nivel de alerta) alto, puede volver a saltar en cualquier momento. A su vez, tras un altercado, nosotros estamos también altamente activados y mostramos mayor probabilidad de emitir respuestas negativas. Tengamos esto en mente y cuidemos nuestra conducta con terceras personas.
*No castigue en el momento: como decimos, es momento de conciliar. El castigo vendrá después.
*Seleccione un castigo que sea parte de la solución y no agrave más el problema: no trate de humillar. Por definición un castigo es aquello que disminuye la probabilidad de repetir la conducta penada. Así pues, diseñe un castigo que no incluya refuerzos ocultos (recuerde la atención social), que no genere odio o aversión hacia nadie (podría facilitar que la conducta reapareciera) y que incluya resarcimiento a las víctimas si las hubiere, entendiendo que en ocasiones, la persona castigada es, a su vez, víctima.
*Deje siempre una puerta abierta: no acorrale al emisor de la conducta. Dejemos siempre una oportunidad para solucionar las cosas, para resarcir el daño, para pedir perdón, en definitiva, para mejorar y no empeorar la situación.
Sabemos que estas situaciones son muy complicadas de gestionar. La única solución es la práctica diaria sumada a la reflexión profunda sobre nuestra acción. Cuando nos enfrentemos a una de estas situaciones, tratemos de hacerlo lo mejor posible y aprendamos de ellas, repitamos lo que funcionó y analicemos lo que no lo hizo.
Para más información sobre la conducta disruptiva en el aula recomendamos el libro Prevención e intervención ante problemas de conducta. Estrategias para centros educativos y familias de Manuel Armas.
Desde el estreno de La educación prohibida en 2012, reevo se ha consolidado como un referente en educación alternativa en Iberoamérica.
Hoy buscamos seguir produciendo contenidos originales, creando espacios de encuentro e intercambio, articulando entre colectivos y proyectos, y acompañando las diferentes iniciativas que se proponen otros caminos en educación. Por esa razón estamos lanzando la primera campaña de membresías para el financiamiento colectivo de este proyecto de genética abierta, libre y colaborativa.
4 AÑOS
Desde el 2009, con la realización del film documental libre e independiente La Educación Prohibida y a partir de 2012, con Reevo, un pequeño equipo de personas, condensando los esfuerzos de muchísimos años de lucha de otros, nos dedicamos a conocer, investigar y promover experiencias educativas alternativas.
Nos proponemos tejer vínculos de intercambio a través de encuentros territoriales y virtuales, así como espacios de formación y aprendizaje que sean abiertos y gratuitos; producimos contenidos libres desde una mirada crítica y proactiva; fomentamos la acción social y colectiva para promover transformaciones en educación a diversas escalas.
Buscamos construir una red de personas que se aleje de los modelos convencionales, conformando equipos y espacios de trabajo autónomos no coercitivos o jerárquicos. Hacemos Reevo porque consideramos necesaria su existencia, pero también porque lo disfrutamos.
LO QUE HEMOS LOGRADO
En lós últimos 3 años hemos promovido y acompañado la organización de espacios autogestivos de intercambio de conocimientos y experiencias sobre educación alternativa. En ciudades como Buenos Aires, Quilmes, Lomas de Zamora, Córdoba, Mendoza, San Rafael, Rosario, Montevideo, Lima, Santiago de Chile, Bogotá, Medellín, México DF, Sao Paulo, Madrid y Barcelona se han realizado talleres de autoformación, espacios de debate, ciclos de proyecciones, encuentros de experiencias.
Logramos acompañar e impulsar encuentros regionales, nacionales e internacionales abiertos y gratuitos, desde los Encuentros de Escuelas Posibles que van rumbo a su 6ta edición en Argentina, hasta el apoyo de encuentros nacionales en Perú, Ecuador, Brasil y la realización de la Semana Internacional de las Educaciones Alternativas conjunto a la Secretaría de Educación de Bogotá en dicha ciudad.
Tenemos publicados cientos de artículos que relatan experiencias pedagógicas en toda la región, registramos y difundimos las novedades en el campo de la educación de los países de habla hispana y portuguesa; y hoy nos encontramos trabajando en la producción de una revista digital que promete aportar nuevas perspectivas a la construcción de las alternativas en y a la educación.
Seguimos trabajando en la construcción de una plataforma virtual de encuentro y vinculación entre experiencias, colectivos, individuos y grupos; así como continuamos alimentando e invitando a enriquercer el mapeo colectivo de Reevo que supera las 1000 experiencias en diferentes países.
CAMPAÑA 2016
Hasta el momento hemos sostenido el trabajo de Reevo con nuestra primer campaña de financiamiento colectivo en 2013, aportes esporádicos de amigos, una beca a uno de nuestros coordinadores y principalmente el trabajo remunerado de nuestro equipo en la organización de eventos y actividades de gran escala como es el caso de la Semana Internacional de las Educaciones Alternativas.
Este año decidimos profundizar en la búsqueda de la sostenibilidad y la autonomía del proyecto. Creemos y elegimos no mercantilizar los contenidos y acciones de Reevo, por lo que invitamos a quienes siguen este proyecto hace años a que se sumen en nuestra campaña de membresías.
Tan solo necesitamos 280 miembros que aporten cerca de u$d 10.- mensuales. Cada miembro recibirá reportes regulares de nuestro trabajo, así como algunos contenidos de forma anticipada y asesoramiento directo de parte del equipo de Reevo y nuestros colaboradores cercanos.
Si querés sumarte a la campaña y apoyar el sostenimiento y desarrollo de Reevo, ingresá en http://donar.reevo.org y hacé tu aporte.
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Hoy buscamos seguir produciendo contenidos originales, creando espacios de encuentro e intercambio, articulando entre colectivos y proyectos, y acompañando las diferentes iniciativas que se proponen otros caminos en educación. Por esa razón estamos lanzando la primera campaña de membresías para el financiamiento colectivo de este proyecto de genética abierta, libre y colaborativa.
4 AÑOS
Desde el 2009, con la realización del film documental libre e independiente La Educación Prohibida y a partir de 2012, con Reevo, un pequeño equipo de personas, condensando los esfuerzos de muchísimos años de lucha de otros, nos dedicamos a conocer, investigar y promover experiencias educativas alternativas.
Nos proponemos tejer vínculos de intercambio a través de encuentros territoriales y virtuales, así como espacios de formación y aprendizaje que sean abiertos y gratuitos; producimos contenidos libres desde una mirada crítica y proactiva; fomentamos la acción social y colectiva para promover transformaciones en educación a diversas escalas.
Buscamos construir una red de personas que se aleje de los modelos convencionales, conformando equipos y espacios de trabajo autónomos no coercitivos o jerárquicos. Hacemos Reevo porque consideramos necesaria su existencia, pero también porque lo disfrutamos.
LO QUE HEMOS LOGRADO
En lós últimos 3 años hemos promovido y acompañado la organización de espacios autogestivos de intercambio de conocimientos y experiencias sobre educación alternativa. En ciudades como Buenos Aires, Quilmes, Lomas de Zamora, Córdoba, Mendoza, San Rafael, Rosario, Montevideo, Lima, Santiago de Chile, Bogotá, Medellín, México DF, Sao Paulo, Madrid y Barcelona se han realizado talleres de autoformación, espacios de debate, ciclos de proyecciones, encuentros de experiencias.
Logramos acompañar e impulsar encuentros regionales, nacionales e internacionales abiertos y gratuitos, desde los Encuentros de Escuelas Posibles que van rumbo a su 6ta edición en Argentina, hasta el apoyo de encuentros nacionales en Perú, Ecuador, Brasil y la realización de la Semana Internacional de las Educaciones Alternativas conjunto a la Secretaría de Educación de Bogotá en dicha ciudad.
Tenemos publicados cientos de artículos que relatan experiencias pedagógicas en toda la región, registramos y difundimos las novedades en el campo de la educación de los países de habla hispana y portuguesa; y hoy nos encontramos trabajando en la producción de una revista digital que promete aportar nuevas perspectivas a la construcción de las alternativas en y a la educación.
Seguimos trabajando en la construcción de una plataforma virtual de encuentro y vinculación entre experiencias, colectivos, individuos y grupos; así como continuamos alimentando e invitando a enriquercer el mapeo colectivo de Reevo que supera las 1000 experiencias en diferentes países.
CAMPAÑA 2016
Hasta el momento hemos sostenido el trabajo de Reevo con nuestra primer campaña de financiamiento colectivo en 2013, aportes esporádicos de amigos, una beca a uno de nuestros coordinadores y principalmente el trabajo remunerado de nuestro equipo en la organización de eventos y actividades de gran escala como es el caso de la Semana Internacional de las Educaciones Alternativas.
Este año decidimos profundizar en la búsqueda de la sostenibilidad y la autonomía del proyecto. Creemos y elegimos no mercantilizar los contenidos y acciones de Reevo, por lo que invitamos a quienes siguen este proyecto hace años a que se sumen en nuestra campaña de membresías.
Tan solo necesitamos 280 miembros que aporten cerca de u$d 10.- mensuales. Cada miembro recibirá reportes regulares de nuestro trabajo, así como algunos contenidos de forma anticipada y asesoramiento directo de parte del equipo de Reevo y nuestros colaboradores cercanos.
Si querés sumarte a la campaña y apoyar el sostenimiento y desarrollo de Reevo, ingresá en http://donar.reevo.org y hacé tu aporte.
Un artículo de Sergio del Molino.
Ahora que la escuela ha terminado y que el temor de muchos padres es que sus bestezuelas deambulen asilvestradas, de regreso a su estado preescolar y olvidadas de toda huella civilizatoria, hay algunos progenitores que se preocupan por algo más que por dónde los aparcarán hasta que a ellos les den las vacaciones. Incluso los hay que se preocupan por convertirlos en lectores o, al menos, fomentar esa manía. No hay recetas ni trucos. O, al menos, yo no los tengo ni soy un experto, pero sí se me ocurren algunas cosas de puro sentido común. Aquí van:
1 - Dé ejemplo. Olvídese de que sus cachorros lean si usted no coge un libro ni por error. Suponemos que, si está leyendo esta revista literaria, es porque tiene algún interés en la literatura y, por tanto, es un lector, pero nunca está de más aclararlo, ya que vivimos en un mundo donde los padres quieren que sus hijos sean aplicados aunque ellos sean unos vagos; abstemios, aunque ellos pidan siempre una segunda botella de vino, y virtuosos, aunque ellos se esfuercen siempre por que la declaración de la renta les salga a devolver y aparcan en doble fila. Del mismo modo, padres habrá que reprochan a sus hijos no leer cuando la única letra impresa que se han llevado a los ojos en años han sido los resultados de la quiniela.
2 - Que haya una pequeña biblioteca en casa. Es desolador entrar en casas sin libros. ¿Con qué llenan el vacío de sus paredes? No hace falta que se coman todo el espacio vital, como nos pasa a algunos, pero sí que tenga algunas referencias elementales (que no esté compuesta por libros de cocineros de la tele, vaya, asegúrese de que son libros literarios) y, sobre todo, que sea accesible a la curiosidad del niño. Los libros no son medicamentos, no los deje fuera de su alcance. Cuando me convertí en padre, empecé a comprar algunos clásicos imprescindibles que he dejado ahí por si mi cachorro, cuando curiosee en la biblioteca, los encuentra.
3 - No censure ni guíe al niño. Quizá le horrorice verle manoseando un título inadecuado para su edad. Si de verdad le espanta que lean Filosofía en el tocador, de Sade, ponga a Sade bajo llave, en el cajón donde guarda los juguetes eróticos y las drogas blandas, pero aconsejo no tener miedo. Si no entiende o no le interesa el libro, lo dejará. No he conocido a nadie traumatizado por haberse saltado las recomendaciones por edades de los libros. La edad adecuada para cada lectura es la que uno decide: si un niño se siente atraído por García Márquez a los once años, como me pasó a mí, a lo mejor es que su edad de iniciación en García Márquez son los once años. Quizá no entienda nada, puede que no tenga el cerebro preparado para ese esfuerzo intelectual, pero la fascinación de las palabras va más allá de su comprensión cabal. La lectura, como muchos otros placeres, es un vicio adquirido que al principio consiste en forzar los propios límites.
4 - Acompañe, pero no atosigue. Deje que su hijo explore a su aire. Si le pide consejo, déselo. Si no, absténgase de ofrecerle libros que seguramente no le interesarán (por el simple hecho de que se los ha ofrecido el imbécil de su padre: asuma que, a partir de cierta edad, usted es un imbécil para su hijo; sígale la corriente, no intente persuadirlo de lo contrario, pues sólo logrará que piense que es aún más imbécil). Muéstrese disponible, pero no demasiado tutelar. Y, sobre todo, nada sabihondo. Un amigo músico, compositor de bandas sonoras de cine, tiene una estrategia de no intervención con su hijo púber. Al niño le gusta la música y, de vez en cuando, descubre por sí mismo grandes grupos clásicos. Cuando eso sucede, mi amigo, en vez de ponerse estupendo contándole batallitas sobre ese grupo que él empezó a escuchar hace treinta años, deja que su hijo le dé una lección sobre él y finge asombro por todos los datos que le revela. Sólo al final, como quien no quiere la cosa, deja caer el nombre de algún grupo afín, para darle pistas al chico en su exploración.
5 - Cuando son pequeños, lean juntos. En voz alta. Lean bien en voz alta, esfuércense. Nada hay más triste que una lectura sin intención, plana o avergonzada. Ponga voces, teatralice, sienta los personajes, haga el payaso. Y procure que su hijo lea con esa misma teatralidad. Si la lectura se relaciona con algo íntimo entre padres e hijos, como parte de un cariño salvaje y primordial, será muy difícil de extirpar después.
En cualquier caso, no obligue, no haga que asocien un placer con un sacrificio de monje. No olvide nunca que se lee por vicio, y que los vicios están reñidos con la pedagogía y las buenas intenciones. No se lee para ser mejor persona ni para conseguir una buena nota en la selectividad ni para ser más listo que el vecino. Se lee porque la lectura hace feliz, y si no es capaz de transmitir esta dimensión dionisíaca por encima de cualquier discurso moralizante, está perdido. No conozco a ningún buen lector que lo sea por utilitarismo. Todos lo son por adicción y lujuria.
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Ahora que la escuela ha terminado y que el temor de muchos padres es que sus bestezuelas deambulen asilvestradas, de regreso a su estado preescolar y olvidadas de toda huella civilizatoria, hay algunos progenitores que se preocupan por algo más que por dónde los aparcarán hasta que a ellos les den las vacaciones. Incluso los hay que se preocupan por convertirlos en lectores o, al menos, fomentar esa manía. No hay recetas ni trucos. O, al menos, yo no los tengo ni soy un experto, pero sí se me ocurren algunas cosas de puro sentido común. Aquí van:
1 - Dé ejemplo. Olvídese de que sus cachorros lean si usted no coge un libro ni por error. Suponemos que, si está leyendo esta revista literaria, es porque tiene algún interés en la literatura y, por tanto, es un lector, pero nunca está de más aclararlo, ya que vivimos en un mundo donde los padres quieren que sus hijos sean aplicados aunque ellos sean unos vagos; abstemios, aunque ellos pidan siempre una segunda botella de vino, y virtuosos, aunque ellos se esfuercen siempre por que la declaración de la renta les salga a devolver y aparcan en doble fila. Del mismo modo, padres habrá que reprochan a sus hijos no leer cuando la única letra impresa que se han llevado a los ojos en años han sido los resultados de la quiniela.
2 - Que haya una pequeña biblioteca en casa. Es desolador entrar en casas sin libros. ¿Con qué llenan el vacío de sus paredes? No hace falta que se coman todo el espacio vital, como nos pasa a algunos, pero sí que tenga algunas referencias elementales (que no esté compuesta por libros de cocineros de la tele, vaya, asegúrese de que son libros literarios) y, sobre todo, que sea accesible a la curiosidad del niño. Los libros no son medicamentos, no los deje fuera de su alcance. Cuando me convertí en padre, empecé a comprar algunos clásicos imprescindibles que he dejado ahí por si mi cachorro, cuando curiosee en la biblioteca, los encuentra.
3 - No censure ni guíe al niño. Quizá le horrorice verle manoseando un título inadecuado para su edad. Si de verdad le espanta que lean Filosofía en el tocador, de Sade, ponga a Sade bajo llave, en el cajón donde guarda los juguetes eróticos y las drogas blandas, pero aconsejo no tener miedo. Si no entiende o no le interesa el libro, lo dejará. No he conocido a nadie traumatizado por haberse saltado las recomendaciones por edades de los libros. La edad adecuada para cada lectura es la que uno decide: si un niño se siente atraído por García Márquez a los once años, como me pasó a mí, a lo mejor es que su edad de iniciación en García Márquez son los once años. Quizá no entienda nada, puede que no tenga el cerebro preparado para ese esfuerzo intelectual, pero la fascinación de las palabras va más allá de su comprensión cabal. La lectura, como muchos otros placeres, es un vicio adquirido que al principio consiste en forzar los propios límites.
4 - Acompañe, pero no atosigue. Deje que su hijo explore a su aire. Si le pide consejo, déselo. Si no, absténgase de ofrecerle libros que seguramente no le interesarán (por el simple hecho de que se los ha ofrecido el imbécil de su padre: asuma que, a partir de cierta edad, usted es un imbécil para su hijo; sígale la corriente, no intente persuadirlo de lo contrario, pues sólo logrará que piense que es aún más imbécil). Muéstrese disponible, pero no demasiado tutelar. Y, sobre todo, nada sabihondo. Un amigo músico, compositor de bandas sonoras de cine, tiene una estrategia de no intervención con su hijo púber. Al niño le gusta la música y, de vez en cuando, descubre por sí mismo grandes grupos clásicos. Cuando eso sucede, mi amigo, en vez de ponerse estupendo contándole batallitas sobre ese grupo que él empezó a escuchar hace treinta años, deja que su hijo le dé una lección sobre él y finge asombro por todos los datos que le revela. Sólo al final, como quien no quiere la cosa, deja caer el nombre de algún grupo afín, para darle pistas al chico en su exploración.
5 - Cuando son pequeños, lean juntos. En voz alta. Lean bien en voz alta, esfuércense. Nada hay más triste que una lectura sin intención, plana o avergonzada. Ponga voces, teatralice, sienta los personajes, haga el payaso. Y procure que su hijo lea con esa misma teatralidad. Si la lectura se relaciona con algo íntimo entre padres e hijos, como parte de un cariño salvaje y primordial, será muy difícil de extirpar después.
En cualquier caso, no obligue, no haga que asocien un placer con un sacrificio de monje. No olvide nunca que se lee por vicio, y que los vicios están reñidos con la pedagogía y las buenas intenciones. No se lee para ser mejor persona ni para conseguir una buena nota en la selectividad ni para ser más listo que el vecino. Se lee porque la lectura hace feliz, y si no es capaz de transmitir esta dimensión dionisíaca por encima de cualquier discurso moralizante, está perdido. No conozco a ningún buen lector que lo sea por utilitarismo. Todos lo son por adicción y lujuria.
Un artículo de Jennifer Delgado Suárez, psicóloga.
"Cuando fui a la escuela me preguntaron qué quería ser de mayor. Yo respondí: 'feliz'. Me dijeron que no había entendido la pregunta y yo les dije que ellos no entendían la vida", contó en una ocasión John Lennon. A la luz de esta reflexión, no podemos sino suponer que quizá los adultos estamos entendiendo mal muchas cosas.
Ser inteligente no es sacar un sobresaliente en Matemáticas o en Física. Tampoco lo es obtener un excelente en Gramática o memorizar todas las fechas históricas. Eso significa simplemente ser un alumno aplicado. Sin embargo, muchos padres y maestros creen que la inteligencia se reduce a la lógica, y consideran que un niño con malas notas no tendrá éxito en la vida, porque no es lo suficientemente inteligente y capaz. Sin embargo, si juzgamos a un pez por su habilidad para subir a los árboles, pasará toda su vida pensando que es un inútil.
¿Cómo se produjo el descarrilamiento de los test de inteligencia?
Todo comenzó en el lejano 1905, cuando Alfred Binet creó su famoso test de inteligencia. Aquella prueba respondía a una necesidad específica: el gobierno francés quería instituir la escolarización obligatoria para los niños de entre 6 y 14 años, pero como en aquel momento tenían niveles tan dispares, era necesario una prueba que permitiera analizar la ejecución de tareas que exigían comprensión, capacidad aritmética y dominio del vocabulario.
Binet creó un test para diferenciar los alumnos cuyas capacidades les permitirían adaptarse al sistema educativo normal de aquellos que necesitarían un refuerzo extra. Más tarde, en Gran Bretaña, el psicólogo Cyril Burt introdujo las primeras adaptaciones de esas pruebas y las utilizó para demostrar que la inteligencia era hereditaria. En Estados Unidos, Lewis Terman hizo lo propio y se aseguró de que tales test demostraran la supremacía de los blancos y las clases pudientes sobre el resto.
Sin embargo, la idea de Binet nunca fue esa. De hecho, este psicólogo reconoció que su test no era capaz de evaluar los diferentes tipos de inteligencia, y que simplemente había agrupado conjuntos de problemas y operaciones que los niños debían resolver con relativa facilidad en los diferentes cursos académicos. Sin embargo, la suerte ya estaba echada.
Henry Goddard, otro de los psicólogos estadounidenses promotores de las pruebas de inteligencia, las utilizó para sustentar la teoría de que las personas ricas y exitosas heredaban biológicamente la inteligencia, la cual se transmitía de una generación a otra. Así, la inteligencia se convirtió en un factor de marginación y estigmatización de las personas.
Desgraciadamente, aún hoy muchos profesionales y padres siguen pensando en esos términos. Se trata de personas que creen que la inteligencia es una capacidad fija que se hereda, y la relacionan únicamente con la habilidad para resolver problemas lógicos. Sin embargo, la inteligencia es mucho más, y es fundamental que todos aquellos que tengan la educación de niños en sus manos lo sepan.
¿Qué es realmente la inteligencia?
Ser inteligente no es sacar un sobresaliente en Matemáticas o en Física. Tampoco lo es obtener un excelente en Gramática o memorizar todas las fechas históricas. Eso significa simplemente ser un alumno aplicado.
Al contrario, un niño inteligente es aquel que es capaz de encontrar diferentes soluciones y elegir la mejor alternativa para resolver un problema. Un niño inteligente no es el que saca cuentas complicadas más rápido que ninguno sino aquel que encuentra soluciones creativas a los problemas de la vida cotidiana.
Un niño inteligente es aquel que se fija en los detalles, sin perder la perspectiva global. Es aquel que siempre pregunta y que quiere ir más allá de la apariencia de las cosas. También es aquel que rompe las cosas para saber cómo están hechas, aunque después no sepa recomponerlas.
De hecho, un niño inteligente no es aquel que casi nunca se equivoca sino el que yerra y aprende de su error, sacando conclusiones que le servirán para su vida futura. Es aquel que tiene la flexibilidad suficiente para adaptarse a los cambios, aunque no siempre sean positivos.
Un niño inteligente no es aquel que colecciona palabras de pronunciación complicada y significados raros con las cuales asombrar a todos sino el que piensa fuera de lo establecido, usando las imágenes, la música o cualquier otro medio para expresar sus ideas.
El niño inteligente no es aquel que sigue las normas sin equivocarse, sino el que se plantea nuevos retos y no tiene miedo a salir de su zona de confort.
El niño inteligente es capaz de ponerse en la piel de los demás, sabe comunicar sus emociones e intuir la de los otros. También sabe decir “no” cuando es el momento y se responsabiliza por sus acciones. Ese niño sabe escuchar y es sensible.
Ese es un niño inteligente, aunque en el colegio no obtenga las mejores calificaciones. Porque la vida es la escuela más importante, la más exigente y la más complicada. Y para pasar sus asignaturas no se necesita solamente capacidad de cálculo, memorización y comprensión lectora sino otras habilidades que normalmente no se enseñan en los colegios, como el pensamiento analítico, la flexibilidad, la capacidad de adaptarse a los cambios y de controlar las emociones…
La inteligencia no es una nota, es una capacidad que se desarrolla día a día y que debe servirnos para mejorar como personas y encontrar la felicidad. Muchos niños tienen ese tipo de inteligencia, no se la arrebatemos para quemarla en el altar de la lógica.
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"Cuando fui a la escuela me preguntaron qué quería ser de mayor. Yo respondí: 'feliz'. Me dijeron que no había entendido la pregunta y yo les dije que ellos no entendían la vida", contó en una ocasión John Lennon. A la luz de esta reflexión, no podemos sino suponer que quizá los adultos estamos entendiendo mal muchas cosas.
Ser inteligente no es sacar un sobresaliente en Matemáticas o en Física. Tampoco lo es obtener un excelente en Gramática o memorizar todas las fechas históricas. Eso significa simplemente ser un alumno aplicado. Sin embargo, muchos padres y maestros creen que la inteligencia se reduce a la lógica, y consideran que un niño con malas notas no tendrá éxito en la vida, porque no es lo suficientemente inteligente y capaz. Sin embargo, si juzgamos a un pez por su habilidad para subir a los árboles, pasará toda su vida pensando que es un inútil.
¿Cómo se produjo el descarrilamiento de los test de inteligencia?
Todo comenzó en el lejano 1905, cuando Alfred Binet creó su famoso test de inteligencia. Aquella prueba respondía a una necesidad específica: el gobierno francés quería instituir la escolarización obligatoria para los niños de entre 6 y 14 años, pero como en aquel momento tenían niveles tan dispares, era necesario una prueba que permitiera analizar la ejecución de tareas que exigían comprensión, capacidad aritmética y dominio del vocabulario.
Binet creó un test para diferenciar los alumnos cuyas capacidades les permitirían adaptarse al sistema educativo normal de aquellos que necesitarían un refuerzo extra. Más tarde, en Gran Bretaña, el psicólogo Cyril Burt introdujo las primeras adaptaciones de esas pruebas y las utilizó para demostrar que la inteligencia era hereditaria. En Estados Unidos, Lewis Terman hizo lo propio y se aseguró de que tales test demostraran la supremacía de los blancos y las clases pudientes sobre el resto.
Sin embargo, la idea de Binet nunca fue esa. De hecho, este psicólogo reconoció que su test no era capaz de evaluar los diferentes tipos de inteligencia, y que simplemente había agrupado conjuntos de problemas y operaciones que los niños debían resolver con relativa facilidad en los diferentes cursos académicos. Sin embargo, la suerte ya estaba echada.
Henry Goddard, otro de los psicólogos estadounidenses promotores de las pruebas de inteligencia, las utilizó para sustentar la teoría de que las personas ricas y exitosas heredaban biológicamente la inteligencia, la cual se transmitía de una generación a otra. Así, la inteligencia se convirtió en un factor de marginación y estigmatización de las personas.
Desgraciadamente, aún hoy muchos profesionales y padres siguen pensando en esos términos. Se trata de personas que creen que la inteligencia es una capacidad fija que se hereda, y la relacionan únicamente con la habilidad para resolver problemas lógicos. Sin embargo, la inteligencia es mucho más, y es fundamental que todos aquellos que tengan la educación de niños en sus manos lo sepan.
¿Qué es realmente la inteligencia?
Ser inteligente no es sacar un sobresaliente en Matemáticas o en Física. Tampoco lo es obtener un excelente en Gramática o memorizar todas las fechas históricas. Eso significa simplemente ser un alumno aplicado.
Al contrario, un niño inteligente es aquel que es capaz de encontrar diferentes soluciones y elegir la mejor alternativa para resolver un problema. Un niño inteligente no es el que saca cuentas complicadas más rápido que ninguno sino aquel que encuentra soluciones creativas a los problemas de la vida cotidiana.
Un niño inteligente es aquel que se fija en los detalles, sin perder la perspectiva global. Es aquel que siempre pregunta y que quiere ir más allá de la apariencia de las cosas. También es aquel que rompe las cosas para saber cómo están hechas, aunque después no sepa recomponerlas.
De hecho, un niño inteligente no es aquel que casi nunca se equivoca sino el que yerra y aprende de su error, sacando conclusiones que le servirán para su vida futura. Es aquel que tiene la flexibilidad suficiente para adaptarse a los cambios, aunque no siempre sean positivos.
Un niño inteligente no es aquel que colecciona palabras de pronunciación complicada y significados raros con las cuales asombrar a todos sino el que piensa fuera de lo establecido, usando las imágenes, la música o cualquier otro medio para expresar sus ideas.
El niño inteligente no es aquel que sigue las normas sin equivocarse, sino el que se plantea nuevos retos y no tiene miedo a salir de su zona de confort.
El niño inteligente es capaz de ponerse en la piel de los demás, sabe comunicar sus emociones e intuir la de los otros. También sabe decir “no” cuando es el momento y se responsabiliza por sus acciones. Ese niño sabe escuchar y es sensible.
Ese es un niño inteligente, aunque en el colegio no obtenga las mejores calificaciones. Porque la vida es la escuela más importante, la más exigente y la más complicada. Y para pasar sus asignaturas no se necesita solamente capacidad de cálculo, memorización y comprensión lectora sino otras habilidades que normalmente no se enseñan en los colegios, como el pensamiento analítico, la flexibilidad, la capacidad de adaptarse a los cambios y de controlar las emociones…
La inteligencia no es una nota, es una capacidad que se desarrolla día a día y que debe servirnos para mejorar como personas y encontrar la felicidad. Muchos niños tienen ese tipo de inteligencia, no se la arrebatemos para quemarla en el altar de la lógica.
Amados y odiados a la vez. Los uniformes escolares han sido durante mucho tiempo una forma sutil, pero importante para mostrar la pertenencia a una comunidad educativa. El sitio de noticias Huffington Post y el portal EyeEm se unieron e invitaron a fotógrafos del mundo a retratar cómo se visten los escolares en el mundo. Desde Elige Educar queremos invitarte a ver esta interesante selección de imágenes y conocer los uniformes de los niños y niñas de otros países del mundo.
Pasar el ratón por la imágen para descubrir el país.
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En las escuelas Waldorf los alumnos son quienes marcan los ritmos. Aprenden a leer pasados los seis años, no tienen exámenes y reciben una sólida formación musical y artística. Su rendimiento académico cuando se incorporan a la universidad está, dicen, por encima de la media. Así lo afirma Christopher Clouder, pedagogo y escritor.
Especialmente popular en su Alemania natal y en los países escandinavos, también es conocido por convencer a muchas estrellas de Hollywood. Christopher Clouder (York, 1946) es uno de los máximos expertos en este método. Dirigió durante 12 años el Comité Europeo Educativo Steiner Waldorf. Desde 2009 encabeza la Plataforma para la Innovación en Educación de la Fundación Botín.
¿El hecho de que existan pedagogías alternativas significa que la educación tradicional falla?
Creo que el sistema convencional ya ha cumplido su ciclo. Procede del siglo XIX y estamos en el XXI. Nuestros hijos esperan algo distinto de la educación. No critico el sistema actual, no digo que esté todo mal, pero sí creo que hay que evolucionar.
¿De qué modo?
Para empezar, hay que incidir más en la autoexploración. En vez de seguir programas rígidos, los maestros deberían tratar de ser más auténticos. También hay que redefinir la relación que mantenemos en clase con los alumnos. Lo resumiría diciendo que la educación debe quedar al servicio de los niños, y no al revés. Necesitan que se les estimule la creatividad, el coraje y el trabajo en equipo tanto o más que asimilar determinados conocimientos. ¡Piense que casi todo lo que uno puede preguntarse está ya disponible en internet!
Hay quien asegura que dejar demasiada libertad al niño puede ser contraproducente para su educación.
Más que darles libertad, lo que hacemos es respetarlos. Los niños son sensatos. Saben lo que es bueno para ellos, lo que es sano. Eso no se debe confundir con hacer que asuman responsabilidades desde muy temprano. Nosotros somos los adultos: les escuchamos, pero somos quienes decidimos. Lo ideal es que los pequeños sean cocreadores de su entorno. Es muy importante que disfruten su niñez, un periodo que cada vez acortamos más: la pubertad se ha avanzado dos años y medio en el último siglo.
Algunos expertos consideran ridículo compartimentar el conocimiento en asignaturas. ¿Qué opina usted?
Creo que lo que hacemos es triste. Estamos creando un entorno competitivo para los niños desde bien pequeños, cuando para ellos lo natural es cooperar en vez de competir. Es una lástima que la obsesión del sistema sea convertir a los niños en unidades económicamente operativas en el menor tiempo posible. Eso va contra su derecho a desarrollarse como persona. Le puedo asegurar que, aunque no se le presione con plazos, un niño aprende, y lo hace rápido. Atosigarles con exámenes y notas desde pequeñitos es ridículo.
Mucha gente no concibe una escuela sin exámenes.
En los centros Waldorf los niños pasan pruebas: se les ponen retos y deben hacerlo cada vez mejor. No se trata de competir con los demás, sino con uno mismo. Ese espíritu de autosuperación dura para toda la vida. Los exámenes propiamente dichos tienen sentido cuando son más mayores.
El arte y la música tienen mucha importancia en la pedagogía Waldorf. ¿Por qué?
Porque es una parte importantísima del desarrollo personal. Aportan armonía. Cuando se les deja solos, los niños dibujan, cantan, saltan, se mueven. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué? El movimiento genera sinapsis en el cerebro, estimula las conexiones neuronales. Todas las artes implican movimiento. En los últimos años se ha demostrado, además, que los niños con una educación artística rica tienen mejor salud mental, menos abandono escolar, menos propensión al consumo de drogas y mejores resultados académicos.
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Especialmente popular en su Alemania natal y en los países escandinavos, también es conocido por convencer a muchas estrellas de Hollywood. Christopher Clouder (York, 1946) es uno de los máximos expertos en este método. Dirigió durante 12 años el Comité Europeo Educativo Steiner Waldorf. Desde 2009 encabeza la Plataforma para la Innovación en Educación de la Fundación Botín.
¿El hecho de que existan pedagogías alternativas significa que la educación tradicional falla?
Creo que el sistema convencional ya ha cumplido su ciclo. Procede del siglo XIX y estamos en el XXI. Nuestros hijos esperan algo distinto de la educación. No critico el sistema actual, no digo que esté todo mal, pero sí creo que hay que evolucionar.
¿De qué modo?
Para empezar, hay que incidir más en la autoexploración. En vez de seguir programas rígidos, los maestros deberían tratar de ser más auténticos. También hay que redefinir la relación que mantenemos en clase con los alumnos. Lo resumiría diciendo que la educación debe quedar al servicio de los niños, y no al revés. Necesitan que se les estimule la creatividad, el coraje y el trabajo en equipo tanto o más que asimilar determinados conocimientos. ¡Piense que casi todo lo que uno puede preguntarse está ya disponible en internet!
Hay quien asegura que dejar demasiada libertad al niño puede ser contraproducente para su educación.
Más que darles libertad, lo que hacemos es respetarlos. Los niños son sensatos. Saben lo que es bueno para ellos, lo que es sano. Eso no se debe confundir con hacer que asuman responsabilidades desde muy temprano. Nosotros somos los adultos: les escuchamos, pero somos quienes decidimos. Lo ideal es que los pequeños sean cocreadores de su entorno. Es muy importante que disfruten su niñez, un periodo que cada vez acortamos más: la pubertad se ha avanzado dos años y medio en el último siglo.
Algunos expertos consideran ridículo compartimentar el conocimiento en asignaturas. ¿Qué opina usted?
Creo que lo que hacemos es triste. Estamos creando un entorno competitivo para los niños desde bien pequeños, cuando para ellos lo natural es cooperar en vez de competir. Es una lástima que la obsesión del sistema sea convertir a los niños en unidades económicamente operativas en el menor tiempo posible. Eso va contra su derecho a desarrollarse como persona. Le puedo asegurar que, aunque no se le presione con plazos, un niño aprende, y lo hace rápido. Atosigarles con exámenes y notas desde pequeñitos es ridículo.
Mucha gente no concibe una escuela sin exámenes.
En los centros Waldorf los niños pasan pruebas: se les ponen retos y deben hacerlo cada vez mejor. No se trata de competir con los demás, sino con uno mismo. Ese espíritu de autosuperación dura para toda la vida. Los exámenes propiamente dichos tienen sentido cuando son más mayores.
El arte y la música tienen mucha importancia en la pedagogía Waldorf. ¿Por qué?
Porque es una parte importantísima del desarrollo personal. Aportan armonía. Cuando se les deja solos, los niños dibujan, cantan, saltan, se mueven. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué? El movimiento genera sinapsis en el cerebro, estimula las conexiones neuronales. Todas las artes implican movimiento. En los últimos años se ha demostrado, además, que los niños con una educación artística rica tienen mejor salud mental, menos abandono escolar, menos propensión al consumo de drogas y mejores resultados académicos.
Encontrar un método de estudio efectivo, tal vez es una de la parte más difícil a la que se debe enfrentar un estudiante, de hecho muchos prefieren buscar un método de estudio antes de ponerse a estudiar, para poder tener buenos resultados. Pero la verdad es que cada persona tiene una manera diferente de aprender, por esta razón es importante que cada uno cree su propio método, basándose en sus necesidades.
Aunque cada persona puede crear su propio método de estudio, existen 5 factores que son esenciales y hay que tener en cuenta al momento de estudiar, porque dependiendo de estos podrás ver el éxito o no, en los resultados.
1 - EL ENTORNO
A veces no le damos mucha atención a lo que nos rodea cuando decidimos ponernos a estudiar, pero es una de las principales cosas que influye. De hecho el entorno se puede dividir en tres tipos: psicológico, organizativo y ambiental.
2 - ASISTENCIA A CLASES
Puede ser una de las decisiones más complicada, sobre todo cuando estás en la universidad y en algunas clases la asistencia no es obligatoria, pero atención con esto, asistir a clases tiene sus ventajas, podrás escuchar directamente la materia y aclarar dudas in situ con el profesor.
3 - MÉTODO DE ESTUDIO
A continuación te muestro cuatro tips esenciales que podrían estar presente en tu método de estudio, aunque no a todos les funcione alguno de estos:
– Leer el texto
– Subrayar
– Esquematizar o resumir
– Repetir en voz alta
4 - TÉCNICA DEL TOMATE
Esta es una técnica bastante curiosa y que podrías adoptar cuando los temas son muy largos, seguro ya has escuchado que las pausas son necesarias cuando estás estudiando, pero si tienes un orden específico de estas pausas puede ser mucho más efectivo, en esto consiste la técnica del tomate, por cada 25 minutos de estudio, debes realizar un break de 5 minutos, esto es un ejemplo para una sesión de estudio de dos horas.
5- -NUEVAS TECNOLOGÍAS
Los cambios de la tecnología cada año son más, y es interesante cuando se unen la tecnología y educación, gracias a las tecnología o más específicamente al Internet existen plataformas donde los estudiantes pueden compartir y buscar toda la información necesaria para estudiar, y al mismo tiempo compartir con otros estudiantes. Sería interesante que incluyas esto en tu método de estudio, por lo menos una hora por sesión te ayudará a poder discutir algunos temas con otros estudiantes.
Aquí te dejamos una guía completa de un Método de estudio definitivo.
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Aunque cada persona puede crear su propio método de estudio, existen 5 factores que son esenciales y hay que tener en cuenta al momento de estudiar, porque dependiendo de estos podrás ver el éxito o no, en los resultados.
1 - EL ENTORNO
A veces no le damos mucha atención a lo que nos rodea cuando decidimos ponernos a estudiar, pero es una de las principales cosas que influye. De hecho el entorno se puede dividir en tres tipos: psicológico, organizativo y ambiental.
2 - ASISTENCIA A CLASES
Puede ser una de las decisiones más complicada, sobre todo cuando estás en la universidad y en algunas clases la asistencia no es obligatoria, pero atención con esto, asistir a clases tiene sus ventajas, podrás escuchar directamente la materia y aclarar dudas in situ con el profesor.
3 - MÉTODO DE ESTUDIO
A continuación te muestro cuatro tips esenciales que podrían estar presente en tu método de estudio, aunque no a todos les funcione alguno de estos:
– Leer el texto
– Subrayar
– Esquematizar o resumir
– Repetir en voz alta
4 - TÉCNICA DEL TOMATE
Esta es una técnica bastante curiosa y que podrías adoptar cuando los temas son muy largos, seguro ya has escuchado que las pausas son necesarias cuando estás estudiando, pero si tienes un orden específico de estas pausas puede ser mucho más efectivo, en esto consiste la técnica del tomate, por cada 25 minutos de estudio, debes realizar un break de 5 minutos, esto es un ejemplo para una sesión de estudio de dos horas.
5- -NUEVAS TECNOLOGÍAS
Los cambios de la tecnología cada año son más, y es interesante cuando se unen la tecnología y educación, gracias a las tecnología o más específicamente al Internet existen plataformas donde los estudiantes pueden compartir y buscar toda la información necesaria para estudiar, y al mismo tiempo compartir con otros estudiantes. Sería interesante que incluyas esto en tu método de estudio, por lo menos una hora por sesión te ayudará a poder discutir algunos temas con otros estudiantes.
Aquí te dejamos una guía completa de un Método de estudio definitivo.
La amistad, la tolerancia, el respeto o la paciencia son algunos de los valores que deben inculcarse desde pequeños tanto en el colegio como en casa. Ya hemos hablado sobre este tema en otras ocasiones, recopilando cortometrajes y recursos para educar en valores.
Ahora os traemos esta selección de libros para que los niños, a la vez que fomentan la lectura, aprendan valores que les harán crecer sanos y felices como personas. En esta entrada también podéis encontrar libros dirigidos a docentes y familias para ayudarles y orientarles en la educación de sus alumnos e hijos.
1. Actividades y recursos para educar en valores
Este libro es fruto de la experiencia profesional de más de treinta años, tanto en Enseñanza Primaria como en Secundaria, de su autor, Laureano Benítez Grande-Caballero. Consiste en una propuesta de actividades prácticas con las que poder trabajar los valores en el aula, muchas de las cuales han sido fraguadas y contrastadas en el día a día, por lo cual, según afirma su autor, son eficaces y ‘funcionan’. Su fundamento es ofrecer los alumnos unas actividades que les motiven, que sintonicen con su mundo y con los lenguajes a los que están más habituados como canciones, imágenes, películas o cuentos, entre otros. Editorial: PPC. Páginas: 144. Precio: 15 euros.
2. Educar en valores
Ioptol, su autor, hace una crítica a la sociedad en la que vivimos, la cual reclama una atención pedagógica y social en cuestiones que trascienden los objetivos clásicamente instructivos de la sociedad industrial y apunta hacia la formación procedimental, actitudinal y ética de la persona a lo largo de la vida y de las comunidades en el horizonte de la sociedad civil. Editorial: Bubok Publishing. Páginas: 32. Precio: 13 euros.
3. No soy perfecta
Cuenta la historia de Perfecta Nueno, una niña quienes sus padres le ponen ese nombre porque les parecía perfecta en todos los sentidos: despierta, dormida, riendo o llorando. Sin embargo, está deseando cambiarse el nombre cuando cumpla 18 años ya que se siente muy presionada por el constante afán de perfección. Por eso, le ha echado valor y ha saltado a escena para expresar su opinión al respecto. Autor: Jimmy Liao. Editorial: Bárbara Fiore Editora. Páginas: 128. Precio: 18 euros.
4. El cazo de Lorenzo
Se trata de un cuento metafórico para hablar de las diferencias que existen, dirigidos a niños a partir de 5 años. Isabelle Carrier, su autora, recrea con unas palabras simples y unas ilustraciones tiernas y divertidas el día a día de un niño diferente: sus dificultades, sus cualidades o los obstáculos que tiene que afrontar, entre otros. Editorial: Editorial Juventud. Páginas: 40. Precio: 13 euros.
5. Pedro y el Lobo
Narra la historia de Pedro, quien una mañana salió a la pradera que había junto a su casa. Allí se encontró con un pato, un pájaro, un gato y un enorme lobo gris. Como era un chico valiente, se enfrentó a él… El cuento de Ayesha L.Rubio habla sobre el valor de la amistad, el respeto, el compañerismo, la convivencia y la paz. Editorial: Loqueleo. Páginas: 48. Precio: 9 euros.
6. El abrazo del árbol
Este libro de Ana Alcolea aborda temas como la ecología y medio ambiente, la amistad, autoestima, iniciativa y valentía, a través de la historia de Miguel, un niño bastante asustadizo, cuyo mayor miedo es el árbol que hay de camino al colegio. Sin embargo, un día su perro desaparecerá entre las ramas y raíces, y tendrá que afrontar sus temores e ir a buscarlo. En la página web Anaya propone actividades para los docentes como preguntar a los alumnos qué cosas les da miedo o si tienen mascota en casa. Editorial: Anaya. Páginas: 88. Precio: 8,20 euros.
7. El sueño de Lu Shzu
Cuenta la historia de una niña china que trabaja de dagonmeis, es decir, en condiciones de semiesclavitud, en una fábrica de juguetes. Al principio su labor era montar piezas pequeñas para muñecas, pero al crecer, pasó a encargarse del empaquetado y fue entonces cuando se enamoró de aquellos juguetes. Así que ideó un plan para conseguir su propia muñeca. Así, Ricardo Gómez y Tesa González, autor e ilustradora de la obra, abordan el tema de la explotación y el trabajo infantil. Editorial: Edelvives. Páginas: 48. Precio: 17,50 euros.
8. El mago de Oz
Este clásico infantil narra las aventuras de Dorothy y su perro Toto quienes, durante su camino hacia la Ciudad de Esmeralda, se encuentran con el Espantapájaros, el Leñador de Hojalata y el León Cobarde. Todos buscan al gran mago Oz para que les conceda sus deseos: encontrar el camino de vuelta a casa, un cerebro, un corazón y valentía, respectivamente. El libro de L. F. Baum potencia valores como la amistad, el coraje o la bondad. Editorial: Vicens Vives. Páginas: 159. Precio: 9,17 euros.
9. Educar es convivir
El libro de Víctor M. Martín Solbes, Mª Teresa Castilla Mesa y Eduardo S. Vila Merino ofrece un conjunto de reflexiones teóricas y prácticas sobre la convivencia y la resolución de conflictos, desde el punto de vista de la educación. Entre sus capítulos, se abordan temas como la mediación y el desarrollo de competencias para la promoción de la cultura de la paz, el papel político de los profesionales de la educación para el desarrollo comunitario o la educación para la ciudadanía y la interculturalidad. Editorial: Ediciones Aljibe. Páginas: 176. Precio: 12,50 euros.
10. Estrategia para educar en valores: Propuestas de actuación con adolescentes
Escrito por Mª Ángeles Hernando, este libro pretende ser un instrumento útil para todas aquellas personas que trabajan con adolescentes. En esta etapa donde los chicos dejan de ser niños, la educación debe dar respuesta a los grandes cambios que sufren y a las nuevas situaciones a las que se enfrentan como la capacidad de tomar decisiones y opinar sobre determinados temas, así como la incertidumbre personal y social. Editorial: CCS. Páginas: 190. Precio: 9,80 euros.
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Ahora os traemos esta selección de libros para que los niños, a la vez que fomentan la lectura, aprendan valores que les harán crecer sanos y felices como personas. En esta entrada también podéis encontrar libros dirigidos a docentes y familias para ayudarles y orientarles en la educación de sus alumnos e hijos.
1. Actividades y recursos para educar en valores
Este libro es fruto de la experiencia profesional de más de treinta años, tanto en Enseñanza Primaria como en Secundaria, de su autor, Laureano Benítez Grande-Caballero. Consiste en una propuesta de actividades prácticas con las que poder trabajar los valores en el aula, muchas de las cuales han sido fraguadas y contrastadas en el día a día, por lo cual, según afirma su autor, son eficaces y ‘funcionan’. Su fundamento es ofrecer los alumnos unas actividades que les motiven, que sintonicen con su mundo y con los lenguajes a los que están más habituados como canciones, imágenes, películas o cuentos, entre otros. Editorial: PPC. Páginas: 144. Precio: 15 euros.
2. Educar en valores
Ioptol, su autor, hace una crítica a la sociedad en la que vivimos, la cual reclama una atención pedagógica y social en cuestiones que trascienden los objetivos clásicamente instructivos de la sociedad industrial y apunta hacia la formación procedimental, actitudinal y ética de la persona a lo largo de la vida y de las comunidades en el horizonte de la sociedad civil. Editorial: Bubok Publishing. Páginas: 32. Precio: 13 euros.
3. No soy perfecta
Cuenta la historia de Perfecta Nueno, una niña quienes sus padres le ponen ese nombre porque les parecía perfecta en todos los sentidos: despierta, dormida, riendo o llorando. Sin embargo, está deseando cambiarse el nombre cuando cumpla 18 años ya que se siente muy presionada por el constante afán de perfección. Por eso, le ha echado valor y ha saltado a escena para expresar su opinión al respecto. Autor: Jimmy Liao. Editorial: Bárbara Fiore Editora. Páginas: 128. Precio: 18 euros.
4. El cazo de Lorenzo
Se trata de un cuento metafórico para hablar de las diferencias que existen, dirigidos a niños a partir de 5 años. Isabelle Carrier, su autora, recrea con unas palabras simples y unas ilustraciones tiernas y divertidas el día a día de un niño diferente: sus dificultades, sus cualidades o los obstáculos que tiene que afrontar, entre otros. Editorial: Editorial Juventud. Páginas: 40. Precio: 13 euros.
5. Pedro y el Lobo
Narra la historia de Pedro, quien una mañana salió a la pradera que había junto a su casa. Allí se encontró con un pato, un pájaro, un gato y un enorme lobo gris. Como era un chico valiente, se enfrentó a él… El cuento de Ayesha L.Rubio habla sobre el valor de la amistad, el respeto, el compañerismo, la convivencia y la paz. Editorial: Loqueleo. Páginas: 48. Precio: 9 euros.
6. El abrazo del árbol
Este libro de Ana Alcolea aborda temas como la ecología y medio ambiente, la amistad, autoestima, iniciativa y valentía, a través de la historia de Miguel, un niño bastante asustadizo, cuyo mayor miedo es el árbol que hay de camino al colegio. Sin embargo, un día su perro desaparecerá entre las ramas y raíces, y tendrá que afrontar sus temores e ir a buscarlo. En la página web Anaya propone actividades para los docentes como preguntar a los alumnos qué cosas les da miedo o si tienen mascota en casa. Editorial: Anaya. Páginas: 88. Precio: 8,20 euros.
7. El sueño de Lu Shzu
Cuenta la historia de una niña china que trabaja de dagonmeis, es decir, en condiciones de semiesclavitud, en una fábrica de juguetes. Al principio su labor era montar piezas pequeñas para muñecas, pero al crecer, pasó a encargarse del empaquetado y fue entonces cuando se enamoró de aquellos juguetes. Así que ideó un plan para conseguir su propia muñeca. Así, Ricardo Gómez y Tesa González, autor e ilustradora de la obra, abordan el tema de la explotación y el trabajo infantil. Editorial: Edelvives. Páginas: 48. Precio: 17,50 euros.
8. El mago de Oz
Este clásico infantil narra las aventuras de Dorothy y su perro Toto quienes, durante su camino hacia la Ciudad de Esmeralda, se encuentran con el Espantapájaros, el Leñador de Hojalata y el León Cobarde. Todos buscan al gran mago Oz para que les conceda sus deseos: encontrar el camino de vuelta a casa, un cerebro, un corazón y valentía, respectivamente. El libro de L. F. Baum potencia valores como la amistad, el coraje o la bondad. Editorial: Vicens Vives. Páginas: 159. Precio: 9,17 euros.
9. Educar es convivir
El libro de Víctor M. Martín Solbes, Mª Teresa Castilla Mesa y Eduardo S. Vila Merino ofrece un conjunto de reflexiones teóricas y prácticas sobre la convivencia y la resolución de conflictos, desde el punto de vista de la educación. Entre sus capítulos, se abordan temas como la mediación y el desarrollo de competencias para la promoción de la cultura de la paz, el papel político de los profesionales de la educación para el desarrollo comunitario o la educación para la ciudadanía y la interculturalidad. Editorial: Ediciones Aljibe. Páginas: 176. Precio: 12,50 euros.
10. Estrategia para educar en valores: Propuestas de actuación con adolescentes
Escrito por Mª Ángeles Hernando, este libro pretende ser un instrumento útil para todas aquellas personas que trabajan con adolescentes. En esta etapa donde los chicos dejan de ser niños, la educación debe dar respuesta a los grandes cambios que sufren y a las nuevas situaciones a las que se enfrentan como la capacidad de tomar decisiones y opinar sobre determinados temas, así como la incertidumbre personal y social. Editorial: CCS. Páginas: 190. Precio: 9,80 euros.
Sin atención no existe aprendizaje. Eso es algo que todo docente sabe, y por ello captar la atención de los alumnos es uno de los primeros retos a los que enfrentarse en el aula. ¿A veces no sabes por dónde empezar para conseguirlo? Entonces no puedes perderte este artículo.
Evidentemente, en la práctica no siempre es tan fácil como parece, pero el paso básico para conseguir la atención de tus estudiantes es mantenerles motivados. Con esa idea hemos recogido los mejores consejos y propuestas sobre el tema que nos han dejado algunos de los expertos a los que hemos entrevistado en todo este tiempo en nuestro blog. Mark Prensky, Roger Schank, Daniel Goleman, María Acaso, Cristóbal Cobo… ¿aún no los conoces a todos?
No te pierdas las 7 ideas que te traemos para mejorar la falta de atención y potenciar la motivación de tus estudiantes. ¡Toma nota!:
* Relaciona la materia con temas de actualidad ( Marc Prensky ): “Centrar la educación en logros del mundo real y no en ejemplos”, afirma Prensky, uno de los pensadores más influyentes en el ámbito educativo internacional. Para captar toda la atención de tus alumnos, relaciona el contenido con ejemplos interesantes de la actualidad y del “mundo real” y cotidiano que ellos viven cada día.
* Deja que tus estudiantes tomen decisiones ( Larry Ferlazzo ): No se trata de que a partir de ahora decidan todo sobre la clase, pero darles autonomía y espacio para que puedan escoger, por ejemplo, dónde sentarse o cómo quieren organizarse para los trabajos grupales puede ser muy útil para ayudar la motivación intrínseca de los alumnos y alumnas.
* Formula preguntas, no des las respuestas ( Cristóbal Cobo ): Este profesor e investigador en nuevas tecnologías y educación afirma que la clave para incentivar la curiosidad y la atención de los estudiantes se encuentra en plantear preguntas provocadoras que fomenten la experimentación. ¿Ya lo has probado en tus clases?
* Descubre el juego como estrategia educativa ( Imma Marín ): La gamificación es una herramienta muy interesante para el aprendizaje significativo, y que ha permitido cambiar nuestra perspectiva sobre lo que es el juego y sus posibilidades en educación. Como bien indica Imma, “el juego es emoción, y sin emoción no hay aprendizaje”. ¡Gamifica tus clases!
* Integra la educación emocional en el aula ( Daniel Goleman ): “El estado de nuestras emociones es, en realidad, el que determina la capacidad para razonar y aprender”, por lo que es de vital importancia que forme parte de los proyectos educativos. Uno de los objetivos puede ser trabajar la capacidad de focalizar y enseñar las habilidades básicas de atención, para que “puedan gestionar adecuadamente sus emociones destructivas y resistir las distracciones impulsivas”. 15 minutos diarios de ejercicios de meditación y respiración pueden ser una buena manera de empezar. ¿Te animas?
* Basa tus clases en la práctica ( Roger Schank ): ¿Todavía no conoces la metodología Learning by doing? Schank propone situar al alumnado en situaciones que sean interesantes para ellos y que les motiven a aprender y a investigar. Que aprendan haciendo, mediante experiencias, con momentos que recuerden y que puedan utilizar como referencia. “El aprendizaje sucede cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar”, es una de sus frases más conocidas.
* Recupera el cuerpo en las experiencias de aprendizaje ( María Acaso ): La autora de rEDUvolution nos recuerda que no pensamos y aprendemos únicamente con la cabeza, sino que es un proceso en el que se utiliza el cuerpo completo. “Aprendemos más cuando estamos en movimiento que cuando estamos quietos”, afirma. ¡Así que acaba ya con las jornadas escolares de 8 horas pegados a las sillas!
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Evidentemente, en la práctica no siempre es tan fácil como parece, pero el paso básico para conseguir la atención de tus estudiantes es mantenerles motivados. Con esa idea hemos recogido los mejores consejos y propuestas sobre el tema que nos han dejado algunos de los expertos a los que hemos entrevistado en todo este tiempo en nuestro blog. Mark Prensky, Roger Schank, Daniel Goleman, María Acaso, Cristóbal Cobo… ¿aún no los conoces a todos?
No te pierdas las 7 ideas que te traemos para mejorar la falta de atención y potenciar la motivación de tus estudiantes. ¡Toma nota!:
* Relaciona la materia con temas de actualidad ( Marc Prensky ): “Centrar la educación en logros del mundo real y no en ejemplos”, afirma Prensky, uno de los pensadores más influyentes en el ámbito educativo internacional. Para captar toda la atención de tus alumnos, relaciona el contenido con ejemplos interesantes de la actualidad y del “mundo real” y cotidiano que ellos viven cada día.
* Deja que tus estudiantes tomen decisiones ( Larry Ferlazzo ): No se trata de que a partir de ahora decidan todo sobre la clase, pero darles autonomía y espacio para que puedan escoger, por ejemplo, dónde sentarse o cómo quieren organizarse para los trabajos grupales puede ser muy útil para ayudar la motivación intrínseca de los alumnos y alumnas.
* Formula preguntas, no des las respuestas ( Cristóbal Cobo ): Este profesor e investigador en nuevas tecnologías y educación afirma que la clave para incentivar la curiosidad y la atención de los estudiantes se encuentra en plantear preguntas provocadoras que fomenten la experimentación. ¿Ya lo has probado en tus clases?
* Descubre el juego como estrategia educativa ( Imma Marín ): La gamificación es una herramienta muy interesante para el aprendizaje significativo, y que ha permitido cambiar nuestra perspectiva sobre lo que es el juego y sus posibilidades en educación. Como bien indica Imma, “el juego es emoción, y sin emoción no hay aprendizaje”. ¡Gamifica tus clases!
* Integra la educación emocional en el aula ( Daniel Goleman ): “El estado de nuestras emociones es, en realidad, el que determina la capacidad para razonar y aprender”, por lo que es de vital importancia que forme parte de los proyectos educativos. Uno de los objetivos puede ser trabajar la capacidad de focalizar y enseñar las habilidades básicas de atención, para que “puedan gestionar adecuadamente sus emociones destructivas y resistir las distracciones impulsivas”. 15 minutos diarios de ejercicios de meditación y respiración pueden ser una buena manera de empezar. ¿Te animas?
* Basa tus clases en la práctica ( Roger Schank ): ¿Todavía no conoces la metodología Learning by doing? Schank propone situar al alumnado en situaciones que sean interesantes para ellos y que les motiven a aprender y a investigar. Que aprendan haciendo, mediante experiencias, con momentos que recuerden y que puedan utilizar como referencia. “El aprendizaje sucede cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar”, es una de sus frases más conocidas.
* Recupera el cuerpo en las experiencias de aprendizaje ( María Acaso ): La autora de rEDUvolution nos recuerda que no pensamos y aprendemos únicamente con la cabeza, sino que es un proceso en el que se utiliza el cuerpo completo. “Aprendemos más cuando estamos en movimiento que cuando estamos quietos”, afirma. ¡Así que acaba ya con las jornadas escolares de 8 horas pegados a las sillas!
Neuroeducación
"LA MEMORIA ES FUNDAMENTAL, PERO HEMOS COMETIDO EL ERROR DE IDENTIFICAR MEMORIZAR CON APRENDER"
Los avances en neurociencia pueden revolucionar la enseñanza y el aprendizaje en las escuelas. ¿Hacia dónde vamos? La doctora en Filosofía María José Codina desgrana algunas claves.
Mejorar la forma y el fondo de lo que se enseña en las aulas para conseguir una sociedad cada vez más justa e igualitaria. Este es el fin último que persigue María José Codina. Y para lograrlo, esta doctora en Filosofía por la Universitat de València trata de fusionar los avances neurocientíficos con el mundo de la educación y de la ética. Además de su faceta investigadora, imparte clases en un instituto de Educación Secundaria. Su tesis doctoral, codirigida por Adela Cortina y por el profesor de Filosofía Moral Juan Carlos Siurana, se ha transformado en el libro Neuroeducación en virtudes cordiales: cómo reconciliar lo que decimos con lo que hacemos (Octaedro). Pretende servir de manual tanto para docentes como para los propios alumnos.
-Antes que nada, ¿qué podemos entender por neuroeducación?
La neuroeducación es una nueva disciplina, todavía muy incipiente, que trata de aprovechar los avances de las neurociencias, es decir, saber cómo funciona nuestro cerebro, para después aplicarlo al campo educativo.
Hay alumnos con dificultades en materias como las matemáticas. Otros, sin embargo, las encuentran aburridas. ¿Qué suponen estos avances a la hora de motivar a los estudiantes?
El ejemplo de las matemáticas es bueno porque, al margen de que a unos se les dé mejor el pensamiento lógico o abstracto, muchas veces no encuentran el porqué o el sentido de lo que estudian en clase. Si el profesor es capaz de hacer ver que lo que están aprendiendo es útil y provechoso para sus vidas, el aprendizaje se facilita. La neuroeducación también pone de relieve la importancia del buen humor del profesor. Las palabras amables y la sonrisa favorecen el aprendizaje. Cuando el alumno confía en su maestro y se siente a gusto, el aprendizaje mejora.
Entonces, la clave reside en generar un clima de confianza donde los alumnos participen y sientan que sus argumentos son escuchados.
Sí, es fundamental porque sólo pueden aprender cuando corrigen sus errores. Y sólo se pueden corregir cuando se atreven a cometerlos. Si no se atreven a participar en clase porque tienen miedo a que les pongan una mala nota o a que el profesor se burle de ellos, no aprenderán. El alumno se tiene que sentir con la libertad suficiente para equivocarse las veces que haga falta. Cuando un alumno tiene miedo a un profesor o a los compañeros, su cerebro activa un sistema primitivo de supervivencia que concentra toda su actividad cerebral en esa amenaza o peligro. Por lo que queda completamente incapacitado para procesar la información exterior.
¿Tienen los docentes los conocimientos suficientes sobre neuroeducación?
Los profesores no tenemos formación de cómo funciona el cerebro de nuestros alumnos. Durante los estudios nadie nos ha enseñado eso. Y todo el mundo debería saber cómo funciona el material con el que trabaja. Igual que un mecánico tiene que saber cómo funciona el motor de un coche, nosotros deberíamos saber cómo funciona el cerebro de los chicos para poder sacarle el mayor rendimiento. Los que trabajamos ahora, si estamos formados, es por voluntad propia. Se necesitan cursos específicos en los estudios de grado y en los máster de formación del profesorado. Y debería haber escuelas universitarias, en la línea de los hospitales, con prácticas tuteladas y con el tiempo necesario para formarse.
¿Pero es posible llevar a cabo estos planteamientos con la ratio de alumnos/profesor que hay actualmente en el sistema educativo?
Es obvio que en una clase con treinta alumnos no puedes dar ni de lejos la misma atención que en una clase con veinte. Hay muchísimos alumnos con necesidades educativas concretas que se deberían atender mejor. Pero realmente no tenemos el tiempo ni el espacio para hacerlo.
BRECHA DIGITAL, DESCANSO Y MEMORIA
Hoy en día los estudiantes son nativos digitales. Su cerebro está moldeado por las nuevas tecnologías. ¿Existe una brecha entre lo que hacen fuera y lo que encuentran dentro del aula?
La brecha es muy grande. El error es poner el empeño en crear o mantener una realidad que nada tiene que ver con el mundo que viven los alumnos. Hay un sector del profesorado muy reticente a las nuevas tecnologías. Pero no se trata de que los chavales estén todo el día mandándose mensajes. Aunque el entorno digital puede ser muy distractor, también ofrece herramientas muy provechosas. Yo me posiciono en defensa del uso del móvil dentro del aula. Me parece poco realista pensar que por el hecho de prohibir a un alumno usar el móvil en el aula, no lo va a utilizar. Lo hará procurando que no le veas. Por eso creo que deben usarlo como una herramienta más para buscar información.
¿Cómo deben los padres cuidar el cerebro de sus hijos y qué hábitos son buenos para su correcto funcionamiento?
Los buenos hábitos se refieren sobre todo al sueño, al ejercicio físico, al consumo de cafeína y a la alimentación. El sueño es fundamental para que el cerebro funcione bien. Aunque es lo que peor llevan los alumnos de secundaria, porque se acuestan muy tarde y llegan a clase somnolientos. Durante el sueño es cuando nuestro cerebro consolida todo aquello que hemos aprendido durante el día. Si no dormimos lo suficiente, no se termina de afianzar lo estudiado.
No podemos entonces dejar de hablar de la memoria. ¿Qué importancia tiene y cómo ha cambiado en los últimos años?
No podemos hablar de una memoria sin más. Hay distintos tipos: la sensorial, la de trabajo, la memoria a corto y a largo plazo... Y lo cierto es que la memoria es fundamental para el aprendizaje. El error que hemos venido cometiendo en el sistema educativo es identificar memorizar (almacenar información en la memoria de trabajo), con aprender. La memoria de trabajo es muy útil, pero tiene límites. Nos permite almacenar gran cantidad de información con un objetivo concreto (examen de historia), pero cuando hemos cumplido ese objetivo, la memoria de trabajo discrimina qué información envía a la memoria a largo plazo y cuál olvida.
¿Y cómo se logra no olvidar demasiado?
El error es memorizar mucho para un examen, contestar bien e, incluso, sacar un diez, pero olvidarlo todo a las dos semanas. Necesitamos atención, motivación y encontrar el significado y la utilidad de aquello que estamos aprendiendo. Eso que es significativo para nosotros será lo que recordemos. Cada vez se muestra como más importante la memoria emocional. Aquello que nos supone una carga positiva o negativa lo recordamos con mayor fuerza.
Entonces el papel del profesor es fundamental a la hora de despertar el interés y la curiosidad.
Cuando algo llama la atención de un alumno, después lo refuerza en casa. No sólo con los deberes, sino porque lo comenta con sus padres. Y eso favorece que se consolide aún más. El hablar fuera de clase de lo que pasa en clase favorece que aquello que ha aprendido pase a la memoria a largo plazo. Y eso también es mérito y responsabilidad del profesor.
Quizás no recuerden el dato exacto, pero pueden visualizar mentalmente conceptos y saber dónde buscar.
Claro. Y pueden recuperarlos sin demasiado esfuerzo. La memoria a largo plazo no significa recordar con absoluta lucidez cada cosa estudiada, pero sí recuerdas aquello que has memorizado con solo refrescarlo un poco.
O sea, que no es cierto eso de que ya no sirve de nada memorizar porque hoy en día está todo en Internet
No. Sin memoria no hay aprendizaje.
Dices que los profesores no saben cómo funciona el cerebro de los alumnos. ¿Y los padres?
Existen los neuromitos; afirmaciones con las que creemos saber cómo funciona el cerebro, pero que en realidad no son ciertas. Como esa tan popular de que sólo utilizamos el 10% de nuestra capacidad cerebral. En realidad no hay momento en que partes del cerebro estén apagadas, sino que tienen una actividad neuronal más baja. También se venden productos con suplementos de Omega3, para 'hacer a los niños más inteligentes'. Pero si en la dieta normal consumen el Omega3 necesario, tomar suplementos no les hará más inteligentes.
UNA NUEVA CIUDADANÍA
Propones un listado de 'virtudes cordiales' con las que dibujas un método de enseñanza. Hablas de integridad cívica, de participación deliberativa. ¿Qué supone esto de cara al futuro de la sociedad?
Es obvio que necesitamos un nuevo tipo de ciudadanía. Nos quejamos de que las instituciones funcionan mal; de que la corrupción está extendida a todos los niveles; de que la ciudadanía es en cierto modo pasiva y permisiva, que no quiere cambiar las cosas; es decir, somos conscientes de dónde está el problema. Pero caemos en el error de hablar de las instituciones, de las empresas y del sistema político como si fuesen unos entes que funcionasen con una lógica propia al margen de las personas.
¿Y esto se puede corregir a través de la educación?
Hay una contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos. Si tenemos tan claro lo que valoramos, ¿por qué no actuamos en consecuencia? De ahí el estudio de las virtudes, que son los buenos hábitos que hemos adquirido y que han pasado a formar parte de nuestro carácter. Son parte de nuestra manera de vivir, de entender la vida.
¿Cómo evitar esa contradicción?
Educar en virtudes cordiales implica educar en el hábito de argumentar lo que defendemos, de escuchar a los demás, de dejarnos convencer por la fuerza del mejor argumento y no por el hecho de quién proceda. Si hemos acostumbrado a los estudiantes a actuar buscando la justicia para todos, qué mejor herramienta que este tipo de educación para sanear las instituciones y vivir en una sociedad mejor. Esos alumnos serán el día de mañana políticos, médicos, gerentes de una empresa o tendrán un supermercado. Y cuando se incorporen a sus puestos de trabajo, harán que las organizaciones donde trabajen sean mejores.
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Mejorar la forma y el fondo de lo que se enseña en las aulas para conseguir una sociedad cada vez más justa e igualitaria. Este es el fin último que persigue María José Codina. Y para lograrlo, esta doctora en Filosofía por la Universitat de València trata de fusionar los avances neurocientíficos con el mundo de la educación y de la ética. Además de su faceta investigadora, imparte clases en un instituto de Educación Secundaria. Su tesis doctoral, codirigida por Adela Cortina y por el profesor de Filosofía Moral Juan Carlos Siurana, se ha transformado en el libro Neuroeducación en virtudes cordiales: cómo reconciliar lo que decimos con lo que hacemos (Octaedro). Pretende servir de manual tanto para docentes como para los propios alumnos.
-Antes que nada, ¿qué podemos entender por neuroeducación?
La neuroeducación es una nueva disciplina, todavía muy incipiente, que trata de aprovechar los avances de las neurociencias, es decir, saber cómo funciona nuestro cerebro, para después aplicarlo al campo educativo.
Hay alumnos con dificultades en materias como las matemáticas. Otros, sin embargo, las encuentran aburridas. ¿Qué suponen estos avances a la hora de motivar a los estudiantes?
El ejemplo de las matemáticas es bueno porque, al margen de que a unos se les dé mejor el pensamiento lógico o abstracto, muchas veces no encuentran el porqué o el sentido de lo que estudian en clase. Si el profesor es capaz de hacer ver que lo que están aprendiendo es útil y provechoso para sus vidas, el aprendizaje se facilita. La neuroeducación también pone de relieve la importancia del buen humor del profesor. Las palabras amables y la sonrisa favorecen el aprendizaje. Cuando el alumno confía en su maestro y se siente a gusto, el aprendizaje mejora.
Entonces, la clave reside en generar un clima de confianza donde los alumnos participen y sientan que sus argumentos son escuchados.
Sí, es fundamental porque sólo pueden aprender cuando corrigen sus errores. Y sólo se pueden corregir cuando se atreven a cometerlos. Si no se atreven a participar en clase porque tienen miedo a que les pongan una mala nota o a que el profesor se burle de ellos, no aprenderán. El alumno se tiene que sentir con la libertad suficiente para equivocarse las veces que haga falta. Cuando un alumno tiene miedo a un profesor o a los compañeros, su cerebro activa un sistema primitivo de supervivencia que concentra toda su actividad cerebral en esa amenaza o peligro. Por lo que queda completamente incapacitado para procesar la información exterior.
¿Tienen los docentes los conocimientos suficientes sobre neuroeducación?
Los profesores no tenemos formación de cómo funciona el cerebro de nuestros alumnos. Durante los estudios nadie nos ha enseñado eso. Y todo el mundo debería saber cómo funciona el material con el que trabaja. Igual que un mecánico tiene que saber cómo funciona el motor de un coche, nosotros deberíamos saber cómo funciona el cerebro de los chicos para poder sacarle el mayor rendimiento. Los que trabajamos ahora, si estamos formados, es por voluntad propia. Se necesitan cursos específicos en los estudios de grado y en los máster de formación del profesorado. Y debería haber escuelas universitarias, en la línea de los hospitales, con prácticas tuteladas y con el tiempo necesario para formarse.
¿Pero es posible llevar a cabo estos planteamientos con la ratio de alumnos/profesor que hay actualmente en el sistema educativo?
Es obvio que en una clase con treinta alumnos no puedes dar ni de lejos la misma atención que en una clase con veinte. Hay muchísimos alumnos con necesidades educativas concretas que se deberían atender mejor. Pero realmente no tenemos el tiempo ni el espacio para hacerlo.
BRECHA DIGITAL, DESCANSO Y MEMORIA
Hoy en día los estudiantes son nativos digitales. Su cerebro está moldeado por las nuevas tecnologías. ¿Existe una brecha entre lo que hacen fuera y lo que encuentran dentro del aula?
La brecha es muy grande. El error es poner el empeño en crear o mantener una realidad que nada tiene que ver con el mundo que viven los alumnos. Hay un sector del profesorado muy reticente a las nuevas tecnologías. Pero no se trata de que los chavales estén todo el día mandándose mensajes. Aunque el entorno digital puede ser muy distractor, también ofrece herramientas muy provechosas. Yo me posiciono en defensa del uso del móvil dentro del aula. Me parece poco realista pensar que por el hecho de prohibir a un alumno usar el móvil en el aula, no lo va a utilizar. Lo hará procurando que no le veas. Por eso creo que deben usarlo como una herramienta más para buscar información.
¿Cómo deben los padres cuidar el cerebro de sus hijos y qué hábitos son buenos para su correcto funcionamiento?
Los buenos hábitos se refieren sobre todo al sueño, al ejercicio físico, al consumo de cafeína y a la alimentación. El sueño es fundamental para que el cerebro funcione bien. Aunque es lo que peor llevan los alumnos de secundaria, porque se acuestan muy tarde y llegan a clase somnolientos. Durante el sueño es cuando nuestro cerebro consolida todo aquello que hemos aprendido durante el día. Si no dormimos lo suficiente, no se termina de afianzar lo estudiado.
No podemos entonces dejar de hablar de la memoria. ¿Qué importancia tiene y cómo ha cambiado en los últimos años?
No podemos hablar de una memoria sin más. Hay distintos tipos: la sensorial, la de trabajo, la memoria a corto y a largo plazo... Y lo cierto es que la memoria es fundamental para el aprendizaje. El error que hemos venido cometiendo en el sistema educativo es identificar memorizar (almacenar información en la memoria de trabajo), con aprender. La memoria de trabajo es muy útil, pero tiene límites. Nos permite almacenar gran cantidad de información con un objetivo concreto (examen de historia), pero cuando hemos cumplido ese objetivo, la memoria de trabajo discrimina qué información envía a la memoria a largo plazo y cuál olvida.
¿Y cómo se logra no olvidar demasiado?
El error es memorizar mucho para un examen, contestar bien e, incluso, sacar un diez, pero olvidarlo todo a las dos semanas. Necesitamos atención, motivación y encontrar el significado y la utilidad de aquello que estamos aprendiendo. Eso que es significativo para nosotros será lo que recordemos. Cada vez se muestra como más importante la memoria emocional. Aquello que nos supone una carga positiva o negativa lo recordamos con mayor fuerza.
Entonces el papel del profesor es fundamental a la hora de despertar el interés y la curiosidad.
Cuando algo llama la atención de un alumno, después lo refuerza en casa. No sólo con los deberes, sino porque lo comenta con sus padres. Y eso favorece que se consolide aún más. El hablar fuera de clase de lo que pasa en clase favorece que aquello que ha aprendido pase a la memoria a largo plazo. Y eso también es mérito y responsabilidad del profesor.
Quizás no recuerden el dato exacto, pero pueden visualizar mentalmente conceptos y saber dónde buscar.
Claro. Y pueden recuperarlos sin demasiado esfuerzo. La memoria a largo plazo no significa recordar con absoluta lucidez cada cosa estudiada, pero sí recuerdas aquello que has memorizado con solo refrescarlo un poco.
O sea, que no es cierto eso de que ya no sirve de nada memorizar porque hoy en día está todo en Internet
No. Sin memoria no hay aprendizaje.
Dices que los profesores no saben cómo funciona el cerebro de los alumnos. ¿Y los padres?
Existen los neuromitos; afirmaciones con las que creemos saber cómo funciona el cerebro, pero que en realidad no son ciertas. Como esa tan popular de que sólo utilizamos el 10% de nuestra capacidad cerebral. En realidad no hay momento en que partes del cerebro estén apagadas, sino que tienen una actividad neuronal más baja. También se venden productos con suplementos de Omega3, para 'hacer a los niños más inteligentes'. Pero si en la dieta normal consumen el Omega3 necesario, tomar suplementos no les hará más inteligentes.
UNA NUEVA CIUDADANÍA
Propones un listado de 'virtudes cordiales' con las que dibujas un método de enseñanza. Hablas de integridad cívica, de participación deliberativa. ¿Qué supone esto de cara al futuro de la sociedad?
Es obvio que necesitamos un nuevo tipo de ciudadanía. Nos quejamos de que las instituciones funcionan mal; de que la corrupción está extendida a todos los niveles; de que la ciudadanía es en cierto modo pasiva y permisiva, que no quiere cambiar las cosas; es decir, somos conscientes de dónde está el problema. Pero caemos en el error de hablar de las instituciones, de las empresas y del sistema político como si fuesen unos entes que funcionasen con una lógica propia al margen de las personas.
¿Y esto se puede corregir a través de la educación?
Hay una contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos. Si tenemos tan claro lo que valoramos, ¿por qué no actuamos en consecuencia? De ahí el estudio de las virtudes, que son los buenos hábitos que hemos adquirido y que han pasado a formar parte de nuestro carácter. Son parte de nuestra manera de vivir, de entender la vida.
¿Cómo evitar esa contradicción?
Educar en virtudes cordiales implica educar en el hábito de argumentar lo que defendemos, de escuchar a los demás, de dejarnos convencer por la fuerza del mejor argumento y no por el hecho de quién proceda. Si hemos acostumbrado a los estudiantes a actuar buscando la justicia para todos, qué mejor herramienta que este tipo de educación para sanear las instituciones y vivir en una sociedad mejor. Esos alumnos serán el día de mañana políticos, médicos, gerentes de una empresa o tendrán un supermercado. Y cuando se incorporen a sus puestos de trabajo, harán que las organizaciones donde trabajen sean mejores.
Innovación educativa
EQUIPO DIRECTIVO CEIP MARIO BENEDETTI: “LOS PRIMEROS QUE TENEMOS QUE TRANSFORMARNOS SOMOS NOSOTROS COMO DOCENTES”
Entrevista realizada por la Asociación Educación Abierta (AEA).
El Centro de Educación Infantil y Primaria Mario Benedetti se inauguró en el curso 1996/1997. Se encuentra situado en el extremo noroeste de Rivas Vaciamadrid, junto a Covibar. Su principal seña de identidad son el conjunto de niños, niñas, familias y maestros con diferentes bagajes y culturas que conviven para juntos crecer y desarrollarnos como personas libres y responsables. Asi como el claustro de profesores muy implicados en la formación de los alumnos. Usan métodos de enseñanza innovadores como el proyecto LOVA, los grupos interactivos, las lecturas dialógicas…El centro debe su nombre al escritor uruguayo Mario Benedetti que inauguró el mismo en el año 1997.
1.-Resume, por favor, brevemente el proyecto educativo de tu centro.
Vivimos en una sociedad de cambio constante. Así pues, si tomamos la escuela como un nexo de conexión con la vida, debemos adaptarnos a dichos cambios. Un aula no debe permanecer ajena a las constantes sociales y debe ser un motor que impulse un aprendizaje práctico basado en el lenguaje como eje fundamental.
Los entornos educativos demandan cada vez más una enseñanza basada en el diálogo igualitario, puesto que los perfiles laborales más buscados a día de hoy así lo requieren. No hay más que echar un vistazo a los diferentes estudios de mercado para comprobar como las especializaciones en big data, ingeniería logística, especialistas en auditoría y control, etc…son las más solicitadas en los entornos empresariales.
Todos estos perfiles tienen un denominador común, y es la puesta en escena de determinadas habilidades que no se corresponden con el trabajo mecánico, pero en cambio precisan trabajo creativo y dialógico.
El proyecto de Comunidad de aprendizaje en el que nos vemos enmarcados, desarrolla dicho cambio dentro de la escuela, sin por ello perder la esencia del sistema educativo que actualmente se encuentra en vigor.
2.- ¿Qué es una Comunidad de Aprendizaje y cómo se plasma esto en el currículo?
Comunidad de Aprendizaje es un modelo educativo basado en los principios y prácticas de inclusión, igualdad y diálogo que tiene por objetivos la transformación social y educativa como estrategia para mejorar los resultados académicos.
Las Comunidades de aprendizaje entroncan directamente con todas las áreas del currículo de Educación Primaria y Secundaria, puesto que los contenidos no varían e incluso enriquecen el entorno educativo, puesto que las perspectivas en cuanto al aprendizaje aumentan de forma exponencial tanto en alumnado como en profesorado.
3.- ¿El aprendizaje es individual o colectivo? ¿de qué forma se consigue un aprendizaje colectivo?
Durante la semana hay trabajo individual y colectivo aunque hay más carga de trabajo colectivo.
Se consiguen introduciendo metodologías cooperativas en las diferentes áreas.
4.- ¿Podrías describirnos en qué consiste el proyecto LÓVA?
La finalidad del proyecto LÓVA es la creación de una compañía de ópera infantil en un curso lectivo. En la compañía se establecerán roles individuales de las diferentes profesiones que componen una compañía de ópera formal. Así en cada compañía habrá un/a director/a, regidor/a, actores/actrices, iluminadores, escenógrafos, guionistas, músicos, relaciones públicas, documentalistas, carpinteros, diseñadores de vestuario y encargados de caracterización (maquillaje y peluquería).
Durante el desarrollo del mismo se pretende fomentar el desarrollo afectivo, emocional, creativo y cognitivo de los alumnos.
5.- ¿Qué ha significado para el centro, alumnos y profesores?
Dicho proyecto ha significado un cambio completo dentro del centro. Ha transformado la visión global del bloque artístico dentro del aula de Primaria. Es completamente inconcebible la creación de un libreto o de una partitura, o construcción de bastidores e iluminación por parte del alumnado si no es mediante proyectos como el que nos ocupa.
Para los alumnos, también cambia la visión del trabajo dentro del aula, puesto que encuentran sentido a su vida escolar, y también comprenden que el esfuerzo y el trabajo en equipo son la única manera de llegar a buen puerto en la consecución de ese gran reto que es estrenar una ópera original.
Para el profesorado también exige un cambio, puesto que es un proyecto muy exigente en ambas direcciones. Se debe entender muy bien que no tenemos que intervenir ni ayudar en el proceso creativo y solo debemos ser el hilo conductor que les forme y les prepare. Para ello debemos tener unas expectativas muy altas y favorecer las situaciones de resolución de conflictos. No podemos ser la figura autoritaria, sino la figura favorecedora.
6.- ¿Qué otras estrategias pedagógicas y proyectos empleáis en el centro?
Utilizamos metodologías cooperativas. Con este tipo de trabajo conseguimos que nuestros alumnos consigan un aprendizaje más significativo, aprendan a valorar el trabajo de los demás y refuercen su autonomía individual al responsabilizarse de una tarea.
Tenemos el proyecto del mercado, donde se trabajan las matemáticas de forma competencial.
7.-¿Qué papel cumple la familia en estos proyectos e iniciativas?
Hay proyectos en los que la participación de las familias es imprescindible y sin su colaboración no se podrían llevar a cabo: mercado, interactivos, biblioteca turorizada…
8.-¿De qué manera influyen las evaluaciones externas en el trabajo del aula?
En el aula no se trabajan específicamente las pruebas, sino que se les prepara para que sean competentes ante cualquier prueba o situación que les presentamos. Lo único que se prepara en el aula es la prueba TRINITY, que al ser en inglés crea más ansiedad a las familias que desconocen el idioma.
9.-¿Qué medidas de desarrollo competencial docente promovéis desde el centro?
Desde el equipo directivo promovemos cursos y seminarios de formación tanto externos como internos. Siempre intentamos que las diferentes estrategias sean compartidas, para que todo aquel/la docente que quiera poner en práctica las diferentes estrategias de éxito educativo de las comunidades de aprendizaje, pueda hacerlo.
10.-¿Qué consejo darías a los profesores que están empezando quieran empezar a desarrollar comunidades de aprendizaje en su centro?
Que se formen e informen de lo que supone la transformación del centro en Comunidad de Aprendizaje, con paciencia, ya que los primeros que tenemos que transformarnos somos nosotros como docentes y ver las cosas desde otro punto de vista, a veces contrario a la formación que hemos recibido no solo en nuestra infancia sino también cuando nos hemos preparado para ser docentes. Ese es el paso más importante. Luego lo demás va rodado.
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El Centro de Educación Infantil y Primaria Mario Benedetti se inauguró en el curso 1996/1997. Se encuentra situado en el extremo noroeste de Rivas Vaciamadrid, junto a Covibar. Su principal seña de identidad son el conjunto de niños, niñas, familias y maestros con diferentes bagajes y culturas que conviven para juntos crecer y desarrollarnos como personas libres y responsables. Asi como el claustro de profesores muy implicados en la formación de los alumnos. Usan métodos de enseñanza innovadores como el proyecto LOVA, los grupos interactivos, las lecturas dialógicas…El centro debe su nombre al escritor uruguayo Mario Benedetti que inauguró el mismo en el año 1997.
1.-Resume, por favor, brevemente el proyecto educativo de tu centro.
Vivimos en una sociedad de cambio constante. Así pues, si tomamos la escuela como un nexo de conexión con la vida, debemos adaptarnos a dichos cambios. Un aula no debe permanecer ajena a las constantes sociales y debe ser un motor que impulse un aprendizaje práctico basado en el lenguaje como eje fundamental.
Los entornos educativos demandan cada vez más una enseñanza basada en el diálogo igualitario, puesto que los perfiles laborales más buscados a día de hoy así lo requieren. No hay más que echar un vistazo a los diferentes estudios de mercado para comprobar como las especializaciones en big data, ingeniería logística, especialistas en auditoría y control, etc…son las más solicitadas en los entornos empresariales.
Todos estos perfiles tienen un denominador común, y es la puesta en escena de determinadas habilidades que no se corresponden con el trabajo mecánico, pero en cambio precisan trabajo creativo y dialógico.
El proyecto de Comunidad de aprendizaje en el que nos vemos enmarcados, desarrolla dicho cambio dentro de la escuela, sin por ello perder la esencia del sistema educativo que actualmente se encuentra en vigor.
2.- ¿Qué es una Comunidad de Aprendizaje y cómo se plasma esto en el currículo?
Comunidad de Aprendizaje es un modelo educativo basado en los principios y prácticas de inclusión, igualdad y diálogo que tiene por objetivos la transformación social y educativa como estrategia para mejorar los resultados académicos.
Las Comunidades de aprendizaje entroncan directamente con todas las áreas del currículo de Educación Primaria y Secundaria, puesto que los contenidos no varían e incluso enriquecen el entorno educativo, puesto que las perspectivas en cuanto al aprendizaje aumentan de forma exponencial tanto en alumnado como en profesorado.
3.- ¿El aprendizaje es individual o colectivo? ¿de qué forma se consigue un aprendizaje colectivo?
Durante la semana hay trabajo individual y colectivo aunque hay más carga de trabajo colectivo.
Se consiguen introduciendo metodologías cooperativas en las diferentes áreas.
4.- ¿Podrías describirnos en qué consiste el proyecto LÓVA?
La finalidad del proyecto LÓVA es la creación de una compañía de ópera infantil en un curso lectivo. En la compañía se establecerán roles individuales de las diferentes profesiones que componen una compañía de ópera formal. Así en cada compañía habrá un/a director/a, regidor/a, actores/actrices, iluminadores, escenógrafos, guionistas, músicos, relaciones públicas, documentalistas, carpinteros, diseñadores de vestuario y encargados de caracterización (maquillaje y peluquería).
Durante el desarrollo del mismo se pretende fomentar el desarrollo afectivo, emocional, creativo y cognitivo de los alumnos.
5.- ¿Qué ha significado para el centro, alumnos y profesores?
Dicho proyecto ha significado un cambio completo dentro del centro. Ha transformado la visión global del bloque artístico dentro del aula de Primaria. Es completamente inconcebible la creación de un libreto o de una partitura, o construcción de bastidores e iluminación por parte del alumnado si no es mediante proyectos como el que nos ocupa.
Para los alumnos, también cambia la visión del trabajo dentro del aula, puesto que encuentran sentido a su vida escolar, y también comprenden que el esfuerzo y el trabajo en equipo son la única manera de llegar a buen puerto en la consecución de ese gran reto que es estrenar una ópera original.
Para el profesorado también exige un cambio, puesto que es un proyecto muy exigente en ambas direcciones. Se debe entender muy bien que no tenemos que intervenir ni ayudar en el proceso creativo y solo debemos ser el hilo conductor que les forme y les prepare. Para ello debemos tener unas expectativas muy altas y favorecer las situaciones de resolución de conflictos. No podemos ser la figura autoritaria, sino la figura favorecedora.
6.- ¿Qué otras estrategias pedagógicas y proyectos empleáis en el centro?
Utilizamos metodologías cooperativas. Con este tipo de trabajo conseguimos que nuestros alumnos consigan un aprendizaje más significativo, aprendan a valorar el trabajo de los demás y refuercen su autonomía individual al responsabilizarse de una tarea.
Tenemos el proyecto del mercado, donde se trabajan las matemáticas de forma competencial.
7.-¿Qué papel cumple la familia en estos proyectos e iniciativas?
Hay proyectos en los que la participación de las familias es imprescindible y sin su colaboración no se podrían llevar a cabo: mercado, interactivos, biblioteca turorizada…
8.-¿De qué manera influyen las evaluaciones externas en el trabajo del aula?
En el aula no se trabajan específicamente las pruebas, sino que se les prepara para que sean competentes ante cualquier prueba o situación que les presentamos. Lo único que se prepara en el aula es la prueba TRINITY, que al ser en inglés crea más ansiedad a las familias que desconocen el idioma.
9.-¿Qué medidas de desarrollo competencial docente promovéis desde el centro?
Desde el equipo directivo promovemos cursos y seminarios de formación tanto externos como internos. Siempre intentamos que las diferentes estrategias sean compartidas, para que todo aquel/la docente que quiera poner en práctica las diferentes estrategias de éxito educativo de las comunidades de aprendizaje, pueda hacerlo.
10.-¿Qué consejo darías a los profesores que están empezando quieran empezar a desarrollar comunidades de aprendizaje en su centro?
Que se formen e informen de lo que supone la transformación del centro en Comunidad de Aprendizaje, con paciencia, ya que los primeros que tenemos que transformarnos somos nosotros como docentes y ver las cosas desde otro punto de vista, a veces contrario a la formación que hemos recibido no solo en nuestra infancia sino también cuando nos hemos preparado para ser docentes. Ese es el paso más importante. Luego lo demás va rodado.
Un artículo de Víctor Bermúdez Torres, profesor de filosofía.
Los maestros y profesores tienen más influencia de la que suponemos. Un buen profesor te puede cambiar la vida. Y algunos te la pueden fastidiar bastante (la gente cree que solo los médicos o los arquitectos incompetentes son peligrosos – y solo a ellos les exige una buena formación – , pero la mala educación también tiene efectos perniciosos, y difíciles de curar).
Me preguntaban hace unos días por las cualidades que definen a un “buen profesor”. Cuando contestamos a esta pregunta enseguida se nos vienen a la cabeza esos pocos docentes que, en la escuela, el instituto o la universidad, nos han dejado una huella indeleble – a veces, casi la única –.
La mayoría de los profesores de los que tengo buen recuerdo (alguno de ellos, además, marcó mi destino laboral) tenían estos dos rasgos, especialmente el primero: eran tipos muy vividos, y tenían un pico de oro.
Que fueran muy vividos no significa necesariamente que hubieran recorrido el mundo en barco o cosas así; la intensidad que transmitían provenía más bien de su interior, de tener una vida más intensa y más pensada – si es que ambas cosas no son lo mismo – que la de los demás. Estos profes siempre tenían algo interesante y genuino que contarnos, y la materia que daban – griego, física, filosofía – era, a veces, no más que el pretexto para hacerlo. De ellos no me olvidaré jamás ( mientras que de los que se limitaban a repetir como loros las lecciones – y a hacer exámenes tremebundos para, al menos, ser buenos en ser malos – no me acuerdo casi de nada).
Lo de tener un “pico de oro” y saber contar las cosas era también importante, aunque no tanto. He tenido profesores fascinantes incapaces de mirarte a los ojos, torpes hasta lo indecible en eso que la pedantería psicologoide llama “ inteligencia interpersonal”, pero que, pese a todo, no podían evitar que les desbordara todo aquello que llevaban dentro y que llegara a sus maravillados alumnos. Otros, en cambio, virtuosos en el uso de todo tipo de “medios” (juegos, actividades, tecnologías...), pero de mediocre “mensaje”, han pasado también al olvido.
Hay otro elemento, adjunto a lo anterior, y que nunca he echado a faltar en los buenos profesores: el respeto a los alumnos, la falta de fiereza, la capacidad para, de un modo u otro, hacernos cómplices de aquella rara intensidad que llenaba de sentido sus clases. Estos profesores te trataban como a personas, es decir, hacían algo tan fácil como pedir tu consentimiento y darte explicaciones de cada paso que daban en su rol de profesores (¿habrá mejor muestra de respeto hacia un ser racional – por joven que sea – que darle razones?). Y cuando te animabas a intervenir te escuchaban como si fueras a decir la cosa más importante del mundo – a veces, y solo por eso, empezabas a soñar con que alguna vez la dirías –.
Por demás, no recuerdo que hubiera en esas clases ningún problema de “disciplina”. Nadie se aburría como para eso. Las sesiones no eran un simulacro en el que todos – profesores y alumnos – miraran el reloj de reojo implorando que sonara el timbre. Y si alguna vez pasaba algo, esto era ocasión para una reflexión o un diálogo interesante, y no para un burdo espectáculo de gritos y amenazas. Esos profes, como dice un amigo mío, no eran como domadores de fieras, sino más bien como jardineros. Se preocupaban de que creciéramos, no de que nos mantuviéramos callados (y así, curiosamente, es como más callados – y meditabundos – nos dejaban).
A veces se me ocurre que el asunto de una buena educación no tiene tanto que ver con leyes ni presupuestos, ni con que se den estas o aquellas materias – aunque todo esto no deje de ser muy importante – , como con algo tan aparentemente lógico como que nuestros maestros y profesores sean los mejores entre los mejores ciudadanos. Solo cuando nos tomemos tan en serio (o más) la formación de los docentes como la de, por ejemplo, los ingenieros o los cirujanos, y les exijamos – y le permitamos desarrollar – a los aspirantes el grado de competencia, sabiduría y madurez que debe corresponder a un buen profesor, estaremos en vías de hacer algo, de verdad, por mejorar la educación.
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Los maestros y profesores tienen más influencia de la que suponemos. Un buen profesor te puede cambiar la vida. Y algunos te la pueden fastidiar bastante (la gente cree que solo los médicos o los arquitectos incompetentes son peligrosos – y solo a ellos les exige una buena formación – , pero la mala educación también tiene efectos perniciosos, y difíciles de curar).
Me preguntaban hace unos días por las cualidades que definen a un “buen profesor”. Cuando contestamos a esta pregunta enseguida se nos vienen a la cabeza esos pocos docentes que, en la escuela, el instituto o la universidad, nos han dejado una huella indeleble – a veces, casi la única –.
La mayoría de los profesores de los que tengo buen recuerdo (alguno de ellos, además, marcó mi destino laboral) tenían estos dos rasgos, especialmente el primero: eran tipos muy vividos, y tenían un pico de oro.
Que fueran muy vividos no significa necesariamente que hubieran recorrido el mundo en barco o cosas así; la intensidad que transmitían provenía más bien de su interior, de tener una vida más intensa y más pensada – si es que ambas cosas no son lo mismo – que la de los demás. Estos profes siempre tenían algo interesante y genuino que contarnos, y la materia que daban – griego, física, filosofía – era, a veces, no más que el pretexto para hacerlo. De ellos no me olvidaré jamás ( mientras que de los que se limitaban a repetir como loros las lecciones – y a hacer exámenes tremebundos para, al menos, ser buenos en ser malos – no me acuerdo casi de nada).
Lo de tener un “pico de oro” y saber contar las cosas era también importante, aunque no tanto. He tenido profesores fascinantes incapaces de mirarte a los ojos, torpes hasta lo indecible en eso que la pedantería psicologoide llama “ inteligencia interpersonal”, pero que, pese a todo, no podían evitar que les desbordara todo aquello que llevaban dentro y que llegara a sus maravillados alumnos. Otros, en cambio, virtuosos en el uso de todo tipo de “medios” (juegos, actividades, tecnologías...), pero de mediocre “mensaje”, han pasado también al olvido.
Hay otro elemento, adjunto a lo anterior, y que nunca he echado a faltar en los buenos profesores: el respeto a los alumnos, la falta de fiereza, la capacidad para, de un modo u otro, hacernos cómplices de aquella rara intensidad que llenaba de sentido sus clases. Estos profesores te trataban como a personas, es decir, hacían algo tan fácil como pedir tu consentimiento y darte explicaciones de cada paso que daban en su rol de profesores (¿habrá mejor muestra de respeto hacia un ser racional – por joven que sea – que darle razones?). Y cuando te animabas a intervenir te escuchaban como si fueras a decir la cosa más importante del mundo – a veces, y solo por eso, empezabas a soñar con que alguna vez la dirías –.
Por demás, no recuerdo que hubiera en esas clases ningún problema de “disciplina”. Nadie se aburría como para eso. Las sesiones no eran un simulacro en el que todos – profesores y alumnos – miraran el reloj de reojo implorando que sonara el timbre. Y si alguna vez pasaba algo, esto era ocasión para una reflexión o un diálogo interesante, y no para un burdo espectáculo de gritos y amenazas. Esos profes, como dice un amigo mío, no eran como domadores de fieras, sino más bien como jardineros. Se preocupaban de que creciéramos, no de que nos mantuviéramos callados (y así, curiosamente, es como más callados – y meditabundos – nos dejaban).
A veces se me ocurre que el asunto de una buena educación no tiene tanto que ver con leyes ni presupuestos, ni con que se den estas o aquellas materias – aunque todo esto no deje de ser muy importante – , como con algo tan aparentemente lógico como que nuestros maestros y profesores sean los mejores entre los mejores ciudadanos. Solo cuando nos tomemos tan en serio (o más) la formación de los docentes como la de, por ejemplo, los ingenieros o los cirujanos, y les exijamos – y le permitamos desarrollar – a los aspirantes el grado de competencia, sabiduría y madurez que debe corresponder a un buen profesor, estaremos en vías de hacer algo, de verdad, por mejorar la educación.
El investigador principal del Buck Institute for Education defiende esta fórmula de aprendizaje para que los alumnos se pregunten y reflexionen.
Con movimientos pausados se acerca el alto torso de John R. Mergendoller a compartir un banco en el museo CosmoCaixa en Barcelona. Él, experto en explorar nuevos campos educativos, transmite la misma tranquilidad a través de sus sosegadas y precisas palabras. Quizás sea la herencia que la enseñanza ha dejado en su carácter lo que ha construido al personaje y al hombre. En cualquier caso, la huella de la educación ha sido la pauta que ha conducido tanto su carrera profesional como su trabajo, siendo germen para lo que se podría calificar como una nueva corriente.
Sus publicaciones abarcan ámbitos de tecnología educativa, enseñanza de las ciencias, reforma de grados intermedios y, el más interesante de todos, el aprendizaje basado en proyectos. De hecho, el investigador principal del Buck Institute for Education fue, además, el primer galardonado con la beca Mergendoller. Por ello, asistió como ponente de las conferencias STEAM Barcelona que tenían lugar el pasado mes de abril.
Más allá de la introducción de la tecnología en las escuelas o fomentar la inclusión de determinadas disciplinas, lo que el investigador propone es cambiar el concepto de aprendizaje: «se trata de recibir conocimiento para completar una tarea, que los alumnos desarrollen sus competencias por sí mismos. Estás creando un ambiente en el que los niños tienen un objetivo», introduce el experto. Sin ir más lejos, la idea es darles una oportunidad de dar luz a algo que tenga un sentido y un valor para ellos, teniendo en cuenta que muchos estudiantes se gradúan sin recordar lo que han aprendido, sin conocerlo en profundidad o sin haberlo aplicado.
«En una clase tradicional», compara Mergendoller, «el plato principal es el profesor hablando y el postre es la aplicación de conocimiento». Su metáfora insta a darle la vuelta a la tortilla, para lograr un impacto a la hora de crear un ambiente de aprendizaje, la actividad debe convertirse en el plato principal que guíe la adquisición de conocimiento. Y es que su línea educativa, responde también a las dinámicas actuales que se crean en los puestos de trabajo. Un flujo en el que profesionales de todos los niveles están trabajando en comunidad para crear y producir y que, en consecuencia, inspira la organización de las clases en equipos: «Enfatiza que una parte de aprender consiste en poner a gente junta a trabajar», reflexiona el investigador que plantea un pero: «no todo el tiempo».
Con la precaución de no dejar a un lado los conocimientos básicos que permiten al alumno moverse en el futuro por el mundo y la vida, Mergendoller matiza: «aplicar una perspectiva basada en proyectos no quiere decir que estemos descartando las metodologías tradicionales de aprendizaje. Más allá de ello, el proyecto provee de un ángulo que puede incluir metodologías tradicionales de aprendizaje, recursos online, aprendizaje indirecto y todo integrado en un nuevo proyecto».
El programa ha sido ya aplicado con buenos resultados en diferentes centros en todo el mundo: «los estudiantes recuerdan lo que han aprendido, lo aprenden en mayor profundidad y, además, desarrollan habilidades de gestión, de planificación, de criticar su propio trabajo y el de otros. De ser parte de un equipo», asegura el investigador. Se trata, en cualquier caso, de un tipo de enseñanza que trabaja, paralelamente, la gestión emocional en los ambientes de trabajo, la confianza y la responsabilidad. Una nueva forma de afrontar lo que implica ser un estudiante como parte de un grupo.
Pese a lo que pueda parecer, los profesores encuentran mejores resultados en la aplicación de esta metodología en niños que no están absortos, normalmente, por los acercamientos educativos tradicionales: «es muy productivo para ellos», sostiene Mergendoller. Habiendo sido llevada a puntos tan distantes en el planeta como EEUU, México o Singapur, es previsible que su acogida no ha sido la misma en todos los alumnos, por lo que se han llevado a cabo cambios de grupos o desarrollo de proyectos en solitario. Y expone una lacra sobre el hecho de que, precisamente en España, los profesionales encargados de impartir educación no cuentan con previsión dentro de su horario laboral para formarse: «los países que no aprenden como parte de la tarea de enseñar se enfrentarán a un freno de la educación en un corto espacio de tiempo», aventura.
En cualquier caso, para Mergendoller en el futuro de la educación es imprescindible hacer pensar a los alumnos y cuestionarse las cosas. Una escuela que base su estructura en impulsar la reflexión, y un aprendizaje que rete a los propios chicos y les haga pensar por sí mismos.
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Con movimientos pausados se acerca el alto torso de John R. Mergendoller a compartir un banco en el museo CosmoCaixa en Barcelona. Él, experto en explorar nuevos campos educativos, transmite la misma tranquilidad a través de sus sosegadas y precisas palabras. Quizás sea la herencia que la enseñanza ha dejado en su carácter lo que ha construido al personaje y al hombre. En cualquier caso, la huella de la educación ha sido la pauta que ha conducido tanto su carrera profesional como su trabajo, siendo germen para lo que se podría calificar como una nueva corriente.
Sus publicaciones abarcan ámbitos de tecnología educativa, enseñanza de las ciencias, reforma de grados intermedios y, el más interesante de todos, el aprendizaje basado en proyectos. De hecho, el investigador principal del Buck Institute for Education fue, además, el primer galardonado con la beca Mergendoller. Por ello, asistió como ponente de las conferencias STEAM Barcelona que tenían lugar el pasado mes de abril.
Más allá de la introducción de la tecnología en las escuelas o fomentar la inclusión de determinadas disciplinas, lo que el investigador propone es cambiar el concepto de aprendizaje: «se trata de recibir conocimiento para completar una tarea, que los alumnos desarrollen sus competencias por sí mismos. Estás creando un ambiente en el que los niños tienen un objetivo», introduce el experto. Sin ir más lejos, la idea es darles una oportunidad de dar luz a algo que tenga un sentido y un valor para ellos, teniendo en cuenta que muchos estudiantes se gradúan sin recordar lo que han aprendido, sin conocerlo en profundidad o sin haberlo aplicado.
«En una clase tradicional», compara Mergendoller, «el plato principal es el profesor hablando y el postre es la aplicación de conocimiento». Su metáfora insta a darle la vuelta a la tortilla, para lograr un impacto a la hora de crear un ambiente de aprendizaje, la actividad debe convertirse en el plato principal que guíe la adquisición de conocimiento. Y es que su línea educativa, responde también a las dinámicas actuales que se crean en los puestos de trabajo. Un flujo en el que profesionales de todos los niveles están trabajando en comunidad para crear y producir y que, en consecuencia, inspira la organización de las clases en equipos: «Enfatiza que una parte de aprender consiste en poner a gente junta a trabajar», reflexiona el investigador que plantea un pero: «no todo el tiempo».
Con la precaución de no dejar a un lado los conocimientos básicos que permiten al alumno moverse en el futuro por el mundo y la vida, Mergendoller matiza: «aplicar una perspectiva basada en proyectos no quiere decir que estemos descartando las metodologías tradicionales de aprendizaje. Más allá de ello, el proyecto provee de un ángulo que puede incluir metodologías tradicionales de aprendizaje, recursos online, aprendizaje indirecto y todo integrado en un nuevo proyecto».
El programa ha sido ya aplicado con buenos resultados en diferentes centros en todo el mundo: «los estudiantes recuerdan lo que han aprendido, lo aprenden en mayor profundidad y, además, desarrollan habilidades de gestión, de planificación, de criticar su propio trabajo y el de otros. De ser parte de un equipo», asegura el investigador. Se trata, en cualquier caso, de un tipo de enseñanza que trabaja, paralelamente, la gestión emocional en los ambientes de trabajo, la confianza y la responsabilidad. Una nueva forma de afrontar lo que implica ser un estudiante como parte de un grupo.
Pese a lo que pueda parecer, los profesores encuentran mejores resultados en la aplicación de esta metodología en niños que no están absortos, normalmente, por los acercamientos educativos tradicionales: «es muy productivo para ellos», sostiene Mergendoller. Habiendo sido llevada a puntos tan distantes en el planeta como EEUU, México o Singapur, es previsible que su acogida no ha sido la misma en todos los alumnos, por lo que se han llevado a cabo cambios de grupos o desarrollo de proyectos en solitario. Y expone una lacra sobre el hecho de que, precisamente en España, los profesionales encargados de impartir educación no cuentan con previsión dentro de su horario laboral para formarse: «los países que no aprenden como parte de la tarea de enseñar se enfrentarán a un freno de la educación en un corto espacio de tiempo», aventura.
En cualquier caso, para Mergendoller en el futuro de la educación es imprescindible hacer pensar a los alumnos y cuestionarse las cosas. Una escuela que base su estructura en impulsar la reflexión, y un aprendizaje que rete a los propios chicos y les haga pensar por sí mismos.
Veinte años y un día de paternidad (“que suena a condena, pero es una de las condenas más divertidas y apasionantes”) dan para mucho y de todo ello habló Carles Capdevila en su genial ponencia en Madrid, donde rememoró todas las etapas de la vida de sus cuatro hijos: desde las preguntas impertinentes de los vecinos al conocer el embarazo hasta el momento que nunca pensó vivir: recoger a su hija mayor de un concierto por la noche.
En medio de las carcajadas del público, Carles compartió 10 lecciones que le han dejado esta condena, como que cada niño es distinto, que los niños prodigios son pocos, que los riesgos existen o que la paternidad y la maternidad nos provocan contradicciones.
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En medio de las carcajadas del público, Carles compartió 10 lecciones que le han dejado esta condena, como que cada niño es distinto, que los niños prodigios son pocos, que los riesgos existen o que la paternidad y la maternidad nos provocan contradicciones.
Para el decano de la Facultad de Educación en la Universidad de Helsinki ( Finlandia) la educación académica de los profesores, su formación continuada y el fomento de su independencia de la autoridad central son claves en el sistema educativo finlandés. La participación activa de los padres y una metodología versátil hacen el resto.
En este país, los niños empiezan la escuela sobre los siete años, tienen menos horas de clase curricular comparado con otras naciones y no suelen hacer deberes en casa. Y es que según Jari Lavonen, “ los niños de cuatro años lo que necesitan es jugar, no ir a la escuela”. La carrera de Magisterio en este país es una de las más exigentes: cada año se presentan 3.000 aspirantes, que quedan reducidos a unos 300 tras un par de evaluaciones. Después de las entrevistas, el número de estudiantes se queda en 120. Los futuros profesores, y también los que están en ejercicio, están constantemente formándose y cuentan con el reconocimiento de la sociedad, ya que son considerados pilares del país.
¿Cuáles son los principales pilares de la Educación en Finlandia?
Docentes preparados y un contexto educativo que les apoya en sus actividades diarias. Todos los maestros finlandeses tienen masters y están considerados como expertos académicos. Una importante característica del sistema educativo finlandés es su fuerte descentralización y la cultura de confianza, lo que significa que las autoridades educativas y los encargados de regular la educación a nivel nacional confían plenamente en los docentes. Ellos, junto con los directores, responsables y padres, saben cómo ofrecer la mejor educación a los niños y jóvenes en un determinado distrito. Las escuelas y los profesores han sido los responsables de preparar el currículo local, y elegir los materiales educativos y métodos de enseñanza desde principios de los 90, cuando terminó la inspección nacional de los materiales de aprendizaje.
Otra de las cuestiones es la igualdad de la educación finlandesa: todos los estudiantes tienen las mismas oportunidades de aprender. Por tanto, la educación es gratuita en todos los niveles, incluyendo los estudios universitarios. Y en el caso de Primaria, los libros, la comida y el cuidado de la salud son gratuitos para todos los estudiantes. El objetivo es integrar todo tipo de alumnos en la misma clase y prevenir el abandono escolar.
¿Sería factible que su sistema educativo se trasladase a otros países sin considerar sus contextos políticos, socioeconómicos y culturales?
Por supuesto que no. Las leyes y prácticas son contextuales. Docentes, estudiantes y padres viven dentro del contexto educativo finlandés. Si alguien extrapolara las políticas finlandesas y sus prácticas también tendría que llevarse a sus estudiantes, profesores y familias.
Todos hemos oído hablar de las ‘bondades’ del sistema educativo finlandés, pero ¿a qué situaciones adversas deben enfrentarse los maestros?
Pueden englobarse en cuatro ámbitos: formación de los propios docentes, nacional, municipal, y de la propia escuela y cada clase. En el primer caso, la evaluación TALIS ha puesto de manifiesto debilidades y es necesario implementar nuevas ideas, a la vez que se requiere preparar un plan de desarrollo personal para directores y maestros, introducir tutorías o establecer un desarrollo profesional permanente.
A nivel nacional, la estrategia está funcionando bien; hemos hecho un nuevo currículo y los centros se están preparando; los docentes tienen trabajo por delante durante los próximos meses. Pero en el ámbito municipal y del centro, por otro lado, se ha detectado que hay una estrategia basada en la red de la escuela. Será un reto para los profesores buscar una mejor red y escuelas cercanas de alta calidad. También será necesario tener en cuenta un enfoque más multicultural.
¿Cómo mejoraría el sistema educativo de otros países? ¿Qué medidas considera imprescindibles?
Uno de los aspectos fundamentales es la educación de los profesores. Es importante reclutar a los mejores estudiantes, a los más brillantes, y formarlos durante cinco años a través del programa universitario. Una vez pasado este plazo, se habrán convertido en profesionales académicos capaces de afrontar la planificación, la pedagogía versátil o la implementación de la educación y la evaluación. El gobierno debe darles la independencia de la autoridad central, y tiempo para preparar las clases, educar y mejorar continuamente la educación y la escuela.
Esto es un pequeño extracto de la entrevista publicada en el Número 20 de la Revista Educación 3.0 impresa, correspondiente a otoño 2015. Para poder leerla completa es preciso suscribirse: podéis hacerlo como centro o como particular llamando por teléfono (91 547 00 95) o a través de la página web.
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En este país, los niños empiezan la escuela sobre los siete años, tienen menos horas de clase curricular comparado con otras naciones y no suelen hacer deberes en casa. Y es que según Jari Lavonen, “ los niños de cuatro años lo que necesitan es jugar, no ir a la escuela”. La carrera de Magisterio en este país es una de las más exigentes: cada año se presentan 3.000 aspirantes, que quedan reducidos a unos 300 tras un par de evaluaciones. Después de las entrevistas, el número de estudiantes se queda en 120. Los futuros profesores, y también los que están en ejercicio, están constantemente formándose y cuentan con el reconocimiento de la sociedad, ya que son considerados pilares del país.
¿Cuáles son los principales pilares de la Educación en Finlandia?
Docentes preparados y un contexto educativo que les apoya en sus actividades diarias. Todos los maestros finlandeses tienen masters y están considerados como expertos académicos. Una importante característica del sistema educativo finlandés es su fuerte descentralización y la cultura de confianza, lo que significa que las autoridades educativas y los encargados de regular la educación a nivel nacional confían plenamente en los docentes. Ellos, junto con los directores, responsables y padres, saben cómo ofrecer la mejor educación a los niños y jóvenes en un determinado distrito. Las escuelas y los profesores han sido los responsables de preparar el currículo local, y elegir los materiales educativos y métodos de enseñanza desde principios de los 90, cuando terminó la inspección nacional de los materiales de aprendizaje.
Otra de las cuestiones es la igualdad de la educación finlandesa: todos los estudiantes tienen las mismas oportunidades de aprender. Por tanto, la educación es gratuita en todos los niveles, incluyendo los estudios universitarios. Y en el caso de Primaria, los libros, la comida y el cuidado de la salud son gratuitos para todos los estudiantes. El objetivo es integrar todo tipo de alumnos en la misma clase y prevenir el abandono escolar.
¿Sería factible que su sistema educativo se trasladase a otros países sin considerar sus contextos políticos, socioeconómicos y culturales?
Por supuesto que no. Las leyes y prácticas son contextuales. Docentes, estudiantes y padres viven dentro del contexto educativo finlandés. Si alguien extrapolara las políticas finlandesas y sus prácticas también tendría que llevarse a sus estudiantes, profesores y familias.
Todos hemos oído hablar de las ‘bondades’ del sistema educativo finlandés, pero ¿a qué situaciones adversas deben enfrentarse los maestros?
Pueden englobarse en cuatro ámbitos: formación de los propios docentes, nacional, municipal, y de la propia escuela y cada clase. En el primer caso, la evaluación TALIS ha puesto de manifiesto debilidades y es necesario implementar nuevas ideas, a la vez que se requiere preparar un plan de desarrollo personal para directores y maestros, introducir tutorías o establecer un desarrollo profesional permanente.
A nivel nacional, la estrategia está funcionando bien; hemos hecho un nuevo currículo y los centros se están preparando; los docentes tienen trabajo por delante durante los próximos meses. Pero en el ámbito municipal y del centro, por otro lado, se ha detectado que hay una estrategia basada en la red de la escuela. Será un reto para los profesores buscar una mejor red y escuelas cercanas de alta calidad. También será necesario tener en cuenta un enfoque más multicultural.
¿Cómo mejoraría el sistema educativo de otros países? ¿Qué medidas considera imprescindibles?
Uno de los aspectos fundamentales es la educación de los profesores. Es importante reclutar a los mejores estudiantes, a los más brillantes, y formarlos durante cinco años a través del programa universitario. Una vez pasado este plazo, se habrán convertido en profesionales académicos capaces de afrontar la planificación, la pedagogía versátil o la implementación de la educación y la evaluación. El gobierno debe darles la independencia de la autoridad central, y tiempo para preparar las clases, educar y mejorar continuamente la educación y la escuela.
Esto es un pequeño extracto de la entrevista publicada en el Número 20 de la Revista Educación 3.0 impresa, correspondiente a otoño 2015. Para poder leerla completa es preciso suscribirse: podéis hacerlo como centro o como particular llamando por teléfono (91 547 00 95) o a través de la página web.
Un artículo de Haydée Mesa, licenciada en Arte Dramático y especialista en Técnicas Gestálticas, con experiencia como actriz profesional y pedagoga teatral, conjuga estas disciplinas para profundizar en el conocimiento emocional.
La meditación es una herramienta esencial para aumentar la inteligencia emocional, transformar emociones y alcanzar un estado de paz y concentración. Muchos colegios están integrando ya estas técnicas en sus dinámicas educativas en busca de los beneficios que aporta a su alumnado. La ‘Meditación Activa’ es una manera de meditar que conecta especialmente con niños y adolescentes debido a su carácter dinámico y alegre.
¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN ACTIVA?
Una meditación que contempla la dificultad de tu alumno para sentarse a meditar por el método tradicional pasivo.
Debido a su escasa oportunidad de movimiento durante su jornada diaria y al exceso de estímulos que lo invaden, a nuestros niños de hoy en día les cuesta sentarse a meditar. Ya no crecen jugando en el campo o en la calle como en tiempos pasados sino más bien en el interior de la casa y enfrascado en mil y una actividades. De este modo, es fácil que su mente se encuentre hiperactivada y acelerada. Su cuerpo, en cambio, no se mueve lo que debería.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIA DE LA MEDITACIÓN TRADICIONAL?
Es un proceso gradual que pretende llevar al niño de la máxima excitación al reposo. Parte del movimiento físico y el uso de la voz para descargar energía y alcanzar un mínimo estado de concentración antes de sentarse a meditar con la técnica clásica.
¿QUÉ VENTAJAS TIENE APLICARLA EN EL AULA?
Que conecta mejor con las necesidades e intereses de tus alumnos porque:
* Es divertida. Conecta con niños y adolescentes fácilmente debido a su carácter lúdico . Se vale de la danza, la dramatización, la música.
* Implica gran descarga de estrés, al utilizar el movimiento físico y la voz. Por eso se la llama activa y dinámica. Ofrece una oportunidad de moverse al niño ó adolescente.
* Más “llevadera” para principiantes. Debido al ritmo que proporcionan los cambios entre sus diferentes etapas.
Y todo ello sin dejar de lado las ventajas tradicionales que, como sabes, integran las 4 facetas del hombre, necesarias todas ellas para que se produzca un aprendizaje profundo:
FÍSICAS: proporciona una relajación que disminuye el estrés y mejora la salud.
EMOCIONALES: aumenta la Inteligencia Emocional y la autoestima.
PSICOLÓGICAS: mejora las habilidades cognitivas necesarias para el aprendizaje Concentración, memoria, creatividad.
ESPIRITUALES: potencia aspectos virtuosos como la tolerancia, la empatía, la paciencia, reconexión con los temas trascendentales, sin que esto implique entrar en el aspecto religioso…
Así, casi como en un juego, casi sin darse cuenta, aprenden a relajarse y a concentrarse mejorando a la vez sus resultados académicos.
Si te encuentras un poco perdido para empezar, puedes inspirarte en El manicomio loco, una meditación activa de carácter empático y teatral, o impregnarte de las meditaciones activas propuestas por Osho.
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La meditación es una herramienta esencial para aumentar la inteligencia emocional, transformar emociones y alcanzar un estado de paz y concentración. Muchos colegios están integrando ya estas técnicas en sus dinámicas educativas en busca de los beneficios que aporta a su alumnado. La ‘Meditación Activa’ es una manera de meditar que conecta especialmente con niños y adolescentes debido a su carácter dinámico y alegre.
¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN ACTIVA?
Una meditación que contempla la dificultad de tu alumno para sentarse a meditar por el método tradicional pasivo.
Debido a su escasa oportunidad de movimiento durante su jornada diaria y al exceso de estímulos que lo invaden, a nuestros niños de hoy en día les cuesta sentarse a meditar. Ya no crecen jugando en el campo o en la calle como en tiempos pasados sino más bien en el interior de la casa y enfrascado en mil y una actividades. De este modo, es fácil que su mente se encuentre hiperactivada y acelerada. Su cuerpo, en cambio, no se mueve lo que debería.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIA DE LA MEDITACIÓN TRADICIONAL?
Es un proceso gradual que pretende llevar al niño de la máxima excitación al reposo. Parte del movimiento físico y el uso de la voz para descargar energía y alcanzar un mínimo estado de concentración antes de sentarse a meditar con la técnica clásica.
¿QUÉ VENTAJAS TIENE APLICARLA EN EL AULA?
Que conecta mejor con las necesidades e intereses de tus alumnos porque:
* Es divertida. Conecta con niños y adolescentes fácilmente debido a su carácter lúdico . Se vale de la danza, la dramatización, la música.
* Implica gran descarga de estrés, al utilizar el movimiento físico y la voz. Por eso se la llama activa y dinámica. Ofrece una oportunidad de moverse al niño ó adolescente.
* Más “llevadera” para principiantes. Debido al ritmo que proporcionan los cambios entre sus diferentes etapas.
Y todo ello sin dejar de lado las ventajas tradicionales que, como sabes, integran las 4 facetas del hombre, necesarias todas ellas para que se produzca un aprendizaje profundo:
FÍSICAS: proporciona una relajación que disminuye el estrés y mejora la salud.
EMOCIONALES: aumenta la Inteligencia Emocional y la autoestima.
PSICOLÓGICAS: mejora las habilidades cognitivas necesarias para el aprendizaje Concentración, memoria, creatividad.
ESPIRITUALES: potencia aspectos virtuosos como la tolerancia, la empatía, la paciencia, reconexión con los temas trascendentales, sin que esto implique entrar en el aspecto religioso…
Así, casi como en un juego, casi sin darse cuenta, aprenden a relajarse y a concentrarse mejorando a la vez sus resultados académicos.
Si te encuentras un poco perdido para empezar, puedes inspirarte en El manicomio loco, una meditación activa de carácter empático y teatral, o impregnarte de las meditaciones activas propuestas por Osho.
Docentes innovadores
EL ONUBENSE LUIS ANES: CUANDO LA ACTITUD DEL MAESTRO ES DETERMINANTE EN LA MOTIVACIÓN DE LOS MÁS PEQUEÑOS
Más de 6.100 personas siguen la página de Facebook creada por este docente onubense, plataforma en la que comparte sus reflexiones y experiencias vividas en las aulas del Ceip San Jorge de Palos de la Frontera. Un maestro que apuesta por la innovación y por el uso del ajedrez como recurso pedagógico.
El primer día que ejerció como docente pensó que no valdría para ello, once años más tarde reconoce que le resultaría imposible concebir su vida sin la enseñanza. Maestro especialista en inglés, el onubense Luis Anes es desde hace dos años tutor de Primaria en el Ceip San Jorge de Palos de la Frontera. Con anterioridad ha ejercido como docente de educación compensatoria en los centros escolares Maestro Juan Díaz Hachero y Concepción Arenal de Cartaya, el colegio César Barrios de Lepe y Los Taranjales de Almonte.
Sus clases se caracterizan por ser “muy vivenciales”. “Yo siempre digo: si lo podemos hacer, es mejor que contarlo”, sentencia Luis. Una forma de entender la enseñanza que procura llevar a la práctica día a día. Crear un volcán y provocar su erupción para explicar un tema de Ciencias Naturales; convertir una sesión sobre literatura y poesía en una muestra de expresión corporal y flamenco; poner en marcha una representación teatral con marionetas realizadas por los propios estudiantes, o realizar en el aula un experimento para comprobar cuánta azúcar contiene una lata de Coca-Cola, son sólo algunos de los ejemplos que señalan a Luis Anes como un maestro singular. Prácticas desarrolladas en el aula que le han hecho ser uno de los maestros seleccionados en el Certamen D+i al docente más innovador de España organizado por la Fundación Amancio Ortega. Al mismo tiempo, y a nivel provincial, tras recibir un gran número de apoyos, Luis Anes ha sido recientemente galardonado en la categoría de Educación en los Premios al Empleado Público de Año, iniciativa pionera en España impulsada por el sindicato CSIF y el diario Huelva Buenas Noticias.
A juicio del maestro onubense, “innovación no es otra cosa que la actitud del docente. Innovación en sí, más allá de enlazarlo con las nuevas tecnologías, implica una actitud de voluntad de mejora siempre. “A la hora de planificar las clases -añade- me baso mucho en la experiencia, son clases muy vivenciales donde el alumno siempre es protagonista. Antes de llegar a las mentes de los estudiantes, hay que pasar por sus corazones. El aula es como una pequeña sociedad en la que tiene que existir una relación de armonía e igualdad entre sus miembros. El maestro innovador tiene que ser un facilitador, más que transmitir datos –que para eso ya está Google e Internet- el docente tiene que crear curiosidad en el niño, hacer que sienta esta necesidad y ese deseo por aprender”.
Crítico con la opinión que parte de la sociedad tiene respecto al funcionariado, sobre quienes, según Anes, existe un estigma que los relaciona con la conformidad, el maestro onubense decidió abrir una página en Facebook con la intención de hacer ver que son muchos los docentes que se preocupan por innovar y hacer las cosas de forma diferente. Un perfil en la red social que, en un principio, estaba dirigido a los padres de sus alumnos pero que a día de hoy cuenta con más de 6.100 seguidores. “De repente me empezaron a llegar mensajes de compañeros incluso de Latinoamérica, madres que me escriben para que les asesore sobre cómo gestionar algún asunto con sus hijos, alumnos de magisterio que me tienen como un referente”, nos cuenta sorprendido e ilusionado Luis.
Así, no nos ha extrañado que entre los retos más próximos del docente, destaque el de escribir un libro donde recogerá sus reflexiones y prácticas en el aula, un proyecto que ya ha comenzado a tomar forma, con el que pretende compartir sus experiencias. “De consejos ya estamos colapsados, mejor inspirar con el ejemplo”, explica. De momento ya colabora y escribe para una destacada web educativa, MIAC (Maestros innovadores, alumnos competentes).
Por otro lado, Luis Anes se encuentra volcado en estos momentos en un proyecto que está desarrollando en el centro donde trabaja, el CEIP San Jorge de Palos de la Frontera, que persigue que el ajedrez, “teniendo en cuenta los beneficios que su práctica tiene en el alumnado” sea considero un recurso pedagógico destacado. En este sentido, explica a Huelva Buenas Noticias, ya han creado un aula de ajedrez, el Chess Room, frecuentado por estudiantes de todas las edades. A la espera de que desde Educación apoyen su propuesta para convertir el ajedrez en una asignatura, para este curso han diseñado una Unidad Integrada de ajedrez dentro del área de Ciencias Sociales que se ha impartido en las clases de 4º de Primaria.
Respecto al Premio como Empleado Público del Año, Luis Anes señala que lo ha vivido con una especial sensación de gratitud. “Los funcionarios hemos tenido siempre ese estigma de que hemos llegado de una forma fácil y que, una vez que dentro, no trabajamos, y eso no es así. Estamos constantemente reciclándonos. Ante el premio siento un enorme agradecimiento, satisfacción y responsabilidad. Me parece muy importante que la figura del docente se vea reconocida”.
En nuestra conversación con Luis Anes, el docente no ha querido pasar por alto su posición ante la situación “crucial” que vive en estos momentos el sistema educativo. En este sentido, insta a los partidos políticos a considerar la educación como un asunto de Estado en el que, más allá de las siglas, se tenga en especial consideración la opinión de la comunidad educativa, padres e incluso alumnado.
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El primer día que ejerció como docente pensó que no valdría para ello, once años más tarde reconoce que le resultaría imposible concebir su vida sin la enseñanza. Maestro especialista en inglés, el onubense Luis Anes es desde hace dos años tutor de Primaria en el Ceip San Jorge de Palos de la Frontera. Con anterioridad ha ejercido como docente de educación compensatoria en los centros escolares Maestro Juan Díaz Hachero y Concepción Arenal de Cartaya, el colegio César Barrios de Lepe y Los Taranjales de Almonte.
Sus clases se caracterizan por ser “muy vivenciales”. “Yo siempre digo: si lo podemos hacer, es mejor que contarlo”, sentencia Luis. Una forma de entender la enseñanza que procura llevar a la práctica día a día. Crear un volcán y provocar su erupción para explicar un tema de Ciencias Naturales; convertir una sesión sobre literatura y poesía en una muestra de expresión corporal y flamenco; poner en marcha una representación teatral con marionetas realizadas por los propios estudiantes, o realizar en el aula un experimento para comprobar cuánta azúcar contiene una lata de Coca-Cola, son sólo algunos de los ejemplos que señalan a Luis Anes como un maestro singular. Prácticas desarrolladas en el aula que le han hecho ser uno de los maestros seleccionados en el Certamen D+i al docente más innovador de España organizado por la Fundación Amancio Ortega. Al mismo tiempo, y a nivel provincial, tras recibir un gran número de apoyos, Luis Anes ha sido recientemente galardonado en la categoría de Educación en los Premios al Empleado Público de Año, iniciativa pionera en España impulsada por el sindicato CSIF y el diario Huelva Buenas Noticias.
A juicio del maestro onubense, “innovación no es otra cosa que la actitud del docente. Innovación en sí, más allá de enlazarlo con las nuevas tecnologías, implica una actitud de voluntad de mejora siempre. “A la hora de planificar las clases -añade- me baso mucho en la experiencia, son clases muy vivenciales donde el alumno siempre es protagonista. Antes de llegar a las mentes de los estudiantes, hay que pasar por sus corazones. El aula es como una pequeña sociedad en la que tiene que existir una relación de armonía e igualdad entre sus miembros. El maestro innovador tiene que ser un facilitador, más que transmitir datos –que para eso ya está Google e Internet- el docente tiene que crear curiosidad en el niño, hacer que sienta esta necesidad y ese deseo por aprender”.
Crítico con la opinión que parte de la sociedad tiene respecto al funcionariado, sobre quienes, según Anes, existe un estigma que los relaciona con la conformidad, el maestro onubense decidió abrir una página en Facebook con la intención de hacer ver que son muchos los docentes que se preocupan por innovar y hacer las cosas de forma diferente. Un perfil en la red social que, en un principio, estaba dirigido a los padres de sus alumnos pero que a día de hoy cuenta con más de 6.100 seguidores. “De repente me empezaron a llegar mensajes de compañeros incluso de Latinoamérica, madres que me escriben para que les asesore sobre cómo gestionar algún asunto con sus hijos, alumnos de magisterio que me tienen como un referente”, nos cuenta sorprendido e ilusionado Luis.
Así, no nos ha extrañado que entre los retos más próximos del docente, destaque el de escribir un libro donde recogerá sus reflexiones y prácticas en el aula, un proyecto que ya ha comenzado a tomar forma, con el que pretende compartir sus experiencias. “De consejos ya estamos colapsados, mejor inspirar con el ejemplo”, explica. De momento ya colabora y escribe para una destacada web educativa, MIAC (Maestros innovadores, alumnos competentes).
Por otro lado, Luis Anes se encuentra volcado en estos momentos en un proyecto que está desarrollando en el centro donde trabaja, el CEIP San Jorge de Palos de la Frontera, que persigue que el ajedrez, “teniendo en cuenta los beneficios que su práctica tiene en el alumnado” sea considero un recurso pedagógico destacado. En este sentido, explica a Huelva Buenas Noticias, ya han creado un aula de ajedrez, el Chess Room, frecuentado por estudiantes de todas las edades. A la espera de que desde Educación apoyen su propuesta para convertir el ajedrez en una asignatura, para este curso han diseñado una Unidad Integrada de ajedrez dentro del área de Ciencias Sociales que se ha impartido en las clases de 4º de Primaria.
Respecto al Premio como Empleado Público del Año, Luis Anes señala que lo ha vivido con una especial sensación de gratitud. “Los funcionarios hemos tenido siempre ese estigma de que hemos llegado de una forma fácil y que, una vez que dentro, no trabajamos, y eso no es así. Estamos constantemente reciclándonos. Ante el premio siento un enorme agradecimiento, satisfacción y responsabilidad. Me parece muy importante que la figura del docente se vea reconocida”.
En nuestra conversación con Luis Anes, el docente no ha querido pasar por alto su posición ante la situación “crucial” que vive en estos momentos el sistema educativo. En este sentido, insta a los partidos políticos a considerar la educación como un asunto de Estado en el que, más allá de las siglas, se tenga en especial consideración la opinión de la comunidad educativa, padres e incluso alumnado.