"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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KEN

PRÉAMBULO METODOLÓGICO: 1 - GRACIAS, WILBER

Este es el capítulo 1 del preámbulo metodológico del libro CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD.

Disponible en papel, ebook y GRATIS en PDF.

Cuando presientes que, inexorablemente, te diriges hacia el ocaso de esta vida, es inevitable hacer un balance de tu paso por este mundo. Es imperativo saber, antes de irte al otro barrio, qué sentido ha tenido tu vida, si es que ha tenido alguno. Probablemente, ese mundo exterior seguirá con sus miserias, sus guerras, sus diferencias entre ricos y pobres, el predominio de unos pocos sobre los muchos y, por tanto, la ausencia de una genuina libertad reconvertida en libertinaje. Por ende, la felicidad de los pueblos también queda relegada a una utopía todavía por realizarse plenamente.

La vida discurre con una aparente incertidumbre, como si el caos predominara sobre la existencia humana sin atisbo de orden. Sin embargo, me iré de este mundo con la satisfacción de haber intentado comprenderlo, plasmando mi interpretación a través de mis diversas publicaciones, aunque, de momento, el reconocimiento intelectual brille por su ausencia, pero, a esta altura de mi vida, poco importa ya. De hecho, a modo de terapia, la escritura ha sido mi válvula de escape para no caer preso mentalmente de un sistema corrupto hasta la médula y que ha conducido a la extenuación psicológica de las personas. Podía haber caído en el suicidio, o en la depresión, como tantas personas han sido abocadas a ello por este depredador y salvaje capitalismo donde predomina el egoísmo y la salvación individual allende del bien común y de la colectividad. Sin embargo, emulando a Descartes, decidí una andadura en busca de la “verdad”, si es que hay alguna, en busca del por qué este mundo es tan complejo de entender, o lo hace complejo una minoría plutocrática que maneja los designios de la humanidad. Poco a poco, libro tras libro, fui descubriendo un orden subyacente a mis pensamientos procedente de nuestra “voz interior”, del “Logos” en boca de Heráclito, o de nuestro “doble” a decir del físico francés Garnier, invitándome contra viento y marea a emprender una aventura hermenéutica, sin entonces saber ni tan siquiera qué era eso de la “hermenéutica” como disciplina filosófica. Hasta que descubrí a Ken Wilber.

También descubrí a vanguardistas científicos cuyos pensamientos abrazaban la espiritualidad, en contraposición al rancio y desfasado materialismo científico como modelo de cognición sobre la realidad por conocer. De hecho, según las neurociencias, la realidad es maya-ilusión-, dejando entonces espacio suficiente para el surgimiento de un movimiento de pensadores que aunaron ciencia y espiritualidad. Los ortodoxos materialistas científicos calificaron a dicho movimiento filosófico como “misticismo cuántico”. Espero y deseo que esta obra haga justicia para que dicho movimiento de pensadores espirituales seamos histórica y académicamente reconocido bajo el espectro de la filosofía transpersonal , cuyo iniciador por antonomasia, a mi humilde entender, es Ken Wilber.

Así pues, tengo el pleno convencimiento de que hay un orden subyacente en la realidad, el cual hay que descubrir mediante un minucioso y concienzudo camino hacia la sabiduría. He seguido a Platón, a Descartes, a Kant, a Hegel, a Marx entre otros muchos, y desde ahí doy un salto cualitativo hasta Wilber. Desde Kant hasta Wilber, hay una brecha epistemológica entre dos modos de saber, así como un desterramiento de la hermenéutica filosófica como más que probable camino para entender este complejo mundo.

Afortunadamente, Ken Wilber me abrió los ojos, mucho más que los cincos años de mi paso por la universidad. Con el descubrimiento de Wilber, la historia del pensamiento y de la evolución de la conciencia, se me presentan ahora con sólidos pilares epistemológicos para desarrollar mi propia comprensión sobre este viejo mundo de ahí fuera, pero, eminentemente, sobre el nuevo mundo por descubrir en el interior de cada uno de nosotros. Que la realidad tiene un orden subyacente que debe ser interpretado, no es una elucubración mía como se aprestarían a rebatir subrepticiamente los escépticos materialistas científicos, sino que muchos científicos proponen introducir al Espíritu en la ecuación del conocimiento, tal como propone el biólogo Bruce Lipton. Como también propone el premio Nobel de física Wolfgang Pauli, en el cosmos existe un orden distinto del mundo de las apariencias, y que escapa a nuestra capacidad de elección. Así fue como emprendí un viaje hacia la comprensión no solo del mundo exterior sino, eminentemente, de nuestro mundo interior, es decir, emprendí un viaje hermenéutico. El término “hermenéutica” significa “interpretar”, “esclarecer” y “traducir”, es decir, cuando alguna cosa se vuelve comprensible o lleva a la comprensión. Y en ese viaje hermenéutico, el pensador que más me ha influido y ayudado a comprender la historia de la filosofía ha sido, sin lugar a dudas, Ken Wilber. Gracias, Wilber. Pero, ¿quién es Ken Wilber?

Ken Wilber es un filósofo contemporáneo, un prolífico autor de más de veinte libros traducidos a más de treinta idiomas, considerado como el “Einstein de la conciencia” y, sin embargo, obviado y desconocido por el establischment académico tradicional. Toda su obra es un intento por lograr un mapa completo de la conciencia, una “teoría del todo”. Y para situar al lector en el contexto del pensamiento integral propuesto por este inconmensurable pensador, a continuación, se hace una breve descripción de su vida y obra (véase el preámbulo metodologíco: 2- Vida y obra de Ken Wilber ).
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Ciencia, filosofía, espiritualidad

SINOPSIS Y PORTADA DE MI PRÓXIMO LIBRO:CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Disponible en papel, ebook y GRATIS en PDF.

La trascendencia metafísica mediante la meditación

En filosofía, la metafísica estudia los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación científica. La filosofía se escindió así en dos senderos cognitivos: la epistemología de lo conmensurable y la hermenéutica de lo inconmensurable, es decir, una divergencia entre ciencia y espiritualidad. Según Ken Wilber, son dos modos de saber diferentes pero complementarios, pues han sido reconocidos de una forma u otra en diversos momentos y lugares a lo largo de la historia de la humanidad.

Efectivamente, desde el surgimiento de la física cuántica, los científicos más eminentes de nuestra era, los padres fundadores de la relatividad y de la física cuántica, todos ellos con un lenguaje asequible y ajeno a la terminología técnica, expresan su convicción de que la física y la mística, de alguna manera, son complementarias. Así, Ken Wilber ha logrado estructurar una filosofía transpersonal que aúna la racionalidad del pensamiento occidental con la trascendencia espiritual.

Consecuentemente, la filosofía transpersonal como nuevo paradigma de conocimiento, es postulada como asignatura educativa y en una cuestión de sentido para una educación transracional que implemente la razón con el corazón. Por tanto, la síntesis entre la filosofía transpersonal y la educación transracional es una condición sine qua non para trascender la crisis de conciencia en la que está inmersa la filosofía occidental: la filosofía transpersonal se constituye, entonces, en un fundamento pedagógico y epistemológico para una educación transracional con una misión eminentemente espiritual.

En dicho sentido, la meditación es una puerta de acceso a dicha realidad superior, es decir, que algo considerado espiritual, nos transforma físicamente y puede mejorar nuestro bienestar y nuestra salud y, más importante aún, permite vislumbrar la sanación trascendental del ser humano desde la infancia. Como aseveró el matemático griego Pitágoras: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.

A continuación, pueden descargar en PDF: la portada y contraportada, el sumario así como un resumen y objetivos de la obra:
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SABIDURÍA

LA SABIDURÍA COMO CIENCIA PARA LA SANACIÓN ESPIRITUAL

Este artículo está reproducido como capítulo 12 de la segunda parte del libro CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Desde las ciencias humanas también se trabaja en la sanación espiritual, como acredita Annie Marquier, escritora, conferenciante y autora de varios libros. Tiene una profunda formación en áreas de la ciencia (matemáticas, Universidad de Paris), el arte (música), y diversas disciplinas espirituales, entre ellas, la psicología holística y transpersonal. A dicha formación hay que añadir su experiencia profesional durante más de veinticinco años a la investigación y la enseñanza del desarrollo de la conciencia. Annie Marquier dirige en Quebec con su hija, el Instituto de Desarrollo de la persona. Fundado en 1982, se ofrece en él formación, conferencias, y encuentros culturales educativos en el campo del desarrollo personal y espiritual. El objetivo principal del programa es permitir a cada participante experimentar la realidad de la conciencia superior, así como la experiencia interior. La maestría adquirida permite tener fuerza, equilibrio, paz y serenidad en los acontecimientos de la vida, así como una capacidad creativa y contribución positiva y original en el mundo.

Como vemos, la auténtica sanación se halla en el interior de las personas, pues solo con el conocimiento de sí mismo se puede lograr la sabiduría que sana todo sufrimiento, más que nunca “conócete a ti mismo”. Pero ser sabio no es una tarea fácil. En este sentido, me permito recomendar la obra El ideal de la sabiduría de Roger-Pol Droit. Aborda en este libro un acercamiento a los diversos destinos que a la figura del sabio le ha correspondido interpretar a lo largo de la historia en Europa y Asia. Su cometido consiste en discernir claramente cómo se ha llegado a la formación del ideal del sabio antiguo, destacando en paralelo la posibilidad de su regreso a nuestros días. El ideal de la sabiduría es un libro intrépido e incluso entrañable, pues intenta recoger, al modo en que lo hacen las fotografías, los momentos más característicos que a Buddha, Zhuang-Zi, Epicuro, Confucio, Montaigne, Schopenhauer, Nietzsche o Spinoza (entre otros) les valieron para entrar en el Panteón Universal de la Sabiduría, y a la vez, en iniciadores de corrientes que muchos de nosotros nos hemos visto empujados a seguir incondicionalmente, aunque en ningún caso bajo el estandarte de la obligación o la urgencia del momento: estas figuras ejercen más bien la función de un faro luminoso, bajo cuyo auspicio somos capaces de arriar las velas del barco que lleva una única –aunque nada ligera– carga de nuestra existencia.

Droit se pregunta, inmerso en una reflexión de gran actualidad, si aquellos sabios no son más que sueños o personajes de ficción que han permanecido anclados en nuestra memoria y, lo que es más importante, si sería posible la formación de uno de ellos en nuestros días. No solo el pasado ha de constituir materia de estudio para el filósofo, sino también –y quizás con mayor prioridad– los sucesos contemporáneos a los que nos enfrentamos, pues, como explica Droit, hemos acabado por resignarnos a no comprender nada en absoluto, a dejar pasar el tiempo y los sucesos que en él se dan como parte necesaria de un devenir que no siempre se adecúa a lo que entendemos por desarrollo fértil de la humanidad. Sin embargo, aquel que se enfrenta al intento de desvelar los entresijos de su época, aun cuando el desenlace de tal conocimiento suponga la obligación de la desobediencia, son llamados héroes. A tales figuras pretende acercarse el autor a través de un apasionante recorrido que atraviesa toda la historia de la humanidad, como si se tratara de un sueño que no queremos confesarnos a nosotros mismos.

El ideal de sabiduría sería la “medicina cuántica” por antonomasia para sanar la ignorancia de los que aún viven en el viejo mundo del ego, una cuestión que no solo constriñe a la filosofía, sino de la que se ocupa también la neuropsicología. El concepto de sabiduría es posiblemente unos de los más elusivos en nuestro lenguaje. ¿Cómo caracterizamos al “sabio”? ¿Qué comportamientos hacen que consideremos a una persona como “sabia”? ¿Qué es, en definitiva, la sabiduría? Recientemente, sin embargo, la psicología -y especialmente la psicología positiva de corte empírico- ha llevado a cabo un esfuerzo por formalizar este constructo, lo que sin duda ha facilitado el abordaje de la sabiduría desde una perspectiva científica.

Un claro ejemplo de ello es un artículo de Meeks y Jeste (1), publicado en Archives of General Psychiatry, en el que se analiza el sustrato neurobiológico de los diversos componentes que caracterizarían la sabiduría. Conscientes de las dificultades de definición del concepto, los autores adoptan una sagaz forma de aproximarse a su objeto de estudio. Así, llevan a cabo una revisión de estudios previos en los que se trabaja sobre el constructo de sabiduría, tratando de llegar a partir de ellos a una síntesis de los elementos que lo caracterizarían. Según Meeks y Jeste son seis los rasgos subcomponentes de la sabiduría:

-primero: actitudes y conductas prosociales, es decir, la sabiduría se orienta hacia el bien común;

-segundo: un conocimiento práctico de la vida y la habilidad especial para la toma de decisiones sociales, lo que implica amplios conocimientos sobre la vida y sobre el comportamiento humano, experiencia, capacidad de juicio, habilidades interpersonales, capacidad de proporcionar orientación y consejo, etcétera;

-tercero: equilibrio emocional, capacidad para el manejo de las propias emociones, tolerancia a la incertidumbre, habilidad para mantener una emocionalidad de base positiva, pese a que -como cualquier ser humano- se esté expuesto también a emociones negativas;

-cuarto: reflexión, autoconocimiento, auto-comprensión;

-quinto: perspectivismo y tolerancia, capacidad para contemplar la realidad desde puntos de vista diferentes, de apreciar el valor de cada perspectiva y de aceptar y tolerar actitudes, visiones o comportamientos diferentes a los propios intereses, deseos y proyecciones;

-sexto: reconocimiento y consciencia de lo incierto y ambiguo de la vida y manejo adecuado de estas características presentes en toda experiencia vital.

¿En esencia, no son dichos rasgos de la sabiduría lo mismo dicho por Deepak Chopra mediante Las siete leyes espirituales del éxito? ¿O también lo que pretende Eckhart Tolle, Eduardo Zancolli y Annie Marquier, desde sus correspondientes perspectivas? ¿No alude la neuropsicología a la sabiduría de la filosofía perenne? Tanto la física cuántica, como la neurología, así como la neuropsicología, todas ellas, ciencias respectivas de la naturaleza, la mente y la espiritualidad, remiten a la unificación de los dos modos de conocimiento: el empírico y el místico, diferentes pero complementarios, como apunta Wilber. En efecto, el materialismo científico, por medio de la física cuántica, remite inexorablemente al sujeto consciente como principal objeto a conocer mediante un nuevo paradigma de conocimiento que contempla el otro modo de saber, el trascendental. Por tanto, la sanación de la humanidad dependerá de la capacidad de cada persona en cambiar su paradigma pensativo, hacia la sabiduría, como más que probable sendero hacia la sanación total del cuerpo, la mente y el espíritu.

Así, el materialismo científico, por mucho que erre que erre, debe reconocer que, si quiere contribuir a la sanación de la humanidad, es de su incumbencia abandonar su posición dogmática en el modo de saber, y abrazar complementariamente el modo no dual, el místico, la filosofía y psicología transpersonales, en definitiva, la sabiduría de las enseñanzas perennes, tanto de la filosofía tradicional como oriental. Tal es el camino ya emprendido por multitud de activistas cuánticos como se ha visto a lo largo de este ensayo porque, probablemente, no sanaremos este viejo mundo con ideas anacrónicas e inducidas dogmáticamente, sino con un renovado racionalismo espiritual que propugne el empoderamiento de las personas desde la libertad y con conocimiento de causa, como propone La educación cuántica de un modo pedagógico.


REFERENCIA:

(1) Meeks, T. y Jeste, D. (2009). “Neurobiology of Wisdom. A Literature Overview”. Department of Psychiatry and Sam and Rose Stein Institute for Research on Aging, University of California, San Diego. Archives of General Psychiatry, 2009, 66(4): 355-365.
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Razón abierta

LA FILOSOFÍA TRANSPERSONAL DE KEN WILBER COMO FUNDAMENTO PARA UNA EDUCACIÓN TRANSRACIONAL DE LA METAFÍSICA Y LA SANACIÓN TRASCENDENTAL DEL SUJETO COGNOSCENTE MEDIANTE LA MEDITACIÓN

Este artículo está reproducido en la primera parte de la obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD


Los días 19, 20 y 21 de septiembre de 2019, en la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid, España), tuvo lugar la 3ª edición del CONGRESO RAZÓN ABIERTA: reúne a investigadores y docentes de todo el mundo que, desde sus ciencias particulares, se pregunten por la realidad que les interpela, teniendo en cuenta la antropología, la epistemología, la ética y el sentido que subyace a aquello que estudian.


El Congreso Razón Abierta tiene como misión poner en diálogo a las ciencias particulares con la filosofía y la teología, con el objetivo de conocer la realidad en toda su amplitud, dejando fuera los reduccionismos cientificistas y utilitaristas que permean nuestra sociedad postmoderna, y de este modo, utilizar la razón conscientes de que la belleza del estudio de las ciencias particulares en la Universidad radica en el deseo del hombre por comprenderse a sí mismo y a la realidad que le rodea; anhelo que descubre otro aún mayor si cabe: comprender cuál es el modo más verdadero de vivir.


En dicho contexto de reflexión académica, el sábado día 21 de septiembre a partir de las 11h., tuve el placer de presentar mi artículo titulado:


LA FILOSOFÍA TRANSPERSONAL DE KEN WILBER COMO FUNDAMENTO PARA UNA EDUCACIÓN TRANSRACIONAL DE LA METAFÍSICA Y LA SANACIÓN TRASCENDENTAL DEL SUJETO COGNOSCENTE MEDIANTE LA MEDITACIÓN

Toda la información (resumen, artículo completo, epígrafe de presentación) puede descargarse en PDF:
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wilber

PENSAMIENTOS ÍNTIMOS DE UN FILÓSOFO TRANSPERSONAL

Este artículo es una reproducción del prólogo de mi libro UNA FILOSOFÍA ALTERNATIVA AL CAPITALISMO.

Cuando hube publicado mi obra Filosofía transpersonal y educación transracional, mi sobrino Vicente tuvo la ocasión de tenerla en sus manos y su comentario fue el siguiente: “Al ser un libro de filosofía, debe ser difícil de entender, ¿no?”. Ciertamente -le contesté resignado y compungido-, la filosofía tiene algo de complejidad en la terminología utilizada. Y ahí quedó el asunto, en una especie de limbo en el que, el filósofo profesional (si es que se me puede considerar así, aunque no viva de ello) y el neófito, no conectan debido a lo compleja que se ha vuelta la propia filosofía.

La complejidad de la filosofía es de tal magnitud que, ni en las universidades ni en los estudios segundarios, hay una metodología para abordar el estudio de la historia del pensamiento de modo que el educando pueda entresacar un esquema básico para aprehender un pasado que le permita comprender su presente y, consecuentemente, decidir sobre su futuro con conocimiento de causa. Yo mismo, cuando me hube licenciado en filosofía en el año 1989, salí decepcionado de cómo enseñan la filosofía: muchos autores, muchos pensamientos, muchos movimientos filosóficos, pero ningún hilo conductor para que el estudiante no repudie a la filosofía por su propia complejidad.

Así fue como, cuando el sistema capitalista me hubo convertido en un “radical anti-sistema” tras desahuciar a mi familia de nuestra vivienda, emprendí un camino de comprensión para conocer las causas de tanto sufrimiento en este mundo. El estudio, la lectura y la escritura se convirtieron en los acompañantes de mi soledad pensativa. Mis diversas publicaciones no han sido fruto de una erudición intelectual propia del filósofo académico tradicional, sino consecuencia del sufrimiento que el sistema capitalista inflige a las personas y los pueblos del mundo. Así pues, debía de reelaborar mi propio sistema de pensamiento al margen de la oficialidad de la filosofía académica tradicional. Y en esa labor de inquisitiva búsqueda de la “verdad”, hallé la salvación, por no decir la iluminación cognitiva, mediante el estudio de la filosofía transpersonal, desarrollada por el inconmensurable Ken Wilber.

Tras diez años de psicoterapia mediante la escritura y siete libros publicados, creía haber hallado ese hilo conductor que me permitiera comprender el por qué de tanto sufrimiento en este mundo. Y fue mediante la ayuda de Ken Wilber como pude comprender que el problema de Occidente reside en la disociación entre la racionalidad y la espiritualidad. Dicho de otro modo, la filosofía occidental es la historia de un egoísmo que surgió con la razón autónoma en la Edad de la Razón. Y esa razón egoíca es el fundamento mismo del sistema capitalista, el cual impulsa por doquier el individualismo y la competencia desmedida hasta alcanzar cotas de un crecimiento infinito en un mundo finito y, ello, a costa de la pauperización de la otra mitad del mundo mediante guerras artificiosas por los recursos naturales para beneficio de los países susodichamente ricos. Y digo susodichamente ricos, pues si bien Occidente es rico en el aspecto puramente material, su bajeza moral es de tal calibre que se ha perdido de vista el cumplimiento del imperativo categórico kantiano, una cuestión moral que Bauman acuñó como sociedad líquida.

En ese deambular por los vericuetos del pensamiento occidental, como he dicho anteriormente, creía haber hallado ese hilo conductor que me permitiera comprender el por qué de tanto sufrimiento en este mundo. Sin embargo, a pesar de plasmar mis investigaciones en la citada obra Filosofía transpersonal y educación transracional, de nada me servía ese periplo por la historia del pensamiento, si no fuese capaz de explicar de un modo sencillo a mi sobrino Vicente la propia historia de Occidente que ha desembocado en este salvaje y depredador capitalismo. La pertinente y, probablemente, inocente pregunta de mi sobrino Vicente removió mis entrañas. Y así fue como me planteé la cuestión de que la historia del pensamiento -o filosofía- pudiera ser abordada mediante gráficos a todo color (1) pues, como dice el refrán popular, “una imagen vale más que mil palabras”.

He ahí, pues, la motivación de la presente obra: intentar erradicar la complejidad de la filosofía. Quien lea esta obra me podría acusar de que la misma complejidad filosófica que crítico, la vuelvo a plasmar en este ensayo y, consecuentemente, me veo así envuelto en mi propia contradicción. Sin embargo, para quien así piense, le insto a reconsiderar dicha crítica invitándole a conocer la metodología aquí expuesta: se trata de una guía para entresacar el esqueleto cognitivo del embrollo filosófico que ha predominado en la historia de la filosofía occidental. En dicho sentido, los esquemas a todo color (1) han sido estructurados de modo que la historia del pensamiento occidental sea aprehendida a simple vista. Ciertamente, aquél que quiere conocer, debe tener una actitud proactiva hacia el conocimiento, pero dicha encomiable actitud no puede perderse por los oscuros laberintos del pensamiento tal como se enseñan en las universidades y en las escuelas. La cronología histórica es una cosa y la comprensión hermenéutica de la historia es otra cosa muy distinta, tal como la enseña el maestro Wilber.

Para comprender la historia del pensamiento Occidental, se alude en muchos ámbitos educativos a la necesidad de conocer las obras de Platón y Kant. Ciertamente, la Verdad, la Belleza y la Bondad, son las Tres categorías platónicas que sustentan el pensamiento kantiano reflejado en sus Tres críticas. Pero esa sencilla ecuación filosófica no me fue enseñada en los cinco años que estudié en la universidad, sino fue Ken Wilber mediante su obra Sexo, Ecología, Espiritualidad y, más resumidamente, en su otra obra Breve historia de todas las cosas, como se me desveló esquemáticamente esa parte de la historia occidental. Ciertamente, salí de la universidad desolado porque nadie me señaló la relación entre la racionalidad y la espiritualidad, no al menos en cómo me la ha enseñado Ken Wilber.

Ken Wilber es el autor no académico de Estados Unidos más traducido a multitud de idiomas, sin embargo, no me consta que este pensador contemporáneo -considerado como el “Einstein de la conciencia”-, sea objeto de estudio en el establishment académico oficial. La filosofía transpersonal de Ken Wilber no es objeto de estudio porque defiende una espiritualidad que el sistema capitalista repudia. Efectivamente, la historia de Occidente es la historia de los dualismos, y la historia de los dualismos arranca con la filosofía griega. Los dualismos por antonomasia son los ascendentes que aspiran a un cielo que no es de este mundo (religiones) y los descendentes que orientan la razón hacia el mundo de los sentidos (materialismo científico). Esa fractura dualista entre los ascendentes y los descendentes está en el origen de la falta de integración entre la conciencia (yo), la naturaleza (ello) y la moral (nosotros) desde que estas tres esferas fueron diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas. Por tanto, es la falta de espiritualidad y la incapacidad académica para establecerla de un modo curricular, la causa del actual estancamiento cognitivo, una actitud reduccionista del ser humano que es impulsada por los apologistas del pensamiento único neoliberal al promover la erradicación de la filosofía de los planes de estudio.

Estoy escribiendo estas líneas en víspera del II Congreso Internacional de la Red Española de Filosofía “Las fronteras de la humanidad” , en el que voy a tener el honor de presentar mi obra Ken Wilber y los nuevos paradigmas de la humanidad. Mañana día 13 de septiembre del 2017, ante una desconocida audiencia, intentaré exponer y reproducir los argumentos de este prólogo. Sin embargo, pienso que mi voz será como un grito en el desierto. Ojalá me equivoque. En cualquier caso, no es mi intención intentar convencer a sus “señorías” académicas de los presupuestos aquí defendidos, pues es una ingente tarea que, creo, no ha conseguido ni el propio Wilber. Me conformo con la humilde labor de que mi sobrino Vicente aborde el estudio de la filosofía despojada de su complejidad académica. Y, para tal fin, la historia del pensamiento occidental y las causas del sufrimiento que azotan a esta decadente civilización deben ser aprehendidas del modo más sencillo posible, de ahí los esquemas a todo color (1) que ilustran este ensayo.

Los más avispados lectores podrán deducir que los colores (1) empleados en los esquemas siguen un patrón creciente, en la medida de lo posible, de la Dinámica Espiral para visualizar mejor los diferentes niveles de conciencia. Dinámica Espiral es un modelo trans-disciplinario (bio-psico-socio-cultural) diseñado para la transformación cultural y la gestión integral basada en valores, que aborda desde las llamadas “teorías” de la complejidad el desarrollo de la humanidad. Este modelo analiza las diferentes formas de pensar de las personas considerando su amplia diversidad de ideas y modos de existir, identificando patrones comunes en un modelo multi-estratificado de niveles que recorre el proceso histórico de la humanidad, desde sus inicios a la actualidad. Así, la Dinámica Espiral describe cómo estas “visiones del mundo” emergen y fluyen a través de individuos y grupos, describiendo los distintos sistemas bio-psico-socio-cultural desplegados como un proceso continuo en forma de espiral expansiva. El reconocido filósofo Ken Wilber, fundador del Integral Institute, se ha convertido en uno de los más importantes difusores de Dinámica Espiral.

Tal es, pues, la génesis que ha motivado esta obra. Pero, además, esta obra está disponible gratuitamente en PDF, pues considero que el conocimiento debe ser de libre acceso y gratuito para todo ser humano. Algunas de mis anteriores obras ya están disponibles también gratuitamente en PDF y, quién sabe si en el futuro, todas ellas sigan por el mismo sendero.

Filosofar se ha convertido en un pensamiento complejo en orden a tener una comprensión del mundo como sistema entrelazado. El estudio de lo complejo ha impactado también en el ámbito más directo de las interacciones de los seres humanos: la educación, la interpretación de la sociedad, la política, y la comprensión del momento actual que vive la humanidad. Esa complejidad, la expresa certeramente el filósofo francés Edgar Morin: “Se trata de enfrentar la dificultad de pensar y vivir en la búsqueda de soluciones a los problemas contemporáneos y la construcción del futuro”. Para tal fin, Edgar Morin, nos indica el camino a seguir:

"Educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad."

Efectivamente, porque el saber sin amor es puro egoísmo y la causa de tanto sufrimiento en este mundo. Gracias por su atención estimado lector, y gracias a ti Vicente por la oportuna pregunta que ha dado origen a esta obra.


Nota (1) sobre los colores: En este libro hay un total de 11 esquemas a color, es decir, 11 páginas también. Imprimir este libro a todo color por solo 11 páginas hubiera quintuplicado el precio. Por tal motivo, el autor ha preferido realizar la impresión en blanco y negro como cualquier otro libro; sin embargo, dichos esquemas a todo color están disponibles para visualizarlos, descargarlos e imprimirlos en la web del autor: www.pensarenserrico.es

Una vez estamos en dicha web, ir a la pestaña “Libros” y ahí está el libro Una filosofía alternativa al capitalismo donde se pueden visualizar los esquemas a todo color, descargarlos en formato jpg e imprimirlos a color para quien así lo desee.

Esta opción resulta menos gravosa económicamente para quien desee adquirir el libro en papel ya que, como prácticamente todo el mundo tiene una conexión a Internet, podrá visualizar los esquemas en pantalla, descargarlos o imprimirlos según su preferencia. Incluso disponer del esquema junto al libro -sea en pantalla o impreso- ayuda a una mejor comprensión lectora.

Esta decisión ha sido tomada en el exclusivo beneficio de los lectores para no incrementar innecesariamente el coste del ejemplar en papel cuando dichos esquemas pueden estar disponibles paralelamente a través de la web del autor. Gracias por su comprensión, estimado lector.
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CIFE 2019

TRASCENDIENDO LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN OCCIDENTAL: FUNDAMENTOS PARA LA FILOSOFÍA TRANSPERSONAL Y LA EDUCACIÓN TRANSRACIONAL

Este artículo está reproducido en la primera parte de la obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Artículo científico presentado y comunicado en el IX CONGRESO INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN CIFE 2019, cuyo objetivo es reunir a los miembros de la comunidad académica, profesores y estudiantes, y a reconocidos especialistas en este campo procedentes de diferentes países, para debatir en torno a temas educativos de plena actualidad, desde una perspectiva filosófica.

Resumen:

Esta comunicación postula la integración del saber científico (epistemología de lo conmensurable) con la perenne espiritualidad (hermenéutica de lo inconmensurable), una síntesis respectivamente de la razón con el espíritu en un ejercicio de trascendencia desde la no dualidad, lo cual conlleva aprehenderse a uno mismo como conciencia de unidad mediante una auténtica intuición espiritual .

Esos dos modos de saber así aprehendidos mediante la intuición espiritual, posibilitan una síntesis entre la filosofía y la espiritualidad. Para tal finalidad, se recurre a tres inconmensurables pensadores: Platón, Kant y Wilber. Las Tres Grandes categorías platónicas -la Verdad, la Belleza y la Bondad- que fueron respectivamente diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas (“ello”, “yo” y “nosotros”), requieren imperativamente de una integración entre la naturaleza, la conciencia y la cultura. La intuición moral básica argumentada por Ken Wilber se constituye como una necesaria cuestión ética para la integración del “ello”, “yo” y “nosotros” y, consecuentemente, en una ética epistémica dentro del marco de una episteme transracional.

La filosofía transpersonal de Ken Wilber, como disciplina que estudia a la espiritualidad y su relación con la ciencia, permite vislumbrar la sanación trascendental del ser humano mediante una educación transracional que implemente la razón con el corazón.
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CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD

CIENCIA Y RELIGIÓN

Este artículo es una reproducción del capítulo del mismo nombre de la página 313 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.

Quizá donde mejor se puede apreciar la anterior exposición es en las obras contrapuestas de Richard Dawkins y Rupert Sheldrake. El primero, con El espejismo de Dios (1) afirma que la creencia en un creador supernatural se puede calificar como un delirio: “Cuando una persona sufre delirio lo llamamos locura. Cuando mucha gente sufre el mismo delirio lo llamamos religión”. El segundo, con El espejismo de la ciencia (2) ,dice es la creencia en que la ciencia ya comprende la naturaleza de la realidad. Las preguntas fundamentales habrían sido ya respondidas y solo quedarían los detalles por completar. En este apasionante libro, el bioquímico británico Rupert Sheldrake, uno de los científicos más innovadores del mundo, muestra que la ciencia está oprimida por supuestos que se han consolidado como dogmas. La “perspectiva científica” se ha convertido en un sistema de creencias: toda realidad es material o física; el mundo es una máquina constituida por materia muerta; la naturaleza carece de propósito; la conciencia no es sino la actividad física del cerebro; el libre albedrío es una ilusión; Dios existe solo como una idea en las mentes humanas. Sheldrake examina científicamente estos dogmas y muestra, de forma tan amena como convincente, que la ciencia estaría mejor sin ellos: sería más libre, más interesante y más divertida. Este científico es conocido principalmente por su promoción de lo que llama “resonancia mórfica”, una variante de la antigua hipótesis de la memoria colectiva. También dedica parte de sus escritos a otros aspectos de la parapsicología, como la telepatía o la percepción extrasensorial. Sin embargo, sus ideas son ampliamente rechazadas por la comunidad científica, que considera sus ideas como pseudocientíficas.

Como se puede apreciar hay una brecha abierta entre los propios científicos: los materialistas científicos y los místicos cuánticos . El tiempo y la historia, como siempre, pondrá a cada cual en su sitio. Ante tal incertidumbre científica sobre la realidad total susceptible de ser conocida, las divergencias cognitivas se presentan aparentemente como insalvables, como siglos atrás lo fueron el racionalismo frente al empirismo. Así es como durante más de tres siglos, la humanidad se ha precipitado en la caverna empírica, excavando y buscando la piedra filosofal mediante el método científico (“ver para creer”). Pero en los inicios del siglo XX, la física cuántica desintegró la “rígida estructura” del conocimiento dualista a la vez que iluminó la mente de algunos díscolos científicos, quienes comenzaron a considerar aunar el conocimiento empírico con la filosofía perenne (“creer para ver”), es decir, fusionar la filosofía tradicional con la oriental como magistralmente ha efectuado Ken Wilber, entre otros muchos. Por ello, esos díscolos científicos fueron peyorativamente tachados de “místicos cuánticos” por la comunidad científica manipulada desde los poderes fácticos. Estos místicos cuánticos han sido tan osados como en su día lo fueron Copérnico, Bruno, Kepler o Galileo. Estos revolucionarios científicos, tuvieron que luchar contra el dogmatismo religioso, pero los actuales místicos cuánticos tienen el enemigo en su propia casa: los escépticos materialistas científicos. Este ensayo reivindica justicia histórica en el reordenamiento de la historia donde, el misticismo cuántico, debe ser reconsiderado como filosofía transpersonal.


REFERENCIAS:

(1) Dawkins, Richard. El espejismo de dios. Barcelona: Espasa libros, 2007.

(2) Sheldrake, Rupert. El espejismo de la ciencia. Barcelona: Kairós, 2013.
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confesiones de un lunático

ELUCUBRACIONES DE UN LUNÁTICO

Matrix total, o caverna platónica, o 1984, o Un mundo feliz, da igual el nombre que se dé a la ignorancia manipulada desde la historia por los poderes fácticos a modo de ingeniería social y mental impuesta de manera subrepticia por el Estado profundo o el enemigo invisible de la humanidad. La cuestión es que es preciso un cambio de conciencia hacia lo global, para ascender a la 5ª dimensión donde solo reina el amor. En el amor solo puede vivir quien trascienda conscientemente su ego mediante la sabiduría, y ello es un trabajo psicológico y espiritual que pocas personas están dispuestas a emprender, pues hay que volver a los principios griegos del "conócete a tí mismo y conocerás a los Dioses", y más concretamente al aforismo de Sócrates: Aquel que quiera cambiar el mundo, deberá comenzar por cambiarse a sí mismo.

Es mucho más fácil imponer cada cual su razón para decir a los demás lo que tienen que hacer y, así, desde la razón-egóica se proyecta una cosmovisión dualista del sujeto egoísta respecto el resto de la humanidad, lo cual es una separación de la fuente divina, despreciando así la conciencia de unidad como una integración del “yo” (Belleza), el “nosotros” (Bondad) y el “ello” (Verdad), las tres esferas platónicas diferenciadas posteriormente como las Tres críticas de Kant. Fue así como la razón surgida de la Modernidad se despeño por el camino descendente, prescindiendo del camino ascendente hacia Dios, como afanosamente gritara Nietzsche: “Dios ha muerto”.

La escisión entre los ascendentes (espiritualidad) y los descendentes (materialismo científico), devino a través de la historia en una victoria temporal de la razón pragmática sustentada en el ego plutocrático donde la única razón de vivir se sustenta en el dinero-deuda: haber endeudado a las personas, los pueblos, los estados y la humanidad hasta un imposible crecimiento infinito en un planeta finito, hasta quemar el pulmón amazónico. Una naturaleza que está implosionando de dolor, y que afecta a la psicología humana pues como dijeran Plauto y Hobbes: “el hombre es un lobo para el hombre”. Y de ahí solo se sale mediante la trascendencia psicolológica de cada cuál hasta conectar con la conciencia colectiva, es decir, alcanzar la conciencia de unidad como propone Ken Wilber.

Pero esa labor de trascendencia hacia la espiritualidad resulta difícil, pues la educación tradicional está también secuestrada por los mismos que dirigen nuestras vidas. ¿Qué hacer pues? Es evidente que la humanidad se halla ante nuevos paradigmas apenas imperceptibles para muchos de mis coetáneos. Mi humilde labor en dicho sentido, es haber intentado comprender cómo funciona el mundo para tener así un “mapa sociológico”, pero también “un mapa psicológico”. El mundo exterior y el mundo interior no pueden ser abordados desde esa dualidad, pues cuando nos separamos de los otros y de la naturaleza, es como una bomba nuclear, es la descomposición de una cultura y de una civilización que no ha sabido conjugar el conocimiento tecnológico con la sabiduría perenne, sino que ha impuesto un salvaje capitalismo, mejor conocido como pensamiento único neoliberal.

El aborregamiento psicológico inculcado a través de la historia, la educación, la política y el dinero, nos ha abocado a la globalización pretendidamente impuesta como Nuevo Orden Mundial, a una Matrix total, o caverna platónica, o 1984, o Un mundo feliz, tal como comenzaba este artículo.

Afortunadamente, una revolución espiritual está en marcha, y aquellos que han logrado el suficiente crecimiento interior ya se dan cuenta que el sistema se cae a pedazos, y que la ciencia manipulada ya no puede prescindir de áreas cognitivas como las ciencias noéticas, realidades como la reencarnación, las experiencias cercanas la muerte, las sincronicidades y la divulgación cósmica en ciernes. La razón se está quedando inerte antes las nuevas experiencias psíquicas que las personas experimentan, pues todo es vibración. Los materialistas científicos se quedan sin palabras ante el mundo espiritual emergente, pues los mal llamados “místicos cuánticos”, ahora rebautizados como filósofos transpersonales por simple justicia histórica y epistemológica , no tenemos miedo a reivindicar una ciencia de la conciencia que el sistema académico actual obvia en su plan de estudios.

Tal es el vacío psicológico, científico, académico, social y cultural que nos lleva a una depredadora incomprensión del sentido de la vida. Y como defiendo en mis postulaciones, es más que necesaria la sanación trascendental del ser humano: ese es sobre todo el objetivo epistemológico de La educación cuántica. Y dicha cuestión epistemológica se consituye en un giro copernicano para una filosofía transpersonal así como una educación transracional . Pero, quizá, todo ello no sea más que elucubraciones de un lunático..., no obstante, hay que cuidarse de no caer en la locura aperspectivista , pues no hay mayor locura que estar cuerdo en un mundo de locos.
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Razón abierta

PRESENTACIÓN DE ARTÍCULO EN LA 3ª EDICIÓN DEL CONGRESO RAZÓN ABIERTA

Los días 19, 20 y 21 de septiembre de 2019, en la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid, España), tuvo lugar la 3ª edición del CONGRESO RAZÓN ABIERTA: reúne a investigadores y docentes de todo el mundo que, desde sus ciencias particulares, se pregunten por la realidad que les interpela, teniendo en cuenta la antropología, la epistemología, la ética y el sentido que subyace a aquello que estudian.


El Congreso Razón Abierta tiene como misión poner en diálogo a las ciencias particulares con la filosofía y la teología, con el objetivo de conocer la realidad en toda su amplitud, dejando fuera los reduccionismos cientificistas y utilitaristas que permean nuestra sociedad postmoderna, y de este modo, utilizar la razón conscientes de que la belleza del estudio de las ciencias particulares en la Universidad radica en el deseo del hombre por comprenderse a sí mismo y a la realidad que le rodea; anhelo que descubre otro aún mayor si cabe: comprender cuál es el modo más verdadero de vivir.


En dicho contexto de reflexión académica, el sábado día 21 de septiembre a partir de las 11h., tuve el placer de presentar mi artículo titulado:


LA FILOSOFÍA TRANSPERSONAL DE KEN WILBER COMO FUNDAMENTO PARA UNA EDUCACIÓN TRANSRACIONAL DE LA METAFÍSICA Y LA SANACIÓN TRASCENDENTAL DEL SUJETO COGNOSCENTE MEDIANTE LA MEDITACIÓN

Toda la información (resumen, artículo completo, epígrafe de presentación) puede descargarse en PDF:
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ESPIRITUALIDAD FILOSÓFICA

PRESENTACIÓN LIBRO DE HÉCTOR SEVILLA: ESPIRITUALIDAD FILOSÓFICA

Tengo el placer de comunicar la presentación del libro ESPIRITUALIDAD FILOSÓFICA del Dr. Héctor Sevilla , un acto que tendrá lugar en la CASA ASIA (edificio Can Jaumandreu), Calle Perú, 52 de Barcelona, el lunes 16 de septiembre de 2019 a las 19 horas.

Héctor Sevilla es Doctor en Filosofía y en Ciencias del Desarrollo Humano, Miembro de la Asociación Filosófica de México y Miembro Fundador de la Asociación Transpersonal Iberoamericana, así como Coordinador Editorial de la Revista Girum .

Estaré presencialmente en dicho acto de presentación e invito a todos los amigos interesados en vernos en dicho evento.

Gracias y un saludo fraternal a todos los amigos de la espiritualidad filosófica.

Amador Martos


AQUÍ UN RESUMEN DEL LIBRO EN UN VÍDEO DE 5 MINUTOS POR EL DR. HÉCTOR SEVILLA


Y AQUÍ EL VÍDEO COMPLETO DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO



En las fotos con Héctor Sevilla (autor), Iker Puente (Psicólogo transpersonal) y Agustín Pániker (Editorial Kairós).
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