"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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HUMANIDAD

4 - CONSPIRACIONES CONTRA LA HUMANIDAD

Este artículo es una reproducción de la nota 83 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Extracto de la página 136:

Probablemente, algún día salgan a la luz las mentiras y tergiversaciones con las que se ha construido la historia reciente que se imparte en la educación tradicional, sobre todo, instrumentalizada ideológicamente desde los poderes fácticos económicos y religiosos. Entonces, cuando esas conspiraciones sean reconocidas con carácter universal, habrá que reescribir la historia de la humanidad (1). Para tal tarea, no solo será necesario un revisionismo de la historia, sino también una renovada pedagogía educacional, tal como pretende La educación cuántica como alternativa al pensamiento único neoliberal. Pero, sobre todo, lo que se necesitará será una pedagogía psicológica que permita el empoderamiento consciente de los ciudadanos mediante el acopio del saber en total libertad, frente a la esclavitud y la ignorancia inducida desde los poderes fácticos. Dicho de otro modo, la sociedad tiene que reinventarse para salir del actual atolladero social, económico y político pero, imperativamente, es más importante resolver la profunda crisis intelectual y espiritual de la cual adolece, el objetivo por antonomasia de La educación cuántica.

Nota:

(1) José Luis Camacho (2015) en su obra La conspiración reptiliana y otras verdades que ignoras, resumen:

El hombre está sometido a una falsa percepción de lo real, alentada por los artífices de una gran conspiración que nos convierte en esclavos. El mundo en que vivimos no es real. La escasez, la crisis económica, los conflictos internacionales…Son todos planes anotados en una agenda secreta que opera al servicio de una serie de entidades que oprimen al ser humano. Este libro se propone desvelar las claves de este engaño milenario; nos ayuda a identificar a los artífices de esta conspiración, nos prepara para salir de esta cárcel en la que nos encontramos encerrados y para recuperar nuestro potencial para lograr el bienestar y la felicidad. En definitiva, nos proporciona las herramientas para derribar la estrategia y el conjunto de creencias erróneas que han servido para convertirnos en esclavos.

En la anterior línea de investigación de José Luis Camacho, es oportuno también citar las obras de David Icke:

El mayor secreto: el libro que cambiará el mundo (Icke, 2011), resumen:

El libro más explosivo y poderoso de David Icke hasta la fecha incluye el sorprendente trasfondo del asesinato de Diana, la princesa de Gales. Cada hombre, mujer y niño del planeta está afectado por la desconcertante información que expone Icke. El autor revela, con detalles citados y documentados, cómo los mismos linajes entrelazados han controlado el planeta durante miles de años, y cómo han creado las principales religiones y borrado el conocimiento espiritual y esotérico que liberaría a la humanidad de sus cárceles mentales y emocionales. Incluye una exposición devastadora de los verdaderos orígenes del cristianismo y de las otras religiones principales, y documenta la ciencia censurada que explica por qué el mundo está enfrentándose a una época de increíbles cambios y trasformaciones. El mayor secreto también expone el verdadero y sorprendente trasfondo de la familia real británica y, mediante una gran investigación y sus contactos únicos, explica cómo y por qué Diana, la princesa de Gales, fue asesinada en París en 1997. Incluye la información procedente de una amiga íntima de Diana durante nueve años que nunca antes se ha hecho pública. El mayor secreto es un libro único, subtitulado con bastante acierto “El libro que cambiará el mundo”.

Conspiración mundial y cómo acabar con ella (Icke, 2013a), resumen:

Una red de familias interconectadas, cuyos orígenes se remontan a épocas muy antiguas, está manipulando el mundo a través de sus políticos y testaferros con el fin de imponer la tiranía para la que llevan tanto tiempo trabajando incansablemente. Hay incontables pruebas que lo demuestran y, hoy en día, también la experiencia cotidiana. La conspiración mundial y cómo acabar con ella es una obra maestra que desvela los vínculos ocultos entre personas, situaciones y asuntos aparentemente desligados con objeto de mostrar cómo todo termina por encajar. En cada página hay una sorpresa, en realidad muchas, puesto que Icke desvela todo, desde la historia antigua hasta el atentado del 11 de septiembre y el internet holográfico que dirige nuestra realidad.

…y la verdad os hará libres (Icke, 2013b), resumen:

El lector tiene en sus manos el libro más revelador del siglo XX, una obra en la que se demuestra la predicción precisa y sorprendente de numerosos sucesos acaecidos en el siglo XXI. David Icke expone la verdadera historia de los eventos mundiales que moldean el futuro de la existencia humana y del mundo que dejamos a nuestros hijos. Sin temor, alza el velo de una red sorprendente de manipuladores para dejar al descubierto las mismas personas, sociedades secretas y organizaciones que controlan la dirección que cada día toman nuestras vidas. Todos los sucesos acontecidos en el siglo XX y épocas anteriores que han tenido repercusiones negativas conducen a una misma élite de magnates, y algunos de los nombres involucrados en ella pertenecen a personas muy famosas. Nunca antes había salido a la luz esta red, sus miembros ni sus métodos, con tanto detalle y de una manera tan devastadora. Conoced la verdad... y la verdad os hará libres.


Bibliografía:

Camacho, José Luis. La conspiración reptiliana y otras verdades que ignoras. Barcelona: Temas de hoy, 2015.

Icke, David. El mayor secreto: el libro que cambiará el mundo. Barcelona: Obelisco, 2011.

Icke, David. Conspiración mundial y cómo acabar con ella. Barcelona: Obelisco, 2013a.

Icke, David. …y la verdad os hará libres. Barcelona: Obelisco, 2013b.
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5 - LA DEGENERACIÓN DE LA HUMANIDAD

Este artículo es una reproducción de la nota 84 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Extracto de la página 148:

El rígido e inamovible dualismo que ha dominado el pensamiento occidental ha sido resquebrajado con el surgimiento de la física cuántica y, desde entonces, la filosofía transpersonal y psicología transpersonal remiten al estudio del Ser ( Martos, 2017), es decir, hay que filosofar en más profundidad pues los actuales conocimientos adquiridos por la humanidad están en manos de peligrosos psicópatas (Navarro, 2012) que solo buscan expoliar el planeta y degenerar a la humanidad (1). Dicho de otro modo, el actual estadio de cognición de la humanidad, en un gran bucle temporal como diría Hegel, retrocede sobre sí mismo para descubrir que la racional-modernidad ha tocando fondo en su dialéctica materialista. No lo aguanta ya nadie: ni las personas, ni los pueblos, ni el planeta. Es una crisis de pensamiento en toda regla. La pregunta que planea en la desesperación de los pueblos que sufren la estafa de los plutócratas es: ¿qué hacer?

NOTA (1):

El periodista Rafael Palacios (Rafapal), con quien tuve el placer de compartir mesa de debate acerca de la reunión del Club de Bilderberg en Sitges (España) en el año 2010 es, a mi humilde entender, el que más enfoque ha puesto sobre la degeneración moral y cultural de la humanidad por parte de los peligrosos psicópatas que gobiernan al mundo desde el “estado profundo”, más allá y por encima de los pretendidos gobiernos democráticos. Las obras de Rafapal son un perseverante trabajo de denuncia acerca de la manipulación cultural por partes de las élites, cuyo único objetivo es degenerar a la humanidad:

-Cómo nos robaron la salud, el dinero, el amor y el tiempo (Palacios, 2011a), como una conspiración desde la historia.

-La conspiración del movimiento gay (Palacios, 2011b), como apoteosis de la guerra de sexos.

-Ingeniería social para destruir el amor (Palacios, 2012), cómo los hombres y mujeres de los siglos XX y XXI fueron coaccionados a enfrentarse mediante un sutil lavado de cerebro compuesto de medias verdades, datos censurados y flagrantes mentiras, una ciencia de la manipulación mental más conocida como “ingeniería social”.

-La historia secreta de Hollywood (Palacios, 2014), donde ficción y realidad son dos caras de la misma moneda.

-El asesinato de la música (Palacios, 2015), donde analiza las muertes de los artistas en plena juventud y su relación con la industria musical y el poder.

BIBLIOGRAFÍA:

Martos, Amador. Una filosofía alternativa al capitalismo. España: Amazon, 2017.

Navarro, Vinçens. Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Barcelona: Espasa libros, 2012.

Palacios, Rafael. Cómo nos robaron la salud, el dinero, el amor y el tiempo. Madrid: Mandala ediciones, 2011a.

Palacios, Rafael. La conspiración del movimiento gay. Madrid: Mandala ediciones, 2011b.

Palacios, Rafael. Ingeniería social para destruir el amor. Madrid: Mandala ediciones, 2012.

Palacios, Rafael. La historia secreta de Hollywood. Madrid: Mandala ediciones, 2014.

Palacios, Rafael. El asesinato de la música. Madrid: Mandala ediciones, 2015.
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6 - LA HUMANIDAD COMO PENSAMIENTO COMPLEJO

Este artículo está reproducido como nota número 2 en la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Para el pensador universalista francés Edgar Morin, “pensamiento complejo” es cuando se trata de construir un método nuevo sobre la base de las ideas complejas que emanan de las ciencias y su conjugación con el pensamiento humanista, político, social y filosófico. También se utiliza pensamiento complejo en un sentido más estrecho, para designar a los estudios científicos que intentan explicar las dinámicas complejas de los objetos en estudio, sin extraer de ello consecuencias cosmovisivas o metodológicas más generales. Edgar Morin ha denominado esta postura complejidad restringida, para diferenciarla de aquella más amplia y humanista que sostiene, donde lo define como un método de pensamiento nuevo, válido para comprender la naturaleza, la sociedad, reorganizar la vida humana, y para buscar soluciones a las crisis de la humanidad contemporánea. La evolución de las ideas complejas en el siglo XX puede caracterizarse en tres grandes momentos. El primero, en los sesenta, donde se trabaja en varios campos científicos sin que trasciendan los nuevos desarrollos conceptuales más a allá de áreas muy específicas. Entre los setentas y ochentas, se produce una mayor socialización de las ideas complejas entre diversos campos disciplinarios. Finalmente en los noventas, se produce un boom mediático que colocó la complejidad y lo complejo en documentales científicos, revistas de divulgación y la prensa.

En el artículo científico titulado El paradigma complejo. Un cadáver exquisito, publicado en Cinta de Moebio (septiembre del 2002), una revista de epistemología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, se propone una sistematización de las bases conceptuales del Paradigma o Pensamiento Complejo. Se revisan sus supuestos fundamentales y se ejemplifican algunos aportes en las ciencias sociales. Para los propósitos de este trabajo, cito las conclusiones de dicha investigación:

“La aproximación reseñada sugiere algunas reflexiones y nuevas preguntas para continuar el flujo indeterminado y entrelazado del conocimiento. En primer lugar, en autores como Sheldrake (resonancia mórfica), Thom (Catástrofe) y otros, se percibe un apego a formas de validación: experimentos, generalización, leyes implícitas, correspondientes al paradigma cartesiano-newtoniano, lo que resulta comprensible pues se encuentran entre los precursores de esta ruptura epistémica y en consecuencia, representan el pensamiento intermedio de la transición paradigmática”.

“Por otra parte, la excesiva generalización y vulgarización de términos y conceptos que a una velocidad inimaginada se transfieren a disciplinas, áreas, teorías y espacios científicos, conlleva al germen de su posible destrucción, al correrse el riesgo de perder o desvirtuar su fuerza explicativa”.

“Igualmente, la tentadora “poética de la complejidad” puede conducir a la generación de un lenguaje poco riguroso y sistemático que termine por no explicar la realidad ya de por sí definida como “incognoscible”. La discusión se hace obligada para todos aquellos que de una u otra forma se compenetran con procesos de investigación y aprendizaje”.

“Muchos temas posibles de investigación se encuentran al interior y en las fronteras del pensamiento complejo: actos de distinción, procesos de observación, delineamientos de perspectivas, descubrimiento de otras lógicas, puentes teóricos intra y transdisciplinarios, cartografías de conceptos y principios, herramientas y metodologías de abordaje de la complejidad aún inexploradas, que hacen de este nuevo milenio, un territorio virgen para nuevos descubrimientos”.

“Más que modificar y cambiar la manera de comprender, conocer y aprehender la realidad, el esfuerzo se orientaría a desaprender nuestra manera tradicional de interrogarnos, ya que en cada pregunta va implícita una determinada visión del mundo y en consecuencia, los mismos límites de esas infinitas respuestas que constituyen el conocimiento”.

“Desaprender nuestra manera tradicional de interrogarnos” e indagar “los límites de esas infinitas respuestas que constituyen el conocimiento”, en dicho sentido está escrita La educación cuántica, explicitando en la medida de lo posible un nuevo paradigma de conocimiento en el que se hayan involucradas todas las instancias sociales, desde las económicas y políticas, hasta las intelectuales y espirituales, lo cual insta a una regenerada interpretación de la “visión del mundo” por cada persona ( “mapa sociológico” ). Todo un reto filosófico que inquiere una reinterpretación de la historia del pensamiento, como si de un segundo renacimiento se tratara donde, la razón cartesiana, enfangada en el materialismo científico, en un proceso de autopoiesis, redirige la mirada hacia el “nosotros” kantiano, todo un racionalismo espiritual ( “mapa psicológico” ). Consecuentemente, además de un “mapa sociológico” que informe correctamente de ese mundo de ahí fuera, también se hace indispensable un “mapa psicológico” que permita el discernimiento interior en orden a tener una correcta cosmovisión. Ambos “mapas”, respectivamente, corresponden al tradicional problema filosófico de la dualidad objeto-sujeto que durante varios siglos ha sostenido la ciencia reduccionista (método científico), hasta que la física cuántica aseveró de que sujeto y objeto son una y la misma cosa, la no dualidad postulada por la filosofía perenne (misticismo contemplativo). El “territorio” de la verdadera realidad todavía por conocer es una gran incógnita, a decir de Heisenberg: “La realidad objetiva se ha evaporado y lo que nosotros observamos no es la naturaleza en sí sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación”. Por ello, más que nunca, se hace necesario un “mapa sociológico” así como un “mapa psicológico” que permita construir una perfecta cosmovisión de nuestra era contemporánea. Vivir en la verdad demostrada epistemológicamente (no dualidad entre sujeto-objeto), con conocimiento de causa en el ejercicio de la libertad, es la piedra de toque para evolucionar conscientemente hacia la sabiduría.

Tal es el camino ascendente de la conciencia hacia la sabiduría que se propugnará en este ensayo y, en ese viaje de la conciencia por el espacio y el tiempo, el saber y el amor se presentan como las premisas epistemológicas a recuperar por esta decadente civilización. En otras palabras, la asignatura de filosofía, denostada por los poderes fácticos para anular el pensamiento crítico, es reivindicada en este ensayo como única tabla de salvación de la humanidad, porque “conocimientos puede tenerlos cualquiera, pero el arte de pensar es el regalo más escaso de la naturaleza” (Federico II El Grande, rey de Prusia).

Es así como, desde una perspectiva histórica y psicológica, la razón humana ha caído por la pendiente del racionalismo pragmático y el materialismo científico, descuidando al otro polo de conocimiento, a saber, el genuino misticismo exento de apriorismos dogmáticos religiosos. Así, ese “yo” fragmentado y disociado de la colectividad o “nosotros”, se presenta como el fundamento epistemológico de la presente crisis económica y política que, implícitamente, conlleva un trance intelectual y espiritual a superar por esta decrépita civilización. Como se puede apreciar, es tal el pensamiento complejo en el que se halla la humanidad, que hace necesaria una renovada filosofía de la mente mediante una educación acorde a los tiempos cuánticos, La educación cuántica que es preciso transmitir a las nuevas generaciones para que se empoderen con conocimiento de causa de su libertad moral, jerárquicamente superior esta a la libertad sensible y la libertad intelectual.
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7 - LA CRISIS DE LAS HUMANIDADES EN LA ACTUALIDAD: CAUSAS Y CONSECUENCIAS

Hay una interrelación de causas históricas, filosóficas, científicas, sociológicas, psicológicas, educacionales y espirituales implicadas en la crisis epistemológica que padece la cultura occidental. La trascendencia de dicho abismo cultural no puede provenir de una filosofía materialista ni de una ciencia positivista sino de las Humanidades y, más concretamente, mediante una paradigmática evolución desde la académica filosofía tradicional hacia la filosofía transpersonal, lo cual propugna inherentemente una educación transracional como misión espiritual para una sanación trascendental del sujeto cognoscente.

La filosofía tradicional se sustenta en una epistemología de lo conmensurable mediante el dualismo sujeto-objeto que ha dominado en el pensamiento Occidental hasta la llegada de la física cuántica (“ello”), y requiere de una complementación cognitiva mediante la hermenéutica de lo inconmensurable cuyos campos de estudio son la profundidad del “yo” y la intersubjetividad de todos “nosotros”. En la modernidad, estas tres esferas (ello-yo-nosotros) fueron diferenciadas por Kant mediante sus Tres Críticas: la naturaleza (ello), la conciencia (yo) y la cultura (nosotros). Y la misión de la postmodernidad mediante las humanidades es integrar los individuos (yo) en una conciencia colectiva (nosotros) mediante una filosofía transpersonal que incorpore una ética epistémica bajo una episteme transracional.

Así, la brecha epistemológica de Occidente es una brecha entre la racionalidad y la espiritualidad, y requiere de una renovada interpretación de la historia del pensamiento, su ciencia y la propia espiritualidad pero, eminentemente, desde un revisionismo de la psicología cognitiva y educativa. Tantos cambios de paradigmas vislumbran la convergencia de la ciencia, la moral y la estética como primer objetivo humanístico a ser impartido en las universidades mediante una educación transracional que contemple a la filosofía transpersonal. La filosofía transpersonal es una disciplina que estudia la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia, y propone la integración entre la epistemología de lo conmensurable y la hermenéutica de lo inconmensurable mediante una intuición moral básica aprehendida desde la no dualidad por el sujeto cognoscente.

La filosofía tradicional surgida de la modernidad (razón egóica) ha desembocado en el pensamiento único neoliberal y ha secuestrado a la racionalidad colectiva expresada en las democracias occidentales mediante el yugo de una plutocracia. Del mismo modo que la filosofía escolástica supeditó la razón a la fe, el economicismo neoliberal ha sometido la razón al servicio de la fe ciega en los mercados económicos globalizados a manos de Los amos del mundo, todo un terrorismo financiero contra la humanidad. Al reincorporar la espiritualidad en la razón humana, la filosofía transpersonal es una renovada visión y una superación paradigmática de la filosofía tradicional y, por tanto, un giro participativo hacia el misticismo y el estudio de las religiones (Teología), cuestiones que convergen inevitablemente con la metafísica (Filosofía).
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8 - LA MINORÍA DE EDAD DEL SER HUMANO

Este artículo es una reproducción de las notas 17 y 18 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Extracto de la página 30:

Desde que Kant diferenció mediante sus Tres críticas (1) a la ciencia, la profundidad intelectual y la moralidad, se han producidos los temores que manifestó en su ensayo ¿Qué es la ilustración? (Kant, 2007), unos temores acerca de la “minoría de edad” del ser humano (2) que no ha resuelto ni la postmodernidad ni la actual plutocracia. Esa diferenciación kantiana del mundo material, mental y espiritual ha desembocado en la actual enfermedad social, intelectual y moral, respectivamente, Dios libre de culpa al inconmensurable Kant. Es una enfermedad muy grave, pues requiere reconstruir pensativamente nuestro mundo, ya que no solo lo estamos destruyendo, sino que nos estamos destruyendo a nosotros mismos.

NOTAS:

(1) La visión racional-industrial del mundo sostenida por la Ilustración cumplió con funciones muy importantes como la aparición de la democracia, la abolición de la esclavitud, el surgimiento del feminismo liberal, la emergencia de la ecología y las ciencias sistémicas, entre algunas más, pero sin duda, la más importante puesta en escena fue la diferenciación entre el arte (yo), la ciencia (ello) y la moral (nosotros), el Gran Tres diferenciado por Kant a través de sus Tres críticas.

Tras el Renacimiento surgió la Edad de la Razón o Filosofía Moderna cuyo uno de su máximo exponente fue Kant. Con las Tres críticas de Kant (Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio), se produce una diferenciación de tres esferas: la ciencia, la moralidad y el arte. Con esta diferenciación, ya no había vuelta atrás. En el sincretismo mítico, la ciencia, la moralidad y el arte, estaban todavía globalmente fusionados. Por ejemplo: una “verdad” científica era verdadera solamente si encajaba en el dogma religioso. Con Kant, cada una de estas tres esferas se diferencia y se liberan para desarrollar su propio potencial:

-La esfera de la ciencia empírica trata con aquellos aspectos de la realidad que pueden ser investigados de forma relativamente “objetiva” y descritos en un lenguaje, es decir, verdades proposicionales y descriptivas (“ello”).

-La esfera práctica o razón moral, se refiere a cómo tú y yo podemos interactuar pragmáticamente e interrelacionarnos en términos que tenemos algo en común, es decir, un entendimiento mutuo (“nosotros”).

-La esfera del arte o juicio estético se refiere a cómo me expreso y qué es lo que expreso de mí, es decir, la profundidad del yo individual: sinceridad y expresividad (“yo”).


(2) Un preámbulo explicativo a cargo de Eugenio Sánchez Bravo (auladefilosofia.net):

1-Definición de Ilustración y minoría de edad.
Según Kant, “Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es el mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro. Uno mismo es el culpable de dicha minoría de edad cuando su causa no reside en la falta de entendimiento, sino en la falta de resolución y valor para servirse del suyo propio sin la guía del de algún otro”. Kant ofrece en este párrafo la definición más conocida de la Ilustración: ¡piensa por ti mismo! Mientras el pensamiento y los individuos continúen sometidos a dogmas religiosos y políticos y no sigan su propio camino, permanecerán en minoría de edad.

2-Causas de la minoría de edad: pereza y cobardía.
En palabras de Kant, “pereza y cobardía son las causas merced a las cuales tantos hombres continúan siendo con gusto, menores de edad durante toda su vida, pese a que la Naturaleza los haya liberado hace ya tiempo de una conducción ajena (haciéndoles físicamente adultos); y por eso les ha resultado tan fácil a otros en erigirse en tutores suyos”. Por un lado, Kant alude a que el dogmatismo acrítico resulta cómodo, pues nos permite no cuestionar nada del mundo que nos rodea. Por otro lado, renunciar a los prejuicios y las consignas heredadas es una tarea que requiere cierto valor. Por pereza preferimos que un libro piense por nosotros antes que pensar por nosotros mismos. Y por cobardía pagamos al sacerdote para que nos garantice el cielo y al médico para que nos garantice la salud.

3-Intereses políticos en mantener a los hombres en minoría de edad. Sexismo.
Dice Kant: “El que la mayor parte de los hombres (incluyendo al todo bello sexo) consideren el paso a la mayoría de edad como algo harto peligroso, además de muy molesto, es algo por lo cual velan aquellos tutores que tan amablemente han echado sobre sí esa labor de superintendencia”. Con ello, Kant se refiere a los tutores con motivación política, interesados en mantener a la humanidad en su minoría de edad. También se refiere Kant a los médicos, abogados y sacerdotes como instrumento del gobierno para manejar a los administrados.

4-Dificultades del individuo solitario para liberarse de los grilletes que lo encadenan a la minoría de edad.
“Así pues, resulta difícil para cualquier individuo el zafarse de una minoría de edad que casi se ha convertido en algo connatural. Incluso se ha encariñado con ella y eso le hace sentirse realmente incapaz de utilizar su propio entendimiento, dado que nunca se le ha dejado hacer ese intento”. En dicho párrafo, Kant compara a los individuos en minoría de edad con los personajes encadenados del Mito de la caverna de Platón, tan acostumbrados a la oscuridad y las sombras, que de ningún modo desean abrirse paso hasta la luz. Al individuo solitario le resulta extraordinariamente difícil “pensar por sí mismo”, abrirse paso hacia la verdad y la libertad, pues durante su vida ha tenido el entendimiento constreñido por dogmas políticos y religiosos. Son pocos los que han conseguido abandonar la minoría de edad y guiarse solo por su propio ingenio.

5-Posibilidad de que la Ilustración tenga lugar en una sociedad en la que haya libertad de expresión.
“Sin embargo, hay más posibilidades que un público se ilustre por sí mismo; algo que casi es inevitable, con tal que se le conceda libertad. Pues ahí siempre nos encontramos con algunos que piensen por cuenta propia incluso entre quienes han sido erigidos como tutores de la gente, los cuales, tras haberse desprendido ellos mismos del yugo de la minoría de edad, difundirán en torno suyo el espíritu de una estimación racional del propio valor y de la vocación a pensar por sí mismo. Pero aquí se da una circunstancia muy especial: aquel público, que previamente había sido sometido a tal yugo por ellos mismos, les obliga luego a permanecer bajo él, cuando se ve instigado a ello por algunos de sus tutores que son de suyo incapaces de toda ilustración; así de perjudicial resulta inculcar prejuicios, pues estos acaban por vengarse de quienes fueron sus antecesores o sus autores”. Este fragmento de Kant es similar a aquel en que los prisioneros de la caverna calumnian y persiguen hasta la muerte al filósofo que intenta enseñarles el camino hacia la luz. Si lo exponemos en términos políticos diríamos que es posible inspirar a un pueblo para que busque su libertad pero también es probable que es mismo pueblo exija luego que se restaure el orden. Así de vengativos son los prejuicios. Kant, por tanto, rechaza de plano la posibilidad de una revolución que probablemente termine en un nuevo despotismo.

6-La Ilustración solo requiere de una condición, la libertad entendida como el uso público de la razón en todos los terrenos. Esta libertad ha de tener límites bien definidos en el caso del uso privado de la razón.
“Para esta Ilustración tan solo se requiere libertad y, a decir verdad, la más inofensiva de cuantas pueden llamarse así: el hacer público de la propia razón en todos los terrenos. Actualmente oigo clamar por doquier: ¡no razones! El oficial ordena: ¡no razones, adiéstrate! El asesor fiscal: ¡no razones y limítate a pagar tus impuestos! El consejero espiritual: ¡no razones, ten fe!”. Con este texto, Kant nos instruye de que los administradores del estado, los tutores (el ejército, Hacienda y el clero) no cesan de dar órdenes y además prohíben a todos razonar, pues ven en el librepensamiento un peligro para el orden social y no una condición necesaria para el progreso de la humanidad. Así, todo el que forma parte de la maquinaria del Estado debe obedecer y el uso público de la razón debe ser limitado por su uso privado. Pero esa contradicción entre el “traje de la fiesta de la libertad” y el “delantal de la esclavitud” llevado en casa, puede deberse al miedo a la censura, pues Kant ya había tenido problemas con la publicación de La religión dentro de los límites de la mera razón donde somete los dogmas religiosos al tribunal de la razón.

Para completar dicho preámbulo explicativo, a continuación un resumen de la mano de Guadalupe Estefanía Arenas (cela-alienado.blogspot.com):

La Ilustración es el escape del hombre de la minoría de edad que él mismo se ha provocado. Dicha minoría de edad es la incapacidad del propio ser humano de razonar o desarrollar su entendimiento por el mismo y esto lleva directamente a una dependencia que sugiere la intervención de otra persona para la toma de decisiones.

La tesis central de la Ilustración se formuló a través de la consigna: “¡atrévete a pensar!”, esto es, servirnos de nuestro propio entendimiento de manera autónoma. Sin embargo, el hombre prefiere permanecer en el estado de minoría de edad por comodidad ya que, acercarnos a la verdad, implica un gran esfuerzo pero sobre todo porque el hombre se enajena a partir de la pereza y la cobardía, es decir, el mal uso de sus dones naturales (la razón, es pues, un don natural del ser humano); así, siempre buscará alguien que piense por él.

Los prejuicios son otro factor que nos impide razonar porque solo podemos llegar a percibir una realidad ficticia y se originan a partir de la dependencia hacia una figura de tutoría. Para poder ser ilustrado, lo único que se necesita es la libertad; mediante la libertad se puede preservar la tranquilidad y bienestar del Estado; de esta forma, la libertad no es sin la razón. Hay dos tipos de uso de la razón: la pública y la privada. La que es totalmente libre es la pública, debe ejercerse en todos los ámbitos de la vida y es llevada a cabo por un intelectual; en cambio, la privada es limitada pues solamente implica la obediencia sobre todo si se pertenece a alguna institución. Así, cuando uno ejerce un cargo y tiene que cumplir con él, no ejerce el poder libre sino que “hace las cosas en nombre de otro”.

Con la razón pública, los individuos pueden incluso hacer críticas en todos los aspectos, incluido el Estado pero dichas críticas no desligan a los hombres de cumplir con sus obligaciones y con las leyes. Una de las figuras de la Ilustración y que extendió estos ideales fue Federico el Grande de Prusia, digno de ser alabado por dejar a sus súbditos pensar por ellos mismos.

El hombre solo puede postergar la Ilustración, pero no desaparecerla por completo porque de esta manera se atentaría contra la propia naturaleza del individuo que radica en el uso correcto de la razón.

Bibliografía:

Kant, Inmanuel. ¿Qué es la ilustración? Madrid: Alianza, 2007.
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9 - HACIA UN REVISIONISMO HUMANO

Este artículo es una reproducción del capítulo 3-4 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Con todo lo argumentado hasta aquí, creo tener el derecho a afirmar que hay que realizar un revisionismo científico-filosófico y dotar así de contenido al “misticismo cuántico” mediante la filosofía transpersonal. También hay que realizar un revisionismo intelectual del pensamiento único neoliberal, una tarea magníficamente emprendida por el periodista español Ignacio Ramonet como emblemático propulsor del movimiento antiglobalización. Y, cómo no, hay que realizar otro revisionismo más importante, a saber, el de la psicología humana mediante la “cuarta fuerza” del movimiento transpersonal. ¿Cómo enseñar todo ello? Como no podía ser de otra manera, mediante un revisionismo de la educación tradicional en favor de La educación cuántica.

Entonces, si hay que cambiar tales estructuras psicológicas, sociológicas y filosóficas, ¿no se halla la humanidad ante un cambio de paradigma como jamás visto en la historia desde el primer renacimiento humanístico? Es la física cuántica quien ha abierto la espoleta que afecta al genuino pensamiento filosófico, al nihilismo científico, a las relaciones sociales y, sobre todo, a la profundidad espiritual de las personas. ¿Se halla la humanidad ante un segundo renacimiento donde el “pienso, luego existo” ahora debe, inexorablemente, converger hacia el “nosotros” kantiano, magníficamente expresado en su imperativo categórico? Si es así, como presumo, podríamos afirmar que la humanidad del siglo veintiuno está atrapada en el pasado, como si de una película retrospectiva se tratara, entre Descartes y Kant, como que más que avanzar, estamos retrocediendo pensativamente hablando, aunque disfrutemos de la más excelsa tecnología. ¿Quién va revisar dicha historia y entonar el mea culpa? Evidentemente, es ontológicamente imposible. Al menos, permítaseme que la historia del pensamiento, en los términos aquí explicados, pueda ser instruida de un modo sencillo a las futuras generaciones, de ahí la necesidad de La educación cuántica.

Por tanto, Kant está más vivo que nunca. Los materialistas científicos no deberían descargar las tintas sobre los “místicos cuánticos” sino sobre la propia historia occidental, quien no ha resuelto el pensamiento tradicional surgido de la racional-modernidad. Descartes ha muerto, metafóricamente hablando. Y Kant está más vivo que nunca. El imperativo categórico kantiano, nacido en la razón y con una finalidad eminentemente moral, tiene tres formulaciones: “Obra solo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal”; “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca solo como un medio”; “Obra como si por medio de tus máximas, fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de los fines”.

Es en este rescoldo de la historia del pensamiento donde se está produciendo la metamorfosis del primer renacimiento humanístico (razón) hacia un segundo renacimiento humanístico (espíritu). La razón ha quedado conmocionada al estrellarse en el estudio de la materia mediante la física cuántica, lo cual ha producido un giro copernicano en la mirada desde el “ver para creer” al “creer para ver”, desde el método científico a la fenomenología, desde el racionalismo pragmático al racionalismo espiritual, desde el materialismo científico al misticismo cuántico, desde el neoliberalismo al altermundismo, desde la psicología tradicional a la psicología transpersonal, desde la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal, y cómo no, de la educación tradicional a La educación cuántica. Tantos cambios de paradigmas implican un revisionismo humano, vislumbran la necesidad de una renovada epistemología –véase el esquema epistemológico en el prólogo - y, por ende, una reinterpretación de la historia del pensamiento.
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10 - KEN WILBER Y LOS NUEVOS PARADIGMAS DE LA HUMANIDAD

Presentación del libro KEN WILBER Y LOS NUEVOS PARADIGMAS DE LA HUMANIDAD en el II Congreso Internacional de la Red Española de Filosofía: LAS FRONTERAS DE LA HUMANIDAD

El filósofo Amador Martos aborda en su obra más sincrética los problemas más importantes del pensamiento humano: ¿quién soy?, ¿qué es la realidad?, ¿qué es la naturaleza?, ¿existe la divinidad?, ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer? y ¿hacia dónde vamos? Problemas todos ellos cuyas respuestas, según el autor, pueden hallarse en la profundidad de la conciencia.

El problema histórico. Toda la historia de la filosofía occidental está transitada por la inquietud de encontrar la solución al problema del conocimiento e intentar dar una explicación coherente de la conciencia, y se ha caracterizado por la constante universal de abordar el problema del hombre desde el dualismo: materia y espíritu, cuerpo y alma, cerebro y mente. En la modernidad, Kant mediante sus Tres Críticas, produjo la diferenciación de las tres grandes categorías platónicas: la Bondad (la moral, el “nosotros”), la Verdad (la verdad objetiva propia del “ello”) y la Belleza (la dimensión estética percibida por cada “yo”). La mala noticia, por lo contrario, es que la postmodernidad no ha logrado la integración respectivamente de la cultura, la naturaleza y la conciencia.

El problema social y epistemológico. La conciencia histórica individual (yo) surgida del primer renacimiento humanístico de los siglos XV y XVI, ha devenido en este siglo XXI en un depredador neoliberalismo. Esta última metamorfósis del capitalismo, siguiendo las tesis de Marx, está socavando su propio final pues está acabando con el valor del trabajo humano y con los recursos naturales generando, consecuentemente, una profunda crisis humanitaria y ecológica. Así, la historia del pensamiento, devenida dogmáticamente en una filosofía materialista y en un reduccionismo psicológico, aboca a una crisis epistemológica entre ciencia y espiritualidad desde que la física cuántica irrumpió en el tablero cognitivo.

El problema hermenéutico. Las diferentes interpretaciones de la mecánica cuántica que aúnan la ciencia y la espiritualidad mediante la recuperación de la filosofía perenne, introducen la primera fisura en la “rígida estructura” del dualismo científico entre sujeto y objeto que ha impregnado a la civilización occidental. La imperiosa integración que los postmodernos llevan buscando sin éxito, es abordada por Ken Wilber mediante una filosofía transpersonal, una interpretación hermenéutica de la historia, la ciencia y la espiritualidad.

Integración y evolución paradigmática. Sobre la erudición filosófica de Ken Wilber, Amador Martos propugna una renovada pedagogía histórica (pasado), cognitiva (presente) y educativa (futuro) que invoca hacia un segundo renacimiento humanístico: la integración del “yo” y el “nosotros” con la salvaguarda de la naturaleza -“ello”-; una integración que permitiría sanar y trascender la racionalidad hacia la “postracionalidad” o “visión-lógica” según Wilber, y para tal fin, argumenta la evolución paradigmática de la filosofía, la psicología, la sociología, la ciencia, la educación y la espiritualidad.

Filosofía hermenéutica. El autor postula una integración entre la epistemología y la hermenéutica permitiendo, respectivamente, justificar lo conmensurable y entender lo inconmensurable como dos modos de saber que posibilitan vislumbrar una conexión de la filosofía con la espiritualidad, proponiendo así una filosofía hermenéutica para seres espirituales como condición para trascender el actual abismo cultural de la humanidad.
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11 - LOS PARADIGMAS DE LA HUMANIDAD

Este artículo está reproducido como nota número 7 en la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Este artículo también está reproducido como introducción en la quinta parte de la obra UNA FILOSOFÍA ALTERNATIVA AL CAPITALISMO.

Por antonomasia, al hablar de paradigma es ineludible referirse a Thomas Kuhn, quien en 1962 publicó La estructura de las revoluciones científicas, un libro en el que proporcionaba una visión sociológica de la evolución científica. Según Kuhn, en el avance científico hay largos períodos de estabilidad en los que la comunidad científica comparte un modelo consensuado al que denominó “paradigma”. En esos períodos, los científicos exploran el paradigma vigente, buscan su aplicación a situaciones aún no estudiadas cada vez más complejas o extremas. En ese proceso se van encontrando desajustes, resultados que no encajan con el paradigma. Esos resultados se van acumulando y, cuando son muchos, generan una sensación de inestabilidad que concluye con una revolución, realizada por algunos científicos especiales y que da lugar a un nuevo paradigma mejorado, que es capaz de explicar los resultados del anterior más los que no encajaban. Tras la revolución comienza un nuevo período de estabilidad basado en el nuevo paradigma.

En la física de principios del siglo XX se pueden encontrar multitud de ejemplos que encajan bien en esa explicación, y que son explicitados en La educación cuántica. Sin embargo, dicha teoría sociológica sobre el cambio de paradigma también puede extenderse más allá de la ciencia como al actual modelo social, a su educación, la filosofía y la espiritualidad. Como se puede comprobar, la humanidad no solo se halla ante un cambio de paradigma epistemológico desde el materialismo científico al “misticismo cuántico” sino que, también, se está produciendo un cambio de paradigma social debido a la creciente divergencia entre los ricos y los pobres; otro cambio de paradigma a sumar es el secuestro de la libertad y de los derechos naturales de las personas mediante leyes al servicio de los poderes fácticos y, por tanto, es una clara conciencia de esclavitud económica (plutocracia) frente a la natural libertad de las personas que se halla secuestrada mediante la política y la religión. Es harto evidente que vivimos bajo dogmas científicos (materialismo científico), intelectuales (neoliberalismo) y religiosos (la razón obnubilada por la fe) que, pienso, están dando sus últimos coletazos en la historia de la humanidad, pero a qué precio. Consecuentemente, se ha secuestrado el pensamiento crítico, es decir, la humanidad vive en una caverna platónica manipulada por unos poderes fácticos que ahogan el libre pensamiento de los ciudadanos. Así, sin pensamiento crítico y en cautividad, tal es el actual estado de la humanidad, a merced del imperialismo económico sustentado en guerras por los recursos naturales y en el eterno endeudamiento de los pueblos y las personas por la oligarquía financiera que domina el planeta.

Inadvertidamente para muchos, la humanidad se halla ante varios cambios de paradigmas: del materialismo científico al “misticismo cuántico” (epistemológico), los ricos frente a pobres (existencial), de la esclavitud económica a la libertad personal (moral), y de la ignorancia hacia la sapiencia (filosófico). Tantos cambios de paradigma que afectan no solo a las instancias sociales, económicas y políticas sino, fundamentalmente, a la ideología intelectual (neoliberalismo) y espiritual (dogmas religiosos) dominantes en el mundo. Así pues, nos hallamos ante un cambio de paradigma pensativo de tal calibre como fue el primer renacimiento humanístico. Entonces, la razón se zafó de las garras de la fe, pero dirigió la mirada hacia la materia, hasta descomponerla en tantas partes como disciplinas científicas existan. Sin embargo, con la física cuántica se produjo un deslumbramiento espiritual en muchas mentes científicas, siendo muchos de estos genios denostados como “místicos cuánticos” por la ortodoxa comunidad científica. Este incipiente cambio de paradigma científico desde el materialismo científico al racionalismo espiritual pasa desapercibido para muchos de mis congéneres, pues son elucubraciones filosóficas de hondo calado que, seguramente, no interesa al común de los mortales.

Sin embargo, la anterior reflexión es de una importancia extrema pues afecta a la visión que cada cual tiene sobre el sentido que tiene que dar a su vida. ¿Acaso alguien nos ha enseñado a pensar para actuar con conocimiento de causa y dentro de una libertad moral al tiempo que se le da el mejor de los sentidos a nuestra vida? En otras palabras: ¿alguien nos ha enseñado a pensar certeramente en el ejercicio de la libertad hasta hallar la felicidad como propósito supremo de todo ser humano? Este reto vital se presenta como inaccesible pues la asignatura del pensamiento, otrora llamada filosofía, tiene que ser rehabilitada por la sapiencia humana para evitar la más que presumible decadencia civilizatoria. Es decir, más que nunca no solo hay que pensar, sino pensar bien para actuar con conocimiento de causa y en libertad. Y en esa cuestión del pensar también hay un cambio de paradigma desde la filosofía tradicional (racionalismo pragmático) a la filosofía transpersonal (racionalismo espiritual). Tantos cambios que afectan, inexorablemente, a la psicología humana, también en tránsito de paradigma desde la psicología positivista (ego) a la psicología transpersonal (trascendencia del ego).

Por todo ello, el fundamental cambio de paradigma propugnado es la transformación interior de las personas mediante la trascendencia del ego hacia una genuina espiritualidad atolondrada en el fondo de su ser. Todo un cambio de paradigma en la profunda psicología a descubrir por toda persona que se precie de saber pensar. La filosofía, por antonomasia la ciencia del pensamiento, es un humilde rescoldo donde se puede propugnar tantos cambios de paradigmas que afectan a nuestro modo de vivir, pensar y amar, todo un segundo renacimiento desde el racionalismo pragmático (la razón enfrascada en la materia) al racionalismo espiritual (la razón ensimismada con el amor). Quien aprehenda cognitiva, sapiencial y espiritualmente dicha reflexión sobre los cambios de paradigmas antes expuestos, se hallará casi con toda seguridad en el camino ascendente de su conciencia hacia la sabiduría.
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12 - EL MÁNDALA EPISTEMOLÓGICO Y LOS NUEVOS PARADIGMAS DE LA HUMANIDAD

Este artículo está reproducido en la primera parte de la obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Artículo científico publicado en la Revista de Investigación Cientifica Humanística GIRUM de la Universidad Antropológica de Guadalajara (México), 2015, Vol.1, 29-48, ISSN: 2328-7894

Resumen:

La historia del pensamiento, devenida dogmáticamente en una filosofía materialista y en un reduccionismo psicológico, aboca a una crisis epistemológica entre ciencia y espiritualidad desde que la física cuántica irrumpió en el tablero cognitivo. Las diferentes interpretaciones de la mecánica cuántica que aúnan la ciencia y la espiritualidad mediante la recuperación de la filosofía perenne, introducen la primera fisura en la “rígida estructura” del dualismo científico entre sujeto y objeto que ha impregnado a la civilización occidental. Así, la filosofía perenne sumada al movimiento transpersonal como “cuarta fuerza” psicológica, es un nuevo paradigma de conocimiento que puede ser aprehendido mediante un mándala epistemológico, el cual posibilita una interpretación hermenéutica de la historia, la ciencia y la espiritualidad pero, eminentemente, desde un revisionismo de la psicología cognitiva y educativa. Tantos cambios de paradigmas contribuyen a la trascendencia holística de la razón hacia el espíritu a modo de un segundo renacimiento humanístico.
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13 - PRESUPUESTOS FILOSÓFICOS PARA LA TRANSICIÓN HUMANA DEL VIEJO MUNDO AL NUEVO MUNDO

Este artículo es una reproducción del epílogo titulado UNA FILOSOFÍA HERMENÉUTICA PARA SERES ESPIRITUALES de la obra KEN WILBER Y LOS NUEVOS PARADIGMAS DE LA HUMANIDAD

“Aquel que quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a sí mismo” (Sócrates -470/399 AC-, filósofo griego)

1 – Verdades eternas

Ya sabemos que el mundo chato (1) es un viejo mundo moribundo. ¿Pero qué nos depara el nuevo mundo? ¿Quién lo va a construir filosóficamente? Para ello, hace falta una hondura intelectual de la talla de Wilber, mi mentor intelectual. Pero también algo de Maslow, Marx, Hegel, Kant, Descartes, Platón y Heráclito -entre otros muchos- si regresamos cronológicamente al pasado; porque hay verdades que, siendo eternas en la historia de la filosofía, no han sido llevadas a su aplicación práctica y pedagógica por el pensamiento occidental. Y ese es el objetivo de este ensayo: una reinterpretación de la historia de la filosofía tradicionalmente académica, ahora bajo un revisionismo desde la filosofía perenne, con la primordial preferencia en facilitar el empoderamiento consciente de las personas para dar el mejor de los sentidos a su vida desde la gestión de su libertad con conocimiento de causa. Vuelvo a recordar en palabras de Morín que “educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad”. “Educación, comprensión, espiritualidad, intelectualidad y moralidad”. Esas cinco palabras, bien podrían representar el sentido de toda mi obra filosófica desplegada a través de mis diversas publicaciones. ¿Qué sentido tendría la vida sin una correcta interpretación?

2 – El principio de los contrarios

Los seres humanos nacemos y vivimos con la muerte en el horizonte. Si una cosa hay cierta en la vida, es que somos mortales, que tarde o temprano vamos a morir. La cuestión es que no sabemos ni cómo ni cuándo. La vida y la muerte, siguiendo el principio de los contrarios propuesto por Heráclito (2) , son dos polos, como todo en la naturaleza. Entonces, ¿no habría que buscar la propuesta para el nuevo mundo dentro de un contexto de contrarios, para que puedan ser claramente identificables, mensurables históricamente y ser aprehendidos fácilmente por el sujeto cognoscente que estudiase la historia del pensamiento? Lo más sabio, creo, es imitar a la naturaleza, y tal ha sido el objetivo de la dinámica espiral emulando al ADN de los seres vivos, como se ha visto en el primer artículo científico La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico-transpersonal, cuyo primordial objetivo es contextualizar la historia del pensamiento en un solo folio. Porque no se puede dar el mejor de los sentidos a la vida sin una correcta aprehensión cognitiva de la historia. Y la comprensión de nuestro pasado es lo que permite interpretar nuestro presente, al modo como lo ha realizado este pensador con el segundo artículo científico El mándala epistemológico y los nuevos paradigmas de la humanidad, y desde ambas erudiciones, poder vislumbrar un futuro filosófico mediante los emergentes paradigmas propuestos en estas seis áreas del conocimiento: la filosofía, la psicología, la sociología, la ciencia, la educación y la espiritualidad.

3 – Pasado, presente y futuro de la humanidad

Puedo afirmar, con poco riesgo a equivocarme, de que el verdadero sentido que hay que dar cada cual a su vida, depende en gran medida del determinismo histórico, las circunstancias exógenas sociales y biológicas, así como de una correcta educación que permita el empoderamiento consciente de esos condicionantes, de modo que el educando sea un ser libre en sus decisiones con conocimiento de causa sobre el pasado, el presente y el futuro de la humanidad. En este respecto, los dos mil años de cristianismo solo han reportado un sometimiento de la razón a la fe. Podríamos creer que la razón colectiva ha logrado su máxima expresión mediante las democracias. Sin embargo, es innegable que vivimos bajo una plutocracia en connivencia con las jerarquías eclesiásticas. Los mercaderes y los curas, sin olvidar a las monarquías, como siempre en la historia, tienen el dominio sobre la humanidad, esclavizando ésta en la caverna platónica mediante el materialismo científico como único modo de saber. El pasado es la historia de un hombre esclavizado a la fe hasta el surgimiento del cogito cartesiano, y desde entonces, la libertad generada con el surgimiento del racionalismo, ha estado en manos del ego plutocrático. Sin embargo, el presente es la lucha por la genuina libertad cooperativa frente al libertinaje del egocentrismo, y el futuro solo puede pertenecer a los hombres que luchan por la libertad con conocimiento de causa. Y en ese camino liberador, la física cuántica ha jugado un crucial papel al girar la mirada desde el “ver para creer” (método científico) al “creer para ver” (método trascendental), dos modos de saber que diferencian epistemológicamente al viejo mundo del nuevo mundo, respectivamente.

4 – Física cuántica y espiritualidad

Desde el surgimiento de la física cuántica, las cuestiones espirituales ya no son del pleno dominio de las religiones, sino que son los propios científicos quienes postulan una integración de la razón con el espíritu. Así, el giro copernicano que se está produciendo en la historia del pensamiento, es que el viejo mundo sustentado en el materialismo científico y el racionalismo pragmático está agotado, y un nuevo mundo emerge gracias a un racionalismo espiritual, una integración de la razón y el espíritu tal como postulo mediante la filosofía transpersonal. Enseñar ello en una clase de filosofía, y además en un solo folio, es dar al estudiante un conocimiento contextual de la historia del pensamiento para que pueda ubicarse existencial, racional y espiritualmente con conocimiento de causa. Por tanto, fuera las imposiciones educativas orientadas a satisfacer las demandas de un sistema de producción que solo crea miseria; también fuera de la educación el adoctrinamiento ideológico desde los dogmas religiosos. Saber y educar ello hará a todo estudiante un ser libre con conocimiento de causa para dar el mejor de los sentidos a su vida.

5 – Saber, verdad y libertad

Cada uno hace lo que puede con lo que se sabe para dar el mejor de los sentidos a su vida, pero cuando el saber democrático se halla secuestrado, no hay duda que se vive en una ignorancia inducida histórica y socialmente por las mismas castas que se transmiten el poder generacionalmente entre ricos, y entre papas en la curia eclesiástica, confluyendo todo ello, inevitablemente, en La sociedad de la ignorancia . Saber ello es la antesala de la libertad y la preconización de la muerte del viejo mundo. Porque solo el saber hará de nosotros hombres libres. Entre la vida y la muerte solo hay saber: nacemos para aprender y morimos con alguna lección aprendida.

Cuando algo muere, inherentemente en el plano psicológico, se tiende a pensar que ha desaparecido para siempre, siendo una concepción materialista de la vida. Por otro lado, hay personas que creen que hay vida tras la muerte, siendo entonces una concepción idealista o espiritual. Esa dicotomía psicológica entre el materialismo y el idealismo, los contrarios por antonomasia, es una apertura ontológica para que toda persona tenga que dar un sentido a su vida, libre e inexorablemente, en función de sus propias creencias, así como los conocimientos adquiridos. Pero la cuestión fundamental en la interpretación de lo que es la vida, es que debe ser comprendida desde una correcta lectura del pasado e interpretación del presente para poder decidir certeramente sobre el futuro. Por tanto, la primera regla es tener un “mapa” lo suficientemente fidedigno, emulando a Descartes, para no perderse en el camino de la investigación de la “verdad”. Tal fue la primera regla que aprendí en el Discurso del método. El mundo tan complejo en el cual vivimos es una maraña que presenta confusión y nihilismo en las personas, principalmente, porque la actividad filosófica ha sido denostada, pisoteada y arrinconada. Sin un referente educativo fiable que invite a la reflexión, ¿cómo emprender la reconstrucción pensativa sobre este viejo mundo moribundo? ¿Cómo dar el mejor de los sentidos a la nueva vida?

6 – Criticismo kantiano

De un modo historicista, es el criticismo kantiano quién diferencia las tres jerarquías en discordia en el presente caos civilizatorio: la ciencia (ello), la profundidad interior (yo) y la espiritualidad (nosotros), que la postmodernidad no ha sabido o podido integrar. El ego plutocrático, fragmentado y disociado de la colectividad, ha aflorado la miserable moral humana que resplandece en el viejo mundo moribundo. La filosofía tradicional academicista no ha sabido renovarse con las verdades que tenía delante de las narices. Los paradigmas de la filosofía tradicional y la filosofía transpersonal están presentes, aunque no diferenciados desde las perspectivas académica, sociológica y cognitiva, pues lo “transpersonal” es como un simple bebé que, desde un contexto histórico, está comenzando a caminar. Así en un solo folio, en la dinámica espiral, se puede enseñar la historia de la filosofía hasta el siglo veintiuno. Fácil para todos.

7 – Un nuevo paradigma de conocimiento

El nuevo mundo debe edificarse desde el empoderamiento consciente de toda persona. Y para ello, es imprescindible saber leer el pasado e interpretar el presente para orientar certeramente su futuro. El sintagma a modo de dinámica espiral, es una humilde propuesta para que la historia de la filosofía pueda ser enseñada siguiendo reglas escritas en la naturaleza, pero que pocos aciertan a descifrar. No se puede construir un nuevo mundo sin un “mapa sociológico” que auxilié en la comprensión de la realidad de ahí fuera, así como un “mapa psicológico” que guie interiormente al sujeto cognoscente en su mundo interior. Pero el mapa por excelencia es la naturaleza y así fue como emergió la dinámica espiral a modo de contrarios contrapuestos de dos en dos, y a la vez evolucionando helicoidalmente, como lo hace el ADN en la naturaleza, toda una visión transpersonal que va más allá de la filosofía tradicional. La filosofía académica tradicional ha fracasado como proyecto emancipador de la humanidad, de ahí la muerte del viejo mundo. En su lugar, propongo realizar filosofía transpersonal en el nuevo mundo, pues aporta una visión más integradora de la naturaleza humana. Y propongo La educación cuántica como un proyecto revisionista y reformador en la pedagogía histórica, filosófica, científica, intelectual, psicológica y espiritual. Propongo el otro modo de saber, el no dual entre sujeto y objeto, el místico, el trascendental o directo, un nuevo paradigma de conocimiento a los ojos de los materialistas científicos, sin embargo, eternamente presente en la filosofía perenne y más conocido como metafísica en el ámbito de la filosofía.

8 – De la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal

Porque el nuevo mundo solo puede edificarse con personas libres y con conocimiento de causa. Solo el saber hará de nosotros hombres verdaderamente libres. Y para tal objetivo, una renovada filosofía debe volver a coger las riendas del destino de la humanidad. Tal es el objetivo de este ensayo al reinterpretar y comprender mejor nuestro pasado mediante la dinámica espiral en el artículo La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico-transpersonal y, correlativamente, aprehender los nuevos paradigmas de la humanidad mediante el mándala epistemológico. Solo comprendiendo e interpretando correctamente nuestro pasado es posible, entonces, vislumbrar un cambio de era desde el materialismo del viejo mundo hacia la espiritualidad del nuevo mundo.

Ahora bien, desde una cronología histórica, ¿cómo se realizará la transición del viejo mundo al nuevo mundo? ¿Cómo se correlacionan ambos mundos en el proceso histórico? ¿Cómo será posible la trascendencia de la filosofía tradicional del mundo chato hacia la filosofía transpersonal del nuevo mundo?

Todo cambio de paradigma supone una metamorfosis de nuestra visión del mundo, impele a transformar nuestra anticuada cosmología anclada al pasado, asumir que debemos cambiar nuestra manera de vivir, de pensar y de relacionarnos con los demás. Sin embargo, soy consciente, porque así lo he detectado en mi entorno social, de que, para muchas personas apresadas por el paradigma capitalista, les será muy difícil realizar dicha metamorfosis, esencialmente, porque sus vidas están condicionadas por un modelo existencial reduccionista en el que, la pretendida felicidad, está ligada a la esclavitud del economicismo neoliberal. Cuando el depredador sistema capitalista violenta la vida de los ciudadanos con desahucios de viviendas, expolio de ahorros de toda una vida -véase las preferentes-, con la exclusión social y la pobreza, son muchas las personas que colapsan psicológicamente y caen en la depresión cuando no en el suicidio. Son miles y miles las personas suicidadas, fundamentalmente, porque su cosmovisión de la vida se vino abajo, porque nadie les ha enseñado a comprender que la historia reciente de la humanidad ha sido manipulada para favorecer el ego plutocrático de una minoría al frente de los designios del mundo. Así pues, para esa generación de personas que han caído en el nihilismo y la pérdida del sentido de la vida, sacando fuerza de flaqueza, tan solo les queda como solución emprender el viaje iniciático de la transformación interior e intentar recorrer el camino ascendente hacia la sabiduría, un sendero que el inconmensurable Platón nos invitó a proseguir mediante la alegoría del Mito de la Caverna.

9 – Un mundo chato

No obstante, la vida sigue su curso, y aunque el mundo chato desvelado por Wilber tiene difícil resolución por cuanto nos hallamos en puertas de un colapso financiero globalizado con importantes repercusiones sociales y psicológicas para los ciudadanos del mundo, este librepensador debe seguir adelante con sus especulaciones filosóficas, pues es un imperativo para todo sincero buscador de la “verdad” estudiar su pasado para comprender el presente y proponer soluciones futuras. Y la conclusión a la que hemos llegado es que, la humanidad, debe cambiar antes que nada su paradigma pensativo, es decir, sustituir la filosofía tradicional -sustentada en la disociación entre la razón y el espíritu -, para abrazar la filosofía transpersonal propuesta por el inconmensurable Ken Wilber. En suma, se trata de aunar la razón con el espíritu, de buscar la profundidad interior, de abandonar el mundo chato de la Mano Derecha y, en su lugar, aprehender el camino espiritual de la Mano Izquierda.

10 – Dos modos de saber: evolución paradigmática

Efectivamente, la tesis fundamental de este ensayo es que la filosofía bifurca en dos modos de saber: la epistemología de lo conmensurable y la hermenéutica de lo inconmensurable. La historia de la humanidad como se ha visto con Ken Wilber en Breve historia de todas las cosas, se ha declinado por la senda del racionalismo pragmático, de una filosofía materialista y de una ciencia divorciada del saber revelado en manos, presuntamente, de las religiones. En definitiva, la filosofía tradicional ha devenido en un mundo chato, un viejo mundo con un dominio del “ello” sobre el “yo” y el “nosotros”. La filosofía tiene el gran reto de integrar la epistemología de lo conmensurable y la hermenéutica de lo inconmensurable, cuyo resultado es una epistemología hermenéutica como evidencia nuestro mándala epistemológico, en suma, realizar filosofía transpersonal. Y lo que se desprende de la investigación argumentada en este ensayo es que, imperativamente, la humanidad debe emanciparse hacia la postmodernidad o visión-lógica según Wilber, lo cual permitiría entonces la evolución dialéctica y paradigmática en estas seis áreas del conocimiento: en la filosofía (de la tradicional a la transpersonal), en la psicología (de la conciencia personal a la conciencia transpersonal), en la sociología (del neoliberalismo al altermundismo), en la ciencia (de la filosofía materialista a la filosofía perenne), en la educación (de la tradicional a la educación cuántica), y en la espiritualidad (de las religiones exotéricas a la religión esotérica). En definitiva, complementar el conocimiento de la Mano derecha con el de la Mano Izquierda, integrar estos dos modos de saber.

11 – Reduccionismo psicológico

Wilber tiene absolutamente toda la razón al aseverar que el “ello” de la Mano Derecha se ha erguido como adalid de la “verdad” sobre el “nosotros moral” y el “nosotros cultural”, y por debajo, se halla soterrado un “yo” fragmentado y disociado de la colectividad, cuya razón filosófica se halla disociada del espíritu. Dicho en otras palabras, después de dos mil años de filosofía, ésta ha devenido en un racionalismo pragmático, sin sentido orientador para el ser humano, hasta tal punto que los poderes fácticos la están desterrando del sistema tradicional de enseñanza. La cuestión es que, subrepticiamente, a menor pensamiento crítico, mayor docilidad en el control social y psicológico de las masas. Con el transcurso del tiempo, la filosofía ha sido sustituida por un reduccionismo psicológico, en sentido positivista, que no es capaz de dar razones sobre el verdadero sentido de la vida, pues deja de lado la visión espiritual inherente al ser humano. Lo más grave de todo ello es que la educación tradicional, clasista, ha sucumbido también a los cantos de sirena de los jerarcas inmediatamente superiores, a saber, la religión, la filosofía materialista y, por encima de todos ellos, los poderes fácticos a través del eufemístico pensamiento único neoliberal (3). Tal es la jerarquía de domino del mundo chato, y lo más irónico, es que los plutócratas no se esconden, sino que se ríen de nosotros al colocar el “ojo que todo lo ve” en la cúspide piramidal de la jerarquía de dominio, tal como aparece en el billete del dólar americano.

12 – El nacimiento de una nueva conciencia

Afortunadamente, la evolución sigue su curso y, tarde o temprano, a todo caos le sucede un orden, aunque todavía imperceptible para muchos, porque los hombres de buena voluntad, ya sea por el acoso de tanto sufrimiento o por haber emprendido el camino ascendente hacia la sabiduría, harán posible en algún momento de la historia que los viejos paradigmas sean sustituidos por otros nuevos, como postulo en este ensayo. No me cabe la menor duda. Otra cuestión es que muchos de nosotros podamos llegar a ver dichos cambios de paradigma. Sin embargo, cada cual debe ser consciente de su papel en la evolución espiritual de la humanidad, cada cual debe descubrir y recorrer por sí solo el camino ascendente hacia la sabiduría y el camino descendente de la compasión. Solo así será posible una socialización efectiva del conocimiento que permita salir a la humanidad de La sociedad de la ignorancia, transcender hacia La democracia del conocimiento y vislumbrar El nacimiento de una nueva conciencia crítica de especie para instaurar una civilización espiritual, cuyas condiciones objetivas, según Wilber, solo pueden darse mediante el desarrollo de la intuición espiritual o intuición moral básica.

13 – La intuición moral básica

La intuición moral básica a decir de Wilber, es que cuando yo intuyo claramente al Espíritu, no solo intuyo su resplandor en mí mismo, sino que también lo intuyo en el dominio de los seres que comparten el Espíritu conmigo (en forma de su propia profundidad). Y es entonces cuando deseo proteger y promover ese Espíritu, no solo en mí sino en todos los seres en los que se manifiesta. Pero, además, si intuyo claramente al Espíritu, también me siento alentado a implementar ese despliegue espiritual en tantos seres como pueda, es decir, no solo en los dominios del “yo” o del “nosotros”, sino que también me siento movilizado a implementar esta realización como un estado objetivo de cosas (en los dominios del “ello”, en el mundo). El hecho que el Espíritu se manifieste realmente en los cuatro cuadrantes (o, dicho de modo resumido, en los dominios del “yo”, del “nosotros” y del “ello”) supone también que la auténtica intuición espiritual es aprehendida con el deseo de expandir la profundidad del “yo” a la amplitud del “nosotros” y al estado objetivo de cosas del propio “ello”. En definitiva, proteger y promover la mayor profundidad a la mayor amplitud posible. Esa es, en opinión de Wilber, la intuición moral básica de todos los holones, sean o no humanos.

14 – El Gran Tres

Los paradigmas del viejo mundo, o mundo chato, se sustentan sobre una jerarquía de dominio del “ello” sobre el “nosotros” y el “yo”. La Mano Derecha obvió por completo la reflexión y la interpretación de la profundidad, es decir, esa jerarquía de dominio abrió una brecha epistemológica entre los dos modos saber al enaltecer el “ello” sobre el “nosotros” y el “yo”. La Mano Izquierda, imperativamente, debe trascender dicha jerarquía de dominio mediante la filosofía transpersonal como propulsora de la profundidad, como paradigmática sustituta de la filosofía tradicional, en definitiva, integrar la mente, la cultura y la naturaleza como forma de respetar al Espíritu en los cuatro cuadrantes , formas de reconocer los cuatro rostros del Espíritu -o simplemente Gran Tres- para honrar por igual a la Bondad, la Verdad y la Belleza.

15 – Una filosofía hermenéutica para seres espirituales

Consecuentemente, no se puede edificar una filosofía hermenéutica para seres espirituales, si no es sobre los sólidos cimientos de una filosofía transpersonal que integre la razón con el espíritu desde la no-dualidad. No se puede dejar que la filosofía transpersonal corra la misma suerte que la filosofía tradicional, es decir relegada al ostracismo de la historia. Bien al contrario, la filosofía transpersonal debe abanderar el segundo renacimiento humanístico como epistemológicamente ha sido argumentado en el artículo científico La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico transpersonal, siendo Ken Wilber el adalid de este movimiento intelectual y espiritual. Solo así puede, la filosofía transpersonal, constituirse en una filosofía hermenéutica para seres espirituales.

Y para dicha finalidad, en un ejercicio de futurología filosófica, deberán consumarse los cambios de paradigmas argumentados en el artículo científico El mándala epistemológico y los nuevos paradigmas de la humanidad. El tiempo será el juez supremo que quita y pone razones. Ni tan siquiera mis coetáneos podrán juzgar de la certeza o desacierto del postulado aquí desarrollado, fundamentalmente, porque todo paradigma abarca un espectro temporal que solo puede observarse desde el futuro. Es decir, este momento presente solo podrá ser valorado, estudiado y considerado desde el futuro, del mismo modo que, en la dinámica espiral, hemos podido contextualizar los paradigmas del pasado desde una perspectiva holístico-cognitiva amparada por una visión hermenéutica. A la postre, todo en la vida es interpretación. Siempre es más fácil investigar, rastrear, leer o interpretar nuestro pasado. Algo más difícil es comprender nuestro presente, pues estamos obnubilados por las sombras de la caverna capitalista y, mucho más difícil, será predecir nuestro futuro. No obstante, hay precedentes de pensadores y genios cuyas ideas no fueron tomadas en consideración por el pensamiento social dominante y que, sin embargo, se han atrevido a soñar con su imaginación para anticipar previsibles futuros. Porque, como dijera el poeta estadounidense Faulkner: “La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”.

La actual civilización se halla ante en un inminente colapso cultural, cuya única solución pasa por trascender al primer renacimiento (“yo”) e integrar un segundo renacimiento (“nosotros”) con la salvaguarda de la naturaleza (“ello”). Y para ello, más que nunca será necesario un viaje iniciático de la transformación interior, es decir, desde la no-dualidad, abrazar y emprender cada uno de nosotros el camino ascendente hacia la sabiduría y el camino descendente de la compasión, porque no hay mayor verdad que el amor (espiritualidad), y el amor a la verdad es el camino (filosofía), en definitiva, aprehender la intuición moral básica propuesta por Ken Wilber: promover la mayor profundidad para la mayor amplitud posible, dicho de otra manera, implementar el despliegue espiritual en tantos seres como pueda, no solo en los dominios del “yo” o del “nosotros”, sino también en los dominios del “ello”, en el mundo. Aprehender el significado y la puesta en práctica de dicha intuición moral básica desvela una subyacente filosofía hermenéutica apta solamente para seres espirituales.


“No somos seres humanos viviendo una experiencia espiritual. Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana”
(Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955), filósofo francés).


NOTAS:

(1) El fracaso epistemológico de Occidente es evidente al no haber logrado la integración del “yo” (arte), el “nosotros” (moral) y el “ello” (ciencia), tal es la conclusión de la primera parte de Breve historia de todas las cosas a decir de Wilber (p.182):

“No deberíamos, pues, buscar la solución regresando a la indisociación mítica o mágica del Gran Tres en la que el yo, la cultura y la naturaleza todavía no se habían diferenciado. Debemos desembarazarnos de la miseria de la modernidad (la disociación) sin renunciar, en cambio, a sus facetas más esplendorosas (la diferenciación). De modo que, si la tarea de la modernidad fue la diferenciación del Gran Tres, la misión de la postmodernidad es la de llegar a integrarlos.”

Wilber considera que Occidente ha completamente olvidado las dimensiones espirituales, abocando con ello a un “mundo chato” dominado por los ascendentes y los descendentes, y que han llevado al colapso de la modernidad. Wilber (p.339) explica la génesis de dicho problema occidental:

“Todo comenzó a cambiar radicalmente con el Renacimiento y la emergencia de la modernidad, un cambio que alcanzaría su punto culminante con la Ilustración y la Edad de la Razón y que bien podríamos resumir diciendo que los ascendentes fueron reemplazados por los descendentes.”

La obra de Wilber aborda en extensión los ascendentes y los descendentes como rivales antagónicos que necesitan de una integración, y nos explica la génesis histórica de este rechazo de lo espiritual, la razón histórica concreta que explica los motivos por los cuales el Occidente moderno ha llegado a negar la validez de los estadios transpersonales. La posibilidad y necesidad de una filosofía hermenéutica está meridianamente demostrada por Wilber en Breve historia de todas las cosas, a partir de la cual hemos esbozado los parámetros históricos y hermenéuticos, a saber, la diferenciación de los Tres Grandes a partir de Kant, y el colapso del Kosmos al ser reducidos al Gran Uno: el materialismo científico. En suma, estamos asistiendo en Occidente a un completo olvido de la profundidad espiritual.

Los ascendentes y los descendentes, al fragmentar el Kosmos, están alimentando la brutalidad de la contienda y no hacen más que tratar de contagiar al otro bando sus enfermedades. Pero no es en la lucha sino en la unión entre los ascendentes y los descendentes donde podremos encontrar armonía, porque solo podremos salvarnos, por así decirlo, cuando ambas facciones se reconcilien. Y tal salvación solo puede provenir de la unión entre la sabiduría y la compasión como un imperativo para la sanación trascendental del ser humano.

(2) Heráclito de Éfeso fue un filósofo griego. Nació hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C. Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía). Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores. Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa: se refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas. Todo este fluir está regido por una ley que él denomina Logos. Este Logos no solo rige el devenir del mundo, sino que le habla al hombre, aunque la mayoría de las personas “no sabe escuchar ni hablar”. El orden real coincide con el orden de la razón, una “armonía invisible, mejor que la visible”, aunque Heráclito se lamenta de que la mayoría de las personas viva relegada a su propio mundo, incapaces de ver el real. Si bien Heráclito no desprecia el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia. Era conocido como “el Oscuro”, por su expresión lapidaria y enigmática. Ha pasado a la historia como el modelo de la afirmación del devenir y del pensamiento dialéctico. Su filosofía se basa en la tesis del flujo universal de los seres: todo fluye. Los dos pilares de la filosofía de Heráclito son: el devenir perpetuo y la lucha de opuestos. Ahora bien, el devenir no es irracional, ya que el Logos, la razón universal, lo rige: “Todo surge conforme a medida y conforme a medida se extingue”. El hombre puede descubrir este Logos en su propio interior, pues el Logos es común e inmanente al hombre y a las cosas.

(3) El neoliberalismo es un neologismo que se ha instalado eufemísticamente como pensamiento único en la cultura capitalista de Occidente. El concepto de pensamiento único fue descrito por primera vez por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer en 1819 como aquel pensamiento que se sostiene a sí mismo, constituyendo una unidad lógica independiente sin tener que hacer referencia a otras componentes de un sistema de pensamiento. En 1964, el filósofo Herbert Marcuse describió un concepto similar que denominó pensamiento unidimensional. Para Marcuse este tipo de pensamiento es el resultante del “cierre del universo del discurso” impuesto por la clase política dominante y los medios suministradores de información de masas. El concepto es reintroducido en la última década por el sociólogo y periodista español Ignacio Ramonet, quien lo define partiendo de una idea de izquierda anticapitalista:

"¿Qué es el pensamiento único? La traducción a términos ideológicos de pretensión universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en especial las del capital internacional."

En opinión de Ramonet, el economicismo neoliberal se había erigido en el único pensamiento aceptable, monopolizando todos los foros académicos e intelectuales.

En contraposición, el altermundismo es un amplio conjunto de movimientos sociales formado por activistas provenientes de distintas corrientes políticas, que a finales del siglo XX convergieron en la crítica social al denominado pensamiento único neoliberal y a la globalización capitalista. Acusan a este proceso de beneficiar a las grandes multinacionales y países más ricos, acentuando la precarización del trabajo y consolidando un modelo de desarrollo económico injusto e insostenible, y socavando la capacidad democrática de los Estados, entre otros aspectos negativos. Generalmente, los activistas y simpatizantes mantienen una ideología izquierdista, contraria al liberalismo económico (economía de mercado y comercio libre). El nombre altermundismo viene precisamente del lema “Otro mundo es posible”, nacido en el Foro Social Mundial, que cada año reúne a movimientos sociales de izquierda política internacional.

La emergencia internacional del altermundismo surge en contra de los intentos del pensamiento único de rendir inútil la resistencia, de hacer ineficaz la acción colectiva y de querer evidenciar como arcaico todo deseo de cambio. En un plano más amplio, el levantamiento zapatatista se convertiría en una referencia del naciente movimiento antimundialización neoliberal, que lentamente iba tomando cuerpo en el norte como en el sur. En dicho camino, la realización del Primer Encuentro por la Humanidad y contra el Neoliberalismo en 1996, en muchos sentidos, marcaría el primer paso en la construcción de ese movimiento de movimientos de carácter internacional, y que tuviera su “bautismo de fuego” en la llamada Batalla de Seattle en 1999 y su espacio privilegiado de encuentro más amplio en la experiencia del Foro Social Mundial.

Ignacio Ramonet, doctor en Semiología e Historia de la Cultura y catedrático de Teoría de la Comunicación, como especialista también en geopolítica y estrategia internacional, propulsó la creación de ATTAC cuyo objetivo es la defensa de una gran variedad de causas de la izquierda política. ATTAC promueve el control democrático de los mercados financieros y las instituciones encargadas de su control mediante la reflexión política y la movilización social, y en particular promueve un impuesto a las transacciones financieras. Del mismo modo, Ramonet fue también uno de los promotores del Foro Social Mundial desde donde surgió el lema “Otro mundo es posible” (altermundismo).
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