"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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Filosofia transpersonal

1 - EL VIEJO MUNDO: 1-1 FILOSOFAR EN UN MUNDO GLOBALIZADO

Este artículo es una reproducción del capítulo 1 “EL VIEJO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

La educación cuántica pretende evidenciar esencialmente que este decadente estadio civilizatorio es una consecuencia directa de un viejo mundo moribundo. La educación cuántica es una emergente interpretación filosófica de un mundo globalizado en lo económico, pero no en la reflexión como suprema actividad al servicio de la humanidad. Filosofar en un mundo globalizado se ha vuelto una ardua tarea de desciframiento. En este sentido, Globalización y filosofía, una obra de Michael Reder, nos desvela cómo la globalización ha supuesto la intensificación y la aceleración de las relaciones transfronterizas en la política, la economía y la cultura, entre otros ámbitos. Un fenómeno que no es nuevo, ya que la humanidad ha conocido previamente impulsos globalizadores como los que tuvieron lugar durante el Renacimiento y a finales del siglo XIX. Sin embargo, en su versión actual el proceso ya no involucra únicamente a los Estados, sino también a los individuos, a las instituciones y a las organizaciones.

Michael Reder, a través de ejemplos concretos y de los modelos interpretativos ofrecidos por distintos pensadores desde Kant hasta Habermas, se pregunta en esta obra qué puede aportar la filosofía práctica a la reflexión sobre la política, la economía o la cultura en el actual contexto de globalización y, al mismo tiempo, analiza qué función política puede desempeñar hoy la filosofía mediante la apertura de nuevas perspectivas fundamentales sobre la realidad. Mi interpretación teorética de estas cuestiones planteadas ya fue adelantada en mi obra Capitalismo y conciencia. Incluso reflexiono en dicha obra a modo de metodología con el título de ¡Cómo ser filósofo en el siglo XXI y no morir en el intento!

Desde luego que, a decir del filósofo y científico Mario Bunge, la filosofía no ha muerto, pero está gravemente enferma. Considera que, si se descuida la investigación básica, por darse prioridad al armamento y a la conquista territorial, la ciencia decaerá, y con ella la técnica. Añade que los filósofos debieran cooperar con los científicos sociales para diseñar sociedades en las que se protejan los intereses individuales y colectivos. ¿No es ese precisamente el objetivo de La educación cuántica bajo el amparo de la filosofía transpersonal?

Bunge, en su obra Crisis y reconstrucción de la filosofía, apunta a que la filosofía académica actual se encuentra en un preocupante estancamiento. Pero esto no autoriza a proclamar su muerte, porque el ejercicio de filosofar no es un mero capricho de especialistas, sino una actividad propia a toda la especie humana. El deseo de conocer, la capacidad de formular preguntas y de investigar nos han llevado al nivel de la actual civilización tecnificada. Pero aun las herramientas más sofisticadas, como los ordenadores o Internet, no pueden sustituir nuestra capacidad y nuestro deber de enjuiciar de manera responsable lo positivo, lo perjudicial, los verdaderos logros y las imposturas. Mario Bunge muestra en un magnífico panorama la evolución y los resultados actuales de las principales áreas científicas, como la cosmología, las investigaciones de la materia, de la mente humana, la sociología, la ética y la teoría del derecho. La asombrosa riqueza de enfoques y avances en estas disciplinas impone la pregunta: ¿Y qué hace la filosofía, la antigua reina de todos los saberes? Hay que reconstruir su función auténtica de elaborar nuevas visiones de conjunto, de interpretar los cambios y saltos decisivos en los conocimientos científicos e interrogar su significado. Desde su sereno humanismo secular, Mario Bunge nos invita a dar los primeros pasos en la renovación de esta tarea y nos enseña a reflexionar juiciosamente sobre las grandes contribuciones y seducciones del amplio espectro científico actual.

Ciertamente, como apunta el filósofo y físico Mario Bunge, la filosofía académica actual se encuentra en un preocupante estancamiento. Bunge sustenta un materialismo emergentista pues la ciencia, según él, es la única forma de conocimiento legítima. Sin embargo, a pesar de los impresionantes logros de la neurobiología, todavía no han llegado a determinar donde se encuentra el centro de la conciencia. Por tanto, la filosofía transpersonal como ciencia de la conciencia se presenta como esperanzadora para transcender a la crisis del concepto de sujeto reconocido por el propio Bunge.
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Filosofia transpersonal

1 - EL VIEJO MUNDO: 1-2 CRISIS DE LA FILOSOFÍA

Este artículo es una reproducción del capítulo 1 “EL VIEJO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Efectivamente, la filosofía académica actual se encuentra en preocupante estancamiento. Pero no de ahora. Cuando estudiaba filosofía en la facultad de Barcelona, allá por los años ochenta, lo hice con un sabor agridulce. Dulce e ilusionante porque accedía a la universidad tras pasar el examen de acceso para mayores de veinticinco años. Dulce y emocionante porque, para un hijo de un emigrante minero, era bien difícil ascender hacia el Mundo de las Ideas. Dulce y esperanzador, porque salía de la caverna platónica para dirigirme hacia la luz. Pero también agrio mi paso por la universidad porque quedé decepcionado en la manera en que se enseñaba la filosofía.

Bajo mi humilde entender, bucear en la filosofía durante tantos años de estudio para tener en la cabeza cuarenta mil propuestas de otros tantos pensadores, pues que quiere que le diga al lector, para sacar el trigo entre tanta paja, había que ser un avispado investigador. Decididamente, no salí de la universidad con las ideas claras, seguramente, porque no encajaban con mis estudios esotéricos realizados antes de mi entrada en la universidad. Vi claramente que las universidades eran instrumentos racionales y pragmáticos carentes de una visión integradora con la espiritualidad, la cual sí me proveía mis estudios esotéricos al margen de lo que decía la oficialidad en la universidad. Simplemente, en mi esquema mental, la racionalidad y la espiritualidad no estaban integradas, sino disociadas. Milagrosa o causalmente, fue Wilber mediante su obra Sexo, Ecología, Espiritualidad quien, en una sola lectura, supo enseñarme la historia exotérica de la filosofía, pero también la esotérica, siempre los dos contrarios de Heráclito(1) .


Nota (1):

Heráclito de Éfeso fue un filósofo griego. Nació hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C. Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía). Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores. Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa: se refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas. Todo este fluir está regido por una ley que él denomina Logos. Este Logos no solo rige el devenir del mundo, sino que le habla al hombre, aunque la mayoría de las personas “no sabe escuchar ni hablar”. El orden real coincide con el orden de la razón, una “armonía invisible, mejor que la visible”, aunque Heráclito se lamenta de que la mayoría de las personas viva relegada a su propio mundo, incapaces de ver el real. Si bien Heráclito no desprecia el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia. Era conocido como “el Oscuro”, por su expresión lapidaria y enigmática. Ha pasado a la historia como el modelo de la afirmación del devenir y del pensamiento dialéctico. Su filosofía se basa en la tesis del flujo universal de los seres: todo fluye. Los dos pilares de la filosofía de Heráclito son: el devenir perpetuo y la lucha de opuestos. Ahora bien, el devenir no es irracional, ya que el Logos, la razón universal, lo rige: “Todo surge conforme a medida y conforme a medida se extingue”. El hombre puede descubrir este Logos en su propio interior, pues el Logos es común e inmanente al hombre y a las cosas.
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1 - EL VIEJO MUNDO: 1-3 FILOSOFÍA ESOTÉRICA

Este artículo es una reproducción del capítulo 1 “EL VIEJO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Esta decrépita civilización se sustenta sobre un racionalismo pragmático y sobre una filosofía tradicional moribunda, como se ha visto. Sin embargo, como postulo mediante la filosofía transpersonal y La educación cuántica, son tiempos de la filosofía esotérica, introspectiva, la de la paz, la de la búsqueda del ser interior, lo mismo que apunta el físico Garnier con el “otro yo” . Es un giro copernicano donde se produce “el despertar de la conciencia”, no solo en los individuos como postulo, sino también en las instituciones educativas. Son tiempos de que el racionalismo espiritual se propague mediante la filosofía transpersonal y La educación cuántica.

Así fue como realicé mi propia interpretación filosófica de la historia y nuestra era contemporánea, concluyendo ello con la publicación en el Journal of Transpersonal Research, una revista de investigación transpersonal, de mi artículo La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico transpersonal. Y desde dicha estructura pensativa ha surgido La educación cuántica, como propuesta resolutiva a la difícil situación de la filosofía y del mundo planteada anteriormente. Esos pensamientos estructurados se constituyen en un camino ascendente de la conciencia hacia la sabiduría, una cuestión desarrollada con la debida extensión en la cuarta parte de este ensayo; se trata de un peregrinaje por la noche siempre oscura de la caverna platónica, toda una “soledad del pensador” en busca de saber y libertad. En honor a la soledad que experimenta todo pensador, dediqué mi libro Pensar en ser libre a todas aquellas personas afanadas hacia la comprensión del sentido de la vida. La vida adquiere sentido cuando los actos ejercidos en libertad son dirigidos hacia la verdadera comprensión del sentido de nuestra existencia. Nuestra existencia es, en sí misma, efímera, pues al nacer ya nos dirigimos inexorablemente hacia la muerte. En ese intervalo de lucidez de la conciencia, pocos son los que se ejercitan en la noble tarea de hallar algún conocimiento como rector del propio sentido de la vida. A ello se han dedicado preferentemente filósofos y científicos de todos los tiempos. Cada cual, dentro del contexto sociocultural de su época, ha intentado dar una respuesta a la eterna pregunta: ¿Qué sentido tiene la existencia?
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1 - EL VIEJO MUNDO: 1-4 UNA PROPOSICIÓN HERMENÉUTICA

Este artículo es una reproducción del capítulo 1 “EL VIEJO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Mi humilde proposición hermenéutica es La educación cuántica como estructura pensativa sobre nuestra realidad objetiva y subjetiva, sobre la interrelación entre la conciencia individual y la colectiva, y todo ello, desde una renovada perspectiva histórica, sociológica, intelectual, económica, política, psicológica y espiritual. Una reinterpretación a modo de dinámica espiral que emula al ADN: “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”, una ley de la correspondencia que afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: Físico, Mental y Espiritual. Este principio es uno de los siete descritos en El Kybalión, un documento que resume las enseñanzas de la filosofía hermética, también conocidos como los “siete principios del hermetismo”.

El primer principio es Mentalismo. El Todo es mente. El universo es mental. En efecto, como acredita la física cuántica, no se puede acceder al desciframiento de la materia si no es teniendo en cuenta la percepción mental del observador. La grandeza de la física cuántica es que ha desintegrado la “rígida estructura” dualista mantenida por el materialismo científico, y hasta las neurociencias nos dicen que la realidad objetiva es maya (ilusión), abriendo la espoleta del misticismo contemplativo cuyo conocimiento se sustenta en la no-dualidad sujeto-objeto. También cobra vigor el Mundo de las Ideas de Platón donde, la reina, es el amor.

El segundo principio es Correspondencia, como se ha visto más arriba con la analogía del ADN en relación a la dinámica espiral: “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”.

El tercer principio es Vibración. Nada está inmóvil, todo se mueve. Todo vibra, como acredita la teoría de cuerdas que, además, postula otras dimensiones imperceptibles para el ser humano.

El cuarto principio es Polaridad. Todo es doble, todo tiene dos polos. Todo tiene su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo. Los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado. Los extremos se tocan. Todas las verdades son medias verdades. Todas las paradojas pueden reconciliarse. Son los eternos contrarios que he postulado en boca de Heráclito (1), también el ying y el yang, pero, sobre todo, de un modo científico a través de la teoría del desdoblamiento del tiempo de Garnier, es el reconocimiento que todos nosotros tenemos también un “otro yo” que conviene saber escuchar.

El quinto principio es Ritmo. Todo fluye y refluye, todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo. La medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda. El ritmo es la compensación. Para desenvolverse lo mejor posible, es oportuno seguir el consejo de Bruce Lee, “Sé agua, mi amigo”. Esta frase, contextualmente, significa: “No te establezcas en una forma, adáptala y construye la tuya propia, y déjala crecer, sé como el agua. Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede chocar. Sé agua amigo mío”. Bruce Lee fue un destacado y carismático artista marcial, actor y filósofo de origen chino, conocido como el más grande maestro de artes marciales del siglo XX. Representa el mito que logró la apertura de las artes marciales chinas en Occidente.

El sexto principio es Causa y efecto. Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene su causa. Todo sucede de acuerdo a la ley. La suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida. Hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley. Esta ley kármica es quizá la más difícil de aprehender por la civilización occidental. El materialismo científico contempla esta ley en su estudio de la naturaleza, pero no ha dado el salto cualitativo para saberla aplicar en el plano mental y espiritual, una cuestión que sí contempla La educación cuántica.

El séptimo principio es Generación. El género existe por doquier. Todo tiene su principio masculino y femenino. El género se manifiesta en todos los planos. En el plano físico es la sexualidad. Este principio es más que evidente en la naturaleza biológica de los seres vivos, una cuestión del saber en la que ha quedado atascado el materialismo científico, rehusando el otro modo de saber, el místico o trascendental.


Nota (1):

Heráclito de Éfeso fue un filósofo griego. Nació hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C. Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía). Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores. Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa: se refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas. Todo este fluir está regido por una ley que él denomina Logos. Este Logos no solo rige el devenir del mundo, sino que le habla al hombre, aunque la mayoría de las personas “no sabe escuchar ni hablar”. El orden real coincide con el orden de la razón, una “armonía invisible, mejor que la visible”, aunque Heráclito se lamenta de que la mayoría de las personas viva relegada a su propio mundo, incapaces de ver el real. Si bien Heráclito no desprecia el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia. Era conocido como “el Oscuro”, por su expresión lapidaria y enigmática. Ha pasado a la historia como el modelo de la afirmación del devenir y del pensamiento dialéctico. Su filosofía se basa en la tesis del flujo universal de los seres: todo fluye. Los dos pilares de la filosofía de Heráclito son: el devenir perpetuo y la lucha de opuestos. Ahora bien, el devenir no es irracional, ya que el Logos, la razón universal, lo rige: “Todo surge conforme a medida y conforme a medida se extingue”. El hombre puede descubrir este Logos en su propio interior, pues el Logos es común e inmanente al hombre y a las cosas.
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1 - EL VIEJO MUNDO: 1-5 LA DECADENCIA DE OCCIDENTE

Este artículo es una reproducción del capítulo 1 “EL VIEJO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Como se puede apreciar, hay un diferencial interpretativo entre el racionalismo pragmático del viejo mundo y el racionalismo espiritual defendido en La educación cuántica como revulsivo de un nuevo mundo por construir.

En mi opinión, el viejo mundo tal como lo conocemos está muriendo. Y no es una impresión subjetiva. El historiador Josep Fontana, vuelvo recordar a través de su obra Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945, se ha convertido en una referencia para entender los acontecimientos históricos posteriores a la Segunda Guerra Mundial: la creación del estado de bienestar como respuesta al fascismo y al totalitarismo que habían llevado a la guerra, la posterior guerra fría, la caída de la URSS, la intervención de Estados Unidos en el mundo así como la involución que se vive desde la década de 1970 en relación a los derechos sociales, el bienestar social y democracia como consecuencia del triunfo del neoliberalismo. Fontana constata, setenta años después, el fracaso del proyecto que surgió tras la Segunda Guerra Mundial de construir un nuevo orden internacional donde fuera posible el progreso de los pueblos y el entendimiento entre las naciones. Siete décadas después de la Segunda Guerra Mundial, las diferencias entre los muy ricos y los otros son mayores que nunca. Esa divergencia ontológica entre la riqueza y la pobreza, profundizada por el pensamiento único neoliberal, es la causa de la crisis moral que padece actualmente la humanidad. El racionalismo pragmático ha tocado fondo. Son tiempos de un racionalismo espiritual .

Pero no solo Fontana sino otro ilustre historiador marxista como Eric Hobsbawm recientemente fallecido, señala en el horizonte la posibilidad de una desintegración, incluso de un desmoronamiento del sistema existente. En su obra póstuma Un tiempo de rupturas, Eric Hobsbawm narra lo que le sucedió al arte y a la cultura de la sociedad burguesa una vez esta sociedad desapareció en la generación posterior a 1914. Su destrucción se produjo como consecuencia de los efectos combinados de la revolución en la ciencia y la tecnología, del desarrollo de la sociedad de consumo y de la entrada de las masas en la escena política. Unas sociedades inmersas en la constante presencia de nueva información y de nueva producción cultural –de sonidos, imágenes, palabras y símbolos- han visto transformarse el modo de aprehender la realidad, pero también su concepción de la cultura, que estaba asociada a las convenciones que gobiernan las relaciones humanas. Este libro es una gran aportación a la historia de la cultura del siglo XX, pero es también una reflexión sobre un presente convulso, un tiempo de incertidumbre en que, nos dice Hobsbawm, miramos hacia adelante con perplejidad, sin guías que orienten nuestro camino hacia un futuro irreconocible.
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Filosofia transpersonal

1 - EL VIEJO MUNDO: 1-6 HACIA UN NUEVO MUNDO

Este artículo es una reproducción del capítulo 1 “EL VIEJO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Ante tanta incertidumbre, hay pensadores que se afanan por dar una respuesta a este convulso cambio que está experimentado la humanidad. Tal es el caso de Javier Monserrat, profesor titular en la Universidad Autónoma de Madrid. En su obra Hacia un nuevo mundo, expone que uno de los fenómenos sociales más importantes es la movilización actual de la sociedad civil a favor de un mundo más justo y solidario. La convicción de que otro mundo mejor es posible se ha extendido por todas partes, y el clamor universal por un Nuevo Mundo solidario, sin pobreza e injusticias, es hoy, incesante. El concepto de Nuevo Mundo representa, ya desde el descubrimiento de América, el horizonte utópico de una vida mejor. La apelación a un Nuevo Mundo está hoy omnipresente y el título de este libro quiere hacerse eco de esta aspiración universal.

Asimismo, Javier Monserrat junto a otros autores, se preguntan ¿Es sostenible el mundo en el que vivimos? , y nos dice que la sostenibilidad es de gran actualidad e importancia ya que de ella depende que en el futuro las naciones puedan construir eficazmente una justicia y bienestar universal duraderos. ¿Hasta qué punto lo que se hace hoy puede sostenerse a largo plazo? Para Javier Monserrat hay numerosos indicios y argumentos construibles en una filosofía política, que inducen a pensar que a fines del siglo XX y comienzos del XXI se está gestando un importante cambio en la sensibilidad ético-utópica de los ciudadanos de nuestro tiempo. De ser así, ¿qué nuevo orden internacional respondería lógicamente a ese sentir? Dicho orden debería aunar lo mejor de los principios de la modernidad (la libertad) y lo mejor del comunitarismo (la solidaridad), así como una nueva forma de regulación internacional de la libertad. ¿Acaso no están estos principios contemplados en la filosofía transpersonal y en La educación cuántica?

Decididamente, la filosofía tradicional surgida tras la racional-modernidad está moribunda, y el pensamiento occidental con ella, principalmente, porque su discurso sustentado en el materialismo científico está agotado pues raya con planteamientos filosóficos y espirituales que sobrepasan al método científico desde el surgimiento de la física cuántica. Sin embargo, la filosofía transpersonal, al recoger las enseñanzas de la filosofía perenne, al aunar la racionalidad con la genuina espiritualidad exenta del dogmatismo religioso, apunta hacia un nuevo mundo ahí fuera, pero, sobre todo, a todo un mundo por descubrir dentro de cada uno de nosotros. Y para tal objetivo, La educación cuántica pretende ser un vehículo pedagógico para integrar el cuerpo (“ello”-ciencia), la mente (“yo”-ego) y el espíritu (“nosotros”), tres esferas que fueron diferenciados por el criticismo kantiano y que, respectivamente, requiere una urgente integración entre la ciencia, la profundidad intelectual del sujeto cognoscente y la espiritualidad, como única tabla de salvación para la humanidad. Pero para cambiar el viejo mundo de ahí fuera, habrá que transfigurar nuestro mundo interior mediante una educación cuántica. Solo así, entre todos “nosotros”, será posible construir un nuevo mundo.
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educación

2 - EL NUEVO MUNDO: 2-1 VERDADES ETERNAS

Este artículo es una reproducción del capítulo 2 “EL NUEVO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Ya sabemos que el “viejo mundo” está moribundo. ¿Pero qué nos depara el “nuevo mundo”? ¿Quién lo va a construir filosóficamente? Para ello, es necesaria una hondura intelectual de la talla de Wilber, mi mentor intelectual. Pero también algo de Maslow, Marx, Hegel, Kant, Descartes, Platón y Heráclito si regresamos al pasado; porque hay verdades que, siendo eternas en la historia de la filosofía, no han sido llevadas a su aplicación práctica y pedagógica por el pensamiento occidental. Y ese es el objetivo de La educación cuántica: una reinterpretación de la historia de la filosofía tradicionalmente académica, ahora bajo un revisionismo desde la filosofía perenne, con la primordial preferencia en facilitar el empoderamiento consciente de las personas para dar el mejor de los sentidos a su vida desde la gestión de su libertad con conocimiento de causa. Porque, como aseverara el matemático griego Pitágoras: “Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida”.

Los seres humanos nacemos y vivimos con la muerte en el horizonte. Si una cosa hay cierta en la vida, es que somos mortales, que tarde o temprano vamos a morir. La cuestión es que no sabemos ni cómo ni cuándo. La vida y la muerte, siguiendo el cuarto principio de la polaridad como se ha visto en el anterior capítulo, son dos polos, como todo en la naturaleza. Entonces, ¿no habría que buscar la propuesta para el nuevo mundo dentro de un contexto de contrarios, para que puedan ser claramente identificables, mensurables históricamente y ser aprehendidos fácilmente por el sujeto cognoscente que estudiase la historia del pensamiento? Lo más sabio, creo, es imitar a la naturaleza, y tal ha sido el objetivo de la dinámica espiral emulando al ADN de los seres vivos, como se ha visto en la primera parte de este ensayo, cuyo primordial objetivo es contextualizar la historia del pensamiento en un solo folio. Porque no se puede dar el mejor de los sentidos a la vida sin una correcta aprehensión cognitiva de la historia.
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ESQUEMA EPISTEMOLÓGICO

2 - EL NUEVO MUNDO: 2-2 SABER O NO SABER, ESA ES LA CUESTIÓN

Este artículo es una reproducción del capítulo 2 “EL NUEVO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Puedo afirmar, con poco riesgo a equivocarme, de que el verdadero sentido que cada cual debe dar a su vida, depende en gran medida del determinismo histórico, las circunstancias exógenas sociales y biológicas, así como de una certera educación que permita el empoderamiento consciente de esos condicionantes, de modo que el educando sea un ser libre en sus decisiones con conocimiento de causa sobre el pasado, el presente y el futuro de la humanidad.

En este respecto, los dos mil años de cristianismo solo han reportado un sometimiento de la razón a la fe. Podríamos creer que la razón colectiva ha logrado su máxima expresión mediante las democracias. Sin embargo, es innegable que vivimos bajo una plutocracia en connivencia con las jerarquías eclesiásticas. Los mercaderes y los curas, sin olvidar a las monarquías, como siempre en la historia, tienen el dominio sobre la humanidad, esclavizando a esta última en la caverna platónica mediante el materialismo científico como único modo de saber. El pasado es la historia del hombre esclavizado a la fe hasta el desvelamiento del cogito cartesiano y, desde entonces, la libertad generada con el surgimiento del racionalismo, ha estado en manos del ego plutocrático. Sin embargo, el presente es la lucha por la genuina libertad cooperativa frente al libertinaje del egocentrismo, y el futuro solo puede pertenecer a los hombres que luchan por la libertad con conocimiento de causa. Y en ese camino liberador, la física cuántica ha jugado un crucial papel al girar la mirada desde el “ver para creer” (método científico) al “creer para ver” (método trascendental), dos modos de saber que diferencian epistemológicamente al viejo mundo del nuevo mundo, respectivamente.

Gracias a la física cuántica, las cuestiones espirituales ya no son del pleno dominio de las religiones, sino que son los propios científicos quienes postulan una integración de la razón con el espíritu. Así, el giro copernicano que se está produciendo en la historia del pensamiento, es que el viejo mundo sustentado en el materialismo científico y el racionalismo pragmático está agotado, y un nuevo mundo emerge gracias a un racionalismo espiritual, una integración de la razón y el espíritu tal como postula la filosofía transpersonal. Enseñar ello en una clase de filosofía, y además en un solo folio, es dar al estudiante un conocimiento contextual de la historia del pensamiento para que pueda ubicarse existencial, racional y espiritualmente con conocimiento de causa. Así, fuera las imposiciones educativas orientadas a satisfacer las demandas de un sistema de producción que solo crea miseria; también fuera de la educación el adoctrinamiento ideológico desde los dogmas religiosos. Saber y educar ello hará a todo estudiante un ser libre con conocimiento de causa para dar el mejor de los sentidos a su vida. Cada uno hace lo que puede con lo que sabe para dar el mejor de los sentidos a su vida, pero cuando ese saber es reconvertido en una democracia secuestrada, entonces no hay duda que se vive en una ignorancia inducida histórica y socialmente por las mismas castas que se transmiten el poder generacionalmente entre ricos, y entre papas en la curia eclesiástica. Saber ello es la antesala de la libertad y la preconización de la muerte del viejo mundo. Porque solo el saber hará de nosotros hombres libres. Entre la vida y la muerte solo hay saber: nacemos para aprender y moriremos con alguna lección aprendida.
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sentido de la vida

2 - EL NUEVO MUNDO: 2-3 ¿TIENE SENTIDO LA VIDA?

Este artículo es una reproducción del capítulo 2 “EL NUEVO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Cuando algo muere, inherentemente en el plano psicológico, se tiende a pensar que ha desaparecido para siempre, siendo una concepción materialista de la vida. Por otro lado, hay personas que creen que hay vida tras la muerte, siendo entonces una concepción idealista o espiritual. Esa dicotomía psicológica entre el materialismo y el idealismo, los contrarios por antonomasia, es una apertura ontológica para que toda persona tenga que dar un sentido a su vida, libre e inexorablemente, en función de sus propias creencias, así como los conocimientos adquiridos. Pero la cuestión fundamental en la interpretación de lo que es la vida, es que debe ser comprendida desde una correcta lectura del pasado e interpretación del presente para poder decidir certeramente sobre el futuro. Por tanto, la primera regla es tener un “mapa” lo suficientemente fidedigno, emulando a Descartes, para no perderse en el camino de la investigación de la verdad. Tal fue la primera regla que aprendí en el Discurso del método. El mundo tan complejo en el cual vivimos es una maraña que presenta confusión y nihilismo en las personas, principalmente, porque la actividad filosófica ha sido denostada, pisoteada y arrinconada. Sin un referente educativo fiable que invite a la reflexión, ¿cómo emprender la reconstrucción pensativa sobre este viejo mundo moribundo? ¿Cómo dar el mejor de los sentidos a la nueva vida?
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DINÁMICA ESPIRAL

2 - EL NUEVO MUNDO: 2-4 UN POCO DE ORDEN, POR FAVOR

Este artículo es una reproducción del capítulo 2 “EL NUEVO MUNDO” de la segunda parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

De un modo historicista, es el criticismo kantiano quién diferencia las tres jerarquías en discordia en el presente caos civilizatorio: la ciencia, la profundidad intelectual y la espiritualidad, que la postmodernidad no ha sabido o podido integrar. El ego plutocrático, fragmentado y disociado de la colectividad, ha descubierto la miserable moral humana que resplandece en el viejo mundo moribundo. La filosofía tradicional academicista no ha sabido renovarse con las verdades que tenía delante de las narices. Más que nunca, había que tirar del pensamiento clásico griego para poder reinterpretar este decadente mundo. Así fue como seguí el principio de los contrarios de Heráclito (1) (conocimiento exotérico) y el cuarto principio de la polaridad en el hermetismo (conocimiento esotérico): toda realidad debe presentarse bajo los contrarios. Así, la historia del pensamiento, ella misma, también debería ser interpretada a modo de contrarios. Así fue como elaboré, emulando al ADN en la naturaleza, mi conceptuación teorética a modo de “dinámica espiral” (véase el gráfico adjunto). Todo ello está debidamente argumentado en mi obra Capitalismo y conciencia y publicado en la revista Journal of Transpersonal Research.




Nota (1):

Heráclito de Éfeso fue un filósofo griego. Nació hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C. Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía). Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores. Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa: se refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas. Todo este fluir está regido por una ley que él denomina Logos. Este Logos no solo rige el devenir del mundo, sino que le habla al hombre, aunque la mayoría de las personas “no sabe escuchar ni hablar”. El orden real coincide con el orden de la razón, una “armonía invisible, mejor que la visible”, aunque Heráclito se lamenta de que la mayoría de las personas viva relegada a su propio mundo, incapaces de ver el real. Si bien Heráclito no desprecia el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia. Era conocido como “el Oscuro”, por su expresión lapidaria y enigmática. Ha pasado a la historia como el modelo de la afirmación del devenir y del pensamiento dialéctico. Su filosofía se basa en la tesis del flujo universal de los seres: todo fluye. Los dos pilares de la filosofía de Heráclito son: el devenir perpetuo y la lucha de opuestos. Ahora bien, el devenir no es irracional, ya que el Logos, la razón universal, lo rige: “Todo surge conforme a medida y conforme a medida se extingue”. El hombre puede descubrir este Logos en su propio interior, pues el Logos es común e inmanente al hombre y a las cosas.
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