"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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PRESENTACIÓN-COLOQUIO EN FACE 2019: SITUACIÓN MUNDIAL: TRASCENDENTES EVENTOS OCULTADOS POR LOS MEDIOS

El sábado 24 de agosto 2019 y dentro del magnífico contexto del Festival Alternativo de Creatividad y Educación (FACE 2019), tendré el placer de presentar un coloquio titulado:

SITUACIÓN MUNDIAL:
TRASCENDENTES EVENTOS OCULTADOS POR LOS MEDIOS


Resumen:

La globalización económica a manos de los poderes fácticos, por décadas, ha inducido a la esclavitud de la humanidad mediante el dinero-deuda, las guerras perpetuas y el control de la narrativa histórica, científica, política, cultural y educativa.

Sin embargo, también por décadas, fuerzas benevolentes están haciendo de contrapeso para instaurar la paz mundial, la erradicación de la pobreza y la divulgación de la falsa narrativa de la élite plutócrata.

A tal efecto, formidables eventos están ocurriendo y que los medios de desinformación nos ocultan: la vuelta al patrón oro para el reseteo económico mundial, la liberación de la humanidad de su esclavitud, tecnologías y programas secretos espaciales, y mucho más.

Vivimos tiempos de divulgación total para un despertar colectivo masivo. En este coloquio debate se dará información sobre estos trascendentes eventos que están ocurriendo pero que los medios de desinformación nos ocultan.


AQUÍ, el programa completo de FACE 2019
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congreso

PRESENTACIÓN DE ARTÍCULO EN EL IX CONGRESO INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN CIFE 2019

Del 11 al 13 de septiembre de 2019, en la Universidad de Sevilla (España), tendrá lugar el IX CONGRESO INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN CIFE 2019, cuyo objetivo es reunir a los miembros de la comunidad académica, profesores y estudiantes, y a reconocidos especialistas en este campo procedentes de diferentes países, para debatir en torno a temas educativos de plena actualidad, desde una perspectiva filosófica.

En dicho contexto de reflexión académica, el día 11 de septiembre a las 10H15, tendré el placer de presentar mi artículo titulado:

TRASCENDIENDO LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN OCCIDENTAL: FUNDAMENTOS PARA LA FILOSOFÍA TRANSPERSONAL Y LA EDUCACIÓN TRANSRACIONAL

Resumen:

Esta comunicación postula la integración del saber científico (epistemología de lo conmensurable) con la perenne espiritualidad (hermenéutica de lo inconmensurable), una síntesis respectivamente de la razón con el espíritu en un ejercicio de trascendencia desde la no dualidad, lo cual conlleva aprehenderse a uno mismo como conciencia de unidad mediante una auténtica intuición espiritual .

Esos dos modos de saber así aprehendidos mediante la intuición espiritual, posibilitan una síntesis entre la filosofía y la espiritualidad. Para tal finalidad, se recurre a tres inconmensurables pensadores: Platón, Kant y Wilber. Las Tres Grandes categorías platónicas -la Verdad, la Belleza y la Bondad- que fueron respectivamente diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas (“ello”, “yo” y “nosotros”), requieren imperativamente de una integración entre la naturaleza, la conciencia y la cultura. La intuición moral básica argumentada por Ken Wilber se constituye como una necesaria cuestión ética para la integración del “ello”, “yo” y “nosotros” y, consecuentemente, en una ética epistémica dentro del marco de una episteme transracional.

La filosofía transpersonal de Ken Wilber, como disciplina que estudia a la espiritualidad y su relación con la ciencia, permite vislumbrar la sanación trascendental del ser humano mediante una educación transracional que implemente la razón con el corazón.
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amor

FINALIDAD ÚLTIMA DE TODO SER

Este artículo es una reproducción del capítulo con el mismo nombre de la página 172 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Hallar el sentido y finalidad última de todo ser es una asignatura pendiente de la humanidad, pero, de un modo egoísta, no para los plutócratas. De ahí la imperiosa necesidad de una educación cuántica para salir de La sociedad de la ignorancia. La humanidad ha sido manipulada y dominada por el ego plutocrático del sistema capitalista. Y es el movimiento “transpersonal” como “cuarta fuerza” de la psicología quien pone sobre el tapete la necesidad de aunar la racionalidad (ego) con la espiritualidad (nosotros). Ese discurrir espiritual en nuestra historia reciente se ha malinterpretado como “misticismo cuántico”. También Ken Wilber con su teoría de los “cuatro cuadrantes” aúna la epistemología occidental con la hermenéutica oriental. La filosofía tradicional está siendo superada paradigmáticamente por la filosofía transpersonal. Sin embargo, la transición desde la una a la otra augura una pugna intelectual que puede durar largo tiempo, pues está en juego no solo cambiar las estructuras sociales y políticas sino, eminentemente, sustituir la educación tradicional por una educación cuántica.

Con la actual subrogación academicista de la filosofía en favor de la psicología positivista y del materialismo científico, se ha producido una reduccionista visión de la realidad humana como acredita la actual crisis mundial de valores morales: la humanidad tiene que repensarse a sí misma, es decir, hay que recurrir a la filosofía por antonomasia. Y ese camino inverso es recorrido, cómo no, por la propia psicología transpersonal, quién remite a descubrir la esencia del propio ser oculto en la profundidad de cada uno de nosotros, y que pasa imperativamente por trascender el ego hacia el “nosotros”. Sanar ese ego es un imperativo vital como defiendo en mis postulaciones filosóficas, psicológicas y pedagógicas.

Esa labor de sanación del ego es una tarea propia del psicoterapeuta transpersonal, pero, este, debe su existencia epistemológica a la filosofía transpersonal tal como defiendo en mi estructura pensativa. ¿Y quién sabe de filosofía transpersonal? ¿Dónde están los verdaderos maestros de orquesta de la racionalidad, como en su día lo fueron Descartes o Kant? ¿Acaso Platón no es también el olvidado maestro de orquesta por antonomasia? ¿Y qué decir de Ken Wilber? Nunca como ahora el Mito de la caverna tiene mayor razón de ser reivindicado y con posibilidad de ser impartido pedagógicamente mediante La educación cuántica. Desde el futuro, en una mirada retrospectiva histórica, la era del capitalismo será recordada como una sombría caverna platónica necesitada más que nunca de hacer metafísica en el Mundo de las Ideas donde, el amor, debiera ser la finalidad última de todo ser.
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HERMENÉUTICA DE LO INCONMENSURABLE

Este artículo es una reproducción del capítulo con mismo título en la página 120 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.

La historia no es como nos la enseñan, sino que, ella misma, está siendo manipulada por lo menos desde la Segunda Guerra Mundial, como intenta hacernos ver Oliver Stone en sus diez documentales La historia no contada de los Estados Unidos. Hay diversos intentos de buscar otro tipo de verdad en la historia, pero, sin lugar a dudas, quién ha marcado un hito en ese sentido ha sido Naomi Klein con su obra La doctrina del shock. También en el ámbito científico hay rebeldes, tal es el caso de Rupert Sheldrake, uno de los biólogos y escritores más innovadores del mundo.

Rupert Sheldrake es el autor de la teoría de los campos mórficos y la resonancia mórfica y ha desarrollado importantes investigaciones en el campo de la telepatía o la percepción. Sus trabajos conducen a una visión del desarrollo de la vida y el universo radicalmente distinta de la mantenida por los estamentos más académicos. Su trabajo en el campo de la biología se desarrolló en la Universidad de Cambridge en donde fue miembro del Clare College. Por sus aportaciones coherentes, rigurosas y bien fundamentadas, es un autor de referencia en el cuestionamiento del actual paradigma científico.

En su obra El espejismo de la ciencia, Sheldrake analiza diez dogmas científicos y su veracidad, con una intención de fondo: revelar la “cosmovisión” actual de la ciencia y sus limitaciones. Para Sheldrake la “cosmovisión científica” se ha convertido en un sistema de creencias cuyos dogmas condicionan y limitan la labor científica, que debería estar basada en la indagación, la formulación y prueba de hipótesis, la atención a la evidencia, y la discusión crítica. El título del libro claramente lo ha situado en el mercado como un contra-manifiesto de El espejismo de Dios, un famoso ensayo escrito por el etólogo británico Richard Dawkins.

El espejismo de la ciencia es la creencia en que la ciencia ya comprende la naturaleza de la realidad. Las preguntas fundamentales habrían sido ya respondidas y solo quedarían los detalles por completar. En este apasionante libro, el doctor Rupert Sheldrake muestra que la ciencia está oprimida por supuestos que se han consolidado como dogmas. La “perspectiva científica” se ha convertido en un sistema de creencias: toda realidad es material o física; el mundo es una máquina constituida por materia muerta; la naturaleza carece de propósito; la conciencia no es sino la actividad física del cerebro; el libre albedrío es una ilusión; Dios existe solo como una idea en las mentes humanas. Sheldrake examina científicamente estos dogmas y muestra, de forma tan amena como convincente, que la ciencia estaría mejor sin ellos: sería más libre, más interesante y más divertida.

Stone y Klein, en la historia. González, Ruiz, Carrera, Illich, Laval y Mendoza en la educación. Sheldrake y Garnier, entre otros muchos “místicos cuánticos”, en la ciencia. Todos ellos apuntan hacia un obligado revisionismo, respectivamente, de la historia, la educación y la ciencia: el fundamento epistemológico por excelencia pretendido por La educación cuántica. Para tal propósito he seguido el sabio consejo de mi admirado Descartes: “Para alcanzar la verdad, es necesario, una vez en la vida, desprenderse de todas las ideas, y reconstruir de nuevo y desde los cimientos todo nuestro sistema de conocimientos” (conocimiento académico). Pero también seguí el consejo del filósofo chino Confucio: “Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro” (conocimiento esotérico). La consecuencia en la observancia de dichos preceptos fue mi obra Capitalismo y conciencia. Es por ello que puedo proclamar a los cuatros vientos: la historia del pensamiento no es como nos la enseñan en nuestro actual sistema educativo occidental, sino que está amputada de su otra mitad, la filosofía perenne. De ahí la necesidad de La educación cuántica como nuevo paradigma de conocimiento, para enseñar bien ello.

Hacer filosofía pura es bien difícil hoy en día, pero no imposible, como pretende este pensador mediante La educación cuántica. Argumentar y contagiar sobre la necesidad de un nuevo paradigma de conocimiento no será tarea fácil. El reto pedagógico es muy ambicioso, pero no imposible. La cuestión, quizá, más difícil, es hacer entender al neófito en filosofía que está viviendo bajo la mentira del pensamiento único neoliberal, quien condiciona la vida, el intelecto y la libertad de las personas y los pueblos, impidiendo así alcanzar la autorrealización o felicidad. Hay una masa crítica anestesiada por los poderes fácticos que necesita urgentemente el despertar de la conciencia, a lo que alienta La educación cuántica y la filosofía transpersonal. Más que nunca la humanidad necesita también de una renovada pedagogía filosófica, un segundo renacimiento: el “yo” racional surgido del cogito cartesiano, habiendo agotado su discurso en la naturaleza -“ello”- mediante el materialismo científico, redirige ahora su mirada hacia el “nosotros” kantiano . La razón ha sido histórica y psicológicamente segregada del espíritu humano, de ahí la divergencia cognitiva entre el materialismo científico y el conocimiento revelado que postulan las religiones. Sin embargo, es la física cuántica quien posibilita dicho segundo renacimiento al darse de bruces con una realidad superior: el sujeto y el objeto son una y la misma cosa; yo y el Universo somos uno; tú y yo somos uno. Nosotros somos uno.

En virtud de lo anterior y merced a las “astucias de la razón” y la “burla de la historia” en palabras de Hegel (1), el imperativo categórico kantiano tiene ahora su formulación científica: la mecánica cuántica ha desintegrado la “rígida estructura” del materialismo científico (dualidad objeto-sujeto) como único modo de explicarnos la realidad, remitiendo inexorablemente al misticismo contemplativo (no dualidad entre objeto y sujeto) como un nuevo paradigma de conocimiento que contempla la unión de todos los seres. En dicha senda donde todos somos uno, es necesaria más que nunca una educación cuántica que explicite ese nuevo paradigma de conocimiento, y requiere por tanto de una renovada pedagogía filosófica para enseñar bien todo ello.

NOTA:

(1) La filosofía de la historia de Hegel está marcada por los conceptos de las “astucias de la razón” y la “burla de la historia”: la historia conduce a los hombres que creen conducirse a sí mismos, como individuos y como sociedades, y castiga sus pretensiones de modo que la historia-mundo se burla de ellos produciendo resultados exactamente contrarios, paradójicos, a los pretendidos por sus autores, aunque finalmente la historia se reordena y, en un bucle fantástico, retrocede sobre sí misma y con su burla y paradoja sarcástica, convertida en mecanismo de cifrado, crea también ella misma, sin quererlo, realidades y símbolos ocultos al mundo y accesibles solo a los cognoscentes, es decir, a aquellos que quieren conocer.
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HISTORIA

LA PERSPECTIVA QUE DA EL TIEMPO

Este artículo es una reproducción del prólogo a la tercera edición de la obra PENSAR EN SER RICO.

Este libro fue publicado en su primera edición en el año 2008, y fue redactado desde la candidez de todo escritor novel, pero también con la pasión de un filósofo aspirante a ser librepensador, y todo ello sin descuidar la meticulosidad del mensaje propuesto. Al releerlo con la perspectiva que ofrece el paso del tiempo, no puedo más que reafirmarme en que esta obra es la piedra angular sobre la que he edificado mi pensamiento filosófico, constituyéndose así en la columna vertebral del discurso teorético plasmado en mis obras posteriores.

Los primogénitos pensamientos filosóficos de esta obra, si cabe, adquieren más validez que nunca ante la ausencia de una genuina reflexión en este decadente sistema capitalista que degrada a marcha forzada al ser humano, como si la humanidad no aprehendiera por sí misma las lecciones que nos ofrece la historia y el paso del tiempo. La perspectiva temporal también invita a realizar algunas consideraciones en este prólogo de modo que, el lector, conozca cuál es mi análisis sobre la evolución de mi propia consciencia cognitiva años después con esta tercera edición.

Con sus errores y sus aciertos, deseo que esta tercera edición sea fiel al pensamiento original, y es por ello que este autor ha decidido no quitar ni añadir nada al contenido de esta tercera edición. No obstante, las ideas plasmadas en el pasado (2008) y proyectadas hacia el futuro que es este presente (2017), requieren de varios apuntes y consideraciones objeto de este prólogo.

La primera consideración es respecto al ex presidente del gobierno Felipe González, a quién cito en el capítulo seis, y donde digo textualmente:

"Es en esa línea de concordancia entre los sabios de cada país y del mundo entero (al estilo de la alianza de civilizaciones propuesta por el Sr. Zapatero) como deberá institucionalizarse un comité formado por todos los grandes pensadores de todas las áreas del conocimiento: filósofos, científicos, sociólogos, investigadores, premios Nobel, líderes espirituales y religiosos, todos ellos libres de las ataduras partidistas a poderes económicos y políticos, pero con autoridad para encauzar una moral de la Humanidad en base al propio Conocimiento. Me parece que esta utopía está todavía lejos de concretarse aunque, hay un atisbo en este sentido, al haber sido nombrado, muy recientemente, Felipe González como presidente del comité de sabios de la Unión Europea."

Me retracto formalmente de la anterior aseveración respecto a Felipe González pues, con el devenir de la historia, ha quedado más que evidente que ha sido un peón al servicio de CIA americana para modelar la Transición “modélica” y “pacífica” a las órdenes del imperialismo estadounidense con el objetivo de expandir mediante bases militares en España un dominio global de la OTAN. Felipe González, a estas alturas de la historia, no puede negar que forma parte de la oligarquía política y plutocrática, vaya, que es parte del criminal sistema capitalista y que ha traicionado a los trabajadores que han confiado ciegamente en él durante sus diferentes mandatos políticos. Una vez más, la perspectiva de la historia deja al descubierto cómo la ingeniera social y mental es diseñada desde supra-estructuras políticas y económicas a las que los iletrados como mis progenitores difícilmente tenían acceso, y por eso confiaron en un joven líder socialista que les prometía libertad y trabajo. Por todo ello, Felipe González ni es sabio, ni mucho menos podría aspirar a presidir un comité de sabios en la estricta definición del término. Felipe González no sólo ha traicionado la generación de mis progenitores, sino la mía propia, y es por eso que dejo constancia de todo ello en estas líneas para que la historia ponga a cada cual en el sitio que se merece, en el caso de Felipe González un traidor de la clase obrera y trabajadora.

La segunda observación hace referencia a mi “enfermedad” descrita al final de la obra, más concretamente en el capítulo once en referencia al tránsito evolutivo de la conciencia personal a la conciencia transpersonal. La curación de dicha “enfermedad” pasaría, citando textualmente, por:

"Librarme de la esclavitud sensible (como la mayoría de los mortales), para dedicarme acto seguido a la actividad intelectual transpersonal (aquella en que puedo expresar mis ideas para que puedan ser oídas socialmente)."

En dicho sentido, la perspectiva temporal me permite aseverar que soñar es gratis, y que a veces lo sueños se cumplen. En efecto, tras la publicación de siete obras incluida esta, me hallo en un momento dulce de mi vida intelectual y, sin duda, borrará todo rastro de la citada “enfermedad”.

Y por último, la tercera anotación hace referencia a la epifanía intelectual y espiritual descrita en los siguientes términos al final de la obra:

"Y, como consecuencia de ello, emerge el sentido de mi vida que, hasta ahora, no estaba consciente, a saber: mi sinsentido existencial y mis conocimientos intelectuales desorientados, de pronto, cobran forma de espiritualidad. Emerge la conciencia de que el conocimiento (sustento de toda dialéctica intelectual), así como el amor (sustento de toda dialéctica espiritual), son los impulsores de la dialéctica material de los hombres. Pero nosotros, pobres mortales, debemos redescubrirnos a nosotros mismos, para dejar emerger esos nobles impulsos. Tenemos el imperativo racional y moral de volver a poner el conocimiento y el amor por encima del materialismo. Aunque sea probable que, yo mismo, no vea esta tarea acabada, los mismos imperativos (racional y moral) me obligan a intentarlo en este sentido."

Es así como, una vez más, la perspectiva temporal me permite aseverar que La educación cuántica, una obra de carácter epistemológico, colma las inquietudes y preguntas de la citada epifanía intelectual y espiritual de esta primera publicación.

Lo que tienen en común las tres reflexiones anteriores son, precisamente, la perspectiva temporal que provee la historia. Porque el tiempo pone a las cosas y a las personas en su sitio, como si de un efecto kármico se tratara cuya causa son unos pensamientos proyectados desde el pasado al futuro, que es este presente. Porque pasado, presente y futuro están interconectados tal como demuestra el físico francés Garnier mediante su teoría del desdoblamiento de los tiempos. Pasado, presente y futuro están unidos kármicamente, todo es causa-efecto de los propios pensamientos. Como dijera Buda: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”, y también, “ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”. También Platón lo expresó magníficamente: “Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro”. ¿No coinciden, tanto Garnier, Buda y Platón, en señalar a la ley del karma?

El nexo de unión en el devenir temporal son los propios pensamientos que nos permiten soñar con el futuro, siendo asimismo nuestro presente el sueño de nuestro pasado. Y en ese mundo onírico, es nuestra imaginación la que posibilita los futuros deseados por cada cual. Cada cual da el mejor de los sentidos a su vida en función de sus propias creencias, acertadas o no. Cada cual imagina su mejor futuro posible: “Cada cual recoge lo que siembra”.

Dicha importancia de la imaginación es contemplada en la Crítica de la razón pura de Kant, pues ocupa un lugar fundamental como condición de posibilidad del conocimiento. A primera vista, llama la atención que Kant no haya presentado en forma sistemática una doctrina explícita sobre la imaginación a pesar de adjudicar a esta facultad una función tan original en el conocimiento humano. La originalidad de la concepción kantiana de la imaginación reside básicamente en su función transcendental que debe realizarse según reglas universales y necesarias para cumplir una función válida en el conocimiento objetivo. Esto no solo significa que la imaginación deja de producir imágenes de manera caprichosa, sino que además se somete a reglas que no derivan de la experiencia. Por estar sometida a este tipo de reglas, la imaginación pertenece a la espontaneidad, que Kant considera como un elemento fundamental para el conocimiento de objetos. Ahora, dicha imaginación, mediante la epistemología postulada en La educación cuántica, debe dirigirse hacia el sujeto, a sí mismo, a la propia conciencia y sus inherentes reglas universales y necesarias, al decir de Kant. Y una de esas reglas es la causa y el efecto o karma contemplado en la filosofía perenne.

Soñar imaginativamente no es baladí sino se convierte en un eje de responsabilidad de cada cual pues hay que anteponer el futuro soñado como una posibilidad cuántica. ¿Acaso no dicen los mayores a los niños que pidan un deseo cuando soplan las velas de cumpleaños? ¿No es una tremenda contradicción que inculquemos sueños en nuestros infantes, cuando los adultos han perdido en su mayoría la capacidad de hacer realidad sus propios sueños? ¿Por qué dejamos de soñar los adultos? Porque vivimos una vida que no es nuestra. Porque hemos perdido la capacidad de soñar y ser libres con la imaginación. Soñar es gratis, y a veces los sueños se hacen realidad. Hay que vivir los sueños como si fueran la única realidad. Porque La vida es sueño, en el mismo sentido propuesto en la obra de teatro de Pedro Calderón de la Barca, cuyo tema central es la libertad del ser humano para configurar su vida, sin dejarse llevar por un supuesto destino.

La concepción de la vida como un sueño es muy antigua, existiendo referencias en el pensamiento hindú, la mística persa, la moral budista, la tradición judeo-cristiana y la filosofía griega. Según Platón, el hombre vive en un mundo de sueños, de tinieblas, cautivo en una cueva de la que sólo podrá liberarse tendiendo hacia el Bien, y únicamente así entonces el hombre desistirá de la materia y llegará a la luz.

Como dijera el poeta estadounidense Faulkner: “La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”. Soñemos pues que nuestros sueños pueden hacerse realidad, porque el que vive sin soñar no puede decirse que viva.
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FACE

La educación cuántica estará presente en FACE 2019: Festival Alternativo de Creatividad y Educación 2019

El lunes 19 agosto 2019 y dentro del magnífico contexto del Festival Alternativo de Creatividad y Educación (FACE 2019), tendré el placer de presentar un resumen e introducción al libro La educación cuántica.Un nuevo paradigma de conocimiento.

El Festival Alternativo de Creatividad y Educación (FACE) reúne a artistas, estudiantes, familias, profesores, activistas, educadores, soñadores, y cualquier otra persona interesada en la exploración de alternativas creativas y educativas en un ambiente amistoso y distendido.

Esta celebración de la diversidad y la comunidad reunirá del domingo 18 al domingo 25 de agosto en La Chopera, Ugena (Toledo - España), a escuelas democráticas, familias que educan en casa, unschoolers, escuelas libres, pensadores libertarios, personas que desean cambiar la escuela convencional, talleres creativos y otros actores vinculados a las alternativas educativas, y también a gentes y colectivos que quieran celebrar el lado estético de la vida y piensan que el arte es una parte fundamental de nuestra existencia y la creatividad y el juego merecen ocupar un lugar central en nuestras vidas. El canto, música, danza, teatro, dibujo y poesía son solo algunos de los elementos creativos presentes. Como los dos últimos años, FACE 2019 también ofrecerá 15 becas para jóvenes creativos entre 16 y 24 años en un gesto de apoyo a la expresión creativa.

AQUÍ, el programa completo de FACE 2019

La charla-coloquio abordará el siguiente guión:

1 – OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

1-1 Revisionismo histórico
1-2 Revisionismo filosófico
1-3 Revisionismo epistemológico
1-4 Revisionismo pedagógico
1-5 Revisionismo psicológico
1-6 Revisionismo educativo
1-7 Revisionismo humano

2 – LA EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA SEGÚN KEN WILBER: HACIA LO NO-DUAL

A - EN EL CAMINO HACIA LO GLOBAL:
2-1 El yo físico
2-2 El yo emocional
2-3 El yo conceptual
2-4 El yo rol
2-5 El ego maduro
2-6 La integración corpomental (centauro)

B – LOS DOMINIOS SUPRACONSCIENTES:
2-7 El nivel psíquico
2-8 El nivel sutil
2-9 Lo causal
2-10 Lo no dual

3 – DUALIDAD Y NO-DUALIDAD: ¿DÓNDE ESTÁ EL MISTERIO?

3-1 Dualidad entre razón y metafísica
3-2 El problema epistemológico
3-3 El misterio de la no-dualidad
3-4 La experiencia mística
3-5 La meditación
3-6 El camino ascendente hacia la sabiduría
3-7 El camino descendente: la compasión
3-8 La sanación trascendental del ser humano

4 – RESUMEN Y APORTACIONES DE GEMMA RODRIGUEZ

4-1 Un momento para no educar de este modo
4-2 Filosofía, ciencia y pensamiento transpersonal
4-3 La conciencia mística: ser uno con el universo
4-4 Un momento para educar de otro modo


VEA AQUÍ EL VIDEO DE LA PRESENTACIÓN: INTRODUCCIÓN Y RESUMEN DE LA EDUCACIÓN CUÁNTICA EN FACE 2019
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revolución interior

PROYECTO FILOSÓFICO Y PEDAGÓGICO: CAMBIARSE A SÍ MISMO PARA CAMBIAR AL MUNDO

Sócrates: Aquel que quiera cambiar el mundo, deberá comenzar por cambiarse a sí mismo.

La historia del pensamiento de la Humanidad es la historia del propio Conocimiento que se va abriendo paso entre el mundo de los sentidos (hoy en día riqueza asociada al dinero) y la construcción moral de los individuos que integran dicho mundo (libertad consensuada en derechos universales).

Pero, estos dos conceptos de riqueza y libertad, se hallan desintegrados en un mundo excesivamente materialista, perdiéndose así el horizonte intelectual (capacidad reflexiva) y espiritual (pérdida de valores morales). Ante esta atomización de los conocimientos en general y los científicos en particular, el ser humano individual está abocado a un nihilismo que le hace perder el sentido de la vida misma. Para salvar dicha situación, se hace perentoria una nueva reflexión filosófica, no en un complejo sistema de pensamiento, sino situándonos cada uno de nosotros ante las “categorías cognitivas” comunes presentes en cada ser humano.

La comprensión de dichas categorías cognitivas, no son conceptos de difícil alcance intelectual. Bien al contrario, cada uno de nosotros puede acceder a dicho conocimiento con la sola actitud positiva en ese sentido. La reflexión acerca de uno mismo y la relación con el mundo que le ha tocado vivir (cada cual el suyo), permite realizar una “ascensión” cognitiva consciente de modo que, desde una comprensión superior, se pueda acceder a un “mapa” a través del cual conducir nuestra libertad con conocimiento de causa (nunca mejor dicho), para intentar lograr la tan ansiada felicidad que anhela todo ser humano.

Este proceso individual, proyectado a nivel social, intelectual y espiritual, inspira hacia una nueva conciencia de la humanidad que está eclosionando a través de colectivos intelectuales y científicos. Este librepensador postula un giro copernicano en la visión que la humanidad debería tener de sí misma: debe subsumir los conocimientos científicos, hijos del saber filosófico, para hallar un sentido unificador que sirva de referencia cognitiva y espiritual para cada ser humano. La visión materialista, la reflexión filosófica y las aspiraciones espirituales deben converger, al igual que en el individuo, en una “ascensión” cognitiva hacia un conocimiento más universal. En definitiva, se trata de que la conciencia, tanto individual como colectiva, ascienda desde una posición extremista materialista para instalarse en su propio centro natural: el del Conocimiento y el de la Razón.

Los poderes fácticos y la Iglesia Católica, mediante dogmas inducidos a través de una ingeniería social y mental, impiden que la gente piense por sí misma, que los estudiantes y el pueblo accedan a un pensamiento crítico, por eso quitan la filosofía de los colegios. La actual crisis no es sólo social, económica y política, sino eminentemente una crisis de pensamiento de la humanidad. Consecuentemente, más que nunca es necesario edificar un pensamiento alternativo al neoliberalismo. Solamente así, como sociedad y como personas, seremos capaces de que nuestros hijos y nietos sean libres con conocimiento de causa.

Como filósofo reinterpreto la historia del pensamiento occidental mediante la recuperación de la filosofía perenne; replanteo las relaciones entre la ciencia y la espiritualidad a la luz de las diferentes interpretaciones de la mecánica cuántica; cuestiono el tradicional sistema educativo y abogo por una pedagogía activa y libertaria; reivindico el asesoramiento filosófico junto a la psicoterapia transpersonal como guía cognitiva para dar un sentido a nuestra vida. En suma, reivindico devolver a la filosofía su operatividad, su originaria dimensión terapéutica y su relevancia para la vida cotidiana.

Para tal fin, La educación cuántica propugna una renovada filosofía de la mente en oposición a la visión mecanicista, industrial y positivista de la escolarización tradicional. La educación cuántica propugna una filosofía transpersonal como disciplina que estudia la espiritualidad y su relación con la ciencia, así como los estudios de la conciencia, lo cual requiere una revisión epistemológica y educativa: en la obra Ciencia, Filosofía, Espiritualidad es donde, este autor, argumenta los fundamentos epistemológicos y pedagógicos de la filosofía transpersonal y la educación transracional.
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educación

UN MOMENTO PARA EDUCAR DE OTRO MODO (PARTE 4)

Este artículo está reproducido en la tercera parte de la obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Este artículo es el cuarto de una serie de cuatro como colaboración de Gemma Rodríguez en la obra La educación cuántica, publicado en la página 407.

Para esto es preciso volver del revés la enseñanza y decir: enseñar no es, primaria y fundamentalmente, sino enseñar la necesidad de una ciencia, y no enseñar la ciencia cuya necesidad sea imposible hacer sentir al estudiante (1)

Hoy es 19 de diciembre de 2015. Ha hecho un día de sol imponente en Valencia. En breve yo y mis alumnos disfrutaremos de vacaciones: los tiempos de descanso son enormemente necesarios en cualquier proceso de aprendizaje. Aun así, en estos días gran parte de los profesores enviamos tareas adicionales. Es un hecho que los estudiantes dedican la mayor parte de su tiempo libre a lo largo de toda su vida académica a realizar tareas y trabajos.

La tendencia a la repetición práctica mediante actividades de aquello que se ha aprendido en el aula es casi generalizada y se asienta en la creencia de que la adquisición de conocimiento es esencialmente memorística. Si algo sabemos hoy en día es que la inteligencia es diversa: pensamos de modo cinestésicamente, en movimiento, matemáticamente, artísticamente.... Por otra parte, los sistemas educativos se encuentran presos de jerarquías de valor en los conocimientos que responden a la sobrevaloración de determinados discursos aislados: las ciencias siempre ocupan un lugar culminante dentro de los proyectos educativos, mientras que las humanidades y las artes son generalmente menos valoradas. A mi entender, las consecuencias que esta escisión lleva acarreando no solo dificultan la osmosis entre espiritualidad y ciencia, sino que son gravemente perjudiciales para la educación de las conciencias en libertad: no hay un desarrollo libre y consciente de las personas que pueda llevarse a cabo honestamente desde los modelos educativos que imperan en la mayoría de sistemas educativos actuales. Estos se diseñan según un esquema post-industrial que debe asegurar la formación de mano de obra útil para el mercado laboral, sin priorizar el derecho a la experiencia de la educación como un todo constructivo en sí mismo, como un camino que no se agota ni se limita a las calificaciones ni los expedientes.

La integración de las tres esferas kantianas (ciencia, moralidad y arte) debe ser una realidad educativa cada vez más plausible si deseamos contribuir a un entendimiento mutuo entre los seres y asentar las bases para un futuro donde la solidaridad social sea una realidad. Esta debe ser la vivencia primordial que se ha de hacer sentir al estudiante: su propio proceso constituye una realidad por conformar, plural, abierta a sus necesidades, allí donde él es el verdadero protagonista de su vida. El sujeto debe poder tener las herramientas para apropiarse de algo que por derecho le pertenece: su propia capacidad de interrelacionarse consigo mismo, con los otros y con el todo. Si fuéramos capaces de entender los currículos educativos a la luz de los presupuestos más básicos que rezan los derechos humanos, comprenderíamos que todavía no hemos entendido mucho sobre educación.

La filosofía puede adjudicarse sin lugar a dudas el papel que le es otorgado en “La educación cuántica”, ya que no puede haber mejor mediador entre la ciencia y la espiritualidad que la reflexión filosófica. El no dogmatismo de la filosofía debería ser transversal a cualquier proceso educativo ya que solo en condiciones de libertad crítica podemos adquirir un conocimiento realmente valioso. Paradójicamente, solo un conocimiento valioso puede hacernos verdaderamente libres.

Me gustaría terminar esta valoración recordando unas palabras de M. Onfray que siempre me acompañan cuando pienso en mi tarea docente. En su libro Antimanual de Filosofía (un revulsivo fundamental para cualquiera que quiera hacer de la filosofía un ejercicio constructivo en el aula), Onfray se despide de sus alumnos con estas palabras:

"He querido que este curso haya sido una ocasión para presentaros una lectura crítica del mundo, que os permita un pensamiento diferente y alternativo. Este deseo crítico tiene un objetivo más elevado: permitir que a partir de una comprensión más clara de lo que os rodea podáis encontrar un sentido para vuestra existencia, y un proyecto para vuestra vida, libre de las obsesiones modernas: el dinero, la fama, las apariencias, la superficialidad ."(2)

No se me ocurre una despedida mejor para mis alumnos y para este escrito. Es momento de educar desde otra mirada, quizás más transversal y empática, desde la que poder superar el panóptico educativo.


REFERENCIA:

(1) O. y Gasset, Unas lecciones de Metafísica. Alianza, Madrid, 2003, p.25.

(2) Michel Onfray, Antimanual de Filosofía. Edaf. Madrid, 2005.
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educación

LA CONCIENCIA MÍSTICA: SER UNO CON EL UNIVERSO (PARTE 3)

Este artículo está reproducido en la tercera parte de la obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Este artículo es el tercero de una serie de cuatro como colaboración de Gemma Rodríguez en la obra La educación cuántica, publicado en la página 404.

En la medida en que cada uno se empodere de forma consciente de sí mismo en orden a dirigir libremente sus pensamientos y actos en beneficio de la humanidad, estará en el camino de la experimentación conocida como “experiencia cumbre” en la pirámide de Maslow (1)

La superación de los límites del ego, fue una de las batallas ganadas por S. Freud: su influencia en el pensamiento postmoderno ha sido determinante en la apertura hacia un nuevo paradigma de comprensión de la psique. Las investigaciones científicas a lo largo del s. XX han apuntado cada vez más a la posibilidad de desentrañar los secretos de la mente humana, en un deseo cuasi divino de reproducir la inteligencia. Es innegable que la multitud de avances en neurociencia nos hace vivir actualmente inmersos en un paradigma neuro-explicativo en el que el alma está en el cerebro y en el que mantenemos una relación con nuestro cuerpo y con nuestro entorno entendida bajo el esquema de la lógica computacional. Parecería chocante y de un misticismo abrumador sostener la existencia de un yo cuántico con el que intercambiamos información y que posibilita las diferentes aperturas de sentido en nuestra existencia.

En innumerables ocasiones se queja el filósofo Amador Martos del desprestigio que sufren los llamados místicos cuánticos al sostener estas teorías. A lo largo del libro se incide especialmente en la del físico Garnier: sus teorías sobre el desdoblamiento del tiempo nos hacen cambiar nuestra visión sobre la conciencia, haciéndonos partícipes de la fusión entre ciencia y espiritualidad que emerge en nuestra era. Superado el paradigma dicotómico dual de la física clásica, entendemos que “el sujeto no puede manipular al objeto porque el sujeto y el objeto son en definitiva una y la misma cosa” . Pero, preguntémonos en este punto, ¿qué consecuencias efectivas pueden tener estas teorías en el panorama educativo? Educar desde un planteamiento que presuponga esta unicidad del todo y que tenga en cuenta los avances de una ciencia que cada vez más vuelve la mirada sobre presupuestos pertenecientes a la filosofía perenne se hace urgente ya que, si tomáramos conciencia de este racionalismo espiritual, nos encontraríamos un paso más cerca de alcanzar uno de los cometidos fundamentales de cualquier filosofía de la conciencia o reflexión mística: desentrañar qué papel juega en la especie el conocimiento que esta alcanza sobre sí misma. Y es que dar un sentido a la existencia individual y colectiva es uno de los supuestos inherentes a cualquier pedagogía que se pretenda regeneracionista y a la altura de las circunstancias. Por otra parte, nuestra dotación de sentido individual no es posible al margen de un sentido colectivo, como nos recuerda una de las tesis más básicas de la política Aristotélica.

La filosofía práctica se ha ocupado tradicionalmente de sacar a la palestra la pregunta por la felicidad y el bienestar individual y colectivo. Si tenemos esto en cuenta, es evidente que un sistema educativo que destierre la posibilidad de armonizar el conocimiento humanístico con los avances neurocientíficos está desechando de entrada la potencialidad de establecer una auténtica comprensión del sentido de la existencia, nuestra posición en el universo y, lo que es más importante, de las enormes capacidades de transformación que el pensamiento posee como parte de la realidad que él mismo conforma. Y es que el bienestar individual y colectivo pasa por una regeneración consciente de la humanidad a la luz de la unión de estos paradigmas (espiritual y científico). Una concepción trascendente de la realidad donde la dualidad mente-materia quede superada transformaría radicalmente los presupuestos sobre los que se asienta nuestra forma de educar, ya que eliminaría la distancia entre las conciencias individuales y aquello que hoy comúnmente llamamos “contenidos educativos”. Los contenidos ya no podrían entenderse más como objetivos externos al estudiante, sino como parte de su propio proceso evolutivo.

La falta de motivación es uno de los problemas más frecuentes entre el alumnado: ven como lejano y externo lo que se les trata de enseñar cada día en el aula, y no es extraño que así sea desde el momento en que el conocimiento se presenta al alumno como un constructo ya conformado en cuyo proceso de constitución no ha habido ningún tipo de interacción creativa con él. Los alumnos son meros espectadores externos de su propio proceso de conocimiento, receptores de un esquema mental calcado del exterior . ¿Cómo no habría de sentirse alguien desmotivado con algo tan alienante en su día a día como es el hecho de que otro te cuente cómo es la realidad?

REFERENCIA:

(1) A. Martos García. La educación cuántica, un nuevo paradigma de conocimiento. p.216 (1ª edición).
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FILOSOFÍA, CIENCIA Y PENSAMIENTO TRANSPERSONAL (PARTE 2)

Este artículo está reproducido en la tercera parte de la obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Este artículo es el segundo de una serie de cuatro como colaboración de Gemma Rodríguez en la obra La educación cuántica, publicado en la página 400.

A ello se ha dedicado preferentemente cada filósofo o científico a través de la historia: desentrañar cognitivamente al Ser en sus diferentes manifestaciones material, racional y moral (1)

Como Amador nos recuerda en numerosas ocasiones a lo largo del libro, la ciencia (entendida no solo como un corpus de conocimientos consolidados, sino como un paradigma explicativo cuyo modo de proceder es capaz de ofrecer planteamientos sólidos) ha consolidado muchos supuestos que han pasado a ser poco menos que dogmas de fe, asfixiando su propio proceder. Uno de los terrenos en los que el método científico no tardó en inmiscuirse, fue la comprensión de la psique y la conducta humana. Desde que W.Wund fundó en Leipzig el primer laboratorio de psicología experimental, hemos sometido las teorías psicológicas a las premisas básicas del pensamiento científico (principio de causalidad, leyes causa efecto, verificación o refutación de hipótesis mediante un experimento controlado, calculo y predictibilidad según variables...). Los paradigmas psicológicos dominantes incidían principalmente en la conducta de los individuos, extrayendo conclusiones generalizadas ante la recopilación estadística de informaciones. El estudio de la conducta en estos términos, fundamentó a lo largo del siglo pasado muchas teorías que favorecían y legitimaban los esquemas prototípicos del neoliberalismo: desde el mundo del marketing hasta el de la medicina, todos los saberes se han nutrido de estos estudios sobre el sujeto. Muchos de sus supuestos adoptaron igualmente esa forma rígida y autodestructiva para los propios paradigmas que es anquilosarse en lo que se consideran como logros absolutos: complacerse a mitad del camino y descansar, al fin y al cabo.

La psicología ha jugado un papel crucial en las explicaciones que conciernen a la educación y, por ello, no es extraño que en sus presupuestos más básicos se haya impregnado de esa racionalidad científica que no termina de desprenderse de los modelos sujeto-objeto, pensamiento-realidad, esencia-apariencia... La comprensión de la conciencia que sostiene la psicología cognitivo conductual dominante es egocéntrica en el sentido más primitivo de la palabra: pone al ego en el centro de la investigación, primando el peso de la parte racional de nuestros seres en la explicación de nuestra psique. La nueva pedagogía ha de llevarse a cabo desde una destrucción de la idea de sujeto y de individualidad moderno y debe hacerse eco de que, más allá de las visiones fragmentadas de la postmodernidad, existe un “sujeto global” cuya supervivencia pasa por la asunción colectiva de valores universales perennes. El papel de la filosofía en la construcción de una pedagogía renovada es, en este sentido, fundamental: los supuestos de la filosofía perenne han de alumbrar el discurso científico y despojarlo de toda referencia al egocentrismo. Pero ¿cómo podría la filosofía abordar tal tarea y en qué podría consistir esta nueva pedagogía? Nada más complejo que lo simple: la respuesta está en el amor. La filosofía es el saber del amor por excelencia y ama precisamente aquello que puede hacernos evolucionar como especie hacia un “nosotros” superado: la filosofía ama los pensamientos. En las aulas, invitar a pensar ha sido una práctica muy en desuso durante demasiado tiempo: la autonomía del alumno se elimina como objetivo deseable. Desgraciadamente, y como ya dijera Kant, solo la autonomía puede darnos una mayoría de edad aceptable.

El método científico se auto-limita, de este modo, sin la alianza con el trascendental. La filosofía transpersonal , en este sentido, aporta la posibilidad de aunar los presupuestos de la filosofía perenne y los principios del método científico. La utilidad de la filosofía a este respecto se pone de manifiesto en prácticas como el asesoramiento filosófico, metodologías de filosofía para niños, gabinetes de asesoramiento... El planteamiento transpersonal, como una ciencia de la conciencia, ofrece herramientas para hermanar lo mejor de ambos métodos y, con ello, conseguir una pedagogía renovada acorde con la necesidad de superación del egoísmo colectivo. Las políticas públicas en materia de educación tienen, en este momento en España más que nunca, el deber de fomentar y sostener prácticas educativas acordes a todo aquello que sabemos sobre nosotros como especie: una educación holística e integral se hace cada vez más necesaria para la libertad y la autonomía de las conciencias.

Los proyectos llevados a cabo por las escuelas activas son una esperanza al respecto: las metodologías por proyectos, alejadas del ritmo evaluativo de los exámenes y la repetición memorística, fomentan la intersubjetividad como un proceso saludable en la búsqueda compartida del conocimiento. Esta búsqueda compartida, en la que el aula o grupo de trabajo deviene una comunidad de diálogo, es de suma importancia ya que los modos de obtener conocimiento condicionan enormemente los resultados. Las experiencias de aprendizaje bajo niveles reducidos de estrés, implicación emocional con los otros, fijación de objetivos de investigación a corto y largo plazo, inclusión de prácticas simbólicas cotidianas mediante el juego... Muchísimas son las pedagogías que nos demuestran que:

-Aquello que se experimenta como agradable es más fácilmente asimilado.

-Aquello por lo que generamos una inquietud o tendencia espontánea incita un mayor grado de motivación en nosotros.

-Las experiencias cognitivas que hacen protagonista al alumno (y no al profesor o al examen…) son más enriquecedoras en el fortalecimiento de la autonomía.

-La investigación es uno de los procesos naturales de aprendizaje que poseemos como especie.

-La comunidad de diálogo e investigación conjunta es igualmente fundamental en el aprendizaje humano.

Como Amador comenta en su libro, la transición hacia estos modos de entender la educación se lleva a cabo actualmente en el seno de colectivos, asociaciones y proyectos que, aunque minoritarios en muchos casos, deciden apostar por modelos menos rígidos en los que la experiencia educativa parta de la propia naturaleza del ser humano: el amor al saber. Si los filósofos y científicos tienen como cometido desentrañar el Ser, no es menos cierto que nuestro cometido particular como personas es habérnoslas con nuestro ser y con el de nuestros semejantes. En este sentido, el augurio de Amador Martos en su dinámica espiral no puede ser menos que acertado: un futuro en el que la racionalidad espiritual emerja como consecuencia de que las conciencias particulares se han descubierto y reconocido como partes de un todo mayor.

REFERENCIA:

(1) A. Martos García. La educación cuántica, un nuevo paradigma de conocimiento. p.189 (1ª edición).
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