Este artículo es una reproducción de la nota 80 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 133:
El racionalismo pragmático ha tocado fondo, principalmente, porque el egocentrismo ha predominado en la conciencia de clase (ricos), y los demás (pobres) no han sabido ejercer su fuerza racional y moral de modo colectivo hasta la aparición de las modernas telecomunicaciones, las cuales se han convertido en el objetivo para una guerra sin cuartel por el control de la noosfera por parte de los mismos que han controlado el dinero (1) . En términos de Marx, la clase rica le va ganado la partida a la clase pobre, y la única solución para estos desgraciados, pasa por la unión del “nosotros” kantiano, la solidaridad social, la empatía y el cuidado de la naturaleza, en suma, requiere El nacimiento de una nueva conciencia, como bien apunta Carbonell (2007) mediante el saber y el amor, un racionalismo espiritual como nuevo paradigma de conocimiento.
NOTA (1):
Josep Ibáñez es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona). Sus principales ámbitos de interés científico son la economía política internacional, la teoría de las relaciones internacionales y el análisis de la política exterior. Un resumen de su obra El control de Internet. Poder y autoridad en los mercados electrónicos (Ibañez, 2005):
Las transformaciones experimentadas por el poder y la autoridad en el ámbito de los mercados electrónicos están vinculadas a uno de los fenómenos más significativos de las últimas décadas: el cambio político, económico y social operado por las tecnologías de procesamiento de la información y la comunicación. Más allá de la dimensión técnica del ciberespacio, el control de internet ha respondido a valores, intereses y objetivos que se sitúan en una dimensión que trasciende las fronteras geográficas y políticas de los Estados. A través de un estudio que se basa en un concepto amplio de política para demostrar que los fenómenos aparentemente económicos -como es el comercio electrónico en internet- son esencialmente políticos, puesto que afectan a la distribución mundial del poder y la riqueza, esta obra identifica los riesgos y analiza los efectos de la delegación de funciones por parte de las autoridades públicas en actores privados en este terreno. Así, el autor extrae de sus conclusiones una agenda político-social y adopta un posicionamiento abierto a favor de la recuperación de internet como espacio público, abierto, libre y gratuito en contra de su actual evolución como espacio privado, cerrado, controlado y de pago.
BIBLIOGRAFÍA:
Carbonell, Eudald. El nacimiento de una nueva conciencia. Barcelona: Ara Llibres, 2007.
Ibañez, Josep. El control de Internet. Poder y autoridad en los mercados electrónicos. Madrid: La catarata, 2005.
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Extracto de la página 133:
El racionalismo pragmático ha tocado fondo, principalmente, porque el egocentrismo ha predominado en la conciencia de clase (ricos), y los demás (pobres) no han sabido ejercer su fuerza racional y moral de modo colectivo hasta la aparición de las modernas telecomunicaciones, las cuales se han convertido en el objetivo para una guerra sin cuartel por el control de la noosfera por parte de los mismos que han controlado el dinero (1) . En términos de Marx, la clase rica le va ganado la partida a la clase pobre, y la única solución para estos desgraciados, pasa por la unión del “nosotros” kantiano, la solidaridad social, la empatía y el cuidado de la naturaleza, en suma, requiere El nacimiento de una nueva conciencia, como bien apunta Carbonell (2007) mediante el saber y el amor, un racionalismo espiritual como nuevo paradigma de conocimiento.
NOTA (1):
Josep Ibáñez es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona). Sus principales ámbitos de interés científico son la economía política internacional, la teoría de las relaciones internacionales y el análisis de la política exterior. Un resumen de su obra El control de Internet. Poder y autoridad en los mercados electrónicos (Ibañez, 2005):
Las transformaciones experimentadas por el poder y la autoridad en el ámbito de los mercados electrónicos están vinculadas a uno de los fenómenos más significativos de las últimas décadas: el cambio político, económico y social operado por las tecnologías de procesamiento de la información y la comunicación. Más allá de la dimensión técnica del ciberespacio, el control de internet ha respondido a valores, intereses y objetivos que se sitúan en una dimensión que trasciende las fronteras geográficas y políticas de los Estados. A través de un estudio que se basa en un concepto amplio de política para demostrar que los fenómenos aparentemente económicos -como es el comercio electrónico en internet- son esencialmente políticos, puesto que afectan a la distribución mundial del poder y la riqueza, esta obra identifica los riesgos y analiza los efectos de la delegación de funciones por parte de las autoridades públicas en actores privados en este terreno. Así, el autor extrae de sus conclusiones una agenda político-social y adopta un posicionamiento abierto a favor de la recuperación de internet como espacio público, abierto, libre y gratuito en contra de su actual evolución como espacio privado, cerrado, controlado y de pago.
BIBLIOGRAFÍA:
Carbonell, Eudald. El nacimiento de una nueva conciencia. Barcelona: Ara Llibres, 2007.
Ibañez, Josep. El control de Internet. Poder y autoridad en los mercados electrónicos. Madrid: La catarata, 2005.
Este artículo es una reproducción de las notas 76, 77 y 78 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 118:
Nuestra memoria ha sido escrita y programada por los poderes fácticos (1) quienes han establecido una jerarquía plutocrática: es el robo más grande de la historia que ha consistido en el secuestro del pensamiento crítico y la libertad de los ciudadanos, como demuestra la mal llamada Transición “modélica y pacífica” española (2), donde los herederos franquistas junto a la clase burguesa se han apoderado de la vida pública y política a costa de la ignorancia de un pueblo que ha perdido su propia conciencia de clase, hasta las personas se han perdido a sí mismas como evidencia esta profunda crisis mediante los crecientes suicidios (3). Tal es el resultado de una Transición ideológicamente manipulada desde los poderes fácticos con los grandes bancos a la cabeza.
NOTAS:
(1) Eric Frattini (2017) en su obra Manipulando la historia, nos ofrece un recorrido por la historia contemporánea a través de operaciones organizadas por los estados, servicios secretos y lobbies para manipular el curso de la Historia a favor de sus propios intereses.
El hundimiento del acorazado Maine, que desató la guerra de Cuba entre España y Estados Unidos; los intentos de derrocar a Fidel Castro; las dudas sobre si el ataque a Pearl Harbor pudo evitarse; las maniobras contra Vietnam del Norte por parte de Estados Unidos; los atentados atribuidos a los comunistas para minar su influencia en Europa son, entre otras muchas, algunas de las operaciones que, orquestadas desde el poder, han dado un giro a la historia. El libro de Eric Frattini, apoyado en documentos desclasificados e imágenes de los protagonistas y acontecimientos más significativos, nos descubre las principales operaciones de falsa bandera del mundo contemporáneo.
(2) La historia oficial ha difundido una versión idílica de la Transición, un periodo en el que supuestamente se han reconciliado vencedores y vencidos a la par que se sentaban las bases para una verdadera democracia. Memoria oficial, memoria dominante, memoria construida por y para el poder establecido: una visión aparentemente unánime, monolítica, que no obstante, ve como crecientemente se alzan voces que discrepan. A escala mundial, sin embargo, la Transición se ha tomado como ejemplo de un sereno cambio de régimen, un proceso ideal capaz de servir de modelo en cualquier parte del orbe. En Mitos y mentiras de la Transición (André-Bazzana, 2006) no se pretende formular una denuncia ni condenar las manipulaciones que pudieron hacerse de la historia. De lo que se trata es de comprender los mecanismos de selección que intervienen en la construcción de la memoria de una comunidad, estudiando las razones de la idealización del pasado y de la utilización de la historia en política. Para ello, no se procede aquí a una nueva interpretación de la Transición, sino a una reconstrucción de los acontecimientos y al estudio de los efectos políticos que pudieron tener y que siguen teniendo las representaciones que se construyen en torno a este periodo. Y en el centro de esta obra se plantea la propuesta siguiente: la imagen que conservamos de la Transición es un mito político de gran poder, a tal punto que desde hace casi treinta años se viene manteniendo y utilizando cuidadosamente de acuerdo a las necesidades del presente.
(3) Cada día 10 personas se quitan la vida en España. Es la primera causa de muerte no natural en nuestro país, por delante de los accidentes de tráfico. Un total de 3.910 personas (2.938 hombres y 972 mujeres) falleció por este motivo durante 2014. Es un 20% más que lo que se registró en 2007, antes de la crisis económica, y la cifra más alta alcanzada en los últimos 25 años, que es cuando se tienen registros (en la década de los 80 se contabilizaban poco más de 1.500 suicidios al año).
Manuel Herrera, profesor de Sociología de la Universidad de Granada, opina que “probablemente el contexto de crisis puede haber influido, en cuanto que buena parte de las ilusiones de un grupo muy importante de la población se han visto afectadas y recortadas”. Se da la circunstancia de que, si analizamos los datos por franjas de edad, uno de los mayores incrementos que se han producido entre 2007 y 2014 corresponde a los que tienen alrededor de 50 años. Los suicidas de esta generación han aumentado un 38% durante estos años.
El psiquiatra Luis de Rivera, director del Instituto de Psicoterapia de Investigación Psicosomática de Madrid, afirma que la crisis sí que ha influido en los suicidios. “El propio Durkheim ya decía que en las épocas históricas en las que habita el desconcierto y la crisis, aumenta el suicidio. En España estamos ahora mismo en una situación muy parecida a la que describe Durkheim: no es sólo el factor económico, sino también la ruptura de creencias y convicciones básicas. Se ha roto, por ejemplo, la certeza de que, si teníamos una carrera universitaria, íbamos a vivir muy bien”, reflexiona. “Hay un problema de desorganización social y cultural y las cosas han dejado de ser como creíamos que eran. El ser humano necesita estar seguro de lo que hace, tener creencias claras... En España hemos tendido a equiparar la seguridad psicológica con la seguridad económica y, en aras a eso, hemos sacrificado muchas cosas, como las relaciones familiares o el bienestar personal. Ahora nos encontramos con que esos sacrificios han sido inútiles”, añade.
Esta tesis es sustentada por un estudio realizado por la Generalitat de Cataluña en 2014 que dice que las hospitalizaciones por intento de suicidio han crecido en esta comunidad autónoma debido a la crisis, al igual que han aumentado los problemas de salud mental, sobre todo en las personas sin empleo, y se ha disparado el consumo de tabaco en los hombres, especialmente entre aquellos que hace más de un año que están en paro. (Fuente: elmundo.es, 30-03-2016: El número de suicidios crece un 20% desde el inicio de la crisis económica).
BIBLIOGRAFÍA:
André-Bazzana, Benedicte. Mitos y mentiras de la Transición. Mataró: Intervención cultural, 2006.
Frattini, Eric. Manipulando la historia. Barcelona: Temas de hoy, 2017.
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Extracto de la página 118:
Nuestra memoria ha sido escrita y programada por los poderes fácticos (1) quienes han establecido una jerarquía plutocrática: es el robo más grande de la historia que ha consistido en el secuestro del pensamiento crítico y la libertad de los ciudadanos, como demuestra la mal llamada Transición “modélica y pacífica” española (2), donde los herederos franquistas junto a la clase burguesa se han apoderado de la vida pública y política a costa de la ignorancia de un pueblo que ha perdido su propia conciencia de clase, hasta las personas se han perdido a sí mismas como evidencia esta profunda crisis mediante los crecientes suicidios (3). Tal es el resultado de una Transición ideológicamente manipulada desde los poderes fácticos con los grandes bancos a la cabeza.
NOTAS:
(1) Eric Frattini (2017) en su obra Manipulando la historia, nos ofrece un recorrido por la historia contemporánea a través de operaciones organizadas por los estados, servicios secretos y lobbies para manipular el curso de la Historia a favor de sus propios intereses.
El hundimiento del acorazado Maine, que desató la guerra de Cuba entre España y Estados Unidos; los intentos de derrocar a Fidel Castro; las dudas sobre si el ataque a Pearl Harbor pudo evitarse; las maniobras contra Vietnam del Norte por parte de Estados Unidos; los atentados atribuidos a los comunistas para minar su influencia en Europa son, entre otras muchas, algunas de las operaciones que, orquestadas desde el poder, han dado un giro a la historia. El libro de Eric Frattini, apoyado en documentos desclasificados e imágenes de los protagonistas y acontecimientos más significativos, nos descubre las principales operaciones de falsa bandera del mundo contemporáneo.
(2) La historia oficial ha difundido una versión idílica de la Transición, un periodo en el que supuestamente se han reconciliado vencedores y vencidos a la par que se sentaban las bases para una verdadera democracia. Memoria oficial, memoria dominante, memoria construida por y para el poder establecido: una visión aparentemente unánime, monolítica, que no obstante, ve como crecientemente se alzan voces que discrepan. A escala mundial, sin embargo, la Transición se ha tomado como ejemplo de un sereno cambio de régimen, un proceso ideal capaz de servir de modelo en cualquier parte del orbe. En Mitos y mentiras de la Transición (André-Bazzana, 2006) no se pretende formular una denuncia ni condenar las manipulaciones que pudieron hacerse de la historia. De lo que se trata es de comprender los mecanismos de selección que intervienen en la construcción de la memoria de una comunidad, estudiando las razones de la idealización del pasado y de la utilización de la historia en política. Para ello, no se procede aquí a una nueva interpretación de la Transición, sino a una reconstrucción de los acontecimientos y al estudio de los efectos políticos que pudieron tener y que siguen teniendo las representaciones que se construyen en torno a este periodo. Y en el centro de esta obra se plantea la propuesta siguiente: la imagen que conservamos de la Transición es un mito político de gran poder, a tal punto que desde hace casi treinta años se viene manteniendo y utilizando cuidadosamente de acuerdo a las necesidades del presente.
(3) Cada día 10 personas se quitan la vida en España. Es la primera causa de muerte no natural en nuestro país, por delante de los accidentes de tráfico. Un total de 3.910 personas (2.938 hombres y 972 mujeres) falleció por este motivo durante 2014. Es un 20% más que lo que se registró en 2007, antes de la crisis económica, y la cifra más alta alcanzada en los últimos 25 años, que es cuando se tienen registros (en la década de los 80 se contabilizaban poco más de 1.500 suicidios al año).
Manuel Herrera, profesor de Sociología de la Universidad de Granada, opina que “probablemente el contexto de crisis puede haber influido, en cuanto que buena parte de las ilusiones de un grupo muy importante de la población se han visto afectadas y recortadas”. Se da la circunstancia de que, si analizamos los datos por franjas de edad, uno de los mayores incrementos que se han producido entre 2007 y 2014 corresponde a los que tienen alrededor de 50 años. Los suicidas de esta generación han aumentado un 38% durante estos años.
El psiquiatra Luis de Rivera, director del Instituto de Psicoterapia de Investigación Psicosomática de Madrid, afirma que la crisis sí que ha influido en los suicidios. “El propio Durkheim ya decía que en las épocas históricas en las que habita el desconcierto y la crisis, aumenta el suicidio. En España estamos ahora mismo en una situación muy parecida a la que describe Durkheim: no es sólo el factor económico, sino también la ruptura de creencias y convicciones básicas. Se ha roto, por ejemplo, la certeza de que, si teníamos una carrera universitaria, íbamos a vivir muy bien”, reflexiona. “Hay un problema de desorganización social y cultural y las cosas han dejado de ser como creíamos que eran. El ser humano necesita estar seguro de lo que hace, tener creencias claras... En España hemos tendido a equiparar la seguridad psicológica con la seguridad económica y, en aras a eso, hemos sacrificado muchas cosas, como las relaciones familiares o el bienestar personal. Ahora nos encontramos con que esos sacrificios han sido inútiles”, añade.
Esta tesis es sustentada por un estudio realizado por la Generalitat de Cataluña en 2014 que dice que las hospitalizaciones por intento de suicidio han crecido en esta comunidad autónoma debido a la crisis, al igual que han aumentado los problemas de salud mental, sobre todo en las personas sin empleo, y se ha disparado el consumo de tabaco en los hombres, especialmente entre aquellos que hace más de un año que están en paro. (Fuente: elmundo.es, 30-03-2016: El número de suicidios crece un 20% desde el inicio de la crisis económica).
BIBLIOGRAFÍA:
André-Bazzana, Benedicte. Mitos y mentiras de la Transición. Mataró: Intervención cultural, 2006.
Frattini, Eric. Manipulando la historia. Barcelona: Temas de hoy, 2017.
11 - PSICOLOGÍA TRANSRACIONAL
TESIS DOCTORAL DE IKER PUENTE: COMPLEJIDAD Y PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL: CAOS, AUTOORGANIZACIÓN Y EXPERIENCIAS CUMBRE EN PSICOTERAPIA.
En el año 2014 tuve el privilegio de asistir a la defensa de la Tesis Doctoral de Iker Puente, titulada Complejidad y psicología transpersonal: caos, autoorganización y experiencias cumbre en psicoterapia. Y no solo fue un privilegio, sino un honor haber conocido a Iker Puente, pues su Tesis Doctoral es una referencia para toda aquella persona interesada en el marco teórico del pensamiento sistémico y las ciencias de la complejidad: permite un acercamiento y una comprensión a la revolución desde la física clásica (Copérnico, Kepler, Galileo, Newton, Einstein, entre otros) a la física cuántica (Plank, Bohr, Schödinger, Einsenberg) que llevaron a consideraciones filosóficas, del misticismo y del estudio de la conciencia (Capra, Chew, Pribam, Bohm, Grof).
Dicha evolución paradigmática en el ámbito de la física, tuvo como consecuencia el abordaje del pensamiento sistémico y la complejidad (Morín, Munné, Capra Grof, Smuts, Koestler) así como la derivación del estudio de las ciencias de la complejidad (teoría del Caos, teoría de la Geometría Fractal y teorías de la autoorganización en la psicología), lo cual llevó consecuentemente al estudio del recorrido histórico a través de la psicología y sus diversos autores y teorías: desde los filósofos griegos, pasando por Descartes, hasta James Mill, John Stuart Mill, la filosofía de Brentano, la fenomenología de Husserl, la emergencia de la psicología científica con Wundt, James, la psicología de la Gestalt, el psicoanálisis, el conductismo, la psicología humanista y, finalmente, la psicología transpersonal.
Con la psicología transpersonal, se recuperan las pincipales influencias históricas: el misticismo occidental, las tradiciones espirituales de oriente, la filosofía perenne, el chamanismo, la investigación psicolítica y psiquedelica, hasta llegar a los conceptos básicos acerca de los estados de la conciencia y la espiritualidad (Maslow, Grof, Wilber, Almendro, Fericgla, Cloninger).
Se llega, así, a las perspectivas de la psicología transpersonal y a las investigaciones sobre los estados modificados de conciencia, como son la meditación, la terapìa psiquedelica y la respiración holotrópica, holorenica y la catarsis.
Obviamos en esta breve presentación la investigación empírica de la Tesis Doctoral de Iker Puente, por su extensión y tecnicismos, pero invito al lector interesado a incursionar cognitivamente en esta amplia panorámica del conocimiento desde una perspectiva histórica y científica. Pienso que es una tesis pionera en el panorama intelectual y académico español, que alumbrará las mentes de las futuras generaciones en el estudio de la psicología transpersonal,
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Dicha evolución paradigmática en el ámbito de la física, tuvo como consecuencia el abordaje del pensamiento sistémico y la complejidad (Morín, Munné, Capra Grof, Smuts, Koestler) así como la derivación del estudio de las ciencias de la complejidad (teoría del Caos, teoría de la Geometría Fractal y teorías de la autoorganización en la psicología), lo cual llevó consecuentemente al estudio del recorrido histórico a través de la psicología y sus diversos autores y teorías: desde los filósofos griegos, pasando por Descartes, hasta James Mill, John Stuart Mill, la filosofía de Brentano, la fenomenología de Husserl, la emergencia de la psicología científica con Wundt, James, la psicología de la Gestalt, el psicoanálisis, el conductismo, la psicología humanista y, finalmente, la psicología transpersonal.
Con la psicología transpersonal, se recuperan las pincipales influencias históricas: el misticismo occidental, las tradiciones espirituales de oriente, la filosofía perenne, el chamanismo, la investigación psicolítica y psiquedelica, hasta llegar a los conceptos básicos acerca de los estados de la conciencia y la espiritualidad (Maslow, Grof, Wilber, Almendro, Fericgla, Cloninger).
Se llega, así, a las perspectivas de la psicología transpersonal y a las investigaciones sobre los estados modificados de conciencia, como son la meditación, la terapìa psiquedelica y la respiración holotrópica, holorenica y la catarsis.
Obviamos en esta breve presentación la investigación empírica de la Tesis Doctoral de Iker Puente, por su extensión y tecnicismos, pero invito al lector interesado a incursionar cognitivamente en esta amplia panorámica del conocimiento desde una perspectiva histórica y científica. Pienso que es una tesis pionera en el panorama intelectual y académico español, que alumbrará las mentes de las futuras generaciones en el estudio de la psicología transpersonal,
Este artículo es una reproducción de la nota 70 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 110:
Wilber, en un magistral sistema de pensamiento más conocido por su teoría de los “cuatro cuadrantes” (1) , aúna la racionalidad pragmática occidental con la filosofía oriental. Con ese giro copernicano del entendimiento, se posibilita el camino interior obviado por la sociedad occidental; un camino interior que es susceptible de ser potenciado mediante la meditación y cuya expresión por antonomasia se manifiesta a través de la compasión (Martos, 2016). La educación cuántica propuesta aquí tiene razón de ser en dicho contexto intelectual ignorado académicamente y que requiere una rehabilitación histórica. De ahí que la historia deba ser sometida a un revisionismo social, intelectual, educacional, filosófico y espiritual, como pretende La educación cuántica. Sucintamente, veamos ese discurrir de la historia desde el surgimiento del racionalismo hasta el actual caos civilizatorio.
NOTA (1):
Ken Wilber sostiene que todo fenómeno humano consta de cuatro facetas y no puede ser íntegramente comprendido si no se abordan las cuatro. El fundamento de estas cuatro vertientes de la realidad tiene que ver con los aspectos exterior e interior y sus formas individuales y colectivas. Los cuatro aspectos que se deberían estudiar para comprender todas las cosas serían entonces: lo interior-individual, lo exterior-individual, lo interior-colectivo y lo exterior-colectivo.
Lo interior-individual: Es la experimentación del pensamiento en sí, con los símbolos, significados e imágenes mentales relativas. Este cuadrante trata de la verdad subjetiva, de la belleza, del arte. Es el cuadrante del mundo intencional. Su lenguaje es en primera persona del singular (yo), y su criterio de validez es la veracidad (este cuadrante del “yo” fue diferenciado por Kant (2006a) mediante su obra Crítica del juicio).
Lo exterior-individual: Mientras se vivencia el pensamiento, están ocurriendo una serie de cambios en el cerebro como ser, secreción de dopamina, aparición de acetilcolina permitiendo la transmisión del impulso nervioso en el espacio intersináptico, etc. Dichos hechos pueden ser empíricamente observables desde el exterior, utilizando, por supuesto, el equipamiento tecnológico apropiado. Este cuadrante trata de la verdad objetiva de la ciencia. Es el cuadrante del mundo del comportamiento. Su lenguaje es en tercera persona (ello), y su criterio de validez es la precisión de la descripción: coincide lo observado con lo expresado (este cuadrante del “ello” fue diferenciado por Kant (2005) mediante su obra Crítica de la razón pura).
Lo interior-colectivo: Ahora bien, los pensamientos que circulan por la mente tienen un sustrato cultural; en efecto, el pensamiento se realiza a partir de una serie de símbolos y significados sometido al proceso de culturización. Es el cuadrante de la verdad intersubjetiva, de la moral y la religión. Su lenguaje es en primera persona del plural (nosotros), y su criterio de validez consiste en la rectitud (este cuadrante del “nosotros” fue diferenciado por Kant (2008) mediante su obra Crítica de la razón práctica).
Lo exterior-colectivo: A su vez, la cultura, también tiene sus componentes materiales (del mismo modo en que el pensamiento tiene sus correlatos cerebrales). Citando textualmente a Wilber: “estos componentes sociales concretos son las modalidades tecnológicas, las fuerzas de producción (hortícola, agraria, industrial, etc.), las instituciones concretas, los códigos y pautas escritas, las ubicaciones geopolíticas (aldeas, poblados, estados, etc.), etc.” Es el cuadrante de la verdad inter-objetiva, efectiva y de las ciencias sistémicas. Su lenguaje es también en tercera persona (ellos), y su criterio de validez consiste en el ajuste funcional o efectividad (este cuadrante del “ellos” es una extensión del “ello” y fue diferenciado por Kant (2005) mediante su obra Crítica de la razón pura).
Bibliografía:
Kant, Inmanuel. Crítica de la razón pura. Madrid: Taurus, 2005.
Kant, Inmanuel. Crítica del juicio. Barcelona: Espasa libros, 2006a.
Kant, Inmanuel. Crítica de la razón práctica. Buenos Aires: Losada, 2008.
Martos, Amador. Ken Wilber y los nuevos paradigmas de la humanidad. España: Amazon, 2016.
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Extracto de la página 110:
Wilber, en un magistral sistema de pensamiento más conocido por su teoría de los “cuatro cuadrantes” (1) , aúna la racionalidad pragmática occidental con la filosofía oriental. Con ese giro copernicano del entendimiento, se posibilita el camino interior obviado por la sociedad occidental; un camino interior que es susceptible de ser potenciado mediante la meditación y cuya expresión por antonomasia se manifiesta a través de la compasión (Martos, 2016). La educación cuántica propuesta aquí tiene razón de ser en dicho contexto intelectual ignorado académicamente y que requiere una rehabilitación histórica. De ahí que la historia deba ser sometida a un revisionismo social, intelectual, educacional, filosófico y espiritual, como pretende La educación cuántica. Sucintamente, veamos ese discurrir de la historia desde el surgimiento del racionalismo hasta el actual caos civilizatorio.
NOTA (1):
Ken Wilber sostiene que todo fenómeno humano consta de cuatro facetas y no puede ser íntegramente comprendido si no se abordan las cuatro. El fundamento de estas cuatro vertientes de la realidad tiene que ver con los aspectos exterior e interior y sus formas individuales y colectivas. Los cuatro aspectos que se deberían estudiar para comprender todas las cosas serían entonces: lo interior-individual, lo exterior-individual, lo interior-colectivo y lo exterior-colectivo.
Lo interior-individual: Es la experimentación del pensamiento en sí, con los símbolos, significados e imágenes mentales relativas. Este cuadrante trata de la verdad subjetiva, de la belleza, del arte. Es el cuadrante del mundo intencional. Su lenguaje es en primera persona del singular (yo), y su criterio de validez es la veracidad (este cuadrante del “yo” fue diferenciado por Kant (2006a) mediante su obra Crítica del juicio).
Lo exterior-individual: Mientras se vivencia el pensamiento, están ocurriendo una serie de cambios en el cerebro como ser, secreción de dopamina, aparición de acetilcolina permitiendo la transmisión del impulso nervioso en el espacio intersináptico, etc. Dichos hechos pueden ser empíricamente observables desde el exterior, utilizando, por supuesto, el equipamiento tecnológico apropiado. Este cuadrante trata de la verdad objetiva de la ciencia. Es el cuadrante del mundo del comportamiento. Su lenguaje es en tercera persona (ello), y su criterio de validez es la precisión de la descripción: coincide lo observado con lo expresado (este cuadrante del “ello” fue diferenciado por Kant (2005) mediante su obra Crítica de la razón pura).
Lo interior-colectivo: Ahora bien, los pensamientos que circulan por la mente tienen un sustrato cultural; en efecto, el pensamiento se realiza a partir de una serie de símbolos y significados sometido al proceso de culturización. Es el cuadrante de la verdad intersubjetiva, de la moral y la religión. Su lenguaje es en primera persona del plural (nosotros), y su criterio de validez consiste en la rectitud (este cuadrante del “nosotros” fue diferenciado por Kant (2008) mediante su obra Crítica de la razón práctica).
Lo exterior-colectivo: A su vez, la cultura, también tiene sus componentes materiales (del mismo modo en que el pensamiento tiene sus correlatos cerebrales). Citando textualmente a Wilber: “estos componentes sociales concretos son las modalidades tecnológicas, las fuerzas de producción (hortícola, agraria, industrial, etc.), las instituciones concretas, los códigos y pautas escritas, las ubicaciones geopolíticas (aldeas, poblados, estados, etc.), etc.” Es el cuadrante de la verdad inter-objetiva, efectiva y de las ciencias sistémicas. Su lenguaje es también en tercera persona (ellos), y su criterio de validez consiste en el ajuste funcional o efectividad (este cuadrante del “ellos” es una extensión del “ello” y fue diferenciado por Kant (2005) mediante su obra Crítica de la razón pura).
Bibliografía:
Kant, Inmanuel. Crítica de la razón pura. Madrid: Taurus, 2005.
Kant, Inmanuel. Crítica del juicio. Barcelona: Espasa libros, 2006a.
Kant, Inmanuel. Crítica de la razón práctica. Buenos Aires: Losada, 2008.
Martos, Amador. Ken Wilber y los nuevos paradigmas de la humanidad. España: Amazon, 2016.
Este artículo es una reproducción de la nota 65 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 101:
Siguiendo la estela de Wilber, mi obra Pensar en ser libre, de la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal es una humilde revisión de la historia del pensamiento al propugnar que el “movimiento transpersonal” debe ser rehabilitado históricamente más allá del misticismo cuántico, término acuñado peyorativamente por los caducos materialistas científicos. Evidencio en dicha obra que el pasado pertenece a la razón individualista, pero el futuro pertenece al espíritu colectivo. Así, esa razón egocéntrica, muy a su pesar, se está retorciendo de dolor (Jara, 2007a), un daño causado por el hombre al hombre, todo un contra sentido holístico de la naturaleza. Así, el giro natural, nunca mejor dicho, es que el genuino cogito cartesiano se auxilie con el espíritu kantiano mediante su imperativo categórico, lo que perennemente se ha conocido como amor. Lo que viene a decir la historia es que no se puede vivir sin amor (Hüther, 2015), porque es la más alta motivación que nos alienta a vivir, una cuestión ahora reconocida y evidenciada desde la neurobiología y la sociobiología (1) . ¿Acaso no hacemos lo que hacemos por amor a nuestros seres queridos? Pero ese amor ha sido también desahuciado del corazón de las personas por el perverso sistema capitalista que pone todo en venta, hasta nuestras emociones y nuestros sentimientos, anulando incluso nuestra voluntad sobre nuestros actos y pensamientos, convirtiéndonos entonces en autómatas productores de bienes de consumo para la exclusiva satisfacción del ego, descuidando así plenamente al espíritu. Desolador pensamiento occidental.
NOTA (1):
El darwinismo y la teoría de la evolución y la selección natural se han convertido en pilares de la biología moderna. Gracias a ellos entendemos un poco mejor cómo se ha desarrollado la vida en sus múltiples manifestaciones. Sin embargo, cuando hablamos de animales superiores, como el ser humano, no todo parece justificarse a través de un naturalismo simple. Gerald Hüther (2015), neurobiólogo y autor de La evolución del amor, afirma que hay que tener en cuenta también otro ingrediente crucial, que afecta a hacia dónde se dirige nuestra especie y por dónde ha transcurrido hasta la fecha. Ese ingrediente, para este prestigioso científico, es el amor.
Hüther considera que el amor, como manifestación biológica, resulta crucial para explicar la historia de la evolución humana reciente, como elemento de cohesión personal, de garantía de la unión en una pareja o de cooperación en un grupo social. Sin el amor, un fenómeno creado por la propia evolución, la intrincada red de enlaces familiares que se han venido sucediendo a lo largo de la historia sería muy diferente, y distintos también, con seguridad, los rumbos seguidos por nuestra especie. Gracia a él, no solo tienen valor los genes egoístas, o la supervivencia del más fuerte, sino también la capacidad de elección de pareja por motivos distintos a la simple atracción física o el instinto reproductor.
En esta obra, el también catedrático de ciencias naturales y doctor en medicina reflexiona sobre el concepto del amor y sus raíces biológicas, así como las consecuencias de su existencia. Puede decirse que nuestra comprensión del amor ha evolucionado con los tiempos, pero que a pesar del surgimiento de la razón y del pensamiento crítico, este sentimiento sigue siendo importante por su influencia en el futuro de la especie.
Hüther nos cuenta como, con el auge del naturalismo y la ilustración, Darwin y otros científicos tuvieron que convivir con los nuevos descubrimientos y con conceptos ya caducos, como las explicaciones de la religión sobre el origen del hombre. Pero a pesar de la llegada de la razón en este campo, aún costaba explicar el papel que tenía en todo ello el amor. Así, del darwinismo más descarnado, se pasó al darwinismo social, y posteriormente al determinismo del comportamiento. Finalmente, la sociobiología se apoderó de la escena.
Para Hüther, el amor también es la fuente de nuestra creatividad, no solo en el caso de músicos y artistas; también lo es para muchos grandes políticos y científicos. Es la base de nuestra existencia y nuestros logros culturales. Por el contrario, el estrés, la presión y la ansiedad no resultan del amor, sino de la competencia, que es la fuerza motora de la especialización, no de la creatividad. Según Hüther, todos somos “hijos del amor”, aunque a veces lo olvidamos porque la competencia y la guerra han impulsado grandes invenciones. Sin embargo, lo que nos une y lo que nos mantiene unidos a la naturaleza y a los demás es el amor, pese a la competencia.
Así, el amor es nuestra única perspectiva de supervivencia en este planeta. Estamos a punto de agotar nuestros propios recursos naturales, al explotarlos y contaminarlos, porque competimos entre nosotros, como individuos y como naciones. La única fuerza que puede vencer esta competencia autodestructiva es el amor, o si prefieres un término más cognitivo, el compromiso de equipo y la creatividad participativa. El amor es la fuente de logros evolutivos fundamentales. La selección sexual, es decir, la elección de pareja basada en un sentimiento que llamamos amor, provocó el moldeado de nuestros cuerpos en función de las preferencias y gustos de la pareja. Además, el amor paternal permitió fomentar las capacidades de nuestros hijos. Sin el cariño no seríamos capaces de dedicarnos a los demás y comprometernos. Tampoco podríamos alentarnos e inspirarnos los unos a los otros.
Para Hüther, es evidente de que para sacar provecho de nuestro potencial tenemos que encontrarnos los unos con los otros como sujetos en lugar de tratarnos como objetos. Solo la gente “amorosa” es capaz de tratar a los demás como sujetos. Pero, en la actualidad, nuestra cultura favorece a aquellos que usan y manipulan a los demás para lograr sus propósitos. A menos que este tipo de relaciones interpersonales y culturales desarrolladas a lo largo de la historia se supere, no seremos capaces de resolver ninguno de los problemas a los que nos enfrentamos ahora. La lucha por el poder y la dominación es la verdadera causa de todos nuestros problemas.
Ya es posible pues afirmar que el papel del amor es tan importante en el devenir de nuestra especie como puedan serlo otros factores biológicos. En este libro encontraremos los argumentos que lo confirman.
Bibliografía:
Hüther, Gerald. La evolución del amor. Barcelona: Plataforma, 2015.
Jara, Miguel. Conspiracines tóxicas. Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales. Barcelona: Martinez Roca, 2007a.
Ver más
Extracto de la página 101:
Siguiendo la estela de Wilber, mi obra Pensar en ser libre, de la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal es una humilde revisión de la historia del pensamiento al propugnar que el “movimiento transpersonal” debe ser rehabilitado históricamente más allá del misticismo cuántico, término acuñado peyorativamente por los caducos materialistas científicos. Evidencio en dicha obra que el pasado pertenece a la razón individualista, pero el futuro pertenece al espíritu colectivo. Así, esa razón egocéntrica, muy a su pesar, se está retorciendo de dolor (Jara, 2007a), un daño causado por el hombre al hombre, todo un contra sentido holístico de la naturaleza. Así, el giro natural, nunca mejor dicho, es que el genuino cogito cartesiano se auxilie con el espíritu kantiano mediante su imperativo categórico, lo que perennemente se ha conocido como amor. Lo que viene a decir la historia es que no se puede vivir sin amor (Hüther, 2015), porque es la más alta motivación que nos alienta a vivir, una cuestión ahora reconocida y evidenciada desde la neurobiología y la sociobiología (1) . ¿Acaso no hacemos lo que hacemos por amor a nuestros seres queridos? Pero ese amor ha sido también desahuciado del corazón de las personas por el perverso sistema capitalista que pone todo en venta, hasta nuestras emociones y nuestros sentimientos, anulando incluso nuestra voluntad sobre nuestros actos y pensamientos, convirtiéndonos entonces en autómatas productores de bienes de consumo para la exclusiva satisfacción del ego, descuidando así plenamente al espíritu. Desolador pensamiento occidental.
NOTA (1):
El darwinismo y la teoría de la evolución y la selección natural se han convertido en pilares de la biología moderna. Gracias a ellos entendemos un poco mejor cómo se ha desarrollado la vida en sus múltiples manifestaciones. Sin embargo, cuando hablamos de animales superiores, como el ser humano, no todo parece justificarse a través de un naturalismo simple. Gerald Hüther (2015), neurobiólogo y autor de La evolución del amor, afirma que hay que tener en cuenta también otro ingrediente crucial, que afecta a hacia dónde se dirige nuestra especie y por dónde ha transcurrido hasta la fecha. Ese ingrediente, para este prestigioso científico, es el amor.
Hüther considera que el amor, como manifestación biológica, resulta crucial para explicar la historia de la evolución humana reciente, como elemento de cohesión personal, de garantía de la unión en una pareja o de cooperación en un grupo social. Sin el amor, un fenómeno creado por la propia evolución, la intrincada red de enlaces familiares que se han venido sucediendo a lo largo de la historia sería muy diferente, y distintos también, con seguridad, los rumbos seguidos por nuestra especie. Gracia a él, no solo tienen valor los genes egoístas, o la supervivencia del más fuerte, sino también la capacidad de elección de pareja por motivos distintos a la simple atracción física o el instinto reproductor.
En esta obra, el también catedrático de ciencias naturales y doctor en medicina reflexiona sobre el concepto del amor y sus raíces biológicas, así como las consecuencias de su existencia. Puede decirse que nuestra comprensión del amor ha evolucionado con los tiempos, pero que a pesar del surgimiento de la razón y del pensamiento crítico, este sentimiento sigue siendo importante por su influencia en el futuro de la especie.
Hüther nos cuenta como, con el auge del naturalismo y la ilustración, Darwin y otros científicos tuvieron que convivir con los nuevos descubrimientos y con conceptos ya caducos, como las explicaciones de la religión sobre el origen del hombre. Pero a pesar de la llegada de la razón en este campo, aún costaba explicar el papel que tenía en todo ello el amor. Así, del darwinismo más descarnado, se pasó al darwinismo social, y posteriormente al determinismo del comportamiento. Finalmente, la sociobiología se apoderó de la escena.
Para Hüther, el amor también es la fuente de nuestra creatividad, no solo en el caso de músicos y artistas; también lo es para muchos grandes políticos y científicos. Es la base de nuestra existencia y nuestros logros culturales. Por el contrario, el estrés, la presión y la ansiedad no resultan del amor, sino de la competencia, que es la fuerza motora de la especialización, no de la creatividad. Según Hüther, todos somos “hijos del amor”, aunque a veces lo olvidamos porque la competencia y la guerra han impulsado grandes invenciones. Sin embargo, lo que nos une y lo que nos mantiene unidos a la naturaleza y a los demás es el amor, pese a la competencia.
Así, el amor es nuestra única perspectiva de supervivencia en este planeta. Estamos a punto de agotar nuestros propios recursos naturales, al explotarlos y contaminarlos, porque competimos entre nosotros, como individuos y como naciones. La única fuerza que puede vencer esta competencia autodestructiva es el amor, o si prefieres un término más cognitivo, el compromiso de equipo y la creatividad participativa. El amor es la fuente de logros evolutivos fundamentales. La selección sexual, es decir, la elección de pareja basada en un sentimiento que llamamos amor, provocó el moldeado de nuestros cuerpos en función de las preferencias y gustos de la pareja. Además, el amor paternal permitió fomentar las capacidades de nuestros hijos. Sin el cariño no seríamos capaces de dedicarnos a los demás y comprometernos. Tampoco podríamos alentarnos e inspirarnos los unos a los otros.
Para Hüther, es evidente de que para sacar provecho de nuestro potencial tenemos que encontrarnos los unos con los otros como sujetos en lugar de tratarnos como objetos. Solo la gente “amorosa” es capaz de tratar a los demás como sujetos. Pero, en la actualidad, nuestra cultura favorece a aquellos que usan y manipulan a los demás para lograr sus propósitos. A menos que este tipo de relaciones interpersonales y culturales desarrolladas a lo largo de la historia se supere, no seremos capaces de resolver ninguno de los problemas a los que nos enfrentamos ahora. La lucha por el poder y la dominación es la verdadera causa de todos nuestros problemas.
Ya es posible pues afirmar que el papel del amor es tan importante en el devenir de nuestra especie como puedan serlo otros factores biológicos. En este libro encontraremos los argumentos que lo confirman.
Bibliografía:
Hüther, Gerald. La evolución del amor. Barcelona: Plataforma, 2015.
Jara, Miguel. Conspiracines tóxicas. Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales. Barcelona: Martinez Roca, 2007a.
Este artículo es una reproducción de la nota 64 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 100:
La ciencia es usada servil y criminalmente por los poderes fácticos (1) ; el ego está sodomizado por el sistema capitalista; y la moralidad social está supeditada a los dogmas religiosos y a la oligarquía plutocrática. Kant (2007) fue consciente de los riesgos de la diferenciación entre la ciencia, el ego y la moralidad, y así lo expresó en su ensayo ¿Qué es la ilustración? La integración de esos tres mundos -ciencia, ego y moralidad-, sin lugar a dudas, se vislumbra como posible gracias al movimiento “transpersonal” surgido como “cuarta fuerza” de la psicología: tiene como objetivo integrar la racionalidad con la espiritualidad. Este racionalismo espiritual ha sido conceptuado en un magistral sistema de pensamiento por Ken Wilber (2005b) mediante su obra cumbre Sexo, Ecología, Espiritualidad, erguido así este pensador como el representante más emblemático de la filosofía transpersonal y psicología transpersonal.
NOTA (1):
En la historia de la humanidad, hay una lista de mártires de la ciencia que han sufrido exilio, exclusión social e incluso la muerte por pensar diferentemente al pensamiento dominante de su época. Los asesinatos y ejecuciones de esos mártires de la ciencia lo fueron por motivos religiosos o políticos. Estos son algunos de esos mártires de la ciencia: Hipatia de Alejandría (355/370-415/416), Pietro d'Abano (1250-1318), Garcia de Orta (1500-1568), Miguel Servet (1509-1553),Giordano Bruno (1548-1600), Galileo Galilei (1564-1642), Lucilio Vanini (1585-1619), Daniel McFarlan Moore (1869-1936), Ernest Gibbins (1900-1942), Dian Fossey (1932-1985).
Si los poderes fácticos -económicos, políticos y religiosos- han actuado así a través de la historia, ¿cabe suponer que no hay en la actualidad mártires de la ciencia a manos de los mismos que manipulan la historia y la humanidad? Dicho de otro modo, y como trato de demostrar en este ensayo, hay una “inquisición oculta” que quiere preservar su poder hegemónico a través de la historia y a costa de la humanidad. Esa “inquisición oculta” está, presumiblemente, detrás de los grandes intereses de las empresas petroleras, farmacéuticas, agro-alimentarias y bancarias. Quizá el mártir de la ciencia más conocido en la historia reciente sea Nicolás Tesla (1856-1943), cuyo gran sueño fue la transmisión de energía sin necesidad de usar alambres, de modo que pudiera enviar energía gratuita a todo el mundo, lo cual evidentemente iba en contra del entramado de intereses de los plutócratas: murió denigrado en la miseria y la gran mayoría de sus patentes sobre energía libre han desaparecido.
Y en la actualidad, en el inicio de este siglo XXI, ¿existen tales persecuciones por motivos económicos y de poder? Parece ser que sí, aunque ello no sea noticia en los medios tradicionales a manos de los poderes fácticos. En el sitio web cazadebunkers.wordpress.com, y con fecha 30 de mayo 2013, se detalla con nombres, apellidos y circunstancia extrañas de la desaparición de más de 110 científicos entre los años 1994 y 2011.
Pero quizá los científicos más expuestos contra esa “inquisición oculta” son los científicos que, como Tesla, hacen tambalear el poder sustentado en la energía tradicional (electricidad y petróleo), mediante inventos ligados a la energía barata y asequible para toda la humanidad. Estos son algunos de esos casos:
-Daniel Dingel, filipino, hizo funcionar sus coches con agua: sentenciado en 2008 a los 82 años de edad a 20 años de cárcel.
-Stanley Meyer, norteamericano, hizo funcionar su coche con agua: murió gritando me han envenenado, su hermano denunció el posterior robo del coche.
-Arturo Estévez Varela, español, hizo funcionar su moto con agua ante notario en Sevilla, donó sus patentes al estado español: sus patentes están desaparecidas de la oficina de patentes, nunca se supo más de Arturo.
-Paul Pantone, norteamericano, inventor del motor Pantone funcionando con un 80% de agua: condenado judicialmente y encerrado en un psiquiátrico.
-John Kanzius, norteamericano, descubrió como convertir el agua salada del mar en combustible: murió 6 meses después.
Probablemente esta lista se quede corta. Valga esta nota como una vindicación de la verdad científica que es ninguneada, acallada y sus inventores reducidos al silencio por intereses de los poderes fácticos. Este es un ensayo epistemológico, es decir, como teoría del conocimiento. Pero a la vista de cómo ha sido la historia citada de esos mártires de la ciencia, este pensador presume que la mentira y la manipulación por una “inquisición oculta” impide que la ciencia sea libre y al servicio de la humanidad y, por tanto, una vez más, es preciso recordar el aforismo bíblico de que “la verdad os hará libres”. Lo contrario, la ignorancia, esclaviza a la humanidad; una ignorancia que “inquisidores ocultos” tratan de perpetuar para impedir que el ser humano sea libre con conocimiento de causa.
Bibliografía:
Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005b.
Ver más
Extracto de la página 100:
La ciencia es usada servil y criminalmente por los poderes fácticos (1) ; el ego está sodomizado por el sistema capitalista; y la moralidad social está supeditada a los dogmas religiosos y a la oligarquía plutocrática. Kant (2007) fue consciente de los riesgos de la diferenciación entre la ciencia, el ego y la moralidad, y así lo expresó en su ensayo ¿Qué es la ilustración? La integración de esos tres mundos -ciencia, ego y moralidad-, sin lugar a dudas, se vislumbra como posible gracias al movimiento “transpersonal” surgido como “cuarta fuerza” de la psicología: tiene como objetivo integrar la racionalidad con la espiritualidad. Este racionalismo espiritual ha sido conceptuado en un magistral sistema de pensamiento por Ken Wilber (2005b) mediante su obra cumbre Sexo, Ecología, Espiritualidad, erguido así este pensador como el representante más emblemático de la filosofía transpersonal y psicología transpersonal.
NOTA (1):
En la historia de la humanidad, hay una lista de mártires de la ciencia que han sufrido exilio, exclusión social e incluso la muerte por pensar diferentemente al pensamiento dominante de su época. Los asesinatos y ejecuciones de esos mártires de la ciencia lo fueron por motivos religiosos o políticos. Estos son algunos de esos mártires de la ciencia: Hipatia de Alejandría (355/370-415/416), Pietro d'Abano (1250-1318), Garcia de Orta (1500-1568), Miguel Servet (1509-1553),Giordano Bruno (1548-1600), Galileo Galilei (1564-1642), Lucilio Vanini (1585-1619), Daniel McFarlan Moore (1869-1936), Ernest Gibbins (1900-1942), Dian Fossey (1932-1985).
Si los poderes fácticos -económicos, políticos y religiosos- han actuado así a través de la historia, ¿cabe suponer que no hay en la actualidad mártires de la ciencia a manos de los mismos que manipulan la historia y la humanidad? Dicho de otro modo, y como trato de demostrar en este ensayo, hay una “inquisición oculta” que quiere preservar su poder hegemónico a través de la historia y a costa de la humanidad. Esa “inquisición oculta” está, presumiblemente, detrás de los grandes intereses de las empresas petroleras, farmacéuticas, agro-alimentarias y bancarias. Quizá el mártir de la ciencia más conocido en la historia reciente sea Nicolás Tesla (1856-1943), cuyo gran sueño fue la transmisión de energía sin necesidad de usar alambres, de modo que pudiera enviar energía gratuita a todo el mundo, lo cual evidentemente iba en contra del entramado de intereses de los plutócratas: murió denigrado en la miseria y la gran mayoría de sus patentes sobre energía libre han desaparecido.
Y en la actualidad, en el inicio de este siglo XXI, ¿existen tales persecuciones por motivos económicos y de poder? Parece ser que sí, aunque ello no sea noticia en los medios tradicionales a manos de los poderes fácticos. En el sitio web cazadebunkers.wordpress.com, y con fecha 30 de mayo 2013, se detalla con nombres, apellidos y circunstancia extrañas de la desaparición de más de 110 científicos entre los años 1994 y 2011.
Pero quizá los científicos más expuestos contra esa “inquisición oculta” son los científicos que, como Tesla, hacen tambalear el poder sustentado en la energía tradicional (electricidad y petróleo), mediante inventos ligados a la energía barata y asequible para toda la humanidad. Estos son algunos de esos casos:
-Daniel Dingel, filipino, hizo funcionar sus coches con agua: sentenciado en 2008 a los 82 años de edad a 20 años de cárcel.
-Stanley Meyer, norteamericano, hizo funcionar su coche con agua: murió gritando me han envenenado, su hermano denunció el posterior robo del coche.
-Arturo Estévez Varela, español, hizo funcionar su moto con agua ante notario en Sevilla, donó sus patentes al estado español: sus patentes están desaparecidas de la oficina de patentes, nunca se supo más de Arturo.
-Paul Pantone, norteamericano, inventor del motor Pantone funcionando con un 80% de agua: condenado judicialmente y encerrado en un psiquiátrico.
-John Kanzius, norteamericano, descubrió como convertir el agua salada del mar en combustible: murió 6 meses después.
Probablemente esta lista se quede corta. Valga esta nota como una vindicación de la verdad científica que es ninguneada, acallada y sus inventores reducidos al silencio por intereses de los poderes fácticos. Este es un ensayo epistemológico, es decir, como teoría del conocimiento. Pero a la vista de cómo ha sido la historia citada de esos mártires de la ciencia, este pensador presume que la mentira y la manipulación por una “inquisición oculta” impide que la ciencia sea libre y al servicio de la humanidad y, por tanto, una vez más, es preciso recordar el aforismo bíblico de que “la verdad os hará libres”. Lo contrario, la ignorancia, esclaviza a la humanidad; una ignorancia que “inquisidores ocultos” tratan de perpetuar para impedir que el ser humano sea libre con conocimiento de causa.
Bibliografía:
Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005b.
Este artículo es una reproducción de la nota 63 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 100:
Las consecuencias de La sociedad de la ignorancia (Mayos et al., 2011) son visibles en este decadente sistema capitalista de producción: predomina un egoísmo propulsor del infinito crecimiento en un planeta finito, lo cual invita al decrecimiento (Latouche, 2011) ya que plantea graves consecuencias humanas en la globalización en la que se halla inmersa este mundo (Bauman, 2003); también la libertad de los mercados está por encima de la de las personas; sin olvidar el acopio del conocimiento científico para el belicismo y la manipulación de la humanidad por una minoría de peligrosos psicópatas que gobiernan en la sombra (Estulin, 2007) (1) . Vuelvo a insistir, nos hallamos antes un caos civilizatorio en toda regla, principalmente, porque todavía no se ha logrado la integración de esos tres mundos diferenciados por Kant: ciencia, ego y moralidad.
NOTA (1):
Los señores de las sombras (Estulin, 2007) es una investigación que pone al descubierto los vínculos entre los gobiernos, Servicios de Inteligencia, traficantes de drogas, terroristas internacionales y grandes empresas petroleras.
Descubre toda la verdad sobre: El asesinato con polonio del ex espía ruso Alexander Litvinenko. El beneficio que, protegidos por la CIA, obtienen del negocio mundial de la droga las grandes corporaciones y los bancos occidentales. Cómo Roman Abramovich, actual propietario del Chelsea F. C., y Boris Berezovsky, el mayor oligarca de Rusia, robaron más de 2.800 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional. Cómo las ONG están expoliando Darfur (Sudán) con la ayuda de las grandes multinacionales, que quieren hacerse con los yacimientos petrolíferos de todo el país. La estrecha relación de Victor Bout, el mayor traficante de armas del mundo, y el gobierno de George W. Bush. Cómo el fundamentalismo cristiano estadounidense está relacionado con Al Qaeda y el tráfico de drogas en Afganistán. La relación de la Hermandad Musulmana -que mantiene fuertes vínculos con la Casa Blanca- con los atentados del 11 de marzo en Madrid.
Bibliografía:
Bauman, Zygmunt. La globalización: consecuencias humanas. México: Fondo de Cultura Económica de España, 2003.
Estulin, Daniel. Los señores de las sombras. Madrid: Del Bronce, 2007.
Latouche, Serge. La hora del decrecimiento. Barcelona: Octaedro, 2011.
Mayos, Gonçal et al. La sociedad de la ignorancia. Barcelona: Península, 2011.
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Extracto de la página 100:
Las consecuencias de La sociedad de la ignorancia (Mayos et al., 2011) son visibles en este decadente sistema capitalista de producción: predomina un egoísmo propulsor del infinito crecimiento en un planeta finito, lo cual invita al decrecimiento (Latouche, 2011) ya que plantea graves consecuencias humanas en la globalización en la que se halla inmersa este mundo (Bauman, 2003); también la libertad de los mercados está por encima de la de las personas; sin olvidar el acopio del conocimiento científico para el belicismo y la manipulación de la humanidad por una minoría de peligrosos psicópatas que gobiernan en la sombra (Estulin, 2007) (1) . Vuelvo a insistir, nos hallamos antes un caos civilizatorio en toda regla, principalmente, porque todavía no se ha logrado la integración de esos tres mundos diferenciados por Kant: ciencia, ego y moralidad.
NOTA (1):
Los señores de las sombras (Estulin, 2007) es una investigación que pone al descubierto los vínculos entre los gobiernos, Servicios de Inteligencia, traficantes de drogas, terroristas internacionales y grandes empresas petroleras.
Descubre toda la verdad sobre: El asesinato con polonio del ex espía ruso Alexander Litvinenko. El beneficio que, protegidos por la CIA, obtienen del negocio mundial de la droga las grandes corporaciones y los bancos occidentales. Cómo Roman Abramovich, actual propietario del Chelsea F. C., y Boris Berezovsky, el mayor oligarca de Rusia, robaron más de 2.800 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional. Cómo las ONG están expoliando Darfur (Sudán) con la ayuda de las grandes multinacionales, que quieren hacerse con los yacimientos petrolíferos de todo el país. La estrecha relación de Victor Bout, el mayor traficante de armas del mundo, y el gobierno de George W. Bush. Cómo el fundamentalismo cristiano estadounidense está relacionado con Al Qaeda y el tráfico de drogas en Afganistán. La relación de la Hermandad Musulmana -que mantiene fuertes vínculos con la Casa Blanca- con los atentados del 11 de marzo en Madrid.
Bibliografía:
Bauman, Zygmunt. La globalización: consecuencias humanas. México: Fondo de Cultura Económica de España, 2003.
Estulin, Daniel. Los señores de las sombras. Madrid: Del Bronce, 2007.
Latouche, Serge. La hora del decrecimiento. Barcelona: Octaedro, 2011.
Mayos, Gonçal et al. La sociedad de la ignorancia. Barcelona: Península, 2011.
Este artículo es una reproducción de la nota 54 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 81:
Es en este rescoldo de la historia del pensamiento donde se está produciendo la metamorfosis del primer renacimiento humanístico (razón) hacia un segundo renacimiento humanístico (espíritu) (Martos, 2012a). La razón ha quedado conmocionada al estrellarse en el estudio de la materia mediante la física cuántica, lo cual ha producido un giro copernicano en la mirada desde el “ver para creer” al “creer para ver”, desde el método científico a la fenomenología (1) , desde el racionalismo pragmático al racionalismo espiritual, desde el materialismo científico al misticismo cuántico , desde el neoliberalismo al altermundismo, desde la psicología tradicional a la psicología transpersonal, desde la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal , y cómo no, de la educación tradicional a La educación cuántica. Tantos cambios de paradigmas implican un revisionismo humano, vislumbran la necesidad de una renovada epistemología -véase el esquema epistemológico en el prólogo- y, por ende, una reinterpretación de la historia del pensamiento.
NOTA (1):
La fenomenología nace en Europa con la filosofía de Brentano, y posteriormente fue desarrollada por Husserl. La filosofía de Franz Brentano supone una reacción frente a las teorías asociacionistas, considerando la psicología como una disciplina científica dedicada al análisis de los fenómenos psíquicos. Al estudiar la estructura del aparato psíquico, Brentano se da cuenta de que la conciencia siempre es conciencia de algo, y que siempre apunta hacia un objeto, por lo que los actos de la conciencia tienen un carácter intencional. De forma que recupera el concepto escolástico de intencionalidad, y afirma que es un elemento estructural de la conciencia, que tiene la capacidad de salir de sí para iluminar los objetos de conocimiento; es decir, tiende de manera natural a ir hacia los objetos (de hecho, el concepto de intencionalidad se deriva del latín intendere, que significa tender hacia) (Brentano, 1942). Brentano está especialmente interesado en el análisis de los actos psíquicos o actos de conciencia, y propone que es necesario desarrollar una psicología descriptiva que tenga en cuenta los datos de la experiencia, en lugar de centrarse únicamente en el racionalismo y en el intento de dar explicaciones de los hechos. Posteriormente Edmund Husserl recupera la propuesta de Brentano y la utiliza como una de las bases de su propuesta fenomenológica (Husserl, 1999). La fenomenología de Husserl influyó en la psicología de la Gestalt alemana, y se convertiría en uno de los fundamentos de las corrientes psicológicas existencial y humanista, así como de la psicología transpersonal (Ferrer, 2003; Grof, 1988). (Cita extraída de la Tesis Doctoral de Iker Puente, titulada Complejidad y psicología transpersonal: Caos, autoorganización y experiencia cumbre en psicoterapia (Universidad Autónoma de Barcelona, 2014, pp. 157-158).
Bibliografía:
Brentano, Franz. Psicología. Buenos Aires: Editorial Schapire, 1942.
Ferrer, Jorge. Espiritualidad creativa: una visión participativa de lo transpersonal. Barcelona: Kairós, 2003.
Grof, Stanislav. Psicología Transpersonal: nacimiento, muerte y trascendencia en psicoterapia. Barcelona: Kairós, 1988.
Husserl, Edmund. Fenomenología. Barcelona: Ediciones 62, 1999.
Martos, Amador. La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico transpersonal . Pág.47 a 68, Madrid: Journal of Transpersonal Research, 2012a, Vol. 4 (1). ISSN: 1989-6077.
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Extracto de la página 81:
Es en este rescoldo de la historia del pensamiento donde se está produciendo la metamorfosis del primer renacimiento humanístico (razón) hacia un segundo renacimiento humanístico (espíritu) (Martos, 2012a). La razón ha quedado conmocionada al estrellarse en el estudio de la materia mediante la física cuántica, lo cual ha producido un giro copernicano en la mirada desde el “ver para creer” al “creer para ver”, desde el método científico a la fenomenología (1) , desde el racionalismo pragmático al racionalismo espiritual, desde el materialismo científico al misticismo cuántico , desde el neoliberalismo al altermundismo, desde la psicología tradicional a la psicología transpersonal, desde la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal , y cómo no, de la educación tradicional a La educación cuántica. Tantos cambios de paradigmas implican un revisionismo humano, vislumbran la necesidad de una renovada epistemología -véase el esquema epistemológico en el prólogo- y, por ende, una reinterpretación de la historia del pensamiento.
NOTA (1):
La fenomenología nace en Europa con la filosofía de Brentano, y posteriormente fue desarrollada por Husserl. La filosofía de Franz Brentano supone una reacción frente a las teorías asociacionistas, considerando la psicología como una disciplina científica dedicada al análisis de los fenómenos psíquicos. Al estudiar la estructura del aparato psíquico, Brentano se da cuenta de que la conciencia siempre es conciencia de algo, y que siempre apunta hacia un objeto, por lo que los actos de la conciencia tienen un carácter intencional. De forma que recupera el concepto escolástico de intencionalidad, y afirma que es un elemento estructural de la conciencia, que tiene la capacidad de salir de sí para iluminar los objetos de conocimiento; es decir, tiende de manera natural a ir hacia los objetos (de hecho, el concepto de intencionalidad se deriva del latín intendere, que significa tender hacia) (Brentano, 1942). Brentano está especialmente interesado en el análisis de los actos psíquicos o actos de conciencia, y propone que es necesario desarrollar una psicología descriptiva que tenga en cuenta los datos de la experiencia, en lugar de centrarse únicamente en el racionalismo y en el intento de dar explicaciones de los hechos. Posteriormente Edmund Husserl recupera la propuesta de Brentano y la utiliza como una de las bases de su propuesta fenomenológica (Husserl, 1999). La fenomenología de Husserl influyó en la psicología de la Gestalt alemana, y se convertiría en uno de los fundamentos de las corrientes psicológicas existencial y humanista, así como de la psicología transpersonal (Ferrer, 2003; Grof, 1988). (Cita extraída de la Tesis Doctoral de Iker Puente, titulada Complejidad y psicología transpersonal: Caos, autoorganización y experiencia cumbre en psicoterapia (Universidad Autónoma de Barcelona, 2014, pp. 157-158).
Bibliografía:
Brentano, Franz. Psicología. Buenos Aires: Editorial Schapire, 1942.
Ferrer, Jorge. Espiritualidad creativa: una visión participativa de lo transpersonal. Barcelona: Kairós, 2003.
Grof, Stanislav. Psicología Transpersonal: nacimiento, muerte y trascendencia en psicoterapia. Barcelona: Kairós, 1988.
Husserl, Edmund. Fenomenología. Barcelona: Ediciones 62, 1999.
Martos, Amador. La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico transpersonal . Pág.47 a 68, Madrid: Journal of Transpersonal Research, 2012a, Vol. 4 (1). ISSN: 1989-6077.
Este artículo es una reproducción de las notas 34 y 35 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 36:
Si el cambio comienza por uno mismo, ¿por dónde comenzar? Hay personas quienes pensamos que otro mundo es posible desde el surgimiento de la física cuántica, pues es todo un giro copernicano (1) en la mirada desde el “ver para creer” al “creer para ver”, de la razón a la espiritualidad, de ahí los peyorativamente denominados “místicos cuánticos” por la comunidad científica servil a los poderes fácticos. Sin embargo, son cada vez más los díscolos científicos que escapan del materialismo científico para convertirse en “pensadores cuánticos”, cuyo único pecado es haber aunado la razón con la espiritualidad, no entendida exclusivamente en su acepción religiosa, sino como la intersubjetividad kantiana magníficamente expuesta en su imperativo categórico (2) , un amor también profesado por santos, budas, yoguis o místicos. En suma, se trata de una metamorfosis de la racionalidad pragmática a la racionalidad espiritual, de una trascendencia desde la filosofía tradicionalmente impartida en el actual sistema educativo hacia la filosofía transpersonal: un cambio de paradigma magistralmente argumentado por Ken Wilber (2005) en su obra Sexo, Ecología, Espiritualidad.
NOTAS:
(1) En filosofía, el giro copernicano o revolución copernicana hace referencia a la propuesta realizada por Kant para entender cómo es posible el conocimiento sintético a priori que da lugar al Idealismo Trascendental.
Kant explica el cambio que supone su filosofía en la concepción del conocimiento basándose en una analogía con la revolución copernicana. En astronomía, Copérnico comprendió que no se podía entender el movimiento de los objetos celestes con la tesis según la cual la Tierra está en el centro del universo y el Sol y los demás objetos celestes giran a su alrededor; comprendió que para entender el movimiento de los objetos celestes era necesario cambiar la relación poniendo al Sol en el centro y suponiendo que es la Tierra la que gira a su alrededor.
De un modo análogo, Kant considera que en filosofía es preciso una revolución semejante a la copernicana: en filosofía el problema consiste en explicar el conocimiento sintético a priori ; la filosofía anterior a Kant suponía que en la experiencia de conocimiento el sujeto cognoscente es pasivo, que el objeto conocido influye en el sujeto y provoca en él una representación fidedigna. Con esta explicación podemos entender, en todo caso, el conocimiento empírico, pero no el conocimiento a priori pues lo extraordinario de este último es que con él podemos saber algo de las cosas antes de experimentarlas, es decir, antes de que puedan influir en nuestra mente.
Kant propone darle la vuelta a la relación y aceptar que en la experiencia cognoscitiva el sujeto cognoscente es activo, que en el acto de conocimiento el sujeto cognoscente modifica la realidad conocida (en un sentido metafísico más amplio y con ayuda de la mecánica cuántica, es el mismo objetivo que pretende demostrar este ensayo). Según Kant, podemos entender el conocimiento sintético a priori si negamos que nosotros nos sometemos a las cosas, si aceptamos que son más bien las cosas las que se deben someter a nosotros: dado que para conocer un objeto antes ha de someterse a las condiciones de posibilidad de toda experiencia posible, es decir a las condiciones formales –a priori– impuestas por la estructura de nuestras facultades cognoscitivas, es posible saber a priori alguno de los rasgos que ha de tener cuando esté presente ante nosotros, precisamente los rasgos que dependen de dichas condiciones. Por ejemplo, a priori no podemos saber nunca si la figura que vamos a ver en la pizarra es un triángulo, ni las características contingentes de dicha figura (como su tamaño, su forma concreta, etcétera) pero sí podemos saber a priori que si es un triángulo ha de poseer todas las propiedades descritas por la geometría, ya que –según Kant– estas son una consecuencia de la peculiar estructura de nuestra mente, y a ellas se debe someter todo objeto del cual podamos tener experiencia. Estas ideas las resume Kant con la siguiente frase: “solo podemos conocer a priori de las cosas aquello que antes hemos puesto en ellas”.
En resumen, el giro copernicano hace mención al hecho de que solo podemos comprender el conocimiento a priori si admitimos que solo conocemos los fenómenos y no las cosas en sí mismas o noúmenos, si admitimos el Idealismo Trascendental como la filosofía verdadera.
Siguiendo la estela del pensamiento kantiano y merced a la física cuántica, este ensayo propugna asimismo un giro copernicano desde la filosofía tradicional occidental (en la cual Kant ocupa un lugar preeminente) hacia la filosofía perenne, y cuyo esquema epistemológico puede ser contemplado al final del prólogo. El giro copernicano propuesto en esta obra es, por tanto, todo un giro epistemológico desde la dualidad sujeto-objeto mantenida por el materialismo científico, a la no-dualidad del sujeto-objeto a la que aboga el genuino misticismo contemplativo exento de apriorismos dogmáticos procedentes de las religiones. En suma, el verdadero giro copernicano puede apreciarse en la psicología humana -de la psicología tradicional a la psicología transpersonal - , como un viaje iniciático de la transformación interior que ya Platón nos iluminó mediante su alegoría del Mito de la caverna.
(2) El imperativo categórico kantiano, nacido en la razón y con una finalidad eminentemente moral, tiene tres formulaciones. El imperativo categórico es un concepto central en la ética kantiana, y de toda la ética deontológica moderna posterior. Pretende ser un mandamiento autónomo (no dependiente de ninguna religión ni ideología) y autosuficiente, capaz de regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones. Kant empleó por primera vez el término en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785). Según Kant, del imperativo categórico existen tres formulaciones: 1- “Obra solo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal”. 2- “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca solo como un medio”. 3- “Obra como si, por medio de tus máximas, fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de los fines”.
Bibliografía:
Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005.
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Extracto de la página 36:
Si el cambio comienza por uno mismo, ¿por dónde comenzar? Hay personas quienes pensamos que otro mundo es posible desde el surgimiento de la física cuántica, pues es todo un giro copernicano (1) en la mirada desde el “ver para creer” al “creer para ver”, de la razón a la espiritualidad, de ahí los peyorativamente denominados “místicos cuánticos” por la comunidad científica servil a los poderes fácticos. Sin embargo, son cada vez más los díscolos científicos que escapan del materialismo científico para convertirse en “pensadores cuánticos”, cuyo único pecado es haber aunado la razón con la espiritualidad, no entendida exclusivamente en su acepción religiosa, sino como la intersubjetividad kantiana magníficamente expuesta en su imperativo categórico (2) , un amor también profesado por santos, budas, yoguis o místicos. En suma, se trata de una metamorfosis de la racionalidad pragmática a la racionalidad espiritual, de una trascendencia desde la filosofía tradicionalmente impartida en el actual sistema educativo hacia la filosofía transpersonal: un cambio de paradigma magistralmente argumentado por Ken Wilber (2005) en su obra Sexo, Ecología, Espiritualidad.
NOTAS:
(1) En filosofía, el giro copernicano o revolución copernicana hace referencia a la propuesta realizada por Kant para entender cómo es posible el conocimiento sintético a priori que da lugar al Idealismo Trascendental.
Kant explica el cambio que supone su filosofía en la concepción del conocimiento basándose en una analogía con la revolución copernicana. En astronomía, Copérnico comprendió que no se podía entender el movimiento de los objetos celestes con la tesis según la cual la Tierra está en el centro del universo y el Sol y los demás objetos celestes giran a su alrededor; comprendió que para entender el movimiento de los objetos celestes era necesario cambiar la relación poniendo al Sol en el centro y suponiendo que es la Tierra la que gira a su alrededor.
De un modo análogo, Kant considera que en filosofía es preciso una revolución semejante a la copernicana: en filosofía el problema consiste en explicar el conocimiento sintético a priori ; la filosofía anterior a Kant suponía que en la experiencia de conocimiento el sujeto cognoscente es pasivo, que el objeto conocido influye en el sujeto y provoca en él una representación fidedigna. Con esta explicación podemos entender, en todo caso, el conocimiento empírico, pero no el conocimiento a priori pues lo extraordinario de este último es que con él podemos saber algo de las cosas antes de experimentarlas, es decir, antes de que puedan influir en nuestra mente.
Kant propone darle la vuelta a la relación y aceptar que en la experiencia cognoscitiva el sujeto cognoscente es activo, que en el acto de conocimiento el sujeto cognoscente modifica la realidad conocida (en un sentido metafísico más amplio y con ayuda de la mecánica cuántica, es el mismo objetivo que pretende demostrar este ensayo). Según Kant, podemos entender el conocimiento sintético a priori si negamos que nosotros nos sometemos a las cosas, si aceptamos que son más bien las cosas las que se deben someter a nosotros: dado que para conocer un objeto antes ha de someterse a las condiciones de posibilidad de toda experiencia posible, es decir a las condiciones formales –a priori– impuestas por la estructura de nuestras facultades cognoscitivas, es posible saber a priori alguno de los rasgos que ha de tener cuando esté presente ante nosotros, precisamente los rasgos que dependen de dichas condiciones. Por ejemplo, a priori no podemos saber nunca si la figura que vamos a ver en la pizarra es un triángulo, ni las características contingentes de dicha figura (como su tamaño, su forma concreta, etcétera) pero sí podemos saber a priori que si es un triángulo ha de poseer todas las propiedades descritas por la geometría, ya que –según Kant– estas son una consecuencia de la peculiar estructura de nuestra mente, y a ellas se debe someter todo objeto del cual podamos tener experiencia. Estas ideas las resume Kant con la siguiente frase: “solo podemos conocer a priori de las cosas aquello que antes hemos puesto en ellas”.
En resumen, el giro copernicano hace mención al hecho de que solo podemos comprender el conocimiento a priori si admitimos que solo conocemos los fenómenos y no las cosas en sí mismas o noúmenos, si admitimos el Idealismo Trascendental como la filosofía verdadera.
Siguiendo la estela del pensamiento kantiano y merced a la física cuántica, este ensayo propugna asimismo un giro copernicano desde la filosofía tradicional occidental (en la cual Kant ocupa un lugar preeminente) hacia la filosofía perenne, y cuyo esquema epistemológico puede ser contemplado al final del prólogo. El giro copernicano propuesto en esta obra es, por tanto, todo un giro epistemológico desde la dualidad sujeto-objeto mantenida por el materialismo científico, a la no-dualidad del sujeto-objeto a la que aboga el genuino misticismo contemplativo exento de apriorismos dogmáticos procedentes de las religiones. En suma, el verdadero giro copernicano puede apreciarse en la psicología humana -de la psicología tradicional a la psicología transpersonal - , como un viaje iniciático de la transformación interior que ya Platón nos iluminó mediante su alegoría del Mito de la caverna.
(2) El imperativo categórico kantiano, nacido en la razón y con una finalidad eminentemente moral, tiene tres formulaciones. El imperativo categórico es un concepto central en la ética kantiana, y de toda la ética deontológica moderna posterior. Pretende ser un mandamiento autónomo (no dependiente de ninguna religión ni ideología) y autosuficiente, capaz de regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones. Kant empleó por primera vez el término en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785). Según Kant, del imperativo categórico existen tres formulaciones: 1- “Obra solo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal”. 2- “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca solo como un medio”. 3- “Obra como si, por medio de tus máximas, fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de los fines”.
Bibliografía:
Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005.
Este artículo es una reproducción de la nota 33 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 36:
Así, psicológicamente, el ego debe trascenderse conscientemente hacia una regenerada espiritualidad, en una fusión de la razón con el espíritu, sustituyendo el egoísmo por la compasión y la conciencia personal por la conciencia transpersonal (1); toda una trascendencia espiritual que permite ir Más allá del ego (Vaughan y Walsh, 2000) y ver el mundo como un todo holístico del cual somos un engranaje más en la naturaleza. La actual civilización está rompiendo el equilibrio natural y holístico de la vida, como acreditan las especulaciones sobre la Tercera Guerra Mundial por motivos económicos y energéticos. Será necesario un ingente esfuerzo de todos nosotros para salir de dicho atolladero, sin embargo, cualquier crisis es siempre una oportunidad de crecimiento personal y también colectivo. La actual crisis económica y social es también una crisis intelectual y espiritual de la humanidad, lo cual invita a repensar urgentemente el nuevo rumbo de este decrépito mundo. Y a ello he dirigido mis investigaciones, al conocimiento en profundidad de la naturaleza humana, en función de lo cual propugno que nuestra civilización debe cambiar urgentemente su derrotero que pasa, imperativamente, por una renovada pedagogía como pretende La educación cuántica. Una pedagogía cognitiva para cambiar el mundo, no desde fuera, sino desde el interior de las personas.
NOTA (1):
Etimológicamente el término transpersonal significa “más allá” o “a través” de lo personal, y en la literatura transpersonal se suele utilizar para hacer referencia a inquietudes, motivaciones, experiencias, estadios evolutivos, modos de ser y otros fenómenos que incluyen pero trascienden la esfera de la individualidad y de la personalidad humana, el yo o ego (Ferrer, 2003). Entre sus intereses centrales se encuentran “los procesos, valores y estados transpersonales, la conciencia unitiva, las experiencias cumbre, el éxtasis, la experiencia mística, la trascendencia, las teorías y prácticas de la meditación, los caminos espirituales, la realización (...) y los conceptos, experiencias y actividades con ellas relacionados” (Walsh y Vaughan, 1982:14). Entre sus objetivos principales se encuentra la delimitación de las fronteras y las variedades de la experiencia humana consciente (Rowan, 1996). (Cita extraída del trabajo de investigación de Doctorado titulado Complejidad y Psicología Transpersonal: Caos y autoorganización en psicoterapia, de Iker Puente Vigiola, Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Barcelona, 16 de Febrero de 2007).
Sin embargo, a los efectos prácticos de este ensayo, el concepto de conciencia transpersonal se implementa también con la siguiente definición: En los estados modificados de consciencia estudiados por la psicología transpersonal se producen cambios en el flujo del pensamiento, en la percepción de la realidad y a nivel emocional. En estos estados pueden ocurrir experiencias de catarsis y, sobre todo, experiencias místicas o extáticas, que diversos autores han definido como religiosas, trascendentes, transpersonales o experiencias cumbre. En estas vivencias el mundo se percibe como una totalidad, en la que el propio individuo está inmerso. Se produce, al mismo tiempo, una sensación subjetiva de unidad, en la que el Yo individual se diluye, desapareciendo toda distinción significativa entre el Yo y el mundo exterior. Esta experiencia es vivida por la persona como algo positivo, y autores como Maslow o Grof señalan que puede tener efectos beneficiosos y terapéuticos. Sin embargo, la disolución del Yo previa a la sensación subjetiva de unidad, puede ser vivida por el sujeto como un momento de caos, de desequilibrio y desestructuración, de pérdida de los puntos de referencia habituales. Diversos autores se han referido a esta experiencia como muerte del ego. (Grof, 1988; Wilber, 1996; Fericgla, 2006). (Cita extraída del artículo titulado Psicología Transpersonal y Ciencias de la Complejidad: Un amplio horizonte interdisciplinar a explorar, de Iker Puente, Journal of Transpersonal Research, 2009, Vol. 1 (1), pp 19-28 ISSN: 1989-6077).
Por tanto, en este ensayo, el paso de la conciencia personal a la conciencia transpersonal, debe interpretarse como la muerte del ego en su viaje iniciático hacia la percepción unitaria del sujeto cognoscente con el mundo (no dualidad entre sujeto y objeto), donde las emociones egoístas e individualistas dejan paso a la compasión. Se trataría, en suma, de un ascendente viaje iniciático-cognitivo similar al descrito como salida del mundo de las sombras en el Mito de la caverna de Platón, para luego transmitir de un modo descendente la sabiduría adquirida en el Mundo de las Ideas, donde la reina es el Amor.
Bibliografía:
Fericgla, José M. Los chamanismos a revisión. Barcelona: Kairós, 2006.
Ferrer, Jorge. Espiritualidad creativa: una visión participativa de lo transpersonal. Barcelona: Kairós, 2003.
Grof, Stanislav. Psicología Transpersonal: nacimiento, muerte y trascendencia en psicoterapia. Barcelona: Kairós, 1988.
Rowan, John. Lo transpersonal: psicoterapia y counselling. Barcelona: La Liebre de Marzo, 1996.
Vaughan, F y Walsh, R. Más allá del ego. Barcelona: Kairós, 2000.
Wilber, Ken. El proyecto Atman. Barcelona: Kairós, 1996.
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Extracto de la página 36:
Así, psicológicamente, el ego debe trascenderse conscientemente hacia una regenerada espiritualidad, en una fusión de la razón con el espíritu, sustituyendo el egoísmo por la compasión y la conciencia personal por la conciencia transpersonal (1); toda una trascendencia espiritual que permite ir Más allá del ego (Vaughan y Walsh, 2000) y ver el mundo como un todo holístico del cual somos un engranaje más en la naturaleza. La actual civilización está rompiendo el equilibrio natural y holístico de la vida, como acreditan las especulaciones sobre la Tercera Guerra Mundial por motivos económicos y energéticos. Será necesario un ingente esfuerzo de todos nosotros para salir de dicho atolladero, sin embargo, cualquier crisis es siempre una oportunidad de crecimiento personal y también colectivo. La actual crisis económica y social es también una crisis intelectual y espiritual de la humanidad, lo cual invita a repensar urgentemente el nuevo rumbo de este decrépito mundo. Y a ello he dirigido mis investigaciones, al conocimiento en profundidad de la naturaleza humana, en función de lo cual propugno que nuestra civilización debe cambiar urgentemente su derrotero que pasa, imperativamente, por una renovada pedagogía como pretende La educación cuántica. Una pedagogía cognitiva para cambiar el mundo, no desde fuera, sino desde el interior de las personas.
NOTA (1):
Etimológicamente el término transpersonal significa “más allá” o “a través” de lo personal, y en la literatura transpersonal se suele utilizar para hacer referencia a inquietudes, motivaciones, experiencias, estadios evolutivos, modos de ser y otros fenómenos que incluyen pero trascienden la esfera de la individualidad y de la personalidad humana, el yo o ego (Ferrer, 2003). Entre sus intereses centrales se encuentran “los procesos, valores y estados transpersonales, la conciencia unitiva, las experiencias cumbre, el éxtasis, la experiencia mística, la trascendencia, las teorías y prácticas de la meditación, los caminos espirituales, la realización (...) y los conceptos, experiencias y actividades con ellas relacionados” (Walsh y Vaughan, 1982:14). Entre sus objetivos principales se encuentra la delimitación de las fronteras y las variedades de la experiencia humana consciente (Rowan, 1996). (Cita extraída del trabajo de investigación de Doctorado titulado Complejidad y Psicología Transpersonal: Caos y autoorganización en psicoterapia, de Iker Puente Vigiola, Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Barcelona, 16 de Febrero de 2007).
Sin embargo, a los efectos prácticos de este ensayo, el concepto de conciencia transpersonal se implementa también con la siguiente definición: En los estados modificados de consciencia estudiados por la psicología transpersonal se producen cambios en el flujo del pensamiento, en la percepción de la realidad y a nivel emocional. En estos estados pueden ocurrir experiencias de catarsis y, sobre todo, experiencias místicas o extáticas, que diversos autores han definido como religiosas, trascendentes, transpersonales o experiencias cumbre. En estas vivencias el mundo se percibe como una totalidad, en la que el propio individuo está inmerso. Se produce, al mismo tiempo, una sensación subjetiva de unidad, en la que el Yo individual se diluye, desapareciendo toda distinción significativa entre el Yo y el mundo exterior. Esta experiencia es vivida por la persona como algo positivo, y autores como Maslow o Grof señalan que puede tener efectos beneficiosos y terapéuticos. Sin embargo, la disolución del Yo previa a la sensación subjetiva de unidad, puede ser vivida por el sujeto como un momento de caos, de desequilibrio y desestructuración, de pérdida de los puntos de referencia habituales. Diversos autores se han referido a esta experiencia como muerte del ego. (Grof, 1988; Wilber, 1996; Fericgla, 2006). (Cita extraída del artículo titulado Psicología Transpersonal y Ciencias de la Complejidad: Un amplio horizonte interdisciplinar a explorar, de Iker Puente, Journal of Transpersonal Research, 2009, Vol. 1 (1), pp 19-28 ISSN: 1989-6077).
Por tanto, en este ensayo, el paso de la conciencia personal a la conciencia transpersonal, debe interpretarse como la muerte del ego en su viaje iniciático hacia la percepción unitaria del sujeto cognoscente con el mundo (no dualidad entre sujeto y objeto), donde las emociones egoístas e individualistas dejan paso a la compasión. Se trataría, en suma, de un ascendente viaje iniciático-cognitivo similar al descrito como salida del mundo de las sombras en el Mito de la caverna de Platón, para luego transmitir de un modo descendente la sabiduría adquirida en el Mundo de las Ideas, donde la reina es el Amor.
Bibliografía:
Fericgla, José M. Los chamanismos a revisión. Barcelona: Kairós, 2006.
Ferrer, Jorge. Espiritualidad creativa: una visión participativa de lo transpersonal. Barcelona: Kairós, 2003.
Grof, Stanislav. Psicología Transpersonal: nacimiento, muerte y trascendencia en psicoterapia. Barcelona: Kairós, 1988.
Rowan, John. Lo transpersonal: psicoterapia y counselling. Barcelona: La Liebre de Marzo, 1996.
Vaughan, F y Walsh, R. Más allá del ego. Barcelona: Kairós, 2000.
Wilber, Ken. El proyecto Atman. Barcelona: Kairós, 1996.